Escuela Sabatica Para Maestros

Material Auxiliar Para Maestros de Escuela Sabatica

LECCIÓN 11 – EL PACTO – PARA EL 12 DE DICIEMBRE DE 2015

10 comentarios


** SI NECESITA ESTE DOCUMENTO EN FORMATO PDF, POR FAVOR HAGA UN CLICK AQUÍ MISMO SOBRE ESTE ANUNCIO Y LUEGO DESCARGUELO EN SU TELÉFONO, TABLETA, O COMPUTADORA. **

 


 

«El Pacto del Arco Iris» por Joseph Anton Koch (1768-1839) Austria


 

Letra ocre: Lección de Escuela Sabática 

Letra roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Lección 11: Para el 12 de diciembre de 2015

EL PACTO

Sábado 5 de diciembre__________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 9:1-17; 12:1-3; Gálatas 3:6-9, 15-18; Éxodo 24; Jeremías 31:31-34; 1 Corintios 11:24-26.

PARA MEMORIZAR:“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá” (Jer. 31:31).

AUNQUE LA BIBLIA HABLA DE “PACTOS”, en plural (Rom. 9:4; Gál. 4:24), hay solo un pacto básico, el de gracia, en el que Dios otorga la salvación a los seres caídos que la reclaman por fe. La idea de “pactos” (plural) surge de las diversas formas en las que Dios expone la promesa esencial del Pacto a fin de atender las necesidades de su pueblo en diferentes momentos y ambientes.

Pero, sea el pacto adánico (Gén. 3:15), el abrahámico (Gén. 12:1-3; Gál. 3:6-9), el sinaítico (Éxo. 20:2), el davídico (Eze. 37:24-27) o el Nuevo Pacto (Jer. 31:31-33), la idea es la misma. La salvación que Dios provee es un don inmerecido y del que no somos dignos, y la respuesta humana a ese don –el mantener la parte humana del trato− es la fidelidad y la obediencia.

La primera mención del Nuevo Pacto está en Jeremías, en el contexto del retorno de Israel del exilio y las bendiciones que Dios les otorgaría. Aun en medio de la calamidad y las dificultades, el Señor extiende a su pueblo extraviado la oferta de esperanza y restauración.

El Señor pide que haya una reforma decidida. Y cuando un alma se reconvierta verdaderamente… que renueve su pacto con Dios, y Dios renovará su pacto con ella… Que tanto los ángeles como los seres humanos vean que con Dios hay perdón de los pecados. Un poder extraordinario de parte de Dios debe apoderarse de las iglesias adventistas del séptimo día. Entre los miembros se debe producir una reconversión, para que sean testigos de Dios y demuestren la autoridad del poder de la verdad que santifica el alma. La iglesia debe ser renovada, purificada y santificada, de lo contrario caerá sobre ella la ira de Dios con una fuerza muy superior que sobre los que nunca han profesado ser santos.

Los que sean santificados por la verdad demostrarán que ésta ha producido una reforma en sus vidas, y que los está preparando para ser trasladados al mundo celestial. Pero mientras en la vida predominen el orgullo, la envidia y las malas conjeturas, Cristo no podrá reinar en el corazón. Su amor no estará presente en el alma. En la vida de los que han llegado a ser participantes de la naturaleza divina, hay evidencia de que se ha crucificado el espíritu altivo y autosuficiente que conduce a la exaltación del yo. En su lugar mora el espíritu de Cristo, y los frutos del Espíritu aparecen en la vida. Cuando poseen la mente de Cristo, sus seguidores revelan las gracias de su carácter (Exaltad a Jesús, {EJ}, p. 295).

Bajo el nuevo pacto, las condiciones por las que se puede obtener la vida eterna son las mismas que bajo el antiguo: una obediencia perfecta. Bajo el antiguo pacto, había muchas ofensas de carácter insolente y atrevido para las que no había un sacrificio especificado por la ley. En el nuevo y mejor pacto, Cristo ha satisfecho la ley en lugar de los transgresores de la ley, si ellos quieren recibirlo por fe como un Salvador personal… Misericordia y perdón son las recompensas de todos los que acuden a Cristo confiando en sus méritos para que les quite los pecados. En el mejor pacto, somos limpiados del pecado por la sangre de Cristo… El pecador es incapaz de expiar un solo pecado. El poder está en el don gratuito de Cristo, una promesa apreciada únicamente por los que se percatan de sus pecados y los olvidan poniendo su alma desvalida sobre Cristo (A fin de conocerle, {AFC}, p. 301).

75


Lección 11 // Domingo 6 de diciembre_______________________

EL PACTO DE DIOS CON TODA LA HUMANIDAD

Consideremos cuán malo es el mundo hoy; veamos todo el mal que hay en él. Y Dios todavía nos soporta; así que, solo podemos imaginar cuán malas debieron de haber sido las cosas para que Dios destruyese el mundo entero con un diluvio. “Dios había dado a los hombres sus mandamientos como norma de vida, pero su Ley fue quebrantada y, como resultado, cometieron todos los pecados concebibles. La impiedad de los hombres fue manifiesta y osada, la justicia fue pisoteada en el polvo, y las lamentaciones de los oprimidos ascendieron hasta el cielo” (PP 80).

Lee Génesis 9:1 al 17. ¿Qué pacto hizo Dios con la humanidad, y de qué modo se refleja la gracia de Dios hacia su creación?

1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella. Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. 14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra. Génesis 9

El pacto que Dios expresó a Noé fue el más universal entre los pactos bíblicos; es con toda la humanidad, e incluye a los animales y también la naturaleza (Gén. 9:12). Además, este es un arreglo unilateral: Dios no impone ningún requerimiento o estipulación a aquellos con quienes estableció el pacto. Sencillamente, él no destruiría la Tierra con agua otra vez, punto. A diferencia de otros pactos, no hay nada de condicional en él.

Dios entonces selló su pacto con una señal visible, un arcoíris, que simboliza la promesa del pacto de que la tierra nunca será destruida otra vez por un diluvio. Así, cada vez que vemos un arcoíris, el mero hecho de que estamos allí para verlo es, a su manera, una vindicación de esta antigua promesa del pacto. (Después de todo, ¡si hubiésemos sido eliminados en el diluvio universal, no estaríamos aquí para ver el arcoíris!) En medio del pecado y el mal constantes en la Tierra, a veces somos bendecidos con la belleza del arcoíris, una señal de la gracia de Dios hacia todo el mundo. Podemos mirarlo y obtener esperanza, no solo por cuán bello es en sí mismo, sino también porque sabemos que es un mensaje de Dios, un mensaje de su amor hacia nuestro miserable planeta.

Medita en la belleza y la grandeza de un arcoíris. Especialmente a la luz de lo que la Biblia nos dice acerca de este espectro luminoso, ¿de qué modos puede acercarnos a Dios, a la trascendencia, a algo más grande de lo que esta Tierra ofrece?

Noé es el segundo padre de la raza humana, y después del diluvio Noé recibe una bendición de Dios, muy parecida a la que se le dio al primer padre de la humanidad. 

Esta fue la bendición que Dios le dio a Adán: «…Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…»

Esta es la bendición que Dios le dio a Noé: « Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.»

Pero tenemos que notar que a  la bendición  que Dios dio a Noé, Dios le agregó otros permisos y prohibiciones,  que no se habían dado antes:

La primera de ella es el temor del hombre sobre los animales: El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.

La segunda cláusula es el permiso para el hombre de poder comer carne: Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Por muchos años el hombre se ha beneficiado del trabajo de los animales y también se ha beneficiado de la fuente alimenticia que ellos proporcionan. Es pecado abusar de los animales, usar de la crueldad con ellos, provocar-les dolor, y quitarles la vida por maldad o por deporte. El espíritu de profecía afirma, que Dios tiene «el ángel de las bestias» Este ángel es el encargado de llevar un registro minucioso de todos los abusos que el hombre comete en contra de todas la criaturas del Señor.  Con toda seguridad, Dios no dará por inocente a aquellos que destruyen e infligen dolor, sufrimiento y muerte innecesaria a los animales.

Hay muchos teólogos que sostienen que en ésta ocasión Dios le dio permiso al hombre de comer carne de animales, sin discriminación, es decir, que podía comer de cualquier animal que ellos quisieran, ya que el texto dice: «todo lo que se mueve y vive» Pero ellos se olvidan que ya Dios ha hecho una clara distinción entre los animales puros e impuros. Desde antes del diluvio Dios dio la cantidad de animales puros e impuros que tenían que entrar en el arca. Cuando Dios dice: «todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento» está hablando naturalmente y lógicamente, solamente de los animales puros.

La tercera cláusula que Dios introduce, es la prohibición de ingerir la sangre: Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. A Adán y Eva se le prohibió el comer del fruto prohibido, a Noé y su descendencia se le prohibió comer sangre.

