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LECCIÓN 6 – LAS MARCAS DE UN MAYORDOMO – PARA EL 10 DE FEBRERO DE 2018

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«Daniel respondiendo al rey» Por Briton Riviére, Inglaterra (1840-1920)


Los pensamientos pertenecientes a la GUÍA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA – EDICIÓN PARA MAESTROS de la Escuela Sabática no representan la postura oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día local, regional ni mundial. Más bien, es el trabajo,  esfuerzo y pensamiento de un hermano laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo principal objetivo es proveer información adicional para quien estudia la lección de Escuela Sabática. Provee una ayuda extra para el maestro, a fin de entenderla mejor, y explicar de una manera más clara y nutrida la lección de Escuela Sabática. Tratamos de no presentar temas controversiales, ni polémicos y evitamos las ideas que promueven el fanatismo y el extremismo en nuestra iglesia. Si nuestro comentario no es de ayuda o de agrado para usted, se le pide que, por favor, lo descarte. Cualquier comentario, pregunta o sugerencia, por favor escriba a elhermanotony@gmail.com


Letra Negra: Lección de Escuela Sabática

Letra Ocre: Lección de Escuela Sabática 

Letra Roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Lección 06: Para el 10 de febrero de 2018

LAS MARCAS DE UN MAYORDOMO

Sábado 3 de febrero__________________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hebreos 11:8-12; Romanos 4:13, 18-21; Mateo 6:24; Hebreos 9:14; 1 Juan 5:2, 3; Lucas 16:10-12.

PARA MEMORIZAR:

“Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” (1 Cor. 4:1, 2).

A los mayordomos se los conoce por su estilo, o por su marca distintiva, al igual que se conoce a los comerciantes por sus logos o marcas registradas. De hecho, muchas se han vuelto famosas y se convirtieron en una marca de valor comercial.

La marca de un mayordomo cristiano es un reflejo del amor de Cristo gracias a la relación que tiene con él. Cuando vivimos y practicamos los rasgos de Cristo, nuestra vida revelará nuestra marca. Nuestra marca es la marca de Cristo; nuestra identidad se mezcla con la suya (1 Cor. 6:17).

Esta semana nos dedicaremos a identificar los rasgos de carácter de los mayordomos de Dios que componen su marca registrada. Estos rasgos nos inspiran a anhelar el regreso de Jesús y a hacer la obra que se nos ha confiado como fieles mayordomos de su verdad. Cada característica describe una relación cada vez más profunda que podemos tener con Aquel que vino a buscar y salvar a los perdidos. Cuanto más se estudien estas cualidades, se arraigarán con mayor profundidad en nuestra vida. El carácter de amor de Dios, en toda su dinámica, se convertirá en nuestra marca y tendrá una influencia en cada aspecto de nuestra vida, hoy y por la eternidad.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Las Escrituras proporcionan abundante evidencia de que es más seguro unirse al Señor y perder los favores y la amistad del mundo, que acudir al mundo en busca de favor y apoyo olvidando nuestra dependencia de Dios…

El Señor mismo ha establecido una muralla separatoria entre las cosas del mundo y las que ha elegido y sacado del mundo y santificado para él mismo. El mundo no reconocerá esta distinción… Pero Dios ha establecido esta separación y la hará durar. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos, el Señor ha ordenado definidamente a su pueblo que sea diferente del mundo en espíritu, en obras, en la práctica, para que sea una nación santa, un pueblo peculiar, a fin de manifestar las alabanzas del que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. El este no está más lejos del oeste de lo que están los hijos de luz en sus costumbres, prácticas y espíritu de los hijos de las tinieblas. Esta distinción será más señalada y decidida a medida que nos acerquemos al final del tiempo (A fin de conocerle, p. 306).

“Pero el que se une al Señor”, es decir, que se encuentra unido a Cristo mediante el pacto de la gracia, “un espíritu es con él. Huid de la fornicación” (1 Corintios 6:17-18). No os detengáis ni por un momento para racionalizar. Satanás se regocijará al veros vencidos por la tentación. No os detengáis a discutir el caso con vuestra conciencia débil. Alejaos del primer paso de la transgresión (Consejos sobre la salud, p. 589).

Si hubo una vez cuando los que pretenden ser cristianos debieran ser todo lo que abarca el nombre, es ahora. ¿Estamos siguiendo a Cristo de verdad?… Esta es una obra individual. Hemos de considerar fervientemente nuestro ascendiente y responsabilidad…

¿Están fundamentados en las doctrinas bíblicas los que saben la verdad para este tiempo? ¿Son sus armas, “así dice Jehová”, “escrito está”? ¿Hemos arrojado nuestra ancla dentro del velo? ¿Estamos individualmente arraigados y fundados en la verdad del evangelio, de modo que podamos ser establecidos, fortalecidos y fundados en la fe? Como quienes conocen los misterios de Dios, aquellos a quienes Dios ha confiado los oráculos vivientes, ¿somos leales y fieles a nuestra mayordomía? Los que están verdaderamente convertidos, como misioneros de Dios, revelarán lo que significa para ellos la verdad, en su eficiencia transformadora y poder santificador. Si somos pesados con los tesoros de la verdad eterna, proclamaremos a un mundo que perece en el pecado lo que significa tener el amor de Cristo santificador y redentor en el alma. Si estamos real y verdaderamente unidos a Cristo, es porque la verdad se ha posesionado del templo del alma (A fin de conocerle, pp. 129, 130).

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Domingo 4 de febrero | Lección 06__________________________________________________

LA FIDELIDAD

“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” (1 Cor. 4:2). Luchar y ganar “la buena batalla de la fe” (1 Tim. 6:12) es primordial para un mayordomo fiel. Dios es “fiel” y nosotros también debemos llegar a serlo gracias a que él obra en nosotros. Ser fiel significa mantenerse firme del lado correcto, especialmente en el fragor de las batallas espirituales.

Seguramente vendrán conflictos espirituales entre el bien y el mal, lo bueno o lo malo. Ellos son parte de la lucha de la fe. La decisión que marca a los mayordomos en cada situación es la de ser fiel. Si amas las riquezas, asegúrate de permanecer fiel a Dios y a lo que dice acerca de los peligros del amor al dinero. Si anhelas la fama, mantente firme a lo que dice la Palabra de Dios sobre la humildad. Si luchas con pensamientos lujuriosos, mantente fiel a las promesas de santidad. Si quieres poder, sé fiel a lo que Dios dice en cuanto a ser siervo de todos. La decisión de ser fiel o infiel a menudo se toma en una fracción de segundo, aun cuando las consecuencias pueden ser eternas.

Lee Hebreos 11:8 al 12, y 17 al 19; y Romanos 4:13, y 18 al 21. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre la importancia de ser fieles?

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.  Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;  10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.  11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.  12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.  (Hebreos 11)

17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,  18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;  19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. (Hebreos 11)

13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. (Romanos 4)

18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.  19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara.  20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,  21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; (Romanos 4)

En hebreo, “fiel” significa confiar. La misma raíz hebrea nos proporciona la palabra “amén”, y en realidad significa ser “sólido” o “firme”. Fidelidad significa que hemos sido probados y que seguimos firmemente comprometidos con el plan de Dios.

Al prepararse para hablar ante el emperador, el reformador Martín Lutero “leyó la palabra de Dios, repasó sus escritos y trató de redactar su respuesta de una forma adecuada […]. Se acercó a las Sagradas Escrituras […] y con emoción colocó su mano izquierda sobre el libro sagrado, y levantando su derecha hacia el cielo, juró permanecer fiel al evangelio y confesar libremente su fe, aunque tuviese que sellar su testimonio con su sangre” (J. H. Merle d’Aubigné, History of the Reformation [Historia de la Reforma], p. 260).

Lee Apocalipsis 2:10. ¿Qué debieran significar para nosotros las palabras que hablan de ser “fieles hasta la muerte” en nuestro andar cotidiano con el Señor?

Apocalipsis 2:10

10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

En esta semana el Señor nos invita a emular a algunos de los mayordomos más destacados de la Biblia y sus admirables cualidades.

 El domingo podemos analizar a Abraham y su fe, su fidelidad

El lunes contemplamos a Salomón y su lealtad

El martes habla de cómo guardar la ley de Dios para lograr tener una conciencia limpia; si bien la lección no menciona a personaje bíblico alguno, hemos adoptado al rey Josías como personaje de enfoque para este día

El miércoles nos recuerda a Abel y la obediencia

El jueves nos habla de Daniel y su confiabilidad

 Cinco adjetivos que señalan las características de un buen mayordomo:

1-Fiel

2-Leal

3-Tiene conciencia limpia

4-Obediente

5-Confiable

 Estas 5 características son necesarias para todos los mayordomos en todos los niveles de la iglesia, comenzando desde nuestras finanzas personales, hasta aquellos que tienen los más altos cargos en la Iglesia y toman decisiones económicas con respecto a la alta dirigencia de la Iglesia. ¿Será posible que entre más arriba está el mayordomo en nuestra iglesia, más carece de las características y las cualidades que Dios requiere para un buen mayordomo?

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.  Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;  10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.  11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.  12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. (Hebreos 11)

17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,  18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;  19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. (Hebreos 11)

13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. (Romanos 4)

18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.  19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara.  20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,  21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; (Romanos 4)

El llamado de Dios a Abraham fue para levantar la verdadera religión en su vida y en el mundo.  Abraham fue llamado de en medio del paganismo y  de religiones extrañas.

Abraham no salió de su tierra por pobreza; tampoco salió de su tierra por persecución, ni por amor a la aventura o a la vida viajera de migrante, que es un elemento peculiar de los habitantes del Medio Oriente.

Abraham salió de sus tierras por obediencia a la Palabra de Dios: «Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.» Abraham salió de su tierra por la inspiración divina, Dio se le presentó como un Dios viviente y verdadero. Ahora el Dios de Sem, es también el Dios de Abraham; un nuevo patriarca ha sido electo por Dios, un patriarca que cambiará la historia en la vida de este mundo.

Cuando Dios nos llama a la religión, no es para que seamos mejores que los demás, Dios nos llama a la religión para que seamos mejores de lo que nosotros somos; la religión es relativa al individuo. Es decir, la verdadera religión actúa en la persona como individuo, la religión nunca actúa en las personas como grupo.

La paciencia de Dios con el hombre pecador es uno de los atributos más hermosos de Dios; cuando Dios requiere que un trabajo importante se haga, Dios siempre tiene listo a un hombre  que va a realizar ese trabajo especial.

En la experiencia de Abraham encontramos varias verdades fundamentales del cristianismo:

La primera verdad es que cuando Dios nos llama, el hombre no tiene alternativa que hacer sino obedecer; la obediencia es uno de los exámenes más altos que tiene la materia de la santidad.

La segunda verdad que encontramos aquí es que la obediencia se fundamenta sobre la fe: sin fe es imposible obedecer.

La tercera verdad que encontramos es que el máximo atributo que el hombre puede tener es una voluntad santificada; esta voluntad santificada nos la enseñó Jesucristo en el monte de los Olivos, allí precisamente, en el jardín del Getsemaní.

