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Lección 12: Para el 20 de junio de 2020
CÓMO ABORDAR PASAJES DIFÍCILES
Sábado 13 de junio_____________________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Timoteo 2:10-15; 1 Crónicas 29:17; Santiago 4:6-10; Gálatas 6:9; Hechos 17:11.
PARA MEMORIZAR:
“Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2 Ped. 3:15, 16).
Al analizar las cartas del apóstol Pablo, Pedro escribe que, en ellas y en algunos otros lugares de las Escrituras, hay algunas cosas “difíciles de entender”. “Los indoctos e inconstantes” (2 Ped. 3:16) tuercen o distorsionan estas palabras para su propia destrucción. Pedro no dice que todas las cosas sean difíciles de entender, sino solo algunas.
Esta semana le daremos una mirada, no tanto a los textos difíciles propiamente dichos, sino a las posibles razones de estos desafíos y de qué manera podemos resolverlos. En definitiva, algunas de estas declaraciones desafiantes quizá nunca se resuelvan de este lado del cielo. Al mismo tiempo, la gran mayoría de los pasajes bíblicos no presentan ninguna dificultad, y no debemos permitir que el escaso número de pasajes difíciles debilite nuestra confianza en la confiabilidad y la autoridad de la Palabra de Dios en su conjunto.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
La naturaleza de la experiencia religiosa de una persona se revela por el carácter de los libros que escoge para leer en los momentos desocupados. Para tener un estado mental sano y principios religiosos firmes, lo jóvenes deben vivir en comunión con Dios mediante su Palabra. Al señalar el camino de la salvación por medio de Cristo, la Biblia es nuestra guía hacia una vida más elevada y mejor. Contiene la historia y las biografías más interesantes e instructivas que se hayan escrito. Los que no han pervertido su imaginación con la lectura de novelas, hallarán que la Biblia es el más interesante de los libros (Mensajes para los jóvenes, pp. 193, 194).
Al apartarse de la Palabra de Dios para alimentarse de los escritos de los hombres no inspirados, la mente llega a empequeñecerse y degradarse. No se pone en contacto con los profundos y amplios principios de la verdad eterna. La inteligencia se adapta a la comprensión de las cosas con las cuales se familiariza, y al dedicarse a las cosas finitas se debilita, su poder decrece, y después de un tiempo llega a ser incapaz de ampliarse (Palabras de vida del gran Maestro, p. 23).
Antes de la primera venida de Cristo, y en ocasión de ese acontecimiento, los maestros religiosos elucubraron ideas extrañas tan íntimamente mezcladas con porciones de verdad, que llegaron a tener un tremendo poder para engañar, y apartaron a las almas de Dios, aunque seguían conservando el aspecto de verdaderos adoradores del Señor. Encontramos una situación similar en el seno de la sociedad de estos últimos días. Los que se apartan de la fe mezclan con su creencia diversas opiniones humanas. La Biblia es objeto de crítica. ¿Difieren tanto los pastores en su interpretación porque las Escrituras son inconsecuentes o contradictorias? No, el problema consiste en que los hombres están haciendo hoy lo que hicieron en el tiempo de Cristo, y están enseñando los mandamientos de los hombres como si fueran doctrinas. Los maestros religiosos se encuentran en la misma condición de los fariseos de quienes Jesús dijo: «Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios». Mateo 22:29. Se presumía que los mismos hombres a quienes se dirigieron estas palabras debían enseñar las Escrituras al pueblo e interpretarlas (Cada día con Dios, p. 162).
Algunos de los que enseñan la verdad presente tienen tan deficiente conocimiento de la Biblia que les es difícil citar un texto de la Escritura correctamente de memoria. Al cometer las torpes equivocaciones en que incurren, pecan contra Dios. Tuercen las Escrituras, y hacen decir a la Biblia cosas que no están escritas en ella.
Algunos piensan que la educación o un conocimiento cabal de las Escrituras son de poca importancia con tal que uno tenga el Espíritu. Pero Dios no manda nunca su Espíritu para sancionar la ignorancia. Él puede compadecerse y bendecir a aquellos que están de tal modo situados que les es imposible educarse, y lo hace; basta condesciende a veces a hacer perfecta su fuerza en la debilidad de ellos. Pero es deber de los tales estudiar la Palabra de Dios. La falta de conocimiento de las ciencias no es excusa alguna para descuidar el estudio de la Biblia; porque las palabras de la inspiración son tan claras que aun los que no tienen letras pueden comprenderlas (Obreros evangélicos, p. 111, 112).