Y la cuarta cláusula es la introducción de la pena capital o la pena de muerte en el mundo para el homicida: El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

Hay muchas personas que se oponen a la pena capital o la sentencia de muerte; pero aquí encontramos que es Dios quién realmente instituyó la pena de muerte para todo aquel que quite la vida de otra persona. Dios da la sentencia y es una ley muy sencilla «muerte por muerte.» Esta orden de Dios es realmente una ley de venganza, y es también una de las reglas mas equitativas que pueden existir en nuestro mundo; todo aquel que le prive a otra persona de la vida, tiene que pagar las consecuencias con una pérdida igualmente proporcional al daño que ocasionó. «El que a hierro mata a hierro muere…»; «ojo por ojo y diente por diente…»

Cuando Caín asesinó a Abel, Caín demostró una nueva cara del pecado que había en él. Caín tuvo miedo de la venganza del hombre por su crimen: 14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. Hasta éste momento en la historia bíblica,  no hay una ley abierta que se encargue de refrenar el crimen del hombre en contra del hombre. Pero a partir de Noé, Dios entrega una ley, donde la vida del hombre es mas respetada por el mismo hombre, ya que hay una ley que castigará a todo aquel que tenga la osadía de quitarle la vida a otra persona.

En ésta nueva ley para el asesino, Dios es el legislador de la ley, y el mismo hombre se vuelve en el ejecutante de la ley, es decir Dios dio la ley, y el hombre vengará la muerte. Ahora el hombre que asesine a otra persona es responsable por su pecado ante Dios  y también ante el hombre.

Dios deseaba que la nueva familia que se encargaría de poblar la tierra, tuviera paz y seguridad; fue por eso que el instituyó el temor en los animales y también instituyo la pena de muerte para el asesino. El temor de los animales, protegería al hombre de la fiereza de los animales, y la pena capital al asesino, protegería al hombre de la violencia del hombre.

12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.

En éste pacto divino de Dios y el hombre, podemos comprender lo siguiente:

1- Dios siempre ha estado  dispuesto a contraer obligaciones para con el hombre; por lo tanto el hombre, a través de la esperanza puede conseguir cosas que no puede conseguir a través del derecho. Santiago 2: 13 dice:  «…la misericordia triunfa sobre el juicio.«

2-El hombre tiene la responsabilidad de relacionarse con su legislador personal; no existe tal cosa de «moral independiente» Todo el comportamiento del hombre, será revisado y evaluado a la luz de las ordenanzas divinas, no importando quien es la persona o lo que crea.

3-El hombre necesita de la revelación clara del amor de Dios;  el sol resplandeciente en un cielo despejado, no era suficiente para satisfacer los temores y las esperanzas del hombre. El hombre necesitaba de una señal especial, de una señal de parte del cielo. El arco-iris nos recuerda de la promesa de Dios de preservar la vida del hombre y también nos habla de su amor para la raza caída.

4-La ciencia dice que el arco-iris es sencillamente un resultado natural de la combinación del agua con el sol, ellos dicen que una vez que halla lluvia y ésta sea iluminada por los rayos del sol, lógicamente y naturalmente el producto  será el arco-iris. Solo le queremos recordar a la ciencia, que el arco-iris, es el resultado del poder de Dios, tanto el agua como la luz del sol, le pertenecen solamente a Dios. El arco-iris existe por que Dios así lo diseño, aquí en la tierra Dios usa el agua y el sol para mostrarnos el arco-iris; pero allá en el cielo no usa ni el sol ni el agua, y Dios tiene el mas hermoso arco-iris del universo, éste arco-iris está rodeando su trono de gloria.

 Dios es abundante en amor y misericordia; pero de ninguna manera disculpará a aquellos que descuidan la gran salvación que él ha provisto. Los antediluvianos de larga vida fueron borrados de la tierra porque se desentendieron de la ley divina. Dios no volverá a traer aguas de los cielos y de abajo de la tierra como sus armas para ser usadas en la destrucción del mundo, pero cuando dentro de poco su venganza se derrame sobre aquellos que desprecian su autoridad, serán destruidos por el fuego que está oculto en las entrañas de la tierra, puesto en intensa actividad por los fuegos del cielo. Entonces de la tierra purificada surgirá un canto de alabanza: “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás” (Apocalipsis 5:13). “Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos”. Y todo aquel que haya hecho de los tesoros celestiales su primera consideración, … se unirá a los acordes gozosos y triunfantes (Nuestra elevada vocación, {NEV}, p. 254).

Dice el profeta: “Porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Alcanzará piedad el impío, y no aprenderá justicia; … y no mirará a la majestad de Jehová” (Isaías 26:9, 10). Así ocurrió después del diluvio. Ya libres de los castigos del Señor, los habitantes de la tierra se rebelaron de nuevo contra él. Dos veces el pacto de Dios y sus estatutos fueron desechados por el mundo. Tanto los antediluvianos como los descendientes de Noé rechazaron la autoridad divina (Patriarcas y Profetas, {PP}, p. 343).

A medida que se acerca el fin, los testimonios de los siervos de Dios se harán más decididos y más poderosos, arrojando la luz de la verdad sobre los sistemas de error y opresión que por tanto tiempo han tenido la supremacía. El Señor ha enviado sus mensajes para este tiempo, para establecer el cristianismo sobre una base eterna, y todos los que creen la verdad presente deben estar firmes, no en su propia sabiduría, sino en Dios, y levantar los fundamentos de muchas generaciones. Ellos serán registrados en los libros del cielo como reparadores de brechas, restauradores de calzadas para habitar (Isaías 58:12). Debemos sostener la verdad porque es la verdad, a pesar de la más acerba oposición.

Nos sobrevendrán tentaciones. La iniquidad abunda donde menos la esperáis. Se abrirán negros capítulos que son de los más terribles que agobiarán al alma; pero no necesitamos fracasar ni desalentarnos mientras sepamos que el arco de la promesa está sobre el trono de Dios.

Nos veremos sujetos a pesadas pruebas, oposición y aflicciones; pero sabemos que Jesús pasó por todo esto. Estas experiencias son valiosas para nosotros. Las ventajas no están de ninguna manera limitadas a esta corta vida. Alcanzan los siglos eternos…

A medida que nos acercamos al fin de la historia de esta tierra, o avanzamos más y más rápidamente en el crecimiento cristiano, o retrocedemos en proporción igualmente decidida (Mensajes selectos, {3MS}, t. 3, pp. 464, 465).

Cristo dijo: “Todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. Y el amado Juan, por la inspiración del Espíritu Santo, dice con gran claridad y certeza: “Si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado”. Presentad, pues, vuestra petición ante el Padre en el nombre de Jesús. Dios honrará tal nombre. El arco iris rodea el trono como una seguridad de que Dios es verdadero, que en él no hay mudanza ni sombra de variación (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 113, 114).

76


Lunes 7 de diciembre // Lección 11__________________________

EL PACTO CON ABRAHAM

Lee Génesis 12:1 al 3; 15:1 al 5; 17:1 al 14. ¿Qué nos indican estos textos acerca de lo que Dios quería lograr por medio del pacto que hizo con Abraham?

Génesis 12: 1-3

1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Génesis 15: 1-5

1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.

Génesis 17: 1-14

1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. 10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. 13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. 14 Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.

El pacto abrahámico de gracia es fundamental para todo el curso de la historia de la salvación. Por eso Pablo lo usó para ayudar a explicar el plan de salvación como se cumplió en Jesús.

Lee Gálatas 3:6 al 9 y 15 al 18. Según Pablo, ¿en qué sentido el pacto hecho con Abraham se conecta con Jesús y la salvación solo por la fe?

Gálatas 3: 6-9

Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

Gálatas 3: 15-18

15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.

Por medio de la simiente de Abraham, refiriéndose no solo a sus muchos descendientes, sino en particular a uno, Jesús (ver Gál. 3:16), Dios bendeciría al mundo entero. Todos los que fueran de la simiente de Abraham, que ocurre por fe en Cristo (Gál. 3:29), encontrarían que el Dios de Abraham era también su Dios. Aun en ese tiempo, Abraham “creyó a Dios, y le fue contado por justicia” (Gál. 3:6). Abraham no fue salvado por obras más que el ladrón en la cruz; siempre es la gracia salvadora de Dios, y ella sola, lo que trae la salvación. Abraham cumplió su parte de la promesa del pacto, no porque fuera perfecto, ya que no lo era, sino porque fue obediente, lo que reveló la fe que se aferra a la promesa de salvación. Sus obras no lo justificaron; en cambio, las obras mostraron que él ya estaba justificado. Esa es la esencia del Pacto y cómo se expresa en la vida de fe (ver Rom. 4:1-3).