La cuarta verdad es que todos los cristianos somos llamados a salir y separarnos del mundo; esto muchas veces involucra dolor, sacrificios, abandonar hábitos viejos, abandonar apetitos viejos, abandonar viejos amigos, abandonar viejas asociaciones, abandonar maneras de pensar y de accionar… Todo esto es muy severo para el cristiano que está comenzando una nueva vida en Cristo Jesús.

La quinta verdad que encontramos es que la única grandeza en este mundo es Dios; ningún rey, ni noble, ni héroe puede tener más elevado título, que el que Dios nos otorga cuando él nos llama sus amigos. No hay título más noble en el universo que ser llamado «amigo de Dios.»

En la vida de Abraham no podemos contemplar una acción poderosa como las que hizo Elías, Eliseo o Samuel; no podemos encontrar en Abraham a un predicador o evangelista como lo fueron Noé, Pedro o Pablo; él nunca escribió una porción de la Biblia como lo hicieron Moisés, David, Salomón y muchos otros.

¿En qué consistía la grandeza de Abraham? La grandeza de Abraham consistía en la obediencia. Usted posiblemente puede estar pensando que la grandeza de Abraham yacía en su fe, y hasta cierto punto tiene razón. El problema es que nosotros los adventistas del séptimo día somos más de 20 millones en el mundo; y a pesar de que tenemos la fe en la segunda venida de Cristo, podría ocurrir que, de este selecto grupo, pocos seamos salvados, porque pocos somos los que obedecemos como Dios lo espera. Creer solamente no sirve de mucho: eso lo hace Satanás y sus demonios, aún más, ellos creen y tiemblan (Santiago 2:19),  pero su destino es el mismo. La diferencia la hace el que obedece lo que ha creído y aprendido.

Por su fe y obediencia, Abraham es premiado con el surgimiento del pueblo de Israel. De su linaje provienen personajes ilustres, reyes, profetas y sacerdotes; de su linaje sale el rey David, y de su linaje sale el Mesías, el Salvador del mundo.

Por su fe y obediencia, Abraham ha sido usado como el modelo clásico de un verdadero seguidor de Dios; en los púlpitos su nombre se escucha muy a menudo alrededor del mundo. Su vida de fe y obediencia fue un ejemplo y testimonio para la humanidad entera, desde los días en que transcurrió su vida, hasta los días actuales, su testimonio ha  tocado  el alma de millones y millones de fieles a lo largo de todas las edades. Abraham ha sido uno de los mejores misioneros que ha existido en nuestro planeta tierra.

Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12

Esto nos enseña una gran verdad: que para ser misioneros necesitamos dos ingredientes indispensables, que son Fe y Obediencia. Es imposible predicar a otros y convertir a otros, si nuestras vidas carecen de fe y obediencia.

El llamado de Dios a Abraham, tenía varias razones. Una de ellas era que Abraham tuviera una comunión más íntima con Dios y consigo mismo; otra razón era que rompiera totalmente con su pasado; y también era un llamado a la soledad.

Hay una razón extremadamente importante por la cual muchos de nosotros -que somos personas buenas y honorables- nunca llegamos a ser personas de renombre y de extrema importancia en esta vida; y es porque nos rehusamos a ser únicos o singulares.  Cuando se nos llama no queremos dejar nuestro pasado, no queremos dejar nuestra manera tradicional de pensar y nuestros viejos sentimientos. Y, lo peor de todo es que no queremos dejar nuestros viejos pecados secretos y nuestra idolatría. Todas las veces que escuchamos la inconfundible voz de Dios hablando a nuestras vidas, cerramos nuestros ojos, volteamos nuestro rostro, y decimos en nuestro corazón: «no iré» ¿Hasta cuándo durará este comportamiento? Hasta que escuchemos otra voz solemne y tenebrosa hablándonos, cuando la muerte se acerca entonces decimos «iré» y casi siempre es demasiado tarde. Por miedo nadie se salva; nos salvamos por amor.

El poema que sigue, ilustra esta verdad:

Una lección de servicio

Era primavera. La mañana hermosa,
llena de perfume, de trinos, de sol,
se filtró alegre y gozosamente
dentro de los pliegues de mi corazón.
Y el Maestro vino, me habló quedamente
-¿Irás a mis campos como sembrador?-
Pero la mañana me llenaba el alma
y dije: -Maestro, no podré ir hoy,
cuando primavera apague sus luces,
cuenta con mi ayuda como sembrador.

Y vino el estío, la aurora nacía
con su explosión de luz y calor:
todo lo incendiaba con chispas de oro,
todo lo cubría con regio capuz.
Y de nuevo el Maestro se acercó y me dijo:
-¿Mis tiernas semillas irás a sembrar?-
Pero era tan lindo, tan lindo el estío,
que dije sintiendo mi pecho cantar
-Cuando del verano se extinga la gloria
iré a tus campos gozoso a sembrar.

Y vino el otoño. El primer rocío,
que cayó abundante sobre la amplia mies,
puso en el aire su hálito sedante:
como mano piadosa refrescó mi sien.
De nuevo el Maestro se acercó y me dijo:
-¿Mis maduras mieses irás a segar?
Si no te retardas aun llegas a tiempo-
Mas dije: -Maestro, déjame quedar…
Cuando haya gustado la ambrosía de otoño,
correré a tus campos y podré segar.

Y vino el invierno, todo estaba blanco,
hacía mucho frío, no brillaba el sol;
la nieve y el hielo todo lo cubrían,
hasta se acercaron a mi corazón.
Y entonces, entonces voluntariamente
me acerqué al Maestro, todo se lo di,
todo don precioso que habitaba en mí.
Mas él tristemente movió la cabeza
y me dijo: –Pasóse la cosecha,
sólo queda en el campo un poco de trigo
a espera de que tú, voluntario,
lo fueras a segar, y como no fuiste
aún está en el campo
y fue tu descuido el que lo dejó.

-El placer del año gustaste afanoso,
cuando te llamaba no oíste mi voz.
¿De qué sirve ahora tu remordimiento?
¿Qué será del trigo que no se segó?

 Toda la vida de Abraham fue un entrenamiento especial para un fin especial. Los instrumentos de Dios son instrumentos escogidos. Abraham fue capaz de cumplir la voluntad y los propósitos de Dios en su vida en el momento en que Dios lo dispuso; se le llamó «el padre de generaciones». Su carácter llegó a ser profundo y recto; tal característica fue transmitida a sus hijos y a los hijos de sus hijos por muchas generaciones. La suya fue una simiente muy especial, de donde salió «el Deseado de todas las gentes». A pesar de que caminó como un peregrino y extranjero en esta tierra, lo más importante es que caminó con Dios, «el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.»

Cierto muchacho llegó a Londres, y entró en la oficina del gran banquero, el barón Rothschild; el joven le presentó una carta de recomendación, para ver si lograba conseguir empleo en su banco. El barón Rothschild lo recibió muy amablemente y cuando leyó la carta, muy apesadumbrado le informó al muchacho que en ese preciso momento él no tenía ninguna plaza vacante. Cuando el muchacho estaba dispuesto a marcharse, el barón tomó consigo su abrigo y su sombrero y acompaño al muchacho por las calles de Londres. Mientras caminaban lentamente por las calles de Londres, el barón Rothschild con mucha paciencia paraba y mostraba al muchacho varios lugares de la ciudad que eran de mucho interés para el público en general. Cuando llegaron al frente de un gran banco, el varón se despidió del joven con mucha cortesía y amabilidad, y entró al banco a hacer ciertos negocios.  Después de unas horas, el joven entró al mismo banco donde el varón se había despedido de él, y aplicó para trabajar en ese banco. En el banco le preguntaron: ¿No eras tú el joven que estaba caminando con el barón Rothschild esta mañana? -Sí- respondió él.  -¡Bueno! necesitamos un muchacho para que trabaje en nuestro banco, y ya que te vimos caminando y conversando con el barón Rothschild, creemos que esa es suficiente recomendación para nosotros- dijeron los del banco. Caminar con Dios es la mejor recomendación que podemos conseguir en esta vida. Aun los hombres del mundo, cuando necesitan un trabajador, un ayudante, un consejero o un socio, toman muy en cuenta la recomendación de Dios.

La fidelidad es la cualidad fundamental de un buen mayordomo: Abraham fue un fiel ejemplo de esta cualidad.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

[Hay] la solemne responsabilidad que recae sobre aquellos que fueron nombrados guardianes de la iglesia, dispensadores de los misterios de Dios. Han de ser como atalayas en las murallas de Sión, para hacer resonar la nota de alarma si se acerca el enemigo…

Es privilegio de estos centinelas de las murallas de Sión vivir tan cerca de Dios, y ser tan susceptibles a las impresiones de su Espíritu, que él pueda obrar por su medio para apercibir a los pecadores del peligro y señalarles el lugar de refugio. Elegidos por Dios, sellados por la sangre de la consagración, han de salvar a hombres y mujeres de la destrucción inminente. Con fidelidad han de advertir a sus semejantes del seguro resultado de la transgresión, y salvaguardar fielmente los intereses de la iglesia. En ningún momento deben descuidar su vigilancia. La suya es una obra que requiere el ejercicio de todas las facultades del ser. Sus voces han de elevarse en tonos de trompeta, sin dejar oír nunca una nota vacilante e incierta. Han de trabajar, no por salario, sino porque no pueden actuar de otra manera, porque se dan cuenta de que pesa un ay sobre ellos si no predican el evangelio (Obreros evangélicos, p. 15).

De la descendencia de Abrahán dice la Escritura: “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra”. Tenemos que vivir aquí como “peregrinos y advenedizos,” si deseamos la patria “mejor, es a saber, la celestial”. Los que son hijos de Abrahán desearán la ciudad que él buscaba, “el artífice y hacedor de la cual es Dios”. Versículos 13, 16 (Patriarcas y profetas, p. 167).

Zacarías sabía muy bien que Abrahán en su vejez había recibido un hijo porque había tenido por fiel a Aquel que había prometido. Pero por un momento, el anciano sacerdote recuerda la debilidad humana. Se olvida de que Dios puede cumplir lo que promete. ¡Qué contraste entre esta incredulidad y la dulce fe infantil de María, la virgen de Nazaret, cuya respuesta al asombroso anunció del ángel fue: “He aquí la sierva del Señor; hágase a mí conforme a tu palabra”! (Lucas 1:38).

El nacimiento del hijo de Zacarías, como el del hijo de Abrahán y el de María, había de enseñar una gran verdad espiritual, una verdad que somos tardos en aprender y propensos a olvidar. Por nosotros mismos somos incapaces de hacer bien; pero lo que nosotros no podemos hacer será hecho por el poder de Dios en toda alma Sumisa y creyente. Fue mediante la fe como fue dado el hijo de la promesa. Es por la fe como se engendra la vida espiritual, y somos capacitados para hacer las obras de justicia (El Deseado de todas las gentes, p. 73).