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Domingo 14 de junio | Lección 12______________________________________________
RAZONES POSIBLES PARA CONTRADICCIONES APARENTES
Lee 2 Timoteo 2:10 al 15. Pablo le advierte a Timoteo que sea diligente y que “us[e] bien la palabra de verdad”. ¿Qué mensaje importante nos está dando a todos nosotros aquí?
2 Timoteo 2:10-15
10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo. 14 Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Nadie que estudie la Biblia con reflexión y honestidad negará el hecho de que hay cosas en la Biblia que son difíciles de entender. Esta realidad no debería perturbarnos. De hecho, en cierto sentido, esas dificultades son de esperar. A fin de cuentas, somos seres imperfectos y finitos, y nadie tiene un conocimiento exhaustivo de cada esfera de aprendizaje, y mucho menos de las cosas divinas. Por lo tanto, cuando los seres humanos ignorantes y finitos intentan comprender la sabiduría del Dios infinito de las Escrituras, es probable que haya alguna dificultad. Sin embargo, esa dificultad para entender las enseñanzas bíblicas de ninguna manera prueba que lo que la Biblia afirma es falso.
Quienes rechazan la enseñanza bíblica de la revelación y la inspiración divinas a menudo afirman que esas dificultades son contradicciones y errores. Como para ellos la Biblia es casi como cualquier libro humano, creen que la Biblia debe contener imperfecciones y errores. Con esa actitud, a menudo no hay un intento serio de buscar una explicación que tenga en cuenta la unidad y la confiabilidad de las Escrituras como consecuencia de su inspiración divina. Quienes comienzan a cuestionar las primeras páginas de las Escrituras, el relato de la Creación (por ejemplo), pronto también pueden verse tentados a poner bajo un manto de duda e incertidumbre gran parte del resto de las Escrituras.
Algunas discrepancias en las Escrituras podrían deberse a errores menores de copistas o traductores. Elena de White declaró: “Algunos nos miran serios y dicen: ‘¿No creen que pudo haber habido algún error de copista o traductor?’ Todo es probable, y los que son tan estrechos para vacilar y tropezar en esa posibilidad o probabilidad también estarán listos para tropezar en los misterios de la Palabra inspirada, porque su mente débil no puede discernir los propósitos de Dios. Sí, tropezarían con la misma facilidad en los claros hechos que acepta la mente común que discierne lo divino, y para la cual las declaraciones de Dios son claras y bellas, llenas de meollo y grosura. Todos los errores no ocasionarán dificultad a un alma ni harán que ningún pie tropiece, a menos que se trate de alguien que elaboraría dificultades de la más sencilla verdad revelada” (MS 1:18, 19).
¿Por qué es tan importante que abordemos la Biblia con un espíritu de humildad y sumisión?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Aunque los judíos tenían la Escritura que testificaba de Cristo, no fueron capaces de percibir a Cristo en las Escrituras; y aunque tenemos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, hoy la gente tuerce las Escrituras para esquivar sus verdades, y en sus interpretaciones de las Escrituras enseña, como lo hicieron los fariseos, las máximas y tradiciones de la humanidad en lugar de enseñar los mandamientos de Dios. En el tiempo de Cristo, los líderes religiosos habían presentado ideas humanas por tanto tiempo ante el pueblo, que la enseñanza de Cristo se oponía en todo a sus teorías y prácticas.
Su Sermón del Monte virtualmente contradijo las doctrinas de la justicia propia de los escribas y fariseos. Habían representado tan mal a Dios, que se lo consideraba como un Juez severo, incapaz de tener compasión, misericordia y amor. Cuando no tenían un «Así dice el Señor» como su autoridad, presentaban al pueblo máximas y tradiciones interminables corno procedentes de Dios. Aunque profesaban conocer y adorar al Dios vivo y verdadero, lo desfiguraban totalmente; y el carácter de Dios, como lo representaba su Hijo, fue como un asunto original, un nuevo don al mundo. Cristo hizo todo esfuerzo para eliminar las falsificaciones de Satanás, para que pudiera ser restaurada la confianza del pueblo en el amor de Dios. Él enseño a los hombres a dirigirse al Rey supremo del universo con un nombre nuevo: «Padre nuestro». Este nombre indica su verdadera relación con nosotros, y cuando es pronunciado con sinceridad por los labios humanos, suena como música a los oídos de Dios. Cristo nos lleva al trono de Dios en una manera nueva y vivificador, y nos presenta el Padre en todo su amor paternal (Fundamentals of Christian Education, pp. 308, 309; parcialmente en Ser semejante a Jesús, p. 125).
