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LECCIÓN 8 – PEDRO Y LA ROCA – PARA EL 21 DE MAYO DE 2016

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«Jesús Entregando las Llaves a Pedro» Pietro Perugino (1450-1523) Italia


 Los pensamientos pertenecientes a “Escuela Sabática para Maestros” no representan la postura oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día local, regional o mundial. Este es el trabajo,  esfuerzo y pensamiento de un hermano laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo principal objetivo es proveer extra información a la Lección de Escuela Sabática, para que le sea de ayuda al maestro para poder entender y explicar de una manera mas clara y nutrida la lección de Escuela Sabática. Tratamos de no presentar temas controversia-les, ni polémicos y evitamos las ideas que promueven el fanatismo y el extremismo en nuestra iglesia. Si nuestro comentario no es de su ayuda o de su agrado, le pedimos por favor, que sencillamente lo descarte. Cualquier comentario, pregunta o sugerencia, por favor escriba a elhermanotony@gmail.com


Letra Negra: Lección de Escuela Sabática

Letra Ocre: Lección de Escuela Sabática 

Letra Roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Lección 8: Para el 21 de mayo de 2016

PEDRO Y LA ROCA

Sábado 14 de mayo________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 4:4; Hebreos 7:26; Mateo 16:13-20; Efesios 2:20; Mateo 16:21-27; 17:1-9.

PARA MEMORIZAR:
 “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mat. 16:15).

“DESDE ENTONCES, COMENZÓ JESÚS a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día” (Mat. 16:21).

El Nuevo Testamento es claro: Jesús tenía que morir. Al afrontar la sombra amenazante de la Cruz, Jesús oró: “Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora” (Juan 12:27). Este era el plan divino, concebido en la mente de Dios, aun “desde antes del principio de los siglos” (Tito 1:2; ver también 2 Tim. 1:9).

Por eso Jesús no dijo, sencillamente, que sufriría muchas cosas, moriría y resucitaría al tercer día; dijo que era necesario que afrontara esas cosas. Dada la naturaleza de Dios, la santidad de la Ley y la realidad del libre albedrío, su muerte era la única manera en la que la humanidad podría salvarse de la penalidad de la transgresión.

Esta semana veremos más de la historia de Jesús, aunque nos concentraremos en Pedro y el modo en que respondió al ministerio de Jesús, mientras este marchaba hacia la muerte planeada desde “antes de la creación” (NVI).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Satanás y sus ángeles cegaron los ojos y ofuscaron la inteligencia de los judíos, excitando a los principales y a los gobernantes del pueblo para que le quitaran la vida al Salvador. Enviaron ministriles con orden de prenderlo; pero ellos, al verse en presencia de él, quedaron admirados de la simpatía y la compasión que lo embargaban frente al dolor humano. Lo oyeron animar con tiernas y amorosas palabras al débil y al afligido; y también lo oyeron impugnar con autorizada voz el poderío de Satanás y ordenar la emancipación de sus cautivos. Escucharon los ministriles las palabras de sabiduría que derramaban sus labios y, cautivados por ellas, no se atrevieron a echar mano de él…

Hasta entonces, la astucia y el odio de Satanás no habían desbaratado el plan de salvación. Se acercaba el tiempo en que iba a cumplirse el objeto por el cual había venido Jesús al mundo. Satanás y sus ángeles se reunieron en consulta y resolvieron incitar a la propia nación de Cristo a que clamase anhelosamente por la sangre de él y acumulase escarnio y crueldad sobre él, con la esperanza de que, resentido Jesús de semejante trato, no conservase su humildad y mansedumbre.

Mientras Satanás maquinaba sus planes, Jesús declaraba solícitamente a sus discípulos los sufrimientos por los cuales había de pasar: que sería crucificado y que resucitaría al tercer día. Pero el entendimiento de los discípulos parecía embotado, y no podían comprender lo que Jesús les decía (Primeros escritos, p. 161).

El fundamento del plan de salvación fue puesto con sacrificio. Jesús abandonó las cortes reales y se hizo pobre para que por su pobreza nosotros fuésemos enriquecidos. Todos los que participan de esta salvación, comprada para ellos a tan infinito precio por el Hijo de Dios, seguirán el ejemplo del verdadero Modelo. Cristo fue la principal piedra del ángulo y debemos edificar sobre este cimiento. Cada uno debe tener un espíritu de abnegación y sacrificio. La vida de Cristo en la tierra fue una vida de desinterés: se distinguió por la humillación y el sacrificio. ¿Y podrán los hombres, participantes de la gran salvación que Cristo vino a traerles del cielo, negarse a seguir a su Señor y compartir su abnegación y sacrificio? Dice Cristo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos”. “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto” (Juan 15:5, 2). El mismo principio vital, la savia que fluye a través de la vid, nutre los pámpanos para que florezcan y lleven fruto. ¿Es el siervo mayor que su Señor? ¿Practicará el Redentor del mundo la abnegación y el sacrificio por nosotros, y los miembros del cuerpo de Cristo se entregarán a la complacencia propia? La abnegación es una condición esencial del discipulado (Joyas de los testimonios, tomo 1, p. 366).

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Domingo 15 de mayo // Lección 8______________________

“TÚ ERES EL CRISTO”

Imagina lo que debió de haber significado para Pedro (había estado con Jesús casi desde el principio) presenciar un evento increíble tras otro: curaciones, expulsión de demonios, alimentación de multitudes, enseñanzas sorprendentes, control sobre la naturaleza, resurrección de muertos y el caminar junto con él sobre el agua. ¿Qué preguntas (como “¿Por qué permitió Jesús que Juan el Bautista tuviera un fin tan deshonroso?”) habrán estado en la mente de Pedro cuando veía cosas que nadie había visto jamás? Después de todo, Jesús era Dios en carne humana, y vivió y ministró a la humanidad en la carne (Gál. 4:4; Heb. 7:26; Isa. 9:6; Luc. 2:10, 11). Por eso, sus discípulos habrán tenido muchas experiencias singulares.

Lee Mateo 16:13 al 17. ¿Qué les preguntó Jesús a sus discípulos? ¿Qué significa que Pedro fuera, según el registro, el único que le respondió? ¿Por qué su respuesta es tan vital?

13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

La declaración de Pedro acerca de Jesús como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (vers. 16) es uno de los puntos más significativos en todas las Escrituras. Pedro lo llamó “el Cristo”, “el Ungido”, y con esta confesión estaba diciendo (correctamente) que Jesús era el Mesías, el que había venido en cumplimiento de las promesas del pacto hecho a Abraham; y luego, a Israel (ver Gál. 3:16).

Además, Pedro proclamó a Jesús como el Cristo en la región de Cesarea de Filipo. Esta era una región gentil. En días anteriores, Pedro había visto a Jesús ocuparse no solo de los judíos, sino también de los gentiles. Con la ayuda del Espíritu Santo, Pedro reconoció que Jesús era alguien mucho mayor que un profeta, como otros sugerían. Su ministerio se extendía mucho más allá que el de Juan el Bautista, de Elías o de Jeremías. En realidad, abarcaba a toda la humanidad; por eso, Jesús se llamó a sí mismo “Hijo del Hombre”, mostrando su identificación personal con todos los seres humanos. Pedro todavía tenía mucho que aprender acerca de Jesús, y de la plenitud y universalidad de lo que había venido a hacer.

¿Qué ha hecho Jesús en tu vida que podrías usar para testificar a otros? ¿Por qué siempre es bueno mantener estas cosas ante ti y compartirlas?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Habían dos ciudades llamadas Cesareas en los tiempos de Jesús; una de ellas se encontraba al frente del mar mediterráneo y era una ciudad que tenía un fino puerto, y es muchas veces mencionada en el Nuevo Testamento; y la otra ciudad se encontraba es la parte mas lejana del norte de la nación, y a ésta se le conocía como Cesarea de Filipo.

Cesarea de Filipo, estaba cerca de la cueva donde nacía el río Jordán y también a las faldas del monte Hermón. Ésta ciudad le pertenecía al mundo cananeo y ellos le llamaban Lesem de acuerdo a Josué 19:  47Y les faltó territorio a los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron a Lesem, y tomándola la hirieron a filo de espada, y tomaron posesión de ella y habitaron en ella; y llamaron a Lesem, Dan, del nombre de Dan su padre.

La tribu de Dan, conquistó la ciudad y le cambió el nombre a Dan. Mas tarde ésta ciudad fue conquistada por los reyes sirios, quienes bajo la influencia de la cultura y de la religión griega; le cambiaron el nombre a Panea, ya que dedicaron la ciudad a su dios “Pan” que era el mismo dios de los cananeos, comúnmente llamado “Baal”, que traducido al español sería “Satanás”

Herodes el grande construyó un templo en esa ciudad en honor a su jefe Augusto César. Cuando Herodes el grande murió, dejó su gigante reino dividido en cuatro partes, para que sus hijos reinaran.

A los hijos de Herodes el grande no se les llamaron “reyes” sino que “tetrarcas” y ésta parte norte de la nación le correspondió a Felipe el tetrarca.

Felipe vivía encantado con la belleza natural de Panea, por lo tanto la remodeló, la agrandó, la embelleció y le cambió nombre, le puso Cesarea en honor del emperador romano, y también le puso su nombre: “Filipo” para hacer diferencia de la otra ciudad también llamada “Cesarea”

Cesarea de Filipo, es uno de los lugares mas alejados al norte de la nación, que se registra que fue visitado por Cristo, durante su ministerio en ésta tierra.