El que declara: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10), formula también esta invitación: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7). Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador. Declara: “Yo medicinaré su rebelión, amarólos de voluntad” (Oseas 14:4) (Profetas y reyes, p. 61).

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Lección 06 | Lunes 5 de febrero_____________________________________________________

LA LEALTAD

“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mat. 6:24). ¿Qué nos enseña este versículo sobre la importancia suprema de la lealtad a Dios?

El hecho de saber que el nombre de Dios significa “celoso” (Éxo. 34:14) debe darnos un toque de clarín para ser leales. La lealtad a un Dios “celoso” es la lealtad en el amor. En la lucha de la fe, la lealtad nos ayuda a definir quiénes somos y nos anima a seguir en la batalla.

Nuestra lealtad es importante para Dios (1 Rey. 8:61). No es un contrato que trata de prever todas las contingencias, ni es solo una lista de reglas, sino más bien la expresión visible de nuestras creencias personales, de nuestra fe y de nuestro compromiso.

Lee 1 Crónicas 28:9. ¿Qué nos enseña este versículo sobre la importancia de la lealtad?

Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre (1 Crónicas 28)

No obstante, donde hay lealtad existe la posibilidad de traición. La lealtad, como el amor, debe ofrecerse libremente, o no es verdadera lealtad. En la guerra, a veces las tropas de primera línea se ven obligadas a quedarse a luchar; de lo contrario, sus oficiales darían la orden de fusilarlos. Estos hombres quizá cumplan con su deber, pero no necesariamente por lealtad. Esa no es la clase de lealtad que Dios nos pide.

Observa a Job. Él no previó los eventos catastróficos que destruirían a su familia, sus posesiones y su salud. Podría haber perdido la confianza, el amor y el compromiso, pero su lealtad a Dios era una decisión inquebrantable de moralidad. Con honestidad y sin miedo a alabar públicamente a Dios, pronunció las famosas palabras: “Aunque él me matare, en él esperaré” (Job 13:15). Su fidelidad ante el desastre es la esencia de la lealtad, e ilustra muy bien a los mayordomos leales.

Hazte esta pregunta: ¿Cuán leal soy con el Señor, que murió por mí? ¿De qué manera podría revelar mejor esa lealtad?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

El nombre Salomón significa pacífico: tanto su personalidad como su reinado hicieron gala de su nombre. En los tiempos de Salomón como rey, el país de Israel disfrutó de mucho bienestar, paz y prosperidad nacional; su reinado tuvo lugar desde el año 971 al 931 antes de Cristo (AC).

David, padre de Salomón, fue un completo contraste con su hijo Salomón. David tuvo una vida y un reino sangrientos, vivió lleno de problemas. A pesar de haber tenido dos estilos de vida muy diferentes, David y Salomón escribieron partes muy importantes de la Biblia, pero los dos ellos lo hicieron de una manera diferente; es decir con un estilo literario diferente.

David escribe al estilo devocional: sus escritos son a manera de plegaria u oración, pidiendo constantemente la liberación de sus enemigos y el amparo de la providencia divina en su vida diaria; este estilo de escritura es de mucho beneficio para todos los que sufrimos problemas, aflicciones y miedos.  Dicho de otra manera, David escribe para todos los que tenemos una vida tumultuosa y llena de conflictos y problemas como la que él tuvo. 

Salomón, que fue pacífico, escribe con un estilo totalmente diferente: su estilo es instruccional. Él escribe  a manera  de instrucciones. Las instrucciones tienen como objetivo edificar a la iglesia. 

El libro de los Proverbios de Salomón fue escrito en forma de instrucciones, pero además el libro de los Proverbios está lleno de santas exhortaciones y conceptos teológicos muy elevados.

Algo muy importante y hermoso que no podemos pasar por alto es que el libro de los Proverbios está dedicado a la «SABIDURÍA». La palabra SABIDURÍA es uno de los nombres o títulos de Jesucristo: «mas para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios.» 1 Cor 1:24

Cuando la iglesia está disfrutando de tiempos de paz y tranquilidad, como disfrutó el pueblo de Israel durante el reinado de Salomón, es el momento preciso para edificar a la iglesia por medio de las instrucciones. Estas instrucciones son puestas en práctica cuando la iglesia es azotada en tiempos de dificultades y problemas. Este es el enfoque de los Proverbios: instruirnos en tiempos de paz, para actuar «sabiamente» en tiempos de problemas y dificultades.

Hay que recordar que la gran sabiduría de Salomón le fue concedida como un regalo de Dios, por su elección correcta ante la propuesta de Dios. Pero además, él trae mucha inteligencia natural heredada de sus padres biológicos. David, su padre, fue un gran músico, escritor, compositor, poeta, estratega militar, filósofo, ingeniero, arquitecto, legislador, abogado, juez, y rey, entre otros calificativos atribuibles.

Por el lado de su madre Betsabé, encontramos a Ahitofel su abuelo, es decir el padre de Betsabé, que fue considerado como uno de los más sabios de Israel en todos los tiempos: Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si consultaran la palabra de Dios. Tal era el consejo de Ahitofel, tanto por David como por Absalón. (2 Samuel 16: 23)

Recuerde: LA INTELIGENCIA ES HORIZONTAL, PERO LA SABIDURÍA ES VERTICAL, LA SABIDURÍA VIENE DEL CIELO.

Conocimiento no es lo mismo que sabiduría; el conocimiento es la acumulación de información que no está conectada entre sus partes. Nosotros podemos acumular información de diferentes materias, tales como la matemática, historia, química, biología, geología, astronomía, etc., pero todas estas materias pueden no estar necesariamente conectadas entre sí. Cuando una persona se desequilibra estudiando sólo una materia, esto la conduce en muchas ocasiones al fanatismo. 

 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1)

“Sabiduría” se define aquí como una experiencia religiosa. Está relacionada con el temor de Jehová. Este concepto importante de la religión hebrea es la clave en todo el libro de Proverbios.

El temor de Jehová no tiene nada que ver con el miedo supersticioso e infantil al castigo divino. Debe entenderse, en cambio, como la consciencia aguda de la presencia personal de Dios en todo momento y lugar.

En pocas palabras, temer a Dios significa serle fiel y amarlo.

La sabiduría tiene que ver con el carácter y la conducta. Sabiduría es el acto de aplicar el conocimiento adquirido y tomar buenas decisiones ante los problemas y las encrucijadas que la vida nos presenta.

 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; El temor a Jehová es el acto de reverenciarlo, de darle el honor que se merece y de darle el lugar apropiado en nuestras vidas.

Ahora que entendemos qué es el temor a Jehová, observemos la importancia de temer a Jehová en el libro de los Proverbios:

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová (1:7)

El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR (9:10)

El temor del SEÑOR es fuente de vida (14:27)

El temor del SEÑOR es instrucción de sabiduría (15:33)

El temor del SEÑOR es aborrecer el mal (8:13)

El temor del SEÑOR aumentará los días (10:27)

En el temor del SEÑOR hay confianza segura (14:26)

…y con el temor del SEÑOR el hombre se aparta del mal (16:6)

El temor del SEÑOR conduce a la vida (19:23)

el temor del SEÑOR conduce a la riqueza, el honor y la vida (22:4)

 La naturaleza de la verdadera sabiduría es muy diferente de la sabiduría mundanal. Por su naturaleza, las dos sabidurías son diferentes; sus objetivos son diferentes y sus fines también son diferentes.

 La sabiduría mundanal se usa para los asuntos de esta vida, pero la sabiduría divina se usa para conseguir la vida eterna.

La sabiduría mundanal casi siempre está conectada con el orgullo, la sabiduría divina siempre está acompañada de la humildad.

La sabiduría mundanal consiste en la cantidad y profundidad de conocimiento que una persona posee, la sabiduría divina consiste en tener temor a Dios.

La sabiduría mundanal se gana a través del estudio, la sabiduría divina se obtiene a través de la oración y del estudio de la Palabra de Dios.

Hay personas que son sabias por naturaleza; esto, a pesar de ser extremadamente bueno, no es una garantía para la felicidad y la salvación de la persona que posee sabiduría. La sabiduría divina es una fuente de felicidad para la persona que la consigue y, además, es una herramienta importante tanto para esta vida, como para la vida venidera.

Se nos invita a buscar la sabiduría DIVINA de la misma manera que buscaríamos un tesoro oculto, es decir buscar un tesoro con mucho esfuerzo y diligencia: « Si como a la plata la buscares, Y la procuraras como a tesoros.»   Como un tesoro escondido en cualquier propiedad, como metales o piedras preciosas, que están ocultas en la tierra; ya sea en cavernas, mares, lagos, ríos o minas.

Cuenta la historia, que en el tiempo antiguo de la esclavitud, los esclavos que eran llevados a Brasil, parte de ellos eran llevados a Río de Janeiro. Su trabajo consistía en rastrear y escarbar el lecho o el suelo del río de Janeiro en busca de partículas de oro, diamantes o piedras preciosas. Había una ley del estado de Brasil que decía que todo esclavo que encontrara un diamante de un determinado tamaño o más grande de lo estipulado, se le concedía la libertad. Esta ley conducía al esclavo a trabajar con diligencia, cuidado y esmero en el suelo o el lecho del río, para conseguir ese tesoro tan preciado que le concedería el más sagrado de todos los dones, el de la libertad. 

Salomón nos está invitando a todos a buscar sabiduría, conocimiento y comprensión; y a todo aquel que encuentre estos tesoros escondidos se le garantiza su libertad de la esclavitud del pecado y del imperio de la muerte.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Las obras de los que tienen un amor irracional por las riquezas muestran claramente que es imposible seguir a dos señores, a Dios y a Mamón. Revelan ante el mundo que su dios es el dinero. Rinden homenaje a su poder pero en realidad sirven al mundo. El amor al dinero se convierte en un poder dominante, y por amor a él violan la ley de Dios. Pueden profesar la religión de Cristo, pero no aman sus principios ni tienen en cuenta sus amonestaciones. Dedican lo mejor de su fuerza a servir al mundo y se inclinan ante Mamón.

Se encuentra con frecuencia que el cambio de la piedad a la mundanalidad se ha efectuado en forma imperceptible mediante las astutas insinuaciones del maligno, en tal forma que el alma engañada no se da cuenta que se ha alejado de Cristo y que le sirve tan solo nominalmente (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 226).

Los cristianos deben mantenerse distintos y separados del mundo, de su espíritu y de su influencia. Dios tiene pleno poder para guardamos en el mundo, pero no debemos formar parte de él. El amor de Dios no es incierto ni fluctuante. El vela siempre sobre sus hijos con un cuidado inconmensurable. Pero requiere una fidelidad indivisa. “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir a Dios y a Mamón” (Mateo 6:24).