Medita en la gran verdad de que la esperanza de salvación solo viene por la justicia de Jesús acreditada a ti por fe. ¿Qué gran esperanza y gozo puedes obtener de esta maravillosa provisión hecha a tu favor?

El llamado de Dios a Abrahám fue para levantar la verdadera religión en su vida y en el mundo,  Abrahám fue llamado de en medio del paganismo y  de religiones extrañas. Abrahám no salió de su tierra por pobrezas, ni tampoco salió de su tierra por persecución, ni por amor a la aventura o a la vida migratoria o viajera que es un elemento peculiar de los habitantes del medio oriente. Abrahám salió de sus tierras por la Palabra de Dios: 1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Abrahám salió de su tierra por la inspiración Divina, Dio se le presentó como un Dios viviente y verdadero. Ahora el Dios de Sem, es también el Dios de Abrahám, un nuevo patriarca ha sido electo por Dios, un patriarca que cambiará la historia en la vida de este mundo.

Cuando Dios nos llama a la religión, no es para que seamos mejores que los demás, Dios nos llama a la religión  para que seamos mejores de lo que nosotros somos, la religión es relativa al individuo, es decir; la verdadera religión actúa en la persona como individuo, la religión nunca actúa en las personas como grupo.

La paciencia de Dios con el hombre pecador es uno de los atributos mas hermosos de Dios, cuando Dios requiere que un trabajo importante se haga, Dios siempre tiene un hombre listo que va a realizar ese trabajo especial.

En la experiencia de Abrahám encontramos varias verdades fundamentales del cristianismo:

La primera verdad es que cuando Dios nos llama, el hombre no tiene otra que hacer sino obedecer, la obediencia es uno de los exámenes mas altos que tiene la materia de la santidad.

La segunda verdad que encontramos es que la obediencia se fundamenta sobre la fe, sin fe es imposible obedecer.

La tercera verdad que encontramos es que el máximo atributo que el hombre puede tener es una voluntad santificada; esta voluntad santificada nos la enseñó Jesucristo en el monte de los Olivos, allí precisamente en el jardín del Getsemaní.

La cuarta verdad es que todos los cristianos somo llamados a salir  y a separarnos del mundo; esto muchas veces involucra dolor,  sacrificios, abandonar hábitos viejos, abandonar apetitos viejos, abandonar viejos amigos, abandonar viejas asociaciones, abandonar maneras de pensar y de accionar, todo esto es muy severo para el cristiano que está comenzando una nueva vida en Cristo Jesús.

La quinta verdad que encontramos es que la única grandeza en éste mundo es Dios; ningún rey, ni noble, ni héroe puede tener más elevado título, que el que Dios nos otorga cuando él nos llama sus amigos. No hay título más noble en el universo que ser llamado «amigo de Dios»

En la vida de Abrahám no podemos contemplar una acción poderosa como las que hizo Elías, Elíseo o Samuel, no podemos encontrar en Abrahám a un predicador o evangelista como lo fue Noe, Pedro o Pablo, nunca escribió una porción de la Biblia como lo hizo Moisés, David, Solomon y lo hicieron muchos otros.

¿En qué consistía la grandeza de Abrahám? La grandeza de Abrahám consistía en la obediencia, usted posiblemente puede estar pensando que la grandeza de Abrahám era  la fe y hasta cierto punto tiene razón. El problema es que nosotros los Adventistas del Séptimo Día somos mas de 17 millones en el mundo y a pesar que tenemos la fe de la segunda venida de Cristo, pocos vamos a ser salvado de este selecto grupo, por que pocos somos los que obedecemos como Dios lo espera. Creer solamente no sirve de mucho, eso lo hace Satanás  y sus demonios, aún más, ellos creen y tiemblan,  y el destino es el mismo. La diferencia la hace el que obedece lo que ha creído y aprendido.

Por su fe y obediencia, Abrahám es premiado con el surgimiento del pueblo de Israel, de su linaje salen personas ilustres, reyes, profetas y sacerdotes, de su linaje sale el rey David, y de su linaje sale El Mesías, el Salvador del mundo. Por su fe y obediencia, Abrahám ha sido usado como un modelo clásico de un verdadero seguidor de Dios, en los púlpitos su nombre se escucha muy a menudo alrededor del mundo; Su vida de fe y obediencia fue un ejemplo y testimonio para la humanidad entera,  desde los días de su vida hasta los días actuales, su testimonio ha  tocado  el alma de millones y millones de fieles por todas las edades, Abrahám ha sido uno de los mejores misioneros que ha existido en nuestro planeta tierra.

Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12

Esto nos enseña una gran verdad, que para ser misionero necesitamos dos ingredientes indispensables: Fe y Obediencia. Es imposible predicar a otros y convertir a otros, si nuestras vidas carecen de fe y obediencia.

El llamado de Dios a Abrahám, tenía varias razones, una de ellas era para que Abrahám tuviera una comunión mas íntima con Dios y con él mismo; otra razón era para que rompiera totalmente con su pasado; y también era un llamado a la soledad.

Hay una razón extremadamente importante por la cual muchos de nosotros que somos personas buenas y honorables nuca llegamos a ser personas de renombre y de extrema importancia en esta vida; y es por que nos rehusamos a ser únicos o singulares.  Cuando se nos llama no queremos dejar nuestro pasado, no queremos dejar nuestra manera tradicional de pensar y nuestros viejos sentimientos, y lo peor de todo es que no queremos dejar nuestros viejos pecados secretos y nuestra idolatría. Todas las veces que escuchamos la inconfundible voz de Dios hablando a nuestras vidas, cerramos nuestro ojos, volteamos nuestro rostro, y  decimos en nuestro corazón: «no iré» ¿Hasta cuando durará este comportamiento? hasta que escuchemos otra voz solemne y tenebrosa hablándonos,  cuando la muerte se acerca entonces decimos» «iré» y casi siempre es demasiado tarde. Por miedo nadie se salva, nos salvamos por amor.

Toda la vida de Abrahám fue un entrenamiento especial para una fin especial. Los instrumentos de Dios son instrumentos escogidos, Abrahám fue capaz de cumplir la voluntad y los propósitos de Dios en su vida; se le llamó «el padre de generaciones», su carácter  llego a ser profundo y recto y fue transmitido a sus hijos y a los hijos de sus hijos por muchas generaciones, su simiente fue una simiente especial de donde salió «El Deseado de Todas las gentes»  a pesar que caminó como un peregrino y extranjero en esta tierra, lo más importante es que caminó con Dios, «el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob»

Cierto muchacho llegó a Londres, y entró en la oficina del gran banquero, el barón Rothschild; el joven le presentó una carta de recomendación, para ver si lograba conseguir empleo en su banco. El barón Rothschild lo recibió muy amablemente y cuando leyó la carta, muy apesadumbrado le informó al muchacho que en ese preciso momento él no tenía ninguna plaza vacante. Cuando el muchacho estaba dispuesto a marcharse, el barón tomó consigo su abrigo y su sombrero y acompaño al muchacho por las calles de Londres.  Mientras caminaban lentamente por las calles de Londres,  el barón Rothshild con mucha paciencia paraba y mostraba al muchacho varios lugares de la ciudad que eran de mucho interés para el público en general. Cuando llegaron al frente de un gran banco, el varón se despidió del joven con mucha cortesía y amabilidad, y entró al banco a hacer ciertos negocios.  Después de unas horas, el joven entró al mismo banco donde el varón se había despedido de él, y aplicó para trabajar en ese banco. En el banco le preguntaron: ¿No eras tu el joven que estaba caminando con el varón Rothschild ésta mañana? -Si- respondió él.  -¡Bueno! necesitamos un muchacho para que trabaje en nuestro banco, y ya que te vimos caminando y conversando con el varón Rothschild, creemos que esa es suficiente recomendación para nosotros- dijeron los del banco. Caminar con Dios, es la mejor recomendación que podemos conseguir en ésta vida. Aun los hombres del mundo cuando necesita un trabajador, un ayudante, un consejero o un socio, toman muy en cuenta la recomendación de Dios.

Así como la Biblia presenta dos leyes, una inmutable y eterna, la otra provisional y temporaria, así también hay dos pactos. El pacto de la gracia se estableció primeramente con el hombre en el Edén, cuando después de la caída se dió la promesa divina de que la simiente de la mujer heriría a la serpiente en la cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el perdón y la ayuda de la gracia de Dios para obedecer en lo futuro mediante la fe en Cristo. También les prometía la vida eterna si eran fieles a la ley de Dios. Así recibieron los patriarcas la esperanza de la salvación.

