Escuela Sabatica Para Maestros

Material Auxiliar Para Maestros de Escuela Sabatica

Lección 3 – “POR SIGLOS PERPETUOS” – Para el 17 de abril de 2021

Deja un comentario


Lección 3 en PDF, haga «CLICK» aquí


Deseamos anunciar que hay comentario disponible para la lección en forma de video.

Por favor visite esta página mas tarde para encontrar el enlace, o visite escuela sabática maestros Tony Garcia en YouTube.

Usualmente el video es subido al internet, el sábado por la noche o el día domingo.


Si desea ver esta lección en YouTube, por favor haga «CLICK» en los siguiente enlaces.


Lección 3: Para el 17 de abril de 2021

“POR SIGLOS PERPETUOS”

Sábado 10 de abril___________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 3:6; 6:5, 11; 6:18; 9:12–17; Isaías 4:3; Apocalipsis 12:17.

PARA MEMORIZAR:

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Gén. 6:8).

Las bacterias son organismos demasiado pequeños para verlos sin un microscopio. Dadas las condiciones favorables para el crecimiento (suficiente calor, humedad y alimento), las bacterias se multiplican a un ritmo extremadamente rápido. Por ejemplo, algunas bacterias se reproducen por simple fisión (división): una célula madura simplemente se divide en dos células hijas. Cuando la fisión tiene lugar a cada hora, una bacteria puede producir más de 18 millones de bacterias nuevas en 24 horas.

Este fenómeno microscópico en el mundo natural ilustra el rápido crecimiento del mal en la humanidad después de la Caída. Dotada de intelectos gigantes, salud robusta y longevidad, esta raza vigorosa abandonó a Dios y prostituyó sus facultades excepcionales tras la iniquidad en todas sus formas. Dios eligió detener aquella rebelión desenfrenada mediante un diluvio universal.

Reseña de la semana: ¿Qué le hizo el pecado a la Creación de Dios? ¿Cuáles fueron algunas de las características de Noé? ¿Qué elementos involucraba el pacto con Noé? ¿De qué manera se revela la gracia de Dios en el pacto con Noé antes del Diluvio? ¿Qué nos enseña el pacto que Dios hizo con la humanidad después del Diluvio sobre su amor universal por nosotros?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En todo período de la historia de esta tierra, Dios tuvo hombres a quienes podía usar como instrumentos oportunos a los cuales dijo: “Sois mis testigos”. En toda edad hubo hombres piadosos, que recogieron los rayos de luz que fulguraban en su senda, y hablaron al pueblo las palabras de Dios. Enoc, Noé, Moisés, Daniel y la larga lista de patriarcas y profetas, todos fueron ministros de justicia. No fueron infalibles; eran hombres débiles, sujetos a yerro; pero el Señor obró por su medio a medida que se entregaban a su servicio (Obreros evangélicos, p. 13).

El mundo estaba en su infancia; no obstante, la iniquidad del género humano se había hecho tan profunda y general que Dios no pudo soportarla más; y dijo: “Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra”. Génesis 6:7. Declaró que su Espíritu no contendería para siempre con la humanidad culpable. Si los hombres no cesaban de manchar el mundo y sus ricos tesoros con sus pecados, los borraría de su creación, y destruiría las cosas que con tanta delicia les había brindado…

“Por la fe Noé, habiendo recibido respuesta de cosas que aun no se veían, con temor aparejó el arca en que su casa se salvase: por la cual fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe”. Hebreos 11:7. Mientras Noé daba al mundo su mensaje de amonestación, sus obras demostraban su sinceridad. Así se perfeccionó y manifestó su fe. Dio al mundo el ejemplo de creer exactamente lo que Dios dice. Todo lo que poseía lo invirtió en el arca. Cuando empezó a construir aquel inmenso barco en tierra seca, multitudes vinieron de todos los rumbos a ver aquella extraña escena, y a oír las palabras serias y fervientes de aquel singular predicador. Cada martillazo dado en la construcción del arca era un testimonio para la gente (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 80–82)

El mundo no es más favorable hoy para el desarrollo del carácter cristiano que en los días de Noé. Entonces se había extendido tanto la impiedad… Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová… Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”. Génesis 6:7–9. Sí, en medio de esa era degenerada, Noé era un placer para su Creador.

Estamos viviendo en los últimos días de la historia de esta tierra, en una era de pecado y corrupción, y como Noé hemos de vivir de tal manera que seamos un placer para Dios al manifestar las alabanzas de Aquel “que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9. En la oración que Cristo elevó a su Padre antes de su crucifixión, dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. Juan 17:15 (Mensajes selectos, t. 1, p. 105).


Domingo 11 de abril__________________________________________________________

EL PRINCIPIO DEL PECADO (GÉN. 6:5)

La opinión divina al final de la Creación de Dios fue que todo “era bueno en gran manera” (Gén. 1:31). Luego entró el pecado, y el paradigma cambió. Las cosas ya no eran “buenas en gran manera”. La ordenada Creación de Dios se vio empañada por el pecado y todos sus repugnantes resultados. La rebelión alcanzó proporciones terribles en los días de Noé; el mal consumió a la raza. Aunque la Biblia no nos da muchos detalles (ver además PP 78-81), las transgresiones y las rebeliones evidentemente fueron algo que ni siquiera un Dios amoroso, paciente y perdonador podía tolerar.

¿Cómo pudo empeorar todo con tanta rapidez? Quizá la respuesta no sea tan difícil de encontrar.

¿Cuántas personas, hoy en día, al mirar sus propios pecados, no se han preguntado lo mismo: cómo es que todo empeoró tan rápido?

Busca los textos enumerados a continuación. Anota la cuestión que plantean. Observa la progresión constante del pecado:

  1. Gén. 3:6

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

  1. Gén. 3:11-13

11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

  1. Gén. 4:5

5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

  1. Gén. 4:8

Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.

  1. Gén. 4:19

19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.

  1. Gén. 4:23

23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe.

  1. Gén. 6:2

que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

  1. Gén. 6:5,11

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.

Génesis 6:5 y 11 no se produjeron en el vacío; había una historia detrás. Este terrible resultado tuvo una causa. El pecado empeoró progresivamente. Es lo que tiende a hacer. El pecado no es como un corte o una herida, con algún proceso automático incorporado que trae curación. Al contrario, el pecado, si no se controla, se multiplica; nunca se satisface hasta llevar a la ruina y la muerte. No es necesario imaginar la vida antes del Diluvio para ver ese principio en acción; existe a nuestro alrededor incluso en la actualidad. No es de extrañar que Dios odie el pecado; no es de extrañar que, tarde o temprano, el pecado sea erradicado. Un Dios justo y amoroso no puede hacer otra cosa con eso.

Por supuesto, lo bueno es que, aunque él desea deshacerse del pecado, anhela salvar a los pecadores. De eso se trata el Pacto.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Los hombres desprovistos de la gracia de Dios, se complacen en hacer el mal. Andan en tinieblas y carecen de poder para ejercer dominio sobre sí mismos. Dan rienda suelta a sus pasiones y apetitos hasta que se pierden los sentimientos más delicados y se manifiestan únicamente las pasiones animales. Esos hombres necesitan experimentar un poder controlador más elevado, que los constriña a obedecer. Si los dirigentes no ejercen poder para aterrorizar al malvado, este se hundirá hasta el nivel de las bestias. La tierra se torna cada vez más corrompida (Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 323).

Es una ley del espíritu humano que nos hacemos semejantes a lo que contemplamos. El hombre no se elevará más allá de sus conceptos acerca de la verdad, la pureza y la santidad. Si el espíritu no sube nunca más arriba que el nivel humano, si no se eleva mediante la fe para comprender la sabiduría y el amor infinitos, el hombre irá hundiéndose cada vez más. Los adoradores de falsos dioses revestían a sus deidades de cualidades y pasiones humanas, y rebajaban así sus normas de carácter a la semejanza de la humanidad pecaminosa. Como resultado lógico se corrompieron.

“Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal… Y corrompióse la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia”. Génesis 6:5, 11. Dios había dado a los hombres sus mandamientos como norma de vida, pero su ley fue quebrantada, y como resultado cometieron todos los pecados concebibles. La impiedad de los hombres fue manifiesta y osada, la justicia fue pisoteada en el polvo, y las lamentaciones de los oprimidos ascendieron hasta el cielo (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 79, 80).