Salomón había sido dotado de sabiduría admirable; pero el mundo le atrajo y le desvió de Dios. Los hombres de hoy no son más fuertes que él; propenden tanto como él a ceder a las influencias que ocasionaron su caída. Así como Dios advirtió a Salomón el peligro que corría, hoy amonesta a sus hijos para que no pongan sus almas en peligro por la afinidad con el mundo. Les ruega: “Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos…” (2 Corintios 6:17, 18).

El peligro acecha en medio de la prosperidad. A través de los siglos, las riquezas y los honores han hecho peligrar la humildad y la espiritualidad. No es la copa vacía la que nos cuesta llevar; es la que rebosa la que debe ser llevada con cuidado. La aflicción y la adversidad pueden ocasionar pesar; pero es la prosperidad la que resulta más peligrosa para la vida espiritual. A menos que el súbdito humano esté constantemente sometido a la voluntad de Dios, a menos que esté santificado por la verdad, la prosperidad despertará la inclinación natural a la presunción (Profetas y reyes, pp. 42, 43).

El universo celestial espera que haya canales consagrados por los cuales Dios pueda comunicarse con su pueblo y mediante él con el mundo. Dios obrará mediante una iglesia consagrada y abnegada, y revelará su Espíritu en una forma visible y gloriosa, especialmente en este tiempo, cuando Satanás trabaja en una forma magistral para engañar a las almas, tanto de los ministros como de los laicos… ¿No se despertará la iglesia a su responsabilidad? Dios espera para impartir el Espíritu del Misionero más grande que el mundo haya conocido a aquellos que trabajen con consagración abnegada y sacrificio propio. Cuando el pueblo de Dios reciba este Espíritu, irradiará poder (Mensajes selectos, tomo 1, p. 137).

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Martes 6 de febrero | Lección 06____________________________________________________

UNA CONCIENCIA LIMPIA

Hay muchas cosas preciosas que podemos poseer: la salud, el amor, los amigos, una familia maravillosa; todas ellas son bendiciones. Pero quizás una de las más importantes de todas sea una conciencia limpia.

Lee Hebreos 10:19 al 22; y 1 Timoteo 4:1 y 2. ¿Qué significa tener una “mala conciencia” y una conciencia “cauterizada”?

19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10)

1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, (1Timoteo 4)

Nuestra conciencia funciona como un monitor interno de nuestra vida externa. La conciencia necesita unirse a una norma elevada y perfecta: la ley de Dios. Dios escribió su ley en el corazón de Adán, pero el pecado casi lo borró, no solo en él, sino en sus descendientes. Solo quedaban fragmentos de la ley. “[Los gentiles] muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia” (Rom. 2:15, NVI). Jesús venció donde Adán fracasó porque la ley de Dios estaba “en medio de [su] corazón” (Sal. 40:8).

¿Cuál es nuestra única solución para una conciencia mala, según Pablo? (Ver Heb. 9:14.)

14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? (Hebreos 9)

“Ha de entrarse al aposento de la conciencia lleno de telarañas. Las ventanas del alma han de ser cerradas hacia la tierra y abiertas de par en par hacia el cielo a fin de que los brillantes rayos del Sol de justicia tengan libre acceso a ella […]. La mente ha de ser mantenida limpia y pura a fin de que pueda distinguir entre el bien y el mal” (MCP 1:335). Cuando la ley de Dios se haya inscrito en el corazón del creyente (Heb. 8:10), y el creyente trate de seguir esa ley por fe, probablemente el resultado será una conciencia limpia.

Si alguna vez has luchado contra la tensión de una conciencia culpable, sabes lo terrible que puede ser su presencia continua, que nunca te dará alivio. ¿Cómo puede liberarte de la maldición de una conciencia culpable el hecho de fijar tu vista en Jesús y su muerte en la cruz por ti y por tu pecado?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Consideremos hoy a Josías el pre-trasantepenúltimo rey de Judá.

 Los últimos cinco reyes de Judá

5-(Pre-trasantepenúltimo) Josías – edad 8 años  – reinó 31 años – un rey bueno; el último rey bueno de Judá

4-(Anterior al antepenúltimo)  Joacaz, hijo de Josías – edad 23 años – reinó tres meses – La Biblia no tiene mucho comentario acerca de él

3-(Antepenúltimo) Joacín, hijo de Josías, hermano de Joacaz – edad 25 años – reinó  11 años-  un rey malo, pero más que todo un rey abominable

2-(Penúltimo) Joaquín, hijo de Joacín– edad 18 años – reinó 3 meses y 10 días- un rey malo

1- (Último) Sedequías o Matanías, tío de Joaquín  – edad 21 años – reinó 11 años – un rey malo y sin remedio

JOSÍAS

La aparición de Josías como rey de Israel, fue anunciada por un profeta, varios años antes que éste naciera. Esto lo encontramos en el libro primero de Reyes, capítulo 13, donde reza de la siguiente manera:

He aquí que un varón de Dios por palabra de Jehová vino de Judá a Bet-el; y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso,  aquél clamó contra el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres.

En el libro de 2 de Reyes capítulo 22 leemos la siguiente descripción del rey Josías:

1Cuando Josías comenzó a reinar era de ocho años, y reinó en Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de Boscat.  E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda.

Otros niños en la Biblia que subieron al reinado aparte de Josías fueron: Manasés a los 12 años, Joás a los siete años, y Usías a los 16 años.  Josías subió al trono aún más tierno que su abuelo, el rey Manasés; Josías ascendió al trono porque su padre, el rey Amón, fue asesinado por sus propios siervos.

Con la ascensión de Josías al trono se le da una bofetada de las más grandes, a la idolatría en Israel.

Manasés el abuelo de Josías, tuvo un reinado exageradamente malo. La Biblia dice que Manasés volvió a reedificar todos los lugares de idolatría que su padre el rey Ezequías había derribado.

Pero Manasés fue más allá de eso, porque él edificó altares a los dioses paganos dentro del templo de Jehová y también edificó altares en los dos atrios del templo de Jehová, o sea que llenó de altares paganos el templo de Jehová, tanto por dentro como por afuera.

Además pasaba a sus hijos por el fuego como ofrenda al dios Moloch, en el tristemente famoso valle de Hinom; miraba en agüeros y consultaba adivinos y encantadores. Manasés encendió la ira de Dios de tal manera que Dios lo castigó, permitiendo que fuera en cautividad a Babilonia.

Estando en Babilonia, Manasés tuvo un arrepentimiento profundo. Dios se compadeció de él, y le permitió volver a Judá. Dios lo instaló de nuevo como rey de Judá. El final de los días del rey Manasés son días buenos, convirtiéndose de esa manera en un rey muy bueno y muy recto ante los ojos de Dios. Este es un ejemplo de la conversión que Dios realiza cuando el humano se lo permite.

A la muerte del rey Manasés, lo reemplaza su hijo Amón en el trono, y Amón vuelve a repetir todas las acciones que su padre Manasés hizo al principio de su reinado. La diferencia entre Manasés y su hijo Amón, es que Manasés se humilló ante Dios, mientras que Amón nunca quiso hacerlo. Los propios siervos de Amón conspiraron contra él y terminaron asesinándolo.

En estas condiciones sube Josías al trono, con su padre asesinado y a una edad muy tierna.

Josías subió al trono para perseguir, destruir y exterminar la obra de idolatría de su abuelo y de su padre, y no solamente la de ellos dos, sino toda la idolatría que se había acumulado por casi 500 años, comenzando desde la postrimería del reinado salomónico hasta sus propios días. 

Interesantemente, Josías comenzó limpiando la tierra de Israel primeramente, y concluyó con su limpieza de idolatría en el templo. En otras palabras, Josías comenzó limpiando las afueras del templo, para -por último- limpiar la parte interior del templo.

Si aplicamos esta ilustración al campo espiritual, nos enseña que antes de limpiar nuestro templo o nuestra vida, se necesita primero eliminar todos los ídolos que tenemos alrededor de nuestras vidas. Es una obra destructiva espiritual la que cometemos cuando primero nos ponemos a limpiar el templo, aún con los ídolos presentes a nuestro alrededor. Felices somos en Cristo, cuando logramos echar afuera los ídolos de nuestras vidas, y cuando logramos tener un templo sano y limpio.

Josías debía haber tenido una determinación férrea y un profundo amor a Dios para comenzar una obra de esa magnitud; el amor de los niños para con Dios, es una de las cosas que a nosotros los humanos se nos hace bien difícil entender y nos llena de mucho asombro. Con razón el Maestro declara: Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mateo 18:3).

Muchas veces vemos con admiración, horror o alegría las inclinaciones de los niños con los asuntos espirituales. Muchos de ellos, desde pequeños, traen en su carácter el deseo de servir a Dios, de agradarlo y de obedecerlo; Josías sin duda alguna era de esa clase de niños.

Cabe la posibilidad de que Josías fue ayudado y guiado por una madre piadosa y que temía a Dios; ya que de su padre con toda seguridad sabemos que él no pudo haber aprendido buenas cosas. Somos bendecidos y sabios cuando buscamos a Dios en los primeros años de nuestras vidas, en vez de andar buscando placeres pecaminosos, consiguiendo malos hábitos, y formando conexiones equivocadas. ¡Qué lección de vida para todo progenitor en pleno siglo XXI!

«Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda.” (2 Reyes 22)

Casi 400 años separaban al rey David del rey Josías, pero la Biblia dice «y anduvo en los caminos de David su padre.»  Gracias a Dios muchas veces la pureza de los años antiguos se mantiene por las diferentes generaciones, aunque se estén viviendo días de depravación y pecado.

Posiblemente los jóvenes contemporáneos de Josías, tuvieron lástima del pobre Josías; podían creer que Josías estaba viviendo una vida anticuada, casi cuatrocientos años atrás. Posiblemente se podía decir que Josías era un niño muy raro, era excéntrico, era puritano, se la pasaba cantando viejos salmos y vivía una vida anticuada. Muchas veces los hombres verdaderos tienden a ser chapados a la antigua. Es muy noble cuando avanzamos de la misma manera que avanzan los tiempos y las épocas, pero es grande cuando retenemos esos hábitos y esas costumbres antiguas, especialmente si los tiempos modernos en que vivimos destruyen la pureza y la fe de épocas pasadas; «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí.» (Isaías 46)

Si en nuestros tiempos modernos no encontramos vigor espiritual ni fibras morales, es bueno que nos apeguemos y que imitemos a los modelos de los días antiguos, cuando nuestra religión tenía en sus filas mucho vigor espiritual y nutridas fibras morales.

No tiene nada de malo en imitar a esos nobles hombres de nuestra fe, ya sea que ellos vivan en el presente con nosotros o hayan vivido 2000 años atrás. Ser anticuados para el mundo, muchas veces (no siempre), es una buena señal de salud espiritual.

Josías imitó a David; el Dios de David fue también su maestro; el Dios de David fue también su esperanza; el Dios de David fue su delicia; el Dios de David fue también su defensa. Y lo será para usted, amigo lector, si se lo permite con humilde fe cada día.

