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Lección 9: Para el 29 de agosto de 2020
DESARROLLAR UNA ACTITUD GANADORA
Sábado 22 de agosto_____________________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 4:27–30, 39–42; Mateo 15:21–28; 2 Tesalonicenses 1:1–4; Romanos 15:7; Efesios 4:32; 1 Pedro 3:15.
PARA MEMORIZAR:
“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Ped. 3:15).
Cuanto más estudiamos la vida de Jesús, más nos maravillamos de su habilidad para aceptar y afirmar a las personas. Aunque pronunció reprimendas ásperas a los líderes religiosos de su época, recibió con gusto a aquellos que estaban luchando con el pecado, plagados de culpa y condenados sin remedio. Su misericordia se extendió incluso a los pecadores más viles. La profundidad de su perdón era infinitamente más profunda que la profundidad del pecado de ellos. Su amor no conocía límites.
Jesús nunca exhibió un solo tinte de orgullo o superioridad. Veía en cada ser humano a alguien creado a imagen de Dios pero caído en el pecado, y a quien vino a salvar. Nadie estaba más allá de su amor. Ninguno había caído tan bajo que su gracia no podía alcanzarlo. Mostró respeto a todas las personas con las que entró en contacto y las trató con la dignidad que merecían. Influía en las personas para su Reino porque creía en ellas. Sus vidas cambiaban en su presencia porque se preocupaba mucho por ellas. Se elevaban para convertirse en lo que él creía que podían ser.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
El ministerio de Cristo estaba en notable contraste con el de los ancianos judíos. La consideración por la tradición y el formalismo que manifestaban estos había destruido toda verdadera libertad de pensamiento o acción. Vivían en continuo temor de la contaminación. Para evitar el contacto con lo «inmundo», se mantenían apartados no solo de los gentiles, sino de la mayoría de su propio pueblo, sin tratar de beneficiarlos ni de ganar su amistad. Espaciándose constantemente en esos asuntos, habían empequeñecido sus intelectos y estrechado la órbita de su vida. Su ejemplo estimulaba el egotismo y la intolerancia entre todas las clases del pueblo.
Jesús empezó la obra de reforma poniéndose en una relación de estrecha simpatía con la humanidad. Aunque manifestaba la mayor reverencia por la ley de Dios, reprendía la presuntuosa piedad de los fariseos, y trataba de libertar a la gente de las reglas sin sentido que la ligaban. Procuraba quebrantar las barreras que separaban las diferentes clases de la sociedad, a fin de unir a los hombres como hijos de una sola familia. Su asistencia a las bodas estaba destinada a ser un paso hacia la obtención de este fin (El Deseado de todas las gentes, p. 124).
Jesús vino a este mundo en humildad. Era de familia pobre. La Majestad de los cielos, el Rey de gloria, el Jefe de las huestes angélicas, se rebajó hasta aceptar la humanidad y escogió una vida de pobreza y humillación. No tuvo oportunidades que no tengan los pobres. El trabajo rudo, las penurias y privaciones eran parte de su suerte diaria. «Las zorras tienen cuevas -decía-, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza». Lucas 9:58.
Jesús no buscó la admiración ni los aplausos de los hombres. No mandó ejército alguno. No gobernó reino terrenal alguno. No corrió tras los favores de los ricos y de aquellos a quienes el mundo honra. No procuró figurar entre los caudillos de la nación. Vivió entre la gente humilde. No tuvo en cuenta las distinciones artificiosas de la sociedad. Desdeñó la aristocracia de nacimiento, fortuna, talento, instrucción y categoría social…
Comía con publicanos y pecadores, y andaba entre la plebe, no para rebajarse y hacerse rastrero con ella, sino para enseñarle sanos principios por medio de preceptos y ejemplo, y para elevarla por encima de su mundanalidad y vileza (El ministerio de curación, pp. 149, 150).
En esta época nuestra, las oportunidades para tratar con hombres y mujeres de todas clases y de muchas nacionalidades son aún mayores que en los días de Israel. Las avenidas de tránsito se han multiplicado mil veces.
Como Cristo, los mensajeros del Altísimo deben situarse hoy en esas grandes avenidas, donde pueden encontrarse con las multitudes que pasan de todas partes del mundo. Ocultándose en Dios, como lo bacía él, deben sembrar la semilla del evangelio, presentar a otros las verdades preciosas de la Santa Escritura, que echarán raíces profundas en las mentes y los corazones y brotarán para vida eterna (Profetas y reyes, pp. 53, 54).
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Lección 9 | Domingo 23 de agosto_______________________________________________
RECEPTIVIDAD AL EVANGELIO
Lee Juan 4:27 al 30 y 39 al 42. ¿De qué manera la interacción de Jesús con la mujer samaritana demuestra la verdad de que todo tipo de personas están abiertas al evangelio, incluso en lugares inesperados?
Juan 4:27-30 y 39-42
27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella? 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? 30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. 40 Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días. 41 Y creyeron muchos más por la palabra de él, 42 y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
El último lugar donde los discípulos esperaban encontrar corazones receptivos al evangelio era en Samaria. Los samaritanos estaban en constante conflicto con los judíos en cuanto a doctrina y adoración. Esta animosidad tenía siglos de antigüedad. Los samaritanos habían querido participar en la construcción del Templo en Jerusalén, pero se les negó esa oportunidad debido a su mixtura con la cultura pagana que los rodeaba y sus opiniones poco ortodoxas. Como resultado, los samaritanos construyeron su propio templo en el monte Gerizim. Los discípulos habrían pasado Samaria por alto como un terreno infértil para la proclamación del evangelio.
Jesús vio lo que los discípulos no vieron: corazones receptivos. El relato de Juan sobre la historia de la mujer en el pozo comienza con estas palabras: “Salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria” (Juan 4:3, 4). Le era “necesario” a Jesús pasar por Samaria porque el Espíritu Santo le mostró que habría corazones receptivos en este lugar poco probable. Cuando nuestros ojos son divinamente ungidos por el Espíritu Santo, vemos posibilidades donde otros solo ven dificultades. Vemos una rica cosecha de almas para el Reino de Dios donde otros solo ven campos yermos.
Lee Hechos 8:4, 5 y 14. ¿Cuál fue el resultado final del ministerio de Jesús en Samaria?
Hechos 8:4-5 y 14
4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
Los discípulos habrían pasado por alto Samaria sin haber brindado la oportunidad a los samaritanos de escuchar la verdad de la Palabra de Dios. Jesús vio lo que ellos no vieron. Reconoció que el Espíritu Santo había creado una receptividad en el corazón de una mujer, cuya dramática conversión impactó a decenas de personas en esa ciudad. No siempre veremos resultados inmediatos de nuestras actividades de testificación, pero si sembramos semillas en corazones receptivos, algún día producirán una cosecha para la gloria de Dios.
Nunca sabemos con certeza el impacto de nuestras palabras y nuestras acciones en los demás, ya sea para bien o para mal. Por lo tanto, ¿por qué debemos tener siempre cuidado con lo que decimos y hacemos en presencia de otros?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Deben introducirse nuevos métodos [ de evangelismo]. El pueblo de Dios debe despertar a las necesidades del tiempo en que vivimos. Dios tiene hombres a quienes llamará a su servicio -hombres que no llevarán a cabo la obra en la forma sin vida como se ha realizado en el pasado …
En nuestras ciudades populosas el mensaje debe presentarse como una lámpara encendida. Dios buscará obreros para que realicen esta tarea, y sus ángeles irán delante de ellos. Nadie estorbe a estos hombres designados por Dios. No lo permitáis. Dios les ha asignado su tarea. Preséntese el mensaje con tanto poder que los oyentes sean convencidos (El evangelismo, p. 56).