Satanás es hábil para sugerir dudas e idear objeciones al testimonio directo que Dios envía, y muchos piensan que es una virtud, un indicio de inteligencia en ellos el ser incrédulos y presentar dudas. Los que desean dudar, tendrán abundante ocasión para ello. Dios no se propone evitamos toda oportunidad de ser incrédulos. Él da evidencias, que deben ser investigadas cuidadosamente con mente humilde y espíritu susceptible de ser enseñado; y todos deben decidir por el peso de la evidencia». «Dios da suficiente evidencia para que pueda creer el espíritu sincero; pero el que se aparta del peso de la evidencia porque hay unas pocas cosas que su entendimiento finito no puede aclarar, será dejado en la atmósfera fría y helada de la incredulidad y de la duda, y perderá su fe (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 633).
Nunca tendrán éxito los que trabajan indiferentemente y sin entusiasmo. Es necesario que los jóvenes como los mayores lean la Palabra de Dios, y no solo que la lean, sino que la estudien con diligente fervor, orando, creyendo e investigando. De este modo hallarán el tesoro escondido, pues el Señor avivará su entendimiento (Mensajes para los jóvenes, p. 183).
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Lección 12 | Lunes 15 de junio_________________________________________________
AFRONTAR LAS DIFICULTADES CON HONESTIDAD Y CUIDADO
¿Alguna vez te encontraste con un versículo o un pasaje que no entendías, o que te resultaba difícil armonizar con otros textos o con la realidad en general? Es difícil imaginar que en algún momento no hayas enfrentado este problema. La pregunta es: ¿cómo respondiste? O, mejor aún, ¿cómo deberías responder?
Lee 1 Crónicas 29:17, Proverbios 2:7 y 1 Timoteo 4:16. ¿Qué dicen estos versículos que puede aplicarse a la cuestión de cómo abordar los pasajes difíciles?
1 Crónicas 29:17
17 Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.
Proverbios 2:7
7 El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.
1 Timoteo 4:16
16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
Solo con honestidad podemos enfrentar las dificultades en forma adecuada. La honestidad nos protege para no evadir ninguna dificultad ni intentar ocultarla. La honestidad también nos impedirá dar respuestas superficiales que no soporten realmente la prueba del escrutinio. Dios se complace con la honestidad y la integridad. Por lo tanto, debemos emular su carácter en todo lo que hacemos, incluso en nuestro estudio de la Biblia.
Los honestos afrontarán las dificultades de la Biblia de tal manera que tendrán cuidado de no presentar información fuera de contexto, distorsionar la verdad con lenguaje cargado o engañar a otros mediante la manipulación de pruebas. Es mucho mejor aguardar una respuesta sostenible para una dificultad que intentar brindar una solución evasiva o insatisfactoria. Un efecto secundario positivo de ser honesto en nuestro estudio bíblico es que genera confianza, y la confianza es la base de todas las relaciones personales sanas; convence a la gente mucho más que las respuestas endebles. Es mejor decir que simplemente no sabes cómo responder la pregunta o cómo explicar el texto con precisión que procurar que este diga lo que tú quieres que diga cuando, quizá, realmente no sea así.
Las personas cuidadosas fervientemente desean conocer la verdad de la Palabra de Dios y, por lo tanto, se cercioran constantemente de no apresurarse a llegar a conclusiones basadas en un conocimiento limitado o en una evidencia endeble. Los cuidadosos deciden no pasar por alto ningún aspecto ni detalle que pueda ser importante. No se apresuran en su pensamiento; son minuciosas y diligentes en el estudio de la Palabra de Dios y en toda la información relacionada.
¿Qué haces tú, o qué deberías hacer, con textos que no entiendes plenamente o que parece que no encajan con tu interpretación de la verdad?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Tengan cuidado al interpretar las Escrituras. Léanlas con el corazón abierto a la influencia de la Palabra de Dios, y entonces esta traerá luz del cielo y dará entendimiento a los simples. No me refiero a los retardados mentales, sino a los que se extralimitan en su anhelo de ser originales e independientes con el fin de lograr un conocimiento que supere el verdadero conocimiento (Cada día con Dios, p. 41).