Cesarea de Filipo, fue visitada por Cristo por varias razones; la primera razón era por la simpatía hacia el mundo pagano que vivía en la región, la segunda razón era para descansar un poco, de la interminable guerra de los escribas y fariseos de Jerusalén y de Capernaum, y la tercera razón era que la hermosa zona montañosa de Cesárea de Filipo, atraía a Jesús a la meditación y a la oración.

En Cesarea de Filipo, Jesús encontraba seguridad y refugio de los insultos y acechanzas de sus enemigos.

Fue en éste lugar del norte del país, que Jesús entabla una interesante conversación y también formula una de las preguntas mas interesantes que hizo Jesús en todo su ministerio a sus discípulos: 13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Benjamín Franklin hizo uno de los experimentos mas atrevidos que el hombre pudiera hacer. Mientras contemplaba la espesas nubes que se amontonaban en el cielo, elevaba su cometa de papel en medio de ellas, a la cual le había atado una pequeña cadena de metal. Dice la historia que mientras su cometa volaba en medio de las nubes, la ansiedad se había apoderado de él. Llegó el momento en que tenía que tocar la cadena con el revés de su mano, y esperar angustiosa-mente por la chispa electrónica que produciría el salvaje relámpago. Benjamín fue golpeado por una cantidad de electricidad muy baja, si la electricidad hubiera sido mas fuerte en ese momento, el filosofo hubiera encontrado la muerte inmediatamente. Este descubrimiento condujo al mundo científico al arte y a la ciencia de almacenar la energía, de éste experimento surgió lo que hoy comúnmente conocemos como las baterías.

Habían espesas nubes de dudas y confusión flotando en la comunidad, con respecto a Cristo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

Ninguna respuesta era certera, todo se veía empañado, borroso, incierto, y vago. Se necesitaba una luz clara, brillante y gloriosa en medio de las tinieblas, y esa luz la dio el Padre celestial a través de la respuesta de Pedro: 16Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Para los tiempos de Jesús existía en la sociedad judía la creencia de la “TRANSMIGRACIÓN” La transmigración es algo parecido a la reencarnación, la diferencia entre ellas es que la reencarnación es la continuación de la vida en cualquier otro ser viviente y esto incluye a los animales. Pero la transmigración es la misma reencarnación, pero solo entre humanos.

Los fariseos creían en la transmigración, y la incluían en sus enseñanzas. Para ellos los grande hombres del pasado, aun estaban en la existencia. Según los fariseos y la sociedad de esos días, en un momento de crisis o emergencia nacional, estos grandes profetas o reyes de la antigüedad, podían reencarnarse en el presente y terminar el trabajo que habían comenzado.

Herodes el tetrarca, creía que el cuerpo de Cristo era animado por el espíritu de Juan el Bautista, en otras palabras, Herodes creía en la transmigración, para Herodes Juan el Bautista se había reencarnado en Jesús, y es por eso, que una de las respuestas a la pregunta de Jesús, fue Juan el Bautista.

Además muchos creían que Jesús era Elías. Elías fue tomado al cielo sin ver la muerte, Elías fue uno de los grandes profetas de la antigüedad, él surgió en uno de los momentos mas críticos de la historia nacional hebrea.

Además el profeta Malaquías había anunciado que Elías reaparecería justo antes del gran día de Jehová; esto lo encontramos en Malaquías 4: 5 que dice : “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.” Esta fue otra de las respuestas que se le dio a Jesús, cuando el preguntó: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

La otra respuesta para la pregunta de Cristo fue Jeremías. Jeremías fue el último profeta de Judá, que estuvo activo cuando Judá fue aniquilada y conquistada por Nabucodonosor de Babilonia. De acuerdo a la tradición judía, ellos creían y creen hasta el día de hoy, que fue Jeremías el que tomó el arca del pacto y el altar del incienso que estaba en el templo, y lo escondió en algún lugar del monte Nebo. También los judíos tenían la idea de que el arca reaparecería, justo antes de la venida del Mesías.

Los judíos tenían ésta idea, por que se basaban en el libro apócrifo de 2 Macabeos 2, del 4 al 7 que dice: 4 Se dice también en estos escritos del pasado que el profeta Jeremías, obedeciendo a órdenes del Cielo, se hizo acompañar por el Arca de la Alianza con su toldo y fue al cerro donde Moisés había subido y desde el cual había contemplado la tierra prometida. 5 Allí Jeremías encontró una caverna; metió en ella el Arca, el toldo que la cubría y el altar del incienso y luego tapó la entrada con piedras. 6 Algunos de los que lo seguían volvieron para señalar el camino, pero ya no pudieron encontrarla. 7 Al saberlo, Jeremías se lo reprochó y añadió: «Este lugar quedará secreto hasta que Dios tenga compasión de su pueblo disperso y lo reúna. (no le estamos dando propaganda al libro de Macabeos, solo le ponemos ésta información para que descubramos el porqué de las respuestas de los judíos a la pregunta de Jesús)

Las cuatro repuestas que se le dieron a Jesús cuando el preguntó: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Fueron: Juan el bautista, Elías, Jeremías, o cualquier otro profeta. Estas respuestas denotan la altísima reputación que tenía Jesús entre el mundo judío, pero a pesar de todo nadie estaba dispuesto a reconocerlo como el Mesías.

A pesar del maravilloso trabajo de Jesús, de sus palabras y de sus milagros, la gente solo lo reconocía como un excelente trabajador y el posible precursor del Mesías.

La Biblia había anunciado a Juan que aparecería antes de Cristo, también Elías fue anunciado que aparecería antes de Jehová, y Jeremías se creía que aparecería antes de el Mesías.

Los judíos que creían en la transmigración, creían que Juan, Elías o Jeremías habían resucitado en  Jesús, y es por eso que a Jesús le daban cualquier nombre, ya sea el de Juan, el de Elías, el de Jeremías o el de cualquier otro profeta, pero nunca le dieron el nombre del Mesías, ellos nunca pudieron aceptar a Jesús como el Mesías.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

[Jesús] Iba a hablarles de los sufrimientos que le aguardaban. Pero primero se apartó solo y rogó a Dios que sus corazones fuesen preparados para recibir sus palabras. Al reunírseles, no les comunicó en seguida lo que deseaba impartirles. Antes de hacerlo, les dio una oportunidad de confesar su fe en él para que pudiesen ser fortalecidos para la prueba venidera. Preguntó: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”

Con tristeza, los discípulos se vieron obligados a confesar que Israel no había sabido reconocer a su Mesías. En verdad, al ver sus milagros, algunos le habían declarado Hijo de David. Las multitudes que habían sido alimentadas en Betsaida habían deseado proclamarle rey de Israel. Muchos estaban listos para aceptarle como profeta; pero no creían que fuese el Mesías.

Jesús hizo entonces una segunda pregunta relacionada con los discípulos mismos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy?” Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

Desde el principio, Pedro había creído que Jesús era el Mesías. Muchos otros que habían sido convencidos por la predicación de Juan el Bautista y que habían aceptado a Cristo, empezaron a dudar en cuanto a la misión de Juan cuando fue encarcelado y ejecutado; y ahora dudaban que Jesús fuese el Mesías a quien habían esperado tanto tiempo. Muchos de los discípulos que habían esperado ardientemente que Jesús ocupase el trono de David, le dejaron cuando percibieron que no tenía tal intención. Pero Pedro y sus compañeros no se desviaron de su fidelidad. El curso vacilante de aquellos que ayer le alababan y hoy le condenaban no destruyó la fe del verdadero seguidor del Salvador. Pedro declaró: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Él no esperó que los honores regios coronasen a su Señor, sino que le aceptó en su humillación (El Deseado de todas las gentes, p. 379).

Se necesitan obreros tanto en este país como en el extranjero. En nuestro vecindario hay una obra que realizar que muchos descuidan extrañamente. Todos los que han gustado “la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero” (Hebreos 6:5) tienen un trabajo que hacer en sus propios hogares y entre los vecinos. Se debe proclamar el evangelio de salvación entre las gentes. Toda persona que ha sentido el poder de Cristo en su corazón se transforma en un misionero. A los amigos se les debe hablar del amor de Dios. Cada uno puede anunciar dentro de su propia iglesia lo que el Señor significa para él: su Salvador personal; este testimonio, presentado con sencillez, será de mayor provecho que el más elocuente discurso. Además hay una gran obra que hacer, en tratar a los demás con justicia y en humillarse para andar delante del Señor. Los que trabajan dentro de su propio ambiente están ganando una experiencia que los capacitará para llevar a cabo mayores responsabilidades. El trabajo misionero que se hace en el país donde uno vive, prepara al cristiano para la realización de una obra mayor en el extranjero (Consejos sobre la salud, pp. 32, 33).

