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Lección 3 – LOS MENSAJES DE JESÚS A LAS SIETE IGLESIAS – Para el 19 de enero de 2019

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Lección 3: Para el 19 de enero de 2019

LOS MENSAJES DE JESÚS A LAS SIETE IGLESIAS

Sábado 12 de enero_______________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Apocalipsis 2:8-11; 2:12-17; 2:18-29; 3:1-6; 3:7-13; 3:14-22; Isaías 61:10.

PARA MEMORIZAR:

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apoc. 3:21).

Desde Patmos, Jesús envió una carta con siete mensajes a su pueblo. Si bien esos mensajes atañen a las iglesias de la época de Juan, simbólicamente también retratan la condición de la iglesia a lo largo de la historia.

Una comparación paralela de estos mensajes muestra que siguen la misma estructura séxtuple. Comienzan cuando Jesús se dirige a la iglesia específica mencionando su nombre. La segunda parte comienza con la frase: “El que tiene […] dice esto”, donde Jesús se presenta a cada iglesia usando descripciones y símbolos que se encuentran en el capítulo 1. Esas descripciones de Jesús se adecuaban a las necesidades específicas de cada iglesia. Por lo tanto, Jesús destacó la habilidad para enfrentar las diferentes luchas y situaciones de cada iglesia. Luego, Jesús hace una evaluación de la iglesia y le aconseja cómo salir de su aprieto. Finalmente, hay un llamado a escuchar el mensaje del Espíritu y promesas para los vencedores.

Como vimos la semana pasada con la primera iglesia, Éfeso, esta semana en nuestro estudio de los seis mensajes restantes veremos que Jesús ofrece esperanza y atiende las necesidades de cada iglesia en cada situación. Por ende, también puede satisfacer nuestras necesidades actuales.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Antes del diluvio, Dios mandó a Noé que diese aviso al mundo, para que los hombres fuesen llevados al arrepentimiento, y para que así escapasen a la destrucción. A medida que se aproxima el momento de la segunda venida de Cristo, el Señor envía a sus siervos al mundo con una amonestación para que los hombres se preparen para ese gran acontecimiento. Multitudes de personas han vivido violando la ley de Dios, y ahora, con toda misericordia, las llama para que obedezcan sus sagrados preceptos. A todos los que abandonen sus pecados mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en Cristo, se les ofrece perdón. Pero muchos creen que renunciar al pecado es hacer un sacrificio demasiado grande. Porque su vida no está en armonía con los principios puros del gobierno moral de Dios, rechazan sus amonestaciones y niegan la autoridad de su ley (Patriarcas y profetas, {PP}, p. 91).

Tengamos cuidado de no pasar por alto las señales de peligro y las amonestaciones dadas en su Palabra. A menos que se preste atención a estas amonestaciones y se venzan los defectos del carácter, éstos vencerán a quienes los posean, y ellos caerán en el error, la apostasía y el pecado abierto. La mente que no se eleve a la norma más alta, perderá con el tiempo su fuerza de retener lo que había ganado una vez. “Así que, el que piensa estar firme, mire, no caiga”. “Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza. Mas creced, en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” 1 Corintios 10:12; 2 Pedro 3:17, 18 (Testimonios para la iglesia, {5TI}, t. 5, p. 507).

Cuanto más fuerte y pura sea la fe de los hijos de Dios, y cuanto más firme su resolución a obedecerle, tanto más fieramente se esforzará Satanás por incitar contra ellos la ira de aquellos que, al par que se proclaman justos, violan la ley de Dios. Se requerirá la más firme confianza, el propósito más heroico, para guardar la fe una vez dada a los santos.

Los mensajeros de la cruz deben armarse de un espíritu vigilante y de oración, y avanzar con fe y valor, obrando siempre en el nombre de Jesús. Deben cifrar su confianza en su Jefe; porque nos esperan tiempos dificultosos. Los juicios de Dios están cayendo sobre la tierra. Las calamidades se siguen en rápida sucesión. Pronto se levantará Dios de su solio para sacudir terriblemente la tierra, y para castigar a los malos por su iniquidad. Entonces él se levantará en favor de los suyos, y les concederá su cuidado protector. Echará sus brazos eternos en derredor de ellos, para escudarlos de todo mal (Obreros evangélicos, {OE}, p. 279).

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Lección 3 | Domingo 13 de enero________________________________________

LOS MENSAJES DE CRISTO PARA ESMIRNA Y PÉRGAMO

Esmirna era una ciudad hermosa y rica, pero también un centro de culto obligatorio al emperador. Negarse a cumplir con este mandato podía provocar la pérdida de la condición jurídica, la persecución e incluso el martirio.

Lee Apocalipsis 2:8 al 11. La forma en que Jesús se presenta ¿qué relación tiene con la situación de la iglesia? ¿Qué advertencia le da Jesús?

Apocalipsis 2:8-11

Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

El mensaje a la iglesia de Esmirna se aplica proféticamente a la iglesia de la era posapostólica, cuando el Imperio Romano persiguió a los cristianos. Los “diez días” de Apocalipsis 2:10 señalaban los diez años de persecución dioclesiana de 303 a 313 d.C., cuando Constantino el Grande emitió el Edicto de Milán, que otorgaba libertad religiosa a los cristianos.

Pérgamo era el centro de varios cultos paganos, incluido el culto a Asclepio, el dios griego de la curación, llamado “el Salvador” y representado por una serpiente. De todas partes acudían al santuario de Asclepio para sanarse. Pérgamo desempeñaba un papel primordial en la promoción del culto obligatorio al emperador, como en Esmirna. Por eso el texto dice que los cristianos de Pérgamo vivían donde “mora Satanás” y estaba su trono.

Lee Apocalipsis 2:12 al 15. ¿Cómo se presenta Jesús a esta iglesia? ¿Cuál fue el diagnóstico que hizo de su condición espiritual?

Apocalipsis 2:12-15

12 Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: 13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. 14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.

Los cristianos de Pérgamo enfrentaban tentaciones externas e internas en la iglesia. Si bien la mayoría permaneció fiel, algunos, los “nicolaítas”, defendían la transigencia con el paganismo para evitar la persecución. Al igual que Balaam (Núm. 31:16), consideraron que era más conveniente, e incluso ventajoso, transigir con su fe. Aunque el Concilio de Jerusalén había prohibido “lo sacrificado a los ídolos” y “la inmoralidad sexual” (Hech. 15:29, NVI), la doctrina de Balaam les inculcó a los miembros de iglesia rechazar esta decisión. La única solución que Jesús puede ofrecerle a Pérgamo es: “Arrepiéntete” (Apoc. 2:16).

La iglesia de Pérgamo es un retrato profético de la iglesia cristiana de 313 a 538 d.C. aproximadamente. Si bien permanecieron fieles, la decadencia espiritual y la apostasía crecieron rápidamente.

¿Qué significa no negar “mi fe” (Apoc. 2:13; ver, además, Apoc. 14:12). ¿De qué manera el hecho de rehusarnos a negar nuestra fe nos ayuda a resistir la avenencia y a ser “fiel[es] hasta la muerte” (Apoc. 2:10)?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

ESMIRNA – (año 100 a 313)

8Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 9Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

En nuestros días modernos se puede encontrar a Esmirna bajo el nombre de Ismir. Es una ciudad muy fuerte económicamente hablando; además, es considerada una de las ciudades más bellas de Asia, hasta el día de hoy.

Esmirna está ubicada al norte de Éfeso, y se caracteriza por tener hermosos viñedos, siendo éstos tan fértiles que producen dos cosechas anuales. Sus edificios fueron hermosos y uno de ellos se mantiene hasta el día de hoy, como un museo dedicado a Homero, el autor de la Ilíada y la odisea, ya que se cree que el famoso escritor y poeta Homero, nació en Esmirna. Hay una cueva cerca de Esmirna, donde se cree que Homero pasaba la mayor parte de su tiempo y es allí donde componía sus poemas y fabricaba sus historias.

El ángel de la iglesia de Esmirna se cree que fue Policarpo, quien estuvo al frente de la iglesia por 50 años. Policarpo fue martirizado en el año 156. Hay una carta escrita por Ignacio dirigida a Policarpo, quien era el anciano de Esmirna, en el año 108. Cuando Ignacio escribió esta carta, se encaminaba a su martirio en Roma.