¿Os obligará Dios a obedecer? ¿Forzará él vuestra voluntad? Nunca. El Señor os ha dotado de talentos, inteligencia y raciocinio. Él ha enviado del cielo a su Hijo unigénito para que abriera un camino para vosotros y para poner a vuestro alcance la inmortalidad. ¿Qué explicación podéis dar a Dios por vuestra debilidad, vuestra desobediencia, vuestra impureza, vuestros malos pensamientos y acciones?…

No penséis que Dios va a hacer un milagro para salvar a las almas débiles que albergan el mal, que practican el pecado, o que va a introducir algún elemento sobrenatural en sus vidas para elevarlas del ámbito del yo a una esfera más alta donde la tarea sea comparativamente fácil y no requiera ningún esfuerzo especial, ninguna lucha especial, ninguna crucifixión del yo; todos los que se demoran en el campo de Satanás esperando que esto se haga, perecerán con los obradores del mal. Serán repentinamente destruidos, y ya no habrá remedio.

Si Dios ha hecho provisión para que el hombre tenga la vida eterna, tiene formas de capacitarlo para que ejercite la santidad en su vida. Todos los que quieren dar evidencia de que han echado mano de la vida futura, demostrarán en forma práctica por medio de su vida y su carácter que están viviendo en novedad de vida, en pureza y santidad aquí, cumpliendo con lo que ha sido revelado (Testimonios para los ministros, pp. 452, 453).


Lunes 12 de abril_____________________________________________________________

EL HOMBRE NOÉ (GÉN. 6:9)

En medio de todos los textos sobre la maldad del mundo antediluviano (anterior al Diluvio), el hombre Noé se destaca en contraste con quienes lo rodeaban. Lee el pasaje anterior y fíjate en los tres puntos especiales que la Biblia menciona sobre él. Escribe de la mejor manera lo que crees que significa cada uno de estos puntos:

  1. Era “varón justo”
  2. Era “perfecto”
  3. “Con Dios caminó”

Sin lugar a dudas, Noé era alguien que tenía una relación salvífica con el Señor. Era alguien con quien Dios podía trabajar; alguien que lo escuchaba, le era obediente y confiaba en él. Por eso, el Señor pudo usar a Noé para cumplir sus propósitos, y por eso Pedro, en el Nuevo Testamento, lo llamó “pregonero de justicia” (2 Ped. 2:5).

Lea Génesis 6:8. ¿Cómo nos ayuda ese texto a comprender la relación entre Noé y el Señor?

Génesis 6:8

Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

La palabra gracia aparece aquí por primera vez en las Escrituras, y evidentemente tiene el mismo significado que en las referencias del Nuevo Testamento, donde se describe el favor misericordioso e inmerecido de Dios ejercido hacia los pecadores, que no lo merecen. Por lo tanto, debemos entender que, por muy “perfecto” y “justo” que fuera Noé, aun así era un pecador que necesitaba el favor inmerecido de su Dios. En ese sentido, Noé no es diferente de cualquiera de nosotros que buscamos fervientemente seguir al Señor.

Al entender que Noé necesitaba la gracia de Dios, al igual que el resto de nosotros, considera tu propia vida y hazte esta pregunta: ¿Podría decirse de mí que soy, como Noé, “justo”, “perfecto” y que camino “con Dios”? Escribe tus argumentos para cualquier postura que adoptes y (si te sientes cómodo) compártelas con la clase el sábado.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Noé permaneció firme como una roca en medio de la tempestad. Toda clase de impiedad y corrupción moral lo circundaba; pero en medio del desprecio y el ridículo popular, en medio de la desobediencia e impiedad universal, Noé se destacaba por su santa integridad y su fidelidad inquebrantable. Mientras el mundo que lo rodeaba ignoraba a Dios y gozaba con toda clase de perversión extravagante que lo condujo a la violencia y a crímenes de toda especie, el fiel predicador de justicia comunicó a esa generación que un diluvio de agua inundaría la tierra a causa de la tremenda maldad de sus habitantes. Los invitó a creer en Dios y a arrepentirse, y a encontrar refugio en el arca.

El mensaje que predicaba era una viva realidad para Noé. En medio de las burlas y de las chanzas del mundo, fue un testigo inflexible de Dios. Su humildad y su justicia contrastaban claramente con los crímenes repugnantes, las intrigas y la violencia que se practicaba continuamente a su alrededor. Poder acompañaba sus palabras; porque era la voz de Dios a través de su siervo. El vínculo con Dios lo fortaleció con el vigor del poder infinito… Cuán sencilla y semejante a la de un niño fue la fe de Noé, en medio de la incredulidad y de las burlas del mundo (Reflejemos a Jesús, p. 314).

Noé no asoció con su mensaje los agradables y complacientes engaños de Satanás. No reprodujo el sentimiento de muchos que en esos días sostenían que la misericordia de Dios era tan grande que Él no haría una obra tan terrible. Muchos afirmaron que Dios concedería a los impíos otro período de prueba; pero Noé no los tranquilizó ni alentó en ellos la más mínima esperanza de que quienes descuidaran la oportunidad presente, rechazaran la verdad presente, fueran favorecidos con otra oportunidad de salvación… Él conocía el poder de Dios, y comprendía que Dios cumpliría su palabra. Su temor de Dios no lo alejó del Creador, antes lo acercó más a él y lo condujo a derramar su alma en ferviente súplica (Reflejemos a Jesús, p. 315).

La pluma inspirada, fiel a su tarea, nos habla de los pecados que vencieron a Noé, Lot, Moisés, Abraham, David y Salomón, y hasta nos cuenta que aun el enérgico espíritu de Elías se abatió bajo la tentación durante su terrible prueba. Están fielmente registradas la desobediencia de Jonás y la idolatría de Israel. La negación de Pedro, la aguda contienda que hubo entre Pablo y Bernabé, las flaquezas de los profetas y los apóstoles, todo queda revelado por el Espíritu Santo, que descorre el velo del corazón humano. Ante nosotros se expone la vida de los creyentes, con todos sus defectos e insensateces, que están destinados a ser una lección para todas las generaciones que los habían de seguir. Si hubiesen sido perfectos, habrían sido sobrehumanos, y nuestra naturaleza pecaminosa nos haría desesperar de llegar jamás a tal punto de excelencia. Pero al ver cómo lucharon y cayeron, cómo cobraron nuevamente ánimo y vencieron por la gracia de Dios, cobramos aliento para avanzar contra los obstáculos que la naturaleza degenerada coloca en nuestro camino (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 15).


Martes 13 de abril___________________________________________________________

EL PACTO CON NOÉ

“Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo” (Gén. 6:18).

En este versículo tenemos los fundamentos del Pacto bíblico que Dios hace con la humanidad: Dios y la humanidad concertan un acuerdo. Muy simple.

Sin embargo, hay más elementos de los que se ven a simple vista. Por empezar, está el elemento de la obediencia por parte de la humanidad. Dios dice a Noé que él y su familia entrarán en el arca. Tienen su parte que hacer, y si no la cumplen, el pacto se rompería. Si el pacto se rompe, ellos serían los perdedores en última instancia, porque son los beneficiarios del pacto. A fin de cuentas, si Noé le hubiese dicho que no a Dios y no hubiese querido acatar el pacto, o hubiese dicho que sí, pero luego cambiara de opinión, ¿cuáles habrían sido los resultados para él y su familia?

Dios dice que es “mi pacto”. ¿Qué nos dice esto sobre la naturaleza básica del Pacto? ¿Qué diferencia habría en nuestro concepto del Pacto si el Señor lo hubiera llamado “nuestro pacto”?

Independientemente de la particularidad de esta situación, aquí vemos la dinámica básica divino-humana que se encuentra en el Pacto. Al establecer “mi pacto” con Noé, Dios muestra nuevamente su gracia. Demuestra que está dispuesto a tomar la iniciativa para salvar a los seres humanos de los resultados de sus pecados. En resumen, este Pacto no debe verse como una especie de unión entre iguales, en la que cada “socio” del Pacto depende del otro. Podríamos decir que Dios “se beneficia” del Pacto, pero solo en un sentido radicalmente diferente del que lo hacen los seres humanos. Él se beneficia porque aquellos a quienes ama recibirán la vida eterna, una satisfacción no pequeña para el Señor (Isa. 53:11). Pero eso no quiere decir que él se beneficie de la misma manera que nos beneficiamos nosotros, que estamos en el extremo receptor del mismo Pacto.