Al entrar en un nuevo año, hazlo con la ferviente resolución de dirigirte hacia adelante y hacia arriba. Sea tu vida más elevada y más exaltada de lo que jamás ha sido. Proponte no buscar tu propio interés y placer, sino hacer progresar la causa de tu Redentor. No permanezcas en una posición donde necesites ayuda, donde otros tengan que guardarte para conservarte en el camino estrecho. Puedes ser fuerte para ejercer en otros una influencia santificadora. Puedes hallarte donde el interés de tu alma se despierte para hacer bien a otros, para consolar a los entristecidos, fortalecer a los débiles y dar tu testimonio por Cristo siempre que se presente la oportunidad. Ten por blanco honrar a Dios en todo, siempre y por doquiera. Entreteje tu religión en todo. Sé cabal en cuanto emprendas… Sea para gloria de Dios cada resolución que tomes, cada trabajo que emprendas, cada placer que disfrutes. Sea éste el lenguaje de tu corazón: Yo soy tuyo, oh Dios, para vivir por ti, trabajar para ti y sufrir por ti (Joyas de los testimonios, tomo 1, pp. 237, 238).

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Lección 8 // Lunes 16 de mayo________________________

“SOBRE ESTA ROCA”

Inmediatamente después de que Pedro hizo la valiente confesión de fe en Jesús como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Jesús dijo algo en respuesta a Pedro.

Lee Mateo 16:17 al 20. ¿Qué le dijo Jesús a Pedro, y de qué modo debemos comprender lo que eso significaba?

17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.

La frase “sobre esta roca” ha sido controversial en la iglesia cristiana. Los católicos interpretan la “roca” como Pedro mismo, alegando que Pedro fue el primer Papa. Sin embargo, los protestantes, con buena razón, rechazan esta interpretación.

El peso bíblico de la evidencia se inclina claramente en favor de la idea de que la Roca es Cristo mismo, y no Pedro.

Primero de todo, en unos pocos lugares, Pedro se refiere a Jesús, y no a sí mismo, con imágenes de rocas (ver Hech. 4:8-12; 1 Ped. 2:4-8).

Segundo, en toda la Biblia se encuentra la imagen de Dios y de Cristo como una roca; en contraste, a los humanos se los describe como débiles y no confiables. “Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo” (Sal. 103:14). “No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación” (Sal. 146:3). Como también escribió Juan acerca de Jesús: “Y [Jesús] no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre” (Juan 2:25). Y él sabía, también, lo que había en Pedro (Mat. 26:34).

En contraste, ¿qué nos indican estos textos acerca de quién es realmente la Roca y sobre quién está edificada la iglesia? (1 Cor. 10:4; Mat. 7:24, 25; Efe. 2:20).

y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo (1 Corintios 10).

24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca (Mateo 7).

20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, (Efesios 2).

“Cuán débil parecía la iglesia cuando Cristo pronunció estas palabras. Se componía apenas de un puñado de creyentes contra quienes se dirigía todo el poder de los demonios y de los hombres malos; sin embargo, los discípulos de Cristo no debían temer. Edificados sobre la Roca de su fortaleza, no podían ser derribados” (DTG 381).

¿Cuál ha sido tu propia experiencia con respecto a la falibilidad y debilidad de los seres humanos? ¿De qué manera puedes usar estas experiencias para ayudarte a depender solamente de la Roca?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

La iglesia de Cristo es una comunidad de hombres libres. No hay esclavos en la iglesia, ni criminales, ni extraños. Es una comunidad que se reúne con propósitos religiosos y libremente.

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia” Esta frase bíblica, es una de las frases bíblicas que la iglesia católica le ha hecho mas publicidad alrededor del mundo. A parte de ser una de las frases mas populares, también es una de las frases mas corrompidas, que la iglesia católica ha enseñado deliberadamente por muchos siglos, alrededor del mundo.

Ellos dicen que el primer papa de la iglesia católica fue Pedro, y a partir de Pedro han formado una línea ininterrumpida de “papas” que por supuesto es una mentira y una contradicción para la iglesia, ya que la iglesia surge después del emperador Constantino, hasta el tercer siglo después de Cristo. El emperador Constantino unió el cristianismo con el paganismo y el resultado fue el catolicismo.

De acuerdo al “Annuario Pontificio” ésta es la lista de papas en forma cronológica en el siglo I :

  • “San Pedro,” del año 32 al 67
  • “San Lino,” del año 67 al 76
  • “San Anacleto,” del año 76 al 88
  • “San Clemente I,” del año 88 al 97
  • “San Evaristo,” del año 97 al 105

Todos los primeros papas, que supuestamente existieron antes del emperador Constantino, fueron persona de información muy obscuras, es decir la información que hay de ellos, es demasiada limitada.

Vamos a tirar por el suelo con la Biblia en la mano, la información de la iglesia católica, en la que ellos aseguran que Pedro fue el primer pontífice de Roma, ordenado por Jesús:

1-Pablo fue el apóstol de los gentiles, mientras que Pedro fue el apóstol de la circuncisión .

7Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la in-circuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), Galatas 2

y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. Gálatas 2

11 del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. 2 Timoteo 1

En estos tres textos, se aclara específicamente que el evangelio a los gentiles, sería predicado por Pablo, y que Pedro predicaría el evangelio a los judíos. Por lo tanto es contradictorio bíblica-mente hablando, la posición de la iglesia católica, cuando dicen que Jesucristo nombró a Pedro como el primer pontífice de Roma. Si la iglesia católica dijera que Pablo fue el primer “papa” posiblemente su teoría fuera mas creíble, ya que Pablo fue el encargado de llevar el evangelio a los gentiles, él estuvo en Roma y además él confirmo la iglesia cristiana romana.

2-Pablo anuncia a los de Roma, en su epístola a los Romanos, (valga la redundancia) que él es el encargado por Dios, de impartirles el evangelio:

15Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada 16para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. Romanos 15

3-Fue Pablo quien confirmó la iglesia de “CRISTIANA” de Roma y no Pedro:

10rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros. 11Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; Romanos 1

A través de la confirmación, Pablo establece la primera “Iglesia Cristiana” en Roma. Ni Pablo, ni Pedro establecieron la iglesia Católica Apostólica Romana, fue solamente Pablo quien estableció la “Iglesia Cristiana” en Roma. Hay que tomar en cuenta que Pablo hizo el viaje para establecer la “Iglesia Cristiana” de Roma, por el año 56 DC, y también hay que recordar que de acuerdo a los católicos Pedro ejerció su pontificio en Roma por el año 32 al 67, DC. Los católicos tiene un problema de fechas que resolver, para que su enseñanza tenga validez.

4-Pablo no fundaba iglesias donde el evangelio ya había sido predicado, esto lo dijo en la carta que les mandó a los cristianos de Roma:

20Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, 21 sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán. Romanos 15

Si pedro hubiera establecido la iglesia en Roma en el año 32, ésta declaración que hizo Pablo años mas tarde, hubiera creado discordia entre ellos dos.

5- Al final de la epístola de los Romanos, Pablo saluda a los principales de Roma, esto fue por el año 56, y no menciona a Pedro en esa lista, y es simple y sencillamente por que Pedro no estaba allí.

 6-Por el año 59, cuando Pablo regresó a Roma ya cautivo, dice que la iglesia lo salió a recibir muchos kilómetros antes de llegar a Roma, además unos días mas tarde Pablo convoca a los principales de los judíos en Roma, y a Pedro no se le menciona, y es por que Pedro no estaba allí.

15de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. 16Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase. 17Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; Hechos 28

7-Despues que Pablo llegó a Roma como prisionero, estuvo dos años viviendo en una casa, y allí escribió las epístolas a los Efesios, Filipenses, Colosenses, Filemón y Hebreos; en esas epístolas Pablo menciona a aquellos que constantemente le acompañaron, pero entre ellos nunca menciona a Pedro, y es por que el discípulo de los judíos, nunca estuvo en Roma. Pablo es claro cuando dijo: “11 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.” 2 Timoteo 4: 11

8-Pablo fue liberado de su primera prisión, pero por el año 65 fue llevado prisionero de nuevo a Roma, y esto es lo que él dice del primer juicio que le celebraron en ésta ocasión: 16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. 2 Timoteo 4

Si Pedro hubiera estado en Roma, entonces Pedro también abandonó a Pablo en su juicio, eso se hubiera catalogado como una segunda negación a Cristo. Pero no es así, la mala noticia para la iglesia católica es que Pedro nunca estuvo en Roma antes del año 65.

De acuerdo a la iglesia católica, Pedro fue el papa de roma desde el año 32 al 67, la pregunta es: ¿A dónde estuvo Pedro desde el año 32 al 67?

Los primeros años después de la ascensión de Cristo, Pedro estuvo constantemente viajando por toda Palestina, predicando el evangelio. Por el año 45 encontramos que Pedro fue metido en prisión en Jerusalén, esto es de acuerdo a Hechos 12; en el año 49 podemos encontrar a Pedro todavía en Jerusalén, para ésta fecha estuvo atendiendo el concilio de Jerusalén; para el año 51 lo podemos encontrar en Antioquía, y para el año 66 estaba en Babilonia de acuerdo a 1 Pedro 5: 13. ¿Que andaba hacienda Pedro en Babilonia? Predicando a todos los judíos que habían quedado en Mesopotamia, se cree que en Mesopotamia había la misma cantidad de judíos que tenia Palestina. Los católicos han tomado el nombre de Babilonia como Roma, y esto es de acuerdo al libro de Apocalipsis donde a Roma se le llama Babilonia, no se puede tomar como profecía, un párrafo de la Biblia que es historia.