Hay otro cristiano llamado Tertuliano, quien era amigo de Policarpo desde la juventud. Tertuliano escribió un libro llamado Remedios contra la herejía; en su libro dice que Policarpo fue consagrado al obispado desde muy joven, por el apóstol Juan. La historia dice que Policarpo fue discípulo de Juan. En Esmirna se encuentran las ruinas de un gran anfiteatro y se cree que fue allí donde Policarpo fue martirizado y allí mismo enterrado. Su sepulcro es preservado hasta el día de hoy.

La historia de Esmirna se resume en una sola palabra: TRIBULACIÓN.

Hubo muchas persecuciones lanzadas por diferentes emperadores romanos:

-El emperador Trajano persiguió a la iglesia desde el año 98 al 117

-El emperador Adriano siguió la persecución desde el 117 hasta el año 138

-Marco Aurelio desde el año 161 al 180

-El emperador Decio persiguió desde el 249 al 251

-Diocleciano persiguió desde el año 284 al 305

-Galerio dirigió una de las más sangrientas persecuciones, desde el año 293 al 311

Por todas estas persecuciones en contra de la iglesia, el período de la iglesia de Esmirna es llamado el período de los mártires.

Teodoreto, historiador de esa época, escribe en su libro Historia Eclesiástica que en el Concilio de Nicea, que se celebró en el año 325, después de que la persecución había terminado, los obispos de la iglesia asistieron mutilados, muchos de ellos sin sus extremidades o sin ojos, ya que ellos habían padecido persecución, violencia y tortura.

Los obispos o ancianos de la iglesia, fueron los que más sufrieron persecución y violencia; en ellos se concentró la ira de los emperadores romanos, ya que los emperadores romanos creían que si lograban extirpar a los dirigentes de la iglesia, la grey se disolvería.

“Sé fiel hasta la muerte”

-La fidelidad es una virtud conocida universalmente por su importancia y su precio

-La fidelidad es una virtud basada en la ley universal del amor

-La fidelidad es una obligación de cada hombre hacia el Creador

-La fidelidad es medida de acuerdo con la cantidad de amor

-La fidelidad a Cristo incluye la fidelidad a las verdades de la cruz

-La fidelidad a la cruz incluye la lealtad a los verdaderos amigos de la cruz

-La fidelidad a Cristo es constante, y dura lo que dura la vida humana

“El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.”

Esta promesa es para aquellos que logran sostener la religión en tiempos de persecución, para aquellos que no ceden sus principios y creencias ante la amenaza y la muerte, para aquellos que son triunfantes en la fidelidad, cuando son inducidos a abandonar la causa o apostatar por medio de las fuerzas.

La muerte es una de las cosas más temidas por el hombre. Aquí se ofrece al hombre una de las pólizas de seguro más necesitadas y codiciadas en todo el mundo, y es la protección contra de la muerte eterna.

La religión no ofrece ni promete a sus amigos una excepción en contra de la muerte; a nadie de la raza humana se le ha hecho una promesa tal, excepto a dos personas que obtuvieron un pase directo al cielo, sin pasar por la temible muerte.

Hubiera sido hermoso que esos pases que llevan al cielo directamente y sin escalas, se hubieran extendido a todos los redimidos; pero el cielo no lo decidió así. Por lo tanto la religión no nos ofrece ninguna protección en contra de la muerte; la religión viene con la promesa que nos sostendrá en el momento de la muerte, se nos promete que el Redentor estará con nosotros cuando caminemos por el “valle de sombra y de muerte.”

Se nos promete que la muerte será para nosotros un sueño calmado y quieto, y se nos promete que Dios nos despertará en el día glorioso de la resurrección.

“Por cuarenta y seis años he servido a mi Señor, y en todo ese tiempo él nunca me ha hecho daño, ¿Cómo puedo blasfemar en contra de mi Rey y mi Salvador ahora?”  fueron las palabras dichas por Policarpo, el ángel de la iglesia de Esmirna, antes de su martirio en el 155.

 PÉRGAMO (año 313 a 538)

12Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: 13Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. 14Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. 16Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 17El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

La ciudad de Pérgamo no era una ciudad comercial; su importancia era por otras causas. Desde el río Caico comenzaban escarpadas montañas, convirtiéndose en una fortaleza natural para sus habitantes. Los grandes ricos de esa época escogieron Pérgamo para alzar, esconder y proteger sus riquezas en esos baluartes naturales.

Por la afluencia de tanta gente rica, se auspició la construcción de una hermosa ciudad, rica en hermosos edificios, templos, galerías de arte, y una surtida biblioteca que rivalizaba con la biblioteca de Alejandría.

Pérgamo se ha descrito como la ciudad de los templos. En esta ciudad comienza a desarrollarse una forma interesante de construir templos, estos templos contaban con una catedral pagana, una ciudadela universitaria y una residencia para la realeza. Muy interesante ¿no lo cree? Ya comienza a darle forma a las construcciones de la iglesia popular.

«Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:»

No se sabe con exactitud quien fundó la iglesia en Pérgamo. Esta es la única vez que se menciona la iglesia de Pérgamo en la Biblia. También la historia eclesiástica ha estado en silencio con respecto a la información histórica de Pérgamo.

Mucho creen que Pablo, en uno de sus viajes, pudo haber fundado esa iglesia, pero esto es solamente una especulación. Tampoco se sabe quién es el ángel de la iglesia; la única información que se tiene es la información de Eusebio, quien dice que el obispo de Pérgamo se llamaba Corpus, y también dice que Corpus sufrió el martirio.

Jesús se presenta como la espada aguda de dos filos, espada que puede cortar de dos maneras: un corte es para adelante y el otro corte es para atrás. El corte para adelante o para arriba es un corte de convicción, y el corte para atrás o hacia abajo, es un corte de destrucción. En otras palabras, con un lado del filo de la espada Cristo defiende a su pueblo, y con el otro lado destruye a su pueblo. Se advierte a la iglesia de Pérgamo que la espada se volverá en su contra si ellos no se arrepienten de su mal proceder.

«Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre»

Pérgamo es una iglesia incompleta, una iglesia fiel a la verdad, pero defectuosa en su disciplina

Pérgamo era fiel a la verdad:

-Pérgamo retenía el nombre de Cristo, es decir, tenía fe en el nombre de Cristo

-Pérgamo era fiel, a pesar del lugar donde vivía, donde estaba el trono de Satanás

-Pérgamo era fiel, a pesar del martirio de uno de sus prominentes miembros.

Pérgamo era defectuosa en su disciplina:

-Permitía la presencia de hombres de depravada conducta en la iglesia, además permitía entrar y permanecer en la iglesia a hombres con doctrinas extrañas

-Pérgamo retenía a aquellos que tenían la doctrina de Balaam

-Pérgamo, al contrario de Éfeso, permitía a los Nicolaítas permanecer dentro de la iglesia.

La ciudad de Pérgamo tenía un lugar especial para la adoración del emperador romano; ese templo se había erigido para adorar a Augusto César y también a la diosa de Roma, y se había formado un cuerpo especial de sacerdotes para llevar adelante estos servicios.

Además, tenían un culto especial a Aesculapio, que era representado por una serpiente, y en el centro de la ciudad había una torre dedicada a Zeus Soter, quien era el Dios de los guerreros, por esta razón los cristianos contemporáneos y Jesucristo mismo llaman a Pérgamo la ciudad donde tiene el trono Satanás, donde la política y la religión estaban firmemente unidas.

“Al que venciere, daré a comer del maná escondido”

El maná escondido es posiblemente una alusión al maná que se depositó en una vasija dentro del arca del pacto del tabernáculo, junto con la vara de Aarón y las tablas de la ley.

Una antigua enseñanza de los judíos señala que el maná volverá a descender del cielo y se comerá de él cuando el Mesías vuelva a la tierra.

Persiste el ferviente deseo en el pueblo judío de saber que el arca sagrada nunca fue destruida. La tradición judía asegura que el arca fue escondida por Jeremías y un grupo de santos, en un lugar secreto y seguro, en el mismo monte donde Dios entregó la ley a Moisés. La tradición asegura que después de que el arca fue escondida, Dios borró el camino para que nadie regresara en busca del arca.

“…y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”

En los tiempos antiguos, por la ausencia de hoteles y hospedajes, la hospitalidad era de suma importancia entre la gente viajera.