«… y limpió a Judá y a Jerusalén. Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor» (2 Crónicas 34)

Josías no sólo logró limpiar el reino de Judá, sino también logró limpiar de idolatría el reino de Israel. Hay que recordar que el reino de Israel no pertenecía a Josías. Los integrantes de la tribu de Simeón estaban al sur de Judá, que era el reino de Josías, pero Neftalí estaba en el lejano norte de Israel que pertenecía al reinado de Israel. Las ciudades de Israel habían sido arruinadas por los sirios, sus habitantes habían sido tomados cautivos y las ciudades habían sido desoladas. Las pocas personas que vivían en esos lugares eran personas de otras naciones que habían sido mandadas por los sirios a habitar esos lugares. Esa es la explicación por la que Josías tuvo toda la facilidad para destruir los lugares de idolatría tanto de Judá como de Israel y  pudo exterminar a los profetas y los sacerdotes servidores de la idolatría en los dos reinos.

 

Se había perdido el Libro de la Ley en el reino de Judá:

 «…Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová…» (2 Crónicas 34;15)

Estos son los resultados cuando la ley de Dios se pierde:

1-El conocimiento de la verdad se pierde

2-El servicio del templo se termina

3-La verdadera religión desaparece

4-La religión falsa florece

5-El santuario se corrompe

6-El crimen, la violencia, la injusticia y la opresión abundan por doquier

7-La inmoralidad crece; la inmoralidad nunca puede vivir con la religión

8-Finalmente la miseria y la destrucción llegan

Estos son los resultados cuando la ley de Dios se encuentra:

1-La falsa religión es eliminada

2-Las personas se arrepienten y vuelven a Dios

3-La verdad se aprende

4-El culto a Dios se restaura

5-El templo se repara y se abre nuevamente para los servicios

6-La Biblia vuelve a ser la norma de conducta

7-Se consigue la misericordia de Dios y se conoce la voluntad de Dios

8-La verdad se preserva para las nuevas generaciones

9-Hay prosperidad material y espiritual

10-La nación asegura su bienestar integral

 

Cuando Josías mandó a consultar a Jehová, esto es lo que Dios le respondió a Josías en el libro de 2 Crónicas, capítulo 34

21 Andad, consultad a Jehová por mí y por el remanente de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro. 

22 Entonces Hilcías y los del rey fueron a Hulda profetisa, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en el segundo barrio, y le dijeron las palabras antes dichas. 

23 Y ella respondió: Jehová Dios de Israel ha dicho así: Decid al varón que os ha enviado a mí, que así ha dicho Jehová:  24 He aquí yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los moradores de él, todas las maldiciones que están escritas en el libro que leyeron delante del rey de Judá;  25 por cuanto me han dejado, y han ofrecido sacrificios a dioses ajenos, provocándome a ira con todas las obras de sus manos; por tanto, se derramará mi ira sobre este lugar, y no se apagará. 

26 Mas al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro,  27 y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.  28 He aquí que yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu sepulcro en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo traigo sobre este lugar y sobre los moradores de él. Y ellos refirieron al rey la respuesta.

Otra de las características de un buen mayordomo es tener una conciencia limpia. La única manera para tener una conciencia limpia es ser obediente a los mandamientos, estatutos y mandatos de Dios. La vida de Josías es un claro ejemplo de lo que es morir en paz con Dios y con una conciencia limpia.  

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Dios manda que llenemos la mente con pensamientos grandes y puros. Desea que meditemos en su amor y misericordia, que estudiemos su obra maravillosa en el gran plan de la redención. Entonces podremos comprender la verdad con claridad cada vez mayor, nuestro deseo de pureza de corazón y claridad de pensamiento será más elevado y más santo. El alma que mora en la atmósfera pura de los pensamientos santos, será transformada por la comunión con Dios por medio del estudio de las Escrituras…

La palabra de Dios, recibida en el alma, se manifestará en buenas obras. Sus resultados se verán en una vida y un carácter semejantes a los de Cristo. Jesús dijo de sí mismo: “El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas”… Y la Escritura dice: “El que dice que está en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6) (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 39, 40).

Dios, el gran gobernador del universo, ha sometido todo a leyes. La florecilla y el frondoso roble, el grano de arena y el poderoso océano, el rayo de sol y la lluvia y el viento, todos obedecen a leyes naturales. Pero el hombre ha sido colocado bajo una ley superior. Se le ha dado un intelecto para que vea y una conciencia para que sienta los grandes preceptos de la gran ley moral de Dios, que es la expresión de lo que él desea que lleguen a ser sus hijos.

Dios ha manifestado tan claramente su voluntad que nadie necesita errar. Desea que todos tengan una correcta comprensión de su ley, que sientan el poder de sus principios, porque en esto están implicados sus intereses eternos (Nuestra elevada vocación, p. 139).

La infidelidad respecto al reconocimiento de Cristo como el verdadero Mesías, el Salvador del mundo, se incrementará y se extenderá en un grado alarmante antes de su segundo advenimiento. Satanás no ha perdido nada de la habilidad y el poder que ejerció en el pasado. Puede engañar mejor al hombre ahora que en los días del primer advenimiento de Cristo.

En esta época el Hijo de Dios será tan virtualmente despreciado e insultado por hombres corruptos que pretenden ser buenos, como lo fue en su primer advenimiento. Satanás se está transformando en ángel de luz, para ocultar la deformidad de su carácter, y así él y sus ángeles malvados reciban de un pueblo cegado y engañado la adoración que solo a Dios pertenece. Cristo es pisoteado. La virtud y la santidad son despreciadas. Los ángeles malvados susurran sus enseñanzas bajas y corruptas a los oídos de los hombres, y se deleitan en ello… Sus conciencias son quemadas como con un hierro candente (Spiritual Gifts, tomo 4A, p. 118).

Él [Dios] se dio a sí mismo para morir por nosotros, a fin de que pudiera purificamos de toda iniquidad. El Señor continuará esta obra de perfeccionamiento en nuestro favor si permitimos que nos controle. Él hace esta obra para nuestro bien y para la gloria de su propio nombre (Mensajes selectos, tomo 3, p. 228).

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Lección 06 | Miércoles 7 de febrero_________________________________________________

LA OBEDIENCIA

Abel se arrodilló obedientemente ante su altar, sosteniendo la ofrenda del cordero como Dios le ordenó. Caín, por otra parte, se arrodilló furiosamente ante su altar sosteniendo la fruta. Ambos llevaron ofrendas, pero solo uno de los hermanos fue obediente a la orden de Dios. El cordero muerto fue aceptado, pero los frutos de la tierra fueron rechazados. Ambos hermanos comprendían el significado y las instrucciones en cuanto a la ofrenda de sacrificios, pero solo uno obedeció lo que el Señor había ordenado (Gén. 4:1-5).

“La muerte de Abel fue la consecuencia de que Caín rechazara el plan de Dios en la escuela de la obediencia, para ser salvado por la sangre de Jesucristo simbolizado por las ofrendas ceremoniales que lo señalaban. Caín no aceptó el derramamiento de sangre, que simbolizaba la sangre de Cristo que debía ser derramada por el mundo” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 6:1.109).

La obediencia comienza en la mente. Implica el delicado proceso de aceptar mentalmente la responsabilidad de ejecutar mandatos de una autoridad superior. La obediencia deriva de una relación con una figura de autoridad y de la voluntad de obedecer a esa figura. En el caso de nuestra relación con Dios, nuestra obediencia es una acción voluntaria y amorosa que moldea nuestro comportamiento a las obligaciones morales. La obediencia a Dios debe ser tan específica como él lo indique, y no solo como pensamos que es o deseamos que sea. El caso de Caín es un ejemplo perfecto de alguien que hace las cosas a su manera en lugar de hacer lo que Dios pide.

Lee 1 Juan 5:2 y 3; y Romanos 1:5; y 10:16 y 17. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de lo que significa la obediencia para el cristiano, que es salvo por la fe sin las obras de la ley?

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. (1 Juan 5)

y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre; (Romanos 1)

16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 16)

No obedecemos para ser salvos; obedecemos porque ya somos salvos. La obediencia es la declaración práctica de una fe moral. Samuel le dijo a Saúl: “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Sam. 15:22).

¿Qué quiso decir Samuel con “obedecer es mejor que los sacrificios”? ¿Qué debiera decirnos eso como cristianos que podría ayudarnos a no caer en el falso evangelio de la gracia barata?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Eva estaba extasiada cuando nació Caín. Creía plenamente que acababa de dar a luz al Libertador prometido en Génesis 3:15. “Por voluntad de Jehová he adquirido varón” (Génesis 4:1).

Una traducción literal del texto dice: “He hecho a un hombre, el Señor”. Esto revela que Eva pensó que había traído a Aquel que Dios le había prometido. Se sintió la madre del Redentor.

No se dice nada de la niñez de Caín, ni de estos nuevos padres gozando su primer bebé. La narración salta a un segundo nacimiento y, luego, a los dos jóvenes en adoración. Sin embargo, a veces las diferencias acerca de la adoración llevan a la tragedia.

Adán y Caín tienen dos maneras diferentes de contestar a Dios, cuando Dios los interroga acerca de su pecado.

Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Génesis 3

Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Génesis 4

Adán parece confundido, asustado y avergonzado, pero Caín está enojado, es cínico y rebelde. En lugar de ofrecer una excusa como hizo Adán, Caín dice una mentira flagrante.

Caín y Abel posiblemente eran hermanos gemelos; Génesis 4 dice: Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.

Si quitáramos el comentario que hizo Eva cuando nació Caín, el texto dijera: «Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín…  Después dio a luz a su hermano Abel.» 

Como todos sabemos en la Biblia la expresión «conoció a su mujer» significa tener relación sexual, y la Biblia siempre usa esta expresión para denotar la concepción de un personaje bíblico, especialmente al principio de la Biblia. Por lo tanto cabe la posibilidad de que Caín y Abel pudieran ser gemelos, ya que la Biblia menciona solamente una vez el conocimiento de Eva por Adán, en el nacimiento de estos dos hermanos.

Pues resulta ser que el primer patriarca de este mundo resultó ser el primer asesino en la historia de la tierra y, estadísticamente, el más grande asesino de todos los tiempos de la humanidad, ya que con su asesinato le resta a la población de la tierra un 25 % de sus habitantes, para ese tiempo.

En esta historia encontramos al primer muerto de este mundo y el primer muerto del universo también; Abel tuvo una muerte violenta. Cualquier muerte trae tristeza al mundo, pero las circunstancias de la muerte de Abel fueron devastadoras y sin precedentes.

Adán y Eva prueban por primera vez el fruto de su pecado, y pierden dos hijos en el mismo día: uno que era el patriarca por nacimiento, y el otro que podría ser el patriarca por elección directa de Dios.  A Caín lo pierden por destierro y a Abel lo pierden por entierro.

Caín y Abel tenían mucho en común, tenían el mismo origen, ya que procedían de los mismos padres; tenían una relación, eran hermanos; ambos tenían un trabajo honesto, uno era labrador y el otro era pastor; los dos tenían la misma religión, y los dos habían venido a ofrecer sacrificios; y es allí precisamente donde encontramos dos altares con dos ofrendas diferentes.