Mientras la iglesia católica enseña que Pedro fue el primer papa de Roma, desde el año 32 al 67, la Biblia enseña todo lo contrario.

Ahora queda la pregunta: ¿Estuvo alguna vez Pedro en Roma? La respuesta es si, y esto es de acuerdo al espíritu de profecía.

Pedro llegó a Roma, solo a morir, Nerón condenó a la muerte tanto a Pablo como a Pedro.

Pablo fue condenado por Nerón por haber convertido al cristianismo a muchos de la gente distinguida de Roma, incluyendo miembros de la familia imperial, y también el mismo Nerón condenó a muerte a Pedro, Nerón estaba enojado con Pedro, por que Pedro lo quito los poderes de magia a Simón el mago, magia que él la patrocinaba y que también la disfrutaba mucho.

En torno de la época del segundo arresto de Pablo, Pedro también fue detenido y enviado a prisión. Se había hecho especialmente odioso para las autoridades por su celo y su éxito al exponer los engaños y al derrotar las maquinaciones de Simón el mago, que lo había seguido a Roma para oponérsele y obstaculizar la obra del Evangelio. Nerón creía en la magia y había patrocinado a Simón. Estaba por lo tanto sumamente enojado con el apóstol, y por eso dio la orden de que se lo detuviera. {Historia de la Redención 330.2}

La providencia de Dios permitió que Pedro acabase su ministerio en Roma, donde el emperador Nerón le mandó prender en los días en que fué preso Pablo. Así los dos veteranos apóstoles, durante tantos años separados, iban a dar su postrer testimonio por Cristo en la metrópoli del mundo, y derramar su sangre como semilla de una copiosa cosecha de santos y mártires. {HAp 428.3}

La mala voluntad del emperador hacia Pablo subió de punto por el hecho de que algunos miembros de la familia imperial, como asimismo otras personas distinguidas, se habían convertido al cristianismo durante su primera prisión. Por eso contribuyó a que su segundo encarcelamiento fuera mucho más severo que el primero, le dio muy poca oportunidad de predicar el Evangelio y decidió terminar con esa vida tan pronto como pudiera encontrar un pretexto plausible para hacerlo. La mente de Nerón fue tan impresionada por la fuerza de las palabras del apóstol en su último juicio que postergó la decisión acerca del caso sin dejarlo en libertad ni condenarlo. Pero la sentencia sólo fue diferida. No pasó mucho tiempo hasta que se dio a conocer la decisión que destinaba a Pablo a ocupar la tumba de un mártir. Puesto que era ciudadano romano, no podía ser sujeto a tortura, y por lo tanto se lo sentenció a ser decapitado. {HR 330.3}

Pedro, judío y extranjero, fue condenado a ser azotado y crucificado. Mientras esperaba su temible muerte, el apóstol recordó su gran pecado al negar a Jesús en la hora de su prueba, y su único pensamiento era que no era digno del inmenso honor de morir tal como murió su Maestro. Se había arrepentido sinceramente de su pecado, y Cristo se lo había perdonado, lo que queda de manifiesto por la importante comisión que le dio de alimentar a las ovejas y los corderos del rebaño. Pero él mismo nunca se pudo perdonar. Ni siquiera el pensamiento de las agonías de la última terrible escena podían aminorar la amargura de su pesar y su arrepentimiento. Como un último favor solicitó a sus verdugos que lo clavaran en la cruz cabeza abajo. Se le concedió lo que pedía y así murió el gran apóstol Pedro. {HR 331.1}

19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

“19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos…”

De acuerdo al espíritu de profecía, las llaves del reino de los cielos representa la Palabra de Cristo, Jesucristo mismo dice que la llave que da acceso al reino de los cielos, es la llave del conocimiento: 52 ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis. Lucas 11

También Jesús dice que sus palabras son vida: 63El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6

Por lo tanto las llaves del reino de los cielos, es la Palabra de Dios y esa ha sido entregada a todos los del mundo. Todo aquel que tiene una Biblia en su mano, tiene las llaves del reino de los cielos, si desea entrar al reino de los cielos, lo que necesita hacer es simplemente usar su llave.

“…y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”

La iglesia católica sostiene y cree que atar y desatar significa que la iglesia tiene que dictar sobre la conciencia de los hombres, las cosas que se pueden hacer y las cosa que no se pueden hacer. Eso no es lo que Dios está tratando de decir en éste texto, ya que el mismo Dios dejó el “libre albedrío” para que nosotros lo ejerciéramos.

“Atar y desatar” le da el derecho a la iglesia solamente de atar lo que ya está atado en el cielo, o desatar lo que ya está desatado en el cielo, dicho en otras palabras “atar y desatar” es el derecho que tiene la iglesia de exigir o de prohibir esa cosas que el cielo estipula a través de la Biblia con toda claridad. Ir mas allá de esto, es un cambio de autoridad, es quitar a Dios y poner al hombre en su lugar, y eso nunca ha sido aprobado por el cielo, ni lo es, ni lo será jamás. “En asuntos de conciencia no hay mayoría”

Este es el escudo papal, donde podemos comprender, como ellos han interpretado de mal, el texto que estamos estudiando. Esto los ha llevado a abuso de poder, a abusos de conciencia, a perseguir y cometer crímenes en contra de la humanidad.

Dos llaves: Una llave de oro y una de plata que son las las llaves dadas por Cristo a Pedro, para atar y desatar.

Tres coronas: La Primera corona representa al papa como «Padre de todos lo reyes»; la segunda corona lo representa como «Gobernador del Mundo»; y la tercera corona lo representa como «Vicario de Cristo»

El globo donde descansan las tres coronas y la cruz de arriba representa la supremacía de Cristo.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Mirándolos con piedad, el Salvador continuó: “¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, ésta fue hecha por cabeza de esquina: por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos? Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que haga los frutos de él. Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzara”.

Los judíos habían repetido a menudo esta profecía en las sinagogas aplicándola al Mesías venidero. Cristo era la piedra del ángulo de la dispensación judaica y de todo el plan de la salvación. Los edificadores judíos, los sacerdotes y gobernantes de Israel, estaban rechazando ahora esta piedra fundamental. El Salvador les llamó la atención a las profecías que debían mostrarles su peligro. Por todos los medios a su alcance procuró exponerles la naturaleza de la acción que estaban por realizar (El Deseado de todas las gentes, p. 548).

El Salvador no confió la obra del evangelio a Pedro individualmente. En una ocasión ulterior, repitiendo las palabras que fueron dichas a Pedro, las aplicó directamente a la iglesia. Y lo mismo fue dicho en substancia también a los doce como representantes del cuerpo de creyentes. Si Jesús hubiese delegado en uno de los discípulos alguna autoridad especial sobre los demás, no los encontraríamos contendiendo con tanta frecuencia acerca de quién sería el mayor. Se habrían sometido al deseo de su Maestro y habrían honrado a aquel a quien él hubiese elegido.

En vez de nombrar a uno como su cabeza, Cristo dijo de los discípulos: “No queráis ser llamados Rabbí”; “ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo”.

“Cristo es la cabeza de todo varón”. Dios, quien puso todas las cosas bajo los pies del Salvador, “diólo por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que hinche todas las cosas en todos”. La iglesia está edificada sobre Cristo como su fundamento; ha de obedecer a Cristo como su cabeza (El Deseado de todas las gentes, p. 382).

Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No podéis agobiarle ni cansarlo. El que tiene contados los cabellos de vuestra cabeza, no es indiferente a las necesidades de sus hijos… Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos y gobierna todos los asuntos del universo. Ninguna cosa que de alguna manera afecta nuestra paz es tan pequeña que él no la note. No hay en nuestra experiencia ningún pasaje tan oscuro que él no pueda desenredar. Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre celestial esté al tanto de ello, sin que tome en ello un interés inmediato…

El Señor no le impone a nadie cargas demasiado pesadas. Calcula cada peso antes de permitir que se deposite sobre los corazones de sus colaboradores. A cada uno de sus obreros le dice nuestro Padre celestial: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará”. Que quien lleva cargas crea que el Señor puede llevarlas, sean grandes o pequeñas (La maravillosa gracia de Dios, p. 116).

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Martes 17 de mayo // Lección 8________________________

PEDRO COMO SATANÁS

Lee Mateo 16:21 al 23. ¿Por qué Jesús se puso duro con Pedro tan repentinamente?

El problema de Pedro no era que estaba tratando de proteger a Jesús, sino que estaba tratando de manejar a Jesús. Ya no estaba siguiendo a Jesús, sino que le estaba diciendo a Jesús que lo siguiera a él.

Jesús dijo: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!” (vers. 23), porque, como Satanás mismo en el desierto, Pedro había llegado a ser una amenaza para la misión de Cristo.

Marcos 8:33 nota que, durante este intercambio de palabras, Jesús se volvió y miró a sus discípulos. Él había venido para salvarlos. No sería tentado a hacer otra cosa y, ciertamente, no por uno de sus propios discípulos, sin importar cuán bien intencionado ese discípulo pensara que era.

Aunque Simón Pedro había crecido en su andar, todavía estaba tratando de controlar las cosas, incluyendo a Jesús mismo. En este sentido, Pedro no era tan diferente de otro discípulo, Judas, que trataba de manejar a Jesús y de ejecutar sus propios planes según lo que él pensaba que el Mesías debía ser. Pero, a diferencia de Judas, Pedro se arrepintió profundamente, y estuvo dispuesto a ser disciplinado y perdonado.