Se requiere gran sabiduría al tratar con las mentes humanas, aun en la tarea de dar razón de la esperanza que hay en nosotros. ¿Cuál es la esperanza de la cual hemos de dar razón? La esperanza de la vida eterna por medio de Jesucristo… Os espaciáis demasiado en ideas y doctrinas especiales, y el corazón del incrédulo no es enternecido. Tratar de impresionarlo es como golpear hierro frío…
Constantemente necesitamos sabiduría para conocer cuándo hablar y cuándo guardar silencio. Pero siempre estamos perfectamente seguros al hablar de la esperanza de la vida eterna. Y cuando el corazón está completamente ablandado y subyugado por el amor de Jesús, se hará la pregunta: «Señor, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo?» (El evangelismo, pp. 183, 184).
El mensaje de Cristo a la samaritana con la cual había hablado junto al pozo de Jacob, había producido fruto. Después de escuchar sus palabras, la mujer había ido a los hombres de la ciudad, y les había dicho: «Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿si quizá es este el Cristo?» Ellos fueron con ella, oyeron a Jesús, y creyeron en él. Ansiosos de oír más, le rogaron a Jesús que se quedase con ellos. Por dos días él se detuvo allí, «y creyeron muchos más por la palabra de él». Juan 4:29, 41.
Y cuando sus discípulos fueron expulsados de Jerusalén, algunos hallaron seguro asilo en Samaria. Los samaritanos dieron la bienvenida a estos mensajeros del evangelio, y los judíos convertidos recogieron una preciosa mies entre aquellos que habían sido antes sus más acerbos enemigos (Hechos de los apóstoles, pp. 87, 88).
Así Cristo trataba de enseñar a sus discípulos la verdad de que en el reino de Dios no hay fronteras nacionales, ni castas, ni aristocracia; que ellos debían ir a todas las naciones, llevándoles el mensaje del amor del Salvador. Pero solo más tarde comprendieron ellos en toda su plenitud que Dios «de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros». Hechos 17:26, 27 (Hechos de los apóstoles, p. 17).
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Lunes 24 de agosto | Lección 9__________________________________________________
ACTITUD CORRECTA
Nuestras actitudes a menudo determinan nuestra capacidad de influir en los demás. Una actitud severa, crítica y hostil alejará a la gente de ti, e incluso si logras testificar, tus palabras, sin importar cuán sinceras sean, son mucho menos propensas a ser recibidas.
En contraste, una actitud positiva y el creer en los demás los atrae hacia nosotros; fomenta un vínculo de amistad. Jesús declaró este principio maravillosamente cuando dijo: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15). Los amigos se aceptan entre sí a pesar de sus debilidades y errores, y comparten libremente sus alegrías y tristezas.
Lee Mateo 15:21 al 28 y Marcos 14:6 al 9. Estos textos describen a dos mujeres de circunstancias muy diferentes. Jesús parece ser duro con una y amable con la otra. ¿Qué indicaciones tienes en este pasaje de que Jesús estaba extendiendo su gracia salvadora a cada una y generando confianza?
Mateo 15:21-28
21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: !!Señor, socórreme! 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Marcos 14:6-9
6 Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. 7 Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. 8 Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. 9 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.
La mujer de Mateo 15 era una cananea. Jesús intencionalmente rechaza su pedido inicialmente para que, mientras ella persista, su fe crezca. Él finalmente le concede su deseo y luego hace una sorprendente declaración que ningún líder religioso en Judea en ese momento le haría a una pobre mujer cananea. Él dice públicamente: “Oh mujer, grande es tu fe” (Mat. 15:28). Jesús hace uno de los mejores cumplidos que cualquier maestro religioso podría hacer. ¿Te imaginas cómo se regocijó el corazón de la mujer y cómo cambió su vida?
La mujer que unge los pies de Jesús con perfume caro es una mujer judía de mala reputación, una mujer que ha fallado gravemente y ha pecado repetidas veces, pero que fue perdonada, transformada y renovada. Cuando otros la critican, Jesús la felicita y aprueba sus acciones. Él declara: “Dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Mar. 14:9).
En vista de las dos historias que hemos leído anteriormente, ¿cuáles son los elementos esenciales de una actitud ganadora positiva? ¿Qué tipo de ajustes de actitud necesitas, no solo para testificar, sino para la vida en general?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Suplicamos a los heraldos del evangelio de Cristo, que nunca se desalienten en la obra y nunca consideren ni aun al pecador más empedernido fuera del alcance de la gracia de Dios. Los tales pueden aceptar la verdad con amor, y llegar a ser la sal de la tierra. El que desvía los corazones de los hombres como se desvían los ríos de agua, puede hacer que el alma más egoísta y endurecida por el pecado se entregue a Cristo. ¿Hay algo demasiado difícil para Dios? «Así será mi palabra», dice él, «que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié». Isaías 55: 11 (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 528).
Jesús es atractivo. Está lleno de amor, de misericordia y compasión. Él se ha propuesto ser nuestro Amigo, y caminar con nosotros a través de todos los senderos difíciles de la vida. Él nos asegura: Yo soy el Señor vuestro Dios; caminad conmigo, y llenaré vuestra senda de luz. Jesús, la majestad del cielo, se propone exaltar a un compañerismo consigo a todos los que acudan a él con sus cargas, sus debilidades y sus preocupaciones. Los considerará hijos suyos, y finalmente les dará una herencia más valiosa que los imperios de los monarcas, y una corona de gloria más rica que la que jamás ha adornado la frente del más exaltado de los reyes terrenales (Exaltad a Jesús, p. 92).
Cristo conocía la situación de esta mujer [ cananita]. Él sabía que ella anhelaba verle, y se colocó en su camino. Ayudándola en su aflicción, él podía dar una representación viva de la Lección que quería enseñar. Para esto había traído a sus discípulos. Deseaba que ellos viesen la ignorancia existente en las ciudades y aldeas cercanas a la tierra de Israel. El pueblo al cual había sido dada toda oportunidad de comprender la verdad no conocía las necesidades de aquellos que le rodeaban. No hacía ningún esfuerzo para ayudar a las almas que estaban en tinieblas…
Recibió a esta representante de una raza despreciada como la habrían recibido los judíos. Con ello quería que sus discípulos notasen la manera fría y despiadada con que los judíos tratarían un caso (El Deseado de todas las gentes, p. 366).
El acto de María era precisamente la lección que necesitaban los discípulos para mostrarles que la expresión de su amor a Cristo le alegraría. El había sido todo para ellos, y no comprendían que pronto serían privados de su presencia, que pronto no podrían ofrecerle prueba alguna de gratitud por su grande amor. La soledad de Cristo, separado de las cortes celestiales, viviendo la vida de los seres humanos, nunca fue comprendida ni apreciada por sus discípulos como debiera haberlo sido…
[Después] ya no cargaron de reproches a María, sino a sí mismos. ¡Oh, si hubiesen podido recoger sus censuras, su presentación del pobre como más digno del don que Cristo! Sintieron el reproche agudamente cuando quitaron de la cruz el cuerpo magullado de su Señor (Conflicto y valor, p. 307).
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Lección 9 | Martes 25 de agosto_________________________________________________
PRESENTAR LA VERDAD CON AMOR
La amistad por sí sola no gana a las personas para Cristo. Es posible que tengamos muchos amigos, personas con las que disfrutamos estar y que disfrutan estar con nosotros, pero si nunca les decimos lo que Jesús significa para nosotros y cómo cambió nuestra vida, nuestra amistad puede marcar poca diferencia para la eternidad. Claro, podríamos ser divertidos como el que más, pero Dios nos llama a ser más que divertidos. La amistad por sí sola no atraerá a las personas a Cristo, pero las actitudes hostiles pueden alejar a las personas de Cristo.
El apóstol Pablo nos recuerda que hablemos “la verdad en amor” (Efe. 4:15). Los lazos de amistad se crean cuando estamos de acuerdo con la gente tanto como sea posible, demostramos aceptación y las complementamos cuando es apropiado. Qué importante es que tengamos el hábito de buscar lo bueno en las personas, en lugar de lo malo.
Lee 2 Tesalonicenses 1:1 al 4. Enumera algunas de las cosas específicas por las que Pablo felicita a los tesalonicenses.
2 Tesalonicenses 1:1-4
1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; 4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
Hay quienes parecen deleitarse en buscar cosas que están mal en los demás. Parecen deleitarse si pueden encontrar algo que alguien no ha hecho bien, así no sea por otra razón que sentirse mejor consigo mismos.
El apóstol Pablo era todo lo contrario. Buscaba lo positivo en las iglesias a las que ministraba. Ciertamente, reprendía el error y no toleraba el pecado, pero su objetivo era construir las iglesias que había establecido. Una forma en que hizo esto fue resaltando lo que hicieron bien.
La declaración de Elena de White sobre la importancia de las relaciones positivas es notable. “Si nos humilláramos delante de Dios, si fuéramos bondadosos, corteses, compasivos y piadosos, habría cien conversiones a la verdad donde ahora hay una sola” (TI 9:152).
Reflexiona sobre la declaración anterior por un momento. ¿Qué significaría para tu iglesia si la bondad, la cortesía, el corazón tierno y la piedad desbordaran del corazón de cada miembro? ¿Cómo sería una iglesia como esta? Mira a tu propio corazón y pregúntate en qué podrías mejorar en esta área.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
La iglesia de Cristo es la intermediaria elegida por Dios para salvar a los hombres. Su misión es llevar el evangelio al mundo. Esta obligación recae sobre todos los cristianos. Cada uno de nosotros, hasta donde lo permitan sus talentos y oportunidades, tiene que cumplir el mandato del Salvador. El amor de Cristo que nos ha sido revelado nos hace deudores de cuantos no lo conocen. Dios nos dio luz, no solo para nosotros, sino para que la derramemos sobre ellos…
No necesitamos ir a tierras de paganos, ni aun dejar el estrecho círculo del hogar, si allí nos retiene el deber, a fin de trabajar por Cristo. Podemos hacerlo en el seno del hogar, en la iglesia, entre aquellos con quienes nos asociamos y con quienes negociamos.
Nuestro Salvador pasó la mayor parte de su vida terrenal trabajando pacientemente en la carpintería de Nazaret. Los ángeles ministradores acompañaban al Señor de la vida mientras caminaba con campesinos y labradores, desconocido y sin honores. Estaba cumpliendo su misión tan fielmente mientras trabajaba en su humilde oficio como cuando sanaba a los enfermos y andaba sobre las olas tempestuosas del mar de Galilea. Así también nosotros, en los deberes más humildes y en las posiciones más bajas de la vida, podemos andar y trabajar con Jesús (El camino a Cristo, pp. 81, 82).
En su segunda carta [a los tesalonicenses], Pablo procuró corregir su errónea comprensión de la enseñanza que les había dado, y trató de presentarles lo que en verdad creía. Expresó de nuevo su confianza en la integridad de ellos, así como su gratitud porque la fe de ellos era fuerte y porque abundaban en amor mutuo y para con la causa de su Señor. Les dijo que los presentaba a otras iglesias como ejemplo de la fe paciente y perseverante que soporta valerosamente persecución y tribulación; y dirigió su atención hacia el tiempo de la segunda venida de Cristo, cuando el pueblo de Dios descansará de todos sus cuidados y perplejidades (Los hechos de los apóstoles, p. 214).
El Salvador nos invita a realizar esfuerzos pacientes y perseverantes en favor de millones de personas esparcidas en todo país, que perecen en sus pecados, como náufragos en una playa desierta. Los que quieran participar de la gloria de Cristo deben también tomar parte en su ministerio y ayudar a los débiles, a los desdichados y desanimados.
Hagan de la vida de Jesús su estudio constante aquellos que emprenden esta obra. Sean animados de un celo intenso, y empleen todas sus aptitudes en el servicio del Señor. Los esfuerzos sinceros y exentos de egoísmo obtendrán preciosos resultados. Es del gran Maestro de quien los obreros recibirán su mejor educación. Pero los que no comuniquen a otros la luz recibida verán un día que han experimentado una pérdida espantosa (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 26).
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Miércoles 26 de agosto | Lección 9_______________________________________________
EL FUNDAMENTO DE LA ACEPTACIÓN
Lee Romanos 15:7 y Efesios 4:32. ¿Cómo describirías la base de toda aceptación? ¿Cuál es la esencia de una actitud de aceptación?
Romanos 15:7
7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
Efesios 4:32
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
En estos dos pasajes, el apóstol Pablo presenta los principios subyacentes a nuestra aceptación el uno del otro. Debido a que Cristo nos ha perdonado y aceptado a cada uno de nosotros, ¿podemos negarnos a perdonarnos y aceptarnos unos a otros? De hecho, es precisamente debido a que Jesús nos recibió que podemos recibirnos unos a otros, incluso a pesar de los defectos del otro.
Piensa bien sobre lo que esto significa. Piensa en ti mismo y en algunas de las cosas que has hecho y con las que aún podrías estar luchando; cosas que, tal vez, solo tú conoces, cosas que te aterrorizaría si otros también lo supieran.
Y, aun así, por fe eres aceptado en Cristo, quien sabe todas las cosas de las que otros podrían no saber nada. Sí, él sabe todo eso y, sin embargo, te acepta de todos modos, no por tu propia bondad, sino por la suya.
¿Cuál, entonces, debería ser tu actitud hacia los demás?
Aquí hay un concepto difícil de entender para algunos. La aceptación genuina significa que aceptamos a las personas tales como son, con todos sus hábitos pecaminosos, porque son seres humanos creados a imagen de Dios. Debido a que Cristo murió por nosotros “siendo aún pecadores” y “fuimos reconciliados con Dios” cuando éramos sus enemigos, podemos perdonar y aceptar a otros. Su amor hacia nosotros se convierte en el fundamento de nuestra aceptación y perdón hacia los demás (Rom. 5:6-10).
Pero, una vez que se ha establecido una relación afectuosa de aceptación, a menudo es necesario confrontar amorosamente a otro individuo con las verdades de las Escrituras. Dejar de hacer esto es dejar de amar. Como amigos, nos preocupamos lo suficiente como para compartir con nuestros amigos verdades eternas que cambian la vida.
La actitud de Jesús no fue: “Haz lo que quieras. Todo está bien. Todavía te acepto”. Su actitud fue, más bien: “No importa lo que hayas hecho, estoy dispuesto a perdonarte y darte poder para cambiar”. La verdad bíblica presentada humildemente en el espíritu de Cristo, con una actitud amorosa, gana corazones y cambia vidas.
¿Cómo podemos aceptar a un individuo sin aceptar el comportamiento pecaminoso de esa persona? ¿De qué manera podemos aceptar mientras, al mismo tiempo, no justificamos o toleramos el pecado?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
A pesar de la condición corrupta en que se encuentra la sociedad de hoy, en ella hay almas capaces de cosas mejores: almas representadas por Cristo bajo el símbolo de «la perla perdida». Cristo lo dio todo con el fin de buscar y salvar todo lo que se había perdido y rescatar la perla que había valorado a un precio infinito. ¿Qué estamos listos a hacer a fin de colaborar con él en esta tarea? ¿Qué sacrificio estamos dispuestos a realizar?…
Cuando consideramos que Cristo murió por los impíos cuando eran todavía pecadores, podemos comprender cuán dispuesto y aun ansioso está para bendecimos, de modo que nosotros también podamos ser una bendición para otros (Exaltad a Jesús, p. 347).
«El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu».
Esta es precisamente la obra que el Señor ha dispuesto que el mensaje que él ha dado a sus siervos realice en la mente y en el corazón de todo agente humano. Es la vida perpetua de la iglesia el que sus miembros amen a Dios en forma suprema, y amen a los demás como se aman a sí mismos (Testimonios para los ministros, p. 95).
¡La Palabra de Dios es nuestra norma, ¡pero cuán lejos de ella se ha apartado su pueblo profeso! Nuestra fe religiosa debe ser no solo teórica sino práctica. La religión pura y sin mancha no nos permitirá pisotear los derechos de la más pequeña de las criaturas de Dios, mucho menos de los miembros de su cuerpo y los miembros de nuestra propia familia. Dios es amor, y quienquiera que mora en él vive en amor. La influencia del egoísmo mundano, que algunos llevan consigo como una nube, enfriando la misma atmósfera que otros respiran, hace que el alma se enferme y frecuentemente provoca la muerte…
La religión de Cristo es más que hablar. La justicia de Cristo consiste en actos correctos y en buenas obras que proceden de motivos puros y altruistas. La justicia exterior, mientras esté faltando el adorno interior, será en vano … Si no tenemos la luz y el amor de Dios no somos sus hijos. Si no recogemos con Cristo, esparcimos. Todos ejercemos una influencia, y esa influencia afecta el destino de otros para su bien presente y futuro o para su pérdida eterna (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 580).
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Lección 9 | Jueves 27 de agosto__________________________________________________
VERDAD PRESENTADA CON AMOR
Jesús no dejó de presentar la verdad “por amor”, porque eso no hubiera sido amor; el amor siempre busca lo mejor para el otro. No hay conflicto entre el amor y la verdad. La verdad presentada con humildad y amabilidad es una declaración de amor. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). Jesús es el único camino de salvación (Hech. 4:12). Su gracia nos salva para que podamos conocer su verdad y vivir su vida. La verdad sin amor conduce al legalismo sofocante, que estrangula la vida espiritual. El así llamado “amor” sin verdad conduce a un sentimentalismo tolerante sin sustancia, dejando a un individuo a la deriva en un mar de incertidumbre. La verdad presentada con amor conduce a una auténtica experiencia cristiana que proporciona dirección, propósito y certeza claros.
Lee 1 Pedro 3:15; 2 Timoteo 4:2; y Tito 3:4 y 5. ¿Qué expresiones en estos versículos presentan el equilibrio entre presentar la verdad bíblica y un espíritu humilde y de aceptación?
1 Pedro 3:15
15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
2 Timoteo 4:2
2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Tito 3:4-5
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Los escritores del Nuevo Testamento nunca enfatizan el amor por sobre la verdad. Combinan maravillosamente el amor y la verdad, la gracia y la Ley, la compasión y la honestidad. Pedro exhorta a sus hermanos creyentes a “presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Ped. 3:15). En otras palabras, necesitas saber lo que crees, por qué lo crees, y poder explicar lo que crees y por qué. Esto no significa que tengas todas las respuestas o que debas convencer a otros de tus creencias. Significa simplemente que con “mansedumbre y reverencia”, es decir, con humildad y una comprensión de la grandeza de los temas en juego, puedes explicar y defender tu fe.
Pablo aconseja a su joven discípulo Timoteo: “Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza” (2 Tim. 4:2, RV2015). Pablo también le recuerda a Tito que es la bondad y el amor de Dios lo que salvó a los que han renacido en él (Tito 3:5).
Nosotros también somos llamados a presentar la verdad en amor con toda mansedumbre y humildad. Nuestro Señor nos invita a unirnos a él para compartir con amor y actitud de aceptación su mensaje del tiempo del fin para un mundo que muere sin Cristo.
Si alguien te preguntara: “¿Por qué eres cristiano?”, ¿cómo responderías y por qué?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Emplazando a Timoteo ante el tribunal de Dios, Pablo le pide que predique la palabra, no los dichos y costumbres de los hombres; que esté listo para testificar por Dios cuandoquiera que se le presente la oportunidad -ante grandes congregaciones y círculos privados, al lado del camino o del hogar, a amigos y enemigos, en seguridad o expuesto a penuria y peligros, oprobio y pérdida.
Temiendo que la disposición mansa y acomodaticia de Timoteo lo indujese a rehuir una parte esencial de su obra, Pablo lo exhortó a ser fiel en reprender el pecado, hasta en reprender vivamente a los que fuesen culpables de graves males. Sin embargo, había de hacerlo «con toda paciencia y doctrina». Había de revelar la paciencia y el amor de Cristo, explicando y reforzando sus reprensiones por las verdades de la Palabra.
Odiar y reprender el pecado, y al mismo tiempo demostrar compasión y ternura por el pecador, es una tarea difícil. Cuanto más fervientes sean nuestros esfuerzos para alcanzar la santidad del corazón y la vida, tanto más aguda será nuestra percepción del pecado, y más decididamente lo desaprobaremos. Debemos ponernos en guardia contra la indebida severidad hacia el que hace mal; pero también debemos cuidar de no perder de vista el carácter excesivamente pecaminoso del pecado. Hay que manifestar la paciencia que mostró Cristo hacia el que yerra, pero también existe el peligro de manifestar tanta tolerancia para con su error que él no se considere merecedor de la reprensión, y rechace a esta por inoportuna e injusta (Obreros evangélicos, pp. 30, 31).
En la parábola, los primeros obreros convinieron en trabajar por una suma estipulada, y recibieron la cantidad que se había especificado, nada más. Los que fueron ajustados más tarde creyeron en la promesa del patrón: «Os daré lo que fuere justo». Mostraron su confianza en él no haciendo ninguna pregunta con respecto a su salario. Confiaron en su justicia y equidad. Y fueron recompensados, no de acuerdo con la cantidad de su trabajo, sino según la generosidad de su propósito.
Así Dios quiere que confiemos en Aquel que justifica al impío. Concede su recompensa no de acuerdo con nuestro mérito, sino según su propio propósito, «que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor». Efesios 3: 11. «No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó». Tito 3:5. Y en favor de aquellos que confían en él obrará «mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos». Efesios 3:20 (Palabras de vida del gran Maestro, p. 328).
Cuando nuestro carácter no conocía el amor y éramos «aborrecibles» y nos aborrecíamos «unos a otros», nuestro Padre celestial tuvo compasión de nosotros. «Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia». Tito 3:3-5. Si recibimos su amor, nos hará igualmente tiernos y bondadosos, no solo con quienes nos agradan, sino también con los más defectuosos, errantes y pecaminosos.
Los hijos de Dios son aquellos que participan de su naturaleza. No es la posición mundanal, ni el nacimiento, ni la nacionalidad, ni los privilegios religiosos, lo que prueba que somos miembros de la familia de Dios; es el amor, un amor que abarca a toda la humanidad. Aun los pecadores cuyos corazones no estén herméticamente cerrados al Espíritu de Dios responden a la bondad. Así como pueden responder al odio con el odio, también corresponderán al amor con el amor. Solamente el Espíritu de Dios devuelve el amor por odio. El ser bondadoso con los ingratos y los malos, el hacer lo bueno sin esperar recompensa, es la insignia de la realeza del cielo, la señal segura mediante la cual los hijos del Altísimo revelan su elevada vocación (El discurso maestro de Jesucristo, p. 65).
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Viernes 28 de agosto | Lección 9________________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“En Cristo está la ternura del pastor, el afecto del padre y la incomparable gracia del Salvador compasivo. Él presenta sus bendiciones en los términos más seductores. No se conforma meramente con anunciar esas bendiciones; las ofrece de la manera más atrayente para excitar el deseo de poseerlas. Así han de presentar sus siervos las riquezas de la gloria del Don inefable. El maravilloso amor de Cristo enternecerá y subyugará los corazones cuando la simple exposición de las doctrinas no lograría nada. ‘Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios’. ‘Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro! […] Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará’ ” (DTG 766, 767).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- Es una lástima, pero algunas personas pueden sentirse mejor señalando las faltas de otros. ¿Cómo podemos estar seguros de no caer en esa misma actitud?
- Considera este escenario: un amigo acaba de regresar de un funeral y hace este comentario: “Estoy muy contento de que mi tía esté en el cielo mirándome. Me hace sentir muy bien”. Según los principios que estudiamos en nuestra lección de esta semana, ¿cómo responderías? Es decir, por importante que sea la verdad sobre el estado de los muertos, ¿por qué podría no ser este el mejor momento para darle a esa persona un estudio bíblico sobre este tema?
- Analiza la siguiente declaración a la luz de nuestro testimonio a los demás: “El mismo acto de buscar mal en los demás desarrolla mal en los que lo buscan. Espaciándonos en los defectos ajenos, nos transformamos a la misma imagen. Pero, contemplando a Jesús, hablando de su amor y su perfección de carácter, nos transformamos a su imagen. Contemplando el sublime ideal que puso delante de nosotros, seremos elevados a una atmósfera pura y santa, hasta la presencia de Dios. Cuando moramos en ella, irradia de nosotros una luz que alumbra a todos los que están relacionados con nosotros” (OE 493).
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COMENTARIO DEL VIDEO
LA MUJER SAMARITANA
La primera pregunta que intentaremos contestar es: ¿De dónde aparecieron los samaritanos?
Los samaritanos ocupaban las tierras que habían sido propiedades de las medias tribus de Efraín y Manases, y la capital de estas tierras era llamada Samaria; Samaria era una ciudad espléndida y grande. Cuando Israel fue llevado en cautividad por el rey de Asiria, estas tierra quedaron vacías y él rey de Asiria mandó a vivir a estas tierras, gentes de diferentes naciones. Estas gentes de diferentes naciones comenzaron a casarse con los judíos que habían quedado en esa zona y que no habían sido llevados cautivos, y así se convirtió Samaria en una mezcla de judíos y extranjeros paganos, que nunca fueron aceptados por los judíos de «linaje puro,» cuando estos regresaron del exilio.
Estas tierras estaban plagadas de animales salvajes (leones) que desolaban a los habitantes extranjeros que había traído el rey de Asiria. En su ignorancia, ellos achacaban estos castigos y males a los «dioses» locales de Samaria que ellos desconocían y por lo tanto no adoraban. Era una costumbre antigua de los paganos, creer que los males que asolaban a determinado lugar provenían de los «dioses» locales, cuando estos no recibían la adoración correcta. Esta fue la razón por la cual un sacerdote judío fue llevado a Samaria para enseñarles a ellos la religión y el «Dios» correcto de Samaria, y así de esta manera adorando al «dios» local, ellos creían que el mal de los animales se apaciguaría.
A pesar de su ignorancia y de su creencia pagana, ellos estaban correctos, porqué la Biblia dice que en verdad Dios había mandado a los leones para exterminarlos, por no temer a Dios. Al final el sacerdote fue a Samaria a enseñarles como adorar a Dios; pero cada quién hizo como le dio la gana. De esta manera Samaria se convierte en un pueblo con una raza mezclada entre judíos y extranjero, y también se convierte en un pueblo con una religión mezclada entre lo Divino y lo pagano. Por esas dos uniones, los samaritanos nunca fueron aceptados por los judíos en general. Esta historia la encontramos en 2 Reyes 17
24 Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades. 25 Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Jehová, envió Jehová contra ellos leones que los mataban. 26 Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra. 27 Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país. 28 Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová. 29 Pero cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en los templos de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.
4 Y le era necesario pasar por Samaria. Jesús necesitaba pasar por Samaria, no solo por que Samaria estaba en su camino, sino por que tenía hambre, era alrededor de las doce del mediodía, cuando él estaba en Samaria. Samaria era reconocida por su exquisita sazón en las comidas, una mezcla de sabores y aromas gracias a la influencia culinaria de las diferentes razas y culturas que habitaban la región. Hay muchos comentadores de la Biblia y teólogos que creen que Jesús era amante de las sabrosas comidas preparadas por los samaritanos. Interesante-mente la mayoría de versiones de la Biblias en el idioma ingles, traducen que los discípulos fueron a comprar carne, y no comida como traducen las Biblias en español.
5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar: En la ciudad de Sicar ó Siquem, como se le llama en el Antiguo Testamento, han pasado sucesos muy interesantes:
En Siquem es donde Dios se le aparece a Abraham por primera vez: 6 Y atravesó Abram el país hasta el lugar de Siquem, hasta la encina de More. Y el cananeo estaba entonces en la tierra. 7 Y el SEÑOR se apareció a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Entonces él edificó allí un altar al SEÑOR que se le había aparecido.
También en Siquem vivió Jacob cuando regresó de Pada-Aram
En Siquem fue donde acurrió la deshonra de Dina y como consecuencia el asesinato de los siquemitas
A Siquem José vino a ver a sus hermanos antes de ser vendido como esclavo
En Siquem los Israelitas comenzaron a tomar posesión de Canáan
Siquem fue una de las ciudades de refugio instituidas por Josué
En Siquem fueron enterrados los huesos de José y muchos otros patriarcas
En Siquem, Jeroboam se reúne con el pueblo de Israel después de la muerte de Salomón y allí mismo comienza la división del reino,
Y finalmente cerca de Siquem está la ciudad de Samaria y allí mismo se encuentran los dos montes de Ebal y Gerisim, donde solemnes maldiciones y bendiciones fueron pronunciadas al pueblo de Israel, cuando Israel comenzó a tomar a Canaán por heredad.
Siquem le pertenecía a Jacob : 18 Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad. 19 Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas. Génesis 33
Tiempo después Siquem fue invadida por los Amorreos y Jacob se vuelve a posesionar de Siquem y esta vez no con dinero sino por la fuerzas, con su espada y con su arco. Por lo tanto, Siquem le pertenecía a Jacob por compra y por conquista. Esta fue la propiedad con que heredó a José a través de sus dos hijos; Manases y Efraín: 22 Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.
En los días finales de imperio romano, había una comunidad de samaritanos de mas de un millón de personas, pero fueron disminuyendo por las violentas opresiones que sufrieron de parte del cristianismo y también del islamismo cuando estos trataron de convertirlos a sus propias religiones.
Para enero del 2015, la población de samaritanos es solamente de 775 personas, ellos viven entre Kiryat Luza y el monte Gerisim, en las afuera de Tel-Aviv. Muchos creen que los samaritanos modernos son los mismos palestinos que viven en la franja de Gaza, esto no es verdad; los samaritanos modernos no tienen nada que ver con el pueblo musulmán que habita la franja de Gaza.
Los samaritanos hasta el día de hoy reclaman ser descendientes directos de las medias tribu de Manases y Efraín, y reclaman que sus sacerdotes son de la línea directa de la casa de Leví, descendientes de Aarón, pero en realidad no lo son, ellos han sido una mezcla de razas, nacionalidades y religiones que hasta el día de hoy no son aceptados oficialmente por la nación judía.
El ministerio de Cristo fue dividido en dos secciones; una sección era Judea y la otra era Galilea. Si tomamos el centro de Galilea que es Capernaúm y hacemos un círculo de diez millas ó diez y seis kilómetros, y también tomamos el centro de Judea que es el templo y hacemos otro círculo de diez millas o diez y seis kilómetros, nos queda una franja en medio de esos dos círculos. Es allí precisamente donde habitaban los samaritanos. Jesús tenía que pasar por esa franja para llegar del centro de Judea al centro de Galilea.
¿Que haría Jesucristo con esta gente que era menospreciada?’ ¿Los evitaría?; ¿Los ignoraría?; ¿Se relacionaría con ellos? La Biblia dice que se relacionó con ellos, para esta ocasión se quedó dos días con ellos y encima de todo, mandó a sus discípulos a relacionarse con ellos, cuando les pidió que fueran a buscar alimentos; Jesús deseaba remover de sus discípulos los prejuicios en contra de los samaritanos y que disfrutaran de la hospitalidad, amistad y sinceridad de esta gente que el mundo judío menospreciaba tanto.
Hay que recordar que Jesús usó a los samaritanos como ejemplo en sus comentarios en contra de los judíos; por esa inclinación que Jesús tenía para los samaritanos, los judíos trataban de ofender a Jesús llamándolo «samaritano», cosa que Jesús nunca se ofendió o se defendió: 48 Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? San Juan 4
Esa franja también era evitada por el mundo judío, por lo tanto, cabe la posibilidad que Samaria era un refugio para Jesucristo de sus enemigos. Samaria era como una zona neutral para Jesús, donde podía tener a sus enemigos a la distancia; Samaria era el lugar donde sus enemigos no se atrevían a seguirlo, proveyendo de esta manera para Jesús un momento de tranquilidad y solaz en su agitada y tumultuosa vida.
7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
El trato de Jesús con la mujer samaritana es muy digno de ser estudiado:
1-Jesús tuvo un acto de gracia con la samaritana; él no esperó que la mujer le hablara, Jesús comenzó la conversación con ella.
2-Jesús tuvo un acto de condescendencia con la mujer samaritana: Jesús quien creó todas las cosas, las fuentes de las aguas, los riachuelos y los ríos, los lagos y los mares no se avergonzó en pedir agua para beber, y tomar el agua de las manos de una de sus criaturas pecaminosas.
3-Jesús tuvo un acto de sabiduría y prudencia con la mujer samaritana; Jesús no llamó la atención de la mujer a la religión directamente, ni tampoco comenzó condenando los pecados de ella, el comenzó con un tema indiferente, el comenzó pidiendo agua para beber, en la mente de ella el acto de darle agua a una persona que la solicita, es simple y sencillamente un acto de humanidad.
4-Jesús tuvo mucho tacto con la mujer samaritana y demostró completo conocimiento de la mente humana. El simple favor que Jesús pidió a la mujer, contiene principios que deberían ser estudiado por todos aquellos que deseamos hacer el bien e impartir el evangelio a los que todavía no lo han escuchado.
¿Que ganó Jesús en esos dos días que se quedó en Samaria?
1-Rompió la monotonía religiosa de los samaritanos y de los discípulos
2-Puso las mentes a pensar y a reflexionar
3-Ganó a muchos para el evangelio
4-Rompió los prejuicios en contra de las mujeres. Había en esos día un prejuicio especial y muy remarcado en contra de las mujeres de parte de los maestros y ancianos de Israel, ellos creían que las mujeres eran incapaces de profundizar en temas bíblicos, una de las clausulas para los rabí decía de la siguiente manera: «Nunca prolongues una conversación con una mujer, nunca converses con una mujer en la calle, ni siquiera con tu propia esposa, es mucho mejor quemar la ley que enseñársela a la mujer»
5-Inyectó en la mujer un entusiasmo indescriptible para la predicación del evangelio.
En 1867, cuando el Dr Duff quien era misionero en la India, regresó a su tierra natal Escocia, fue invitado para que diera una conferencia acerca de las necesidades y la situación religiosa de la India. El veterano misionero instó a los pastores presentes a ir a sus iglesias y animar a las iglesias a mandar a los jóvenes como misioneros a la India para predicar el evangelio. Cuenta la historia que hizo la invitación y el llamado con tanta entrega y pasión que después de unos minutos terminó desmayándose, por lo cual lo tuvieron que sacar en brazos al pasillo de la iglesia. Cuando volvió en si, preguntó donde estaba, y los que le asistían le contaron que estaba en la iglesia y lo que le había ocurrido. «Si» dijo él; «¿Estaba haciendo un llamado para ir a predicar a la India verdad?» El Dr. Duff preguntó: «¿Verdad que no terminé mi llamado?» después que le dijeron que no lo había terminado, él dijo:»Muy bien, necesito regresar al púlpito para terminar mi llamado» Las personas que estaban con él le dijeron que no lo hiciera, ya que podía morir en el intento y él respondió: «Moriré más rápido si no lo intento»
Cuando fue llevado de nuevo para terminar su llamado, la congregación unánimemente se puso de pie, mientras contemplaban como los pastores lo asistían para poder llegar hasta el púlpito. Con voz temblorosa dijo: «Padres y madres de Escocia: ¿Es verdad que ustedes no dejarán ir a sus hijos a predicar a la India? Yo he gastado 25 años de mi vida predicando en la India, perdí mi salud, y he regresado enfermo y con la salud destruida. Si yo me doy cuenta que ninguno de mis nietos está dispuesto a ir a la India como misionero predicador, mañana mismo vuelvo a empacar mis cosas y me voy de regreso a la India. Quiero hacerles saber a todos esos paganos de la India que si no puedo vivir más para ellos, al menos voy a morir para ellos»
LA MUJER CANANEA
Es aceptado casi por todos los comentaristas bíblicos, que en la época en que Jesús estuvo en la tierra, fue permitido por Dios que el Diablo tomara posesión de ciertos individuos, de una manera que no había ocurrido antes ni después en la historia del mundo.
Esto se cree que Dios lo permitió por dos razones: la primera fue para mostrar al mundo el poder maligno del Diablo y la segunda razón era para mostrar al mundo, el gran poder de Dios para contrarrestar este mal y también para mostrar que Dios puede libertar a todo aquel que ha caído en las garras del maligno.
Se da el caso que, de padres muy religiosos, salen hijos muy impíos, hay padres que tiene una gran luz espiritual, y tienen hijos que viven en una obscuridad espiritual increíble; no hay cosa mas desesperante para un padre contemplar una escena, donde puede ver a su hijo sumergido en una desgracia espiritual total.
Jesús había ido con sus discípulos a la región de Tiro y de Sidón, precisamente para encontrarse con esta mujer Siro-fenicia. El saludo de esta mujer para Cristo, llama mucho la atención: ¡Señor, Hijo de David…!
Aparentemente el nombre del Maestro de Genezareth, ya había viajado mas allá de las fronteras de Galilea. A ciencia cierta no se sabe, como esta mujer había aprendido a saludar a Jesús, de la misma manera que lo hacían los judíos.
Lucas 6:17 ofrece un poco de luz al respecto, Lucas menciona las procedencias de las personas que estaban presentes en el monte del sermón de las bienaventuranzas: 17Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; 18y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. 19Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.
Esa gran multitud que estaba presente en el monte donde Cristo dio las bienaventuranzas provenían de tres lugares: de Jerusalén, de Judea y la costa de Tiro y de Sidón. Allí Jesús hizo muchos milagros y también liberó a muchos endemoniados. Posiblemente fue en esta ocasión que la mujer Siro-fenicia, recibió esa información y así pudo saludar a Jesús de una manera muy elocuente y muy profunda, espiritualmente hablando.
Posiblemente la mujer Siro-fenicia vivió mucho tiempo con la esperanza de poderse encontrar con Jesús, y ahora para su gran sorpresa, Jesucristo había cruzado la frontera y ella lo pudo encontrar en su propio país.
22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
Cristo guardó un total silencio a las palabras de la mujer; hay que notar que la mujer no hizo ningún pedido especial a Jesús, la mujer tampoco trajo consigo a su hija endemoniada, la mujer no invitó a Jesús a su casa, la mujer llegó solamente para contar su aflicción a Cristo y también llegó para adorarle: 25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Ella llamó “Señor” a Jesús, y lo adoró como se adora al Dios verdadero.
El Jesús misericordioso que nosotros conocemos parecía inflexible, el gran médico detenía su cura, aun contemplando la miseria y escuchando la voz de la sufriente madre. Jesucristo se hacía indiferente al clamor de la mujer: esa es la disciplina del amor, ese silencio iba a hacer que la mujer perseverara en la fe, y que consiguiera lo que pedía.
26Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Entre las naciones, está la costumbre de aplicarse nombre o palabras de desprecio entre unos y otros, y la palabra “perro” es una de las palabras mas usadas en la materia de desprecio internacional. Hasta el día de hoy el pueblo musulmán se refiere a los cristianos como “perros”; también los judíos usan esa palabra para referirse al mundo cristiano y viceversa. La palabra “perro” es una de las palabras mas despreciables con la cual se puede llamar a una persona.
En el tiempo de Jesús los judíos le llamaban “perros” a los gentiles por su ignorancia, por su idolatría y por sus impurezas. En el medio oriente un perro es el símbolo de la impureza.
Jesucristo no usaba ese tipo de palabra cuando impartía el evangelio, esa expresión que uso Jesús era simple y sencillamente una prueba de fe para la mujer. En otras palabras, Jesús le estaba diciendo a la mujer: «Los judíos se consideran hijos de Dios y a ustedes los humillan y los abusan llamándoles perros; ¿Aún así estás dispuesta a recibir un favor de un judío?»
27Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
La palabra “migaja” usada en el tiempo de Jesús, no es la misma que en nuestros días modernos, nosotros conocemos por migajas. En el tiempo de Jesús, se usaba los dedos en vez de cuchara y tenedor, se usaban pedazos de pan en vez de plato. Era la costumbre para esos días, el dejar un poco de masa de pan cruda que sirviera como una servilleta. Esa masa se ponía en la mesa, y cuando los que comían se ensuciaban las manos, tomaban una porción de esa masa para limpiarse las manos, si había comida sobrante, era la costumbre revolverlo con la masa cruda y esa era la migaja que se le entregaba a los perros.
La mujer Siro-fenicia responde a Jesús de una manera muy digna de admirar; ella le responde a Jesús que no está pidiendo el pan de los hijos, no es necesario privar a los niños de su comida, ella reconoce que es un “perrillo” y como “perillo” lo único que está pidiendo a su amo, son las migajas de la comida de los hijos, a las cuales ella tenía derecho.
Si pudiéramos parafrasear las palabras de la mujer Siro-fenicia, pudiéramos decir que la mujer le dijo a Jesús, que solamente por el acto de él haberle llamado “perrillo” a ella, Jesús tenía que proveer para ella, lo que ella pedía, que eran solamente las migajas, algo que siempre le pertenecía a los perros.
Las migajas de la misericordia divina le bastaban a ella, y se las estaba pidiendo al Padre de la familia, el Padre de la familia tiene autoridad tanto sobre sus hijos, como también sobre los animales de la casa, especialmente los perros. Ella estaba consciente que las migajas de la misericordia divina eran todo lo que necesitaba, y también sabía que el mas suculento manjar que el mundo le pudiera ofrecer, no le podía ayudar en nada al problema que su hija estaba enfrentando.
Hay tres cosas grandes de admirar en la respuesta de la mujer Siro-fenicia:
- Su humildad; ella acepto que era un “perrillo”
- Su modestia; no pedía otra cosa que las migajas
- Su perseverancia; después de tres rechazos, continuó insistiendo
28Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
La expresión “grande es tu fe; hágase contigo como quieres” solamente fue pronunciada a otra persona y también fue a un gentil; esas palabras también se las dijo Jesús al centurión de Capernaúm: 10Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 13Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. Mateo 8
- La fe triunfa sobre los obstáculos y nuestras circunstancias personales
- La fe triunfa cuando Cristo se nos esconde
- La fe triunfa sobre el silencio de Cristo
- La fe triunfa ante la negativa de Cristo
- La fe triunfa sobre el reproche de Cristo
- La fe de la mujer triunfó, y por esa razón fue elogiada y admirada por el mismo Creador de la fe
- La fe de la mujer fue ampliamente premiada
- La mujer vino a la persona correcta
- La mujer vino con el espíritu correcto
- La mujer vino con la petición correcta
23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
Una de las causas mas poderosas que mantuvo a la mujer Siro-fenicia lejos de Cristo, fueron los mismos discípulos de Jesús. En nuestras tribulaciones no vayamos donde los discípulos, vayamos directamente donde el Divino Maestro, él es la persona correcta.
Las lágrimas hablan en un idioma que Dios entiende perfectamente. Los bebés no tienen nada para decir a sus madres cuando ellos necesitan ser amamantados, pero con sus lagrimas y con su llanto, las madres pueden entender la necesidad de sus criaturas.
Usemos palabras de bondad y consuelo aunque nos sintamos inclinados a hacer lo contrario—
Cuando se le acerquen almas infortunadas, heridas y magulladas, en busca de palabras de aliento, debe hablarles las palabras de Cristo. ¿Se niega usted a decirles palabras agradables, corteses y bondadosas? Los que hablan como Cristo habló, nunca introducirán palabras que como dardos amargos, hieran el alma. “Jehová escuchó y oyó”. ¿Tendrá usted presente que el Señor escucha las palabras que hablamos, y conoce el espíritu que impulsa nuestras acciones?… ¿No es ser como Cristo, hablar palabras de bondad, de consuelo, aunque se sienta inclinado a hacer lo contrario?—The Review and Herald, 26 de mayo de 1896.
Debemos hablar la verdad con amor
Como el rocío y las lluvias suaves caen sobre las plantas agostadas, caigan también con suavidad vuestras palabras, cuando procuréis sacar a los hombres del error. El plan de Dios consiste en llegar primero al corazón. Debemos decir la verdad con amor, confiados en que él le dará poder, para reformar la conducta. El Espíritu Santo aplicará al alma, la palabra dicha con amor. —El Ministerio de Curación, 114, 115.
Mientras menos critiquemos, mayor será nuestra influencia para el bien
En la obra de ganar a otros, podemos obtener las más preciosas victorias. Debiéramos dedicarnos con un celo incansable, con una fidelidad ferviente, con abnegación y con paciencia, a la obra de ayudar a los que necesitan desarrollarse. Las palabras bondadosas y de ánimo harán maravillas. Hay muchos que se mostrarán susceptibles al mejoramiento, si se hace un esfuerzo alegre y constante a su favor, sin críticas ni regaños. Mientras menos critiquemos a otros, mayor será la influencia que podamos ejercer sobre ellos para el bien. Para algunos, las advertencias frecuentes aunque positivas harán más mal, que bien. Permitamos que la bondad cristiana se haga manifiesta a todos. —Medical Ministry, 208, 209.
Una cura para la tristeza y la enfermedad
El Señor Jesús quiere, que mostremos un rostro agradable, que hablemos palabras de bondad y simpatía. Aunque estemos enfermos o nos sintamos indispuestos, no necesitamos decírselo a los demás. Si hablamos de la bondad del Señor, esto actuará como una cura para la tristeza y la pena.—Manuscrito 39, 1908.
La Palabra de Dios, una guía para el diario hablar
Nuestras palabras, ya sea en el hogar o en nuestras asociaciones fuera del hogar, serán bondadosas, afectuosas y puras. Si estudiamos la Palabra y la hacemos parte de nuestra vida, como representa la frase “comer la Palabra”, tendremos una experiencia sólida, que siempre nos llevará a la verdad. Con diligencia estudiaremos nuestro corazón, comparando nuestro diario hablar y la índole de nuestra obra con la Palabra, para no cometer errores.—Manuscrito 3, 1906.
La expresión externa de la gracia interior
El principal requisito del lenguaje es el de ser puro, bueno y sincero: “La expresión externa de una gracia interior” … La mejor escuela para este estudio del lenguaje es el hogar… —El hogar adventista, 395 (1894).
Un espíritu de mansedumbre y modestia
Cuando se acerque a alguien que usted supone está en error, hable con un espíritu de mansedumbre y modestia; porque la ira del hombre, no provoca la justicia de Dios. El descarriado, no puede ser restaurado de otra manera, que con un espíritu de mansedumbre y tierno amor. Cuídese de sus gestos. Evite cualquier expresión de orgullo y suficiencia propia en su apariencia, gestos, palabras o tono de la voz. Guárdese contra una palabra o apariencia que lo exalte a usted mismo, o ponga su bondad y justicia en contraste con los fracasos de la otra persona. Cuídese de la menor apariencia de menosprecio, altanería o desprecio. Evite con cuidado cualquier apariencia de enojo; y aunque use un lenguaje sencillo, que no conlleve ningún reproche, ninguna acusación insultante, ninguna indicación de enojo, sino de amor ferviente. Pero, sobre todo, que no exista ni una sombra de odio o mala voluntad, amargura o expresión de acritud. Nada, sino la bondad y la mansedumbre pueden fluir de un corazón de amor. Sin embargo, todos estos frutos preciosos no necesitan impedir que usted hable de la manera más seria y solemne, como si los ángeles estuvieran poniendo sus ojos en usted, y usted estuviera actuando, en referencia al juicio venidero.—Testimonies for the Church 2:52.
Siempre mostraba tacto, nunca severidad
El Salvador no suprimió nunca la verdad, sino que la declaró siempre con amor. En su trato con los demás, él manifestaba el mayor tacto, y era siempre bondadoso y reflexivo. Nunca fue rudo, nunca dijo sin necesidad una palabra severa, nunca causó pena innecesaria a un alma sensible. No censuró la debilidad humana. Denunció sin reparos la hipocresía, incredulidad e iniquidad, pero había lágrimas en su voz, cuando pronunciaba sus penetrantes reprensiones. Nunca hizo cruel la verdad, sino que manifestó siempre profunda ternura hacia la humanidad. —Obreros Evangélicos, 123.
Su lenguaje era el más sencillo
Cristo siempre usaba el lenguaje más sencillo; no obstante, sus palabras eran recibidas por pensadores profundos, y sin prejuicio; porque eran palabras que probaban la sabiduría de los oyentes. Las verdades espirituales, siempre deben presentarse en un idioma sencillo, aunque se dirijan a personas cultas; porque los tales son, por lo general, ignorantes de las cosas espirituales. El lenguaje más sencillo es el más elocuente. Es necesario dirigirse, tanto a los educados, como a los no educados, en la forma más sencilla y llana, para que la verdad pueda ser comprendida y encuentre recepción en el corazón. Por eso, Cristo se dirigía a las vastas multitudes que se apiñaban a su alrededor; y todos, tanto cultos, como incultos, podían comprender sus lecciones.—The Review and Herald, 18 de mayo de 1897.
Puertas cerradas—Que todos tengan en mente, que no estamos en posición de invitar a la persecución. No debemos emplear palabras ásperas y cortantes. Hay que mantenerlas fuera de toda comunicación escrita, hay que eliminarlas de toda presentación oral. Que la Palabra de Dios sea la que cercene, la que reproche; que los hombres finitos se escuden y moren en Jesucristo. Permitan que el Espíritu de Cristo aparezca. Que todos guarden sus palabras, no sea que coloquen en posición mortal contra nosotros a los que no son de nuestra fe, y den a Satanás la oportunidad de usar palabras imprudentes que entorpezcan nuestro camino. “No hagáis nada antes de tiempo”. Cuando Dios da un mensaje terminante y cortante, viene de él, no está incitado por el impulso de seres finitos. El corte y la censura que el hombre realiza con la espada de dos filos, obstaculizarán nuestro camino, de manera que encontremos puertas cerradas firmemente contra nosotros.—Manuscrito 95, 1894.
Limitaciones al debate
Nunca debe participar en un debate donde haya tanto en juego, confiando en su capacidad para manejar argumentos fuertes. Si no lo puede evitar, entre en el conflicto, pero hágalo con una firme confianza en Dios y un espíritu de humildad, el espíritu de Cristo, quien le ha suplicado que aprenda de él, que es manso y humilde de corazón. Y entonces, para glorificar a Dios y ejemplificar el carácter de Cristo, nunca debiera tomar ventaja ilegal de su oponente. Deje afuera el sarcasmo y el juego de palabras. Recuerde que está combatiendo con Satanás y sus ángeles, así como con el hombre.—Testimonies for the Church 1:626.
Muchos que ahora son los más amargos oponentes de la verdad, actúan de acuerdo con sus honestas convicciones acerca del deber, pero ya verán la verdad y se convertirán en sus fervientes abogados. Los que tratan de ridiculizarlos ahora, los que manifiestan hacia ellos un espíritu de aspereza, caerán bajo la tentación, y traerán reproche a la causa de Dios, y causarán la pérdida de almas, gracias a su indiscreción. Muchos que salen al campo, como resultado del llamado hecho a la hora undécima, presentarán la verdad de tal manera, mediante la gracia de Cristo, que serán contados como los primeros. (VEUC 265.1)