Considera esta analogía: un hombre se cayó de un barco en medio de una tormenta. Alguien desde la cubierta dice que le arrojará un salvavidas para subirlo. Sin embargo, el que está en el agua tiene que estar de acuerdo con su parte del “trato”; es decir, asir y aferrarse a lo que se le ha proporcionado. En cierto modo, de eso se trata el Pacto entre Dios y la humanidad.

¿Cómo te ayuda esa analogía a entender el concepto de la gracia presente en el Pacto? ¿Cómo te ayuda a comprender en qué debe basarse tu relación con Dios, incluso en este momento?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

La combinación de la fe y las obras de Noé condenó al mundo. No solo predicó la verdad presente apropiada para su época, sino que puso en práctica cada sermón que pronunció. Aunque nunca hubiera elevado su voz para formular sus amonestaciones, sus obras, su carácter santo en medio de los corruptos e impíos, habrían sido sermones condenatorios para los incrédulos y disolutos de aquella época. Soportó con paciencia y humildad semejante a la de Cristo las provocaciones, los insultos, las burlas y los escarnios. A menudo se escuchaba su voz elevada a Dios en oración, pidiendo su poder y ayuda a fin de poder cumplir todos los mandamientos de Dios. Esto era un poder condenador para los incrédulos (This Day With God, p. 235; parcialmente en Cada día con Dios, p. 233).

El mundo ha llegado a ser temerario en la transgresión de la ley de Dios. A causa de la larga clemencia divina, los hombres han pisoteado su autoridad. Se han fortalecido mutuamente en la opresión y la crueldad que ejercen contra su herencia… Pero existe una línea que no pueden traspasar. Se acerca el tiempo en que llegarán al límite prescrito. Aun ahora casi han pasado los límites de la paciencia de Dios, los límites de su gracia y misericordia. El Señor se interpondrá para defender su propio honor, para librar a su pueblo, y para reprimir los desmanes de la injusticia.

En los días de Noé, los hombres habían descuidado la ley de Dios hasta que casi todo recuerdo del Creador había desaparecido de la tierra. Su iniquidad alcanzó tal grado que el Señor trajo un diluvio sobre la tierra que arrasó a todos sus impíos habitantes.

En diversas edades el Señor ha hecho conocer la forma en que obra. Cuando ha llegado una crisis, él se ha manifestado, y se ha interpuesto para estorbar la ejecución de los planes de Satanás. En el caso de naciones, familias e individuos, permitió a menudo que las cosas llegaran a una crisis, y entonces su intervención se efectuó en forma notable. En esas ocasiones él ha manifestado que hay un Dios en Israel que hará que su ley permanezca incólume y defenderá a su pueblo (Palabras de vida del gran Maestro, p. 141).

Cuando Adán y Eva fueron creados recibieron el conocimiento de la ley de Dios; conocieron los derechos que la ley tenía sobre ellos; sus preceptos estaban escritos en sus corazones. Cuando el hombre cayó a causa de su transgresión, la ley no fue cambiada, sino que se estableció un sistema de redención para hacerle volver a la obediencia. Se le dio la promesa de un Salvador, y se establecieron sacrificios que dirigían sus pensamientos hacia el futuro, hacia la muerte de Cristo como supremo sacrificio…

Adán enseñó a sus descendientes la ley de Dios, y así fue transmitida de padres a hijos durante las siguientes generaciones. No obstante las medidas bondadosamente tomadas para la redención del hombre, pocos la aceptaron y prestaron obediencia. Debido a la transgresión, el mundo se envileció tanto que fue menester limpiarlo de su corrupción mediante el diluvio. La ley fue preservada por Noé y su familia, y Noé enseñó los diez mandamientos a sus descendientes (Historia de los patriarcas y profetas, p. 378).


Miércoles 14 de abril________________________________________________________

LA SEÑAL DEL ARCO IRIS

“Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra” (Gén. 9:12, 13).

Pocos fenómenos naturales son más hermosos que el arco iris. ¿Quién no recuerda, de cuando era niño, la primera fascinación y asombro cuando esas asombrosas franjas de luz se arqueaban a través del firmamento como una especie de portal místico que invita al cielo (o tal vez, simplemente como el cinturón de un payaso)? Incluso como adultos, ver esos colores extravagantes en las nubes puede dejarnos sin aliento. No es de extrañar que incluso hoy el arco iris se utilice como símbolo para tantas cosas: desde organizaciones políticas, sectas, bandas de rock, y hasta agencias de viajes (busca la palabra “arco iris” en la web, y lo verás). Obviamente, esas hermosas franjas de color todavía tocan acordes en nuestro corazón y en nuestra mente.

Por supuesto, ese era el objetivo de Dios.

¿Por qué dijo el Señor que el arco iris sería una señal? Génesis 9:12-17.

Génesis 9:12-17

12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. 14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.

El Señor dijo que usaría el arco iris como una señal “del pacto mío” (Gén. 9:15). Es interesante que utilice la palabra pacto aquí porque, en este caso, el pacto difiere de cómo se usa en otros lugares. En contraste con el pacto con Abraham o el pacto del Sinaí, no hay una obligación específica expresada por parte de aquellos que se beneficiarían del pacto (incluso Noé). Las palabras de Dios aquí son para todos, para “todo ser viviente de toda carne” (Gén. 9:15) “por siglos perpetuos” (Gén. 9:12). Las palabras de Dios son universales, abarcadoras, independientemente de si alguien elige obedecer al Señor o no. En este sentido, el concepto de pacto no se usa como en otras partes de la Biblia que hablan de la relación entre Dios y los seres humanos.

¿En qué sentido este pacto también revela la gracia de Dios? ¿Quién inició este pacto? ¿Quién es el máximo benefactor?

Aunque el pacto, según se expresa aquí, no se presenta con obligaciones específicas para la parte que nos toca a nosotros (la parte de Dios, por supuesto, es no destruir nunca más el mundo con un diluvio), el hecho de conocer lo que simboliza el arco iris, ¿cómo podría influir sobre nosotros para vivir en obediencia al Señor? En otras palabras, ¿hay algunas obligaciones implícitas de nuestra parte cuando miramos al cielo y vemos el arco iris? Piensa en el contexto en el que se dio el arco iris y las lecciones que podemos aprender de ese relato.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En su regocijo por verse libre, Noé no se olvidó de Aquel en virtud de cuyo misericordioso cuidado habían sido protegidos. Su primer acto después de salir del arca fue construir un altar y ofrecer un sacrificio de toda clase de bestias y aves limpias, con lo que manifestó su gratitud hacia Dios por su liberación, y su fe en Cristo, el gran sacrificio. Esta ofrenda agradó al Señor y de esto se derivó una bendición, no solo para el patriarca y su familia, sino también para todos los que habrían de vivir en la tierra. “Y percibió Jehová olor de suavidad; y dijo Jehová en su corazón: No tornaré más a maldecir la tierra por causa del hombre… Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor, verano e invierno, y día y noche, no cesarán”. Génesis 8:21, 22.

En esto había una lección para las futuras generaciones. Noé había tornado a una tierra desolada; pero antes de preparar una casa para sí, construyó un altar para Dios. Su ganado era poco, y había sido conservado con gran esfuerzo. No obstante, con alegría dio una parte al Señor, en reconocimiento de que todo era de él. Asimismo nuestro primer deber consiste en dar a Dios nuestras ofrendas voluntarias. Toda manifestación de su misericordia y su amor hacia nosotros debe ser reconocida con gratitud, mediante actos de devoción y ofrendas para su obra (Historia de los patriarcas y profetas, p. 96).

¡Qué compasión con el hombre falible fue poner el hermoso y multicolor arco iris en las nubes como prueba del pacto del gran Dios con el hombre! Ese arco debía manifestar a todas las generaciones el hecho de que Dios destruyó a los habitantes de la tierra mediante un diluvio a causa de su gran maldad. Era su propósito que cuando los niños de las generaciones sucesivas lo vieran en las nubes y preguntaran por qué se extendía por los cielos ese magnífico arco, sus padres se refirieran a la destrucción del mundo antiguo por medio del diluvio porque la gente se había entregado a toda clase de impiedad, y las manos del Altísimo le habían dado forma y lo habían colocado en el cielo como señal de que Dios nunca más enviaría las aguas de un diluvio sobre la tierra.

