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Lección 6 – EL MAJESTUOSO CANTO DE AMOR – Para el 11 de mayo de 2019

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Lección 6: Para el 11 de mayo de 2019

EL MAJESTUOSO CANTO DE AMOR

Sábado 4 de mayo______________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: El Cantar de los Cantares; Génesis 2:7; 1 Corintios 7:3-5; Juan 17:3; 1 Juan 1:9; Romanos 1:24-27; Gálatas 5:24.

PARA MEMORIZAR:

“Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama” (Cant. 8:6).

Entre las etapas de la vida, una de las más importantes es el matrimonio. Como ya dijimos, no todos se casan, pero para los que sí lo hacen, el matrimonio conlleva desafíos especiales, y bendiciones especiales también. Entre esas bendiciones, está el maravilloso regalo de la sexualidad.

Al contrario de lo que opina la mayoría, la Biblia no está en contra del sexo. Está en contra del mal uso de este maravilloso regalo del Creador para la humanidad.

De hecho, el Cantar de los Cantares, uno de los libros más pequeños y quizá uno de los menos leídos de la Biblia, describe la relación entre una joven esposa, la sulamita, y su amado, que se cree que es el propio rey Salomón. El libro despliega los misterios de la intimidad humana y las delicias del amor conyugal en el matrimonio. Aunque al Cantar de los Cantares a menudo se lo ha abordado alegóricamente, como un símbolo de la relación de Dios con su pueblo, o de Cristo con la iglesia, ante todo es un poema sobre el amor que se establece en una relación humana muy real entre un hombre y una mujer.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Al unir Dios en matrimonio las manos de la santa pareja diciendo: “Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”, dictó la ley del matrimonio para todos los hijos de Adán hasta el fin del tiempo. Lo que el mismo Padre eterno había considerado bueno era una ley que reportaba la más elevada bendición y progreso para los hombres.

Como todas las demás excelentes dádivas que Dios confió a la custodia de la humanidad, el matrimonio fue pervertido por el pecado; pero el propósito del Evangelio es restablecer su pureza y hermosura. Tanto en el Antiguo como en él Nuevo Testamento, se emplea el matrimonio para representar la unión tierna y sagrada que existe entre Cristo y su pueblo, los redimidos a quienes él adquirió al precio del Calvario. Dice: “No temas… porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel (El discurso maestro de Jesucristo, {DMJ}, pp. 56, 57).

Dios mismo dió a Adán una compañera. Le proveyó de una “ayuda idónea para él,” alguien que realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola cosa con él en amor y simpatía. Eva fué creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación…

Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como su autor al Creador del universo. “Honroso es en todos el matrimonio.” Hebreos 13:4. Fué una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó Adán consigo al salir del paraíso. Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia, el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la raza, satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza física, intelectual y moral (Patriarcas y profetas, {PP}, pp. 26, 27).

Jesús condenaba la complacencia propia en todas sus formas; sin embargo, era de naturaleza sociable. Aceptaba la hospitalidad de todas las clases, visitaba los hogares de los ricos y de los pobres, de los sabios y de los ignorantes, y trataba de elevar sus pensamientos de los asuntos comunes de la vida, a cosas espirituales y eternas. No autorizaba la disipación, y ni una sombra de liviandad mundanal manchó su conducta; sin embargo, hallaba placer en las escenas de felicidad inocente, y con su presencia sancionaba las reuniones sociales. Una boda entre los judíos era una ocasión impresionante, y el gozo que se manifestaba en ella no desagradaba al Hijo del hombre. Al asistir a esta fiesta, Jesús honró el casamiento como institución divina (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 125).

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Domingo 5 de mayo | Lección 6________________________________________________

VIDA INDIVISIBLE

Sobre la base de los siguientes pasajes, ¿cómo caracterizarías la visión bíblica del cuerpo humano? Génesis 2:7; Salmo 63:1; 84:2; 1 Corintios 6:19, 20; 1 Tesalonicenses 5:23.

Génesis 2:7

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Salmo 63:1

1 Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,

Salmo 84:2

Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

1 Corintios 6:19-20

19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?  20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Tesalonicenses 5:23

23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Algunas religiones creen en el dualismo, filosofía que considera que el cuerpo humano es un problema para la vida del espíritu. Es decir, se considera que el cuerpo es malo, mientras que el “espíritu” es bueno. Sin embargo, en las Escrituras, el cuerpo humano, incluidas sus características sexuales, es parte integral de todo el ser. La vida es cuerpo y espíritu (ver Gén. 2:7). El salmista entrega todo su ser en adoración a Dios (Sal. 63:1; 84:2). Toda la persona debe santificarse, consagrarse para el propósito sagrado que Dios planificó.