Lee Mateo 16:24 al 27. ¿Qué quiso decir Jesús cuando afirmó: “Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (vers. 25)?

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

Vivimos en una cultura que nos dice que sigamos nuestros sueños, que sacrifiquemos todo por lo que queremos. Sin embargo, Jesús nos dice lo opuesto; nos invita a renunciar a nuestros sueños y a confiarlos a él. Pedro y los discípulos estaban aprendiendo gradualmente lo que es la verdadera fe. La verdadera fe no es la experiencia entusiasta de perseguir lo que más quieres; cuando dejas ir tus sueños, estás “perdiendo tu vida”. Y, al mismo tiempo, la estás encontrando.

¿Cuáles son algunas cosas que tuviste que perder a fin de seguir a Jesús? Tal vez en ese momento parecieron muy importantes, pero, mirando hacia atrás, ¿cómo las ves ahora?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

La aflicción es inevitable en el hombre. Cuando vivimos en ésta tierra y nos relacionamos con nuestros semejantes, la aflicción siempre está presente en nuestras vidas. Había una gran diferencia entre Jesús y sus discípulos terrenales, en la manera de como enfrentaban la aflicción .

Esta es la manera de cómo diferentes personas logran comprender o contemplar las aflicciones:

1-Para la persona despreocupada o disimulada, la aflicción es algo inevitable, la aflicción es simplemente una desgracia.

2-El orgulloso ve la aflicción como algo ajeno a él, y cree que nunca va a ser victima de la aflicción.

3-El supersticioso ve la aflicción como un castigo por los pecados.

4-El moralista ve la aflicción como algo necesario en la vida de los humanos.

5-Para el cristiano es a través de la aflicción que la sabiduría y la providencia divina, visita al humano.

21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.

“Desde entonces” ¿Desde cuál entonces? Desde que los discípulos confesaron que Jesús era el Mesías, desde ese entonces, Jesús comienza a preparar a sus discípulos para su muerte.

Pedro recibió del cielo una revelación especial, fue el Padre quien reveló a Pedro que Jesús era el Hijo de Dios; Pedro habló en nombre del resto de los discípulos y de allí en adelante Jesús comienza a preparar la mente de sus discípulos de todos los sufrimientos que tenía padecer y el tipo de muerte que Jesús tenía que enfrentar.

A ésta fecha la fe de los discípulos hacia Jesús, estaba mas establecida, si Jesús les hubiera explicado antes de ésta fecha sus sufrimientos y su muerte, lo único que Cristo hubiera conseguido en sus discípulos, hubiera sido la decepción y la deserción. También a ésta fecha los discípulos tenían una madurez espiritual mas profunda para comprender que el reino de Cristo no era un reino terrenal, como todos se lo imaginaban y querían. Ahora al Jesús explicarles de sus sufrimientos y de su muerte, estaba tratando de borrar de sus mentes, el pensamiento que Cristo establecería un reino terrenal.

Los discípulos tenían que estar conscientes que Jesús tenía que ir a Jerusalén para sufrir en manos de los fariseos, de los escribas, de los sacerdotes y del sanedrín; ya que ellos solamente reconocían a Jesús como un falso profeta; de ellos Jesús iba a recibir insultos, reproches, burlas, falsas acusaciones, calumnias, sería entregado por su mismo pueblo a los gentiles para ser juzgado, sería golpeado y finalmente crucificado.

Los discípulos tenían que estar conscientes que la muerte de Cristo no seria una muerte natural, ni accidental, sino que sería una muerte violenta, resultado de un juicio injusto hecho por las autoridades eclesiásticas y civiles de la nación. Dicho en otras palabras los discípulos tenían que saber que Jesús iba a ser “legalmente” asesinado. Todo esto tenía que ocurrir en la ciudad mas populosa y mas grande de la nación, esto tenía que suceder en Jerusalén, públicamente y escandalosamente, el mundo entero tenía que darse cuenta de la muerte de Jesús.

En medio de la perplejidad y la aflicción de los discípulos, también el consuelo estuvo presente, Jesús les aseguró a sus discípulos que el tercer día, sería día de resurrección. Fue en éste momento crucial en la vida de los apóstoles, que Jesús les lanzo el gran reto a ellos: “El que quiera venir en pos de mi, niéguese así mismo tome su cruz y sígame” Ese reto lo sigue lanzando Cristo, aun en nuestros días.

22Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

La misma mente y boca que hace unos momentos había sido usada por la inspiración divina, ahora fue usada por la inspiración demoníaca.

A Pedro se le olvido la distancia que tenía que guardar entre Dios y el hombre, entre el maestro y el alumno, por su consejo parecía que Pedro tenía mas sabiduría que su propio Maestro. Perplejo por la noticia que acababa de escuchar, Pedro sugirió a Jesús dejar perdida a toda la humanidad. Esa siempre fue la sugerencia y el deseo del diablo.

Pedro podía comprender que Jesús era el Hijo de Dios, pero no podía comprender los sufrimientos y la muerte de Jesús. Pedro después de ser altamente homenajeado por Jesús, ahora es altamente humillado por Jesús. Pedro que su nombre significa una piedra movediza, ahora se había convertido en una piedra de tropiezo, una piedra que hace caer. Pedro se estaba interponiendo en el camino de Jesús, se estaba interponiendo al calvario, se estaba interponiendo a la salvación del hombre. Jesús logró reconocer al diablo, ahora disfrazado de una manera mas peligrosa que nunca; no hay peores tentadores en nuestras vidas que nuestros propios amigos, esos amigos que siempre les importa mas nuestro bienestar terrenal y nuestras comodidades y placeres, que nuestro carácter.

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

El cristianismos nunca será apetecido por el mundo, ni nunca va a ser popular, ya que el cristianismo siempre nos está llamando a la negación y al sacrificio propio.

Cristo nos llama a través de la conciencia, a través de las enfermedades, a través de la muerte de nuestros amados, nos llama a través de su Palabra, nos llama a través de sus obreros. Todos aquellos que desean seguirlo tiene que tener una característica en común e indispensable: “Negarse así mismos”

¿Qué es negarse así mismos?

Algunos hombre tenemos diferentes apetitos, pasiones, deseos, y gratificaciones. Otros hombres poseemos deseos sensuales, padecemos de cólera y de arrebato, otros amamos el poder, el honor y las propiedades, a otros nos gustan las pompas y ostentaciones de éste mundo. Todas éstas cosas tiene que ser negadas o renunciadas, no estamos hablando de exterminarlas, sino que renunciar a ellas, como un patrón de vida y comportamiento en éste mundo; muchas de ellas son las que gobiernan nuestras vidas.

Hay una falsa creencia que la religión requiere que renunciemos a las pasiones, apetitos y deseos que nuestro mismo Dios ha implantado en nuestros seres.

Nuestra naturaleza humana es muy bella, lo que necesitamos hacer con estas cosas como la pasión, les deseos y los apetitos no es exterminarlas, sino someterlas a la plena voluntad de Dios. Todas estas cosas se convierten en virtudes del hombre, cuando son restringidas y gobernada por Dios.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El cuidado de Dios por su herencia es constante. No tolera que venga aflicción alguna sobre sus hijos, a no ser aquellas que son esenciales para su bienestar presente y eterno. Purificará a su iglesia, como Cristo purificó el templo durante su ministerio terrenal. Todo lo que el Señor trae sobre su pueblo en forma de prueba y aflicción es para que puedan adquirir una piedad más profunda y mayor fortaleza para llevar adelante los triunfos de la cruz.

Tiempo hubo en la experiencia de Pedro cuando no estaba dispuesto a ver la cruz en la obra de Cristo. Cuando el Salvador hizo saber a sus discípulos sus inminentes sufrimientos y muerte, Pedro exclamó: “Señor, ten compasión de ti: en ninguna manera esto te acontezca” (Mateo 16:22). La compasión hacia sí mismo, que no le permitía seguir a Cristo en el sufrimiento, sugirió su protesta. Fue para este discípulo una lección amarga, que aprendió lentamente, el saber que el camino de Cristo en la tierra pasaba por la agonía y la humillación. Pero en el calor del horno de las pruebas tuvo que aprender una lección. Ahora, cuando su cuerpo una vez activo estaba agobiado por el peso de los años y el trabajo, podía escribir: “Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese; antes bien gozaos de que sois participantes de las aflicciones de Cristo; para que también en la revelación de su gloria os gocéis en triunfo” (Los hechos de los apóstoles, pp. 418, 419).

Cristo declara: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24). Los que están vestidos con el traje de bodas, el manto de la justicia de Cristo, no dudarán acerca de si deben levantar la cruz y seguir en las pisadas del Salvador. Voluntariamente y con gozo obedecerán sus mandamientos. Las almas perecen lejos de Cristo. Cuán contradictorio, entonces, es todo esfuerzo que se realiza para conseguir puestos y riquezas. ¡Cuán débiles son los motivos que Satanás puede presentar, que el egoísmo y la ambición pueden proporcionar, en comparación con las lecciones que Cristo ha dado en su Palabra! ¡Cuán indigna es la recompensa que el mundo ofrece comparada con la que nos promete nuestro Padre celestial! (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 239).