En esta escena llegamos a la conclusión que la religión ha actuado en los hombres desde los primeros días de la existencia de éste; en el caso de Caín podemos contemplar que la religión actuando «naturalmente» en el hombre, la religión es esencialmente defectuosa: es defectuosa en sus ofrendas, es defectuosa por la falta de poder que ejerce para corregir las pasiones del hombre, y es defectuosa porque carece de piedad y compasión.

Dos altares fueron erigidos al mismo Dios; y dos ofrendas diferentes fueron consagradas al mismo Dios.

Cualquiera pudiera decir que las ofrendas de ellos dos eran ofrendas buenas, ya que las dos ofrendas tenían connotaciones divinas: la ofrenda de Caín podía anunciar al Buen Sembrador y la buena semilla, y la ofrenda de Abel podía anunciar al Buen Pastor y la oveja perdida, pero no es así; el altar de Abel significa alcanzar la salvación de Dios por la gracia y los méritos de Cristo, mientras que el altar de Caín significa alcanzar la salvación por lo méritos u obras propias del individuo.

Realmente Caín es el fundador de la otra iglesia, la iglesia gigante, la mayoritaria, la iglesia falsa:

-Esa iglesia falsa tiene mucho de bueno en su religión

-Esa iglesia falsa está basada en la conveniencia

-Esa iglesia falsa carece de fe

-Esa iglesia falsa abunda en buenas obras

-Esa iglesia falsa cuando se la contradice y se la enoja, esa iglesia falsa, persigue y asesina.

-Esa iglesia falsa no tiene asidero en un “Así dice Jehová.”

Se cuenta la historia de un orgulloso rey que decidió construir la catedral de su reino sin la ayuda económica de nadie; el rey estaba muy ansioso de construirla y su obsesión era que todo el crédito se le diera solamente a él.

En su intento egoísta dio la orden que no se recibiera, ni se solicitara ninguna ayuda, ni ninguna ofrenda. Además el rey ordenó que en la piedra conmemorativa de la catedral se esculpiera su nombre, como el  único constructor del templo. 

Cierta noche mientras dormía, tuvo un sueño, y en el sueño pudo contemplar a un ángel que descendió del cielo, llegó hasta la piedra conmemorativa, borró su nombre y esculpió el nombre de una viuda pobre que vivía en la ciudad. Al despertar estaba consternado por el sueño, pero le consternó más cuando, días más tarde, se volvió a repetir el sueño exactamente como la primera vez y con la misma claridad y detalle.

Por tercera se le presentó el sueño de la misma manera que las anteriores, y llegó a la conclusión que ese era un mensaje directo para él, de parte del Cielo.

Comenzó a buscar a la viuda del sueño, para ver si ella existía en realidad. Después de varios días de búsqueda, dieron con ella. La viuda se presentó ante la corte real por mandato del rey, y él le preguntó: ¿Qué es lo que has estado haciendo para ayudar en la construcción de la catedral?  Ella respondió que siempre había soñado con ayudar en la construcción de la casa de Dios, pero en su pobreza lo único que había podido hacer era recoger el heno del campo, amarrarlo en pequeños manojos y así bocadear a los cansados caballos cuando estos pasaban frente a su casa, mientras transportaban las grandes y pesadas piedras de la catedral.

El rey comprendió que Dios estaba aceptando la ofrenda de amor y fe que era entregada diariamente por la viuda, y también comprendió que Dios rechazaba su ofrenda de arrogancia, vanagloria y justicia propia. De ese día en adelante ordenó que todo el pueblo ayudara en la construcción de la catedral, y que en esa piedra conmemorativa se escribiera el nombre de él y el nombre da la viuda, como los constructores de la catedral. 

El  orgullo es la valoración desmedida de los intereses y los deseos personales. Esto conduce automáticamente a la terrible consecuencia de no tener cuidado por nuestros semejantes.

El primer sermón que el orgullo predicó en este mundo se tituló: «¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?» y fue un asesino quien lo predicó.

El evangelio del orgullo se sigue predicando en nuestros días y su mensaje principal es invitar al hombre a cuidar solamente de sus intereses y asuntos personales, sin importar el sufrimiento de sus semejantes, el sufrimiento de sus amigos, de su familia, de su iglesia, de sus hermanos, de su pastor de iglesia y ni siquiera de nuestro Dios.

Vivimos en un tiempo lleno de DERECHOS, pero carecemos de obligaciones y deberes. El evangelio de Cristo no es un evangelio de derechos, sino un evangelio de obligaciones y deberes. El evangelio de Cristo nos enseña a entrenar nuestras mentes en los deberes, pero lo más importante: nos enseña a entrenar nuestros espíritus en el amor de Dios. De esta manera el evangelio se convierte en un amigo y protector del hombre, de las naciones y de la tierra.

La vida de Abel es un claro ejemplo de una vida de obediencia; la obediencia es otra característica que necesita un mayordomo, para poder llevar el título de buen mayordomo.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

La razón por la cual muchos en este siglo no realizan mayores progresos en la vida espiritual, es porque interpretan que la voluntad de Dios es precisamente lo que ellos desean hacer. Mientras siguen sus propios deseos se hacen la ilusión de que están conformándose a la voluntad de Dios…

Las instrucciones formuladas en la Palabra de Dios no dan lugar para transigir con el mal. El Hijo de Dios se manifestó para atraer a todos los hombres a sí mismo. No vino para adormecer al mundo arrullándolo, sino para señalarle el camino angosto por el cual todos deben andar si quieren alcanzar finalmente las puertas de la ciudad de Dios. Sus hijos deben seguir por donde él señaló la senda; sea cual fuere el sacrificio de las comodidades o de las satisfacciones egoístas que se les exija; sea cual fuere el costo en labor o sufrimiento, deben sostener una constante batalla consigo mismos (Los hechos de los apóstoles, p. 451).

Si obramos de acuerdo con las condiciones que ha establecido el Señor, aseguraremos nuestra elección para salvación perfecta obediencia a sus mandamientos es la evidencia de que amamos a Dios y no estamos endurecidos en el pecado.

Cristo tiene una iglesia en cada era. En la iglesia hay quienes no han mejorado en ningún sentido por su relación con ella. Ellos mismos quebrantan los términos de su elección. La obediencia a los mandamientos de Dios nos da derecho a los privilegios de su iglesia (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, pp. 1078, 1079).

El gran propósito de Dios al llevar a cabo sus providencias, es probar a los hombres, darles la oportunidad de desarrollar el carácter. Así él prueba si son obedientes o desobedientes a sus mandamientos. Las buenas obras no compran el amor de Dios, pero revelan que poseemos ese amor. Si rendimos a Dios nuestra voluntad, no trabajaremos a fin de ganar el amor de Dios. Su amor, como un don gratuito, será recibido en el alma, y por amor a él nos deleitaremos en obedecer sus mandamientos.

Hay dos clases de personas en el mundo hoy día, y tan solo dos clases serán reconocidas en el juicio: la que viola la ley de Dios y la que la obedece. Cristo da la prueba mediante la cual se ha de comprobar nuestra lealtad o deslealtad. “Si me amáis —dice él—, guardad mis mandamientos… El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él… El que no me ama, no guarda mis palabras: y la palabra que habéis oído, no es mía sino del Padre que me envió”. “Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor” (Juan 14:15; 15:10) (Palabras de vida del gran Maestro, p. 226).

Todos sabemos que la lucha más dura e intensa del alma se produce cuando el corazón humano toma la gran resolución de poner en práctica sus convicciones. Consagrar el alma a Dios significa encomendarla para que la guarde Alguien que ha comprado su libertad a un precio infinito; una vez dado ese paso debemos seguir conociendo al Señor, para que sepamos que como el alba está dispuesta su salida. “El obedecer es mejor que los sacrificios”. Toda la obra del cristiano consiste en querer y hacer (Testimonios para los ministros, p. 241).

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Jueves 8 de febrero | Lección 06_____________________________________________________

LA CONFIABILIDAD

Lee Lucas 16:10 al 12. ¿Qué nos enseña esto acerca de ser digno de confianza? ¿Por qué este rasgo es tan importante para un mayordomo fiel?

10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?  (Lucas 16)

Este principio de confiabilidad se ve en toda la Biblia. Por ejemplo, en un relato, a cuatro jefes de la guardia de los levitas se les confió la protección del Santuario del Antiguo Testamento durante la noche. Debían cuidar las habitaciones llenas de tesoros y tener las llaves para abrir las puertas cada mañana (1 Crón. 9:26, 27). Se les dio esta tarea porque se los consideraba dignos de confianza.

Ser digno de confianza es una característica de un buen mayordomo. Esto significa que los mayordomos confiables entienden el significado profundo de su rol; entienden que Dios es digno de confianza, y persiguen el mismo objetivo (Deut. 32:4, 1 Rey. 8:56).

La confiabilidad implica un conjunto de rasgos de carácter maduros. Este es el nivel más elevado de carácter y competencia que una persona puede alcanzar a la vista de los espectadores. Reflejar el carácter de Dios significa que harás lo que dices, sin importar las circunstancias ni quienes te presionen para que hagas otra cosa (2 Rey. 12:15).

Los monarcas de dos reinos mundiales consideraron que Daniel era digno de confianza. Su reputación durante toda su vida como consejero confiable que, sin temor, brindaba sabiduría y verdad a los reyes se contraponía abiertamente con la de los adivinos y los magos de la corte. La confiabilidad es la joya de la corona de la ética; exhibe nuestros principios morales en su forma más pura. Esta cualidad en un mayordomo no surge de la noche a la mañana, sino que viene con el tiempo al ser fiel incluso en las cosas pequeñas.

Los demás perciben nuestra confiabilidad. Nos respetan y confían en nosotros porque saben que no nos dejamos influenciar fácilmente por las opiniones, las modas ni la adulación. Por lo tanto, ser digno de confianza es una demostración del desempeño del carácter en toda responsabilidad llevada a cabo en la tierra, el campo de experimentación para el cielo. “Debemos ser mayordomos fieles y dignos de confianza del Reino de Cristo para que las personas que tienden hacia la vida mundana puedan tener una verdadera representación de las riquezas, la bondad, la misericordia, la ternura y la cortesía del Reino de Dios” (TI 6:193).

Piensa en alguien a quien conozcas personalmente que sea digno de confianza. ¿Qué puedes aprender de esa persona que te ayudaría a ser más confiable también?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Daniel

Fue un día triste para Jerusalén: la nobleza de Israel fue llevada cautiva a Babilonia. La brillante juventud en quienes la esperanza y el futuro de la nación hebrea estaba depositada, fueron llevados cautivos a un país extraño; entre ellos estaba Daniel.

Estos cautivos eran muy distinguidos por su belleza personal. Los orientales siempre han conectado la belleza de una persona con los poderes mentales; los hermanos judíos siempre han presentado a Daniel como un hombre alto, muy guapo, con una expresión sumamente bella.