Cuando un extranjero era recibido en una casa, antes de partir se tomaba una piedra blanca llamada “tésera hospitalis” se partía en dos partes y el hospedador y el visitante escribían o grababan su nombre en una mitad de la tésera, y después se la intercambiaban.

La idea era que el hospedador fuera ayudado cuando le tocara viajar a la ciudad de su visitante y viceversa. Esa piedra blanca o tésera hospitalis, era de mucho valor, ya que era el pasaporte para poder ser hospedado cuando tocaba viajar. Si las relaciones se mantenían muy bien entre los viajeros, esa piedra blanca era el principio de largas amistades que inclusive se heredaban a los hijos por muchas generaciones.

Cuenta la historia que Hanno estaba buscando en cierta ciudad a Agorástocles. Para sorpresa de Hanno, llegó a tocar la puerta de la casa donde precisamente vivía Agorástocles.

Agorástocles le pidió muy respetuosamente a Hanno mostrar la tésera hospitalis. Hanno se la entregó y Agorástocles, unió las dos piezas de piedra, y observó que calzaban perfectamente la una con la otra y que además tenía su nombre escrito en ella.

Agorástocles dijo a Hanno: “Bienvenido, mi querido amigo: es un placer poder conocerte. Tu padre y yo somos grandes amigos, él me hospedó en vuestra casa y me hizo sentir parte de vuestra familia. Espero que disfrutéis esa misma experiencia en mi casa, que ahora es vuestra”

“…y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”

Dios ha cambiado el nombre a muchas personas que han vivido en la tierra, entre ellos tenemos a Abraham, Sara, Israel, y Pedro, entre otros.

A los vencedores de la iglesia de Pérgamo, se les ofrece como premio una piedrecita blanca, y en esa piedrecita blanca, un nuevo nombre escrito.

La piedrecita blanca tiene que ser una joya de alto precio, tan fina y extraña que Juan no pudo compararla con ninguna de las piedras preciosas que conocemos en la actualidad; solamente se limitó a decir que era una piedra pequeña y era de color blanco. 

Realmente son dos joyas en una: es la piedrecita blanca, acompañada de un misterioso nombre; un nombre que nadie puede entender. Es un misterio, es un arcano, es un enigma, es un secreto divino entre el Redentor y el redimido, secreto que perdurará por la eternidad.

Todas las cosas misteriosas despiertan la curiosidad tanto en hombres como en animales.

Por la eternidad, adonde quiera vayan los vencedores de la iglesia de Pérgamo, la pregunta para ellos será: ¿Qué es esa piedrecita blanca y que dice?

La respuesta del propietario de la piedrecita siempre será la misma: Esta piedrecita es un regalo de nuestro Cristo, y lo que tiene escrito nadie lo entiende, sino sólo mi Cristo y yo.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En las persecuciones más encarnizadas, estos testigos de Jesús conservaron su fe sin mancha. A pesar de verse privados de toda comodidad y aun de la luz del sol mientras moraban en el oscuro pero benigno seno de la tierra, no profirieron quejas. Con palabras de fe, paciencia y esperanza, se animaban unos a otros para soportar la privación y la desgracia. La pérdida de todas las bendiciones temporales no pudo obligarlos a renunciar a su fe en Cristo. Las pruebas y la persecución no eran sino peldaños que los acercaban más al descanso y a la recompensa…

Se alegraban de que se los hallara dignos de sufrir por la verdad, y entonaban cánticos de triunfo en medio de las crepitantes hogueras. Mirando hacia arriba por la fe, veían a Cristo y a los ángeles que desde las almenas del cielo los observaban con el mayor interés y apreciaban y aprobaban su entereza. Descendía del trono de Dios hasta ellos una voz que decía: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”. Apocalipsis 2:10 (El conflicto de los siglos, {CS}, p. 39).

“He aquí he dado una puerta abierta delante de ti—declara el Señor—, la cual ninguno puede cerrar”. Ninguna espada guarda el paso por esa puerta. Las voces que provienen de los que están adentro y de los que están a la puerta dicen: Ven. La voz del Salvador nos invita con amor fervoroso: “Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico” [Apocalipsis 3:8, 18].

El Evangelio de Cristo es una bendición que todos pueden poseer. El más pobre es tan capaz de comprar la salvación como el más rico; porque no se puede conseguir por ninguna cantidad de riqueza mundanal. La obtenemos por una obediencia voluntaria, entregándonos a Cristo como su propia posesión comprada. La educación, aunque sea de la clase más elevada, no puede por sí misma traer al hombre más cerca de Dios (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 88, 89).

Alma desalentada, anímate aunque hayas obrado impíamente. No pienses que quizá Dios perdonará tus transgresiones y permitirá que vayas a su presencia. Dios ha dado el primer paso. Aunque te habías rebelado contra él, salió a buscarte. Con el tierno corazón del pastor, dejó las noventa y nueve y salió al desierto a buscar la que se había perdido. Toma en sus brazos de amor al alma lastimada, herida y a punto de morir, y gozosamente la lleva al aprisco de la seguridad.

Los judíos enseñaban que antes de que se extendiera el amor de Dios al pecador, éste debía arrepentirse. A su modo de ver, el arrepentimiento es una obra por la cual los hombres ganan el favor del cielo. Y éste fue el pensamiento que indujo a los fariseos a exclamar con asombro e ira: “Este a los pecadores recibe”. De acuerdo con sus ideas, no debía permitir que se le acercaran sino los que se habían arrepentido. Pero en la parábola de la oveja perdida, Cristo enseña que la salvación no se debe a nuestra búsqueda de Dios, sino a su búsqueda de nosotros. “No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios; todos se apartaron” [Romanos 3:11, 12]. No nos arrepentimos para que Dios nos ame, sino que él nos revela su amor para que nos arrepintamos (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 188, 189).

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Lunes 14 de enero | Lección 3____________________________________________

EL MENSAJE DE CRISTO PARA TIATIRA

En comparación con otras ciudades, no tenemos conocimiento de que Tiatira haya tenido alguna importancia política o cultural en la historia antigua. Para tener un negocio o un trabajo, la gente del Imperio Romano tenía que pertenecer a gremios comerciales. Tiatira se destacaba especialmente por exigir este requisito. Los miembros tenían que asistir a los festivales del gremio y participar de los rituales del templo, que a menudo incluían actividades inmorales. Quienes no se atenían a estas prácticas sufrían exclusión de los gremios y sanciones económicas. Para los cristianos de esa época, eso significaba elegir entre un conformismo absoluto o la exclusión total por causa del evangelio.

Lee Apocalipsis 2:18 al 29. ¿Cómo se presenta Jesús a esta gente? (Ver, además, Dan. 10:6.) ¿Cuáles fueron las cualidades por las que Jesús elogió a la iglesia y qué cuestión le preocupaba?

Apocalipsis 2:18-29

18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Daniel 10:6

Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.

Al igual que la iglesia de Pérgamo, la iglesia de Tiatira se vio presionada a transigir con el entorno pagano. El nombre “Jezabel” se refiere a la esposa del rey Acab, que condujo a Israel a la apostasía (1 Rey. 16:31-33). Jesús la describe como espiritualmente inmoral. Los que empeñaban la verdad y adoptaban ideas y prácticas paganas “impuras” cometían adulterio espiritual con ella.

La iglesia de Tiatira simboliza la condición del cristianismo de 538 a 1565 d.C. El peligro no provenía de afuera de la iglesia sino de adentro. La tradición reemplazó a la Biblia; un sacerdocio humano y las reliquias sagradas reemplazaron al sacerdocio de Cristo; y las obras se consideraban medios de salvación. Los que no aceptaban las influencias corruptoras sufrían persecución e incluso la muerte. Durante siglos, la iglesia verdadera halló refugio en lugares agrestes (ver Apoc. 12:6, 13, 14). Pero Jesús también elogia a la iglesia de Tiatira por su fe y su amor, por sus obras y su servicio, que apuntan a la Reforma y al inicio de un retorno a la Biblia.

Medita en las palabras de Apocalipsis 2:25: “Lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga”. ¿Qué significan esas palabras para nosotros, tanto colectiva como individualmente? ¿Qué tenemos de Jesús que debamos retener?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

TIATIRA (Año 538 a 1517)

18Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 24Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28y le daré la estrella de la mañana. 29El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Tiatira fue una colonia de Macedonia fundada por Alejandro el Grande, después de que éste derrotó al imperio persa.