Este mismo pacto le fué renovado a Abrahán en la promesa: “En tu simiente serán benditas todas las gentes de la tierra” (Génesis 22:18). Esta promesa dirigía los pensamientos hacia Cristo. Así la entendió Abrahán. (Véase Gálatas 3:8, 16), y confió en Cristo para obtener el perdón de sus pecados. Fué esta fe la que se le contó como justicia. El pacto con Abrahán también mantuvo la autoridad de la ley de Dios. El Señor se le apareció y le dijo: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.” El testimonio de Dios respecto a su siervo fiel fué: “Oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes,” y el Señor le declaró: “Estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones, por alianza perpetua, para serte a ti por Dios, y a tu simiente después de ti” (Génesis 17:1, 7; 26:5).

Aunque este pacto fué hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abrahán, no pudo ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en virtud de la promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad de redención. Fué aceptado por fe: no obstante, cuando Cristo lo ratificó fué llamado el pacto nuevo. La ley de Dios fué la base de este pacto, que era sencillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía con la voluntad divina, colocándolo en situación de poder obedecer la ley de Dios (Patriarcas y profetas, {PP}, pp. 386, 387).

Debemos establecer una enemistad inexorable entre nuestras almas y nuestro adversario; pero debemos abrir nuestros corazones al poder y la influencia del Espíritu Santo… Necesitamos llegar a ser tan sensibles a las santas influencias, que el menor susurro de Jesús conmueva nuestras almas hasta que él esté en nosotros y nosotros en él, viviendo por la fe del Hijo de Dios.

Necesitamos ser refinados, limpiados de toda mundanalidad, hasta que reflejemos la imagen de nuestro Salvador y lleguemos a ser “participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:4). Entonces nos deleitaremos en hacer la voluntad de Dios, y Cristo podrá presentarnos ante el Padre y ante los santos ángeles como aquellos que permanecen en él, y no se avergonzará de llamarnos sus hermanos. {3MS 405.3}

Pero no nos jactemos de nuestra santidad. Al tener una visión más clara del inmaculado carácter de Cristo y de su infinita pureza, nos sentiremos como Daniel cuando contempló la gloria del Señor, y dijo: “Mi fuerza se cambió en desfallecimiento” (Daniel 10:8).

No podremos decir: “Yo soy impecable”, hasta que este cuerpo vil sea transformado a la semejanza de su cuerpo glorioso. Pero si constantemente tratamos de seguir a Jesús, tenemos la bendita esperanza de estar en pie delante del trono de Dios, sin mancha ni arruga ni cosa semejante; completos en Cristo, vestidos con el manto de su justicia y perfección (Mensajes selectos, {3MS}, t. 3, pp. 405, 406).

77


Lección 11 // Martes 8 de diciembre_________________________

EL PACTO EN EL SINAÍ

¿Cómo se hizo el pacto entre Dios e Israel en el monte Sinaí? (Éxo. 24.)

1 Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él. Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho. Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; 10 y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. 11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. 12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. 13 Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios. 14 Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos. 15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16 Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. 17 Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches. Éxodo 24

Moisés y algunos líderes fueron al monte Sinaí. Estos líderes incluían a Aarón y sus dos hijos, que representaban a los sacerdotes; y setenta ancianos, líderes y jueces, quienes representaban a la nación. Los hombres que acompañaban a Moisés debían detenerse lejos, pero a Moisés se le permitió subir a donde se le apareció Dios.

Moisés más tarde fue y afirmó el pacto con toda la nación. Proclamó lo que Dios le había hablado, a lo cual la nación contestó con las siguientes palabras: “Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho” (Éxo. 24:3).

Por supuesto, como lo muestra la historia sagrada y lo demuestra nuestra propia experiencia, una cosa es declarar que se es obediente y otra muy distinta es extendernos por fe y entregarnos a fin de obtener el poder divino que nos da la gracia de hacer lo que dijimos que haríamos.

Lee Hebreos 4:2. ¿De qué manera este versículo explica el fracaso de Israel? ¿Cómo podemos aprender a evitar el mismo error?

Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Hebreos 4

Solo por fe y por aferrarnos a las promesas que vienen por fe, podemos ser obedientes, una obediencia que se expresa por la lealtad a la Ley de Dios. La obediencia a la Ley no era más contraria al Pacto eterno en el tiempo de Moisés de lo que es en el nuestro. La mala percepción corriente acerca de la Ley y de los pactos, que generalmente surge cuando leemos a Pablo, aparece por no tomar en cuenta el contexto en el que Pablo escribía: el de tratar con sus adversarios judaizantes. Ellos querían hacer de la Ley y la obediencia a ella el centro de la fe; Pablo, en contraste, quería hacer de Cristo y su justicia el componente central.

¿Cuán a menudo has dicho: “Todo lo que el Señor me dice haré” solo para dejar de cumplirlo? ¿De qué modo esta realidad lamentable hace que la promesa de gracia sea mucho más preciosa? ¿Qué esperanza tendrías sin ella?

1 Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.

 Dios va a hacer un pacto con el pueblo de Israel, antes de entregar los mandamientos escritos en tablas de piedra. Dios ordena a Moisés que suba al monte y con él también suben, Aarón, Nadab, Abiu y setenta ancianos. Habían diferentes estaciones en las montañas, en un determinado lugar de la montaña se quedarían los 70 ancianos, en otros lugar mas alto en la montaña se quedaría Aarón y Hur, Josué subió con Moisés, pero también se quedó en otro lugar, y Moisés fue el único que pudo subir al lugar mas alto de la montaña, muy cerca de donde estaba Dios, quién estaba ocupando la cima de la montaña .
Interesante-mente Josué sube al tercer lugar mas alto de la montaña. Josué para ese tiempo era un ministro de Dios, y también sería el sucesor del gran Moisés. Dios le da una prueba por adelantado a Josué de la gloria  y el poder de Dios, ya que él va a necesitar de mucha perseverancia, paciencia y fe, cuando comenzara con el liderazgo de Israel. Esta experiencia en la montaña, capacitaría a Josué para el arduo trabajo que necesitaba hacer en la conquista y en la ex-terminación del mundo cananeo.
Moisés pasó 40 días y 40 noches con Dios, sin comer y sin beber en el monte Horeb; fue una solemne convocación que Dios le extendió  a Moisés.  En ese mismo lugar también se celebró otra solemne convocación, y el convocado también ayunó 40 días y cuarenta noches para estar en ese mismo lugar: Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, vino a él la palabra del Señor, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 10 Y él respondió: He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela 1 Reyes 19

Jesús ayunó 40 días y cuarenta noches;  y mas tarde encontramos a Moisés y también a Elías acompañando a Jesús en el monte de la transfiguración. Moisés representa la ley y también representa los que tienen que descender a la muerte antes de ser salvos, Elías representa a los profetas y también representa a aquellos que nunca verán la muerte, Elías representa a aquellos que estarán con vida para recibir a Jesús, cuando él venga en las nubes por segunda vez. Jesús, Moisés y Elías experimentaron el ayuno por cuarenta días y cuarenta noches. 

Las tablas de la ley se le fueron entregadas a Moisés: Dios escogió la piedra por que es muy durable, la piedra simboliza perpetuidad. Así como la piedra es perpetua, también los mandamientos  de Dios son perpetuos y no solamente aquí en la tierra, sino por la eternidad. Pero también la piedra se puede quebrar, una piedra no es elástica, una piedra se puede romper. Los mandamientos de Dios no son flexibles para nosotros, los mandamientos de Dios no son sugerencia, los mandamientos son diez ordenanzas explícitas para el ser humano. Nosotros  solo tenemos dos caminos ante los mandamientos de Dios; los guardamos o los quebrantamos; no hay termino medio,  no los podemos ajustar a nuestra conveniencia, deseos, caprichos o necesidades. Esa es la razón que los mandamientos están escritos en tablas de piedra, para que los guardemos o para que los quebrantemos, pero nuca para que los ajustemos a nuestras prioridades.

Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. Antes de todo había que preparar un holocausto  dedicado a Jehová, ésta ofrenda  fue una ofrenda quemada y también fue una ofrenda de paz.

La ofrenda quemada era el símbolo de expiación y el símbolo de una dedicación personal a Dios; la ofrenda de paz era la indicación de gratitud de parte del hombre hacia Dios, por todas las misericordias recibidas. Los jóvenes se encargaron de ofrecer los holocaustos, ya que por su juventud y por sus fuerzas,  eran las mejores personas para realizar un trabajo tan demandante. Los dos sacrificios fueron ofrecidos: la ofrenda quemada era la determinación del pueblo para consagrarse a Dios, como el pueblo especial y escogido, y la ofrenda de paz era el agradecimiento del pueblo hacia Dios, por haber sido elegidos para esa alianza especial.

Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar…  Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

La mitad de la sangre fue esparcida sobre el altar y la otra mitad fue puesta en tazones y esparcida sobre el pueblo de Israel. Usualmente en un sacrificio la sangre de la víctima, que representaba su vida, era tomada y esparcida sobre el altar, pero aquí Moisés hizo algo diferente, el tomó la mitad de la sangre y la depositó en  unos tazones y  después la esparció sobre el pueblo, uniendo de ésta manera al pueblo como uno solo hombre en éste sacrificio y en ésta alianza. En el libro de Hebreos, capítulo 9, encontramos una descripción de ésta alianza hecha por el apóstol Pablo y dice: 19 porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo 20 diciendo: «Ésta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado».

Hay que recordar que las alianzas o los pactos se solían ratificar de diferentes maneras en los tiempos antiguos. Hay unos pactos que se ratificaban comiendo sal: 19 Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas que los hijos de Israel presenten a Jehová, las he dado para ti, tus hijos y tus hijas por estatuto perpetuo. Un pacto de sal perpetuo es éste delante de Jehová para ti y tu descendencia. Números 18

Otros pactos se ratificaban comiendo los sacrificios: 54 Luego Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan. Ellos comieron pan y durmieron aquella noche en el monte. Génesis 31  Y otros pactos se ratificaban caminando en medio de los sacrificios ya muertos 18 Y entregaré a los hombres que quebrantaron mi pacto, que no han llevado a efecto las palabras del pacto que celebraron en mi presencia dividiendo en dos partes el becerro y pasando por medio de ellas; Jeremías 34

El favor de Dios para con los hijos de Israel había dependido siempre de que obedeciesen. Al pie del Sinaí habían hecho con él un pacto como su “especial tesoro sobre todos los pueblos.” Solemnemente habían prometido seguir por la senda de la obediencia. Habían dicho: “Todo lo que Jehová ha dicho haremos” (Éxodo 19:5, 8). Y cuando, algunos días más tarde, la ley de Dios fué pronunciada desde el monte y por medio de Moisés se dieron instrucciones adicionales en forma de estatutos y juicios, los israelitas volvieron a prometer a una voz: “Todo lo que Jehová ha dicho haremos.” Cuando se ratificó el pacto, el pueblo volvió a declarar unánimemente: “Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos” (Éxodo 24:3, 7). Dios había escogido a Israel como su pueblo, y éste le había escogido a él como su Rey.

Al acercarse el fin de las peregrinaciones por el desierto, se repitieron las condiciones del pacto. En Baal-peor, en los lindes de la tierra prometida, donde muchos cayeron víctimas de la tentación sutil, los que permanecieron fieles renovaron sus votos de lealtad. Moisés los puso en guardia contra las tentaciones que los asaltarían en el futuro; y los exhortó fervorosamente a que permaneciesen separados de las naciones circundantes y adorasen a Dios solo.

Moisés había instruido así a Israel: “Ahora pues, oh Israel, oye los estatutos y derechos que yo os enseñó, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis, y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres te da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno… Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta” (Deuteronomio 4:1-6.)

Se les había encargado especialmente a los israelitas que no olvidasen los mandamientos de Dios, en cuya obediencia hallarían fortaleza y bendición. He aquí las palabras que el Señor les dirigió por Moisés: “Guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.” Vers. 9. Las escenas pavorosas relacionadas con la promulgación de la ley en el Sinaí no debían olvidarse jamás. Habían sido claras y decididas las advertencias dadas a Israel contra las costumbres idólatras que prevalecían entre las naciones vecinas (Profetas y reyes, {PR}, pp. 219, 220).

Necesitamos comprender la necesidad de ejercer una fe que sea aceptable a Dios: la fe que obra por el amor y purifica el alma. Sin fe es imposible escuchar la Palabra en forma tal que sea de provecho, aun cuando se la presente de la manera más impresionante…

A menos que mezclemos la fe con el oír la Palabra, a menos que recibamos las verdades que escuchamos como un mensaje proveniente del Cielo para ser cuidadosamente estudiado, para ser ingerido por el alma y asimilado en la vida espiritual, perderemos las impresiones que hizo el Espíritu de Dios. No comprendemos por experiencia lo que significa hallar descanso por la aceptación de la divina seguridad de la Palabra.

No se puede exagerar la importancia del estudio de la Palabra. Sus promesas son grandes y llenas de riqueza. En ningún caso debiéramos dejar de asegurarnos el tesoro celestial. Cristo es nuestra única seguridad (Alza tus ojos, {ATO}, p. 73).

78


Miércoles 9 de diciembre // Lección 11_______________________

EL NUEVO PACTO: PARTE 1

Lee Jeremías 31:31 al 34. ¿Qué significan estos textos tanto en su contexto original como en el de nuestros días?

31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Jeremías 31

Jeremías pronunció estas palabras en medio de la mayor crisis que el pueblo había afrontado hasta entonces: la próxima invasión babilónica, cuando la nación fue amenazada con una casi certera extinción. Sin embargo, nuevamente aquí, como en otros lugares, el Señor les ofreció esperanza, la promesa de que esto no sería el final definitivo, y que ellos tendrían otra oportunidad para progresar en la presencia de Dios.

De este modo, la primera promesa del “nuevo pacto” que se encuentra en la Biblia está en el contexto del regreso final de Israel del exilio babilónico y la bendición que Dios les otorgaría a su regreso. Así como romper el pacto hecho en Sinaí (Jer. 31:32) los llevó al exilio, la reformulación de este pacto los preservaría y les daría esperanza para el futuro. Como el pacto del Sinaí, el Nuevo Pacto sería de relaciones e incluiría la misma Ley, los Diez Mandamientos, pero ahora escritos no en tablas de piedra sino en sus corazones, donde deberían haber estado siempre.

“La misma ley que fue grabada en tablas de piedra es escrita por el Espíritu Santo sobre las tablas del corazón. En vez de tratar de establecer nuestra propia justicia, aceptamos la justicia de Cristo. Su sangre expía nuestros pecados. Su obediencia es aceptada en nuestro favor. Entonces, el corazón renovado por el Espíritu Santo producirá los frutos del Espíritu. Mediante la gracia de Cristo viviremos obedeciendo la Ley de Dios, escrita en nuestro corazón” (PP 389).

Bajo el Nuevo Pacto, sus pecados serían perdonados, conocerían al Señor por sí mismos y obedecerían la Ley de Dios mediante el poder del Espíritu Santo actuando en ellos. El pacto viejo en sombras y símbolos es el pacto nuevo en la realidad, porque la salvación fue siempre por fe, una fe que revelaría los frutos del Espíritu.

La mayoría de las iglesias cristianas creen y sostienen que Cristo en su venida a este mundo abolió la ley. Este pensamiento ellos lo toman cuando encuentran que la  Biblia dice que nosotros estamos viviendo bajo el «nuevo pacto» y que el «antiguo pacto» fue eliminado por Jesucristo.

La manera de interpretar estos textos para el mundo «dominical» es que el antiguo pacto era el acto de guardar  «los diez mandamientos»; y el nuevo pacto ya no consiste en guardar los mandamientos si no en estar bajo la gracia. Lo que ellos no se dan cuenta que  el hombre ha estado  bajo la gracia desde  un principio, desde que pecó.

Los pactos siempre han sido los mismos, el viejo pacto son los diez mandamientos escritos en tablas de piedra, y el nuevo pacto son los mismos diez mandamientos  pero ahora escritos en el corazón del hombre; la salvación siempre ha sido por gracia, tanto en los tiempos de viejo pacto, como el tiempo del nuevo pacto.

17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos… 27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Mateo 5

Pero aquí estamos leyendo lo contrario, Cristo no solamente guardo la ley, también afirmó la existencia de la ley, y lo mas grande es; que en vez de achicar la ley, hizo todo lo contrario, la agrandó mas.
Antes de la venida de Cristo, el quebrantamiento de un mandamiento requería una acción. Con la venida de Cristo el quebrantamiento de un mandamiento solo requiere el pensamiento.
Ahora el mandamiento es mas sensible, Cristo los agranda de tal manera que la persona es culpada de adulterio solamente con codiciar.
En el nuevo pacto ya no se necesita el acto meramente, se necesita sólo el pensamiento para quebrantar el mandamiento.
Entonces ahora podemos preguntar a nuestros hermanos de otras denominaciones:
-¿Cómo nos pueden explicar que Cristo abolió la ley, cuando el hizo todo lo contrario al engrandecerla y al hacer el mandamiento mas sensitivo?
-¿Cómo nos pueden explicar que ahora Cristo declara que para pecar se necesita sólo el pensamiento? ¿Eso es abolir la ley?
-¿Cómo nos pueden explicar que Cristo dijo que cualquiera que violara los mandamientos ya sea por acción ó enseñanzas no entraría al reino de los cielos?
-¿Como nos pueden explicar que la ley está abolida cuando Cristo dijo que no venía a abolir la ley y los profetas?