Hay algunos que parecen estar siempre buscando la perla celestial. Pero no hacen una entrega total de sus malos hábitos. No mueren al yo para que Cristo viva en ellos. Por lo tanto no encuentran la perla preciosa. No han vencido la ambición no santificada y el amor a las atracciones mundanas. No toman la cruz y siguen a Cristo en el camino de la abnegación y de la renunciación propia. Casi cristianos, aunque todavía no totalmente, parecen estar cerca del reino de los cielos, pero no pueden entrar. Casi, pero no totalmente salvos, significa ser no casi sino totalmente perdidos (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 89, 90).

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Lección 8 // Miércoles 18 de mayo_____________________

UN POCO DE ÁNIMO DEL CIELO

Lee Mateo 17:1 al 9. ¿Qué sucedió aquí, y por qué era muy importante tanto para Jesús mismo como para sus discípulos?

1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.

Jesús “había morado entre el amor y la comunión del cielo; pero en el mundo que había creado se hallaba en la soledad. Ahora el Cielo había enviado sus mensajeros a Jesús; no ángeles, sino hombres que habían soportado sufrimientos y tristezas, y podían simpatizar con el Salvador en la prueba de su vida terrenal. Moisés y Elías habían sido colaboradores de Cristo. Habían compartido su anhelo de salvar a los hombres […]. Estos hombres, escogidos antes que cualquier ángel que rodease el Trono, habían venido para conversar con Jesús acerca de las escenas de sus sufrimientos, y para consolarlo con la seguridad de la simpatía del cielo. La esperanza del mundo, la salvación de todo ser humano, fue el tema de su entrevista” (DTG 391).

Cuán fascinante es que Jesús, el Hijo de Dios, en su humanidad tuviera la necesidad de consuelo y ánimo de estos hombres, quienes tuvieron su propia cuota de sufrimiento y desánimo. Lucas registra que ellos hablaron con él acerca de “su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén” (Luc. 9:31). Nota la palabra cumplir [“llevar a cabo”, NVI], una evidencia más de que la muerte de Jesús era necesaria para la salvación de la humanidad. Con tanto en juego, no es extraño que el Cielo viera la necesidad y los enviara para dar ánimo.

Además, sumado a todo lo que ellos ya habían visto y oído, Pedro, Santiago y Juan tuvieron aún más razones para creer. La voz que salió de la nube ciertamente debió ser animadora para ellos luego de que vencieron su temor inicial. También, qué revelador es que Mateo diga que Jesús “se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis” (Mat. 17:7). Aun en medio de todo lo que él estaba por afrontar, Jesús consuela y anima a sus discípulos.

No importa quién eres o cuán fuertes son tu fe y tu compromiso, en algún momento, todos necesitamos que nos animen. Esto también significa que alguien que conozcas puede tener necesidad de lo mismo. ¿A quién conoces a quien le puedes dar un poco de ánimo ahora mismo?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Lucas da un detalle que Mateo y Marcos no mencionan: Jesús subió al monte para orar, y tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago. Jesús se concentró en Jerusalén, y previó el sendero de sufrimiento que le esperaba. Jesús quería estar seguro de que hacía lo que Dios quería que hiciese. En esos momentos, la oración era la única manera de encontrar certeza y seguridad. El proceso de orar derramó gloria divina sobre Jesús: “La apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente” Lucas 9:29

El Jesús transfigurado conversaba con Moisés y Elías acerca de “su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén” La palabra partida puede entenderse como: su venidera muerte en Jerusalén (aunque la palabra utilizada, éxodos, no se usa a menudo para la muerte); pero, “partida” también puede ser el gran “éxodo” que Jesús estaba por realizar, el éxodo redentor que traería liberación del pecado.

La conversación de los tres concluyó con una voz de aprobación del Cielo: “Este es mi Hijo amado; a él oíd” La transfiguración ungió a Jesús con gloria, afirmó su calidad de Hijo y anunció que la redención le costaría la vida. De allí, la orden celestial a los discípulos: Oídlo a él.

Sin obediencia y lealtad exclusiva a él, no hay discipulado.

Elena de White dice que Moisés y Elías, “escogidos antes que cualquier ángel que rodease el trono, habían venido para conversar con Jesús acerca de las escenas de sus sufrimientos, y para consolarlo con la seguridad de la simpatía del Cielo. La esperanza del mundo, la salvación de todo ser humano, fue el tema de su entrevista” (DTG 391). Así, Jesús, que había consolado a tantos otros, encontró consuelo para sí mismo. ¿Qué nos dice esto acerca de cómo aún los más fuertes entre nosotros, nuestros dirigentes, maestros y conductores, pueden a veces necesitar ánimo y ayuda de otros? ¿A quién conoces que ahora mismo podría necesitar consuelo y ánimo?

Esta impresionante historia está dividida en dos partes en la vida ministerial de Cristo, sucedió cuando Jesús estaba a la mitad de su ministerio terrenal. Esta experiencia está conectada en pensamiento al bautismo de Jesús, por la voz de Dios que nuevamente se vuelve a escuchar desde el cielo, pero también está conectada a la muerte de Jesús, por la conversación que él sostiene con Moisés y Elías.

Jesucristo estaba acostumbrado a ir a la soledad de las montañas y comunicarse con Dios a través de la oración, estaba acostumbrado a pasar las noches enteras en devoción y también  a reunirse con seres celestiales en esos mismo lugares. Pero en ésta ocasión extremadamente importante, como lo fue la transfiguración, tomó con él, tres testigos humanos.  Jesús deseaba grabar en la mente de éstos tres, una escena que les serviría en sus ministerios como apóstoles, la transfiguración sería una experiencia que las mentes de Pedro, Santiago y Juan les sería difícil borrar por el resto de sus vidas; y ante el asalto de la duda, la incertidumbre y los problemas que enfrentarían en la vida espiritual, la transfiguración le recordaría que contemplaron a Jesús en su gloria divina y sus mentes serían disipadas de dudas e incertidumbres.

Una comunión con el cielo es sumamente necesitada por todos los discípulos para recordarnos que somos ciudadanos de la patria celestial. Una experiencia como la transfiguración hace ver insignificantes los sucesos de la tierra, los negocios y riquezas de la tierra, la enfermedad y la muerte, e inclusivo las guerras y los rumores de guerra, todas estas cosas solo nos ayudarían a contemplar las señales del Hijo del Hombre y su pronta venida.

¿Porqué Cristo escogió sólo tres de sus apóstoles? ¿Porqué no fueron los doce a presenciar la transfiguración? La respuestas nosotros no la sabemos. Solo podemos especular: probablemente Pedro, Santiago y Juan, eran más íntimos a Jesús que el resto de los demás, probablemente el compañerismo de ellos tres con Jesús era mas profundo, posiblemente ellos tres podían seguir a Jesús mas lejos que los demás, probablemente ellos tres necesitaban más preparación, probablemente estos tres amaban más a Jesús que el resto, o probablemente estos tres podían soportar más ó necesitaban más de Jesús.

No hay duda que Pedro, Santiago y Juan necesitaban una experiencia de ésta índole para entender el reino de Jesucristo, Pedro que protestó vehemente en contra de la cruz de Cristo y llegó hasta el extremo de usar la violencia en contra del siervo del sumo sacerdote; lo mismo Santiago y Juan que anhelaban sentarse uno a cada lado en el trono de Jesús; y además pidieron permiso para invocar fuego del cielo para destrucción, de la misma manera que lo hizo Elías.

Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. Interesante orden de Jesús para sus tres discípulos. Definitivamente a estos tres apóstoles se les concede una de las visiones más impresionantes que algún humano haya podido presenciar, sus mentes quedaron impresionadas y llenos de simpatía para los dos mundos, tanto el terrenal como el celestial, la escena les pudo haber dado el sentimiento que el cielo y la tierra eran dos mansiones juntas donde Dios residía y que la puerta a la mansión celestial estaba mas cercana de lo que cualquier persona se pudiera imaginar. Así como el Maestro regresaría a la compañía celestial, ellos también lo seguirían más tarde; la única indicación ó dirección para seguir a Jesús al cielo la acababa de dar el Padre: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd

El silencio de ésta visión se tenía que mantener hasta la resurrección de Cristo, cuando ellos fueran tentados a creer que la comunión con Cristo era una vaga idea y especialmente después de la ascensión de Cristo al cielo, ellos llegarían a comprender el significado de la transfiguración, cuando recordaran a Jesús y su ministerio aquí en la tierra, y la gloria que desplegó esa noche; gloria como la del Unigénito Hijo de Dios. Que hermoso mensaje que nosotros podemos comprender a través de la transfiguración; que Jesús el hijo de María y José es también el Cristo, el Ungido, El Mesías, el Hijo de Dios, nuestro Dios Salvador. ¡Toda la historia de Jesucristo es verdad!

ESPÍRITU DE PROFECÍA

La fe de los discípulos fue grandemente fortalecida en ocasión de la transfiguración, cuando se les permitió contemplar la gloria de Cristo y oír la voz del cielo atestiguando su carácter divino. Dios decidió dar a los seguidores de Jesús una prueba categórica de que era el Mesías prometido, para que en su acerbo pesar y chasco por su crucifixión, no perdiesen completamente su confianza. En ocasión de la transfiguración el Señor envió a Moisés y a Elias para que hablasen con Jesús acerca de su sufrimiento y su muerte. En vez de elegir ángeles para que conversasen con su Hijo, Dios escogió a quienes habían experimentado ellos mismos las pruebas de la tierra (Primeros escritos, p. 162).