Los macedonios introdujeron la adoración a Apolo, el dio sol, representado por una llama de fuego. Muchos creen que Jesús se representa como el que tiene ojos como llama de fuego como una alusión a la adoración del falso dios Apolo que se celebraba en Tiatira.

En Tiatira había muchas industrias, artes y oficios como la panadería, la alfarería, los tejidos, curtidoras o curtiembres de pieles, y las tintorerías de telas.

Su población era una mezcla que incluía asiáticos, macedonios, italianos y caldeos. Tiatira se conoce en nuestros días con el nombre de Akhisar,  y significa Castillo Blanco, por la gran cantidad de mármol blanco que existe en la zona.

De los muchos edificios antiguos sólo existe uno; todos los demás edificios fueron destruidos, incluyendo todos los templos cristianos. El agresivo caballo de Mahoma se impuso a la paloma del evangelio, y en nuestros días podemos encontrar en ese lugar ocho mezquitas que pertenecen a los ciudadanos turcos musulmanes.

La iglesia de Tiatira tenía una membresía muy pequeña; aun con todo eso tenía su anciano. El obispo o anciano a quien va dirigida la carta de Tiatira se llamaba Carpus. El nombre Carpus aparece en los registros como obispo de Tiatira.

«Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos»

Tiatira es todo lo opuesto a la iglesia de Éfeso; los feligreses de Éfeso no toleraban a los nicolaítas, pero habían perdido el primer amor. Tiatira no había perdido su primer amor, pero toleraban a Jezabel.

Dios no nos acepta cuando mezclamos la pureza de nuestros caracteres;  por eso descubrimos que en los mensajes a las iglesias, Dios amonesta solemnemente a quienes conforman iglesias como Éfeso, así como también a miembros de iglesias como Tiatira.

Para ser aceptados por Dios, se necesita cumplir con dos requerimientos: nunca haber perdido nuestro primer amor, ni inmiscuirnos con gente mala y pecadora.

«Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos»

La iglesia de Tiatira es la iglesia que vive parte del oscurantismo, y el oscurantismo medieval fue producido por la ascensión del papado y de la iglesia católica al poder.

En este caso Jezabel pudiera ser sinónimo de la iglesia católica. De la misma manera que Jezabel fue culpable de la apostasía de Israel en el pasado, también la iglesia católica es responsable de la gran apostasía que se produjo en la Edad Media, apostasía que alcanza hasta nuestros días.

-Jezabel era hija de un pagano; la iglesia católica es también hija del paganismo

-Jezabel era una reina; la iglesia católica también se presenta como una reina

-Jezabel fue famosa por su vanidad; lo mismo la iglesia católica

-Jezabel fue una idólatra; la iglesia católica también es idólatra

-Jezabel instigaba a su esposo el rey, para ir en contra de los hijos de Dios; la iglesia católica ha instigado a los reyes de la tierra a ir en contra de los hijos de Dios

-Jezabel perseguía a los profetas de Dios y les daba muerte; la iglesia católica también ha sido perseguidora y asesina de los hijos de Dios.

Hay dos errores grandes en la vida espiritual de nuestras iglesias y de nosotros mismos: uno de ellos es ser activo en las cosas pecaminosas; el segundo error es ser pasivo en las cosas pecaminosas. Pecamos cuando nos unimos al mal y también pecamos cuando no combatimos el mal.

La iglesia de Tiatira tenía el último error: era pasiva aun viendo el mal dentro de la iglesia. Hay un dicho interesante según el cual “hechor y consentidor pagan igual.”

A los vencedores de la iglesia de Tiatira se les ofrece autoridad sobre las naciones y también la estrella de la mañana.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Los judíos se habían apartado de Dios, y en sus enseñanzas habían reemplazado la ley divina por sus propias tradiciones. La vida y las enseñanzas de Cristo revelaron clara y definidamente los principios de la ley violada. La hueste celestial comprendió que el objeto de la misión de Jesús consistía en exaltar y honrar la ley del Padre, y en justificar sus requerimientos (Cada día con Dios, {CDCD} p. 244).

La obra de Cristo es atraer a los hombres de lo falso y espurio a lo verdadero y genuino. “El que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida”. No existe peligro de caer en el error mientras seguimos las pisadas de la “Luz del mundo”…

Los judíos fueron inducidos al error, llevados a la ruina y al rechazo del Señor de gloria, porque ignoraban las Escrituras y el poder de Dios. Una gran obra hay delante de nosotros: la de guiar a los hombres a hacer de la Palabra de Dios la regla de sus vidas y a no transigir con las tradiciones y costumbres, sino a andar en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor (La edificación cristiana, {EC} p. 227).

Si los siervos de Dios cumplen fielmente el cometido a ellos confiado, grande será su recompensa cuando el Maestro diga: “Da cuenta de tu mayordomía.” La ferviente labor, el trabajo abnegado, el esfuerzo paciente y perseverante, serán recompensados abundantemente. Jesús dirá: Ya no os llamo siervos, sino amigos. El Maestro no concede su aprobación por la magnitud de la obra hecha, sino por la fidelidad manifestada en todo lo que se ha hecho. No son los resultados que alcanzamos, sino los motivos por los cuales obramos, lo que más importa a Dios. El aprecia sobre todo la bondad y la fidelidad (Obreros evangélicos, {OE}, p. 282).

Aférrate del bienestar, de la fe, de la esperanza que Dios te ha dado por su Palabra. Nunca te desanimes. Un hombre desanimado no puede hacer nada. Satanás está tratando de desanimarte, diciéndote que no vale la pena servir a Dios, y que da lo mismo disfrutar de los placeres y goces de este mundo. Pero, “¿de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma?” Tú puedes gozar de los placeres mundanos a expensas del mundo futuro; pero, ¿estás dispuesto a pagar tal precio? Debemos “aferrarnos” y vivir a la altura de toda la luz que hemos recibido del cielo… Cuando os entregáis a Cristo, hacéis una promesa ante la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, las tres grandes Personalidades, dignatarios del cielo. “Aferraos” a esa promesa…

El enemigo nunca puede arrancar de la mano de Cristo a aquel que sencillamente confía en las promesas del Señor. Si la persona confía y procede con obediencia, la mente será sensible a las impresiones divinas y la luz de Dios resplandecerá para alumbrar el entendimiento. ¡Que privilegios tenemos en Cristo Jesús! (Sons and Daughters of God, p. 351; parcialmente en Hijos e hijas de Dios, {HHD} p. 353, y Comentario bíblico adventista, p. 971 ).

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Lección 3 | Martes 15 de enero____________________________________________

EL MENSAJE DE CRISTO PARA SARDIS

Sardis tenía una historia gloriosa. Pero en el período romano la ciudad había perdido prestigio. Si bien la ciudad todavía disfrutaba de riquezas, su gloria estaba arraigada en su historia pasada más que en la realidad presente. La antigua ciudad había estado construida en la cima de una colina empinada y era inaccesible. Como los ciudadanos se sentían tan seguros, no ponían atención a la custodia de los muros de la ciudad.

Lee Apocalipsis 3:1 al 6; Mateo 24:42 al 44; y 1 Tesalonicenses 5:1 al 8. ¿Qué tres cosas exhorta a hacer Jesús a los cristianos de Sardis para sanar su condición espiritual? La advertencia de Jesús de “velar” ¿cómo se conecta con la historia de la ciudad?

Apocalipsis 3:1-6

1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Mateo 24:42-44

42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. 43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

1 Tesalonicenses 5:1-8

1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.

Si bien Jesús reconoce que algunos cristianos de Sardis son fieles, en su mayoría están espiritualmente muertos. No se acusa a la iglesia de ningún pecado abierto ni de apostasía (como las de Pérgamo y Tiatira), sino de letargo espiritual.

El mensaje a la iglesia de Sardis se aplica proféticamente a la situación espiritual de los protestantes en el período posterior a la Reforma, aproximadamente entre 1565 y 1740, a medida que la iglesia caía en un formalismo inerte y en un estado de complacencia espiritual. Bajo el impacto de la creciente ola de racionalismo y secularismo, el énfasis en la gracia salvadora del evangelio y el compromiso con Cristo disminuyó, dando lugar a argumentos filosóficos áridos y dogmáticos. La iglesia de este período, aunque parecía estar viva, estaba espiritualmente muerta.