Hay un texto bíblico que muchas veces lo citan nuestros hermanos que no guardan la ley y éste texto nos pone a pensar un poco y está  en Lucas 16: 16 «La ley y los profetas fueron hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es predicado, y todos se esfuerzan por entrara a el.»

Este es un texto bíblico muy controversial con las demás religiones.
Al leerlo rápidamente llegamos a la conclusión de que la ley y los profetas están terminando con el ministerio de Juan;  como lo sugieren muchos teólogos de otras religiones.
Lo que el texto nos está tratando de decir es que hasta Juan estuvo el Antiguo Testamento, como la única guía para la salvación del hombre. Hasta Juan los hombres habían tenido el Antiguo Testamento y los profetas como guía de salvación. Pero a partir de Juan comienza una nueva etapa en la esfera divina. Lo que los profetas habían anunciado por tanto tiempo, se cumplió con la venida de Cristo.
Todas las profecías escritas en el antiguo testamento llegaron al clímax de su realización con el aparecimiento de Jesús como el Mesías. Y Juan, es el último profeta antes de la venida de Cristo encargado de predicar, anunciar, presentar y bautizar al Mesías.
Con la venida del evangelio no se está aboliendo el Antiguo Testamento, de ninguna manera, todo lo contrario el Antiguo Testamento se está reforzando, complementado y confirmando. El evangelio ó el Nuevo Testamento no está eliminando el Antiguo Testamento, todo lo contrario se están uniendo y así se está completando la palabra de Dios, es decir la Biblia.

La clave en este texto es entender la palabra «Hasta»
Esta palabra no significa «culminación,» » clausura»  ó «finalización.»
Esta palabra esta exponiendo una etapa de tiempo, un lapso de tiempo , una etapa.

La palabra que se usa en el griego para «HASTA» es «MEJRI»

Para entender esto hay que estudiar otro texto bíblico que contenga la misma palabra «MEJRI» en griego; que la traducción en español es «HASTA»
Y ese texto lo encontramos en Romanos 5: 14 y  dice así: 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán «MEJRI» (hasta) Moisés… ¿Quiere decir que la muerte termino en Moisés? ¿quiere decir que desde Moisés para acá nadie muere? Si eso fuera verdad que después de Moisés nadie muere, entonces se puede aceptar que la ley terminó con Juan. Penosamente todos seguimos muriendo, de la misma manera que la ley sigue vigente.

En griego la palabra «MEJRI» no significa terminación.

Esta palabra significa una etapa de tiempo, que precede a otra mejor ó similar a la que ya pasó.
La luz del Nuevo Testamento no disminuye el valor del Antiguo Testamento; todo lo contrario el Nuevo Testamento necesita al Antiguo Testamento, para confirmar que todas las profecías predichas en el antiguo testamento se cumplieron y se están cumpliendo en el Nuevo Testamento.
Si Cristo hubiera invalidado la ley ó el Antiguo Testamento:
¿Cómo supiéramos que el Nuevo Testamento es verdadero?

Estos son los pactos mas importantes y sobre salientes que Dios ha hecho con el hombre en la historia de éste mundo:

A las puertas de jardín de Edén se hace el primer pacto entre Dios y la recién raza caída

El símbolo ó señal es muerte 

Dios hace un pacto con Noe, la humanidad y los animales después del diluvio

El símbolo ó señal es el arcoíris.

Dios pacta con Abraham.

El símbolo es la circuncisión.

Dios hace un pacto con el pueblo de Israel

El símbolo son los Diez Mandamientos escritos en piedras

Dios hace un pacto con el rey David

El símbolo es la estrella; que significa setro y  trono perpetuo a través de nuestro Señor Jesucristo.

Y el ultimo pacto que se hace es con el cristianismo, al escribir su ley en nuestros corazones

El símbolo no es ninguno, no se puede ver; es un pacto de fe, que se acepta por fe.

17-Lo veo, pero no ahora, lo contemplo pero no de cerca. Una estrella saldrá de Jacob; un rey surgira en Israel. Aplastará las sienes de Moab y el craneo de todos los hijos de Set. Números 24

1-Habiendo, pues, nacido Jesús en Belén de Judá, reinando Herodes, he aqui que unos magos vinieron de oriente a Jerusalén, 2-preguntando: ¿Dónde está el nacido rey de los Judíos? Porque vimos en oriente su estrella, y hemos venido con el fin de adorarle. Mateo 2

16-Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles a ustedes testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana. Apocalipsis 22  NVI

Dios  hace pactos con el hombre,  no contratos.

-Un contrato determina la imposición de el lado mas fuerte de los participantes

-Un contrato restringe la libertad de los participantes, imponiendo severas sentencias al infractor

-Un contrato está escrito en forma imperativa (estipulaciones, requisitos, obligaciones, etc)

Estas son algunas razones  por las cuales Dios no hace contrato con el hombre

-Dios creo al hombre con libre albedrío

-Dios basado en el libre albedrío, respeta la decisión que el hombre toma

-Dios nunca actúa por la fuerza, solamente actúa si el hombre le permite

-Dios inicia el pacto y ofrece como garantía la gracia en el cumplimiento de este pacto

-Un pacto no está escrito en forma imperativa, está escrita en forma de amor; prometiendo miles de bendiciones a cambio de una solo requisito de parte del humano y ese requisito es la obediencia

Bajo el Antiguo Pacto en el monte Sinaí, los israelitas y los que se unieron a la comunidad se obligaban a demostrar fidelidad al Pacto guardando los Diez Mandamientos. Cuando violaban un Mandamiento, debían ofrecer un sacrificio animal si deseaban que sus pecados fueran perdonados.

Bajo el Nuevo Pacto en el monte Calvario, el pueblo de Dios todavía está obligado a guardar los Diez Mandamientos. Sin embargo, cuando peca no tiene que ofrecer sacrificios, porque Jesús es su sacrificio pleno y completo (Heb. 9:11-14). El Nuevo Pacto es tanto mejor que el antiguo porque ahora, por fe, reclamamos las promesas de perdón ofrecidas a nosotros mediante el sacrificio de Jesús. “Solo hay esperanza para nosotros cuando nos ponemos bajo el pacto hecho con Abraham, que es el Pacto de Gracia por la fe en Cristo Jesús” (CBA 6:1.077)

Hay algo vital que tenemos que enseñar a nuestras clases y es lo siguiente:

La clave para entender el ¿por qué? el nuevo pacto es mejor que el viejo pacto, se encuentra en Jeremías 31: 31 – 33  Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor —: Pondré mi ley su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. (Nueva Versión Internacional)

Cuando se estudia este versículo de Jeremías 31: 31 los Diez Mandamientos llegan a tener un enfoque y una función diferente; ya no es una cumbre que hay que escalar con la esperanza de subir lo suficientemente alto como para alcanzar el cielo.

El nuevo pacto viene con una promesa: «pondré mis leyes en su mente y la escribiré en su corazón» A esto se refería el apóstol en 2 Corintios 3: 3 manifestándose por vuestras acciones que vosotros sois carta de Cristo, hecha por nuestro ministerio, y escrita no con tinta, sino con el espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, que son vuestros corazones. (versión Torres-Amat)

Aquí mismo tenemos la clave, en el nuevo pacto toda la diferencia la hace que el guardar los mandamientos no es obra nuestra, si no que es obra de Dios.

Cuando nos relacionamos con Dios a través de nuestro Señor Jesucristo  y el compañerismo del Espíritu Santo, entonces los mandamientos dejan de ser una ley exterior escrita en tablas de piedras, ahora se convierte en una ley interior escrita en la mente y el corazón. Y es allí precisamente cuando podemos exclamar  12 De manera que la Ley es santa, y el mandamiento que prohíbe el pecado santo, justo y bueno. Romanos 7  (versión Torres-Amat)

Una de las promesas mas hermosas para los que vivimos en el nuevo pacto lo encontramos en Ezequiel 36: 25 Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. 26 Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.

Las bendiciones del nuevo pacto se basan únicamente en la misericordia manifestada en el perdón de la injusticia y el pecado. El Señor especifica: “Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” (Hebreos 8:12). Todos los que se humillan de corazón, confesando sus pecados, hallarán misericordia, gracia y seguridad.

¿Ha dejado Dios de ser justo al manifestar misericordia con los pecadores? ¿Ha deshonrado su santa ley, y pasará, por lo tanto, por encima de ella? Dios es fiel. No cambia. Las condiciones de la salvación siguen siendo las mismas. La vida, la vida eterna, es para todos los que obedecen la ley de Dios. La perfecta obediencia, manifestada en pensamiento, palabra y obra, es ahora tan esencial como cuando el intérprete de la ley dijo: “Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?… haz esto y vivirás” (Lucas 10:25-28) (A fin de conocerle, {AFC}, p. 301).