Además, estos jóvenes eran muy inteligentes, tenían sabiduría, poseían conocimientos, y comprendían las ciencias. El rey de Babilonia había apartado a estos jóvenes para ser instruidos en el conocimiento de Babilonia; el propósito principal era apartarlos de su religión y del Dios que ellos conocían y adoraban. De esta manera ellos llegarían a ser los futuros profetas del paganismo para el pueblo de Babilonia. Para esta posición importante necesitaban ser sabios e inteligentes, y en los jóvenes hebreos, el rey de Babilonia encontraba las cualidades que se necesitaban.

La realidad de estos jóvenes era la tristeza y la decepción. A esa temprana edad su felicidad había sido tronchada y su esperanza de prosperidad también había sido terminada. En sus cantos se podía entender la profunda tristeza y nostalgia que experimentaban en tierra extraña; el salmo «En la riberas de Babilonia» es uno de ellos: Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion. 2Sobre los sauces  en medio de ella colgamos nuestras arpas. 3Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sion. 4¿Cómo cantaremos la canción del Señor en tierra extraña? 5Si me olvido de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza6Péguese mi lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no enaltezco a Jerusalén sobre mi supremo gozo. Recuerda, oh Señor, contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, quienes dijeron: Arrasadla, arrasadla hasta sus cimientos. 8Oh hija de Babilonia, la devastada, bienaventurado el que te devuelva el pago con que nos pagaste. 9Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños contra la peña. Salmo 137

Cambio de nombres:

Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. Y el jefe de los oficiales les puso nuevos nombres: a Daniel le puso Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.  (Daniel 2)

La importancia de los nombres se asocia con los asuntos espirituales, religiosos y bíblicos, tanto para los judíos como también para los cristianos. En el mundo pagano los nombres que se dan a los hijos lo asocian con las deidades paganas. Daniel, Ananías, Misael y Azarías tenían nombres con significados bíblicos, pero en Babilonia se les cambiaron sus nombres bíblicos por nombres que tenían significados idolátricos.

Daniel significa: «Dios es mi juez» En Babilonia fue llamado Beltsasar, que era un derivado del nombre del dios más importante de Babilonia que fue Bel.

Ananías significa: «Dios es mi gracia y mi favor» En Babilonia fue llamado Sadrac que significa: «Inspiración del dios sol»(¿una alusión al dominguismo?)

Misael es la composición de dos nombres hebreos, que juntos significa: «Semblanza de Dios» En Babilonia fue llamado Mesac que significa: «siervo del dios del placer» El nombre del dios del placer y la belleza de Babilonia se llamaba Sac.

Azarías significa: «Dios es mi ayuda» En Babilonia fue llamado Abed-Nego que significa: «siervo de la luz brillante» o en otras palabras: «siervo de Lucifer»

Babilonia llegó muy tarde a la vida de los jóvenes hebreos; los caldeos pudieron cambiar sus nombres pero nunca pudieron cambiar sus principios. La instrucción que se da a los niños en su edad temprana es difícil de ser borrada, son las impresiones que tienen duración eterna en la mente de los niños. Esas instrucciones se graban en las mentes de los niños hasta formarlos en hombres y se constituyen de esa manera en el molde de los seres humanos.

Las palabras habladas a los niños son como las palabras habladas en la galería de los susurros, que aparentemente no se escuchan, ni hacen su efecto inmediatamente, pero su efecto se produce años más tarde y sus ecos repercuten en los caminos más remotos de la vida. Los gobernantes pueden cambiar el nombre, pero nunca el corazón de un verdadero hijo de Dios.

Daniel entra en la esfera bíblica con el sueño de Nabucodonosor y su estatua.

El famoso sueño de Nabucodonosor no fue el resultado de una mente sobrecargada de problemas, agitación, ansiedad o excitación; ese sueño fue el resultado directo de la intervención divina en él, ese sueño procedía del Dios del cielo, al que Nabucodonosor aún no conocía.

Interesantemente el sueño fue tan ordenado que Nabucodonosor no recordaba el sueño en su esencia, pero la impresión de la grandeza del sueño no podía salirse de su mente: le quedó en su pensamiento de una manera permanente, no lo podía olvidar, había llenado su alma entera.

La naturaleza del sueño había hecho que Nabucodonosor no pudiera dormir cuando estaba acostado, y que no pudiera descansar cuando estaba despierto.

Allí estaba el invencible, el terrible, el grande Nabucodonosor vencido por un sueño, que se le había convertido en una pesadilla al no poder recordarlo.

Este era un sueño que Dios había depositado en su mente, pero había puesto llave a su contenido. Ese sueño era como un cofre de tesoros, allí estaba el cofre con un hermoso tesoro que él ya había visto, pero ahora estaba con llave, por más que deseaba ver el tesoro de nuevo, no podía verlo.

Nabucodonosor necesitaba recobrar su compostura, necesitaba calmar su ansiedad, debido a que era un rey idólatra, desconocía esa fuente de paz, quietud y serenidad que se encuentran escondidas en la magnífica gracia de Dios, y que se abren solamente a través de la oración de los hijos verdaderos de Dios, cuando estos necesitan y claman por ellas.

El sueño fue extrañamente dado y fue también extrañamente re-posesionado por Dios, la gloria tenía que ser solo para Dios. Dios deseaba que el sueño fuera una señal infalible de su revelación y que no estuviera manchado con el pensamiento y las interpretaciones de los caldeos. Nabucodonosor solo recordaba la idea de haber visto cosas sumamente impresionantes en el sueño, y también tenía la inmovible convicción que ese sueño tenía que ser recordado e interpretado por que era de gran importancia.

11Lo que el rey demanda es difícil y no hay nadie que pueda declararlo al rey, sino los dioses cuya morada no está entre los hombres.  (Daniel 2)

Era una idea central de los babilonios creer que todos los dioses que ellos adoraban se encontraban muy cerca de ellos: en sus templos, en sus sacrificios y en los ritos sacerdotales. Los caldeos tenían la certeza de que esos dioses estaban allí presentes con ellos. En esta declaración están desenmascarando la fragilidad e incompetencia de sus dioses y están abriendo la puerta para conocer al verdadero Dios del cielo y a su verdadero profeta, un profeta que no anda adivinando, sino que revela con certeza los misterios, arcanos y también la voluntad que Dios tiene preparada para el hombre.

«11Lo que el rey demanda es difícil»

La demanda del rey no era una demanda irrazonable como lo estaban presentado los «…magos, los encantadores, los hechiceros y a los caldeos…» Ellos mismos habían impuesto en la mente del rey y en la mente de los ciudadanos de Babilonia la idea mentirosa de que ellos poseían el arte de la adivinación, que podían leer las cosas secretas en cualquier esfera de la vida, y que el sistema religioso que poseían era uno de los más poderosos y esto era gracias a los poderes sobrenaturales que ellos poseían. Ellos con mucha dificultad podían quejarse ya que tanto el rey como el pueblo les habían tomado la palabra y creían en ellos.

Es una gran ganancia para la verdad cuando las mentiras son descubiertas. Así que el rey Nabucodonosor necesita ser reconocido por presionar este asunto para que se descubra realmente la verdad. Las religiones falsas sufren un descalabro cuando las pretensiones de sus ministros son puestas a prueba y se encuentra que son falsas.

A pesar de todo, el decreto de muerte que dio el rey era injusto. Los sabios no habían hecho nada que fuera digno de muerte; más que eso, había muchos de los caldeos que no reclamaban poderes divinos personales, muchos de ellos estaban encargados de las diferentes ciencias, eran en otras palabras pacientes y laboriosos estudiantes; por lo tanto el decreto del rey más que injusto, era una política extraña y nada sabia, que pretendía eliminar a la crema y nata de las diferentes ciencias practicadas por Babilonia.

Daniel y sus amigos también estaban incluidos en este grupo, apenas se acababan de graduar y encima de todo no habían sido consultados para nada. También ellos compartían la arrebatada condena de muerte declarada por el rey.

¡Qué espectáculo nos están presentando Nabucodonosor y sus sabios! Los sabios están tratando, a través de los medios humanos, de alcanzar y descubrir la mente divina. Atados por las circunstancias de la situación se vieron obligados a decir: 11Lo que el rey demanda es difícil y no hay nadie que lo pueda declarar al rey, sino los dioses cuya morada no está entre los hombres. Es la ley de la voluntad divina de no intervenir, hasta que el hombre descubre su absoluta inhabilidad y siente la imperativa necesidad de Dios. 

El sueño de Nabucodonosor al final fue recuperado. La inhabilidad del rey de no poder recordar su sueño, dio a Daniel la posibilidad de mostrar y probar la vasta superioridad de Dios, sobre los dioses de los magos de Babilonia.

Daniel, al ser capaz de recuperar el sueño olvidado, estaba confirmando que en el acto de recuperar el sueño, también la interpretación que le diera al sueño sería verdadera.

Al recuperar Daniel el sueño y también dar su interpretación, Daniel estaba revelando dos misterios a Nabucodonosor al mismo tiempo: el primero es que Dios conoce el pasado a la perfección, y el segundo es que Dios conoce el futuro a la perfección.

Dios en su infinita sabiduría trajo a Daniel y a sus amigos a las cortes de Babilonia en el momento correcto, cuando su nombre sería conocido y glorificado, y también el nombre de los jóvenes hebreos. Dios nuca olvida a todos aquellos que confían en él.

EL SUEÑO, SU PREDICCIÓN Y SU CUMPLIMIENTO, PRUEBA A NOSOTROS LA SUPREMA PROVIDENCIA DE DIOS, ADEMÁS, NOS PRUEBA QUE LA BIBLIA ES VERDADERA Y EL DIOS EN QUIEN CREEMOS ES REAL Y VERDADERO. ¡Alabado sea su nombre desde ahora y para siempre!

A través de la historia de Daniel, como también la de José, podemos ver una disposición de humildad personal y al mismo tiempo la exaltación de Dios. Sin prevaricación ni dudas, Daniel mostró lo abominable de la idolatría, a través de su convicción y servicio al Dios único y real, al Dios de los cielos.  Daniel nunca reclamó nada para él mismo; antes de revelar el sueño y la interpretación al rey le recordó que: «…no hay sabios, encantadores, magos, ni adivinos que puedan declararlo al rey. 28 Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios…»

La mente del rey quedó tan impresionada con las demostraciones y argumentos de Daniel, que se vio obligado a hacer algo inusitado en la historia de reyes contemporáneos, algo que nunca se hizo antes, ni se hizo después: caer de rodillas ante un joven extranjero; además, dio una de las más grandes declaraciones que haya hecho cualquier rey pagano: 46 Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró ante Daniel, y ordenó que le ofrecieran presentes e incienso. 47 El rey habló a Daniel, y dijo: En verdad que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterio.  (Daniel 2)

 

28 Y este mismo Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el Persa. (Daniel 6)

La prosperidad de Daniel aparece casi en todos los momentos de su vida. Quizás nadie en la tierra iguala al incremento de prosperidad que disfrutó Daniel a través de los 5 diferentes reyes a quien sirvió y a la cantidad de años que estuvo Daniel como un servidor público.