La carta también se aplica a todas las generaciones de cristianos. Hay cristianos que siempre hablan en términos gloriosos de su antigua fidelidad hacia Cristo. Lamentablemente, estos no tienen mucho para compartir sobre su experiencia actual con Cristo. Su religión es nominal, carecen de la verdadera religión del corazón y de un auténtico compromiso con el evangelio.

Teniendo siempre presente la gran verdad de la salvación solo por la fe en Cristo, ¿en qué sentido podríamos decir que nuestras obras no han sido halladas “perfectas” delante Dios? ¿Qué significa eso, y cómo podemos “perfeccionar” nuestras obras delante de él? Ver Mateo 5:44 al 48.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

SARDIS (año 1517 a 1755/1798)

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 6El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

La iglesia de Sardis, como la iglesia de Laodicea, no recibe ninguna alabanza; el mensaje para las dos iglesias es un reproche total.

El ángel de la iglesia de Sardis fue Melito. Melito gozó de un lugar prominente entre los cristianos de Asia: era una persona de mucha influencia, tanto en lo espiritual como en los trabajos literarios. Uno de sus escritos importantes fue el que hizo acerca del libro de Apocalipsis.

La antigua ciudad de Sardis es conocida en la actualidad como Sart; no es una ciudad, sino que es una pequeña aldea llena de miserables chozas. En el tiempo antiguo ellos eran especialistas en aplicar tintas a la lana, se cree que fue en Sardis, donde se inventó el arte de aplicar tintas a las lanas y también aquí se perfeccionó ese arte.

Alfombras de muchos y hermosos colores se podían encontrar en casa de las personas ricas de Sardis.

También fue en Sardis donde por primera vez en la historia del mundo se acuñaron monedas de oro y de plata, y también fue en Sardis donde la gente negociante se convirtió en una clase social.

Jesús se presenta a la iglesia de Sardis como aquel que tiene los siete espíritus de Dios.

Estos siete espíritus de Dios también se presentan en el Apocalipsis como las siete lámparas y también como los siete ojos del Cordero. Todos estos símbolos representan al Espíritu Santo; el número siete en la Biblia, significa perfección.

El número siete también pueden representar la gran variedad de dones que el Espíritu Santo puede impartir a los hijos de Dios.

«Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.»

Se cuenta la historia de un pastor en el oeste de los Estados Unidos de Norte América, que pastoreaba una pequeña congregación en uno de los pueblos de la región. Cierto miércoles de noche, el pastor llegó a la iglesia para oficiar el servicio de la noche, pero los feligreses no aparecieron esa noche. El diácono encargado de preparar la iglesia para la reunión hizo su trabajo, pero con la misma se marchó. El pastor esperó casi una hora y al darse cuenta de que él era el único adorador de esa noche, decidió ir al campanario de la iglesia y comenzó a tocar las campanas de la iglesia, de la misma manera que se tocaban las campanas cuando una persona había fallecido. La alarma fue grande; el pueblo entero se comenzó a preguntar quién era la persona que había muerto, y casi toda la congregación se dirigió al templo. Cuando el pastor salió de la iglesia encontró a casi toda la congregación reunida y la pregunta era ¿Quién ha muerto? La respuesta del pastor fue: “La iglesia ha muerto”, mientras les entregaba la carta de renuncia.

“Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto”

La iglesia de Sardis no tenía a los nicolaítas, a Balaam, ni a Jezabel; pero tenía algo peor que eso, tenía una doctrina y una moral corrupta. La iglesia de Sardis desde su infancia daba muestras de tener una fe moribunda; ellos creían que estaban con vida, pero en verdad estaban muertos.

«El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.» Fue la promesa a todo vencedor de la iglesia de Sardis.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

No conocemos el tiempo exacto de la venida de nuestro Señor. Pero sea que ocurra este año, o el próximo, o más adelante, Cristo nos dijo que vendrá como ladrón en la noche. A todos nos dice: “Velad”. Para muchos vendrá a la hora que no esperan. Al tiempo de su venida los hombres se preguntarán: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento?”…

Si alguna vez los centinelas de Dios necesitaron estar en guardia es ahora… La trompeta debe dar un sonido certero. Debe proclamarse la verdad para que la tierra entera sea alumbrada con la gloria de Dios; pero reconocerán la luz solamente los que quieran conocer la diferencia entre la santidad y el pecado (Alza tus ojos, {ATO}, p. 363).

Los que se llaman del nombre de Cristo deben sacudir el letargo que debilita sus esfuerzos, y deben hacer frente a las tremendas responsabilidades que recaen sobre ellos. Todos los que hagan esto pueden esperar que el poder de Dios les sea revelado. El Hijo de Dios, el Redentor del mundo, será representado en las palabras y en las obras de ellos, y el nombre de Dios será glorificado (La edificación del carácter, {ECFP}, p. 39).

Por medio de nuestras buenas obras no podemos adquirir el amor de Dios, pero podemos demostrar que lo poseemos. Si sometemos nuestra voluntad y nuestra conducta a Dios, no obraremos para conseguir el amor del Señor, en cambio, obedeceremos sus mandamientos porque es justo hacerlo. Juan, el discípulo, escribió: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. 1 Juan 4:19. La verdadera vida espiritual se manifestará en toda alma que esté sirviendo a Cristo. Los que estén vivos en el Señor estarán llenos de su Espíritu, y no podrán hacer otra cosa sino trabajar en su viña. Pondrán en práctica las palabras de Dios. Medite cada alma con oración para que pueda obrar consecuentemente (Cada día con Dios, {CDCD}, p. 242).

El Señor no está lejos del alma que lo busca. La razón por la cual muchos quedan abandonados en el terreno de la tentación se debe a que no ponen al Señor siempre delante de ellos. Es necesario llevar la lámpara de la vida precisamente a aquellos lugares en que menos se piensa en Dios. Si perdemos de vista al Señor, si nuestra fe y nuestra comunión con él se quebrantan, el alma estará ciertamente en peligro…

El Señor es nuestro ayudador, nuestra defensa. Dios ha resuelto que ninguna alma que confíe en él sea vencida por el enemigo. Cristo está tanto con sus creyentes cuando se ven obligados a relacionarse de cualquier manera con el mundo, como cuando se reúnen en su casa para adorarlo. Meditemos en estas palabras: “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3:4, 5 (Cada día con Dios, {CDCD}, p. 230).

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Miércoles 16 de enero | Lección 3________________________________________

EL MENSAJE DE CRISTO PARA FILADELFIA

La sexta iglesia a la que Jesús se dirigió fue Filadelfia (“amor fraternal”). La ciudad estaba ubicada en un camino comercial del Imperio y servía como entrada, o “puerta de acceso”, a una meseta extensa y fértil. Las excavaciones indican que era un centro al que la gente acudía en busca de salud y curación. Cuando la ciudad temblaba debido a los terremotos frecuentes, sus habitantes se trasladaban al campo y vivían en refugios humildes.

Lee Apocalipsis 3:7 al 9. La forma en que Jesús se presenta ¿qué relación tiene con la situación de esta iglesia? La declaración de Jesús: “Tienes poca fuerza” (Apoc. 3:8) ¿qué indica acerca de la condición de la iglesia?

Apocalipsis 3:7-9

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.

El mensaje a esta iglesia se aplica proféticamente al gran reavivamiento del protestantismo durante el primer y el segundo despertar que tuvieron lugar en Gran Bretaña y Norteamérica de 1740 a 1844. Efectivamente, dada la luz que tenía, el pueblo de Dios procuró guardar “mi palabra” (Apoc. 3:8) en ese entonces. Hubo un creciente hincapié en la obediencia a los mandamientos de Dios y en la vida pura. La “puerta abierta” aparentemente es la entrada al Santuario celestial, porque también se menciona “el templo de mi Dios” (Apoc. 3:12; cf. Apoc. 4:1, 2). Una puerta que se cierra y otra que se abre señalan el cambio que habría en el ministerio sumosacerdotal de Cristo en 1844.