Un enfoque positivo sobre el cuerpo humano, en el contexto de las relaciones sexuales, se refleja en el Cantar de los Cantares. ¿Cómo revelan estos textos esta actitud? Cantares 1:2, 13; 2:6; 5:10-16; 7:1-9.

Cantares 1:2, 13

2 ¡¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

13 Mi amado es para mí un manojito de mirra, Que reposa entre mis pechos.

Cantares 2:6

Su izquierda esté debajo de mi cabeza, Y su derecha me abrace.

Cantares 5:10-16

10 Mi amado es blanco y rubio, Señalado entre diez mil. 11 Su cabeza como oro finísimo; Sus cabellos crespos, negros como el cuervo. 12 Sus ojos, como palomas junto a los arroyos de las aguas, Que se lavan con leche, y a la perfección colocados. 13 Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; Sus labios, como lirios que destilan mirra fragante. 14 Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; Su cuerpo, como claro marfil cubierto de zafiros. 15 Sus piernas, como columnas de mármol fundadas sobre basas de oro fino; Su aspecto como el Líbano, escogido como los cedros. 16 Su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi amigo, Oh doncellas de Jerusalén.

Cantares 7:1-9

1 ¡¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.Tu ombligo como una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo Cercado de lirios.Tus dos pechos, como gemelos de gacela.Tu cuello, como torre de marfil; Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco.Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Suspendida en los corredores. 6 ¡¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos.Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos.

Durante todo este texto sagrado, se admira el cuerpo humano. Los aspectos físicos del amor matrimonial no son una vergüenza. Abiertamente se presenta una gama completa de emociones.

Normalmente, existen poderosos tabúes sexuales en muchas culturas. Por lo tanto, las parejas casadas suelen tener dificultades para comunicarse en torno a su vida íntima. Del mismo modo, a menudo los niños se ven privados de la oportunidad de aprender sobre la sexualidad en el contexto de un hogar cristiano donde los valores piadosos se pueden integrar con información precisa. La actitud abierta de la Biblia con respecto a la sexualidad invita a su pueblo a tener un mayor nivel de comodidad con este tema, para que este aspecto vital sea tratado con el respeto y la dignidad que se merece este gran regalo del Creador.

¿Cómo podemos protegernos de las fuerzas culturales y morales que consideran que la sexualidad no es otra cosa que una pasión animal denigrante o la convierten en algo vergonzoso de lo que nunca se debería hablar? ¿Cómo nos muestra la Biblia que ambos extremos son malos?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Se necesita religión en el hogar. Es lo único que puede impedir los graves males que con tanta frecuencia amargan la vida conyugal. Únicamente donde reina Cristo puede haber amor profundo, verdadero y abnegado. Entonces las almas quedarán unidas, y las dos vidas se fusionarán en armonía. Los ángeles de Dios serán huéspedes del hogar, y sus santas vigilias santificarán la cámara nupcial. Quedará desterrada la degradante sensualidad. Los pensamientos serán dirigidos hacia arriba, hacia Dios; y a él ascenderá la devoción del corazón.

El corazón anhela amor humano, pero este amor no es bastante fuerte, ni puro, ni precioso para reemplazar el amor de Jesús. Únicamente en su Salvador puede la esposa hallar sabiduría, fuerza y gracia para hacer frente a los cuidados, responsabilidades y pesares de la vida. Ella debe hacer de él su fuerza y guía. Dése la mujer a Cristo antes que darse a otro amigo terrenal, y no forme ninguna relación que contraríe esto. Los que quieren disfrutar verdadera felicidad, deben tener la bendición del cielo sobre todo lo que poseen, y sobre todo lo que hacen (Testimonios para la iglesia, {5TI}, t. 5, p. 340).

Que en la vida matrimonial, ambos esposos den pruebas de que uno es para el otro una ayuda y una bendición. Den debida consideración al costo de cada complacencia, intemperancia y sensualismo. Estas complacencias no aumentan el amor, ni ennoblecen, ni elevan. Quienes se permiten las pasiones animales y gratifican la concupiscencia, estamparán sobre su posteridad, con toda seguridad, esas prácticas degradantes y la desvergüenza de su propia contaminación física y moral (Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, {TCS}, p. 130).

Llevar al exceso lo legítimo constituye un grave pecado.

Quienes profesan ser cristianos… deberían dar debida consideración a las consecuencias de cada privilegio de la relación matrimonial, y el principio santificado debería constituir la base de toda acción.

Las pasiones animales, alimentadas y consentidas, han llegado a ser muy fuertes en este tiempo, y las consecuencias sobre la vida matrimonial son incontables males. En vez de permitir que la mente se desarrolle y ejerza una energía controladora, las propensiones animales rigen sobre las facultades más elevadas y nobles hasta que éstas son colocadas bajo la sujeción de las propensiones animales. ¿Cuáles son los resultados? Los delicados órganos de la mujer se gastan y enferman; el tener hijos deja de ser seguro; se abusa de los privilegios sexuales. Los hombres corrompen su propio cuerpo; y las esposas, en la cama, se convierten en esclavas de sus desordenadas concupiscencias, hasta que pierden el temor a Dios…

Ninguna otra cosa sino la verdad puede hacer o mantener sabio a un hombre (Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, {TCS}, p. 131).