Los hombres que son exitosos siempre son muy admirados por el mundo en general. Los romanos y los griegos siempre tuvieron en alta estima a todos aquellos que aparentemente eran acompañados por poderes especiales invisibles.

Estas son algunas de las cualidades sobresalientes de Daniel que le ayudaron a llegar tan alto en el servicio público

1-Superioridad en su poder mental: Dios bendijo a Daniel con facultades intelectuales muy elevadas. Los poderes naturales mentales de Daniel eran fuertes y bien proporcionados. Su rapidez para la comprensión y su memoria retentiva se combinaban felizmente con un juicio penetrante y poderoso. Tenía la capacidad de adquirir vastos conocimiento con facilidad y rapidez. Daniel siempre sobresalió en todas las ramas de la ciencia que se dedicó a estudiar.

2-La gran información e inmenso volumen de conocimiento que tuvo a su alcance: Los gobiernos civiles son complicados y extensos, tanto en la teoría como en la práctica. Todas las ramas del conocimiento humano tienen que ser poseídas por aquellos que trabajan para los gobiernos, ya que ellos necesitan estar en relación constante tanto con los individuos de una nación como todas las cosas que giran alrededor de sus ciudadanos. Daniel tuvo la mejor fuente de información en sus manos, y tuvo la fuente de información más importante, que era el Sagrado Libro de la inspiración divina.

3-Su extraordinaria sabiduría: Antes que Daniel cumpliera los 30 años, su sabiduría eminente ya era universalmente conocida y celebrada, no sólo a través del imperio, sino a través de las naciones vecinas. La sabiduría es muy intensa para definirla, incluye la invención, la sagacidad, y la visión futurística o profecía.

En Ezequiel 28:3 encontramos una sorprendente declaración que contrasta a Lucifer y Daniel:

«Tú eres más sabio que Daniel; Ningún secreto te es oculto.» Reina Valera

¿Acaso eres más sabio que Daniel? ¿Acaso conoces todos los secretos? NBD

¿Es que eres más sabio que Daniel? ¿No desconoces ningún secreto? PDT

No eres más sabio que el profeta Daniel, ni conoces todos los secretos, TLA

Estas palabras son de Jehová hablando de Lucifer. Aquí en este texto Dios está comparando la sabiduría de un querubín con la sabiduría de un humano, sí; un humano de la raza caída. Dios no lo comparó con Salomón, ni con Pablo o Moisés, aunque la Biblia habla de ellos de una forma muy elevada en cuanto a la sabiduría de estos tres.

La sabiduría de Salomón, de Moisés, de Pablo, se puede comparar en la esfera terrenal; pero cuando hablamos de la sabiduría de Daniel, la Biblia la eleva a otro plano más alto, la eleva al plano universal.

¡Qué sabiduría más exquisita tuvo Daniel al servir de comparación con el querubín protector! Toda la sabiduría de Daniel se obtuvo a través de la fe y la estricta obediencia a Dios.

4-Daniel era un hombre con una increíble firmeza: Esto fue el resultado de su propia sabiduría, dada por Dios. Tuvo la capacidad de pensar por él mismo, formar sus propias opiniones, comprender la tendencia y naturaleza de sus propios deseos. La confidencia de Daniel era acompañada por una irresistible fuerza y vigor y casi siempre lograba lo que se proponía en el servicio público.

5-Daniel era el ejemplo de una integridad inviolable: Siempre hizo justicia y trató a cada hombre de acuerdo con las reglas eternas de Dios. Como un regidor, siempre actuó bajo los principios de protección a la vida, propiedad y carácter de sus ciudadanos. Todo esto era el resultado de la fuente pura de inspiración divina que él había decidido tener como acompañante en su vida. El promover la justicia es la más grande responsabilidad y privilegio que puede existir en todos los departamentos de un gobierno civil.  Daniel era tan íntegro que ni siquiera sus propios enemigos podían encontrar una ocasión contra él en su vida en general.

6-La devoción y la religión de Daniel: Para Daniel la religión no fue un entusiasmo temporal, ni una brillante superstición; para Daniel la religión fue un principio firme y una benevolencia consistente y universal. Siempre tuvo a Dios como el ser supremo de su corazón, y nunca tuvo temor ni vergüenza de profesar su religión, aun viviendo en un imperio y en una corte donde la idolatría era el centro de la religión. Daniel descubrió a través de su experiencia personal, que Dios y la religión lo convirtieron en un hombre íntegro y honesto; no hay mejor virtud para la política, que la honestidad y la integridad.

Sin duda alguna, Daniel fue un ejemplo de lo que es ser un verdadero mayordomo a quien se le pueda confiar.

 

ESPÍRITU DE PROFECÍA

“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel” (Lucas 16:10). La importancia de las cosas pequeñas es a menudo menospreciada a causa de su pequeñez; pero ellas proveen una gran parte de la actual disciplina de la vida. En realidad no hay nada que no sea esencial en la vida cristiana. El edificio de nuestro carácter se verá lleno de riesgos si menospreciamos la importancia de las cosas pequeñas…

Esta infidelidad tiene su reacción sobre él mismo. No obtiene la gracia, el poder y la fortaleza de carácter que pueden alcanzarse mediante una entrega sin reservas a Dios. Al vivir apartado de Cristo está sujeto a las tentaciones de Satanás, y comete equivocaciones en su obra por el Maestro. Por causa de que no es guiado por los debidos principios en las cosas pequeñas, deja de obedecer a Dios en los asuntos de mayor importancia que él considera como su obra especial. Los defectos acariciados al tratar con los detalles menores de la vida, pasan a los asuntos más importantes… Así las acciones repetidas forman los hábitos, los hábitos forman el carácter, y por el carácter se decide nuestro destino para el tiempo y la eternidad (Palabras de vida del gran Maestro, p. 290).

Cristo pregunta a cada uno de los que profesan su nombre: “¿Me amas?” (Juan 21:16, 17) Si amamos a Jesús, amaremos las almas por las cuales murió… Ser dignos de confianza en nuestro puesto y vocación, estar dispuestos a negamos a nosotros mismos para beneficio de los demás, impartirá paz al espíritu y nos brindará el favor de Dios.

Los que quieran andar detenidamente en las pisadas de su abnegado Redentor reflejarán en su manera de ser la de Cristo. La pureza y el amor de Cristo resplandecerán en su vida diaria y su carácter y la mansedumbre y la verdad guiarán sus pies (Testimonios para la iglesia, tomo 4, p. 347).

En el día del juicio muchos serán encontrado faltos porque han sido probados por Dios y hallados indignos de la vida eterna. Dios no podría confiar en ellos en el cielo. La decisión se hará para toda la eternidad; al que no es fiel en lo poco, no se le puede confiar grandes responsabilidades. Serán juzgados por sus obras, las que habrán determinado su carácter (El ministerio de publicaciones, p. 333).

En cada acto de la vida, el verdadero cristiano es solo lo que desea que piensen que es los que lo rodean. Se guía por la verdad y la rectitud… Puede ser criticado, probado, pero a través de todo, su inflexible integridad resplandece como oro puro. Es un amigo y un benefactor de todos los que están relacionados con él, y sus semejantes tienen puesta su confianza en él porque es digno de crédito…

Satanás conoce muy bien qué poder para bien hay en la vida de un hombre de integridad inflexible, y hace ingentes esfuerzos para impedir que esos hombres vivan tales vidas…

La verdadera religión no es un experimento. Es una actual imitación de Cristo. Dios lleva una cuenta personal con cada persona, probándolo con los resultados prácticos de su obra. Pronto se escuchará el llamado: “Entregad cuentas de su mayordomía” (In Heavenly Places, p. 243; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 245).

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Lección 06 | Viernes 9 de febrero___________________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“Siempre ha sido el proyecto de Satanás desviar la mente de la gente de Jesús hacia el hombre y destruir la responsabilidad individual. Satanás fracasó en su propósito cuando tentó al Hijo de Dios; pero tuvo un enorme éxito cuando se dirigió a los hombres caídos. El cristianismo se corrompió” (PE 213).

Con Cristo en el centro de nuestro ser, estamos abiertos a su conducción. Como resultado, la fe, la lealtad, la obediencia, una conciencia limpia, la confiabilidad y la responsabilidad individual se revelarán en nuestra vida. Así, como mayordomos, alcanzamos la plenitud en las manos de Dios (Sal. 139:23, 24).

La responsabilidad individual es un principio bíblico esencial. Mientras estuvo en la tierra, Jesús respondía individualmente ante el Padre (Juan 8:28). Nosotros somos responsables de toda palabra ociosa (Mat. 12:36). “Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Luc. 12:48). Sin embargo, la mayor amenaza para la responsabilidad individual es la tendencia a transferir nuestras responsabilidades a los demás. “Mantengamos en mente el hecho de que la propiedad que se nos ha confiado para ser invertida no es nuestra. Si fuera, podríamos reclamar el derecho de disponer de ella a nuestro antojo; podríamos delegar nuestra responsabilidad sobre los otros, y dejar con ellos nuestra mayordomía. Pero esto no se puede hacer, porque el Señor nos ha hecho individualmente sus mayordomos” (TI 6:169).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Analiza las distintas marcas de un mayordomo que estudiamos esta semana: la responsabilidad individual, la confiabilidad, la obediencia, la lealtad, una conciencia limpia y la fidelidad. ¿Cómo se relacionan entre sí? ¿En qué medida la negligencia en un aspecto conduciría a descuidar los demás? O, ¿cómo podría la firme adhesión en un aspecto llevar a la adhesión en los demás?
  2. Piensa de qué modo las promesas del evangelio pueden ayudar a quienes están luchando con una conciencia culpable. ¿Qué promesas pueden reclamar?
  3. A menudo consideramos que el concepto de “lealtad” es bueno en sí y de por sí. Pero, ¿siempre es así? ¿Cómo se podría ser leal a alguien o a algo que no es bueno? ¿Por qué, entonces, el concepto de “lealtad” debe entenderse siempre en un contexto específico para ver si esta lealtad es buena o sin fundamento?

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Escrito por: Tony García.

Gramática revisada por:
Pastor Noel Ruiloba y Nory Ester Garcia-Marenko

Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
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http://www.escuelasabaticamaestros.com
Madrid, España 2018

Un pensamiento en “LECCIÓN 6 – LAS MARCAS DE UN MAYORDOMO – PARA EL 10 DE FEBRERO DE 2018

  1. Hno Tony Dios te bendiga ricamente.queria sustentar la posición no trinitaria con estos versículos, 2cor 3:17, juan 20:22 , 1 eros escritos pag 54 -55 ahí verás a Cristo desde el lugar santísimo Soplando y bautizando x su aliento No Hay una 3era persona , juan 17:3 ,juan 1:1-3 y Zacarías habla consejo de paz fue entre los DOS. Contéstame y dime si eres humilde q has aceptado esta gran Verdad

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