Elías fue un símbolo de los santos que vivirán en la tierra en ocasión del segundo advenimiento de Cristo, y que serán “transformados, en un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta” (1 Corintios 15:51, 52), sin pasar por la muerte. Como representante de los que serán así trasladados, Elias, cuando se acercaba el fin del ministerio de Cristo en la tierra, tuvo ocasión de estar con Moisés al lado del Salvador sobre el monte de la transfiguración. En esos seres glorificados, los discípulos vieron en miniatura una representación del reino de los redimidos. Contemplaron a Jesús revestido de la luz del cielo; oyeron la “voz de la nube” (Lucas 9:35) que le reconocía como Hijo de Dios; vieron a Moisés, representante de los que serán resucitados de los muertos en ocasión del segundo advenimiento; y también estaba Elias, para representar a los que al final de la historia de esta tierra serán cambiados de seres mortales en inmortales y serán trasladados al cielo sin pasar por la muerte (Profetas y reyes, pp. 169, 170).

Los ángeles están atentos para oír qué clase de informe dais al mundo acerca de vuestro Señor. Conversad de Aquel que vive para interceder por nosotros ante el Padre. Esté la alabanza de Dios en vuestros labios y corazones cuando estrechéis la mano de un amigo. Esto atraerá sus pensamientos a Jesús.

Todos tenemos pruebas, aflicciones duras que sobrellevar y tentaciones fuertes que resistir. Pero no las contéis a los mortales, antes llevad todo a Dios en oración. Tengamos por regla el no proferir nunca palabras de duda o desaliento. Si hablamos palabras de santo gozo y de esperanza, podremos hacer mucho más para alumbrar el camino de otros y fortalecer sus esfuerzos.

Hay muchas almas valientes, en extremo acosadas por la tentación, casi a punto de desmayar en el conflicto que sostienen con ellas mismas y con las potencias del mal. No las desalentéis en su dura lucha. Alegradlas con palabras de valor, ricas en esperanza, que las impulsen por su camino. De este modo la luz de Cristo resplandecerá en vosotros. “Ninguno de nosotros vive para sí” (Romanos 14:7). Por vuestra influencia inconsciente pueden los demás ser alentados y fortalecidos o desanimados y apartados de Cristo y de la verdad (El camino a Cristo, p. 121).

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Jueves 19 de mayo // Lección 8________________________

JESÚS Y EL IMPUESTO DEL TEMPLO

Lee Mateo 17:24 al 27. ¿Qué sucede aquí, y qué nos dice esto acerca de Jesús?

24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25 El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.

Aunque se requería de todos los judíos que pagaran el impuesto del Templo, los sacerdotes, los levitas y los rabinos estaban exentos. Así, esta pregunta acerca de si Jesús había pagado el impuesto del Templo era también un desafío a su ministerio.

Elena de White escribe que Pedro perdió una oportunidad de testificar en esta ocasión acerca de la autoridad absoluta de Cristo. “Por su respuesta al cobrador, de que Jesús pagaría el tributo, sancionó virtualmente el falso concepto de él que estaban tratando de difundir los sacerdotes y los gobernantes […]. Si los sacerdotes y los levitas estaban exentos por su relación con el Templo, con cuánta más razón aquel para quien el Templo era la casa de su Padre” (DTG 400, 401).

Podemos aprender mucho de la respuesta de Jesús a Pedro. En lugar de humillarlo, Jesús suavemente le explica su error. Más aún, Jesús se adapta al camino que Pedro había tomado, de una manera muy creativa. En vez de, sencillamente, pagar el tributo –y con ello reconocer su obligación de hacerlo–, Jesús consiguió el dinero de otra parte: de la boca de un pez.

Este milagro es inusual; es la única vez que Jesús realiza un milagro aparentemente para su propio beneficio. Pero ese no era el propósito. En cambio, el milagro era una demostración, para todos, de la autoridad de Jesús no solo sobre el Templo, sino también sobre toda la creación. Desde un punto de vista humano, ¿podemos siquiera comenzar a comprender cómo pudo Jesús haber realizado este milagro? De todas las cosas que Pedro había visto, ¿puedes imaginarte lo que debió de haber pasado por su mente cuando arrojó la línea, capturó su primer pez y encontró la cantidad exacta que necesitaban para pagar el tributo del Templo? (Ver Isa. 40:13-17.)

Aunque no había necesidad de que Jesús y sus discípulos pagaran el tributo del Templo, Jesús hizo que lo pagaran de todas maneras, a fin de evitar una controversia innecesaria. ¿De qué forma podemos aprender a reducir situaciones agudas, especialmente sobre cosas que no son absolutas, a fin de evitar conflictos innecesarios?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

24Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 26Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 27Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.

En esta escena podemos descubrir muchas cosas importantes de Jesús

1-La pobreza de Jesús, ni una moneda en sus bolsillos, además de la pobreza descubrimos en Jesús, conformidad, resignación, benevolencia y liberalidad.

2-Su espíritu apacible, especialmente con aquellos que no tenían simpatía para él.

3-Su divinidad, la naturaleza se ajustaba a sus ordenes.

4-Su simpatía hacia las debilidades y la ignorancia de sus hermanos

5-Su integridad, pagaba todo lo que debía.

6-Su prudencia

7-Su conocimiento

La pregunta que le hicieron a Pedro, acerca de los impuestos de Jesús, era una pregunta capciosa. Ese tipo de pregunta capciosas, le hace mucho daño al corazón y también al intelecto del hombre. Cuando hacemos preguntas capciosas, estamos usamos el espíritu equivocado para obtener una verdad, cosa que ofende a Dios, y nos desestabiliza emocionalmente también.

La respuesta de Pedro, demuestra su carácter, nuevamente Pedro se abalanza a contestar una pregunta para salvar el honor de Jesús, y se olvido de tomar unos cuantos segundos para revisar la respuesta que estaba dando, en otras palabras; Pedro era experto para hablar sin pensar.

El impuesto que se le estaba cobrando a Pedro se le llamaba “doble dracma” que era un impuesto que servía para los gastos y mantenimiento del templo. Este impuesto era permitido por la ley de Moisés, y era muy aparte de los diezmos que daba el pueblo de Israel, y era considerada una ofrenda voluntaria. Esta ofrenda era usada para comprar los animales para el sacrificio diario, leña, harina, sal, incienso, y todas esas cosas que se necesitaban y se consumían en el templo.

El impuesto era voluntario, y esa era la razón de la pregunta a Pedro, ellos querían saber si Jesús tenía la costumbre de pagar su impuesto para el mantenimiento del templo. Ante tal pregunta, Pedro no dudo ningún momento en confirmar que Jesús tenía la costumbre de pagar todos los impuestos oficiales a la nación.

Jesucristo siempre estuvo enseñando lecciones de humildad a sus discípulos, en ésta ocasión la lección se tenia que poner en práctica. A pesar que Jesús estaba libre de las obligaciones del templo por ser una rabí, además de ser el Hijo de Dios, Jesús humildemente decidió pagar sus impuesto por medio de un milagro de la naturaleza.

27Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.

Los católicos toman éste versículo para apoyar a Pedro como el primer papa de Roma. Ellos hablan de la suma importancia del acto de Cristo, cuando él pagó solamente el impuesto de Pedro y su impuesto personal, sin pagar el impuesto de los demás discípulos. Esta acción de Cristo solamente para con Pedro, de acuerdo a los católicos, demuestra la supremacía de Pedro y ellos ponen a Pedro casi al mismo nivel de Jesucristo, ya que el interés de Jesús solamente fue Pedro y no por el resto de discípulos.

Los católicos se olvidan de dos asunto sumamente importantes: El primer punto es que Pedro era de Capernaún, lugar donde él vivía por lo tanto tenía que pagar sus impuestos al templo de su ciudad, y el segundo punto importante es que el impuesto solo fue cobrado a Jesús y a Pedro. Si el impuesto hubiera sido cobrado a todos los discípulos, sin ninguna duda, Jesucristo hubiera hecho el milagro para sus doce discípulos.

La lección importante que tenemos que aprender de ésta experiencia, es que muchas veces tenemos que sacrificar nuestros propios derechos, cuando no podemos conseguir esas cosas a las cuales tenemos derechos, sin hacer escándalo o daños al evangelio y a la iglesia. En otras palabras si al exigir nuestro derecho, vamos a formar un escándalo o le vamos a hacer daño a la iglesia o al evangelio, entonces demos nuestro brazo a torcer y cedamos nuestro derechos por el bien del evangelio y de la iglesia.

Nosotros nunca tenemos que ceder el derecho que es de Dios, pero si podemos ceder el derecho que es de nosotros, ceder ese derecho no es pecado.

Eso fue precisamente lo que hizo Jesús, él cedió su derecho, prefirió hacer un milagro y no un escándalo.

En el momento que Jesús hizo el milagro, el confirmó su inmunidad, con el milagro el mostró que era el Hijo de Dios, y por ser el Hijo de Dios, no estaba obligado a pagar el impuesto.