Lee Apocalipsis 3:10 al 13. ¿Qué indicios hay de que el tiempo es corto y de que se acerca la venida de Jesús? ¿Cuál es la importancia de que el nombre de Dios se escriba sobre su pueblo? Si un nombre representa el carácter de una persona, ¿qué nos dice Éxodo 34:6 acerca de los que llevan su nombre?

Apocalipsis 3:10-13

10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Éxodo 34:6

Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡¡Jehová! ¡¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;

Hubo grandes reavivamientos en las iglesias a ambos lados del Atlántico. En los años previos a 1844, el mensaje de la pronta venida de Cristo se proclamó en muchas partes del mundo. La promesa de escribir el nombre de Dios sobre los vencedores indica que el carácter de Dios se percibirá en su pueblo. El mensaje de que Cristo promete preparar a su pueblo para ese gran acontecimiento perdonando sus pecados y escribiendo su Ley en su corazón (ver Fil. 1:6; Heb. 10:16, 17) es tan importante como el mensaje de que Cristo viene pronto.

¿Qué significa para ti la esperanza de la pronta venida de Cristo? ¿Cuánta seguridad nos da la promesa de que Cristo terminará la obra que comenzó?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

IGLESIA DE FILADELFIA (año 1798 a 1844)

7Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque, aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis 3)

Posiblemente el ángel o anciano de Filadelfia fue Demetrio. La tradición dice que fue el apóstol Juan quien ordenó a Demetrio como líder oficial de la iglesia de Filadelfia.

El nombre de Filadelfia es un derivado de Attalus Filadelfus, quien era rey de Pérgamo, 138 años antes de que Cristo naciera.

Filadelfia se encontraba situada en la cima del monte Tmolus (se pronuncia témolus), que es un lugar propicio para el cultivo de la uva. A pesar de ser una zona sísmica, la riqueza de su suelo evitó la deserción total de la población, que huía del lugar debido a los peligrosos terremotos de esa región.

De las siete iglesias cristianas de Asia Menor, Filadelfia es la única que se ha preservado de una manera muy espectacular; en su lugar se pueden encontrar las columnas de sus edificios aun en pie.

Uno de los templos cristianos más vistosos de la historia del cristianismo es la iglesia de San Juan. Éste se encuentra allí mismo en Filadelfia. Tristemente, en nuestros días los turcos han convertido este recinto en un basurero que recibe las tripas o las vísceras de las bestias muertas.

Actualmente en Turquía, Filadelfia se conoce como Alah Shahr, que significa “ciudad bella” y existen alrededor de 200 casas que pertenecen a cristianos, además de cuatro congregaciones o iglesias cristianas.

8Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque, aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

En el siglo XVIII y XIX hubo movimientos religiosos extraordinarios que sucedieron en los Estados Unidos de Norte América y Europa dentro del protestantismo. La religión que se practicaba a través de la iglesia católica era una religión fría y vacía. Estos nuevos movimientos religiosos en los Estados Unidos hicieron de la religión, un asunto de mucha importancia, e hicieron de la religión un asunto personal.

Los más grandes movimientos se dieron en dos grupos: el surgimiento de los evangélicos y también el surgimiento de los adventistas del séptimo día. En los dos grupos se enseñó el amor fraternal y se enseñó una religión que se vive de corazón.

Los Estados Unidos se convirtieron en un país de oportunidades para una iglesia reprimida, abusada y perseguida que huía de las garras del papado en toda Europa.

Estados Unidos se convirtió en la cuna de la libertad religiosa y la libre adoración para un cristianismo rejuvenecido y floreciente.

Por mucho tiempo hemos escuchado que la puerta abierta que Dios entrega a su pueblo en la iglesia de la Filadelfia, es el surgimiento de los Estados Unidos de Norte América.

Estados Unidos se convierte en un refugio y un territorio de absoluta libertad religiosa para un pueblo que sufría persecución religiosa en el viejo continente. A pesar de hacer mucho sentido y de encajar perfectamente en la época y en la historia de la iglesia, descubrimos que el Comentario Bíblico Adventista nos proporciona una información diferente.

A continuación, la información obtenida del Comentario Bíblico Adventista:

“he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar” (Apocalipsis 3)

«Una puerta abierta»

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. (Apocalipsis3)

«El versículo 7 dice que Cristo tiene «la llave de David», y en el versículo 8 puede sugerir que con esa «llave» abre ante la iglesia de Filadelfia

Los adventistas del séptimo día sostienen que el fin del período de Filadelfia, que sucedió en 1844, señala el comienzo del juicio investigador descrito en Daniel 7: 10 y Apocalipsis 14: 6

Ahora bien, el ritual del santuario terrenal consistía esencialmente en dos partes: el lugar santo, el servicio de ministración diaria por el pecado; y en el lugar santísimo, el servicio anual en el día de la expiación, que era considerado como un día de juicio

Puede afirmarse que en el día de la verdadera expiación que comenzó en 1844, nuestro gran Sumo Sacerdote dejó el lugar santo del santuario celestial y entró en el lugar santísimo. Por lo tanto, la «puerta cerrada» sería la del lugar santo del santuario celestial, y la «puerta abierta» la del lugar santísimo, donde Cristo desde ese tiempo ha estado ministrando en la obra del gran día de la verdadera expiación.

En otras palabras: la «puerta cerrada» indica la terminación de la primera fase del ministerio celestial de Cristo, y la «puerta abierta», el comienzo de la segunda fase.

«Nadie puede cerrar»

«Cristo proseguirá con la obra de la redención hasta terminarla. Los hombres no pueden hacer nada para estorbar su ministerio en las cortes celestiales ni su jurisdicción y dominio sobre los asuntos terrenales”

Comentario Bíblico Adventista – Apocalipsis 3

12Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios

Muchos entienden que en este texto se ofrece al vencedor un lugar de importancia en la iglesia de Cristo, cuando ésta obtenga la victoria al final de la historia de este mundo.

 Otros creen que este texto enfatiza la estabilidad de la iglesia de Cristo, comparada con la inestabilidad que sufrían los templos de Filadelfia, por los grandes terremotos que allí ocurrían.

El historiador Strabo escribió: “En Filadelfia no hay una pared que esté nivelada; día a día las paredes son sacudidas por un temblor, haciendo las paredes inestables y agrietadas. A pesar de eso, los habitantes continúan ocupando la tierra, soportando ese sufrimiento; a pesar de eso se mantienen construyendo nuevas casas”

Las columnas de un templo son sinónimo de resistente fuerza, de permanencia, y de estabilidad.  Este es el regalo de parte de Cristo a todos los miembros de la iglesia de Filadelfia que hayan formado parte del grupo de vencedores.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Los que den lugar a Jesús en su corazón, llegarán a sentir su amor. Todos los que anhelan poseer la semejanza del carácter de Dios quedarán satisfechos. El Espíritu Santo no deja nunca sin ayuda al alma que mira a Jesús. Toma de las cosas de Cristo y se las revela. Si la mirada se mantiene fija en Cristo, la obra del Espíritu no cesa hasta que el alma queda conformada a su imagen. El elemento puro del amor dará expansión al alma y la capacitará para llegar a un nivel superior, un conocimiento acrecentado de las cosas celestiales, de manera que alcanzará la plenitud. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; porque ellos serán hartos” (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 269).

La unidad con Cristo depende de la renovación de la mente por el Espíritu Santo. De ese modo somos fortalecidos para caminar en novedad de vida, habiendo recibido de Cristo el perdón de nuestros pecados. Quien tenga la fe que obra por el amor y purifica el alma, es un vaso limpio, santificado y preparado para ser usado por el Maestro. El yo está muerto…

Toda desunión, todos los pensamientos, palabras y actos egoístas, son el fruto de la obra de un espíritu impío sobre las mentes. Bajo la influencia de este espíritu se pronuncian palabras que no revelan al Salvador. Cristo, la esperanza de gloria, no se forma interiormente. Los que viven de esa manera son pecadores, aunque estén disfrazados de santos…

Los que reciben a Cristo son mansos y humildes de corazón. Cristo abre en sus corazones una fuente de agua viva que surge para vida eterna y que refrigera el alma de los demás. Las vidas de los que se alimentan del pan de vida y beben el agua de la salvación son purificadas por la gracia de Dios (Cada día con Dios, {CDCD}, p. 148).