Ese símbolo que aparece en las nubes debe confirmar la fe de todos y afianzar su confianza en Dios, pues es una prueba de la misericordia y la bondad divinas hacia el hombre, y que aunque el Señor se vio obligado a destruir la tierra por medio del diluvio, su misericordia sigue envolviendo el planeta. Dios dijo que se acordaría del hombre cuando viera el arco en las nubes. No debemos entender que alguna vez se iba a olvidar de él. No. Lo que ocurre es que habla con el hombre en su propio idioma, para que este lo pueda comprender mejor (La historia de la redención, p. 73).

Las palabras y promesas de Dios son el único fundamento de nuestra fe. Tomad la palabra de Dios como verdad, como una voz viva que os habla, y obedeced fielmente cada requerimiento. Dios, que ha prometido, es fiel… La debilidad de nuestra fe limita nuestras bendiciones. Dios no está maldispuesto para dar; él es el manantial de poder (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 80).


Jueves 15 de abril___________________________________________________________

“QUEDÓ SOLAMENTE NOÉ”

“Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca” (Gén. 7:23).

En este versículo se encuentra la primera mención del concepto de “remanente” en las Escrituras. La palabra traducida “quedó” proviene de otra palabra cuyas raíces se usan muchas veces en el Antiguo Testamento donde se transmite la idea de un remanente.

“Dios me envió delante de ustedes para preservarles un remanente en la tierra, y para guardarlos con vida mediante una gran liberación” (Gén. 45:7, NBLA; cursiva añadida).

“Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes” (Isa. 4:3; énfasis añadido).

“Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede” (Isa. 11:11; énfasis añadido).

Analiza Génesis 7:23 y los otros ejemplos. ¿Cómo entiendes el concepto de remanente aquí? ¿Cuáles fueron las condiciones circundantes que dieron lugar a un remanente? ¿Cómo encaja el Pacto con la idea de un remanente?

Al momento del Diluvio, el Creador del mundo llegó a ser el Juez del mundo. El juicio mundial que se acercaba planteaba la cuestión de si toda la vida en la Tierra, incluso la vida humana, sería destruida. Si no, ¿quiénes serían los sobrevivientes? ¿Quién sería el remanente?

En este caso, fueron Noé y su familia. Sin embargo, la salvación de Noé estaba vinculada al pacto de Dios con él (Gén. 6:18); un pacto que tuvo su origen en un Dios de misericordia y gracia, y que fue ejecutado por él. Sobrevivieron solo por lo que Dios hizo por ellos, aunque su cooperación fue importante. Más allá de cuáles fueran las obligaciones del pacto de Noé, y sin importar con cuánta fidelidad las cumplió, su única esperanza estaba en la misericordia de Dios.

Sobre la base de nuestra interpretación de los acontecimientos de los últimos días, que incluye un momento en que Dios tendrá un remanente (ver Apoc. 12:17), ¿qué paralelismos podemos extraer de la historia de Noé que nos ayudarán a prepararnos para ser parte del Remanente? ¿En qué medida tomamos decisiones a diario que podrían impactar sobre de qué lado estaremos finalmente en ese momento?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Se destruyó a los habitantes del mundo de Noé debido a que, después de habérseles concedido un período de 120 años durante el cual elegir entre el bien y el mal, deliberadamente escogieron seguir caminos malvados. Fueron destruidos por el diluvio porque no aprovecharon la oportunidad que Dios les dio para arrepentirse y volver a él.

Ahora como entonces, antes de la gran destrucción del mundo por medio del fuego, se ha concedido un período de prueba y de gracia. Se da a los hombres la oportunidad de mostrar si serán o no leales a Dios. Satanás está tratando de hacer que los que están en posiciones de confianza busquen la regeneración del mundo mediante planes de su propia invención. Estos hombres quieren ser reformadores, pero fracasan porque no orientan sus esfuerzos de acuerdo con las instrucciones de Cristo. ¿Podrían ellos reformar a otros cuando no se reforman a sí mismos?…

Como testigos de Dios, tenemos un mensaje que llevar a todo el mundo. El Señor tiene muchos hijos que nunca escucharon la verdad para este tiempo. Los siervos de Dios deben darles la advertencia final (Alza tus ojos, p. 86).

Para la iglesia de Dios, que custodia su viña en la tierra hoy, resultan de un valor especial los mensajes de consejo y admonición dados por los profetas que presentaron claramente el propósito eterno del Señor en favor de la humanidad. En las enseñanzas de los profetas, el amor de Dios hacia la raza perdida y el plan que trazó para salvarla quedan claramente revelados. El tema de los mensajeros que Dios envió a su iglesia a través de los siglos transcurridos fue la historia del llamamiento dirigido a Israel, sus éxitos y fracasos, cómo recobró el favor divino, cómo rechazó al Señor de la viña y cómo el plan secular será realizado por un remanente piadoso en favor del cual se cumplirán todas las promesas del pacto…

Espere Israel en Dios. El Señor de la viña está ahora mismo juntando de entre los hombres de todas las naciones y todos los pueblos los preciosos frutos que ha estado aguardando desde hace mucho. Pronto vendrá a los suyos; y en aquel alegre día se habrá cumplido finalmente su eterno propósito para la casa de Israel (Profetas y reyes, pp. 15, 16).

Contemplad la cruz del Calvario. Es una garantía permanente del ilimitado amor, la inconmensurable misericordia del Padre celestial. Ojalá todos se arrepintieran e hicieran sus primeras obras. Cuando hagan esto las iglesias, amarán a Dios por sobre todas las cosas y a sus prójimos como a sí mismos… El pueblo de Dios habitará en Cristo, será revelado el amor de Jesús, y un Espíritu animará todos los corazones regenerando y renovando a todos a la imagen de Cristo, modelando de igual manera todos los corazones. Como ramas vivientes de la Vid verdadera, todos se unirán con Cristo: la cabeza viviente. Cristo morará en cada corazón, guiando, consolando, santificando y presentando al mundo la unidad de los seguidores de Jesús, lo que así dará testimonio de que las credenciales celestiales son proporcionadas a la iglesia remanente. La unidad de la iglesia de Cristo demostrará que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo (Mensajes selectos, t. 1, pp. 451, 452).


Viernes 16 de abril___________________________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, “El Diluvio”, pp. 78-94; y “Después del Diluvio”, pp. 95-101.

“El arco iris, un fenómeno físico natural, es un símbolo adecuado de la promesa de Dios de no volver a destruir la Tierra mediante un diluvio. Puesto que las condiciones climáticas serían diferentes después del Diluvio, y en la mayoría de las partes del mundo las lluvias tomarían el lugar del anterior y benéfico rocío para humedecer la tierra, convenía que Dios utilizara algún medio para aquietar los temores de los hombres cada vez que comenzara a llover. Toda persona que así lo desee puede ver en los fenómenos naturales la revelacion de Dios mismo (ver Rom. 1:20). De esa manera, el arco iris es para el creyente la evidencia de que la lluvia traerá bendición, y no destrucción universal” (Comentarios de Elena de White en CBA 1:277).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. “En aquellos días el mundo bullía, la gente se multiplicaba, el mundo bramaba como un toro salvaje, y el gran dios se enardeció con el clamor. Enlil oyó el clamor y les dijo a los dioses del concilio: ‘El alboroto de la humanidad es intolerable y ya no es posible dormir debido a babel’. Así que los dioses acordaron exterminar al hombre” (“The Story of the Flood”, en The Epic of Gigamesh, p. 108). Compara esta versión sobre la razón del Diluvio con la razón que da la Biblia.
  2. Noé hizo más que advertir a su generación del juicio inminente de Dios. El propósito de su advertencia era ayudar a la gente a sentir su necesidad de salvación. ¿Por qué las verdades de la salvación generalmente no son populares? Enumera y analiza algunas cosas que impiden que muchos acepten el plan de Dios para su salvación. Ver Juan 3:19; 7:47, 48; Juan 12:42, 43; Santiago 4:4.

Resumen: En el estudio de esta semana, hemos notado que los pactos que Dios hizo con Noé son los primeros que se abordan explícitamente en la Biblia. Muestran su misericordioso interés en la familia humana y su deseo de entablar una relación salvífica con ella. Dios ratificó su pacto con Noé, y fue el compromiso de Noé con Dios lo que lo protegió de la apostasía imperante y finalmente salvó a él y a su familia del devastador juicio del Diluvio.

