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LECCIÓN 10 – SEGUIR A JESÚS EN LA VIDA REAL – PARA EL 6 DE JUNIO DE 2015

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Este es un estudio libre para toda persona que lo desee usar, compartir ó distribuir. Es una cortesía de SevenDay Radio y su servidor, Tony García. Cualquier pregunta ó comentario por favor escriba a tonygarcialopez@yahoo.com ó tglopez@sevendayradio.com. Este documento es subido a la red los días Domingos a las 6:00 de la mañana hora de Madrid, España; la media noche del día Sábado de la costa este de los Estados Unidos.

Toda información dada en éste documento es tomada de la vastedad de libros que la Iglesia Adventista del 7mo Día tiene disponible gratuitamente para el público en general, en Ingles y Español. A éste documento también se le agrega otras informaciones de otros libros, que también se encuentran disponible en el Internet para el uso del  público en general.

Aquí no le estamos presentando una nueva luz, nuestro trabajo es sencillamente recopilar información, y presentarla en un lenguaje sencillo y entendible,  para que se le haga mas fácil al maestro de Escuela Sabática comprender y prepararse mejor, para impartir la lección de Escuela Sabática.

 Deseamos compartir con ustedes los tópicos  de las lecciones de los próximos años.

4 trimestres por año

2015:  (3)»Misioneros» (4)»Jeremías»

2016:  (1)»La Gran Controversia» (2)»El libro de Mateo» (3)»El Papel de la Iglesia en la Comunidad» (4)»Job»

2017:  (1)»El Espíritu Santo y la Espiritualidad» (2)»1ra y 2da de Pedro» (3)»Unidad en Cristo» (4)»Asuntos de Justicia Social»

2018:   (1)»Mayordomía» (2)»Preparación para los Días Finales» (3)»El libro de los Hechos» (4)»El Libro de Apocalipsis»

2019: (1)»Esdras-Nehemías» (2)»El Libro de Daniel» (3)»Romanos» (4)»Como interpretar las escrituras»

Nuevas: 2020: (1) «Educación» (2) Juan

Recordamos a los hermanos que ésta información está sujeta a cambios.


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Lección 10: Para el 6 de junio de 2015

SEGUIR A JESÚS EN LA VIDA DIARIA

Sábado 30 de mayo__________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Lucas 11:37-54; 12:4-21, 35- 53; Amós 6:1; Lucas 8:4-15; 22:24-27.

PARA MEMORIZAR:
 “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe” (Luc. 17:5).

AUNQUE JESÚS FUE UN GRAN MAESTRO, nunca estableció una escuela de teología o de filosofía. Su propósito era “buscar y salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10). Vino para revelar el carácter de Dios, una revelación que culminó en la cruz, donde no solo mostró a la humanidad y a los mundos no caídos cómo era Dios realmente, sino también pagó la penalidad por el pecado de los seres humanos a fin de que, a pesar de su naturaleza caída, pudieran ser redimidos.

Al hacer esto, también creó una comunidad redimida, formada por todos los que, habiendo sido salvados por su muerte, eligieron copiar su modelo de vida y sus enseñanzas.

La invitación a ser parte de esta comunidad redimida es un llamado a una lealtad absoluta a quien los llama, a Cristo mismo. Lo que él dice llega a ser la ley de la vida para los discípulos. Lo que él desea llega a ser el único propósito de la vida del discípulo. Ninguna bondad externa o perfección doctrinal pueden ocupar el lugar de la lealtad total a Cristo y a su voluntad.

El discipulado, que debemos exclusivamente al Cristo que mora en nosotros, hace que ciertos requerimientos sean imperativos. No permite competencia ni sustitución.

Ahora, hermanos, ustedes se han adiestrado de tal manera en dudas e interrogantes que tienen que educar sus almas en la línea de la fe. Tienen que hablar de la fe, vivir la fe, actuar por fe, para que puedan crecer en la fe. Ejercitando esa fe viviente, crecerán hasta ser hombres y mujeres fuertes en Cristo Jesús… Él quiere que ustedes estén llenos de gozo, llenos de la bendición de Dios, a fin de que conozcan la longitud y la anchura y la altura y la profundidad del amor de Dios, que excede todo conocimiento (Fe y obras, {FO}, p. 79, 80).

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). La verdadera conversión, la verdadera santificación, causarán el cambio de nuestras opiniones y sentimientos mutuos y hacia Dios. “Nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. vers. 16. Debemos acrecentar nuestra fe. Debemos conocer la santificación del Espíritu. Debemos buscar a Dios con oración ferviente, para que el Espíritu divino pueda obrar en nosotros. Dios entonces será glorificado por el ejemplo del agente humano. Seremos entonces colaboradores con Dios (Mensajes selectos, {MS}, t. 3, p. 228).

Cuando el alma verdaderamente convertida disfruta del amor de Dios, siente su obligación de llevar el yugo de Cristo y trabajar en armonía con él. El Espíritu de Jesús descansa sobre ella. Revela el amor, la piedad y la compasión del Salvador, porque es una con Cristo. Anhela llevar a otros a Jesús. Su corazón se enternece al ver el peligro de las almas que están fuera de Cristo. Cuida de las almas como quien ha de dar cuenta. Con invitaciones y ruegos mezclados con las firmes promesas de Dios, trata de ganar a las almas para Cristo; y esto se registra en los libros de memoria. Es un colaborador de Dios.

¿No es Dios el verdadero objeto de imitación? Debe ser la obra de la vida del cristiano vestirse de Cristo, y alcanzar una más perfecta semejanza a Cristo. Los hijos de Dios han de progresar en su semejanza a Cristo, nuestro modelo. Diariamente deben contemplar su gloria, observar su excelencia incomparable (Testimonios para los ministros, {TM}, pp. 119, 120).

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Domingo 31 de mayo // Lección 10_______________________

HUYE DEL FARISEÍSMO

De las más de 80 referencias a los fariseos en los evangelios, casi el 25 por ciento se encuentra en Lucas. Los fariseos eran conservadores en lo doctrinal, a diferencia de los saduceos, que tenían ideas liberales. Los fariseos eran legalistas y, aunque profesaban creer en la gracia, enseñaban la salvación por guardar la Ley.

Lee Lucas 11:37 al 54. ¿Qué advertencias hace Jesús, y cómo se manifiestan estos principios actualmente? ¿De qué forma podemos evitar algunas de las cosas contra las que advirtió Jesús?

37 Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa. 38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer. 39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad. 40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro? 41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio. 42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. 43 ¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas. 44 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben. 45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.  46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis. 47 ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres! 48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros. 49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán, 50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, 51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta 52 !!Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis. 53 Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas; 54 acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.

Un repaso de los ayes (Luc. 11:42-54) sobre los fariseos y los escribas muestra de qué modo afecta a cada generación el llamado a la verdadera religión, incluyendo la nuestra.

Por ejemplo, mientras que devolver el diezmo es un reconocimiento gozoso de que Dios provee todo, nunca puede sustituir las demandas básicas del amor y la justicia en las relaciones humanas (vers. 42).

Los mismos que descuidan “la justicia y el amor de Dios” aman, en cambio, “las primeras sillas en las sinagogas” (vers. 42, 43), lo que es perder el punto central de la verdadera fe.

Jesús advirtió que los que equiparan la verdadera religión con ritos externos son inmundos, como los que están en contacto con los muertos (Luc. 11:44; ver también Núm. 19:16). Es muy fácil confundir lo trivial con lo sagrado.

Además, Jesús pronunció un ay sobre los expertos de la Ley que usan su educación y su experiencia para imponer cargas religiosas intolerables sobre los demás, mientras ellos mismos “ni aun con un dedo” las tocan (vers. 46).

Además, los fariseos honraban a los profetas ya fallecidos, pero actuaban en contra de los que vivían. Mientras Jesús hablaba, algunos estaban tramando matar al Hijo de Dios. Más importante que honrar a los profetas es prestar atención a sus mensajes proféticos de amor, misericordia y juicio.