La tesorería que guarda las joyas de la verdad está abierta para todos. “He aquí he dado una puerta abierta delante de ti—declara el Señor—, la cual ninguno puede cerrar”. Ninguna espada guarda el paso por esa puerta. Las voces que provienen de los que están adentro y de los que están a la puerta dicen: Ven. La voz del Salvador nos invita con amor fervoroso: “Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico”.

El Evangelio de Cristo es una bendición que todos pueden poseer. El más pobre es tan capaz de comprar la salvación como el más rico; porque no se puede conseguir por ninguna cantidad de riqueza mundanal. La obtenemos por una obediencia voluntaria, entregándonos a Cristo como su propia posesión comprada (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 88, 89).

Él va a venir pronto, y debemos estar listos y aguardar su aparición. ¡Oh, cuán glorioso será verle y recibir la bienvenida como sus redimidos! Largo tiempo hemos aguardado; pero nuestra esperanza no debe debilitarse. Si tan sólo podemos ver al Rey en su hermosura, seremos bienaventurados para siempre. Me siento inducida a clamar con gran voz: “¡Vamos rumbo a la patria!” Nos estamos acercando al tiempo cuando Cristo vendrá con poder y grande gloria para llevar a sus redimidos a su hogar eterno (Testimonios para la iglesia, {8TI}, t. 8, p. 264).

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Lección 3 | Jueves 17 de enero___________________________________________

LOS CRISTIANOS DE LAODICEA

La última iglesia a la que se dirigió Jesús estaba ubicada en Laodicea, una ciudad rica situada en la principal ruta comercial. Era famosa por su industria de la lana, sus bancos llenos de oro y una escuela de medicina que producía ungüento para los ojos. La prosperidad de Laodicea colmó a los habitantes de autosuficiencia. A falta de agua, la abastecía un acueducto proveniente de las aguas termales de Hierápolis. Como el manantial estaba lejos de Laodicea, el agua se entibiaba antes de llegar allí.

Lee Apocalipsis 3:14 al 17 y Oseas 12:8. ¿Cuánto dominaba a los cristianos de Laodicea el espíritu autosuficiente de la ciudad?

Apocalipsis 3:14-17

14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

Oseas 12:8

Efraín dijo: Ciertamente he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará iniquidad en mí, ni pecado en todos mis trabajos.

Jesús no reprendió a los cristianos de Laodicea por ningún pecado grave, herejía ni apostasía. Su problema era la complacencia que conduce al letargo espiritual. Decían ser ricos y sin necesidad de nada; sin embargo, eran pobres, desnudos y ciegos ante su condición espiritual.

La iglesia de Laodicea simboliza la condición espiritual de la iglesia de Dios al acercarse el fin de la historia de esta Tierra, como lo muestran algunas conexiones con las porciones del Apocalipsis referentes al tiempo del fin. Una de estas conexiones, que aparece en la advertencia parentética de Jesús en Apocalipsis 16:15, hace referencia a las “vestiduras blancas” de la justicia de Cristo necesarias para los laodicenses espiritualmente desnudos (ver Apoc. 3:18). El momento de esta advertencia de Jesús, en medio de una referencia a la batalla espiritual de Armagedón, puede parecer bastante extraño al principio, porque el tiempo de gracia ya se habrá cerrado y no será posible recibir estas vestiduras. Pero aparece en este contexto porque Jesús quiere recordarle a Laodicea que se prepare ahora, antes de ese terrible conflicto, antes de que sea demasiado tarde. Por lo tanto, Apocalipsis 16:15 les advierte a los laodicenses que si no obedecen el consejo de Jesús y prefieren seguir desnudos (Apoc. 3:17, 18) se perderán y se avergonzarán en su venida (ver 1 Juan 2:28-3:3).

Jesús les asegura a los laodicenses que los ama. Los llama a arrepentirse (Apoc. 3:19). Concluye su llamado describiéndose como el amante de Cantares 5:2 al 6, parado en la puerta, tocando y suplicando que lo dejen entrar (Apoc. 3:20). A todos los que abren la puerta y lo dejan entrar se les promete una cena íntima con él y, finalmente, reinar con él en su Trono (ver Apoc. 20:4).

Lee Apocalipsis 3:18 al 22. ¿Qué consejo les da Jesús a los laodicenses? ¿Qué simbolizan el oro, la ropa blanca y el colirio (ver 1 Ped. 1:7; Isa. 61:10; Efe. 1:17, 18)? ¿Qué nos dice este consejo a nosotros, que como adventistas del séptimo día nos consideramos la iglesia de Laodicea?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Apocalipsis 3: 14-22

14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero, por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

IGLESIA DE LAODICEA (año 1844 hasta la SVC)

Este nombre se ha definido como «un pueblo juzgado».

El ángel de la iglesia de Laodicea es usted. Usted es el mensajero.

La ciudad de Laodicea fue fundada por el rey seléucida Antíoco II Teos, y recibió su nombre en honor de Laodice, la esposa del rey. Es interesante saber que el nombre Laodice era muy común entre las damas de esos días.

La ciudad se hallaba situada en el valle del río Licos. En los días de Juan era un centro comercial próspero que se especializaba en la producción de tejidos de lana. Laodicea era conocida por las grandes transacciones comerciales que realizaban; además, tenían un fuerte comercio vendiendo una gran variedad de maderas. Una de las más grandes escuelas de medicina de ese tiempo, funcionaba en Laodicea.

En la era romana, Laodicea era la ciudad principal para el “convento romano.” Convento romano se denominaba al lugar donde se encontraban las oficinas administrativas de la política romana.

Dicho en otras palabras, Laodicea era la ciudad donde estaba el asiento físico y las oficinas administrativas de la política romana.

La palabra latina convento, más tarde se toma prestada para usarse en el mundo eclesiástico, y de allí nace lo que ahora conocemos como “diócesis”. La “diócesis” es una oficina administrativa para la política papal.

En Laodicea estaban las cortes del procónsul; además, Laodicea era la ciudad adonde llegaban los impuestos recolectados en más de 25 ciudades de los alrededores.

La ciudad de Laodicea quizá tenía ya unos 40 años de fundada cuando Juan escribió el Apocalipsis. Pablo se interesó mucho en esa congregación y encargó a los colosenses que hicieran un intercambio de epístolas con los laodicenses

La iglesia de Laodicea somos nosotros, y el tema de la iglesia de Laodicea es constantemente predicado en nuestras iglesias. ¿Qué más podemos decirles nosotros? No mucho, lo único que podemos decirles es que somos un pueblo condenado a la destrucción, gracias a nuestro orgullo y jactanciosa autosuficiencia.

Tenemos orgullo para todo: hay orgullo de conocimiento, de sabiduría, de estudios, de posesiones, de riquezas, de belleza, de religión, de color, de apellido, de nacionalidad, de país, de bandera, de títulos… Incluso es posible encontrar personas que se sienten orgullosas porque son humildes.

Somos auto-suficientes, vivimos en una etapa del mundo en la que creemos tener prácticamente todo: tenemos buena medicina, tenemos efectivos medios de transporte, tenemos un mundo de tecnología extremadamente avanzada, podemos comunicarnos con cualquier persona en cualquier parte del mundo, tenemos casi todo lo que nuestro antojo nos ordena, y eso nos hace personas auto-suficientes.

Nadie puede decirnos nada, nadie puede darnos un consejo, ni mucho menos amonestarnos: somos intocables, impacientes, e intolerantes. Confundimos la libertad con el libertinaje, no hacemos caso, ni ponemos atención, somos un pueblo terco y testarudo.

Sólo entendemos el lenguaje del látigo, al igual que el antiguo Israel.

De la única manera que venimos a Dios, es cuando sufrimos, es cuando la desgracia toca a nuestras vidas, es cuando la pobreza se hace nuestra compañera, es cuando la enfermedad destruye nuestro cuerpo y cuando la muerte anda a nuestro derredor. Sólo así estamos postrados ante Dios, reconociendo nuestra incapacidad e impotencia; una vez Dios nos alivia de nuestros sufrimientos, volvemos inmediatamente a nuestras viejas andadas.  Esta podría ser una de las  razones por las cuales Dios no alivia el dolor, ni el sufrimiento, ni la tristeza, ni la aflicción de muchos de nosotros; esa es la única rienda que conocemos, esa es la única dosis que nos mantiene en el camino que conduce al cielo.