El cristiano debe mantenerse contemplando constantemente al Modelo e imitar el ejemplo santo de Jesús. Entonces, se permearía un espíritu de rectitud en la vida y el carácter de los demás. Si Dios fuera buscado por medio de oración persistente y humilde, y se le pidiera luz y dirección, con toda seguridad se podrían lograr descubrimientos en la conducta individual; podrían ser reprimidas las prácticas y los planes no santificados, y Jesús llegaría a ser la norma de la vida (Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, {TCS}, p. 132).

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Lección 6 | Lunes 6 de mayo___________________________________________________

LOS AMORES DEL CANTO DE AMOR

Describe los diferentes aspectos del amor presentados en el Cantar de los Cantares. Cantares 1:2, 13; 2:10-13, 16; 3:11; 4:1-7; 5:16; 6:6; 7:1-9; 8:6, 7.

Cantares 1:2, 13

2 ¡¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

13 Mi amado es para mí un manojito de mirra, Que reposa entre mis pechos.

Cantares 2:10-13, 16

10 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. 11 Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; 12 Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. 13 La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.

Cantares 3:11

11 Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón Con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, Y el día del gozo de su corazón.

Cantares 4:1-7

1 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; Tus ojos entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras Que se recuestan en las laderas de Galaad.Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, Que suben del lavadero, Todas con crías gemelas, Y ninguna entre ellas estéril. Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; Mil escudos están colgados en ella, Todos escudos de valientes.Tus dos pechos, como gemelos de gacela, Que se apacientan entre lirios.Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra, Y al collado del incienso.Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha.

Cantares 5:16

16 Su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi amigo, Oh doncellas de Jerusalén.

Cantares 6:6

Tus dientes, como manadas de ovejas que suben del lavadero, Todas con crías gemelas, Y estéril no hay entre ellas.

Cantares 7:1-9

1 ¡¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.Tu ombligo como una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo Cercado de lirios.Tus dos pechos, como gemelos de gacela.Tu cuello, como torre de marfil; Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco.Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Suspendida en los corredores. 6 ¡¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos.Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos.

Cantares 8:6-7

Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían.

Cantares muestra cómo los amigos pasan tiempo juntos, se comunican abiertamente y se preocupan el uno por el otro. En el Cantar de los Cantares, dos buenos amigos llegan a ser esposos. La esposa declara: “Tal es mi amigo” (Cant. 5:16). La palabra amigo expresa compañerismo y amistad, sin los matices de la relación sexual. Feliz es el esposo o la esposa cuyo cónyuge es un amigo entrañable.

En todo el poema, los elogios íntimos y los gestos cariñosos reflejan la gran atracción, el deleite físico y emocional que el hombre y la mujer encuentran en el otro. Las intimidades naturales del amor romántico son un regalo del Creador, para ayudar a los cónyuges a unirse estrechamente el uno con el otro en el matrimonio. Cuando los esposos se abren a la obra del amor divino en su corazón, su amor humano se “refina y purifica”, se “eleva” y “ennoblece” (HC 84).

Estos versículos también transmiten los pensamientos más elevados sobre el amor. No obstante, el verdadero amor no es natural para el corazón humano; es un don del Espíritu Santo (Rom. 5:5). Tal amor liga al esposo y la esposa en una unión duradera. Es el amor comprometido, tan desesperadamente necesario en la relación padre-hijo para construir un sentido de confianza en los jóvenes. Es el amor abnegado, que une a los creyentes en el cuerpo de Cristo. El Cantar de los Cantares nos exhorta a hacer de este amor una fuerza activa en nuestras relaciones con nuestro cónyuge.

¿En qué sentido este tipo de intimidad refleja, a su manera, el tipo de intimidad que podemos tener con Dios? ¿Qué semejanzas encontramos (por ejemplo, dedicar tiempo, entregarnos completamente)? ¿Qué otras semejanzas hay?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En el pensar de Cristo, la alegría de las festividades de bodas simbolizaba el regocijo de aquel día en que él llevará la Esposa a la casa del Padre, y los redimidos juntamente con el Redentor se sentarán a la cena de las bodas del Cordero. El dice: “De la manera que el novio se regocija sobre la novia, así tu Dios se regocijará sobre ti.” “Ya no serás llamada Dejada, … sino que serás llamada mi Deleite, … porque Jehová se deleita en ti.” “Jehová … gozaráse sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar” [Isaías 62:5, 4 (VM); Sofonías 3:17]. Cuando la visión de las cosas celestiales fué concedida a Juan el apóstol, escribió: … “Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero” [Apocalipsis 19:9] (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 125).