El último ay es terrible. Algunos a quienes se les habían confiado las llaves del Reino de Dios fracasaron en su tarea. En lugar de usar las llaves para animar al pueblo de Dios a entrar al Reino, lo habían dejado afuera y arrojado las llaves.

Vamos a comenzar estudiando un poco quienes eran los Fariseos:

El tema de la lección de éste día es: «Huye del Fariseísmo» en otras palabras, el tema sería: «Huye de la hipocresía, el legalismo y las tradiciones»

Los fariseos,  significa: «Los Separados»

Secta o partido religioso conservador en los tiempos de Jesucristo.

Los Fariseos eran todo lo contrario de los Saduceos. Los Saduceos eran liberales , los Fariseos eran conservadores.

Los Fariseos eran extremadamente religiosos u Ortodoxos, los Saduceos eran seculares ó materialistas,

Su principal interés eran los asuntos religiosos, enfatizaban la dependencia del hombre de Dios, creían que la divina providencia ordenaba los asuntos humanos, creían en la existencia de los espíritus, la inmortalidad del alma, la resurrección literal, la vida futura y el juicio.

Además rehusaban tener cualquier cargo público. Los Fariseos eran de la clase media. El pueblo de Israel en general, no era de ninguna de estas clases , pero estaba a favor de los Fariseos

Cristo tuvo con los Fariseos enérgicas discusiones por el legalismo y las tradiciones, y también por el énfasis que ponían en demostrar los actos externos sin cuidar de la piedad ó la condición interna.

Jesús los llamó hipócritas y Juan el Bautista les llamó generación de víboras.

Los fariseos fueron los responsables en tratar de desacreditar a Jesús, silenciar su mensaje, fueron los líderes en el arresto, condenación y crucifixión de Jesús.

Nicodemo y Pablo eran Fariseos.

 Escriba:  («interprete de la ley») («Estudiantes de las escrituras»)

Hombre que copiaba la ley y otros libros de las Escrituras, más específicamente, un hombre que era hábil para enseñar e interpretar la Biblia. En el sentido moderno, tal persona se podría llamar teólogo ó erudito en religión.

Su ocupación era interpretar y aplicar «la ley» a cada mínimo detalle y circunstancia de la vida, y enseñar a la gente lo que dice la ley.

Debido a que copiaban los libros del Antiguo Testamento, ellos estaban familiarizados con las Escrituras hebreas y eran respetados en la sociedad por su alfabetización y conocimiento. Debido a su trabajo de enseñanza, se les conocía también como «Maestros ó «Rabí» Además por su conocimiento en la ley mosaica servían de abogados para decidir caso específicos de la ley en casos individuales.

Los escribas era Fariseos.  Nombre que se les daba a los escribas: Maestros, Rabí, Abogados, doctores de la ley, además eran personas muy importantes en el Sanedrín.

«Los escribas y los fariseos aseveraban estar investidos de autoridad divina similar a la de Moisés. Aseveraban reemplazarle como expositores de la ley y jueces del pueblo. Como tales, exigían del pueblo absoluto respeto y obediencia. Jesús invitó a sus oyentes a hacer lo que los rabinos les enseñaban según la ley, pero no a seguir su ejemplo. Ellos mismos no practicaban sus propias enseñanzas. – {DTG 563.2}

El problema grande de los Escriba y Fariseos era la hipocresía, imponían una multitud de reglamentos que acortaban la libertad de las personas, y que ni ellos mismos podían cumplir, y encima de todo, a veces aseguraban que ellos estaban exentos de estas leyes.

Estas son una de la leyes rabínicas con respecto al Sábado:

-Prohibía transportar cualquier objeto de casa a casa en día Sábado que fuera mas grande que una oliva.

-Prohibido lanzar objetos de una propiedad privada a una publica ó viceversa. Si una persona lanza un objeto con la mano derecha y otra lo cacha con la mano izquierda es pecado, si una persona lanzaba con cualquier mano y es cachado por la otra persona con la misma mano del lanzador, es pecado. Si una persona lanzaba algo que fuera de comer y la otra lo cachaba con la boca, no era pecado, al usar la boca se convertía en un alimento.

-No se puede arrastrar una silla por que hace un surco en el suelo y es pecado, se puede mover cualquier mueble pequeño solamente con ruedas, ya que la ruedas no hacen surco en el suelo, sólo comprimen el suelo, eso no pecado.

-Si se levantaba una silla, solo se puede dar 4 pasos con ella, mas de esos pasos es pecado.

-Si se carga un niño en brazos, tiene que tenerse sumo cuidado, puede ser que el niño cargue una piedra en sus bolsillo y se convertiría en un pecado.

-La mujer no puede cargar ningún adorno en sus vestidos, ó cabello, ni siquiera un alfiler. Para evitar que se convirtiera en un objeto para mostrar a los demás y así la vanidad reemplazara la espiritualidad.

-Ninguna mujer tiene que verse al espejo en Sábado, no vaya ser que descubriera un cana, y tenga la tentación de sacarla, esto sería un pecado grave.

-A ningún hombre le es permitido usar zapatos de madera con clavos, eso sería una carga en día Sábado.

-Si alguna persona se le cayera un diente postizo, y lo levantara y lo llevara con el, sería un acto pecaminoso.

-Si a alguna persona le cayera una pared encima, se hará el trabajo necesario para encontrar el cuerpo, si la persona esta con vida, el trabajo puede seguir. Si la persona esta muerta hay que dejar el cadáver donde está, el trabajo tiene que parar. En el tiempo de Jesucristo los fariseos en vez de hacer el Sábado una delicia, hicieron el Sábado una carga para llevar, usando sus energías para cuidar de no transgredir el día Sábado.

La tradición en las iglesias.

Cuando nosotros hablamos de «TRADICIÓN» lo primero que se nos viene a la mente es la Iglesia Católica. Los miembros y dirigentes de la Iglesia Católica claramente declaran que su religión sigue fielmente las tradiciones.

Muchas veces ellos están de acuerdo que la Biblia tiene la razón y está correcta, pero tiene mas fuerzas las tradiciones de la iglesia, que las mismas Sagradas Escrituras.

Pero cuando comenzamos a estudiar las religiones nos damos cuenta que todas las religiones están plagadas de este mal que se llama tradición.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día, no está libre de ellas.

Estas tradiciones posiblemente no son mundial, muchas de ellas son locales y posiblemente nacionales, y son  afectadas grandemente por la idiosincrasia de cada país.

Aquí vamos a mencionar algunas de ellas; posiblemente estas tradiciones no concuerdan con las suyas, pero de cualquier manera son tradiciones que fueron vigentes y muchas de ellas siguen estando vigentes y siendo temas de controversias en la iglesia.

1- Tener bicicletas era ó es considerado en varios lugares un pecado.

Hay varios lugares que consideraban ó quizás siguen considerando que el acto de comprar una bicicleta es pecado.

Indagando un poco en este nuevo mandamiento que no aparece en las Sagradas Escrituras, encontramos que hubieron ó hay hermanos de la iglesia, que sostienen, que la hermana Elena de White, prohibió la compra y el uso de las bicicletas.

Esto es lo que el espíritu de profecía comenta al respecto:

«Carreras de bicicletas:

En 1895 se le dio a Elena G. de White una visión de lo que estaba ocurriendo en Battle Creek.

Entre las escenas que se les presentaron había una que se refería a carreras de bicicletas y a la lucha entablada para ocupar en ellas el primer lugar.

Cuando ella recibió esa visión, la bicicleta no era un medio barato de transporte, sino más bien un juguete de gente rica.

Los jóvenes compraban bicicletas en Battle Creek no para ir al trabajo o a la escuela, sino como una manifestación de superioridad, para hacerse ver y para lograr el predominio.

Los jóvenes contraían compromisos que equivalían a muchos meses de sueldo para comprarlas. Pocos años después la bicicleta se convirtió en un instrumento útil y un medio de transporte relativamente barato. – {TM 524.5}»

 2- Bañarse en día sábado

Tiempo atrás, en nuestras iglesia se enseñaba que bañarse en día Sábado era pecado.    Con el tiempo eso fue cambiando, pero aun quedan muchos hermanos que creen que tomar un baño en día Sábado es pecado .