“Ese símbolo [el arco iris] que aparece en las nubes debe confirmar la fe de todos y afianzar su confianza en Dios, pues es una prueba de la misericordia y la bondad divinas hacia el hombre; y que aunque el Señor se vio obligado a destruir la Tierra por medio del Diluvio, su misericordia sigue envolviendo el planeta” (HR 72, 73).


COMENTARIO DEL VIDEO:

EL CRISTIANISMO SIEMPRE HA EXISTIDO

El Dios que anduvo con Enoc era nuestro Dios y Salvador Jesucristo. Era la luz del mundo como lo es ahora. Los que vivían entonces no estuvieron sin maestros que los instruyesen en la senda de la vida; porque Noé y Enoc eran cristianos. El Evangelio se da en preceptos en Levítico. Se requiere ahora obediencia implícita como entonces. ¡Cuán esencial es que comprendamos la importancia de esta palabra!   CPI 161.1.  Consejos para la Iglesia

 

MATUSALEN Y NOE TRABAJABAN JUNTOS

Noé y su familia no estaban solos al temer y obedecer a Dios. Pero el patriarca era el más piadoso y santo de todos los hombres de la tierra, y a él preservó Dios para que llevara a cabo su voluntad al construir el arca y advertir al mundo acerca de su próxima condenación. Matusalén, el abuelo de Noé, vivió hasta el mismo año cuando ocurrió el diluvio; y hubo otros que creyeron en la predicación de Noé y le ayudaron en la construcción del arca, que murieron antes que las aguas de éste cayeran sobre la tierra. Condenó al mundo por su predicación y su ejemplo al construir el arca.   HR. 65.1

Matusalén y sus hijos y nietos vivieron en el tiempo cuando se construyó el arca. Ellos, con algunos otros, recibieron instrucciones de Noé, y lo ayudaron a construir el arca.—Spiritual Gifts 3:59, 60.

ENOC FUE EL PRIMERO EN SABER DEL DILUVIO

En medio de la corrupción reinante, Matusalén, Noé y muchos más, trabajaron para conservar el conocimiento del verdadero Dios y para detener la ola del mal. Ciento veinte años antes del diluvio, el Señor, mediante un santo ángel, comunicó a Noé su propósito, y le ordenó que construyese un arca. Mientras la construía, había de predicar que Dios iba a traer sobre la tierra un diluvio para destruir a los impíos. Los que creyesen en el mensaje, y se preparasen para ese acontecimiento mediante el arrepentimiento y la reforma, obtendrían perdón y serían salvos. Enoc había repetido a sus hijos lo que Dios le había manifestado tocante al diluvio, y Matusalén y sus hijos, que alcanzaron a oír las prédicas de Noé, le ayudaron en la construcción del arca.

PP54  81.5

Enoc anduvo con Dios, y ya no fué hallado, porque Dios lo llevó consigo. A él fué confiado el mensaje de la segunda venida de Cristo. “De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares.” El mensaje predicado por Enoc, y su traslado al cielo, fueron un argumento convincente para todos los que vivían en su tiempo; fueron un argumento que Matusalén y Noé pudieron usar con poder para demostrar que los justos podían ser trasladados.   4TS. 397.1

HUBIERAN SIDO PERDONADOS SI SE HUBIERAN ARREPENTIDO

Si los antediluvianos hubieran creído la advertencia y se hubiesen arrepentido de sus obras impías, el Señor habría desistido de su ira, como lo hizo más tarde con Nínive. Pero con su obstinada resistencia a los reproches de la conciencia y a las advertencias del profeta de Dios, aquella generación llenó la copa de su iniquidad y maduró para la destrucción. Su tiempo de gracia estaba a punto de concluir. Noé había seguido fielmente las instrucciones que había recibido de Dios. El arca se terminó en todos sus aspectos como Dios lo había mandado, y fue provista de alimentos para los hombres y las bestias. Y entonces el siervo de Dios dirigió su última y solemne súplica a la gente. Con anhelo indecible, les rogó que buscaran refugio mientras era posible encontrarlo. Nuevamente rechazaron sus palabras, y alzaron sus voces en son de burla y de mofa.  PP 74.4

La Historia de la Redención.

{} =TEXTOS INSERTADOS EN EL CAPITULO “LOS ANIMALES ENTRAN AL ARCA”

Los animales entran en el Arca

Se enviaron ángeles para reunir en los bosques y los campos a los animales que Dios había creado. Iban delante de ellos, y éstos los seguían, de dos en dos, macho y hembra, y los animales limpios en grupos de a siete. Esos animales, desde los más feroces hasta los más mansos e inofensivos, entraron solemne y pacíficamente en el arca. El cielo parecía cubierto de aves de todas clases. Llegaron volando hasta el arca, de dos en dos, macho y hembra, y de las aves limpias en grupos de a siete. El mundo los contemplaba maravillado, algunos con temor, pero se habían endurecido tanto en su rebelión, que esa suprema manifestación del poder de Dios tuvo sólo una influencia momentánea sobre ellos. Durante siete días los animales llegaron hasta el arca, y Noé los acomodó en los lugares que les había preparado.

Mientras la raza condenada contemplaba el sol que brillaba con toda su gloria, y la tierra revestida de una belleza casi edénica, ahuyentó sus crecientes temores con diversiones ruidosas, y mediante sus actos de violencia parecían invocar sobre sí la caída de la ya presente ira de Dios.

{Cuando vieron a las bestias venir de los bosques hacia la puerta del arca, y a Noé llevarlas adentro, habían resistido y negado por tanto tiempo el mensaje que Dios les había dado, que… su conciencia ya no reaccionaba (Carta 108, 1896).}

Todo estaba listo entonces para cerrar el arca, cosa que Noé no podía hacer desde su interior. La mofadora multitud vio un ángel que descendió del cielo revestido de un resplandor semejante al de un relámpago. Cerró la maciza puerta exterior, y emprendió de nuevo su viaje rumbo al cielo.

{LA DESPEDIDA

Llegó el momento cuando la última invitación de Noé se extendió a la raza culpable. Una vez más les suplicó que prestaran atención al mensaje de advertencia y que buscaran refugio en el arca. Extendió sus manos suplicantes con voz saturada de simpatía. Con labios temblorosos y ojos llenos de lágrimas les comunicó que su obra estaba terminada, pero las burlas, los escarnios y los insultos, pronunciados en alta voz y más decididos que nunca, se amontonaron sobre Noé. El entusiasmo, el fanatismo y la locura llenaron su oído. Se despidió de ellos. Junto con su familia entró en el arca y Dios cerró la puerta, y la puerta que se cerró detrás de Noé dejó el mundo afuera. Una puerta se cerró en tiempos de Noé. Y el Señor la cerró tras él. En aquella época Dios había abierto una puerta para que los habitantes del mundo antiguo pudieran encontrar refugio si creían en el mensaje que les había enviado. Pero esa puerta se había cerrado ahora y nadie la podía abrir. El tiempo de prueba había terminado.

CDCD 233.2. Cada dia con Dios}

La familia de Noé estuvo siete días en el arca antes que la lluvia comenzara a descender sobre la tierra. En ese tiempo se prepararon para su larga permanencia en ella mientras las aguas cubrieran la tierra. Fueron días de blasfemas diversiones para la multitud incrédula. Puesto que la profecía de Noé no se cumplió inmediatamente después de su entrada en el arca, ésta creía que el patriarca estaba engañado y que era imposible que el mundo pudiera ser destruido por un diluvio. Antes de eso no había habido lluvia sobre la tierra. Una especie de vapor surgía de las aguas, que Dios hacía descender de noche como rocío, para revitalizar la vegetación y hacerla florecer.

 A pesar de la solemne demostración del poder de Dios que habían contemplado, de la inusitada presencia de los animales que venían de los bosques y los campos en dirección del arca, del ángel de Dios que descendió del cielo revestido de luz y terrible majestad para cerrar la puerta, los impíos endurecieron su corazón y continuaron divirtiéndose y mofándose de las manifestaciones del poder divino.

{Pero al octavo día oscuros nubarrones cubrieron los cielos. Y comenzó el estallido de los truenos y el centellear de los relámpagos. Pronto grandes gotas de agua comenzaron a caer. Nunca había presenciado el mundo cosa semejante y el temor se apoderó del corazón de los hombres. Todos se preguntaban secretamente: “¿Será posible que Noé tuviera razón y que el mundo se halle condenado a la destrucción?” El cielo se oscurecía cada vez más y la lluvia caía más aprisa. Las bestias rondaban presas de terror, y sus discordantes aullidos parecían lamentar su propio destino y la suerte del hombre. Entonces “fueron rotas todas las fuentes del gran abismo y abiertas las cataratas de los cielos”. Vers. 11. El agua se veía caer de las nubes cual enormes cataratas. Los ríos se salieron de madre e inundaron los valles. Torrentes de aguas brotaban de la tierra con fuerza indescriptible, arrojando al aire, a decenas de metros, macizas rocas, que al caer se sepultaban profundamente en el suelo.   PP 76.2 }

Noé y su familia esperaban ansiosamente que bajasen las aguas; pues anhelaban volver a pisar tierra firme. Cuarenta días después que se hicieron visibles las cimas de las montañas, enviaron un cuervo, ave de olfato delicado, para ver si la tierra ya estaba seca. No encontrando más que agua, el ave continuó yendo y viniendo. Siete días después, se envió una paloma, la cual al no encontrar dónde posarse, regresó al arca. Noé esperó siete días más, y nuevamente envió la paloma. Cuando ésta regresó por la tarde con una hoja de olivo en el pico, hubo gran alborozo en el arca. Más tarde “quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba enjuta.” Génesis 8:13. Todavía esperó pacientemente dentro del arca. Como había entrado obedeciendo un mandato de Dios, esperó hasta recibir instrucciones especiales para salir.  PP54 95.3

37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,

39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

MATEO 24

Es necesario que comamos y bebamos para tener fuerza física para servir al Señor, pero cuando transformamos nuestro comer en glotonería, sin pensar en agradar a nuestro Padre celestial, comiendo aquello que agrada a nuestro gusto, estamos haciendo como en los días de Noé. Manuscrito 16, 1895, p. 5.

  

El matrimonio es santo y legítimo

En sí el comer y el beber no encierran pecado, ni tampoco lo hay en casarse y darse en casamiento. Era lícito casarse en tiempo de Noé, y lo es también ahora, si lo lícito se trata debidamente y no se lleva al exceso pecaminoso. Pero en días de Noé los hombres se casaban sin consultar a Dios ni procurar su dirección y consejo.

El hecho de que todas las relaciones de la vida son de índole transitoria debe ejercer una influencia modificadora sobre todo lo que hacemos y decimos. En tiempos de Noé, lo que hacía pecaminoso el casamiento delante de Dios era el amor desordenado y excesivo por lo que en sí era lícito cuando se hacía el debido uso de ello. Son muchos en esta época del mundo los que pierden su alma al dejarse absorber por los pensamientos referentes al casamiento y a la relación matrimonial.

La relación matrimonial es santa, pero en esta época degenerada cubre toda clase de vileza. Se abusa de ella y esto ha llegado a ser un crimen que constituye ahora una de las señales de los postreros días, así como los matrimonios, según se realizaban antes del diluvio, eran entonces un crimen. Cuando se comprendan la naturaleza sagrada y los requisitos del matrimonio, éste resultará aun ahora aprobado por el Cielo; y acarreará felicidad a ambas partes, y Dios será glorificado.      Consejos para la Iglesia

En los días de Noé, el deseo desordenado y excesivo de lo que en sí mismo era legítimo cuando se lo usaba correctamente, hizo que el matrimonio fuera pecaminoso delante de Dios. Hay muchos que están perdiendo su alma en esta época del mundo al ser absorbidos por el pensamiento del matrimonio y de la relación matrimonial en sí misma […].  1 MCP 226.3

 

 Dios ha puesto a los hombres en el mundo, y es el privilegio de ellos comer, beber, comerciar, casarse y ser dados en casamiento; pero sólo es seguro hacer estas cosas en el temor de Dios. Deberíamos vivir en este mundo teniendo en cuenta el mundo eterno.—The Review and Herald, 25 de septiembre de 1888.

“Se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos”. vers. 27. Ahora vemos las mismas manifestaciones con respecto al matrimonio. Los jóvenes, y aun los hombres y las mujeres que deberían ser sabios y juiciosos actúan como si estuvieran hechizados en este asunto. Un poder satánico parece haber tomado posesión de ellos. Se constituyen los matrimonios más imprudentes. No se consulta a Dios. Los sentimientos humanos, los deseos y pasiones derriban todo lo que está delante de ellos, hasta que el molde está puesto. El resultado de este estado de cosas es una miseria indescriptible, y se deshonra a Dios. Los votos matrimoniales cubren toda clase de abominaciones lujuriosas. ¿No habrá un cambio decidido con relación a este asunto?—Carta 74, 1896.

LIBRO RECOMENDADO PARA  LEER POR LOS MATRIMONIOS:

Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio

El matrimonio no es una licencia para dar rienda suelta a las pasiones sensuales—Muy pocos consideran qué es un deber religioso gobernar sus pasiones. Se han unido en matrimonio con el objeto de su elección, y por lo tanto, razonan que el matrimonio santifica la satisfacción de las pasiones más bajas. Aun hombres y mujeres que profesan piedad, dan rienda suelta a sus pasiones concupiscentes, y no piensan que Dios los tiene por responsables del desgaste de la energía vital que debilita su resistencia y enerva todo el organismo.  1 MCP 89. 227.1

El pacto matrimonial cubre pecados del más vil carácter. Hombres y mujeres que profesan ser piadosos degradan su propio cuerpo por la satisfacción de pasiones corrompidas, y así se rebajan a un nivel más bajo que el de los brutos. Abusan de las facultades que Dios les ha dado para que las conserven en santificación y honra. Sacrifican la vida y la salud sobre el altar de las bajas pasiones. Someten las facultades superiores y más nobles a las propensiones animales. Los que así pecan ignoran el resultado de su conducta.—Joyas de los Testimonios 1:264 (1870).

La necesaria distinción entre el amor y la concupiscencia—No es amor puro el que impulsa a un hombre a hacer de su esposa un instrumento que satisfaga su concupiscencia. Es expresión de las pasiones animales que claman por ser satisfechas.

¡Cuán pocos hombres manifiestan su amor de la manera especificada por el apóstol: “Así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella [no para contaminarla], sino para santificarla y limpiarla,” para “que fuese santa y sin mancha”! Esta es la calidad del amor que en las relaciones matrimoniales Dios reconoce como santo. El amor es un principio puro y sagrado; pero la pasión concupiscente no admite restricción, no quiere que la razón le dicte órdenes ni la controle. No vislumbra las consecuencias; no quiere razonar de la causa al efecto. Muchas mujeres están sufriendo de gran debilidad y constantes enfermedades debido a que se han despreciado las leyes de su ser; y se han pisoteado las leyes de la naturaleza. Hombres y mujeres despilfarran la fuerza nerviosa del cerebro, y la ponen en acción antinatural para satisfacer las pasiones bajas; y este monstruo odioso, la pasión baja y vil, recibe el nombre delicado de amor.—Joyas de los Testimonios 1:265, 266 (1870).

Mantener las confidencias dentro del sagrado círculo familiar—Alrededor de cada familia se extiende un círculo sagrado que no debe romperse. Nadie tiene derecho a entrar en este círculo. No permitan el marido ni la mujer que un extraño comparta las confidencias que a ellos solos importan.—El Ministerio de Curación, 279 (1905).

Cuándo pueden ser liberados los afectos—Deberían mantenerse sujetos los afectos juveniles hasta que llegue el tiempo en que la edad y la experiencia suficientes permitan liberarlos con honra y seguridad.—Mensajes para los Jóvenes, 449 (1864).

sgos clandestinos

Un joven que goza de la sociedad y gana la amistad de una señorita, sin que lo sepan los padres de ella, no actúa en forma noble y cristiana hacia ella o sus padres. Mediante comunicaciones y encuentros secretos puede obtener influencia sobre la mente de ella; pero al hacerlo deja de manifestar esa nobleza e integridad que cada hijo de Dios debe poseer. A fin de cumplir sus propósitos, actúan en forma que no es franca y abierta ni de acuerdo con las normas bíblicas, y se demuestran desleales a los que los aman y tratan de ser sus fieles protectores. Los casamientos realizados en estas circunstancias no están en armonía con la Palabra de Dios. El [joven] que quiere apartar a una hija del sendero del deber, que confunde las ideas de ella con respecto al claro y positivo mandato de Dios de obedecer y honrar a sus padres, no será fiel a sus obligaciones matrimoniales.—The Review and Herald, 26 de enero de 1886; Fundamentals of Christian Education, 101, 102.