Si en el seno de nuestras familias conserváramos tierno el corazón; si se manifestara una noble y generosa deferencia por los gustos y las opiniones de cada cual; si la esposa buscara oportunidades de expresar su amor por su esposo mediante actos corteses; y el marido manifestara la misma amable consideración hacia su esposa, los hijos participarían del mismo espíritu…

Cada pareja que une los intereses de su vida debiera hacer tan feliz como sea posible la vida del otro. Tratemos de preservar y aumentar el valor de lo que apreciamos, siempre que sea posible. Cuando un hombre y una mujer se casan celebran un contrato y hacen una inversión para toda la vida, y debieran hacer todo lo posible para dominar sus palabras de impaciencia y queja, con más cuidado aún que antes de casarse, porque ahora sus destinos están unidos de por vida, y a cada cual se lo valorará en exacta proporción con la cantidad de trabajo y esfuerzo invertidos para conservar y mantener fresco ese amor que tan anhelosamente buscaron, y que tanto apreciaron antes de casarse (Cada día con Dios, {CDCD}, p. 333).

La esposa ha de respetar a su marido. El ha de amar y apreciarla a ella: y así como los une el voto matrimonial, su creencia en Cristo debe hacerlos uno en él. ¿Qué podría agradar más a Dios que el ver a los que contraen matrimonio procurar juntos aprender de Jesús y llegar a compenetrarse cada vez más de su Espíritu?…

“Vestíos pues… Andad en amor, como también Cristo nos amó”…

Debemos tener el Espíritu de Dios, o no podremos tener armonía en el hogar. Si la esposa tiene el espíritu de Cristo, será cuidadosa en lo que respecta a sus palabras; dominará su genio, será sumisa y sin embargo no se considerará esclava, sino compañera de su esposo. Si éste es siervo de Dios, no se enseñoreará de ella; no será arbitrario ni exigente. No podemos estimar en demasía los afectos del hogar; porque si el Espíritu del Señor mora allí, el hogar es un símbolo del cielo (El hogar cristiano, {HC}, pp. 99, 102).

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Martes 7 de mayo | Lección 6__________________________________________________

UN CONOCIMIENTO AMOROSO

Muchos consideran que la temática del Cantar de los Cantares es una “vuelta al Edén”. Aunque la pareja descrita no es el primer hombre ni la primera mujer, el poema trae a la mente el primer Jardín. El plan de Dios de que sean “una sola carne” (Gén. 2:24, 25) se representa a través de delicadas metáforas y símbolos.

¿Cómo presenta el Cantar de los Cantares el compromiso con la reciprocidad en la vida íntima de la pareja casada? Cant. 4:7-5:1. ¿En qué se parece a las instrucciones de Pablo en 1 Corintios 7:3-5?

Cantares 4:7-5:1

Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha.Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos.Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello. 10 ¡¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡¡Cuánto mejores que el vino tus amores, Y el olor de tus ung:uentos que todas las especias aromáticas! 11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. 12 Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada. 13 Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, De flores de alheña y nardos; 14 Nardo y azafrán, caña aromática y canela, Con todos los árboles de incienso; Mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas. 15 Fuente de huertos, Pozo de aguas vivas, Que corren del Líbano. 16 Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta.

1 Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; He recogido mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.

1 Corintios 7:3-5

El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.  La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.  No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.

Salomón la invita: “Ven conmigo” (Cant. 4:8). Su esposa responde. Luego, ella lo invita: “Venga mi amado a su huerto” (Cant. 4:16). Él responde (Cant. 5:1). La Escritura aquí enseña que no debe haber fuerza ni manipulación en este entorno íntimo. En esta relación, ambos esposos entran libre y amorosamente. “Mi jardín” es “su jardín”.

“Salomón” y “sulamita” comparten nombres que derivan del hebreo shalom, “paz” o “integridad”. Su admiración es mutua (Cant. 4:1-5; 5:10-16). El equilibrio en su relación se evidencia incluso en el estilo poético de líneas y versos pareados. La expresión del pacto: “Mi amado es mío, y yo suya” (Cant. 2:16) se hace eco del lenguaje del Edén: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gén. 2:23).

La palabra “conocer “para describir la unión marital, ¿hasta qué punto enriquece nuestra comprensión de nuestra relación con Dios? Génesis 4:1, 25; 1 Samuel 1:19; Lucas 1:34; Juan 17:3; 1 Corintios 8:3.

Génesis 4:1, 25

1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.

25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.

1 Samuel 1:19

19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.

Lucas 1:34

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.