Sin la dirección del Espíritu Santo, estaremos constantemente expuestos a torcer las Escrituras o a interpretarlas mal. Muchas veces la lectura de la Biblia no reporta provecho, y hasta puede causar un daño positivo. Cuando la Palabra de Dios se abre sin reverencia ni oración; cuando los pensamientos y afectos no están fijos en Dios ni armonizan con su voluntad, el intelecto está enturbiado por la duda; y el escepticismo se fortalece en el mismo estudio de la Biblia. El enemigo rige los pensamientos y sugiere interpretaciones que no son correctas.
Cuando quiera que los hombres no traten de estar en armonía con Dios en sus palabras y acciones, por sabios que sean están expuestos a errar en su comprensión de la Escritura, y es peligroso confiar en sus explicaciones. Cuando tratamos verdaderamente de hacer la voluntad de Dios, el Espíritu Santo toma los preceptos de su Palabra, hace de ellos los principios de la vida y los escribe en las tablas del alma. Son únicamente los que siguen la luz ya dada quienes pueden esperar recibir mayor iluminación de parte del Espíritu. Esto se presenta claramente en las palabras de Cristo: «El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina» (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 659, 660).
La claridad de nuestra visión de la verdad será proporcional a nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Quien presta cuidadosa y devota atención a las Escrituras, obtendrá una comprensión clara y un juicio sólido, como si al volverse a Dios hubiera alcanzado un grado más alto de inteligencia…
o es seguro para nosotros alejamos de las Sagradas Escrituras, y hacer únicamente una lectura casual de sus páginas sagradas… Ceñid la mente a la elevada tarea que ha sido puesta delante de ella, y estudiad con un decidido interés, para que podáis entender la verdad divina. Aquellos que hacen esto, quedarán sorprendidos de encontrar lo que la mente puede lograr…
La mente debe ser refrenada y no se le debe permitir que divague. Debería ser adiestrada para espaciarse en las Escrituras y en temas nobles y elevados. Porciones de las Escrituras, aun capítulos enteros, pueden ser memorizados a fin de repetirlos cuando Satanás venga coa sus tentaciones. El capítulo 58 de Isaías es útil para este propósito. Construya un muro para el alma con las restricciones e instrucciones dadas por la inspiración del Espíritu de Dios (Mente, carácter y personalidad, t. 1, p. 97, 98).
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Martes 16 de junio | Lección 12________________________________________________
AFRONTAR LAS DIFICULTADES CON HUMILDAD
Lee Santiago 4:6 al 10, 2 Crónicas 7:14 y Sofonías 3:12. ¿Por qué es importante la humildad cuando tratamos de abordar pasajes bíblicos difíciles?
Santiago 4:6-10
6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
2 Crónicas 7:14
14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Sofonías 3:12
12 Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová.
Muchos han llegado al increíble y aleccionador descubrimiento de que dependen de algo y de alguien fuera de sí mismos. Se dan cuenta de que no son la medida de todas las cosas. Estas personas valoran la verdad por sobre la necesidad de su ego de tener la razón, y son conscientes de que la verdad no es creación suya, sino que esta los confronta. Quizá la verdad más grande que estos conciban sea lo poco que realmente saben acerca de la verdad. Ellos saben, según escribió Pablo, que “vemos por espejo, oscuramente” (1 Cor. 13:12).
Los beneficios de esta humildad de pensamiento son diversos: el hábito de la indagación humilde es la base de todo aumento de conocimiento, ya que genera una libertad que naturalmente produce un espíritu dócil. Esto no significa que los humildes muchas veces estén necesariamente equivocados, o que siempre cambiarán de opinión y nunca tendrán una convicción firme. Solo significa que son sumisos a la verdad bíblica. Son conscientes de las limitaciones de su conocimiento y, por lo tanto, son capaces de expandir su conocimiento y su comprensión de la Palabra de Dios de una manera que el intelectual arrogante y el orgulloso no pueden.
“Todos los que acudan a la Palabra de Dios en busca de orientación, con mente humilde e inquieta, decididos a conocer los términos de la salvación, comprenderán lo que dice la Escritura. Pero, los que aportan a la investigación de la Palabra un espíritu que esta no aprueba, extraerán del estudio un espíritu que Dios no ha impartido. El Señor no le hablará a una mente desinteresada. No desperdicia su instrucción en alguien que es irreverente o que se corrompe por voluntad propia. Pero el tentador educa a todas las mentes que se someten a sus sugerencias y están dispuestas a hacer que la Ley santa de Dios no tenga ningún efecto.