Este milagro nos recuerda la vieja historia inglesa, donde un rey ingles se perdió en el bosque. Un hombre campesino lo encontró, e inmediatamente tomó confianza con el rey y lo comenzó a tratar con familiaridad, de la misma manera que trataba a sus amigos, pero sin darse cuenta que era el rey de Inglaterra con quien estaba tratando. Cuando su séquito, sus nobles y sus caballeros lo encontraron, y se postraron ante el rey y lo saludaron muy reverente-mente, entonces el hombre tembló de miedo al darse cuenta de su gran error.

Lo mismo sucedió con Cristo, la ley y los poderes de la naturaleza se encontraron con Cristo y le hicieron homenaje y reverencia, testificando que Jesús era el soberano del mundo, y autenticaron al apóstol, como el siervo y mensajero de Cristo.

Jesús ordenó a Pedro, pescar no con red sino que con anzuelo y Pedro hizo caso, Jesús ordenó un pez para traer o conseguir la moneda perfecta y necesaria para cancelar la deuda, y el pez tuvo una obediencia perfecta al mandato de Dios. Esta experiencia también nos recuerda cuando Jesús hizo su entrada triunfal a Jerusalén y escogió un burro no amansado para cabalgar. El acto de haber elegido uno de los animales más bajo en el reino animal y también muy despreciado como lo es el burro para su entrada triunfal en Jerusalén, habla de la humildad de Cristo. Al mismo tiempo, el perfecto dominio que Jesús ejerció sobre el animal que aún no había sido entrenado y «en el cual ningún hombre ha montado jamás;» habla de su majestad y de su soberanía sobre la naturaleza. Cristo puede usar la naturaleza como a él le place, tiene dominio sobre toda la naturaleza entera, sobre los humanos, sobre los animales y sobre todas las cosas inanimadas.

Una de las cosa que llama la atención es que Jesús no andaba ni una moneda en sus bolsillos, pero cuando necesitó dinero, simplemente lo consiguió. El sabía donde estaba esa moneda, y también el sabía donde estaba cada moneda que el hombre había perdido en ésta tierra, desde la mas barata hasta la moneda de mas valor. En éste caso el ordena a un pez, traer la moneda necesaria a Pedro.

Hay millones en el mundo, incluyendo muchos hermanos de nuestra iglesia que juegan la lotería. Muchas de estas personas, incluyendo también a nuestros hermanos de la iglesia, llegan a tener la osadía de pedir la bendición de Dios, sobre el billete que están comprando.

Ellos creen que Dios puede hacer un milagro y proveerles una fortuna de la noche a la mañana, y ellos están completamente en lo cierto, porque Dios ya ha hecho éste tipo de milagro, la diferencia es que en el milagro, Dios provee solamente lo que el nombre necesita.

La mayoría de nosotros se nos a cruzado por la mente, o en mas de alguna ocasión nos hemos puesto a conversar de las grandes obras que haríamos si algún día nos sacáramos la lotería.

La Biblia y Dios nos invitan a para de soñar en codicias locas, ya que Dios nunca lo va a realizar.

Por su puesto que Dios sabe, todos los números premiados de la lotería y sería tan fácil para él, hacernos llegar ese billete de oro y depositarlo en nuestra mano, pero eso no va a suceder, por que el reino de Dios no trabaja de esa manera, ya Cristo nos dio un ejemplo en el milagros del pez, el que es el dueño del mundo y de las bastas riquezas de la tierra, que el hombre aun desconoce, solamente proveyó la moneda necesaria para suplir la necesidad.

¿Por qué Jesús no ordenó al pez, traer un gigante diamante del fondo del mar, en vez de la simple y barata moneda? Por que no era necesario, lo que se necesitaba era solamente la doble dracma, y la doble dracma trajo el pez. El verdadero milagro no consistió en el valor de la moneda, sino que en la obediencia de la naturaleza.

Este es un texto, para todos aquellos que gastan dinero en la lotería, si lo lee con calma, descubrirá que éste texto está en contra de la participación de la lotería:

6Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.

9Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;

10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 1 Timoteo 6

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Poco después de llegar a la ciudad, el cobrador del impuesto para el templo vino a Pedro preguntando: “¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?” Este tributo no era un impuesto civil, sino una contribución religiosa exigida anualmente a cada judío para el sostén del templo. El negarse a pagar el tributo sería considerado como deslealtad al templo, lo que era en la estima de los rabinos un pecado muy grave. La actitud del Salvador hacia las leyes rabínicas, y sus claras reprensiones a los defensores de la tradición, ofrecían un pretexto para acusarle de estar tratando de destruir el servicio del templo. Ahora sus enemigos vieron una oportunidad para desacreditarle. En el cobrador del tributo encontraron un aliado dispuesto.

Pedro vio en la pregunta del cobrador una insinuación de sospecha acerca de la lealtad de Cristo hacia el templo. Celoso del honor de su Maestro, contestó apresuradamente, sin consultarle, que Jesús pagaría el tributo (El Deseado de todas las gentes, p. 399).

Aunque Jesús demostró claramente que no se hallaba bajo la obligación de pagar tributo, no entró en controversia alguna con los judíos acerca del asunto; porque ellos hubieran interpretado mal sus palabras, y las habrían vuelto contra él. Antes que ofenderlos reteniendo el tributo, hizo aquello que no se le podía exigir con justicia. Esta lección iba a ser de gran valor para sus discípulos. Pronto se iban a realizar notables cambios en su relación con el servicio del templo, y Cristo les enseñó a no colocarse innecesariamente en antagonismo con el orden establecido. Hasta donde fuese posible, debían evitar el dar ocasión para que su fe fuese mal interpretada. Aunque los cristianos no han de sacrificar un solo principio de la verdad, deben evitar la controversia siempre que sea posible (El Deseado de todas las gentes, p. 401).

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Lección 8 // Viernes 20 de mayo_______________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: La historia de cómo Pedro obtuvo el dinero –la cantidad exacta– del primer pez que pescó es tan extraordinaria que algunos eruditos han tratado de eliminarla. Es solo un “cuento popular”, una historia aguda, nada más. Pero esa es una solución totalmente inadecuada. Claro, en contraste con las otras clases de milagros –por ejemplo, sanar enfermos, dar vista a ciegos, resucitar muertos, alimentar a los hambrientos–, este es de una naturaleza diferente. En la Biblia, además, tenemos una hacha que flota (2 Rey. 6:2-7); y un vellón mojado en suelo seco, y seco en suelo húmedo (Juec. 6:36-40). Por eso, no es de una naturaleza desconocida en la Escritura. ¿Por qué Jesús no le dio directamente el dinero a Pedro para pagar el tributo, en vez de hacer algo sorprendente a fin de resolver un problema pequeño? El texto no lo dice. Sin embargo, esto nos muestra el increíble poder de Dios, que no debe sorprendernos ya que vemos evidencias de lo increíble que es todo el tiempo. Nuestra existencia, aunque mucho más pequeña que el cosmos visible, es una manifestación asombrosa del poder de nuestro Dios. Si Dios pudo crear el cosmos, una moneda específica en la boca de un pez específico no era nada. Aunque escrito en un contexto diferente, Pablo lo presenta así: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Rom. 11:33). El informe de Mateo es apenas una manifestación más de esta verdad.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. La lucha de Pedro de someter su voluntad a Dios es también nuestra lucha. Una metáfora poderosa de esta lucha aparece en Malaquías 1, donde Dios pide a los judíos que traigan sus mejores animales para los sacrificios. “Trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová” (Mal. 1:13). ¿Por qué le interesaría a Dios qué clase de sacrificio le llevamos? Porque él quiere que le entreguemos lo que más deseamos mantener. ¿A qué cosas te aferras más? ¿Cómo puedes soltar estas cosas y entregarlas al Señor?
  2. Piensa en la manera en que Jesús resolvió el problema del tributo del Templo. En lugar de empeorar la situación, él la enfrentó con calma. ¿Qué nos enseña esto acerca de los conflictos diarios en que podamos encontrarnos? ¿Cómo sabes cuándo es tiempo de hablar, y cuándo es mejor guardar silencio?

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Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
http://www.sevendayradio.com
http://www.escuelasabaticamaestros.com
Madrid, España 2015

6 pensamientos en “LECCIÓN 8 – PEDRO Y LA ROCA – PARA EL 21 DE MAYO DE 2016

  1. GRACIAS HERMANO POR EL MATERIAL PROPORCIONADO QUE NOS ES MUY VALIOSO, PARA UN ESTUDIO MUY CLARO DE LAS SAGRAS ESCRITURAS….. BENDICIONES HERMANO.

    ________________________________

  2. El material, citas de refererencias utilizadas y comentarios son excelenttes. Gracias,

  3. BIEN CLARO ,GRACIAS POR LA LECCIÓN BENDICIONES.

  4. Gracias, me agrada que la lección tenga el apoyo del Espíritu de Profecía.

  5. Apenas descubrí todo lo que usted escribe y que es de gran ayuda para entender mejor la lección. Muchas gracias por su dedicación.

  6. DIOS LOS BENDIGA CON LA SABIDURIA MAS Y MAS PORQUE NOS AYUDAN A ENTENDER MEJOR LAS ENSEÑANZAS DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS GRACIAS DE CORAZON PORQUE TODAVIA SOY NEOFITA EN LAS ESCRITURAS.

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