Juan 17:3

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

1 Corintios 8:3

Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

La Biblia usa conocer para la unión íntima del esposo y la esposa. En este “conocimiento” amoroso, se prodigan mutuamente lo más oculto, íntimo e insondable de su ser. No solo dos cuerpos, sino también dos corazones se unen en “una sola carne”. Conocer también describe la relación entre las personas y Dios. Para el cristiano perceptivo, el conocimiento peculiar y tierno del matrimonio, con su compañerismo, compromiso y deleite ilimitados, proporciona una visión profunda del misterio más sublime y sagrado que existe: la unión de Cristo con la iglesia.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Con una parte del hombre Dios hizo a una mujer, a fin de que fuese ayuda idónea para él, alguien que fuese una con él, que le alegrase, le alentase y bendijese, mientras que él a su vez fuese su fuerte auxiliador. Todos los que contraen relaciones matrimoniales con un propósito santo—el esposo para obtener los afectos puros del corazón de una mujer, y ella para suavizar, mejorar y completar el carácter de su esposo—cumplen el propósito de Dios para con ellos.

Cristo no vino para destruir esa institución, sino para devolverle su santidad y elevación originales. Vino para restaurar la imagen moral de Dios en el hombre, y comenzó su obra sancionando la relación matrimonial…

El amor divino que emana de Cristo no destruye el amor humano, sino que lo incluye. Lo refina y purifica; lo eleva y lo ennoblece. El amor humano no puede llevar su precioso fruto antes de estar unido con la naturaleza divina y dirigido en su crecimiento hacia el cielo. Jesús quiere ver matrimonios y hogares felices (El hogar cristiano, {HC}, p. 84).

La unidad que existe entre Cristo y sus discípulos no destruye la personalidad de uno ni otro. Son uno en mente, propósito y carácter, pero no en persona. El hombre, al someterse a la ley de Dios y participar de su Espíritu, llega a ser participante de la naturaleza divina. Cristo conduce a sus discípulos a una unión viva consigo mismo y con el Padre. El hombre se completa en Cristo Jesús mediante la obra del Espíritu Santo en su mente. La unidad con Cristo establece un vínculo de unión de los unos con los otros. Esta unidad es para el mundo la prueba más convincente de la majestad y la virtud de Cristo, y de su poder para quitar el pecado.

Mientras más intima sea nuestra unión con Cristo, más intima será nuestra unión con el prójimo (Sons and Daughters of God, p. 286; parcialmente en Hijos es hijas de Dios, {HHD}, p. 288).

Pedro, Santiago y Juan buscaban todas las oportunidades de ponerse en contacto íntimo con el Maestro, y su deseo les fue otorgado. De los doce, la relación de ellos con el Maestro fue la más íntima. Juan sólo podía hallar satisfacción en una intimidad aún más estrecha, y la obtuvo. En ocasión de la primera entrevista junto al Jordán, cuando Andrés, habiendo oído a Jesús, corrió a buscar a su hermano, Juan permaneció quieto, extasiado en la meditación de temas maravillosos. Siguió al Salvador siempre, como oidor absorto y ansioso. Sin embargo, el carácter de Juan no era perfecto. No era un entusiasta y bondadoso soñador. Tanto él como su hermano recibieron el apodo de “hijos del trueno”. Juan era orgulloso, ambicioso, combativo; pero debajo de todo esto el Maestro divino percibió un corazón ardiente, sincero, afectuoso. Jesús reprendió su egoísmo, frustró sus ambiciones, probó su fe. Pero le reveló lo que su alma anhelaba: La belleza de la santidad, su propio amor transformador…

Juan anhelaba amor, simpatía y compañía. Se acercaba a Jesús, se sentaba a su lado, se apoyaba en su pecho. Así como una flor bebe del sol y del rocío, él bebía la luz y la vida divinas. Contempló al Salvador con adoración y amor hasta que la semejanza a Cristo y la comunión con él llegaron a constituir su único deseo, y en su carácter se reflejó el carácter del Maestro (La educación. {ED}, p. 87).

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Lección 6 | Miércoles 8 de mayo_______________________________________________

AMAR EN EL MOMENTO ADECUADO

Lee Cantares 4:8 al 5:1.

Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos.Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello. 10 ¡¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡¡Cuánto mejores que el vino tus amores, Y el olor de tus ung:uentos que todas las especias aromáticas! 11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. 12 Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada. 13 Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, De flores de alheña y nardos; 14 Nardo y azafrán, caña aromática y canela, Con todos los árboles de incienso; Mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas. 15 Fuente de huertos, Pozo de aguas vivas, Que corren del Líbano. 16 Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta.

1 Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; He recogido mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.

Cantares 4:16 y 5:1 componen el centro de este libro y describen, por así decirlo, su punto culminante a medida que se consuma el matrimonio entre Salomón y la sulamita.

¿A qué se refiere Salomón en los siguientes pasajes? Cantares 4:12, 16; 5:1; 8:8-10.

Cantares 8:8-10

Tenemos una pequeña hermana, Que no tiene pechos; ¿Qué haremos a nuestra hermana Cuando de ella se hablare?Si ella es muro, Edificaremos sobre él un palacio de plata; Si fuere puerta, La guarneceremos con tablas de cedro. 10 Yo soy muro, y mis pechos como torres, Desde que fui en sus ojos como la que halla paz.

En Cantares, encontramos algunas de las pruebas más convincentes de las Escrituras para el plan de Dios de que las personas permanezcan sexualmente castas hasta el matrimonio. Una de las más poderosas es una referencia a la infancia de la sulamita, cuando sus hermanos se preguntaban si ella sería “muro” o “puerta” (Cant. 8:8, 9). En otras palabras, si permanecerá casta hasta el matrimonio (un muro) o si será promiscua (una puerta). De adulta, afirma que ha mantenido su castidad y se presenta pura ante su esposo: “Yo soy muro” (Cant. 8:10). De hecho, él confirma que ella todavía es virgen hasta su noche de bodas, al decir que ella es “huerto cerrado […] fuente cerrada, fuente sellada” (Cant. 4:12). Sobre la base de su propia experiencia, ella puede aconsejar a sus amigas que den los pasos del amor y del matrimonio con mucho cuidado. Tres veces, en Cantares, la sulamita se dirige a un grupo de mujeres llamadas “doncellas de Jerusalén”, para aconsejarles que no susciten la intensa pasión del amor hasta el momento apropiado (Cant. 2:7; 3:5; 8:4); es decir, hasta que se encuentren a salvo dentro del pacto íntimo del matrimonio, como ella.

Por segunda vez en el poema, el amado invita a su esposa a que se vaya con él (Cant. 2:10; 4:8). Antes de la boda, ella no podía aceptar su invitación, pero ahora es ella quien lo invita a su jardín (Cant. 4:16), y él acepta de buena gana (Cant. 5:1). Él no solo se siente atraído por su belleza; ella le ha robado el corazón (Cant. 4:9); él está embriagado con su amor (Cant. 4:10), y se siente eufórico porque ella es suya y de nadie más, ahora y para siempre: “Jardín cerrado eres tú, hermana y novia mía; ¡jardín cerrado, sellado manantial!” (Cant. 4:12, NVI). En su unión con esta mujer perfecta, considera que ha alcanzando la Tierra Prometida: “Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua” (Cant. 4:11).

¿Cuál es la buena noticia para quienes se lamentan por sus decisiones equivocadas en la expresión de su sexualidad? 1 Juan 1:9; comparar con Salmo 103:12; Isaías 55:7; Juan 8:11.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Pocas tentaciones son más peligrosas o más fatales para los jóvenes que la tentación a la sensualidad, y ninguna será, si se cede a ella, más decididamente ruinosa para el alma y el cuerpo por el tiempo y la eternidad…

La impureza está hoy muy difundida, aun entre los profesos seguidores de Cristo. La pasión está desenfrenada; las propensiones animales están ganando fuerza por la complacencia, mientras los poderes morales se debilitan continuamente…

Existen hoy los pecados que destruyeron a los antediluvianos y las ciudades de la llanura, no meramente en los países paganos, no sólo entre los que profesan el cristianismo popular, sino aun entre algunos que profesan esperar la venida del Hijo del hombre. Si Dios presentara estos pecados delante de ustedes como aparecen ante su vista, se llenarían de vergüenza y terror (Mente, carácter y personalidad, {1MCP}, t. 1, pp. 236, 238).

Los que piensan en casarse deben pesar cada sentimiento y cada manifestación del carácter de la persona con quien se proponen unir su suerte. Cada paso dado hacia el matrimonio debe ser acompañado de modestia, sencillez y sinceridad, así como del serio propósito de agradar y honrar a Dios. El matrimonio afecta la vida ulterior en este mundo y en el venidero. El cristiano sincero no hará planes que Dios no pueda aprobar (Ministerio de curación, {MC}, p. 277).

María había sido considerada como una gran pecadora, pero Cristo conocía las circunstancias que habían formado su vida. El hubiera podido extinguir toda chispa de esperanza en su alma, pero no lo hizo. Era él quien la había librado de la desesperación y la ruina. Siete veces ella había oído la reprensión que Cristo hiciera a los demonios que dirigían su corazón y mente. Había oído su intenso clamor al Padre en su favor. Sabía cuán ofensivo es el pecado para su inmaculada pureza, y con su poder ella había vencido…

Por su gracia, ella llegó a ser participante de la naturaleza divina. Aquella que había caído, y cuya mente había sido habitación de demonios, fué puesta en estrecho compañerismo y ministerio con el Salvador. Fué María la que se sentaba a sus pies y aprendía de él. Fué María la que derramó sobre su cabeza el precioso ungüento, y bañó sus pies con sus lágrimas. María estuvo junto a la cruz y le siguió hasta el sepulcro. María fué la primera en ir a la tumba después de su resurrección. Fué María la primera que proclamó al Salvador resucitado.

Jesús conoce las circunstancias que rodean a cada alma. Tú puedes decir: Soy pecador, muy pecador. Puedes serlo; pero cuanto peor seas, tanto más necesitas a Jesús. El no se aparta de ninguno que llora contrito. No dice a nadie todo lo que podría revelar, pero ordena a toda alma temblorosa que cobre aliento. Perdonará libremente a todo aquel que acuda a él en busca de perdón y restauración (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 521).

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Jueves 9 de mayo | Lección 6___________________________________________________

CÓMO SALVAGUARDAR EL REGALO DEL CREADOR

Dios tenía un propósito especial al crear a la humanidad como hombre y mujer (Gén. 1:26-28). Si bien cada uno lleva su imagen, la unión matrimonial de los géneros opuestos en “una sola carne” refleja la unidad dentro de la Deidad. La unión del hombre y la mujer también contempla la procreación de una nueva vida, una expresión humana original de la imagen divina.

¿Qué actitud asumen las Escrituras con respecto a las prácticas sexuales que no concuerdan con el plan del Creador? Levítico 20:7-21; Romanos 1:24-27; 1 Corintios 6:9-20.

Levítico 20:7-21

Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.  Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico. Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él. 10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. 11 Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos. 12 Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos. 13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre. 14 El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros. 15 Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia. 16 Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos. 17 Si alguno tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará. 18 Cualquiera que durmiere con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo. 19 La desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad llevarán. 20 Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos. 21 Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.

Romanos 1:24-27

24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

1 Corintios 6:9-20

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

La Biblia desaprueba todo lo que altera o destruye la imagen de Dios en la humanidad. Dios guía a su pueblo hacia los propósitos correctos de la sexualidad colocando ciertas prácticas sexuales fuera de los límites. Cuando la experiencia humana se enfrenta con los preceptos de Dios, el alma se convence de pecado.

¿Qué orientación se da a los creyentes cristianos en cuanto a su sexualidad y la de los demás en un mundo caído? Romanos 8:1-14; 1 Corintios 6:15-20; 2 Corintios 10:5; Gálatas 5:24; Colosenses 3:3-10; 1 Tesalonicenses 5:23, 24.

Romanos 8:1-14

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

1 Corintios 6:15-20

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

2 Corintios 10:5

derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

Gálatas 5:24

24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Colosenses 3:3-10

Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,

1 Tesalonicenses 5:23-24

23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

Los creyentes esperan la liberación de la corrupción del pecado en la venida de Cristo. Esperan con fe, y se consideran muertos al pecado mediante la muerte de Cristo en la Cruz, y vivos en él mediante su resurrección. Con oración constante, solicitud y el poder del Espíritu, dan por crucificada su naturaleza pecaminosa y procuran obedecer a Cristo en sus pensamientos. Reconocen que su cuerpo y su sexualidad pertenecen a Dios, y los usan de acuerdo con el plan divino.

Dios perdona a quienes se arrepienten del pecado (1 Juan 1:9). El evangelio permite que quienes anteriormente estaban comprometidos con la promiscuidad y la actividad sexual pecaminosa sean parte de la comunidad de creyentes. Debido a la magnitud en que el pecado ha alterado la sexualidad en la humanidad, quizás algunos no lleguen a experimentar la restauración plena en este aspecto de la experiencia humana. Algunos, por ejemplo, tal vez opten por una vida célibe, antes que participar de cualquier relación sexual que esté prohibida por la Palabra de Dios.

Como iglesia, ¿cómo deberíamos relacionarnos, por ejemplo, con los homosexuales? La actitud de ellos sobre su orientación sexual ¿cómo debería influir en nuestra respuesta?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Estamos viviendo en una época licenciosa, y los hombres y la juventud pecan con toda desvergüenza. A menos que nuestra juventud sea sagradamente guardada, a menos que esté fortificada en firmes principios, a menos que se manifieste gran cuidado en la elección de sus amistades y de las publicaciones que alimentan su mente, quedarán expuestos frente a una sociedad cuya moral es tan corrompida como lo era la de los habitantes de Sodoma… Nuestra juventud tendrá que hacer frente a tentaciones por todas partes, y debe estar tan educada, que dependa de un poder superior, de una enseñanza superiora la que pueden dar los mortales. En todas partes hay personas que desprecian a nuestro Señor; los tales se refieren habitualmente al cristianismo en forma despreciativa (Hijos e hijas de Dios, {HHD}, p. 234).

Jesús asumió la naturaleza humana para dejar a la humanidad un modelo completo y perfecto. Es su intención hacernos como él es, leales en todo propósito, sentimiento y pensamiento: leales de corazón, alma y vida. Esto es cristianismo. Nuestra naturaleza caída ha de ser purificada, ennoblecida, y consagrada mediante la obediencia a la verdad. La fe cristiana nunca armonizará con los principios mundanos; la integridad cristiana se opone a todo engaño y fingimiento. El que alberga más el amor de Cristo en el corazón, el que refleja la imagen del Salvador más perfectamente, es a la vista de Dios la persona más leal, más noble y honorable sobre la faz de la tierra (Testimonios para la iglesia, {5TI}, t. 5, p. 218).

El pecado es el mayor de todos los males, y nos incumbe compadecernos del pecador y ayudarlo. Pero no todos pueden ser alcanzados de la misma manera. Hay muchos que ocultan el hambre de su alma. Les ayudaría grandemente una palabra tierna o un recuerdo bondadoso. Hay otros que están en la mayor necesidad, y, sin embargo, no lo saben. No se percatan de su terrible indigencia de alma. Hay multitudes tan hundidas en el pecado que han perdido el sentido de las realidades eternas, han perdido la semejanza con Dios, y apenas saben si tienen almas que salvar o no. No tienen fe en Dios ni confianza en el hombre. Muchas de estas personas pueden ser alcanzadas únicamente por actos de bondad desinteresada… Al ver la evidencia de vuestro amor abnegado, les será más fácil creer en el amor de Cristo.

Hay muchos que yerran, y que sienten su vergüenza e insensatez. Miran sus faltas y errores hasta ser arrastrados casi a la desesperación. No debemos descuidar a estas almas. Cuando uno tiene que nadar contra la corriente, toda la fuerza de ésta lo rechaza. Extiéndasele una mano auxiliadora como se extendió la mano del Hermano Mayor hacia Pedro cuando se hundía. Diríjansele palabras llenas de esperanza, palabras que establezcan la confianza y despierten en ellos el amor…

Nunca debemos pasar por alto un alma que sufre sin tratar de impartirle el consuelo con que somos nosotros consolados de Dios (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, p. 319).

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Lección 6 | Viernes 10 de mayo________________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“El matrimonio ha recibido la bendición de Cristo y debe considerarse una institución sagrada. La verdadera religión no debe contrarrestar los planes del Señor. Dios ordenó que el hombre y la mujer se unieran en santo matrimonio, para establecer familias que, coronadas de honor, pudieran ser símbolos de la familia celestial.

“Al comienzo mismo de su ministerio público, Cristo le dio una definida aprobación a esta institución que había sido creada en el Edén. Con su presencia en una boda, declaró a todos que el matrimonio, cuando se realiza en pureza y santidad, y con la verdad y la justicia, es una de las más grandes bendiciones concedidas a la familia humana” (HD 178).

Como muestra Cantares, el amor sexual puede ser algo maravilloso en el matrimonio. Pero una relación duradera no se puede basar simplemente en la belleza exterior ni en los encantos físicos. Nuestro cuerpo envejece y se deteriora, y ninguna dieta, ejercicio ni cirugía plástica hará que conservemos una apariencia eternamente joven. El matrimonio de Salomón y la sulamita es una relación comprometida de por vida. Tres veces afirman que se pertenecen el uno al otro (Cant. 2:16; 6:3; 7:10). La primera vez, es un reconocimiento de pertenencia mutua (comparar con Efe. 5:21, 33). La segunda vez, ella invierte el orden en la afirmación de su sumisión (ver además Efe. 5:22, 23). La tercera vez expresa el deseo de él por ella (Efe. 5:24-32). Un amor así no puede ahogarse (Cant. 8:7), es como un sello que no se puede romper (Cant. 8:6).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. La descripción que Salomón hace de su esposa perfecta (Cant. 4:1-5; 6:8; 7:1-9) ¿cómo se compara con la expresión de Adán cuando vio por primera vez a Eva? (Gén. 2:23). Por ende, los esposos ¿cómo deberían relacionarse con sus esposas? (Efe. 5:28, 29).
  2. Algunos consideran que el libro de Cantares es una alegoría de la relación que existe entre Dios y su pueblo, o entre Jesús y su iglesia. Si bien debemos tener cuidado de no abusar de la significación alegórica, ¿qué características de la relación entre estas dos personas son comparables con nuestra relación con Dios? Comparar además con Isaías 54:4 y 5; Jeremías 3:14; y 2 Corintios 11:2.
  3. Lee Proverbios 31:26, Cantares 5:16 y Proverbios 25:11. ¿Cuán importantes son nuestras palabras para derribar o fortalecer a nuestro cónyuge, o debilitar y fortalecer nuestro matrimonio? Utiliza los siguientes textos como ilustración adicional: Santiago 1:26; 3:5-11.

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Un pensamiento en “Lección 6 – EL MAJESTUOSO CANTO DE AMOR – Para el 11 de mayo de 2019

  1. excelente leccion, muy claro y explicativo los conceptos. Muchas bendiciones

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