Los judíos consideraban que su descendencia natural de Abrahán les daba derecho a esta promesa. Pero pasaban por alto las condiciones que Dios había especificado. Antes de hacer la promesa, había dicho: “Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo…. Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”

El favor de Dios se asegura a aquellos en cuyo corazón está escrita su ley. Son uno con él. Pero los judíos se habían separado de Dios. A causa de sus pecados, estaban sufriendo bajo sus juicios. Esta era la causa de su servidumbre a una nación pagana. Los intelectos estaban obscurecidos por la transgresión, y porque en tiempos pasados el Señor les había mostrado tan grande favor, disculpaban sus pecados. Se lisonjeaban de que eran mejores que otros hombres, con derecho a sus bendiciones…

Juan declaró a los maestros de Israel que su orgullo, egoísmo y crueldad demostraban que eran una generación de víboras, una maldición mortal para el pueblo, más bien que los hijos del justo y obediente Abrahán (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, pp. 81, 82).

79


Lección 11 // Jueves 10 de diciembre________________________

EL NUEVO PACTO: PARTE 2

La profecía de Jeremías acerca del Nuevo Pacto contiene una doble aplicación: primero, se refiere al retorno de Israel a Dios y a que él los llevaría a casa; segundo, se refiere a la obra de Jesús el Mesías, cuya muerte ratificó el Pacto, y cambiaría la relación entre los humanos y Dios. En el Nuevo Pacto obtenemos la expresión más plena del plan de salvación, que antes había sido revelada solo en sombras y tipos (Heb. 10:1).

Lee Lucas 22:20 y 1 Corintios 11:24 al 26. ¿Cómo se vinculan estos textos con la profecía de Jeremías?

Lucas 22:20

20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

1 Corintios 11: 24-26

24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

El pan es un símbolo del cuerpo quebrantado de Cristo, representado por el cordero pascual sacrificado, como fue revelado en el Antiguo Testamento. El jugo de la vid representa la sangre de Jesús derramada en la cruz, revelada en el Nuevo Testamento. La obra de Jesús no comenzó con el Nuevo Testamento; abarca también el Antiguo, y en el Servicio de Comunión podemos ver el vínculo que une lo que Jesús ha hecho a través de toda la historia de la salvación.

El pan y el jugo, entonces, proveen el resumen más breve de esa historia de salvación. Aunque son solo símbolos, todavía por medio de estos símbolos comprendemos la increíble obra de Dios en nuestro favor.

Pablo usa el servicio de comunión para señalar no solo la muerte de Cristo, sino también su retorno, sin lo cual su muerte no tendría significado. Después de todo, ¿qué bien haría la primera venida sin la segunda, cuando seamos resucitados de nuestras tumbas (1 Tes. 4:16; 1 Cor. 15:12-18)? Jesús estableció el mismo vínculo cuando dijo: “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre” (Mat. 26:29). No hay dudas, la primera venida de Cristo está inseparablemente ligada a su segunda venida. La primera encuentra su cumplimiento definitivo solamente en la segunda.

La próxima vez que participes del servicio de comunión, piensa en el voto de Cristo de no beber del fruto de la vid hasta que lo haga con nosotros en el Reino de Dios. ¿Cómo te hace sentir esto? ¿Qué dice acerca de la cercanía que Cristo procura tener con nosotros?

Cuando Jesús vino a ésta tierra él abolió la circuncisión  que era un rito que le pertenecía al mundo judío y en su lugar instituyo el bautismo que es un rito que le pertenece a toda la humanidad; de la misma manera Jesús abolió la pascua que era un rito que le pertenecía solamente al mundo judío y que simbolizaba la liberación de la esclavitud de Egipto, y Jesús  instituyó la santa cena que es un rito que le pertenece a toda la humanidad, y que simboliza la liberación del pecado.

La santa cena tiene muchos objetivos,  entre un de esos objetivos podemos mencionar la humildad

24 Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.

El deseo de ser distinguido del resto de las personas en uno de los principios más radicales que podemos tener en nuestra naturaleza humana, por mucho que enterremos ó crucifiquemos ese deseo de superioridad, de un momento a otro revive en nosotros y se levanta en nuestras vidas con mucho poder.

El deseo de ser superior, lo encontramos en todos los lugares del mundo, lo encontramos también en nuestros núcleos familiares y también lo encontramos en nuestras iglesias.

El deseo de ser superior es más fuerte cuando nos encontramos en el tiempo atlético de nuestra juventud, ésta pasión a la superioridad se esconde sutilmente entre el amor a los placeres que afecta a nuestra juventud, y más tarde se vuelve a esconder entre el amor a los bienes y pertenencias que afectan nuestra vejez.

El deseo de la superioridad ha causado muchos estragos en la humanidad, guerras se han despertado por ésta pasión, se han creados instituciones opresivas, el corazón de los hombres se ha envenenado y la humanidad entera ha sufrido en manos de aquellos que son ó que se creen superiores.

Los discípulos no estaban libres de éste mal, ellos no habían entendido la naturaleza del reino de Cristo, y sus corazones estaban aún llenos de las ambiciones que caracterizan a los habitantes de éste mundo. 

No habían comprendido que los honores en el reino de Dios, se obtienen por ser fiel a Dios y al evangelio en momentos de dificultades en éste mundo,  no habían comprendido que la grandeza en el reino de Cristo consistía en la humildad y servidumbre para con nuestro prójimo, aquí en la tierra.

Dios nos vuelve a recordar en nuestros días modernos, que la grandeza en el reino de los cielos consiste cuando nos conducimos con humildad y mansedumbre aquí en la tierra, y cuando tenemos una vida de servicio hacia nuestro prójimo.

La santa cena también es para recordar el sacrificio mas noble y grande que ha habido en toda la historia del universo

No podemos traer de regreso a la vida a ese niño, o a esa persona amada que la muerte nos arrebató tiempo atrás, muchas veces un pequeño recuerdo de ellos, los hace volver a nuestros pensamientos tan fácilmente; una foto, una vestimenta, una pálida flor, una nota vieja y desgastada escrita por ellos, nos hace recordar con amor  delicado y con profunda tristeza a esa persona que perdimos en ésta vida. Para eso precisamente es la santa cena, para que nuestras lágrimas broten sin esfuerzo, recordando a Jesús muriendo en el calvario para nuestra redención, recordando a Jesús derramando su sangre voluntariamente para impartir-nos el perdón de nuestros pecados y entregarnos la salvación. Ese niño hermoso que le nació a María, que ella lo cuido con esmero, con amor materno, lo vio crecer, lo vio jugar, se deleitó en él, y que también sabía que lo iba a perder, por la profecías que se le habían hecho saber. ¿Que pensaría usted, si ese niño que tiene en sus brazos, que lo ama tanto, que lo cuida tanto, supiera que fue apartado desde la eternidad para ser muerto de una manera cruel?;  ¿Que pasaría si usted sabe lo que le va a ocurrir y usted no puede hacer nada por salvar a su bebe?; ¿Que pasaría si a usted le dijeran que su hijo tiene que morir para salvar al mundo?

Antes de tomar la santa cena se nos invita a examinarnos a nosotros mismos, hay tres preguntas fundamentales que nos tendríamos que hacer antes de tomar la santa cena: La primera es ¿Quién soy yo?; la segunda pregunta sería: ¿Que es lo que he hecho: y la tercera pregunta sería: ¿Que es lo que quiero?

El famoso predicador y sacerdote suizo San Bernardo,  constantemente se solía preguntar en latín: «¿Bernarde, ad quid Veniste?» ¿Bernardo a que vinisteis? Esta es una de las preguntas mas examinadoras que un hombre se puede hacer.

Pecamos cuando tomamos la santa cena, ignorantemente, irreverentemente, y descuidadamente.

Nuestra culpabilidad cuando tomamos la cena indignamente es despreciar el sacrificio de Jesús; negar su eficacia y volverlo a martirizar.

 Nuestro castigo cuando tomamos la santa cena indignamente es el castigo temporal de Dios y si persistimos es la condenación eterna. 
Nuestra solución es evitar la negligencia o abstinencia, examinarnos a nosotros mismos, arreglar nuestra situación tanto con Dios como con nuestro prójimo.

Antes de su conversión, Pablo se había considerado, “cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible” (Filipenses 3:6). Pero desde que cambiara de corazón, había adquirido un claro concepto de la misión del Salvador como Redentor de toda la especie, gentiles tanto como judíos, y había aprendido la diferencia entre una fe viva y un muerto formalismo. A la luz del Evangelio, los antiguos ritos y ceremonias confiados a Israel habían adquirido un nuevo y más profundo significado. Las cosas prefiguradas por ellos se habían producido, y los que vivían bajo la dispensación evangélica habían sido relevados de su observancia. Sin embargo, Pablo todavía guardaba tanto en el espíritu como en la letra, la inalterable ley divina de los diez mandamientos (Los hechos de los apóstoles, {HAp}, p. 154).