“Necesitamos humillarnos de corazón, y con sinceridad y reverencia investigar la Palabra de vida; solo la mente que es humilde y contrita puede ver la luz” (The Advent Review and Sabbath Herald, 22 de agosto de 1907).
¿Cómo lograr el equilibrio justo entre la humildad y la certeza? Por ejemplo, ¿cómo responderías a la siguiente acusación: ¿Cómo pueden estar tan seguros los adventistas del séptimo día de que tienen razón con respecto al sábado y que casi todos los demás están equivocados?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
La Palabra de Dios es verdad y luz. Es como una lámpara que guía nuestros pasos hacia los portales de la ciudad de Dios. Por esta razón, Satanás realiza esfuerzos tan desesperados para poner tropiezos en el sendero trazado para que transiten por él los redimidos del Señor. Usted no debe llevar sus ideas a la Biblia y hacer de sus opiniones el centro en tomo al cual la verdad se define. Al llegar a la puerta de la investigación, con humildad hay que deponer todas las ideas personales, y con un corazón contrito, con oración sincera y el yo escondido en Cristo hemos de buscar la sabiduría que procede de Dios. Porque concierne a su bienestar personal y eterno, usted debe sentir que necesita la verdad revelada que proviene de Dios. La Biblia es la guía orientadora que lo ayudará a encontrar las huellas a la vida eterna. Tiene que desear de lo alto todo aquello que le permita conocer la voluntad y los caminos del Señor. No debemos escudriñar las Escrituras coa el propósito de encontrar textos que podemos torcer para apoyar nuestras propias teorías; porque la Palabra de Dios declara que esto es usar la Escritura para nuestra propia destrucción. Debemos vaciamos de todo prejuicio y venir con un espíritu de oración para escudriñar la Palabra de Dios (Fundamentals of Christian Education, p. 307; parcialmente en Recibiréis poder, p. I0).
Dios desea que el hombre ejercite sus facultades de raciocinio; y el estudio de la Biblia fortalecerá y elevará el intelecto como ningún otro estudio puede hacerlo. Es el mejor ejercicio intelectual y espiritual para la mente humana. Sin embargo, no debemos endiosar la razón, que está sujeta a la debilidad y flaqueza de la humanidad. Si no queremos que las Escrituras queden veladas para nuestro entendimiento, de manera que no podamos comprender las más claras verdades, debemos tener la sencillez y fe de un niñito, estar listos para aprender y solicitar la ayuda del Espíritu Santo. Un sentido del poder y la sabiduría de Dios y de nuestra incapacidad para comprender su grandeza, debe inspiramos humildad, y debemos abrir su Palabra con tanta reverencia como si entráramos en su presencia. Cuando acudimos a la Biblia, la razón debe reconocer una autoridad superior a ella, y el corazón y el intelecto deben inclinarse ante el gran YO SOY.
Progresaremos en el verdadero conocimiento espiritual tan solo en la medida en que comprendamos nuestra propia pequeñez y nuestra entera dependencia de Dios; pero todos los que acudan a la Biblia con un espíritu dispuesto a ser enseñado y a orar, para estudiar sus declaraciones como Palabra de Dios, recibirán iluminación divina. Hay muchas cosas aparentemente difíciles u oscuras, que Dios hará claras y sencillas para los que traten así de comprenderlas (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 658, 659).
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Lección 12 | Miércoles 17 de junio_____________________________________________
DETERMINACIÓN Y PACIENCIA
Lee Gálatas 6:9. Si bien Pablo aquí habla sobre nuestra persistencia en hacer el bien a los demás, necesitamos tener la misma actitud al ocuparnos de cuestiones difíciles. ¿Por qué la determinación y la paciencia son importantes para resolver problemas?
Gálatas 6:9
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Conseguir algo siempre requiere tenacidad. Lo que logramos con demasiada facilidad a menudo lo consideramos con demasiada ligereza. Las dificultades en la Biblia nos dan la oportunidad de poner a trabajar nuestro cerebro, y la determinación y la persistencia con la que buscamos una solución revelan cuán importante es el tema para nosotros. Siempre que dediquemos tiempo a estudiar la Biblia para tratar de descubrir más sobre su significado y su mensaje es un tiempo bien invertido. Tal vez la experiencia de buscar diligentemente una respuesta en las Escrituras, incluso durante mucho tiempo, será de mayor bendición que la solución al problema si finalmente lo hallamos. Al fin y al cabo, cuando encontramos la solución a un problema acuciante, esto es muy valioso para nosotros.
El hecho de que no puedas resolver una dificultad rápidamente no prueba que no se pueda resolver. Es notable la frecuencia con la que pasamos por alto este hecho evidente. Hay muchos que, al toparse con una dificultad en la Biblia, al pensar un poco al respecto y no poder ver ninguna solución posible, inmediatamente llegan a la conclusión de que el problema no puede resolverse. Algunos comienzan a cuestionar la credibilidad de toda la Biblia. Pero, no debemos olvidar que puede haber una solución muy fácil, por más que en nuestra limitada sabiduría humana (o ignorancia) no la veamos. ¿Qué pensaríamos de un principiante en álgebra que, después de haber intentado en vano durante media hora resolver un problema difícil, declara que no hay una solución posible al problema porque no pudo encontrarla? Lo mismo ocurre con nuestro estudio de la Biblia.
Cuando algunas dificultades desafíen incluso tus mayores esfuerzos para resolverlas, déjalas a un lado por un tiempo y, mientras tanto, practica lo que Dios te ha mostrado claramente. Algunas ideas espirituales se obtienen solo después de haber estado dispuestos a seguir lo que Dios ya nos ha dicho que hagamos. Por lo tanto, sé persistente y paciente en tu estudio de la Biblia. A fin de cuentas, la paciencia es una virtud de los creyentes del tiempo del fin (ver Apoc. 14:12).
¿Qué podemos aprender de otros que han estudiado pasajes bíblicos desafiantes con diligencia y paciencia? ¿Cómo podemos alentar a otros a no rendirse en su búsqueda de la verdad?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Todos los que enseñan la Palabra de Dios emprenden una tarea muy solemne y sagrada; porque al escudriñarla reciben luz y un conocimiento correcto que deben impartir con los que la ignoran. La enseñanza consiste en inculcar ideas llenas a la vez de luz y verdad. Todo el que investiga las Escrituras con diligencia y paciencia para poder enseñar a los demás, y emprende la tarea con integridad y honestidad, abandonando, antes de comenzar su estudio, todo preconcepto, de cualquier naturaleza que sea, y todos los prejuicios que haya podido heredar, llegará a tener un conocimiento verdadero. Es fácil interpretar erróneamente la Escritura, poniendo énfasis en ciertos pasajes y adjudicándoles un significado que, de primera intención puede parecer verdadero, pero que una investigación ulterior demostrará que es falso. Si el que busca la verdad compara un pasaje con otro, descubrirá la clave para abrir el almacén de los tesoros, clave que le dará una verdadera comprensión de la Palabra de Dios. Entonces se dará cuenta de que sus primeras impresiones no resisten una investigación más profunda, y que al continuar creyendo en ellas tendrá una mezcla de verdad y error (Cada día con Dios, p. 41).
Hay a veces hombres de capacidad intelectual, mejorada por la educación y la cultura, que no alcanzan a comprender ciertos pasajes de la Escritura, mientras que otros que no tienen instrucción, cuyo entendimiento parece débil y cuya mente no está disciplinada, comprenden su significado y hallan fuerza y consuelo en aquello que los primeros declaran tedioso, o pasan por alto como si no tuviese importancia. ¿Por qué es esto? Me ha sido explicado que la última clase no confía en su propio entendimiento. Van a la fuente de la luz, Aquel que inspiró las Escrituras, y con humildad de corazón piden sabiduría a Dios, y la reciben. Hay minas de verdad que ha de descubrir todavía el investigador ferviente. Cristo representó la verdad por un tesoro oculto en un campo. No está en la misma superficie; debemos cavar para encontrarla. Pero nuestro éxito en esto no depende tanto de nuestra capacidad intelectual como de nuestra humildad de corazón y de una fe que se vale de la ayuda divina (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 659).
Dios desea que todos los que profesan creer en la verdad de su Palabra, la hagan conocer. Su perseverante fidelidad será ricamente recompensada. «Y el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo».
No nos cansemos de hacer bien. Sometamos enteramente nuestro corazón a las enseñanzas de la Palabra del gran Médico misionero. De acuerdo con nuestra fe en el mensaje, será nuestro fervor y nuestro poder para promover el conocimiento de Jesucristo. Hemos de llegar a ser «coadjutores» de Dios, «creciendo en la obra del Señor siempre»…
Nuestra vida ha de emplearse en un solemne servicio en favor del Maestro. Somos los siervos del Señor. Los miembros de la iglesia de Cristo han de ser ejemplos de una vida de servicio, una vida de completa obediencia a nuestro gran Ejemplo (Hijos e hijas de Dios, p. 267).
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Jueves 18 de junio | Lección 12_________________________________________________
AFRONTAR LAS DIFICULTADES DE MANERA ESPIRITUAL Y CON ORACIÓN
Lee Hechos 17:11; 8:35; y 15:15 y 16. ¿Qué hicieron los apóstoles y los miembros de la iglesia primitiva cuando se enfrentaron con cuestiones difíciles? ¿Por qué la Biblia sigue siendo la mejor fuente para su propia interpretación?
Hechos 17:11
11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Hechos 8:35
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Hechos 15:15-16
15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: 16 Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,
La mejor solución para las dificultades bíblicas todavía se encuentra en la Biblia misma. Los problemas bíblicos se abordan mejor cuando se estudian a la luz de toda la Escritura en vez de tratar solo un texto aislado de los demás o de toda la Escritura. De hecho, debemos utilizar la Biblia como herramienta para entenderla. Aprender a extraer las grandes verdades que se encuentran en las Escrituras es una de las cosas más importantes que podemos hacer.
Si no comprendes un pasaje de la Biblia, trata de encontrar algo de luz de otros pasajes bíblicos que aborden el mismo tema. Siempre trata de encontrar declaraciones rotundas de las Escrituras para arrojar luz sobre esos pasajes que son menos claros. También es muy importante no oscurecer ni empañar declaraciones bíblicas contundentes sumándoles pasajes difíciles de entender. En vez de que las fuentes extrabíblicas, o la filosofía o la ciencia expliquen el significado de la Biblia, debemos permitir que el mismo texto bíblico nos revele su significado.
Se ha dicho que, de rodillas, literalmente miramos las dificultades desde una nueva perspectiva. Porque al orar, expresamos que necesitamos ayuda divina para interpretar y comprender las Escrituras. Al orar, buscamos la iluminación de nuestra mente a través del mismo Espíritu Santo que inspiró a los escritores bíblicos para que escribieran lo que escribieron.
Al orar, nuestros motivos se dan a conocer, y podemos decirle a Dios por qué queremos entender lo que leemos. Al orar, le pedimos a Dios que abra nuestros ojos a su Palabra y que nos dé un espíritu dispuesto a seguir y practicar su verdad. (¡Esto es fundamental!) Cuando Dios nos guía a través de su Espíritu Santo en respuesta a nuestras oraciones, no contradice lo que ha revelado en la Biblia. Dios siempre estará en armonía con la Biblia, confirmará lo que comunicó mediante los escritores bíblicos y construirá sobre eso.
¿Cómo te ayuda la oración a prepararte mentalmente para comprender y obedecer mejor la Palabra de Dios?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Estudiemos todos la Palabra. Nadie agobie su alma con tantas responsabilidades que no pueda estudiar las preciosas lecciones que Cristo ha dado…
La Palabra de Dios es apenas medio comprendida. Si cada cual proclamara un ayuno para su propia alma, para estudiar la Palabra de Dios con ferviente oración y leer solo los libros que pudieran ayudarle a obtener un conocimiento más claro de ella, el pueblo de Dios tendría más salud y fortaleza espiritual, más conocimiento y comprensión espiritual de lo que ahora manifiesta. Necesitamos buscar a Dios de manera que sea precioso para nuestras almas. Necesitamos que sea siempre nuestro huésped y compañero para no apartarnos nunca de él.
Es privilegio de cada alma ser una con Cristo en Dios. Pero para lograrlo debemos ser mansos y humildes, dispuestos a aprender y ser obedientes. ¿No formaremos parte de los que consideran su deber conseguir, mediante la oración ferviente y la práctica de la fidelidad, la fe que obra por el amor y purifica el alma? (Cada día con Dios, p. 148).
Sea la Palabra la guía y la regla de conducta para ustedes. Ella les enseñará modales corteses, conducta piadosa y juicio certero. Estudien la Palabra. Cuando estén en perplejidad escudriñen la Palabra en busca de la instrucción que se ajuste al caso de ustedes. Busquen al Señor para que los oriente. Nunca codicien lo que el Señor prohíbe en su Palabra, y traten de hacer siempre aquello que su Palabra requiere. «Escudriñad las escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí». Juan 5:39 (Alzad los ojos, p. 85).
Los que buscan discrepancias en las Escrituras no tienen percepción espiritual. Con visión torcida ven motivos de duda e incredulidad en cosas que son realmente claras y sencillas. Pero para los que reciben la Palabra de Dios con reverencia y tratan de aprender su voluntad a fin de obedecerla, todo cambia. Se llenan de reverencia y admiración al contemplar la pureza y exaltada excelencia de las verdades reveladas. Las cosas que se parecen se atraen entre sí. Las personas que se asemejan se aprecian entre sí. La santidad se asocia con la santidad, la fe con la fe. Para el corazón humilde y el intelecto sincero e investigador, la Biblia está llena de luz y conocimiento. Los que acuden a las Escrituras con ese espíritu, se ponen en comunión con los profetas y los apóstoles. Su espíritu se adapta al de Cristo y anhelan llegar a ser uno con él (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 660).
Se necesita la oración en la vida del hogar, en la vida de la iglesia, en la vida misionera. Se entiende solo débilmente la eficacia de la oración ferviente. Si la iglesia fuera fiel en la oración, no se la encontraría descuidada en tantas cosas, pues la fidelidad en implorar a Dios dará ricos resultados.
Cuando la iglesia despierte al sentido de su santa vocación, mucho más fervientes y efectivas oraciones ascenderán al cielo para que el Espíritu Santo indique la obra y el deber del pueblo de Dios acerca de la salvación de las almas. Tenemos la promesa permanente de que Dios se acercará a toda alma que lo busque (Mensajes selectos, t. 1, p. 136).
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Lección 12 | Viernes 19 de junio_______________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, El camino a Cristo, “Qué hacer con la duda”, pp. 90-97; y del documento “Métodos de estudio de la Biblia”, la octava parte, que se encuentra en https://cort.as/-MdHR.
En la Biblia hay muchos misterios que a los seres humanos finitos se nos hace difícil comprender y que son demasiado profundos para poder explicarlos completamente. Por eso, necesitamos una mente humilde, y deberíamos estar dispuestos a aprender de las Escrituras con oración. La fidelidad a las Escrituras permite que el texto bíblico, a pesar de que su significado vaya en contra de nuestro razonamiento, diga lo que realmente dice. La fidelidad a las Escrituras respetará el texto; no lo alterará (sí, algunos en efecto cambian los textos) ni evadirá su verdadero significado.
“Cuando la Palabra de Dios se abre sin oración ni reverencia; cuando los pensamientos y los afectos no están fijos en Dios, o en armonía con su voluntad, la mente es oscurecida con dudas; y entonces, con el mismo estudio de la Biblia se fortalece el escepticismo. El enemigo se posesiona de los pensamientos y sugiere interpretaciones incorrectas. Cuando los hombres no procuran estar en armonía con Dios en obras y en palabras, entonces, por más instruidos que puedan ser, están expuestos a errar en su modo de entender las Escrituras y no es seguro confiar en sus explicaciones. Los que acuden a las Escrituras para encontrar contradicciones no tienen discernimiento espiritual. Con visión distorsionada, encontrarán muchos motivos para dudar y no creer en cosas que son realmente claras y sencillas” (CC 95).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- ¿Por qué las actitudes hacia la Biblia que analizamos esta semana son esenciales para una comprensión adecuada de las Escrituras? ¿Qué otras actitudes hacia la Biblia crees que son básicas para entenderla mejor?
- ¿Por qué no deberíamos sorprendernos de encontrar cosas en la Biblia que son difíciles de explicar y entender? De hecho, ¿cuántas cosas del mismo mundo natural a veces son difíciles de entender? Hasta el día de hoy, por ejemplo, el agua (¡el agua!) está llena de misterios.
- Como adventistas, ¿cómo podemos responder la pregunta de Lucas 23:43, donde (según la mayoría de las traducciones) Jesús le dice al ladrón que ese día estará en el cielo con Jesús? ¿Cómo responder en forma honesta? ¿Cómo pueden, por ejemplo, pasajes como Juan 20:17, Eclesiastés 9:5 y 1 Corintios 15:16 al 20 ayudarnos a entender este tema?
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