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Lección 10: Para el 3 de diciembre de 2022
EL FUEGO DEL INFIERNO
Sábado 26 de noviembre_________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 9:42–48; Malaquías 4:1; Judas 7; 1 Timoteo 2:5; Hechos 2:29, 34, 35; 1 Juan 5:3–12.
PARA MEMORIZAR:
“Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tes. 5:21).
El poeta italiano Dante Alighieri (1265-1321) escribió su famosa obra La divina comedia, que trata de un viaje ficticio del alma después de la muerte. El alma va al infierno en el interior de la Tierra; o al purgatorio, donde el espíritu humano puede purificarse y hacerse merecedor de ascender al cielo; o al paraíso, a la presencia de Dios mismo.
Aunque solo es ficción, una obra literaria, el mensaje de Dante terminó teniendo muchísima influencia en la teología cristiana, especialmente en la teología católica romana. La noción básica de que el alma inmortal va al infierno, al purgatorio o al paraíso es fundamental para esa iglesia. Muchas confesiones protestantes conservadoras también creen en un alma inmortal que, después de la muerte, asciende al paraíso o desciende al infierno. De hecho, si el alma humana nunca muere, entonces tiene que ir a algún lugar después de que muere el cuerpo. En resumen, una falsa interpretación de la naturaleza humana ha llevado a terribles errores teológicos.
Esta semana nos ocuparemos de algunas de estas teorías no bíblicas, así como de la cosmovisión bíblica de lo que sucede después de la muerte.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
¿Cómo investigaremos las Escrituras? ¿Hemos de clavar las estacas doctrinales una por una y luego procurar que la Escritura se ajuste a nuestras opiniones establecidas? ¿O tomaremos nuestras ideas y conceptos de la Escritura y mediremos nuestras teorías desde todo ángulo por la palabra de verdad? Muchos que leen y enseñan la Biblia no comprenden la preciosa verdad que están estudiando o enseñando.
Los hombres creen errores, cuando la verdad está claramente señalada. Si solo trajeran sus doctrinas hasta la Palabra de Dios en vez de leer la Biblia a la luz de sus doctrinas para demostrar que sus ideas son correctas, no andarían en tinieblas y ceguedad ni acariciarían el error. Muchos dan a la Palabra de Dios un significado que se adecua a sus propias opiniones, y se desvían a sí mismos y engañan a otros por sus falsas interpretaciones de la Palabra de Dios (El otro poder, p. 36).
¡Oh, cuán engañoso es el corazón humano! ¡Con cuánta facilidad armoniza con aquello que es malo! No hay nada más perjudicial para los intereses del alma, para su pureza, para su verdadera y santa concepción de Dios y de las cosas eternas y sagradas, que escuchar y exaltar constantemente aquello que no es de Dios. Esto envenena el corazón y degrada el entendimiento. La verdad pura puede seguirse hasta su Fuente Divina, al prestar atención a su influencia elevadora, refinadora y santificadora sobre el carácter del que la recibe…
«Mirad, pues, cómo oís» (Lucas 8:18), es la amonestación de Cristo. Debemos escuchar si queremos aprender la verdad a fin de poder andar en ella. Y de nuevo se nos dice: «Mirad lo que oís». Marcos 4:24. «Examinadlo todo» (1 Tesalonicenses 5:21); «no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo». 1 Juan 4:1. Este es el consejo de Dios; ¿le prestaremos atención? (Mensajes selectos, t. 90, pp. 89, 90).
La fe en una mentirá no ejercerá una influencia santificadora sobre la vida o el carácter. Ningún error puede ser verdad, ni puede ser convertido en verdad mediante su repetición, o teniendo fe en él. La sinceridad nunca salvará a un alma de las consecuencias de creer en un error. Sin sinceridad no puede haber verdadera religión, pero la sinceridad manifestada en relación con una religión falsa nunca salvará a una persona. Puedo actuar con perfecta sinceridad al seguir un camino equivocado, pero eso no lo convertirá en un camino correcto, ni me llevará al lugar donde quiero ir. El Señor no quiere que tengamos una credulidad ciega, y que a eso llamemos una fe que santifica. La verdad es el principio que santifica, y por lo tanto a nosotros nos corresponde saber cuál es la verdad. Debemos comparar las cosas espirituales con lo que es espiritual. Debemos probar todas las cosas y retener únicamente lo que es bueno, aquello que tiene las credenciales divinas, que pone delante de nosotros los verdaderos motivos y principios que deberían promover nuestras acciones (Mensajes selectos, t. 2, p. 64).
Domingo 27 de noviembre________________________________________________
¿GUSANOS INMORTALES?
Compara Marcos 9:42 al 48 con Isaías 66:24. ¿Cómo entiendes la expresión “el gusano de ellos no muere” (Mar. 9:48)?
Marcos 9:42-48
42 Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. 43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Isaías 66:24
24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
Algunos interpretan el sustantivo singular “gusano” (Mar. 9:48) como una alusión a la supuesta alma o espíritu incorpóreo del impío que, después de la muerte, va directamente al infierno, donde nunca muere y sufre el tormento eterno.