Al participar con sus discípulos del pan y del vino, Cristo se comprometió como su Redentor. Les confió el nuevo pacto, por medio del cual todos los que le reciben llegan a ser hijos de Dios, coherederos con Cristo. Por este pacto, venía a ser suya toda bendición que el cielo podía conceder para esta vida y la venidera. Este pacto había de ser ratificado por la sangre de Cristo. La administración del sacramento había de recordar a los discípulos el sacrificio infinito hecho por cada uno de ellos como parte del gran conjunto de la humanidad caída (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 613).

Ambos importantes sucesos tienen su peculiar conmemoración. Al participar del pan quebrantado y del fruto de la vid en la cena del Señor, recordamos su muerte hasta que él venga. Así se renuevan en nuestra memoria las escenas de su pasión y muerte. Conmemoramos la resurrección de Cristo al ser sepultados con él en el bautismo y levantarnos de la tumba líquida para vivir en novedad de vida a semejanza de su resurrección.

Se me mostró que la ley de Dios permanecerá inalterable por siempre y regirá en la nueva tierra por toda la eternidad. Cuando en la creación se echaron los cimientos de la tierra, los hijos de Dios contemplaron admirados la obra del Creador, y la hueste celestial prorrumpió en exclamaciones de júbilo. Entonces se echaron también los cimientos del sábado. Después de los seis días de la creación, Dios reposó el séptimo, de toda la obra que había hecho, y lo bendijo y santificó, porque en dicho día había reposado de toda su obra. El sábado fué instituído en el Edén antes de la caída, y lo observaron Adán y Eva y toda la hueste celestial. Dios reposó en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó. Vi que el sábado nunca será abolido, sino que los santos redimidos y toda la hueste angélica lo observarán eternamente en honra del gran Creador (Primeros escritos, {PE}, pp. 216, 217).

80


Viernes 11 de diciembre // Lección 11________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Como vimos, la Biblia enseña que el arcoíris es una señal de la promesa del pacto de Dios de que nunca destruirá la Tierra otra vez con agua. Es cierto, gracias a la ciencia, sabemos que un arcoíris ocurre cuando la luz del sol es refractada y reflejada en las gotas de agua, dispersando la luz en varios ángulos. La luz entra en una gota de lluvia en un punto, se refleja por detrás a otra gota, y sale de otra dándonos los colores que vemos. El poeta John Keats temió que la ciencia “destejiera un arcoíris”, pero aun si pudiéramos analizar, medir, predecir y cuantificar totalmente un arcoíris hasta el interior de cada fotón y la profundidad de cada “quark”, ¿qué demostraría eso fuera de que entendemos mejor las leyes naturales que Dios usó para crear las señales de la promesa del Pacto? La ciencia podría un día ser capaz de explicar todo lo relacionado con la construcción de un arcoíris –hasta los 25 dígitos a la derecha del punto decimal−, pero nunca podrá explicar por qué es así.

Sin embargo, nosotros sabemos por qué. Porque Dios creó nuestro mundo de tal manera que cuando la luz del sol y la neblina están en una relación correcta, la neblina descompone la luz al refractarla y reflejarla en diferentes ángulos que crean las bandas de ondas electromagnéticas que, cuando llegan a nuestro ojo, imprimen la imagen de un arcoíris en nuestra mentes. Y Dios lo hizo (el “por qué” que la ciencia nunca puede explicar) para recordarnos su promesa, el Pacto, de que nunca volverá a destruir la Tierra con agua.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Cuáles son algunas otras verdades vitales, reveladas por la Biblia, que la ciencia nunca puede enseñarnos? En realidad ¿podrías alegar que las cosas más importantes que conocemos nunca podrán ser reveladas por la ciencia? Si es así, ¿qué verdades serían esas?
  2. En la clase, repasen las relaciones vitales que hay entre la fe y las obras en el plan de salvación. Es decir, ¿cuál es la función de la fe, y cuál es la de las obras, y cómo se relacionan con la experiencia cristiana?
  3. ¿Qué significa decir que la Ley está grabada en nuestros corazones? ¿De qué modo esta idea muestra la perpetuidad de la Ley, incluso bajo el Nuevo Pacto?

81


Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
Madrid, España 2015

10 pensamientos en “LECCIÓN 11 – EL PACTO – PARA EL 12 DE DICIEMBRE DE 2015

  1. Gracias mi hermano por las bendiciones recibidas por material tan importante, bendiciones para tu grupo de apoyo.atte Rigoberto Ocampo desde Colombia.

  2. Gracias por compartir el comentario de la lección están interesante que vez me edifica bendiciones mi estimado que cada día lo siga iluminando nuestro Dios para que siga ayudando a mucha gente!!!!

  3. Buen día d Dios Hno Tony Garcia, agradecido por la ayuda en las lecciones es de gran utilidad en la cual nos enfoca de una manera didáctica para compartir con los Hnos. Dios lo bendiga siga con esa fuerza espiritual atte Eduardo

  4. agradecida altamente por tus lecciones hmno Tony, y que el Espíritu Santo te siga dirigiendo, que Dios nos enseñe a obedecer para agradar a nuestro Padre celestial y nos de un corazón dispuesto a hacer su voluntad. bendiciones. hmna Gina- Barinas Venezuela

  5. Hno gracias Dios lo bendiga y feliz semana

  6. Querido Hermano Tony: Me gustaria saber donde se encuentra la cita de la Hna. White donde se refiere al «Angel de las bestias» que es el que registra los abusos a los animales.Gracias,Bendiciones!!!

    • La tendencia a causar dolor, ya sea a nuestros semejantes o a los animales, es satánica. Muchos creen que nunca será conocida su crueldad, porque las pobres bestias no la pueden revelar. Pero si los ojos de esos hombres pudieran abrirse como se abrieron los de Balaam, verían a un ángel de Dios de pie como testigo, para testificar contra ellos en las cortes celestiales. Elevan al cielo un registro, y vendrá el día cuando el juicio se pronunciará contra los que abusan de los seres creados por Dios.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 473 (1890). {2MCP 159.3}

    • A causa del pecado del hombre, “la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Romanos 8:22. Así cayeron los sufrimientos y la muerte no solamente sobre la raza humana, sino también sobre los animales. Le incumbe pues al hombre tratar de aligerar, en vez de aumentar, el peso del padecimiento que su transgresión ha impuesto a los seres creados por Dios. El que abusa de los animales porque los tiene en su poder, es un cobarde y un tirano. La tendencia a causar dolor, ya sea a nuestros semejantes o a los animales irracionales, es satánica. Muchos creen que nunca será conocida su crueldad, porque las pobres bestias no la pueden revelar. Pero si los ojos de esos hombres se abrieran como se abrieron los de Balaam, verían a un ángel de Dios de pie como testigo, para testificar contra ellos en las cortes celestiales. Asciende al cielo un registro, y vendrá el día cuando el juicio se pronunciará contra los que abusan de los seres creados por Dios. {PP 420.2}

  7. Querido Hno. Tony : Ha escuchado del experimento de la esperanza? Rudolf Bilz hizo un experimento con ratas de campo.Puso a una rata en un contenedor de agua con paredes lisas a manera de que fuera imposible escalar y tuviera que estar nadando.Alos 15 min la rata se ahogo y murio,no por el esfuerzo fisico sino por el stress. Despues tomo otra rata y tambien la puso en un contenedor en las mismas circunstancias,pero en esta ocasion a los 5 min de estar la rata nadando le puso una tablita y la rata pudo descansar de andar nadando al subirse a la tablita.Despues le quito la tablita y la rata fue capas de nadar por 80 horas!!!!.Imaginese si esto fue capas de hacer la esperanza en un animalito ,que sera con un ser humano.GRACIAS DOY A JESUCRISTO POR ESTA BENDITA ESPERANZA.

  8. Hnos nuestroDios misericordioso siempre está buscando al ser humano en diferente formas,algo en el transcurso del trimestre pude notarlo y al estudiar la lección del pacto veo a ese DIOS siempre intentando alcanzar al ser humano a toda la humanidad haciendo aún las cosas más fácil al enviar asu único hijo se despojó de todos los recursos de amor que él tiene para salvar al ser humano, es un Dios el cual veo tanto interés en salvarnos .
    Ahora Hnos queda de nosotros la respuesta que daremos a tanto amor tanta comprensión de parte de nuestro Dios amémonos de todo nuestro corazón él no se merece nuestra ingratitud porque quiere salvarnos. Ahora a nosotros de la destrucion de este mundo?

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Escuela Sabatica Para Maestros

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo