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Lección 6 – LA LECTURA DE LA PALABRA – Para el 9 de noviembre de 2019

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Lección 6: Para el 9 de noviembre de 2019

LA LECTURA DE LA PALABRA

Sábado 2 de noviembre________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Nehemías 8:1–8; Deuteronomio 31:9–13; Mateo 17:5; Hechos 8:26–38; Nehemías 8:9–12; Levítico 23:39–43.

PARA MEMORIZAR:

“Y leían en el libro de la Ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” (Neh. 8:8).

El muro de Jerusalén estaba terminado. Con la colocación de las puertas, los israelitas, bajo el liderazgo de Nehemías, habían completado así la tarea principal. Cuando se terminó el muro, las naciones circundantes estaban asombradas y reconocieron “que por nuestro Dios había sido hecha esta obra” (Neh. 6:16). Los enemigos se dieron cuenta de que el Dios de Israel era real porque, a pesar de la increíble oposición y el odio que sufrieron los israelitas, aun así habían completado la obra que se habían propuesto.

Después de completar el muro, Nehemías nombró a un gobernador de Jerusalén (su hermano Hanani) y a un líder de la fortaleza (Hananías). Ambos hombres fueron elegidos sobre la base de su integridad, confiabilidad y reverencia hacia Dios (Neh. 7:2), no por su genealogía.

Los siguientes capítulos de Nehemías (Neh. 8-10) describen una serie importante de acontecimientos en el mes de Tishri, el séptimo mes (Neh. 8:2). En estos versículos podemos ver ejemplos de cuán decididos estaban los hijos de Israel a obedecer la Palabra de Dios y cómo se regocijaban en ella.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Se nos dice de los levitas, que leían las Escrituras al pueblo en los días de Esdras: “Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” [Nehemías 8:8]…

Todo cristiano está llamado a dar a conocer a otros las inescrutables riquezas de Cristo; por lo tanto debiera procurar la perfección en el habla. Debiera presentar la Palabra de Dios de un modo que la recomendara a sus oyentes. Dios no desea que sus intermediarios sean incultos. No es su voluntad que el hombre rebaje o degrade la corriente celestial que fluye por medio de él al mundo (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 270, 271).

Corremos constantemente el peligro de creer que nos bastamos a nosotros mismos, de confiar en nuestra propia sabiduría y no hacer de Dios nuestra fortaleza. Nada perturba tanto a Satanás como nuestro conocimiento de sus designios. Si sentimos nuestro peligro, sentiremos nuestra necesidad de orar, como la sintió Nehemías, y como él obtendremos esa sólida defensa que nos dará seguridad en el peligro. Si somos negligentes e indiferentes, seremos ciertamente vencidos por los designios de Satanás. Debemos ser vigilantes. Aunque, como Nehemías, recurramos a la oración, llevando todas nuestras perplejidades y cargas a Dios, no debemos creer que no tenemos nada que hacer. Debemos velar y orar. Debemos vigilar la obra de nuestros adversarios, no sea que ellos obtengan ventaja al engañar a las almas. Debemos, en la sabiduría de Cristo, hacer esfuerzos para derrotar sus propósitos, aunque sin permitirles que nos distraigan de nuestra gran obra. La verdad es más fuerte que el error. La justicia prevalecerá sobre el mal (Testimonios para la iglesia, {3TI}, t. 3, p. 627).

La conducta de Nehemías debiera ejercer una gran influencia sobre nuestra mente acerca de cómo hacer frente a esta clase de oponentes. Debemos llevar todas estas cosas al Señor en oración, como lo hizo Nehemías cuando dirigió sus súplicas a Dios con espíritu humillado. Se aferró a Dios con fe inquebrantable. Tal es la conducta que debemos seguir… Con humildad, mansedumbre y pureza de vida, confiados en Jesús, debemos ir acompañados de un poder convincente de que tenemos la verdad.

No entendemos como nos es dado entenderlas la fe y la confianza que podemos depositar en Dios, y las grandes bendiciones que la fe nos dará. Nos espera una obra importante. Debemos obtener idoneidad moral para el cielo. Nuestras palabras y nuestro ejemplo deben hacerse sentir sobre el mundo. Los ángeles de Dios están activamente empeñados en ministrar a los hijos de Dios. Nos han sido hechas preciosas promesas a condición de que obedezcamos a los requerimientos de Dios. El cielo está lleno de las más ricas bendiciones que esperan todas para sernos comunicadas. Si sentimos nuestra necesidad y acudimos a Dios con sinceridad y fe ferviente, seremos puestos en íntima comunión con el cielo y seremos conductos de luz para el mundo (Testimonios para la iglesia, {3TI}, t. 3, p. 629).

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Domingo 3 de noviembre | Lección 6__________________________________________

EL PUEBLO SE CONGREGA

Lee Nehemías 8:1 y 2. ¿Qué nos dice esto acerca de cuán importante era la Palabra de Dios para el pueblo?

Nehemías 8:1-2

1 y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel. Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: !!Amén! !!Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura. Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. 10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. 11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. 12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.

Cuando los judíos finalmente terminaron la construcción del muro y se mudaron a Jerusalén, todos se reunieron en la plaza abierta de Jerusalén en el séptimo mes. El séptimo mes, el mes de Tishri, quizás era el mes más importante para los israelitas, ya que estaba dedicado a la Fiesta de las Trompetas (preparación para el juicio de Dios, el primer día del mes), el Día de la Expiación (Día del Juicio, el décimo día del mes) y la Fiesta de los Tabernáculos (para recordar que Dios los liberó de Egipto y su provisión durante el viaje en el desierto, el 15º día del mes). La reunión tuvo lugar el primer día del mes, en el que se celebró la Fiesta de las Trompetas. Los líderes convocaron a los hombres y las mujeres de la nación a esta asamblea especial para, mediante la lectura de la Ley, brindarles la oportunidad de aprender de su Dios y de su historia.

El pueblo invitó a Esdras a llevar consigo el libro de la Ley de Moisés y leerlo. Incluso construyeron una plataforma, un púlpito, para la ocasión. No fue algo que los líderes le impusieron a la congregación. Al contrario, “ellos”, el pueblo, le pidieron a Esdras que llevara el Libro. Lo más probable es que Esdras les haya leído los libros de Moisés, que incluía la ley dada a Moisés en el Monte Sinaí.

Lee Deuteronomio 31:9 al 13. ¿Qué les dijo el Señor allí y qué lecciones podemos extraer de eso para nosotros hoy?

Deuteronomio 31:9-13

Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel. 10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, 11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. 12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; 13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

En Deuteronomio 31:9 al 13, Moisés dijo a los israelitas que, durante la Fiesta de los Tabernáculos, debían reunirse a leer la Ley de Dios, y menciona los diversos grupos que debían hacerlo: hombres, mujeres, niños y extranjeros que vivían dentro de sus puertas.

Una lectura literal de Nehemías 8:1 dice que se reunieron “como un solo hombre”. ¿Qué nos dice eso acerca de la importancia de la unidad entre el cuerpo de creyentes?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El muro de Jerusalén había sido reedificado y se habían colocado las puertas; pero gran parte de la ciudad estaba todavía en ruinas.

En una plataforma de madera, erigida en una de las calles más anchas y rodeada en todas las direcciones por los tristes recuerdos de la gloria que se había desvanecido de Judá, se encontraba Esdras, ahora anciano. A su mano derecha y a su izquierda estaban reunidos sus hermanos los levitas. Mirando hacia abajo desde la plataforma, sus ojos recorrían un mar de cabezas. De toda la región circundante se habían reunido los hijos del pacto. “Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió, ¡Amén! … Y humilláronse, y adoraron a Jehová inclinados a tierra” (Profetas y reyes, {PR}, p. 489).

La ley no sólo fué escrita sobre las piedras conmemorativas, sino que también fue leída por el mismo Josué en alta voz a oídos de todo Israel. No habían transcurrido muchas semanas desde que Moisés les había dado en discursos todo el libro de Deuteronomio; sin embargo, ahora Josué leyó nuevamente la ley.

No sólo los hombres de Israel, sino también las mujeres y los niños, escucharon la lectura de la ley; pues era importante que todos conocieran su deber y lo cumplieran…

Satanás procura siempre pervertir lo que Dios ha dicho, a fin de cegar la mente y obscurecer el entendimiento, y así inducir a los hombres a pecar. Por esta razón es Dios tan explícito y presenta sus exigencias con tanta claridad que nadie necesita equivocarse. Dios procura constantemente atraer a los hombres a sí mismo y ponerlos bajo su protección, para que Satanás no ejerza sobre ellos su poder cruel y engañoso. Condescendió a hablarles con su propia voz, y a escribir con su propia mano los oráculos vivientes. Y estas palabras bienaventuradas, todas henchidas de vida y luminosas de verdad, son confiadas a los hombres como una guía perfecta. Debido a que Satanás está tan listo para arrebatar la mente y apartar los afectos de las promesas del Señor y sus exigencias, se necesita la mayor diligencia para grabarlas en la mente y el corazón (Patriarcas y profetas, {PP}, pp. 536, 537).

Si sus palabras son traídas a la vida práctica, Dios abre el entendimiento de los hombreas de manera definitiva… y se le reconoce a la Biblia como el libro precioso, maravilloso que es… Esta es la sabiduría que, traída a la vida práctica, hace sabios a los hombres a lo largo del tiempo y de la eternidad. Dios se revela en la naturaleza; Dios se revela en su Palabra. La Biblia es la más maravillosa de todas las historias, porque es la producción de Dios, y no de una mente finita. Nos transporta hacia atrás a través de los siglos hasta el principio de todas las cosas y presenta la historia de tiempos y escenas que de otra forma nunca hubiésemos conocido. Revela la gloria de Dios en la obra de su providencia para salvar al mundo caído. Presenta en el lenguaje más sencillo el gran poder del evangelio que, si se recibe, rompería las cadenas que atan a los hombres del carro de Satanás (Fundamentals of Christian Education, p. 376).

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Lección 6 | Lunes 4 de noviembre_____________________________________________

LEER Y ESCUCHAR LA LEY

Esdras “trajo el libro de la ley” ante la asamblea, para leerlo. ¿Qué les leyó? ¿Solo los Diez Mandamientos vez tras vez durante medio día? La referencia al libro de la Ley debe entenderse como los cinco libros de Moisés, de Génesis a Deuteronomio, conocidos como la Torá hebrea. El término “ley”, por lo tanto, cubre solo una parte de lo que se incluyó en la lectura; sería mejor traducirlo como “instrucciones”. Son mandatos divinos que nos permiten conocer el camino por el que debemos andar para no perder el objetivo. Cuando Esdras leía, el pueblo escuchaba su historia como pueblo de Dios, comenzando con la Creación hasta la época de Josué. A través de historias, canciones, poemas, bendiciones y leyes, se les recordó sus dificultades para seguir a Dios y la fidelidad de Dios hacia ellos. La Torá incluye la “Ley”, pero es más que eso; incorpora la historia del pueblo de Dios y, especialmente, revela la dirección de Dios. En consecuencia, le daba a la comunidad sus raíces y su identidad.

Lee Nehemías 8:3; Deuteronomio 4:1; 6:3 y 4; Josué 1:9; Salmo 1:2; Proverbios 19:20; Ezequiel 37:4; y Mateo 17:5. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de cómo debemos interactuar con la Palabra de Dios?

Nehemías 8:3

Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

Deuteronomio 4:1

1 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da.

Deuteronomio 6:3-4

Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

Josué 1:9

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Salmo 1:2

Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

Proverbios 19:20

20 Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.

Ezequiel 37:4

Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.

Mateo 17:5

Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.

El hecho de que el pueblo deseara escuchar la Palabra de Dios probablemente fue el resultado de que Esdras les estuvo leyendo y enseñando la Palabra desde su llegada a Jerusalén, unos trece años antes. Él estaba dedicado a la obra de Dios y se propuso marcar la diferencia. La Palabra de Dios se hacía real para el pueblo a medida que la escuchaban a través de Esdras. Como resultado, tomaron una decisión consciente de escuchar y oír porque estaban interesados en aprender de Dios. Por ende, en esta ocasión, se acercaron a la Torá con reverencia y el deseo de aprender.

Saturarnos de la Palabra crea un anhelo más profundo de Dios en nuestra vida.

¿Cómo te identificas con la Palabra de Dios? Es decir, aunque digas que crees en ella, ¿cómo se manifiesta esa creencia en tu vida, en el sentido de cómo intentas obedecer lo que ella enseña? ¿Cuán diferente vivirías si no obedecieras la Biblia?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El filósofo que recorre el universo encontrando por doquiera las manifestaciones del poder de Dios y deleitándose en su armonía, con frecuencia deja de contemplar en estas admirables maravillas la mano que las formó… Ninguna esperanza de inmortalidad gloriosa alumbra el futuro de los enemigos de Dios. Pero los héroes de la fe tienen la promesa de una herencia más valiosa que cualquier riqueza terrenal, una herencia que satisfará los anhelos del alma. Pueden ser desconocidos por el mundo, pero son anotados como ciudadanos en los libros de registro del cielo. Una grandeza exaltada, un eterno peso de gloria, será la recompensa final de aquellos a quienes Dios ha hecho herederos de todo.

Los ministros del evangelio deben hacer de la verdad de Dios el tema de su estudio, meditación y conversación. La mente que se espacia mucho en la voluntad de Dios revelada al hombre, será fuerte en la verdad. Los que leen y estudian con el ferviente deseo de tener luz divina, sean ministros o no, no tardarán en descubrir en las Escrituras una belleza y armonía que cautivarán su atención, elevarán sus pensamientos y les darán una inspiración y una energía de argumentos que les harán poderosos para convencer y convertir las almas (Testimonios para la iglesia, {4TI}, t. 4, pp. 517, 518).

La Escritura presenta la verdad con tal sencillez y con una adaptación tan perfecta a las necesidades y los anhelos del corazón humano, que ha asombrado y encantado a los espíritus más cultivados, al mismo tiempo que capacita al más humilde e incauto para discernir el camino de la salvación… Así queda el plan de la redención expuesto delante de nosotros de modo que toda alma pueda ver los pasos que debe dar a fin de arrepentirse para con Dios y tener fe en nuestro Señor Jesucristo y salvarse de la manera señalada por Dios. Sin embargo, bajo estas verdades tan comprensibles existen misterios que son el escondedero de la gloria del Señor, misterios que abruman la mente que los indaga, aunque inspiran fe y reverencia al sincero investigador de la verdad. Cuanto más escudriña éste la Biblia, tanto más se profundiza su convicción de que es la Palabra del Dios vivo, y la razón humana se postra ante la majestad de la revelación divina (El camino a Cristo, {CC}, p. 107).

Dios desea que el hombre ejercite sus facultades de raciocinio; y el estudio de la Biblia fortalecerá y elevará el intelecto como ningún otro estudio puede hacerlo. Es el mejor ejercicio intelectual y espiritual para la mente humana. Sin embargo, no debemos endiosar la razón, que está sujeta a la debilidad y flaqueza de la humanidad. Si no queremos que las Escrituras queden veladas para nuestro entendimiento, de manera que no podamos comprender las más claras verdades, debemos tener la sencillez y fe de un niñito, estar listos para aprender y solicitar la ayuda del Espíritu Santo. Un sentido del poder y la sabiduría de Dios y de nuestra incapacidad para comprender su grandeza, debe inspirarnos humildad, y debemos abrir su Palabra con tanta reverencia como si entráramos en su presencia. Cuando acudimos a la Biblia, la razón debe reconocer una autoridad superior a ella, y el corazón y el intelecto deben inclinarse ante el gran YO SOY (Testimonios para la iglesia, {5TI}, t. 5, p. 658).

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Martes 5 de noviembre | Lección 6____________________________________________

LECTURA E INTERPRETACIÓN DE LA PALABRA

Lee Nehemías 8:4 al 8. ¿Cómo se hacía la lectura de la Ley?

Nehemías 8:4-8

Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡¡Amén! !!Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.

Había dos grupos de trece hombres que estaban con Esdras durante la lectura. El primer grupo de trece (Neh. 8:4) ayudaba a leer la Palabra de Dios, y el segundo grupo de trece (Neh. 8:7) ayudaba a entender los pasajes. No tenemos ninguna información sobre cómo funcionaba esta modalidad en la plaza abierta; sin embargo, los hombres que ayudaban con la lectura posiblemente sostenían la Torá (los pergaminos hebreos eran pesados y otros debían desenrollarlos), y leían sucesivamente, alternando entre los lectores. Como estuvieron leyendo desde la mañana hasta el mediodía, habían encontrado una manera de llegar a todos en la plaza.

Las frases “explicaban su sentido” y “de modo que entendieran la lectura” (Neh. 8:8, RVR95) pueden referirse tanto a la interpretación como a la traducción de los pasajes. Ambos son factibles en este caso. El pueblo había regresado de Babilonia, donde habían vivido durante muchos años, y el idioma principal era el arameo. Por lo tanto, escuchar la lectura en hebreo pudo no haber sido fácil de entender para muchos, especialmente para las generaciones más jóvenes. Al mismo tiempo, los lectores de la Biblia pueden beneficiarse de una explicación o comentario. La predicación y la explicación hacen que el texto cobre vida e impulse a los oyentes a aplicar la información en un nivel personal.

Lee Hechos 8:26 al 38. ¿Qué sucedió aquí que sea semejante a lo que sucedió en Jerusalén en los versículos anteriores? ¿Qué lecciones encontramos aquí?

Hechos 8:26-38

26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. 27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, 28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? 31 El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.32 El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. 33 En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará Porque fue quitada de la tierra su vida.  34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?  35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.  36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?  37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.  38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.

Como protestantes, entendemos que los creyentes individuales deben conocer la Palabra de Dios por sí mismos, y que no debemos aceptar ciegamente la palabra de ningún otro en relación con la verdad bíblica, independientemente de su autoridad. Al mismo tiempo, ¿quién no se ha sentido bendecido cuando alguien lo ayudó a entender el significado de los textos? Cada uno necesita saber lo que cree por sí mismo, pero esto no significa que, a veces, no podamos ser iluminados por las enseñanzas de otros.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Los casamientos mixtos del pueblo con otras naciones habían contribuído a la corrupción del idioma hebreo, y los que hablaban necesitaban poner mucho cuidado para explicar la ley en el lenguaje del pueblo, a fin de que todos la comprendiesen. Algunos de los sacerdotes y levitas cooperaban con Esdras para explicar los principios de la ley. “Leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” (Profetas y reyes, {PR}, p. 489).

A Felipe se le mandó que fuese al encuentro del etíope y le explicase la profecía que iba leyendo. El Espíritu dijo: “Llégate, y júntate a este carro.” Una vez cerca, preguntó Felipe al eunuco: “¿Entiendes lo que lees? Y él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese, y se sentase con él.” El etíope leía la profecía de Isaías referente a Cristo…

El eunuco preguntó: “¿De quién el profeta dice esto? ¿de sí, o de otro alguno?” Entonces Felipe le declaró la gran verdad de la redención. Comenzando desde dicho pasaje de la Escritura, “le anunció el evangelio de Jesús.”

El corazón del etíope se conmovió de interés cuando Felipe le explicó las Escrituras, y al terminar el discípulo, el hombre se mostró dispuesto a aceptar la luz que se le daba. No alegó su alta posición mundana como excusa para rechazar el Evangelio. “Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y bautizóle (Los hechos de los apóstoles, {HAp}, pp. 88, 89).

Los que estudian la Biblia con oración, salen de cada investigación más sabios que antes. Algunas de sus dificultades han sido resueltas porque el Espíritu Santo ha hecho la obra de la cual se habla en el capítulo catorce de Juan: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho”.

Sin esfuerzo ferviente, perseverante, no se obtiene nada que valga la pena. En asuntos de negocios, solo quienes tienen voluntad de hacer una cosa, alcanzan buen éxito. No podemos esperar obtener un conocimiento de las cosas espirituales sin trabajo afanoso y ferviente. Los que obtienen las joyas de la verdad tienen que cavar por ellas como el minero cava para sacar el oro precioso oculto en la tierra.

Nunca tendrán éxito los que trabajan indiferentemente y sin entusiasmo. Es necesario que los jóvenes como los mayores lean la Palabra de Dios, y no solo que la lean, sino que la estudien con diligente fervor, orando, creyendo e investigando. De este modo hallarán el tesoro escondido, pues el Señor avivará su entendimiento (Mensajes para los jóvenes, {MJ}, p. 183).

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Lección 6 | Miércoles 6 de noviembre_________________________________________

LA RESPUESTA DEL PUEBLO

Cuando Esdras abrió la Palabra de Dios, la Torá hebrea, el pueblo se puso de pie. Antes de que Esdras leyera, bendijo a Dios. Después de leer, el pueblo respondió con “¡Amén! ¡Amén!” (Neh. 8:5, 6) al unísono mientras levantaba las manos al cielo. Luego inclinaron la cabeza y adoraron con el rostro hacia el suelo.

Lee Nehemías 8:9 al 12. ¿Por qué los dirigentes le dijeron al pueblo: “No os entristezcáis, ni lloréis”?

Nehemías 8:9-12

Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. 10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. 11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. 12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.

“Así también, en tiempos posteriores, cuando en Jerusalén se leyó la Ley de Dios a los cautivos vueltos de Babilonia, y cuando el pueblo lloraba sus transgresiones, se pronunciaron las siguientes palabras bondadosas:

‘No os entristezcáis […]. Id, comed alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque este es día consagrado a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza’ (Neh. 8:9, 10)” (MC 214, 215).

Mientras el pueblo escuchaba las palabras de Dios, se sintió impactado por su propio pecado y se puso a llorar. Cuando Dios se nos revela y comenzamos a comprender que está lleno de amor, bondad, misericordia y fidelidad, nuestras deficiencias y la incapacidad de ser lo que debemos ser pasan a un primer plano. Ver la santidad de Dios a través de su Palabra nos hace ver nuestra fatalidad desde una nueva perspectiva. Esta toma de conciencia hizo que el pueblo de Israel llorara y se entristeciera, pero no debía angustiarse, “porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Neh. 8:10). En otras palabras, a pesar de sus fracasos, podían confiar en el poder de Dios.

Este era también un día especial, un día santo, la Fiesta de las Trompetas (Rosh Hashaná), en la que los breves sonidos de las trompetas señalaban la importancia de la preparación del “corazón” para el juicio del Señor (Día de la Expiación, celebrado el 10º día del mes de Tishri). El sonido de las trompetas marcaba un llamado a presentarse arrepentidos ante Dios. Debido a que el día fue pensado para recordarle al pueblo que se volviera a Dios, el llanto y la tristeza son comprensibles. Pero los dirigentes les recordaron que, una vez que se arrepintieron, Dios los había escuchado y, por lo tanto, era hora de regocijarse en el perdón de Dios.

¿Qué debería decirnos esto acerca de cuán malo es el pecado, que crucificó a Jesús como la única manera de resolver el problema del pecado y darnos esperanza?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Día tras día, al escuchar las palabras de la ley, el pueblo se había convencido de sus transgresiones y de los pecados que había cometido la nación en generaciones anteriores. Vieron que, por el hecho de que se habían apartado de Dios, él les había retirado su cuidado protector y los hijos de Abrahán habían sido dispersados en tierras extrañas; y resolvieron procurar su misericordia y comprometerse a andar en sus mandamientos. Antes de tomar parte en este servicio solemne, celebrado el segundo día después de terminada la fiesta de las cabañas, se separaron de los paganos que había entre ellos.

Cuando el pueblo se postró delante de Jehová, confesando sus pecados y pidiendo perdón, sus dirigentes le alentaron a creer que Dios, según su promesa, oía sus oraciones. No sólo debían lamentarse y llorar, arrepentidos, sino también creer que Dios los perdonaba. Debían demostrar su fe recordando sus misericordias y alabándole por su bondad. Dijeron esos instructores: “Levantáos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde el siglo hasta el siglo” (Profetas y reyes, {PR}, pp. 490, 491).

“El corazón alegre es una buena medicina.” Proverbios 17:22 (VM). El agradecimiento, la alegría, la benevolencia, la confianza en el amor y en el cuidado de Dios, constituyen la mayor salvaguardia de la salud. Para los israelitas debían ser el principio fundamental de la vida…

Y este mensaje fué publicado y proclamado “por todas sus ciudades y por Jerusalem, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, y ramos de pino, y ramos de arrayán, y ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito. Salió pues el pueblo, y trajeron, e hiciéronse cabañas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Ephraim. Y toda la congregación que volvió de la cautividad hicieron cabañas, y en cabañas habitaron. … Y hubo alegría muy grande.” Vers. 15-17 (El ministerio de curación, {MC}, pp. 214, 215).

Alzad la vista los que vaciláis y tembláis; porque el Señor Jesús vive para interceder por nosotros. Agradeced a Dios por el don de su Hijo amado, y pedid que no haya muerto en vano por vosotros. Su Espíritu os invita hoy. Id con todo vuestro corazón a Jesús y demandad sus bendiciones.

Cuando leáis las promesas, recordad que son la expresión de un amor y una piedad inefables. El gran Corazón de amor infinito se siente atraído hacia el pecador por una compasión ilimitada. “En quien tenemos redención por medio de su sangre, la remisión de nuestros pecados”. [Efesios 1:7] Sí, creed tan sólo que Dios es vuestro ayudador. El quiere restaurar su imagen moral en el hombre. Acercaos a El expresándole vuestra confesión y arrepentimiento, y El se acercará a vosotros con misericordia y perdón (El camino a Cristo, {CC}, p. 54).

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Jueves 7 de noviembre | Lección 6_____________________________________________

EL GOZO DEL SEÑOR

“El gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Neh. 8:10) sirve como recordatorio de que la voluntad de Dios es que nos regocijemos y disfrutemos de la vida. Ante todo, no es cualquier tipo de gozo, sino la alegría que brota porque conocemos a Dios y la realidad de su amor. Deleitarnos en Dios, en su bondad, y regocijarnos por todo lo que Dios ha provisto para nosotros es algo por lo que debemos esforzarnos todos los días. Además, deleitarnos en Dios nos da la fuerza para enfrentar el día y afrontar lo que se nos presente.

Lee Nehemías 8:13 al 18. ¿Qué sucedió aquí y qué nos dice acerca del pueblo y sus líderes en este momento?

Nehemías 8:13-18

13 Al día siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley. 14 Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo; 15 y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito. 16 Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín. 17 Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande. 18 Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.

Al día siguiente, los dirigentes del pueblo se acercaron a Esdras para aprender más del libro de Dios. Esta iniciativa demostrada por los dirigentes mostraba su deseo de conducir a la comunidad hacia Dios. Entendían que no podrían guiar al pueblo correctamente si ellos mismos no buscaban a Dios y se esforzaban por conocerlo.

Lee Levítico 23:39 al 43. ¿Qué se les ordenó a los israelitas que hicieran y por qué?

Levítico 23:39-43

39 Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. 40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. 41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. 42 En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, 43 para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.

Observa que en Nehemías 8:15 los textos aluden al hecho de que lo que estaban haciendo era según lo que está “escrito”. Aquí vemos otro ejemplo de su enorme deseo de obedecer la Palabra de Dios, quizá porque después de décadas de cautiverio habían aprendido la lección sobre la desobediencia. Además, en los textos de Levítico debían celebrar la fiesta y “durante siete días se regocijarán en presencia del Señor su Dios” (Lev. 23:40). En otras palabras, al recordar los actos de misericordia, gracia y salvación de Dios, el pueblo debía regocijarse por lo que el Señor había hecho por él.

Reflexiona en lo que hemos recibido en Jesús, que estaba simbolizado en todas las fiestas del antiguo Israel. ¿Cómo podemos aprender a regocijarnos en el Señor incluso durante las pruebas difíciles y penosas? ¿Por qué, especialmente en estos tiempos, es importante que aprendamos a regocijarnos?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Necesitamos discernir profundamente la naturaleza de Cristo y los misterios de su amor “que excede a todo conocimiento”. Efesios 3:19. Debemos vivir en los cálidos y cordiales rayos del Sol de Justicia. Sólo la amante compasión de Cristo, su divina gracia, su poder omnipotente pueden capacitarnos para desbaratar al implacable enemigo y someter nuestros propios corazones rebeldes. ¿Cuál es nuestra fuerza? El gozo del Señor. Que el amor de Cristo llene nuestros corazones y estaremos preparados para recibir el poder que él tiene para nosotros.

Agradezcamos a Dios cada día por las bendiciones que nos da. Si el agente humano se humillara delante de Dios, … reconociendo su extremada incompetencia en hacer el trabajo que es necesario hacer para que su alma sea purificada; si echara lejos su propia justicia, Cristo moraría en su corazón. Pondría su mano en la obra de crearlo de nuevo, y seguiría la obra hasta que el hombre sea completo en él (En los lugares celestiales, {ELC}, p. 66).

Si bien la vida del cristiano ha de ser caracterizada por la humildad, no debe señalarse por la tristeza y la denigración de sí mismo. Todos tienen el privilegio de vivir de manera que Dios los apruebe y los bendiga. No es la voluntad de nuestro Padre celestial que estemos siempre en condenación y tinieblas. Marchar con la cabeza baja y el corazón lleno de preocupaciones relativas a uno mismo no es prueba de verdadera humildad. Podemos acudir a Jesús y ser purificados, y permanecer ante la ley sin avergonzarnos ni sentir remordimientos. “Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, mas conforme al Espíritu”. Romanos 8:1.

Por medio de Jesús, los hijos caídos de Adán son hechos “hijos de Dios”… La vida del cristiano debe ser una vida de fe, de victoria y de gozo en Dios. “Todo aquel que es engendrado de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, a saber, nuestra fe”. 1 Juan 5:4 (VM)… Y San Pablo dijo: “Gozaos en el Señor siempre: otra vez os digo: Que os gocéis”. “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. Filipenses 4:4; 1 Tesalonicenses 5:16-18 (El conflicto de los siglos, {CS}, p. 469).

La religión del Señor Jesús da paz como un río. No extingue la luz del gozo, no impide la jovialidad ni obscurece el rostro alegre y sonriente. Cristo no vino para ser servido, sino para servir; y cuando su amor reine en nuestro corazón, seguiremos su ejemplo…

El Señor quiere que todos sus hijos e hijas sean felices, llenos de paz y obedientes. El Señor dijo: “Mi paz os doy; no según da el mundo, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni se acobarde”. [Juan 14:27] “Estas cosas os he dicho, para que quede mi gozo en vosotros, y vuestro gozo sea completo” [15:11] (El camino a Cristo, {CC}, pp. 120, 124).

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Lección 6 | Viernes 8 de noviembre___________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee Elena de White, Profetas y reyes, “Instruidos en la Ley de Dios”, pp. 489-493.

“Ahora debía manifestar fe en sus promesas. Dios había aceptado su arrepentimiento; ahora les tocaba a ellos regocijarse en la seguridad de que sus pecados estaban perdonados y de que habían recuperado el favor divino. […]

“Cada verdadero retorno al Señor imparte gozo permanente a la vida. Cuando el pecador cede a la influencia del Espíritu Santo, ve su propia culpabilidad y contaminación en contraste con la santidad del gran Escudriñador de los corazones. Se ve condenado como transgresor. Pero, no por esto debe ceder a la desesperación, pues ya ha sido asegurado su perdón. Puede regocijarse en la sensación de sus pecados perdonados y en el amor de un Padre celestial perdonador. Es una gloria para Dios rodear a los seres humanos pecaminosos y arrepentidos con los brazos de su amor, vendar sus heridas, limpiarlos de pecado y cubrirlos con las vestiduras de salvación” (PR 492, 493).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿En qué condiciones puedes experimentar “el gozo de Jehová” (Neh. 8:10) como tu fuerza? Es decir, ¿hay algo que debemos hacer para experimentar el poder de Dios y su perdón en nuestra vida? ¿Qué es?
  2. ¿Cómo encontramos el equilibrio correcto al apenarnos por nuestros pecados y, al mismo tiempo, regocijarnos en el Señor? ¿No son actitudes contradictorias? La Ley y el evangelio juntos, ¿de qué manera ofrecen la respuesta? (Ver Rom. 3:19–24.)
  3. Lee Nehemías 8:10 (RVA-2015), donde Nehemías le dice al pueblo: “Vayan, coman ricos manjares, beban bebidas dulces y envíen porciones a los que no tienen nada preparado, porque este es un día santo para nuestro Señor. No se entristezcan porque el gozo del Señor es su fortaleza”. ¿Comer ricos manjares, beber bebidas dulces y enviar porciones a los que no tienen nada preparado, y hacerlo porque “este es un día santo para nuestro Señor”? ¿Qué nos enseña esto acerca de cómo podemos regocijarnos en el Señor? El hecho de que sea “santo”, ¿qué significa en este contexto?

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5 pensamientos en “Lección 6 – LA LECTURA DE LA PALABRA – Para el 9 de noviembre de 2019

  1. Un Millón y Medio De Gracias, hermano Tony, por estas lecciones. Le echamos de menos. Si la razón de su ausencia fue por motivo de salud, le recomiendo ver en youtube, “Como Sorprender a la Enfermedad” por Nimer Simeon. El tiene muchos videos y estoy segurísisimo que algunos le pueden ayudar.

    Bendiciones.

    Abima

  2. Gracia hermano Tony por volver a compartir este tesoro que es muy importante porque de esta manera a muchos nos ayuda a entender mejor lo que es la vuluntad del señor

  3. que bendicion de Dios poder recibir nuevamente las lecciones ..DIOS lo bendiga grandemente hermano

  4. Gracias. Dios los bendiga. Nos hacían falta estás lecciones. Gracias

  5. EXCELENTE DIOS LES BENDIGA SIEMPRE

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