Pero esta interpretación no refleja la noción bíblica de la muerte inconsciente. Además, ignora el contexto veterotestamentario de este pasaje. En realidad, “ ‘el gusano’ en singular se utiliza genéricamente para ‘los gusanos’, no significa un solo gusano. La referencia es a los gusanos que se alimentan de cuerpos en descomposición” (R. G. Bratcher y E. A. Nida, A Translator’s Handbook on the Gospel of Mark, p. 304).
En Marcos 9:48, Jesús cita Isaías 66:24, que dice: “Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre”.
Esta aterradora escena metafórica retrata un campo de batalla donde los enemigos de Dios están muertos en el suelo y en proceso de destrucción. Los cuerpos que no consume el fuego los descomponen los gusanos; o quizá primero los consumen los gusanos y luego el fuego. De cualquier modo, no hay ninguna referencia a ninguna presunta alma que escape de la destrucción del cuerpo y que vuele al infierno.
Pero ¿qué pasa con los “gusanos” que nunca mueren? El lenguaje metafórico de Isaías 66:24 (citado en Mar. 9:48) no implica que esos gusanos sean inmortales. (¿Gusanos inmortales?) El énfasis es que los gusanos no dejan incompleta su tarea destructiva. En otras palabras, siguen devorando el cuerpo de los malvados hasta destruirlo por completo. En cambio, los fieles hijos de Dios morarán gozosos en “los cielos nuevos y la nueva tierra” y adorarán a Dios en su misma presencia (Isa. 66:22, 23). Con destinos tan contrastantes en mente, no es de extrañar que Jesús declarara que sería mucho mejor que alguien entrara en el Reino de Dios sin una parte esencial de su cuerpo (sin una mano, un pie, o incluso un ojo) a tener un cuerpo perfecto que será destruido por gusanos y el fuego (Mar. 9:42–48).
A fin de cuentas, nos salvamos o nos perdemos completamente; no hay término medio. Podemos tener vida eterna o sufriremos la destrucción eterna. ¿Qué decisiones tienes que tomar hoy? Esta realidad, la vida eterna o la destrucción eterna, ¿cómo debería repercutir en esas decisiones?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Se pusieron en marcha acaudillados por Satanás seguido de inmediato por los reyes y guerreros, y más atrás la multitud organizada en compañías, cada una de ellas al mando de un capitán. Marchaban en orden por la resquebrajada superficie de la tierra en dirección a la santa ciudad. Cerró Jesús las puertas de ella y el ejército enemigo se asentó en orden de batalla para asediar la ciudad en espera de un tremendo conflicto…
Satanás se precipitó en medio de sus secuaces e intentó incitar a la multitud a la acción. Pero llovió sobre ellos fuego de Dios desde el cielo, y consumió conjuntamente al magnate, al noble, al poderoso, al pobre y al miserable. Vi que unos quedaban pronto aniquilados mientras que otros sufrían por más tiempo. A cada cual se le castigaba según las obras que había hecho con su cuerpo. Algunos tardaban muchos días en consumirse, y aunque una parte de su cuerpo estaba ya consumida, el resto conservaba plena sensibilidad para el sufrimiento. Dijo el ángel: «El gusano de la vida no morirá ni su fuego se apagará mientras haya una partícula que consumir (Primeros escritos, pp. 293, 294).
Las naciones de los salvos no conocerán otra ley que la del cielo. Todos constituirán una familia feliz y unida, ataviada con las vestiduras de alabanza y agradecimiento. Al presenciar la escena, las estrellas de la mañana cantarán juntas, y los hijos de Dios clamarán de gozo.
«Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo [sábado], vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová». «Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá». «Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones». «En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo». Isaías 66:23; 40:5; 61:11; 28:5 (¡Maranata: el Señor viene!, p. 369).
Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación y a todo individuo de la actualidad. Hoy los hombres y las naciones son medidos por la plomada que sostiene Aquel que no se equivoca. Todos deciden su destino por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se cumplan sus propósitos.
La historia que el gran Yo Soy ha trazado en su Palabra, al unir los eslabones de la cadena profética desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura, nos dice dónde estamos hoy en el transcurso de los siglos, y qué es lo que se puede esperar del futuro. Todo lo que la profecía anunció que sucedería hasta el presente, ha sido registrado en las páginas de la historia, y podemos estar seguros de que todo lo que falta se cumplirá en su orden (La educación, p. 161).
Lunes 28 de noviembre__________________________________________________
EL FUEGO DEL INFIERNO
En su folleto para niños titulado The Sight of Hell [La visión del infierno], página 24, el sacerdote católico inglés John Furniss (1809-1865) ilustra el tormento eterno mediante una gran bola de hierro macizo, más grande que los cielos y la Tierra. “Un ave viene una vez cada cien millones de años y apenas toca la gran bola de hierro con una pluma de su ala”. El autor argumenta que los pecadores continuarán ardiendo en el infierno ¡aun después de que la bola de hierro se desgaste con esos ocasionales toques de plumas!
Lo triste es que muchos protestantes aún hoy creen en algo similar en cuanto a los perdidos.
Lee Malaquías 4:1 y Judas 7. Estos pasajes ¿cómo pueden ayudarnos a entender mejor la noción del “fuego eterno” o la idea, como Jesús la expresó, de que los perdidos estarán en “el fuego eterno” (Mat. 18:8) o en un “fuego que no puede ser apagado”? (Mar. 9:43).
Malaquías 4:1
1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
Judas 7
7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
La palabra “eterno” (hebreo, ‘olam; griego, aión, aionios) tiene diferentes significados, según el contexto inmediato. Por ejemplo, cuando se relaciona con Dios (Deut. 33:27, “eterno”), la palabra expresa su eternidad. Cuando se relaciona con los seres humanos (Éxo. 21:6, “para siempre”), la palabra se limita a su tiempo de vida. Cuando califica al fuego (Mat. 18:8; 25:41; “eterno”), implica que el fuego no se apagará hasta no consumir completamente lo que se está quemando. Esto significa que el “fuego eterno” será eterno en el sentido de que consumirá a los malvados en forma completa e irreversible, “y no les dejará ni raíz ni rama” (Mal. 4:1).
La teoría del castigo eterno de los impíos tiene serias implicaciones. Si se castigara a los malvados para siempre, el mal nunca se erradicaría. Además, toda la vida humana deriva de Dios (Deut. 32:39; Sal. 36:9), quien “no [s]e alegr[a] con la muerte del malvado” (Eze. 33:11, NVI). ¿Por qué, entonces, continuaría dando vida a los malvados para que sufran un tormento sin fin? ¿No sería mucho más razonable que acabara con su existencia? Si los impíos serán castigados “según sus obras” (Apoc. 20:12), ¿por qué entonces una corta vida humana debe ser castigada indefinidamente?
Todas las referencias bíblicas al “fuego eterno” deben considerarse alusiones al “lago de fuego” posterior al milenio de Apocalipsis 20 (ver la lección 13). Por lo tanto, no es bíblico hablar de un infierno que ya está presente y que arde para siempre.
Si bien el infierno de fuego es nefasto, la verdad sobre el infierno ¿qué nos revela sobre el amor de Dios, especialmente en contraste con la idea del tormento eterno?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
La guerra contra la ley de Dios, que empezó en el cielo, continuará hasta el fin del tiempo. Cada hombre será probado. El mundo entero ha de decidir si quiere obedecer o desobedecer. Todos serán llamados a elegir entre la ley de Dios y las leyes de los hombres. En esto se trazará la línea divisoria. Habrá solamente dos clases. Todo carácter quedará plenamente definido; y todos demostrarán si han elegido el lado de la lealtad o el de la rebelión.
Entonces vendrá el fin. Dios vindicará su ley y librará a su pueblo. Satanás y todos los que se han unido con él en la rebelión serán cortados. El pecado y los pecadores perecerán, raíz y rama, Malaquías 41… —Satanás la raíz, y sus seguidores las ramas…
Este no es un acto de fuerza arbitraria de parte de Dios. Los que rechazaron su misericordia siegan lo que sembraron. Dios es la fuente de la vida; y cuando uno elige el servicio del pecado, se separa de Dios, y se separa así de la vida… Por una vida de rebelión, Satanás y todos los que se unen con él se colocan de tal manera en desarmonía con Dios que la misma presencia de él es para ellos un fuego consumidor. La gloria de Aquel que es amor los destruye (El Deseado de todas las gentes, pp. 712, 713).
Dios no desea la destrucción de nadie. «Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos: ¿y por qué moriréis?» Ezequiel 33:11. Durante el tiempo de gracia, su Espíritu está induciendo a los hombres a que acepten el don de vida. Son únicamente aquellos que rechazan sus ruegos los que serán dejados para perecer. Dios ha declarado que el pecado debe ser destruido por ser un mal ruinoso para el universo. Los que se adhieren al pecado perecerán cuando este sea destruido (Palabras de vida del gran maestro, p. 94).
Dios es abundante en amor y misericordia pero de ninguna manera disculpará a aquellos que descuidan la gran salvación que él ha provisto. Los antediluvianos de larga vida fueron borrados de la tierra porque se desentendieron de la ley divina. Dios no volverá a traer aguas de los cielos y de abajo de la tierra como sus armas para ser usadas en la destrucción del mundo, pero cuando dentro de poco su venganza se derrame sobre aquellos que desprecian su autoridad, serán destruidos por el fuego que está oculto en las entrañas de la tierra, puesto en intensa actividad por los fuegos del cielo. Entonces de la tierra purificada surgirá un canto de alabanza: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás». Apocalipsis 5:13. «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos». Y todo aquel que haya hecho de los tesoros celestiales su primera consideración,… se unirá a los acordes gozosos y triunfantes (Nuestra elevada vocación, p. 254).
Martes 29 de noviembre_________________________________________________
LOS SANTOS EN EL PURGATORIO
La Iglesia Católica Romana sostiene que los muertos que no merecen el infierno pero que aún no están listos para el paraíso pueden purgar sus pecados en el purgatorio y luego ascender de allí al paraíso. Sus sufrimientos en el purgatorio pueden reducirse con las oraciones y las penitencias de sus seres queridos.
El Catecismo de la Iglesia Católica es explícito sobre el purgatorio: “Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios” (Catecismo de la Iglesia Católica, parte 1, secc. 2, cap. 3, art. 12, párr. 1.030). Señala, además, que su sufrimiento puede aliviarse con las oraciones de sus seres queridos, así como con otros actos en favor de los muertos. “La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos” (Catecismo de la Iglesia Católica, parr. 1.032).
Lee Eclesiastés 9:10, Ezequiel 18:20 al 22 y Hebreos 9:27. ¿Cómo refutan estos pasajes la teoría del purgatorio?
Eclesiastés 9:10
10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.
Ezequiel 18:20-22
20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. 21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. 22 Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá.
Hebreos 9:27
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
El dogma del purgatorio combina la noción pagana de un infierno ardiente con la práctica pagana de orar por los muertos. Este dogma es inaceptable para quienes creen en las enseñanzas bíblicas (1) de que los muertos descansan en forma inconsciente en sus tumbas (Ecl. 9:10); (2) que la justicia de un ser humano caído no se puede transferir a otro ser humano caído (Eze. 18:20-22); (3) que nuestro único Mediador es Jesucristo (1 Tim. 2:5); y (4) que a la muerte le sigue el Juicio Final, sin ninguna segunda oportunidad para arrepentirse de las trampas de esta vida (Heb. 9:27).
Una implicación aún más seria es hasta qué punto la teoría antibíblica del purgatorio distorsiona el propio carácter de Dios. De hecho, “la obra de Satanás desde su caída es malinterpretar a nuestro Padre celestial. Él sugirió el dogma de la inmortalidad del alma. […] La idea de un infierno que arde eternamente es fabricación de Satanás; el purgatorio es invención suya. Estas enseñanzas falsifican el carácter de Dios, para que se lo tenga por severo, vengativo, arbitrario y falto en perdonar” (Manuscrito 51, 10/12/1890). En vez de que los muertos esperen la venida de Cristo dormidos, este concepto sostiene que están en el purgatorio, y que allí sufren hasta que alguien logre sacarlos.
Los errores como el purgatorio o el tormento eterno ¿qué nos enseñan sobre la importancia de la doctrina? ¿Por qué es importante lo que creemos y no solo en quién creemos?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Los siglos subsiguientes fueron testigos de un constante aumento del error en las doctrinas enseñadas por Roma. Aun antes del establecimiento del papado las enseñanzas de los filósofos paganos habían recibido la atención de la iglesia y habían ejercido influencia sobre ella. Muchos que profesaban estar convertidos seguían aferrados a sus dogmas paganos, y no solo continuaban estudiándolos ellos mismos, sino que instaban a otros a hacerlo como un medio de ejercer más influencia sobre los paganos. De ese modo se introdujeron graves errores en la fe cristiana. Entre ellos sobresale la creencia en la inmortalidad natural del hombre y en el estado consciente de los muertos. Esta doctrina constituye el fundamento sobre el cual Roma estableció la invocación de los santos y la adoración de la Virgen María. De ella surgió también la doctrina errónea del tormento eterno para los que finalmente resulten impenitentes, que fue incorporada bien al principio de la fe católica.
Después se preparó el camino para la introducción de otra invención pagana, que Roma denominó purgatorio, y que se empleó para aterrorizar a las multitudes crédulas y supersticiosas. Mediante ese error se afirma la existencia de un lugar de tormento en el cual las almas de los que no han merecido la condenación eterna sufrirán un castigo por sus pecados, después del cual, una vez librados de toda impureza, serán admitidos en el cielo (La historia de la redención, pp. 349, 350)
Se llega a Dios por medio de Jesucristo, el Mediador, el único camino por el cual él perdona los pecados. Dios no puede perdonar pecados a expensas de su justicia, su santidad y su verdad. Pero es seguro que perdona pecados, y los perdona plenamente. No hay pecados que no perdone en el Señor Jesucristo y por medio de él. Esta es la única esperanza del pecador y si depende de ella con fe sincera, estará seguro del perdón pleno y gratuito. Hay solo un camino que es accesible a todo, y mediante ese camino un perdón rico y abundante aguarda el alma arrepentida y contrita, y los pecados más tenebrosos son perdonados…
El incienso que ahora es ofrecido por los hombres, las misas que ahora se dicen para la liberación de las almas del purgatorio, no tienen el menor valor delante de Dios. Todos los altares y sacrificios, las tradiciones e invenciones mediante las cuales los hombres esperan ganar la salvación, son falacias. No se deben ofrecer sacrificios fuera del lugar santo, pues el gran Sumo Sacerdote está realizando allí su obra. No se atreva ningún príncipe ni monarca a aventurarse dentro del santo recinto (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista, t. 7, pp. 924, 925).
No hay excusa para que alguno tome la posición de que no hay más verdades para ser reveladas, y que todas nuestras exposiciones de las Escrituras carecen de errores. Que ciertas doctrinas hayan sido sostenidas como verdades durante muchos años no es una prueba de que nuestras ideas son infalibles. El paso del tiempo no convertirá el error en verdad, y la verdad tiene la capacidad de ser imparcial. Ninguna doctrina verdadera perderá algo por una investigación cuidadosa (El otro poder, p. 35).
Miércoles 30 de noviembre_______________________________________________
UN PARAÍSO CON ALMAS INCORPÓREAS
Aunque los protestantes no aceptan el purgatorio, muchos creen que las almas de los justos muertos ya disfrutan del paraíso en la presencia misma de Dios. Algunos argumentan que esas “almas” son solo espíritus incorpóreos; otros creen que son espíritus incorpóreos, pero cubiertos por un cuerpo espiritual de gloria.
Cualquiera que sea el supuesto estado metafísico de los muertos vivos, estas teorías socavan la doctrina bíblica de la resurrección final y el juicio de los muertos. ¿Por qué hay una resurrección y un juicio (Apoc. 20:12-14), si las almas de los justos ya están disfrutando del paraíso?
Lee Hechos 2:29, 34 y 35, y 1 Corintios 15:16 al 18. ¿Cómo arrojan luz estos pasajes sobre el estado de los muertos y los que esperan la resurrección?
Hechos 2:29, 34-35
29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
1 Corintios 15:16-18
16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.
La Biblia enseña que todos los seres humanos que ya están en el cielo fueron trasladados vivos, como en el caso de Enoc (Gén. 5:24) y Elías (2 Rey. 2:9-11), o resucitados de entre los muertos, como Moisés (Jud. 9) y aquellos que resucitaron con Cristo (Mat. 27:51–53).
Como ya hemos visto, la alusión a las almas “bajo el altar” que claman a Dios por venganza (Apoc. 6:9-11) es solo una metáfora de la justicia, y no valida la teoría de la inmortalidad natural del alma. De lo contrario, estas personas difícilmente estarían disfrutando de su recompensa eterna. En realidad, la tumba es un lugar de descanso para los muertos, que inconscientemente esperan la resurrección final, cuando se restaurará su existencia consciente. Los muertos, incluso los muertos justos, no son almas incorpóreas que deambulan por el cielo, esperando pacientemente reunirse con su cuerpo en la resurrección final.
Además, ¿de qué podría estar hablando Pablo en 1 Corintios 15:18, cuando dice que, si no hubo resurrección de los muertos, entonces “también los que durmieron en Cristo perecieron”? ¿Cómo pudieron perecer, si ya están en la dicha celestial y han estado allí todo el tiempo desde que murieron? Una doctrina central y clave del Nuevo Testamento, la resurrección de los muertos cuando Cristo regrese, queda invalidada por la falsa enseñanza de que los justos muertos se elevan hacia su recompensa eterna inmediatamente después de morir. Sin embargo, escuchamos esto todo el tiempo, especialmente en los funerales.
¿Cómo podrías ayudar a la gente a comprender que la idea de que los muertos duermen en la tierra es realmente una “buena noticia”, en el sentido de que realmente están en reposo y no sienten dolor ni sufren?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
En el error fundamental de la inmortalidad natural, descansa la doctrina del estado consciente de los muertos, doctrina que, como la de los tormentos eternos, está en pugna con las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, con los dictados de la razón y con nuestros sentimientos de humanidad. Según la creencia popular, los redimidos en el cielo están al cabo de todo lo que pasa en la tierra, y especialmente de lo que les pasa a los amigos que dejaron atrás. ¿Pero cómo podría ser fuente de dicha para los muertos el tener conocimiento de las aflicciones y congojas de los vivos, el ver los pecados cometidos por aquellos a quienes aman y verlos sufrir todas las penas, desilusiones y angustias de la vida? ¿Cuánto podrían gozar de la bienaventuranza del cielo los que revolotean alrededor de sus amigos en la tierra? ¡Y cuán repulsiva es la creencia de que, apenas exhalado el último suspiro, el alma del impenitente es arrojada a las llamas del infierno! ¡En qué abismos de dolor no deben sumirse los que ven a sus amigos bajar a la tumba sin preparación para entrar en una eternidad de pecado y de dolor! Muchos han sido arrastrados a la locura por este horrible pensamiento que los atormentara. ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras a este respecto? David declara que el hombre no es consciente en la muerte: «Sale su espíritu, y él se torna en su tierra: en ese mismo día perecen sus pensamientos». Salmo 146:4 (VM). Salomón da el mismo testimonio: «Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben». «También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol». «Adonde tú vas no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría». Eclesiastés 9:5, 6, 10 (El conflicto de los siglos, p. 533).
«Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aún mi carne descansará en esperanza; porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu santo vea corrupción».
Pedro demostró que aquí David no se estaba refiriendo a sí mismo, sino definidamente a Jesucristo… David, como rey de Israel, y también como profeta, había sido especialmente honrado por Dios. Se le mostró en visión profética la vida y el ministerio futuros de Cristo. Vio su rechazamiento, su juicio, su crucifixión, su sepultura, su resurrección y su ascensión.
David dio testimonio de que el alma de Cristo no quedaría en el Hades (la tumba), y que su carne no vería corrupción. Pedro comprobó que esta profecía se cumplió en Jesús de Nazaret. Efectivamente Dios lo levantó de la tumba antes que su cuerpo viera corrupción. Era entónces el Exaltado en el cielo de los cielos (La historia de la redención, pp. 254, 255).
Jueves 1º de diciembre__________________________________________________
LA COSMOVISIÓN BÍBLICA
Lee 1 Juan 5:3 al 12. ¿Por qué el apóstol Juan limita la “vida eterna” solo a quienes están en Cristo?
1 Juan 5:3-12
3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. 9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
La doctrina bíblica de la inmortalidad condicional del ser humano, en contraste con la teoría antibíblica de la inmortalidad natural del alma, se hace explícita en 1 Juan 5:11 y 12. Para comprender el significado de este importante pasaje, debemos recordar que solo la Deidad “tiene inmortalidad” (1 Tim. 6:15, 16) y es la única Fuente de vida (Sal. 36:9; Col. 1:15-17; Heb. 1:2).
Cuando el pecado entró en el mundo mediante la caída de Adán y de Eva (Gén. 3), ellos y todos sus descendientes (incluso nosotros) cayeron bajo la maldición de la muerte física y perdieron el don de la vida eterna. Pero nuestro Dios amante implementó el plan de salvación para que los seres humanos recuperaran la vida eterna, la vida que debió haber sido suya desde el principio. Como escribió Pablo: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efe. 1:4).
El apóstol Pablo explica que, “como el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán], y por el pecado la muerte”, así por medio de “uno solo, Jesucristo”, todos los seres humanos tienen acceso al don gratuito de la vida eterna (Rom 5:12-21). Aquí Pablo hace una referencia inequívoca a un Adán literal que trajo el pecado y la muerte a este mundo. Nada tiene sentido en la Biblia sin un Adán literal que, por causa de la transgresión, trajo el pecado y la muerte a nuestro mundo.
Por lo tanto, agrega el apóstol Juan, “Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11, 12).
El panorama completo se vuelve más claro a la luz de las declaraciones de Jesús: “Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:40), y: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).
Esto significa que la vida eterna es un don de Dios que recibimos por medio de Cristo, que se consigue en el presente, pero se disfruta plenamente solo después de la resurrección final de los justos. La conclusión es muy sencilla: Si se concede vida eterna solo a los que están en Cristo, los que no están en él no tienen vida eterna (1 Juan 5:11, 12). En cambio, la teoría de la inmortalidad natural del alma adjudica vida eterna, en el paraíso o en el infierno, a todos los seres humanos, incluso a los que no están en Cristo. Por más que esta enseñanza sea popular, no es bíblica.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Jesús ha amado a los hombres y ha hecho toda provisión para que el alma comprada con sangre tenga un nuevo nacimiento, una nueva vida derivada de su propia vida… «El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida». Los que creen en Cristo derivan su fuerza motivadora y los rasgos de su carácter de Aquel en quien han creído (Sons and Daughters of God, p. 299).
Jesús declaró: ‘Yo soy la resurrección y la vida.’ En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra… La divinidad de Cristo es la garantía que el creyente tiene de la vida eterna. El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. Juan 11:25, 26.
«Para el creyente, la muerte es asunto trivial. Cristo habla de ella como si fuera de poca importancia. ‘El que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre,’ ‘no gustará muerte para siempre.’ Para el cristiano, la muerte es tan solo un sueño, un momento de silencio y tinieblas. La vida está oculta con Cristo en Dios y ‘cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.»‘ Colosenses 3:4…
Cristo se hizo carne con nosotros, a fin de que pudiésemos ser espíritu con él. En virtud de esta unión hemos de salir de la tumba, no simplemente como manifestación del poder de Cristo, sino que por la fe, su vida ha llegado a ser nuestra. Los que ven a Cristo en su verdadero carácter y le reciben en el corazón tienen vida eterna. Por el Espíritu es como Cristo mora en nosotros; y el Espíritu de Dios, recibido en el corazón por la fe es el principio de la vida eterna» (La fe por la cual vivo, p. 189).
Nadie menos santo que el Unigénito del Padre podría haber ofrecido un sacrificio que fuera eficaz para limpiar a todos los que acepten al Salvador como a su expiación —aun a los más pecadores y degradados— y se hagan obedientes a la ley del Cielo. Nada menos que eso podía haber restaurado al hombre al favor de Dios.
Cristo dio su vida para hacer posible que el hombre fuese restaurado a la imagen de Dios. Es el poder de su gracia el que une a los hombres en obediencia a la verdad…
Para el corazón que llega a purificarse, todo cambia… Al sujetar los pensamientos y deseos a la voluntad de Cristo, el Espíritu de Dios produce nueva vida en el hombre y el hombre interior queda renovado a la imagen de Dios. Hombres y mujeres débiles y errantes demuestran al mundo que el poder redentor de la gracia puede desarrollar el carácter deficiente en forma simétrica, para hacerle llevar abundantes frutos (God’s Amazing Grace, p. 103; parcialmente en La maravillosa gracia de Dios, p. 103).
Viernes 2 de diciembre__________________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, El conflicto de los siglos, “El misterio de la inmortalidad”, pp. 521538; “¿Pueden hablarnos nuestros muertos?”, pp. 539-550.
“Sobre el error fundamental de la inmortalidad natural descansa la doctrina de la conciencia en la muerte; doctrina que, como la del tormento eterno, se opone a las enseñanzas de las Escrituras, a los dictados de la razón y a nuestros sentimientos de humanidad. Según la creencia popular, los redimidos en el cielo están al tanto de todo lo que pasa en la Tierra, y especialmente en la vida de los amigos que dejaron atrás. Pero ¿cómo podría ser una fuente de felicidad para los muertos conocer las tribulaciones de los vivos, ser testigos de los pecados cometidos por sus amados, y verlos sufrir todas las penas, desilusiones y angustias de la vida? ¿Cuánto podrían gozar de la dicha del cielo los que revolotean sobre sus amigos en la Tierra? ¡Y cuán profundamente repulsiva es la creencia de que, apenas exhalado el último suspiro, el alma del impenitente es arrojada a las llamas del infierno! ¡En qué abismos de dolor deben hundirse los que ven a sus amigos bajar a la tumba sin preparación, para entrar en una eternidad de pecado y aflicción!” (CS 533).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- Quienes han hablado con otros cristianos sobre el estado de los muertos y la naturaleza del infierno, lo más probable es que hayan descubierto cuán inflexibles y firmes son las personas en su creencia, no solo en la idea de que los salvos van inmediatamente al cielo, sino incluso en que los perdidos están en el tormento eterno del infierno. ¿Por qué crees que es así? Una cosa es que quieran creer que sus seres queridos fallecidos están “con el Señor” (y esto es entendible hasta cierto punto aunque, como hemos visto, todavía queda el tema de cuán angustiante sería para ellos contemplar el desastre de acá abajo). Pero ¿por qué existe un apego tan fuerte a la horripilante idea de que los perdidos son atormentados eternamente en el infierno? ¿Qué nos enseña este hecho acerca de cuán poderosa puede ser la tradición? Analicen en clase.
- La mayoría de las confesiones cristianas proclaman la teoría no bíblica de la inmortalidad natural del alma, con todas sus teorías correlacionadas. ¿Qué más deberíamos hacer como iglesia (además de lo que ya estamos haciendo) para proclamar al mundo la visión bíblica de la muerte y el más allá?
- Aunque el poema de Dante, La divina comedia, era mera ficción, ejerció una gran influencia para ayudar a consolidar enseñanzas falsas en la mente de la gente sobre lo que sucede al “alma” después de la muerte. ¿Qué lecciones podemos aprender de la facilidad con que la teología cristiana puede verse influenciada por enseñanzas externas? ¿Qué otras ideas no cristianas influyen en el pensamiento cristiano incluso en la actualidad, y cómo podemos protegernos de ellas?
COMENTARIO DEL VIDEO
Lección 10: Para el 3 de diciembre de 2022
DÍA MIERCOLES Y JUEVES HABLA DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA
DIOS ES EL UNICO QUE ES INMORTAL
15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. 1 TIMOTEO 6
LOS HUMANOS PODEMOS SER INMORTALES SOLAMENTE POR MEDIO DE JESUCRISTO Y DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN
11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1 JUAN 5
40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. JUAN 6
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? JUAN 11
La conclusión es muy sencilla: Si se concede vida eterna solo a los que están en Cristo, los que no están en él no tienen vida eterna (r Juan 5:11,12).
En cambio, la teoría de la inmortalidad natural del alma adjudica vida eterna, AQUÍ EN LA TIERRA, EN EL PARAISO O EN EL INFIERNO A TODOS LOS SERES HUMANOS YA SEA EL SALVO COMO EL PERDIDO Por más que esta enseñanza sea popular, no es bíblica.
VERSICULOS EN LA BIBLIA QUE HABLAN DEL FUEGO ETERNO
MATEO 3: 12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Mateo 18:8 Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno.
Mateo 25:41 Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.”
Marcos 9:43 Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible,
Isaías 66:24 24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
Marcos 9:48 donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.
Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 14:10 él también beberá del vino del furor de Dios, que está preparado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero.
DIOS Y SU RELACION CON EL FUEGO EN LA BIBLIA
14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. EZEQUIEL 28
Éxodo 3:2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. Exodo 19
17 Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. Exodo 24
22 Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. 23 Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, 24 y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y este aún vive. 25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. 26 Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? 27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos. Deuteronomio 5
9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Daniel 7
Malaquías 3:2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
Hebreos 12:29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Apocalipsis 15:2 Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.
EL FUEGO COMO HERRAMIENTA DE DIOS PARA PURIFICAR
Levítico 10:1 Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.
Deuteronomio 32:22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes.
Salmos 89:46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego?
Salmos 104:4 El que hace a los vientos sus mensajeros, Y a las flamas de fuego sus ministros.
Isaías 66:16
Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados.
Jeremías 21:12 Casa de David, así dijo Jehová: Haced de mañana juicio, y librad al oprimido de mano del opresor, para que mi ira no salga como fuego, y se encienda y no haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras.
LO QUE LA LECCIÓN EXPLICA ES CORRECTO, PERO HAY ALGO MÁS…
¿Qué quiere decir Mateo 3:12 cuando menciona “el fuego que nunca se apagará”? Esta expresión se aclara al compararla con Jeremías 17:27, en donde se afirma que Jerusalén iba a ser quemada con fuego “que no se apagará”. Esta profecía se cumplió en el año 586 a.C., cuando los babilonios destruyeron la ciudad (2 Crón. 36:19-21). Sin embargo, Jerusalén no está ardiendo hoy.
27Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo,* y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo,* yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará.
El fuego se apagó cuando terminó de consumir todo lo que tenía para consumir. Por lo tanto, en el Nuevo Testamento es un fuego que no puede ser apagado por ningún medio (Mar. 9:43), pero que se apagará cuando termine de cumplir su propósito destructor y consuma todo vestigio de pecado.
EL FUEGO DE DIOS ES ETERNO Y NO HACE DAÑO A LOS HIJOS DE DIOS
En tanto que para los impíos Dios es fuego consumidor, para su pueblo es un sol y un escudo. Salmos 84:11. {11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová.} (Dios nos cuida – 29 de Diciembre).
PROMESA PARA LA TIERRA
Isaías 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti
Daniel 3:25 Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
PROMESA PARA LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
En el día de su advenimiento se oirá la última gran trompeta, y se producirá un terrible temblor que sacudirá la tierra y el cielo. La tierra entera, desde los montes más encumbrados hasta las minas más profundas, escuchará. El fuego lo penetrará todo. Deuteronomio 32:22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes. La atmófera viciada será purificada por el fuego. Habiendo cumplido el fuego su misión, los muertos que han yacido en sus tumbas se levantarán; algunos, para resurrección de vida, serán tomados para encontrarse con el Señor en el aire; y otros, para que observen la venida de Aquel a quien despreciaron y al que ahora reconocen como Juez de toda la tierra.
Las llamas no tocan a ninguno de los justos. Pueden caminar por el fuego como Sadrac, Mesac y Abednego en medio del horno calentado siete veces más de lo que se acostumbraba hacerlo. Los héroes hebreos no pudieron ser consumidos porque la presencia del cuarto, el Hijo de Dios, estaba con ellos. Por consiguiente, en el día del Señor el humo y las llamas no tendrán poder para dañar a los justos. Los que estén unidos al Señor escaparán ilesos. Terremotos, huracanes, fuego e inundaciones no pueden dañar a quienes están preparados para encontrarse con su Salvador en paz. Pero quienes lo rechazaron, azotaron y crucificaron se hallarán entre los que sean levantados de los muertos para contemplar su venida en las nubes de los cielos, asistido por la hueste celestial, diez mil veces diez mil y miles de miles…
Esta escena me fue presentada tan plenamente como podía soportar contemplarla. Luego se modificó, y pasaron ante mí manifestaciones de cosas que existen actualmente.—Manuscrito 159, del 4 de septiembre de 1903, “Mensaje a un dirigente médico”.
PROMESA PARA EL CIELO
“Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. Los pecadores se asombraron en Sion, y espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos”. Isaías 33:13-17.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
¡Cuán repugnante a todo sentimiento de amor y de misericordia y hasta a nuestro sentido de justicia es la doctrina según la cual después de muertos los impíos son atormentados con fuego y azufre en un infierno que arde eternamente, y por los pecados de una corta vida terrenal deben sufrir tormentos por tanto tiempo como Dios viva! Sin embargo, esta doctrina ha sido enseñada muy generalmente y se encuentra aún incorporada en muchos de los credos de la cristiandad. CI 34.1
JUICIO FINAL
Satanás se precipitó en medio de sus secuaces e intentó incitar a la multitud a la acción. Pero llovió sobre ellos fuego de Dios desde el cielo, y consumió conjuntamente al magnate, al noble, al poderoso, al pobre y al miserable.
Vi que unos quedaban pronto aniquilados mientras que otros sufrían por más tiempo. A cada cual se le castigaba según las obras que había hecho con su cuerpo. Algunos tardaban muchos días en consumirse, y aunque una parte de su cuerpo estaba ya consumida, el resto conservaba plena sensibilidad para el sufrimiento. Dijo el ángel: “El gusano de la vida no morirá ni su fuego se apagará mientras haya una partícula que consumir.” PE 294.1
Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Satanás y sus ángeles sufrieron largo tiempo. Sobre Satanás pesaba no sólo el castigo de sus propios pecados sino también el de todos los de la hueste redimida, que habían sido puestos sobre él. Además, debía sufrir por la ruina de las almas a quienes engañara. Después vi que Satanás y toda la hueste de los impíos estaban consumidos y satisfecha la justicia de Dios. La cohorte angélica y los santos redimidos exclamaron en alta voz: “¡Amén!” PE 294.2
Mientras el fuego de la venganza de Dios envuelve la tierra, los justos moran seguros en la santa ciudad. La segunda muerte no tiene poder sobre los que han participado de la primera resurrección. Apocalipsis 20:6. En tanto que para los impíos Dios es fuego consumidor, para su pueblo es un sol y un escudo. Salmos 84:11. {11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová.} El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de la maldición. (Dios nos cuida – 29 de Diciembre).
ISAÍAS 66 22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. 23 Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. 24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Los goces y el consuelo del verdadero cristiano deben cifrarse en el cielo, y así sucederá. Las almas anhelantes de aquellos que probaron las potestades del mundo venidero y participaron de los goces celestiales, no se satisfarán con las cosas de la tierra. Los tales hallarán bastante que hacer en sus momentos libres. Sus almas serán atraídas hacia Dios. Donde esté el tesoro, allí estará el corazón, manteniéndose en dulce comunión con el Dios que aman y adoran. Su diversión consistirá en contemplar su tesoro: la santa ciudad, la tierra renovada, su patria eterna. Y mientras se espacien en aquellas cosas sublimes, puras y santas, el cielo se acercará, y sentirán el poder del Espíritu Santo, lo cual tenderá a separarlos cada vez más del mundo y les hará encontrar su consuelo y su gozo principal en las cosas del cielo, su dulce hogar. El poder de atracción hacia Dios y el cielo será entonces tan grande que nada podrá desviar sus mentes del gran propósito de asegurar la salvación del alma y honrar y glorificar a Dios. PE 112.3
12/03/2022 en 4:43 AM
Alabado y Glorificado sea El Señor ahora y por siempre.Amen, Gracias sean dadas a Dios