Los siguientes párrafos son uno de tantos de el espíritu de profecía que   habla con respecto a este tema.

«Haced del viernes el día de preparación—Terminad el viernes los preparativos para el sábado. Cuidad de que toda la ropa esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe cocinarse, que se hayan lustrado los zapatos y tomado los baños. Es posible lograr esto. Si lo establecéis como regla, podéis hacerlo. El sábado no debe destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los placeres, o a otra ocupación mundanal. Antes de que se ponga el sol, debe ponerse a un lado todo trabajo secular y guardarse fuera de la vista todos los periódicos de ese carácter. Padres, explicad a vuestros hijos lo que hacéis y os proponéis y dejadlos participar en vuestra preparación para guardar el sábado según el mandamiento.—» Joyas de los Testimonios 3:22. – {CN 500.2}

La frase «y tomado los baños» da a entender que no hay que bañarse en día Sábado.

Hay que tomar en cuenta que en la mayor parte de la vida de Elena de White, la ciencia estaba comenzando a desarrollarse. Un ejemplo de esto es la invención de los calentadores de agua. Este invento realmente aparece por el año 1915 unos pocos años antes de su muerte.

En los Estados Unidos, donde ella vivió, los inviernos son fríos; por lo tanto el acto de tomar un baño en cualquier día de la semana requería un esfuerzo grande. Probablemente de allí aparece la recomendación.

De todas maneras aquí hay otra recomendación en cuanto al baño.                

«La limpieza es importante—El baño frecuente es muy beneficioso, especialmente por la noche, antes de acostarse, o al levantarse por la mañana. Se necesitarán sólo unos pocos momentos para dar un baño a los niños y frotar su cuerpo hasta que entren en calor. Esto lleva la sangre a la superficie aliviando el cerebro, y habrá menos inclinación para la complacencia en prácticas impuras. Enseñad a los pequeños que Dios no se agrada al verlos con su cuerpo sucio y con ropas desaseadas y rotas. Decidles que él quiere que sean puros por fuera y por dentro para poder morar en ellos.—» Christian Temperance and Bible Hygiene, 141, 142. – {CN 434.2}

3- Poner un árbol de navidad es pecado.

La Biblia no habla nada al respecto.  El espíritu de profecía si habla con respecto al tema, y esto es una de las tantas citas que hay con respecto al tema: 

“¿Tendremos árbol de Navidad?”—Agradaría mucho a Dios que cada iglesia tuviese un árbol de Navidad del cual colgasen ofrendas, grandes y pequeñas, para esas casas de culto. Nos han llegado cartas en las cuales se preguntaba: ¿Tendremos un árbol de Navidad? ¿No seremos en tal caso como el mundo? Contestamos: Podéis obrar como lo hace el mundo, si estáis dispuestos a ello, o actuar en forma tan diferente como sea posible de la seguida por el mundo. El elegir un árbol fragante y colocarlo en nuestras iglesias no entraña pecado, sino que éste estriba en el motivo que hace obrar y en el uso que se dé a los regalos puestos en el árbol. – «{HC 438.2}

«El árbol puede ser tan alto y sus ramas tan extensas como convenga a la ocasión, con tal que sus ramas estén cargadas con los frutos de oro y plata de vuestra beneficencia y los ofrezcáis a Dios como regalo de Navidad. Sean vuestros donativos santificados por la oración. » {HC 438.3}

«No es un pecado—  No adopten los padres la conclusión de que un árbol de Navidad puesto en la iglesia para distraer a los alumnos de la escuela sabática es un pecado, porque es posible hacer de él una gran bendición. «{HC 439.1}

4- Comer Pato es pecado.  

Si se le pregunta a un Adventista del 7mo Día, si es correcto comer pato; la mayoría le va a contestar que comer pato es pecado.

La explicación que se da es la siguiente: El pato tiene unas membranas en sus patitas (en medio de los dedos) y esta es la razón por la cual esta prohibido su consumo. Alguien en determinado tiempo enseño esta ley oral, comparando al pato con los mamíferos, que tienen que tener pezuña hendida. La Biblia no dice eso. En cuanto a las aves solo hay una lista de las aves que no se pueden comer y entre ellas no se menciona el pato.

Ahora; la pregunta es : ¿Se puede comer el pato? La respuesta es no. Pero no por la explicación arriba mencionada, si no por el estudio científico.

Y esta es la explicación: Dios prohíbe el consumo del cisne, el cisne es considerado por Dios como una ave inmunda. El cisne, el ganzo y el pato; pertenecen a la orden «ANSERIFORMES» y son de la familia «ANATIDAE», esto reune las características necesarias para considerarlo inmundo y no comerlo.

5- Muchas iglesias adventistas, tanto locales como regionales, no aceptan bautizar a una persona que trabaje como policía ó autoridad, por el acto de portar armas.

1 Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. 2 Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. 3 Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, 4 pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo. 5 Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. 6 Pues por esto también pagáis impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto. 7 Pagad a todos lo que debáis: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor. Romanos 13

Interesante-mente Dios considera a las autoridades como sus ministro. Hay un ministro de salvación (pastores) y hay ministros de justicia (autoridades)

Lo que le da autoridad al ministro de salvación es su conducta y la Biblia; lo que le da autoridad al ministro de justicia es su conducta, su uniforme y su arma.

El diezmo sostiene al ministros de salvación, los impuestos sostienen al ministro de justicia.

Los dos ministerios son instituidos por Dios.

Cuando nos negamos aceptar en nuestra iglesia a través del bautismo, a una autoridad civil, por el acto de portar armas; estamos pasando por alto a un ministro de justicia, que Dios le ha dado esa autoridad y también el permiso de portar armas. El ministro de Justicia es vengador de parte de Dios para aquel que hace el mal.

¿Le estamos negando la salvación a un ministro de justicia; instituido por Dios? ¿Que pensará Dios?

Nota: Hay que tomar en cuenta que aquí no esta hablando de un militar que va a la guerra, y usará armas ; esa es otra historia, que no entra en lo aquí descrito .

Así podemos seguir escribiendo muchas tradiciones que afectan nuestras iglesias tanto para bien como para mal.

¿Usted creía que como iglesia no tenemos tradiciones?

Tenemos tantas como el resto del mundo

Algunas tradiciones de otras iglesias son para libertinaje de sus feligreses.

Las tradiciones de la iglesia Adventistas, las mayoría de ellas son farisaicas, extremistas y fanáticas.

¿Se está repitiendo la historia del Israel antiguo en el Israel moderno?

¿Nos queda a nosotros la frase 7-¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de ustedes cuando dijo:    8″ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZÓN ESTA MUY LEJOS DE MI.» ?

Lo que distingue en forma más especial al pueblo de Dios de los cuerpos religiosos populares no es sólo su profesión, sino sus caracteres ejemplares y el principio del amor desinteresado. La influencia poderosa y purificadora del Espíritu de Dios sobre el corazón, llevada a cabo mediante palabras y obras, los separa del mundo y los señala como el pueblo peculiar de Dios. El carácter y la disposición de los seguidores de Cristo serán como los de su Maestro. Él es el modelo, el ejemplo santo y perfecto dado a los cristianos para que lo imiten. Sus verdaderos seguidores amarán a sus hermanos y estarán en armonía con ellos. Amarán a sus vecinos como Cristo les ha dado el ejemplo y harán cualquier sacrificio si por ello pueden persuadir a las almas a que dejen sus pecados y se conviertan a la verdad.{3TI 68.1}

La verdad, profundamente enraizada en los corazones de los creyentes, brotará y llevará fruto en justicia. Sus palabras y acciones son los canales mediante los cuales los principios puros de la verdad y la santidad son transmitidos al mundo. Hay bendiciones y privilegios especiales para aquellos que aman la verdad y caminan de acuerdo con la luz que han recibido. Si descuidan hacerlo, su luz se les volverá tinieblas. Cuando el pueblo de Dios se vuelve autosuficiente, el Señor los deja librados a su propia sabiduría. Se promete misericordia y verdad a los humildes de corazón, a los obedientes y fieles (Testimonios para la iglesia, {TI}, t. 3, p. 68).

Los fariseos construían las tumbas de los profetas, adornaban sus sepulcros y se decían unos a otros: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres no habríamos participado con ellos en el derramamiento de la sangre de los siervos de Dios. Al mismo tiempo, se proponían quitar la vida de su Hijo. Esto debiera ser una lección para nosotros. Debiera abrir nuestros ojos acerca del poder que tiene Satanás para engañar el intelecto que se aparta de la luz de la verdad. Muchos siguen en las huellas de los fariseos. Reverencian a aquellos que murieron por su fe. Se admiran de la ceguera de los judíos al rechazar a Cristo. Declaran: Si hubiésemos vivido en su tiempo, habríamos recibido gozosamente sus enseñanzas; nunca habríamos participado en la culpa de aquellos que rechazaron al Salvador. Pero cuando la obediencia a Dios requiere abnegación y humillación, estas mismas personas ahogan sus convicciones y se niegan a obedecer. Así manifiestan el mismo espíritu que los fariseos a quienes Cristo condenó (El deseado de todas las gentes, {DTG}, pp. 570, 571).

Ningún hombre es juez adecuado del deber de otro hombre. El hombre es responsable ante Dios, y cuando los hombres finitos y sujetos a error toman en sus manos el manejo de sus semejantes, como si el Señor los comisionara a hacer y deshacer, todo el cielo se llena de indignación. Se establecen extraños principios con respecto al control de las mentes y las obras de los hombres, por parte de jueces humanos, como si estos hombres finitos fueran dioses.{TM 348.3}

¿Y qué ocurre con algunos que están llevando estas sagradas responsabilidades? Los hombres que no tienen una disposición espiritual, que no están consagrados a Dios, no tienen ningún cometido que realizar, ninguna autoridad que ejercer con respecto a los deseos o las acciones de sus semejantes. Pero a menos que los hombres estén diariamente en comunión con Dios, a menos que lo busquen con todo el corazón para obtener una capacitación para la obra, asumirán el poder de regir la conciencia de los demás. El sentido de la presencia divina infundiría reverencia y subyugaría el alma; pero carecen de este sentido. Si el amor de Dios no arde en el alma, el amor a los hombres se enfría. Sus corazones no se conmueven a la vista del dolor humano. El egoísmo ha dejado su impronta profanadora sobre la vida y el carácter, y algunos nunca pierden esta imagen e inscripción.

¿Ha de confiarse la conducción de la causa de Dios a tales manos? ¿Han de ser las almas por quienes Cristo murió manejadas por la voluntad de hombres que han rechazado la luz que les fue dada del cielo? Debiéramos temer las leyes hechas por los hombres, y los planes y métodos que no están de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios que rigen la relación del hombre con sus semejantes. “Todos vosotros sois hermanos” (Testimonios para los ministros, {TM}, p. 355).

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Lección 10 // Lunes 1o de junio_________________________

TEMED A DIOS

“Temed a Dios, y dadle gloria” (Apoc. 14:7) es el primero de los tres mensajes angélicos, tan centrales en la vida y la fe adventistas. Temer a Dios no es tener miedo, como a menudo se piensa. Es darse cuenta de cómo es Dios y cuáles son sus demandas para nosotros. Es un acto de fe que involucra total lealtad a él. Dios llega a ser el único guía y árbitro de nuestra vida, de nuestros pensamientos, acciones, relaciones y destino. El discipulado basado en esa clase de “temor” se encuentra sobre un terreno seguro.

Lee Lucas 12:4 al 12. ¿Qué nos dice Jesús aquí acerca del temor?

Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos. Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. 10 A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado. 11 Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; 12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

El pasaje nos muestra a quién hay que temer y a quién no. No necesitamos temer a las fuerzas que solo pueden afectar nuestro cuerpo en el mundo presente. En cambio, debemos temer y obedecer a Dios porque en sus manos está nuestro destino eterno. No obstante, nuestro Dios –cuyos ojos están sobre el gorrión (Luc. 12:6) y quien ha contado nuestros cabellos (vers. 7)− es amante y se preocupa por nosotros; por ello, cada uno de nosotros es infinitamente precioso a su vista. Si realmente creyéramos eso, ¿cuántos temores terrenales se desvanecerían?

Lee Lucas 12:13 al 21. ¿De qué nos advierte Jesús?

13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

Aunque Jesús rehúsa intervenir entre dos hermanos que se pelean por la división de su propiedad, enfatiza la relevancia del décimo Mandamiento (Éxo. 20:17) contra el mal de la codicia, y señala una verdad importante para todos los tiempos: la vida no consiste en las cosas (Luc. 12:15). El hombre rico vivió en un pequeño mundo limitado a él solo. Ninguna otra cosa le importaba. Cuán cuidadosos debemos ser para no caer en la misma trampa; esto es especialmente vital para quienes han sido bendecidos con una abundancia de bienes materiales.

Aunque todos nos alegramos con las cosas materiales, piensa cuán poca satisfacción última pueden darnos, especialmente a la luz de la eternidad. ¿Por qué es todavía tan fácil cometer el error contra el cual Jesús nos advierte en Lucas 12:16 al 21?

De acuerdo al libro de los Proverbios, tenemos muchas ganancias en nuestras vidas cuando tenemos el temor correcto hacia Dios.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. (1:7) «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

El temor del SEÑOR es fuente de vida, (14:27) El temor de Jehová es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.

El temor del SEÑOR es instrucción de sabiduría, (15:33)  El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; y a la honra precede la humildad.
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. (8:13) El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.
El temor del SEÑOR aumentará los días; (10:27) El temor de Jehová aumentará los días; mas los años de los impíos serán acortados.
En el temor del SEÑOR hay confianza segura, (14:26) En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos.
En el temor del SEÑOR el hombre se aparta del mal. (16:6) Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
El temor del SEÑOR conduce a la vida, (19:23) El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado de mal.
El temor del SEÑOR son la riqueza, el honor y la vida. (22:4) Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
La Biblia revela a Cristo como el buen Pastor, que busca a las ovejas perdidas incansablemente. Por métodos peculiarmente suyos, ayudaba a todos los que necesitaban ayuda. Con gracia tierna y cortés, ministraba a las almas enfermas de pecado, impartiendo sanidad y fuerza. La sencillez y el fervor con que se dirigía a los menesterosos, santificaba toda palabra. Proclamaba su mensaje desde la ladera de la montaña, desde el bote del pescador, en el desierto, en las grandes rutas de tránsito. Doquiera hallaba personas listas para escuchar, estaba listo para abrirles el tesoro de la verdad…

La vida del Salvador se caracterizó por la benevolencia desinteresada y la hermosura de la santidad. El es nuestro modelo de bondad. Desde el comienzo de su ministerio, los hombres empezaron a comprender más claramente el carácter de Dios (Consejos para los maestros, {CM}, pp. 248, 249).

Nuestro Padre celestial no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres. Tiene sus propósitos en el torbellino y la tormenta, en el fuego y el diluvio. El Señor permite que las calamidades sobrevengan a su pueblo para salvarlo de peligros mayores. Desea que todos examinen su corazón atenta y cuidadosamente, y que se acerquen a Dios a fin de que El pueda acercarse a ellos. Nuestras vidas están en las manos de Dios. El ve los riesgos que nos amenazan como nosotros no podemos verlos. Es el Dador de todas nuestras bendiciones; el Proveedor de todas nuestras misericordias; el Ordenador de todas nuestras experiencias. Percibe peligros que nosotros no podemos ver. Permite que sobrevenga a su pueblo alguna prueba que llene los corazones de sus hijos de tristeza, porque ve que necesitan enderezar su camino, no sea que el cojo se aparte del sendero. Conoce nuestra hechura y se acuerda que somos polvo. Aun los mismos cabellos de nuestra cabeza están contados. Obra a través de las causas naturales para hacernos recordar que El no nos ha olvidado, sino que desea que abandonemos el camino que, si se nos permitiera seguir en forma desenfrenada y sin reprobación, nos conduciría a un gran peligro.

A todos nos sobrevendrán pruebas a fin de conducimos a investigar nuestros corazones, a fin de ver si están purificados de todo aquello que contamina. Constantemente el Señor está obrando para nuestro bien presente y eterno. Ocurren cosas que parecen inexplicables, pero si confiamos en el Señor y esperamos pacientemente en El, humillando nuestros corazones delante de El, no permitirá que el enemigo triunfe.

El Señor salvará a su pueblo en la forma que El considere mejor, usando medios e instrumentos que hagan que la gloria redunde para El. Solamente a El pertenece la alabanza…

Toda alma que está en el camino de la salvación debe ser partícipe con Cristo en sus sufrimientos, a fin de que pueda ser participante con El de su gloria. Cuán pocos comprenden por qué Dios los somete a pruebas. Es mediante la prueba de nuestra fe como obtenemos fortaleza espiritual. El Señor trata de educar a su pueblo para que dependa enteramente de El. Desea que, mediante las lecciones que les enseña, lleguen a ser más y más espirituales (Alza tus ojos, {ATO}, p. 63).

El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos; pero aunque perseguido y acongojado y aunque sufra privaciones y falta de alimento, no será abandonado para perecer. El Dios que cuidó de Elías no abandonará a ninguno de sus abnegados hijos. El que cuenta los cabellos de sus cabezas, cuidará de ellos y los atenderá en tiempos de hambruna. Mientras los malvados estén muriéndose de hambre y pestilencia, los ángeles protegerán a los justos y suplirán sus necesidades. Escrito está del que “camina en justicia” que “se le dará pan y sus aguas serán ciertas” (El conflicto de los siglos, {CS}, p 687).

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Martes 2 de junio // Lección 10_________________________

ESTÉN PREPARADOS Y VIGILANTES

En toda época, los que siguieron a Cristo necesitaron vigilancia y fidelidad; pero ahora, estando en el mismo umbral del mundo eterno, y teniendo las verdades que tenemos, tanta luz y una obra tan importante, debemos duplicar nuestra diligencia” (TI 5:435, 436).

Lee Lucas 12:35 al 53, y resume lo que estos versículos significan específicamente para ti, en especial si has esperado por mucho tiempo la segunda venida de Jesús.

35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; 36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. 37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. 38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. 39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. 40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá. 41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? 42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? 43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. 45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, 46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. 47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. 49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? 50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! 51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.52 Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres.  53 Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.

Los cristianos no pueden darse el lujo de ser letárgicos o laxos. En el contexto de la segura venida, y por la hora desconocida de ella, deberíamos mantener ceñidas nuestras vestiduras y nuestras lámparas encendidas. La esperanza escatológica debe ser la fuerza impulsora de nuestra vida, nuestra preparación y fidelidad. Esta fidelidad en hacer su voluntad sobre la Tierra y estar listos para encontrarnos con él en paz es lo que distingue a los siervos buenos de los malos.

Cualquier descuido en la fidelidad con el pretexto de que “mi Señor tarda en venir” (Luc. 12:45) es ponerse bajo la forma más severa del juicio de Dios (vers. 45-48). Cuanto mayor es el privilegio, mayor es la responsabilidad y, por ello, mucho se espera de los que mucho recibieron (vers. 48).

El juicio del antiguo profeta: “¡Ay de los reposados en Sion!” (Amós 6:1) parece reflejarse en la advertencia de Cristo de que el discipulado cristiano no es un estado de comodidad. Pablo explica que la vida cristiana es una guerra espiritual (Efe. 6:12). El foco está puesto en que cada cristiano está involucrado en el conflicto cósmico entre Cristo y Satanás, y la Cruz fija una línea clara entre ambos bandos. Solo por una fe constante en el Cristo de la Cruz podemos obtener la victoria final.

“Porque a todo aquel a quien se ha dado mucho, mucho se le demandará” (Luc. 12:48). ¿Qué significa este texto para nosotros como adventistas?

Como Adventistas del Séptimo Día, predicamos, enseñamos y esperamos la segunda venida de Cristo, quién volverá a éste mundo como Rey y como Juez.  Nosotros somos sus siervos, le pertenecemos por creación, sustentación y redención; y Cristo nos dejó un trabajo que hacer aquí en la tierra mientras El se encuentra ausente.

Este trabajo tendría que ocupar la mayoría de nuestro tiempo aquí en la tierra, y también tendría que tomar la mayoría de nuestras fuerzas y nuestros recursos. El primer trabajo para nosotros sería buscar nuestra propia santificación, el segundo trabajo sería la predicación del evangelio y el tercer trabajo que va junto a la predicación del evangelio, es buscar la manera de ser beneficiosos a las necesidades del mundo.

Fuimos dejados en éste mundo por una razón, tenemos la capacidad y la libertad de negarnos a hacer el trabajo que Cristo nos encomendó.  Más que eso tenemos la libertad de usar sus propiedades, sus regalos y sus bendiciones para nuestro propio placer y enriquecimiento personal, podemos ser indolentes, egoístas, materialistas y enseñarnos a ser soñolientos y descuidados.

Pero Cristo regresará, y él nos llamará a cuenta, de la misma manera como sabemos de la hermosa promesa de su venida, así también sabemos del día terrible  de ajustes de cuentas que se aproxima para cada uno de nosotros.

-Los profanadores del día del Señor no están listos para su segunda venida

-Los que no dedican tiempo a la oración no están listos para su segunda venida

-Aquellos que no profesan la religión de Cristo y no quieren entrar en su alianza, no están listos para su segunda venida

-Aquellos que prefieren el mundo antes de preferir a Cristo, no están listos para su segunda venida

-Aquellos que pasan posponiendo su entrega, arrepentimiento y consagración a Dios, no están listos para su segunda venida

-Los descuidados y negligentes, tampoco están listos para su segunda venida.

Tendríamos que estar preparado para vivir la eternidad con Cristo, tendríamos que estar preparado para el día de nuestra muerte ó el día del juicio, tendríamos que despertar y alertar a otros.

Cristo vendrá nuevamente a éste mundo, estemos listos ó no. No vendrá en humildad, pobreza y en silencio como lo hizo en su primera venida, ésta vez vendrá  con poder y con grande gloria. No vendrá a ofrecer salvación; sino que vendrá a impartir su recompensa basado en nuestras decisiones. Recordemos que en la hora de la muerte para nosotros, se cumple la segunda venida de Cristo. De allí en adelante no hay más oportunidad, sino esperar el juicio, ya sea para salvación ó condenación.

Un pordiosero que era ciego, mantenía por la noche, una potente lámpara  encendida a lo máximo, en la acera de una ciudad, mientras pedía limosnas. Un hombre pasó por allí y le llamó la atención aquella escena. No quedando tranquilo, decidió regresar a donde el pordiosero y le pregunto:  -¿Porqué mantienes esa lámpara fuertemente encendida, si ni siquiera puedes ver?- El pordiosero le contestó:  -para que nadie se vaya a tropezar conmigo-  Mantengamos nuestras luces prendidas para la ayuda de otros y para que nosotros mismo también nos mantengamos en la luz.

Ahora es el momento de prepararnos para la venida de nuestro Señor. La preparación para salir a su encuentro no puede lograrse en un momento. En preparación para esta solemne escena, debiéramos esperar en actitud vigilante y velar, combinando todo ello con trabajo ferviente. Así glorifican a Dios sus hijos. En medio de las agitadas escenas de la vida, se oirán sus voces pronunciando palabras de ánimo, fe y esperanza. Todo lo que tienen y son está consagrado al servicio del Maestro… (la maravillosa gracias de Dios, {MGD}, p. 353).

Estamos viviendo durante las escenas finales de la historia de esta tierra. La profecía se cumple rápidamente. El tiempo de prueba está pasando velozmente. No tenemos tiempo que perder, ni un solo momento. Nadie debe encontrarnos durmiendo en nuestro puesto. Nadie debe decir en su corazón o por medio de sus obras: “Mi Señor tarda en venir”. Resuene en fervientes palabras de amonestación el mensaje del pronto retorno de Cristo. Persuadamos a hombres y mujeres por doquier que se arrepientan y huyan de la ira venidera. Instémoslos a prepararse inmediatamente… Salgan predicadores y miembros laicos a los campos maduros. Hallarán su mies doquiera proclamen las olvidadas verdades de la Biblia. Hallarán a los que han de aceptar la verdad y han de dedicar sus vidas a ganar almas para Cristo.

El Señor viene pronto, y debemos estar preparados para salir a su encuentro en paz. Resolvamos hacer todo lo que podamos para impartir luz a los que nos rodean. No debemos estar tristes, sino gozosos, y debemos tener al Señor Jesús siempre delante de nosotros… Debemos estar listos y esperar su venida. ¡Cuán glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus redimidos! Hemos esperado mucho, pero nuestra fe no debe menguar. Si sólo podemos ver al Rey en su hermosura, seremos benditos para siempre. Siento que debo gritar: “¡Al hogar!” Se acerca el tiempo cuando Cristo vendrá con poder y gran gloria para llevar a sus redimidos a su eterno hogar (Maranata: el Senor viene, {MSV}, p. 104).

Vi que si Dios os ha dado riquezas por encima de la gente común y de los pobres, eso debiera haceros humildes, porque os pone bajo grandes obligaciones. Cuando se da mucho, aún en bienes terrenos, también se requerirá mucho. Guiados por este principio, debierais manifestar una disposición noble y generosa. Buscad las oportunidades de hacer bien con lo que poseéis. “Haceos tesoros en el cielo”.

Vi que como mínimo, se había requerido de los cristianos en tiempos pasados, que poseyeran un espíritu de liberalidad y que consagraran al Señor una parte de sus ganancias. Todo verdadero cristiano ha considerado esto un privilegio, pero algunos que lo han sido únicamente de nombre lo han considerado una imposición; la gracia y el amor de Dios no ha producido en ellos buenas obras, porque si hubiera sido así, habrían promovido gozosamente la causa de su Redentor. Pero de los cristianos que viven en los últimos días y que esperan a su Señor, se requiere que hagan algo más que eso. Dios requiere que se sacrifiquen…

[Se cita S. Mateo 19:29] Aquí está la recompensa para los que se sacrifican por Dios. Reciben cien veces más en esta vida y también heredarán la vida eterna (Testimonios para la iglesia, t. 1, pp. 158-161).

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Lección 10 // Miércoles 3 de junio_______________________

SÉ UN TESTIGO FRUCTÍFERO

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en su concilio eterno “antes de la fundación del mundo” (Efe 1:4), establecieron el plan de salvación. Es decir, aun antes de que crearan al primer ser humano y, por supuesto, antes de que los primeros humanos pecaran, Dios tenía un plan para rescatar al mundo. El plan está basado en la Cruz, y las buenas nuevas de la Cruz deben ser contadas a cada habitante del mundo. La responsabilidad de ese testimonio está sobre cada cristiano.

“Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8). La comisión final de Jesús subraya la importancia que el Señor puso sobre la función de testificación de sus seguidores.

¿Qué lecciones deben aprender esos testigos cristianos de la parábola del sembrador y los distintos terrenos? Luc. 8:4-15.

Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? 10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. 11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. 13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. 14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. 15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

¿Cuál es la recompensa del testigo, y cuándo la recibirá? Luc. 18:24-30.

24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. 28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. 29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

 ¿Qué enseña la parábola de las minas (Luc. 19:11-27) acerca de la fidelidad y de la responsabilidad al testificar?

11 Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. 12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. 13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. 14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. 16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. 17 Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. 19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades. 20 Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; 21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. 22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; 23 ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses? 24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. 25 Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. 26 Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 27 Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.

En cada uno de estos textos, y en otros, se revelan los peligros, las responsabilidades y las recompensas de la testificación y la fe. Se nos ha comisionado con una responsabilidad solemne; pero, considerando lo que hemos recibido, ¡cuán poco se pide de nosotros!

 12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. 13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.

La característica principal en el reino de Cristo es el servicio. En ésta parábola Cristo está depositando una pequeña suma de dinero en las manos de  sus diez siervos, está depositando solamente una mina; éste acto representa una fuerte censura y reproche en contra de aquellos que tienen pretensiones ambiciosas en la iglesia, una fuerte censura en contra de aquellos que les gusta ser elogiados por sus actos y que le gustas ocupar los cargos de más importancia en la iglesia.

No hay ninguna demostración de extravagancia ó la intención de despertar el orgullo en ninguno de los diez siervos que se les está depositando una mina en su mano. Todo lo que Cristo está pidiendo es fidelidad en una pequeña suma de dinero, la fidelidad siempre ha sido la condición y la prueba para todos aquellos que han aplicado  para la ciudadanía del reino de los cielos.

Era un trabajo muy honorable, a ellos no se les confió una suma grande de dinero, se les confió una pequeña suma solo para probarlos. Ellos no eran capaces de administrar mucho dinero, pero al probar su dedicación y esmero serían ascendidos a responsabilidades más grandes. La mina se les dio para negociarla, no para jugar con ella.

Todos los cristianos hemos recibido cualidades especiales, que Dios toma muy en cuenta de la manera en que las usamos ó abusamos de ellas.  No hay ningún hombre que podrá escapar del penetrante ojo de Dios cuando él juzga a sus siervos, no hay nadie que podrá decir que no tiene ninguna cualidad ó don especial por la cual no es responsable. A todos los siervos se nos ha dado una mina, una tan sola mina y seremos premiados por el acto de negociar la mina, y también seremos premiados con la intensidad  ó en proporción a la ganancia del uso de la mina.

 La parábola también nos demuestra que en el reino de Cristo, el más pequeño servicio que se haga por su obra, tendrá su recompensa, el uso honesto y concienzudo de una tan sola mina en manos de un buen siervo traerá una gran ganancia. En el reino de Cristo, el fallar al servicio, resulta en la pérdida de la facultad se servir. Uno de los siervos, falló en no usar la mina, cuando el patrón regresó la mina que no fue usada, le fue quitada. Todo corazón que se niega a amar y a servir a Cristo, eventualmente perderá la capacidad de amar y de servir.

La mina del mal siervo la había mantenido envuelta en un pañuelo, la había cuidado, el siervo sabía de su valor y en vez de usarla para negociar, decidió protegerla envolviéndola en un pañuelo. Muchas de nuestras Biblias las hemos comprados muchos años atrás, pero al ver su condición impecable, nos podemos dar cuenta que poco se han usado y se han leído. Muchos mantenemos la Biblia como un símbolo y como un respeto por que es la Palabra de Dios, y muy pocos de nosotros mantenemos la Biblia como una fuente de negocio y ganancia para el reino de los cielos.  Como el mal siervo preferimos alzar la Palabra de Dios en un pañuelo y no usarla para el engrandecimiento de las riquezas celestiales.

Esta es la historia de un  pobre esculpidor de piedra: En su país natal no había trabajo, escasamente lograba ganar algún dinero para su sobre viviencia, después de un año de practicar una economía estricta y restringida, logro reunir lo suficiente para comprar el pasaje en barco desde Europa hasta los Estados Unidos. Llegó a los Estados Unidos a la ciudad de New York, llegó más pobre que nunca, sin dinero, sin trabajo y sin ningún lugar para vivir. Llegó hasta el extremo de pedir limosna para comprar algo para comer, al mismo tiempo que caminaba por las calles de Brooklyn buscando empleo.

Cierto día caminando se encontró con un hombre, y éste hombre le dijo: No tengo trabajo, todas las plazas están llenas, pero te daré trabajo y te pagaré lo suficiente para que sobrevivas para tu vivienda y tu comida. El hombre lo llevó a un lugar donde habían muchos bloque piedras para ser labradas; ¿Qué era aquello? eran muchas partes de un ornamento, era un rompecabezas de  enroscaduras, aros, flores, ramas, hojas y rostros de personas.

Inmediatamente comenzó a trabajar en el primer bloque de piedra y con fina paciencia le daba forma, esculpió el primer bloque, había puesto todo su amor, dedicación y perseverancia en ésta pieza.  Cuando estuvo terminada llegó el patrón, observó la hermosa obra de arte en la piedra, le dijo al esculpidor: «Es un trabajo muy bien hecho» mientras tomaba la piedra ya labrada y le entregaba el siguiente bloque de piedra para ser labrada, explicándole el nuevo diseño y forma de la piedra. Así pasó mucho tiempo, trabajando desde la salida hasta la puesta del sol, fueron sin números los bloques de piedras labrados, nunca supo porqué ó para qué eran aquellas hermosas esculturas, solo se repetía la misma escena de aquel hombre que llegaba a recoger los bloque labrados, admiraba el trabajo realizado, le daba las gracias y le entregaba la nueva pieza para ser labrada.

Cierto día, nuestro esculpidor de piedras caminaba en las calles de New York y descubrió sus hermosas esculturas en la entrada en uno de los edificios más populares y reconocidos en la ciudad de New York como lo es el Museo de las Bellas Artes.

A pesar que él nunca supo para que ó para donde eran las hermosas esculturas, el arquitecto si. El esculpidor se paró en frente del edificio y comenzó a contemplar cada una de ellas y comprendió a cada una de ellas, contemplaba la belleza de su trabajo, y mientras las lágrimas se le rodaban por su surcado rostro, expresaba para él mismo: «Estoy tan contento que lo hice muy bien» Esta escena se repetía cada vez que pasaba al frente del hermoso edificio. 

Este esculpidor nunca diseño ni una de esas piezas, nunca supo el uso que se le daría al resultado de su trabajo, a pesar de eso, puso dedicación, esmero, amor y sufrimiento a su trabajo, más tarde su alma se regocijó cuando vio que su fino y dedicado trabajo era parte importante de una hermosa estructura.
Mi estimado hermano, quizás Jesucristo te dio una tan sola mina,  quizás en la iglesia creen que eres un insignificante, un no sirve para nada, una persona sin talentos y sin virtudes, quizás sufres de menosprecio; en la lección de éste día nos enseña que eso no es verdad, que todos los siervos son importantes para Jesucristo, que todos son necesarios, que todos son valiosos. El pidió cuentas personales a cada siervo, no fue con ellos a hablar de una manera colectiva, fue individual, así de tanto valemos para Jesús, El Cristo, El Ungido de Dios. No envuelvas tu mina en un pañuelo, úsala lo mas que puedas, que Cristo nos asegura, que todo aquel que use una de esas minas que quizás no sea de mucho valor, será recompensado en gran manera y con toda seguridad.

Nosotros aquí en «Escuela Sabática para Maestros», se nos ha dado una tan sola mina, una sola, no más de eso, apuras penas podemos con una sola mina, pero una cosa les queremos decir, y es que ponemos nuestra dedicación, amor  y anhelo en éste trabajo. Somos tres personas que trabajamos en éste proyecto, entre los tres calculamos hasta 40 horas de trabajo semanal, nadie nos conoce, no somos personas famosas, pero somos felices explotando y haciendo negocio con ésta mina, que Dios en su grande misericordia y amor nos ha permitido tenerla.

Seguiremos escribiendo para ustedes hasta que el «Hombre Noble» nos llame al descanso, lo seguiremos haciendo hasta que no podamos hacerlo más, así lo hemos hecho en la salud como en la enfermedad, deseamos escuchar del «Hombre Noble» cuando vuelva de nuevo a ésta tierra como Rey de reyes y Señor de señores, las palabras más hermosas que un humano pueda escuchar: «Bien, buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor»

Museo de Bellas Artes, New York

 

A través de la parábola del sembrador, Cristo presenta el hecho de que los diferentes resultados dependen del terreno. En todos los casos, el sembrador y la semilla son los mismos. Así él enseña que si la palabra de Dios deja de cumplir su obra en nuestro corazón y en nuestra vida, la razón estriba en nosotros mismos. Pero el resultado no se halla fuera de nuestro dominio. En verdad, nosotros no podemos cambiarnos a nosotros mismos; pero tenemos la facultad de elegir y de determinar qué llegaremos a ser. Los oyentes representados por la vera del camino, el terreno pedregoso y el de espinas, no necesitan permanecer en esa condición. El Espíritu de Dios está siempre tratando de romper el hechizo de la infatuación que mantiene a los hombres absortos en las cosas mundanas, y de despertar el deseo de poseer el tesoro imperecedero. Es resistiendo a! Espíritu como los hombres llegan a desatender y descuidar la palabra de Dios. Ellos mismos son responsables de la dureza de corazón que impide que la buena simiente eche raíces, y de los malos crecimientos que detienen su desarrollo.

Debe cultivarse el jardín del corazón. Debe abrirse el terreno por medio de un profundo arrepentimiento del pecado. Deben desarraigarse las satánicas plantas venenosas. Una vez que el terreno ha estado cubierto por las espinas, sólo se lo puede utilizar después de un trabajo diligente. Así también, sólo se pueden vencer las malas tendencias del corazón humano por medio de esfuerzos fervientes en el nombre de Jesús y con su poder. El Señor nos ordena por medio de su profeta: “Haced barbecho para vosotros, y no sembréis sobre espinas”. “Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia”. Dios desea hacer en favor nuestro esta obra, y nos pide que cooperemos con él (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 36, 37).

Mientras haya almas que salvar, nuestro interés en su salvación no debe debilitarse…. El amor que Cristo tuvo por las almas perdidas lo llevó a la cruz del Calvario. El amor por las almas nos llevará al renunciamiento y al sacrificio” (La fe por la cual vivo, {FV}, p. 311).

Los seres humanos no tienen el derecho de pensar que hay un límite para los esfuerzos que han de hacer en reflejar la bondad y el amor de Dios en la obra de salvar almas. ¿Se cansó Cristo alguna vez en su obra de salvar almas? ¿Se apartó alguna vez de la senda de la abnegación y del sacrificio? Cuando los miembros de iglesia introduzcan en sus vidas la abnegación que Cristo manifestó en la suya, cuando ejerzan los esfuerzos continuos y perseverantes que El ejerció, no tendrán tiempo ni inclinación para introducir en su experiencia las hebras falsas que echen a perder el diseño…

Debemos vigilar, trabajar y orar, y no dar nunca ocasión para que el yo obtenga el dominio. Debemos estar listos, mediante la vigilancia y la oración, para lanzamos a la acción en obediencia al mandato del maestro. Dondequiera veamos que una tarea está esperando que se la haga, debemos tomarla y hacerla, contemplando constantemente a Jesús.{ATO 22.4}

La abnegación significa mucho. Significa negarse a los deseos naturales y a la disposición natural…

Por amor a Cristo, velen y oren (Alza tus ojos, {ATO}, p. 22).

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Jueves 4 de junio // Lección 10_________________________

SER UN LÍDER SERVIDOR

Lee Lucas 22:24 al 27. Aun mientras los discípulos preparaban la Última Cena, estaban discutiendo acerca de quién sería el mayor en el Reino. ¿Cómo respondió Jesús a su disputa, y qué hay de revolucionario en su respuesta?

24 Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. 25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.

La respuesta de Jesús es única en la historia del liderazgo. Faraón, Nabucodonosor, Alejandro Magno, Julio César, Napoleón y Genghis Khan, todos vieron el liderazgo en términos de poder y autoridad sobre otros. Eso es muy similar al modo en que el mundo siempre actuó con relación al poder.

“Mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve” (Luc. 22:26). Al decir esto, el Señor del universo invierte la definición de liderazgo: “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mat. 20:26-28).

Al definir de este modo la obra del siervo y la abnegación como los principios de su vida y su liderazgo, Jesús presentó una nueva dinámica de relaciones humanas: la satisfacción no proviene del poder sino del servicio; el liderazgo deriva su autoridad no del cargo sino de la condición de servidor; la transformación no comienza con el trono, sino con la cruz. Vivir es morir (Juan 12:24).

En Lucas 9:46 al 48 surgió algo similar entre los discípulos de Jesús acerca de quién sería el mayor. Los principios del mundo estaban todavía firmemente instalados en la mente de los discípulos.

La respuesta del Maestro va al corazón del problema, y plantea uno de los desafíos más difíciles de la vida en general, y de la vida cristiana en particular. Las palabras de Jesús, especialmente aquellas sobre ser el “más pequeño entre todos vosotros” (vers. 48), muestran cuán completamente invertidas están las prioridades del mundo.

Con los principios del mundo tan completamente opuestos a lo que Jesús enseña aquí, ¿cómo habremos de sobrevivir si ponemos en práctica sus principios en nuestra propia vida?

24 Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.

El deseo de ser distinguido del resto de las personas en uno de los principios más radicales que podemos tener en nuestra naturaleza humana, por mucho que enterremos ó crucifiquemos ese deseo de superioridad, de un momento a otro revive en nosotros y se levanta en nuestras vidas con mucho poder.

El deseo de ser superior, lo encontramos en todos los lugares del mundo, lo encontramos también en nuestros nucleos familiares y también lo encontramos en nuestras iglesias.

El deseo de ser superior en más fuerte cuando nos encontramos en el tiempo atlético de nuestra juventud, ésta pasión a la superioridad se esconde sutilmente entre el amor a los placeres que afecta a nuestra juventud, y más tarde se vuelve a esconder entre el amor a los bienes y pertenencias que afectan nuestra vejez.

El deseo de la superioridad ha causado muchos estragos en la humanidad, guerras se han despertado por ésta pasión, se han creados instituciones opresivas, el corazón de los hombres se ha envenenado y la humanidad entera ha sufrido en manos de aquellos que son ó que se creen superiores.

Los discípulos no estaban libres de éste mal, ellos no habían entendido la naturaleza del reino de Cristo, y sus corazones estaban aún llenos de las ambiciones que caracterizan a los habitantes de éste mundo. 

No habían comprendido que los honores en el reino de Dios, se obtienen por ser fiel a Dios y al evangelio en momentos de dificultades en éste mundo,  no habían comprendido que la grandeza en el reino de Cristo consistía en la humildad y servidumbre para con nuestro prójimo, aquí en la tierra.

Dios nos vuelve a recordar en nuestros días modernos, que la grandeza en el reino de los cielos consiste cuando nos conducimos con humildad y mansedumbre aquí en la tierra, y cuando tenemos una vida de servicio hacia nuestro prójimo.

Los mismos discípulos, aunque exteriormente lo habían abandonado todo por amor a Jesús, no habían cesado en su corazón de desear grandes cosas para sí. Este espíritu era lo que motivaba la disputa acerca de quién sería el mayor. Era lo que se interponía entre ellos y Cristo, haciéndolos tan apáticos hacia su misión de sacrificio propio, tan lentos para comprender el misterio de la redención. Así como la levadura, si se la deja completar su obra, ocasionará corrupción y descomposición, el espíritu egoísta, si se lo alberga, produce la contaminación y la ruina del alma.

¡Cuán difundido está, hoy como antaño, este pecado sutil y engañoso entre los seguidores de nuestro Señor! ¡Cuán a menudo nuestro servicio por Cristo y nuestra comunión entre unos y otros quedan manchados por el secreto deseo de ensalzar al yo! ¡Cuán presto a manifestarse está el pensamiento de adulación propia y el anhelo de la aprobación humana! Es el amor al yo, el deseo de un camino más fácil que el señalado por Dios, lo que induce a substituir los preceptos divinos por las teorías y tradiciones humanas (El deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 376).

Muy tiernamente, aunque con solemne énfasis, Jesús trató de corregir el mal. Demostró cuál es el principio que rige el reino de los cielos, y en qué consiste la verdadera grandeza, según las normas celestiales. Los que eran impulsados por el orgullo y el amor a la distinción, pensaban en sí mismos y en la recompensa que habían de recibir, más bien que en cómo podían devolver a Dios los dones que habían recibido. No tendrían cabida en el reino de los cielos porque estaban identificados con las filas de Satanás.

Antes de la honra viene la humildad. Para ocupar un lugar elevado ante los hombres, el Cielo elige al obrero que como Juan el Bautista, toma un lugar humilde delante de Dios. El discípulo que más se asemeja a un niño es el más eficiente en la labor para Dios. Los seres celestiales pueden cooperar con aquel que no trata de ensalzarse a sí mismo sino de salvar almas. El que siente más profundamente su necesidad de la ayuda divina la pedirá; y el Espíritu Santo le dará vislumbres de Jesús que fortalecerán y elevarán su alma. Saldrá de la comunión con Cristo para trabajar en favor de aquellos que perecen en sus pecados. Fué ungido para su misión, y tiene éxito donde muchos de los sabios e intelectualmente preparados fracasarían.

Pero cuando los hombres se ensalzan a sí mismos, y se consideran necesarios para el éxito del gran plan de Dios, el Señor los hace poner a un lado. Queda demostrado que el Señor no depende de ellos. La obra no se detiene porque ellos sean separados de ella, sino que sigue adelante con mayor poder (El deseado de todas las gentes, {DTG}, pp. 403, 404).

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Lección 10 // Viernes 5 de junio_________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “¿Quién posee nuestro corazón? ¿Con quiénes están nuestros pensamientos? ¿De quién nos gusta hablar? ¿Para quién son nuestros más ardientes afectos y nuestras mejores energías? Si somos de Cristo, nuestros pensamientos están con él y nuestros más gratos pensamientos son para él. Todo lo que tenemos y somos lo hemos consagrado a él. Deseamos vehementemente ser semejantes a él, respirar su Espíritu, hacer su voluntad y agradarle en todo” (CC 57).

“En nuestra vida terrenal, aunque restringida por el pecado, el mayor gozo y la más elevada educación se encuentran en el servicio. Y en la vida futura, libre de las limitaciones de la humanidad pecaminosa, hallaremos nuestro mayor gozo y nuestra más elevada educación en el servicio: dando testimonio. Y, mientras lo hacemos, aprendemos de nuevo acerca de ‘las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria’ (Col. 1:27)” (Ed 309).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Jesús llamó necio al agricultor rico y exitoso (Luc. 12:20). Uno puede no ser rico o tener éxito, pero ¿qué nos convierte en necios a la vista de Dios?
  2. En algunas de nuestras iglesias, vemos dos grupos: el primero, los profesionales, ejecutivos, líderes de la comunidad y de la iglesia, y personas influyentes; todos reciben respeto, consideración y atención. El segundo, el grupo de personas silenciosas e insignificantes que viene y va sin que nadie las tome en cuenta. ¿Qué puedes hacer para que este segundo grupo se sienta tan importante como el primero?
  3. Aunque es fácil hoy despreciar a los fariseos por la forma en que pervirtieron la fe, ¿de que forma podemos estar seguros de que nosotros, quienes somos celosos de la fe, no estemos en peligro de cometer los mismos errores que ellos? ¿Cómo podemos permanecer firmes en lo que es recto sin llegar al fariseísmo? O, aún más importante, ¿de qué manera decidimos qué es lo recto y qué es lo que debemos defender, a diferencia de “colar los mosquitos”?
  4. ¿De qué modo podemos mantener una actitud de vigilancia y preparación para el retorno de Jesús cuando, con cada año que pasa, es más y más fácil llegar a ser menos vigilantes?

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Este es un estudio serio para los maestros de Escuela Sabática. Si usted es una persona que le gusta la lectura, y profundizar en temas religiosos, este es el lugar para usted.
Este material no reemplaza el estudio de la Escuela Sabática; para comprender este material usted tiene que haber estudiado la lección de Escuela Sabática.
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Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
Madrid, España 2015

2 pensamientos en “LECCIÓN 10 – SEGUIR A JESÚS EN LA VIDA REAL – PARA EL 6 DE JUNIO DE 2015

  1. Me encanta complementar mi estudio aqui GRACIAS por su dedicacion.Me gustaria saber si la historia del inmigrante escultor del museo de Bellas Artes de Nueva York es verdadera,trate de buscarla pero hasta ahorita no lo he conseguido.

    • Todas las historia que publicamos son verdaderas, cuando no lo son, especificamos que son sencillamente ilustraciones. Si la esta buscando en espanol dificilmente la lograra conseguir, la mayoria de historias que publicamos estan en ingles, especialmente en libros de historias de Inglaterra.

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