LA PREDICACION DE NOE Y LA PREDICACION ADVENTISTA

En el tiempo de Noé, los habitantes del mundo se burlaban de lo que llamaban los temores supersticiosos y presentimientos del predicador de la justicia. Se le denunciaba como un visionario, fanático y alarmista. “Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.” Los hombres rechazarán en nuestra época el solemne mensaje de amonestación, como lo rechazaron en el tiempo de Noé. Se referirán a esos falsos maestros que predijeron el acontecimiento y citaron la fecha definida, y dirán que no tienen más fe en nuestra advertencia que en la de ellos. Tal es la actitud del mundo hoy. La incredulidad está muy difundida y la predicación de la venida de Cristo es asunto de burla y ridículo. Esto contribuye a que sea tanto más esencial que los que creen en la verdad presente manifiesten su fe por sus obras. Deben ser santificados por la verdad que profesan creer porque son en verdad sabor de vida para vida o de muerte para muerte.

3TS 307.2

 

Los justos y los impíos continuarán viviendo en la Tierra en su estado mortal; los hombres seguirán plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes todos ellos de que la decisión final e irrevocable ha sido pronunciada en el Santuario celestial. Antes del diluvio, después que Noé hubo entrado en el arca, Dios lo encerró en ella y dejó afuera a los impíos; pero por espacio de siete días la gente, sin saber que su sentencia estaba determinada, continuó en su despreocupada vida amante de los placeres y se mofaba de las advertencias de un juicio inminente. El Salvador dice: “Así será también la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:39. Silenciosamente, inadvertida como ladrón a medianoche, llegará la hora decisiva que marca el irrevocable destino de cada ser humano, el retiro final del ofrecimiento de misericordia dirigido a los culpables.  CES 123.2.  Cristo en su Santuario

Algunos hombres fueron profundamente convencidos, y hubieran atendido a las palabras de advertencia; pero fueron tantos los que levantaron su voz de chanza y de ridículo, que ellos participaron del mismo espíritu, resistieron las invitaciones de la misericordia, rehusaron reformarse, y muy pronto estuvieron entre los burladores más audaces y desafiantes; pues no hay hombres más temerarios, ni que lleguen a tales extremos en el pecado, como los que alguna vez participaron de la luz pero resistieron al Espíritu de Dios… Cuán sencilla y semejante a la de un niño fue la fe de Noé, en medio de la incredulidad y de las burlas del mundo… Brindó al mundo un ejemplo de lo que es creer exactamente lo que Dios dijo.—The Signs of the Times, 1 de abril de 1886.

 

“Velad, pues… para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo”. Marcos 13:35, 36. Peligrosa es la condición de quienes, cansándose de velar, se vuelven a los atractivos del mundo. Mientras el hombre de negocios está absorto en el afán de lucro, mientras el amante de los placeres está buscando cómo complacerse, mientras la esclava de la moda está renovando su vestuario, puede ser que en ese momento el Juez de toda la Tierra pronuncie la sentencia: “Has sido pesado en la balanza y has sido hallado falto”. Daniel 5:27 (VM).—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 533-545.

SINDICATOS??????

En todas nuestras grandes ciudades se producirá un tumulto por parte de las confederaciones y los sindicatos formados. El hombre gobernará a otros hombres y demandará mucho de ellos. La vida de los que se nieguen a unirse a estos sindicatos estará en peligro. Todo se está preparando para la última gran obra que ha de hacer Uno que es poderoso para salvar y poderoso para destruir […].  3MI 43.5.  Manuscritos Ineditos

Se me ha presentado el estado de cosas antes del diluvio. En los días de Noé existía el mismo agavillado en sindicatos que existe hoy. Pero nunca antes han tenido lugar transacciones tales como las que ahora se llevan a cabo en la selección de funcionarios para gobernar a la gente. Los que ocupan las posiciones más elevadas en los gobiernos revelan qué poca confianza puede poner Dios en su desempeño como gobernantes. MI 43.6

Estos sindicatos constituyen una de las señales de los últimos días. Los hombres están siendo unidos en atados, listos para ser quemados. Puede ser que sean miembros de la iglesia, pero mientras pertenezcan a esos sindicatos, no pueden guardar los mandamientos de Dios de ninguna manera, porque pertenecer a esos sindicatos significa despreciar todo el Decálogo.   3MI 44.2

 

 

La formación de estos sindicatos es uno de los últimos esfuerzos de Satanás. Dios emplaza a su pueblo a salir de las ciudades, aislándose del mundo. Llegará el momento en que tendrá que hacer esto. Dios cuidará de los que lo aman y guardan sus mandamientos.— Carta 26, 1903, pp. 2, 3 (al Hermano J. A. Burden y su esposa, 10 de diciembre de 1902).

NOTAS EXTRAS:

Pero como fue en los días de Noé, así será en la venida de Cristo. A medida que los hombres resistan el Espíritu de Dios, su Espíritu se manifestará cada vez menos en la tierra. Será un tiempo aterrador cuando los ángeles plieguen sus alas y cesen su solícito cuidado de aquellos que han resistido al Espíritu de Dios. Entonces será demasiado tarde para corregir los errores. Ya no habrá oraciones que intercedan por los que rechazan la luz. Las ciudades que nos rodean están llenas de maldad, y, después de que les haya dado el último mensaje de advertencia, ya no se darán más palabras de paz. Cristo viene, y Dios se reirá cuando venga el temor sobre ellos. Pero mientras continúe el tiempo de gracia, Cristo siempre está dispuesto a ayudamos a resistir el mal. Pero, ¡oh, cuánta iniquidad hay en el mundo! Ya es hora de que nos pongamos toda la armadura, no sea que seamos arrastrados por la corriente y seamos barridos con escobas de destrucción. Se guarda un historial de cómo tratamos al Espíritu de Dios. Nuestro carácter está registrado en los libros del cielo, igual que lo está nuestro rostro en las placas fotográficas de aquí. Así que en el cielo hay fotos de nuestro carácter, y por estos registros seremos juzgados. Que Dios nos ayude a cada uno a cumplir con nuestro deber y a prepararnos para lo que hay ante nosotros es mi oración.— Manuscrito 42, 1886, pp. 1-7 («The Ladder to Heaven» [La escalera al cielo], sermón en Nimes, Francia, 20 de octubre de 1886).

Capítulo 41—Alimentos a base de carne

Dios dio a nuestros primeros padres el alimento que él había establecido que la raza humana debía consumir. Era contrario a su plan que se quitara la vida a ningún ser viviente. No había de haber muerte en el Edén. El fruto de los árboles del huerto constituía el alimento exigido por las necesidades del hombre. Dios no dio al hombre permiso para consumir alimentos animales hasta después del diluvio. Todo aquello a base de lo cual el hombre pudiera subsistir había sido destruido, y por lo tanto el Señor, a causa de la necesidad humana, dio a Noé permiso para comer de los animales limpios que había llevado consigo en el arca. Pero el alimento animal no era el artículo de consumo más saludable para el hombre.

Después del diluvio la gente comía mayormente alimentos de origen animal. Dios vio que las costumbres del hombre se habían corrompido, y que él estaba dispuesto a exaltarse a sí mismo en forma orgullosa contra su Creador y a seguir los dictámenes de su propio corazón. Y permitió que la raza longeva comiera alimentos de origen animal para abreviar su existencia pecaminosa. Pronto, después del diluvio, la raza humana comenzó a decrecer en tamaño y longevidad.

      CPI Consejos para la Iglesia

En la “marcha de la muerte”—A fin de que los hombres no se den tiempo para meditar, Satanás los conduce al torbellino de la búsqueda de placeres y algazara, de comer y beber. Les inculca el deseo de hacer exhibiciones que exalten el yo Paso a paso, el mundo está llegando a las condiciones que existieron en los días de Noé. Se comete todo crimen concebible. La concupiscencia de la carne, la altivez de los ojos, la ostentación del egoísmo, el abuso del poder, la crueldad, … son todas obras de los agentes satánicos. A esa ronda de pecado y locura los hombres le llaman “vida”. …  TE 204.4.   La Temperancia

“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre”. Lucas 17:26. Dios tendrá un pueblo celoso para las buenas obras, firme en medio de las contaminaciones de esta época de degeneración. Habrá un pueblo cuyos miembros se aferrarán de tal manera a la fuerza divina que podrán resistir a toda tentación. Los malos anuncios que se ven en carteles llamativos pueden tratar de hablar a sus sentidos y corromper su mente, pero estarán de tal manera unidos con Dios y los ángeles que serán como quienes no ven ni oyen. Tienen que hacer una obra que nadie puede hacer por ellos, la cual consiste en pelear la buena batalla de la fe y echar mano de la vida eterna. No tendrán confianza en ellos mismos, ni suficiencia propia. Conociendo su debilidad, unirán su ignorancia a la sabiduría de Cristo, su debilidad a su fuerza.

3TI  518.13

Cristo declara que habrá una incredulidad análoga respecto a su segunda venida. Así como en tiempo de Noé los hombres “no entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así”, según las palabras de nuestro Salvador, “será la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:39 (VM). Cuando los que profesan ser el pueblo de Dios se unan con el mundo, viviendo como él vive y compartiendo sus placeres prohibidos; cuando el lujo del mundo se vuelva el lujo de la iglesia; cuando las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten en perspectiva con muchos años de prosperidad mundana, entonces, tan repentinamente como el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones brillantes y sus falaces esperanzas.    CS 337.4

OTRAS CITAS DE GRAN IMPORTANCIA

Abraham se había criado en un ambiente de superstición y paganismo. Aun la familia de su padre, en la cual se había conservado el conocimiento de Dios, estaba cediendo a las seductoras influencias que la rodeaban, “y servían a dioses extraños” (Josué 24:2), en vez de servir a Jehová. Pero la verdadera fe no había de extinguirse. Dios ha conservado siempre un remanente para que le sirva. Adán, Set, Enoc, Matusalén, Noé, Sem (véase el Apéndice, nota 2), en línea ininterrumpida, transmitieron de generación en generación las preciosas revelaciones de su voluntad. El hijo de Taré se convirtió en el heredero de este santo cometido. Por todas partes lo invitaba la idolatría, pero en vano. Fiel entre los fieles, incorrupto en medio de la prevaleciente apostasía, se mantuvo firme en la adoración del único Dios verdadero. “Cercano está Jehová a todos los que lo invocan, a todos los que lo invocan de veras”. Salmos 145:18. Él comunicó su voluntad a Abraham, y le dio un conocimiento claro de los requerimientos de su ley, y de la salvación que alcanzaría mediante Cristo.   PP.  103.2

Pero ¡a costa de cuánta pérdida para los que se habían levantado contra Dios! Era el propósito del Creador que a medida que los hombres fuesen a fundar naciones en distintas partes de la tierra, llevasen consigo el conocimiento de su voluntad, y que la luz de la verdad alumbrara a las generaciones futuras. Noé, el fiel predicador de la justicia, vivió trescientos cincuenta años después del diluvio, Sem vivió quinientos años, y sus descendientes tuvieron así oportunidad de conocer los requerimientos de Dios y la historia de su trato con sus padres. Pero no quisieron escuchar estas verdades desagradables; no querían retener a Dios en su conocimiento, y en gran medida la confusión de lenguas les impidió comunicarse con quienes podrían haberles ilustrado.

PP54.  113.4

Nota 2. Pág. 103. Adán vivió hasta que Matusalén llegó a los 243 años de edad. Matusalén vivió hasta que Sem, hijo de Noé, llegó a los 98 años. Sem vivió 150 años después del nacimiento de Abraham, y 50 años después del nacimiento de Isaac. Abraham vivió hasta que Jacob y Esaú tenían 15 años, e Isaac vivió hasta que ellos alcanzaron los 120 años. Así vemos cuán directamente los conocimientos que Dios había enseñado a Adán pudieron comunicarse a sus descendientes. Adán los transmitió a Matusalén, este se los comunicó a Sem, Sem a Abraham y a Isaac, y estos patriarcas se los comunicaron a Jacob, padre de las tribus de Israel.

PP 747.2

Otro que salió a dar la bienvenida al victorioso patriarca fue Melquisedec, rey de Salem, quién trajo pan y vino para alimentar al ejército. Como “sacerdote del Dios alto”, bendijo a Abraham, y dio gracias al Señor, quien había obrado tan grande liberación por medio de su siervo. Y “le dio Abram los diezmos de todo”. Vers. 20.    PP 115.2

Calamidades . Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas derretidas, arrojadas dentro del agua por la convulsión de cosas ocultas dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y polvo. Habrá tremendos terremotos y gran destrucción de vidas humanas. Pero así como Noé fue protegido en los días del gran diluvio dentro del arca que Dios había preparado para él, así también en estos días de destrucción y calamidad Dios será el refugio de los que creen en él.— Carta 258, 1907.

3 MI 268.1

Repitiendo el pecado de Nadab y Abiú

Los cristianos presuntos rechazan el plan de Dios para reunir recursos para su obra; ¿y de qué echan mano para suplir la falta? Dios ve la impiedad del método que adoptan. Los lugares de culto son contaminados con toda clase de disipación idólatra, a fin de ganar un poquito de dinero de los amadores egoístas de los placeres para pagar las deudas de la iglesia o sustentar la obra que ésta realiza. Muchas de esas personas no darían por voluntad propia ni un chelín con propósitos religiosos. ¿Dónde en las instrucciones dadas por Dios para el sostén de su obra, encontramos mención alguna acerca de tómbolas de beneficencia, conciertos, venta de caridad y otros entretenimientos similares? ¿Debe la causa de Dios depender precisamente de las cosas que él ha prohibido en su Palabra—de esas cosas que apartan la mente de Dios, de la sobriedad, la piedad y la santidad?

¿Y qué impresión se realiza con esto sobre la mente de los incrédulos? Las elevadas normas de la Palabra de Dios son arrastradas en el polvo. Y así se atrae oprobio sobre Dios y el nombre cristiano. Los principios más corrompidos son fortalecidos por este método no bíblico de reunir recursos financieros. Y eso es lo que Satanás desea que ocurra. Los hombres están repitiendo el pecado de Nadab y Abiú. Están utilizando fuego profano en lugar de fuego sagrado en el servicio de Dios. El Señor no acepta tales ofrendas. Todos estos métodos para llevar dinero a su tesorería constituyen una abominación para él. Es una falsa devoción la que promueve tales procedimientos. ¡Cuánta ceguera e infatuación afectan a muchos que pretenden ser cristianos! Los miembros de la iglesia están haciendo lo mismo que los habitantes del mundo que vivían en los días de Noé, cuando sus pensamientos se dirigían continuamente hacia el mal. Todos los que temen a Dios aborrecerán tales prácticas como una desfiguración de la religión de Cristo Jesús.—The Review and Herald, 8 de diciembre de 1896.

La misericordia dejó de suplicar a la raza culpable. Las bestias de los campos y las aves del aire habían entrado en su refugio. Noé y su familia estaban en el arca; “y Jehová le cerró la puerta”. vers. 16. Se vio un relámpago deslumbrante, y una nube de gloria más vívida que el relámpago descendió del cielo para cernerse ante la entrada del arca. La maciza puerta, que no podían cerrar los que estaban dentro, fue puesta lentamente en su sitio por manos invisibles. Noé quedó adentro y los que habían desechado la misericordia de Dios quedaron afuera. El sello del cielo fue puesto sobre la puerta; Dios la había cerrado, y solamente Dios podía abrirla. Asimismo, cuando Cristo deje de interceder por los hombres culpables, antes de su venida en las nubes del cielo, la puerta de la misericordia será cerrada. Entonces la gracia divina ya no refrenará más a los impíos, y Satanás tendrá dominio absoluto sobre los que hayan rechazado la misericordia divina. Pugnarán ellos por destruir al pueblo de Dios; pero así como Noé fue guardado en el arca, los justos serán escudados por el poder divino.  PP 75. 4. Patriarcas y profetas.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.