¡Pobre gente de nosotros! ¡Somos los más desgraciados de las 7 Iglesias! Un pueblo condenado a la destrucción eterna, por terquedad, por orgullo y por autosuficiencia; somos un pueblo al que no se puede corregir.

«Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.» Proverbios 16: 18

Pero este triste cuadro no es final; hay esperanza. Hay un mensaje positivo. El fiel Testigo celestial, aquel cuyo testimonio nunca falla, tiene tres recomendaciones para nosotros laodicenses:

Te aconsejo que compres de mí oro puro, refinado en fuego. Sólo así serás verdaderamente rico. Y también compra de mí ropa blanca, limpia, pura, para que no sufras la vergüenza de andar desnudo. Y ponte colirio en los ojos para que te los cure y recobres la vista. (Apoc. 3:18, DHH)

Tres acciones para realizar:

-Acumula el oro de la fe, que viene por el oír, memorizar y vivir la Palabra de Dios
-Cubre tu desnuda ignorancia de la voluntad de Dios
-Permite que el Oftalmólogo celestial corrija tu defectuosa visión

Al que salga vencedor, le daré el derecho de que se siente junto a mí en el trono, de la misma manera que al vencer yo me senté con mi Padre en su trono. (Apoc. 3:21, DHH)

Nuestro sabio Salvador termina abrazando a quienes integramos la iglesia de Laodicea: nos ofrece silla a su lado, muy cerca de Él. ¡Eso es amor -amor que enriquece, amor que cubre, amor que sana!

Apropiémonos del poema de la himnógrafa Fanny Crosby (HA 488) y digamos a JESÚS:

1
Salvador, mi bien eterno,
más que vida para mí,
en mi fatigosa senda
tenme siempre junto a ti;
junto a ti, junto a ti,
junto a ti, junto a ti;
en mi fatigosa senda
tenme siempre junto a ti.

2
No me afano por placeres,
ni renombre busco aquí;
vengan pruebas o desdenes,
tenme siempre junto a ti;
junto a ti, junto a ti,
junto a ti, junto a ti;
vengan pruebas o desdenes,
tenme siempre junto a ti.

3
En el valle de la muerte
no te alejes, sino allí,
tu presencia me aliente
tenme siempre junto a ti;
junto a ti, junto a ti,
junto a ti, junto a ti;
tu presencia me aliente,
tenme siempre junto a ti.

448 – Salvador, mi bien eterno

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Muchos que profesan el nombre de Cristo y dicen que aguardan su pronta venida, no saben lo que es sufrir por Cristo. Sus corazones no están subyugados por la gracia, y no han muerto al yo, como a menudo lo demuestran de diversas maneras. Al mismo tiempo hablan de tener pruebas. Pero la causa principal de sus pruebas se halla en un corazón que no ha sido subyugado, que sensibiliza tanto al yo que se irrita con frecuencia. Si los tales pudiesen comprender lo que es ser un humilde seguidor de Cristo, un verdadero cristiano, comenzarían a trabajar a conciencia y correctamente. Primero morirían al yo, luego serían fervientes en la oración, y dominarían toda pasión del corazón. Renunciad a vuestra confianza propia y a vuestra suficiencia propia, hermanos, y seguid al manso Dechado. Tened siempre a Cristo presente, y recordad que es vuestro ejemplo y que debéis andar en sus pisadas. Mirad a Jesús, autor de nuestra fe, quien por el gozo que le fué propuesto soportó la cruz, despreciando la vergüenza. Sufrió la contradicción de los pecadores. Por causa de nuestros pecados fué una vez el Cordero manso, herido, golpeado e inmolado (Primeros escritos, {PE}, p. 113).

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Apocalipsis 3:20. Vi que muchos tienen tanta escoria acumulada ante la puerta del corazón que no pueden abrirla. Algunos tienen que eliminar las dificultades que tienen con sus hermanos. Otros tienen que eliminar el mal genio o la codicia antes que puedan abrir la puerta. Otros colocan el mundo delante de la puerta de su corazón, y así la cierran. Toda esta escoria tiene que ser quitada. Entonces podrán abrir la puerta y dar la bienvenida al Salvador.

En la visión me fue mostrado cuán preciosa es la promesa: “Entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. ¡Oh, qué admirable es el amor de Dios! A pesar de toda nuestra tibieza y nuestros pecados nos dice: “Tornaos a mí y yo me tornaré a vosotros, y sanaré todas vuestras rebeliones”. El ángel lo repitió unas cuantas veces: “Tornaos a mí y yo me tornaré a vosotros, y sanaré todas vuestras rebeliones” (Testimonios para la iglesia, {1TI}, t. 1, pp. 135, 136).

La gente duerme en sus pecados. Continúa declarándose rica, y sin necesidad de nada. Muchos preguntan: ¿Por qué se dan todos estos reproches? ¿Por qué los Testimonios nos acusan continuamente de apostasía y graves pecados? Amamos la verdad; estamos prosperando; no necesitamos esos testimonios de amonestación y reproche. Pero miren sus corazones murmuradores y comparen su vida con las enseñanzas prácticas de la Biblia; humillen sus almas delante de Dios; ilumine la gracia de Dios las tinieblas; y caerán las escamas de sus ojos y se percatarán de su verdadera pobreza y miseria espirituales. Sentirán la necesidad de comprar oro, que es la fe y el amor puro; ropa blanca, que es el carácter inmaculado, purificado en la sangre de su amado Redentor; y colirio, que es la gracia de Dios, y que les dará un claro discernimiento de las cosas espirituales para descubrir el pecado (Testimonios para la iglesia, {3TI}, t. 3, p. 281).

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Viernes 18 de enero | Lección 3__________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee “El Apocalipsis”, en Los hechos de los apóstoles, pp. 462-473.

Los siete mensajes a las iglesias muestran un declive espiritual en ellas. La iglesia de Éfeso todavía era fiel, aunque había perdido su primer amor. Las iglesias de Esmirna y Filadelfia eran mayormente fieles. Pérgamo y Tiatira transigieron cada vez más hasta que la inmensa mayoría apostató totalmente de la fe pura de los apóstoles. La iglesia de Sardis estaba en una condición muy grave. La mayoría en esta iglesia no estaba en armonía con el evangelio, mientras que Filadelfia representaba a unos pocos fieles. La condición de la iglesia de Laodicea era tal que no había nada bueno que decir acerca de esa iglesia.

Al concluir cada mensaje, Jesús hizo promesas a los que aceptaban sus consejos. Sin embargo, se puede observar que, junto con la evidente decadencia espiritual de las iglesias, hay un aumento proporcional en las promesas dadas. Éfeso, a quien Jesús le da el primer mensaje, recibe solo una promesa. A medida que cada iglesia sigue la tendencia espiritual descendente, recibe más promesas que la anterior. Finalmente, la iglesia de Laodicea, si bien recibe una sola promesa, esta es la mayor: compartir el trono de Jesús (Apoc. 3:21).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

    1. Este incremento en las promesas junto con el declive espiritual de las iglesias ¿en qué medida refleja la declaración de que cuando el pecado abunda la gracia sobreabunda (Rom. 5:20)? Piensa en eso a la luz de la afirmación de que “la iglesia, aunque débil y defectuosa, constituye el único objeto en la Tierra al cual Cristo otorga su consideración suprema. Él la observa constantemente lleno de solicitud por ella, y la fortalece mediante su Espíritu Santo” (MS 2:457).
    1. A menudo, los cristianos dicen que es difícil ser cristiano en las ciudades industriales, comerciales y metropolitanas. En las ciudades prósperas de Asia había cristianos que se mantuvieron leales al evangelio e inquebrantables en su lealtad a Dios en medio de las presiones ejercidas sobre ellos por su ambiente pagano. ¿Qué podemos aprender de este hecho? Piensa en esos cristianos de Asia a la luz de la oración de Jesús en Juan 17:15 al 19. ¿Cómo se aplica el concepto de estar en el mundo pero no ser del mundo para los cristianos actuales, en particular para los que viven en ciudades metropolitanas?
  1. ¿Cómo podemos, como adventistas del séptimo día, prestar atención a las palabras que recibimos en el mensaje a los laodicenses?

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Un pensamiento en “Lección 3 – LOS MENSAJES DE JESÚS A LAS SIETE IGLESIAS – Para el 19 de enero de 2019

  1. Cuando suben la lección 4 del 2019

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