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LECCIÓN 14 – ALGUNAS LECCIONES DE JOB – PARA EL 31 DE DICIEMBRE DE 2016


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 «Job» por Jacob Jordaens;  Belgica (1593-1678)


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Letra Negra: Lección de Escuela Sabática

Letra Ocre: Lección de Escuela Sabática 

Letra Roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Lección 14: Para el 31 de diciembre de 2016

ALGUNAS LECCIONES DE JOB

Sábado 24 de diciembre_______________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Corintios 5:7; Job 1-2:8; Mateo 4:10; 13:39; Juan 8:1-11; Hebreos 11:10; 4:15.

PARA MEMORIZAR:

“He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo” (Sant. 5:11).

LLEGAMOS AL FINAL DEL ESTUDIO DE JOB en este trimestre. Aunque hemos repasado mucho del libro, debemos admitir que queda mucho por cubrir y aprender. Aun en el mundo secular, todo lo que aprendemos y descubrimos nos conduce a más cosas por aprender y descubrir. Y si así pasa con los átomos, las estrellas, las medusas y las ecuaciones matemáticas, ¿cuánto más sucederá con la Palabra de Dios?

“No tenemos motivos para dudar de la Palabra de Dios a causa de que no podamos comprender los misterios de su providencia. En el mundo natural, estamos constantemente rodeados de maravillas superiores a nuestra comprensión. ¿Nos ha de sorprender, entonces, encontrar también en el mundo espiritual misterios que no podemos sondear? La dificultad reside solamente en la estrechez y la debilidad de la mente humana” (Ed 170).

Hay misterios en un libro como Job, donde se plantean preguntas difíciles de la vida. Pero consideraremos algunas lecciones que obtenemos que pueden ayudarnos a ser fieles al Señor en medio de las aflicciones.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 1 – Durante esta semana, PP cap. 53.

 

Estimados hermanos, hemos llegado al final de la lección de éste trimestre y también al final del año 2016.

Como es usual, las lecciones de los “décimos-tercer” sábados, casi nunca escribimos nada, ya que siempre es es la recapitalización o el repaso de todo lo que se habló ya en el trimestre que acaba de terminar y la lección de éste trimestre no es la excepción. Por lo tanto les estamos dejando la lección y los escritos del espíritu de profecía, para que lo estudie detenidamente, y se dará cuenta que el estudio de ésta semana ya lo estudiamos mas de una vez en todo el trimestre.

Ya comenzamos a estudiar la lección del primer trimestre del 2017 que nos viene hablando del Espíritu Santo. Esta será una lección muy difícil para nuestro comentario, ya que la lección está diseñada de una manera muy simple y muy clara, dando poco espacio a nuestro comentario. La Biblia habla mucho de la obra que hace el Espíritu Santo, pero no habla de su persona, volviéndose de esa manera en una persona demasiada misteriosa y la mas incomprensible de las tres divinas personas.

La Biblia habla cualquier cantidad de la obra que hace el Espíritu Santo en nuestras vidas, y eso es exactamente en lo que consiste la lección del próximo trimestre. La manera en que la lección del próximo trimestre está escrita, es muy clara y sencilla, ya que describe la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas; por lo tanto nos deja muy poco espacio para agregar nuestro comentario. Haremos todo lo posible, por presentarles un comentario nutritivo, informativo y lleno de conocimiento, como es nuestra costumbre hacerlo.

Por el momento les deseamos una feliz navidad y un próspero año nuevo, de parte de la familia Garcia-Saravia desde Houston, Texas USA. Hemos decidido pasar la última semana de éste año, en ésta hermosa ciudad del estado de Texas.

Dicho sea de paso se nos hacen muchas preguntas con respecto a la navidad.

La navidad es verdadera, lo que no sabemos es la verdadera fecha de la navidad. Jesucristo nació y nació en un pesebre, el pesebre estaba con animales, Jesús nació de una virgen, los sabios vinieron de oriente con regalos, la estrella se pudo ver, los pastores vinieron a adorar, por lo tanto la navidad es verdadera ya que hubo una noche, que en verdad ocurrió la navidad.

El mundo decidió celebrarlo el 24 o 25 de Diciembre. No importa el día en que nosotros lo celebremos, siempre será el día equivocado, por que Dios decidió que el día de la navidad, quedara vedado para el humano.

¿Es prohibido celebrar la navidad? No, la Biblia no lo prohíbe, al contrario menciona de una manera especial a aquellos que dejaron de hacer lo que estaban haciendo para ir a adorar a nuestro “Bebe-Dios” recién nacido.

¿El espíritu de profecía, prohíbe la navidad? Tampoco, Elena de White dice, que es contraproducente, tratar de apagar (especialmente en los niños) el hermoso espíritu de celebración que existe en el mundo, por la ocasión del nacimiento de Cristo. Al igual que la Biblia, el espíritu de profecía, alaba a aquellos que estuvieron con Jesús en su nacimiento, y critica a los que pasaron inadvertidos del gran nacimiento de Jesús, por su ignorancia o por su dejadez espiritual.

Muchos dicen que la navidad actual tiene sus principios en celebraciones paganas, y hasta cierto punto eso es verdad, aunque no es una verdad completa. Este pensamiento tampoco aplica, ya que la celebración actual no se hace pensando en su celebración original.

La navidad tiene su origen en el nacimiento de Jesús, que con el pasar del tiempo las diferentes culturas incluyendo las paganas lo transformaron eso es una verdad. Pero por favor nunca diga que la navidad tiene su origen en el mundo pagano; eso no es así, la navidad tiene su origen, exactamente en el nacimiento de Jesús.

Casi todo lo que celebramos en nuestros días modernos, tuvo su origen en los tiempos antiguos y casi siempre tuvo su origen en el mundo pagano.

Vamos a poner un ejemplo: El anillo matrimonial

Esta celebración nace del dios Marduk (sol) y su esposa Asemiramis (Luna). La tradición dice que a cada cierto tiempo, tanto marduk y Asemiramis, se encontraban en el universo y tenia sexo (eclipse).

En el “climax” de ésta relación sexual entre el sol y la luna, es decir, en el “climax” de un eclipse, queda un hermoso anillo dorado, mientras la luna está cubriendo el sol, de ese anillo solar, nace el anillo de matrimonio, que simplemente quiere decir sexo.

En nuestros días actuales hay muchas culturas que usan el anillo matrimonial, cuando el esposo coloca ese anillo en el dedo de su esposa, no está teniendo ese pensamiento original de donde nació el anillo de compromiso, a pesar que el nacimiento del anillo matrimonial tiene una connotación sexual, no se aplica en nuestros días, por que para nuestros días el anillo matrimonial, tiene otras connotaciones.

Si nos pusiéramos a pensar en todos los orígenes de las cosas que celebramos ahora, nos quedaríamos sin ver las olimpiadas, los partidos de futbol u otros deportes, los cumpleaños, las navidades y los años nuevos.

Hay muchas cosas de la navidad y del árbol de navidad que tienen sus orígenes en el mundo pagano, pero ese pensamiento original, ya no se aplica en nuestros días.

Podemos enseñar a nuestros niños que la verdadera fecha de la navidad no la conocemos, pero que la navidad existió, y marca la venida de Cristo a nuestro mundo, para nuestra salvación.

La podemos celebrar, no hay ningún pecado, la navidad es en verdad la celebración del nacimiento y cumpleaños de Cristo. Si usted tiene problemas con la venida y nacimiento de Cristo a éste mundo, entonces no la celebre.

Pero si usted está feliz que un día atrás, hace mas de dos mil años; el cielo nos entregó a Jesús como un bebe, y ese bebe vino a éste mundo y nos salvo de nuestros pecados; entonces le deseamos a usted una ¡Feliz Navidad y un Próspero año 2017!

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Si bien el desengaño era resultado de una comprensión errónea del mensaje que anunciaban, Dios iba a predominar para bien sobre las circunstancias. Los corazones de los que habían profesado recibir la amonestación iban a ser probados. En presencia de su desengaño, ¿se apresurarían ellos a renunciar a su experiencia y a abandonar su confianza en la Palabra de Dios o con oración y humildad procurarían discernir en qué puntos no habían comprendido el significado de la profecía? ¿Cuántos habían obrado por temor o por impulso y arrebato? ¿Cuántos eran de corazón indeciso e incrédulo? Muchos profesaban anhelar el advenimiento del Señor. Al ser llamados a sufrir las burlas y el oprobio del mundo, y la prueba de la dilación y del desengaño, ¿renunciarían a su fe? Porque no pudieran comprender luego los caminos de Dios para con ellos, ¿rechazarían verdades confirmadas por el testimonio más claro de su Palabra?

Esta prueba revelaría la fuerza de aquellos que con verdadera fe habían obedecido a lo que creían ser la enseñanza de la Palabra y del Espíritu de Dios. Ella les enseñaría, como solo tal experiencia podía hacerlo, el peligro que hay en aceptar las teorías e interpretaciones de los hombres, en lugar de dejar la Biblia interpretarse a sí misma. La perplejidad y el dolor que iban a resultar de su error, producirían en los hijos de la fe el escarmiento necesario. Los inducirían a profundizar aún más el estudio de la palabra profética. Aprenderían a examinar más detenidamente el fundamento de su fe, y a rechazar todo lo que no estuviera fundado en la verdad de las Sagradas Escrituras, por muy amplia que fuese su aceptación en el mundo cristiano (El conflicto de los siglos, pp. 402, 403).

En el lugar secreto de oración, donde ningún ojo puede ver ni oído oír sino únicamente Dios, podemos expresar nuestros deseos y anhelos más íntimos al Padre de compasión infinita; y en la tranquilidad y el silencio del alma, esa voz que jamás deja de responder al clamor de la necesidad humana, hablará a nuestro corazón.

“El Señor es muy misericordioso y compasivo”. Espera con amor infatigable para oír las confesiones de los desviados del buen camino y para aceptar su arrepentimiento. Busca en nosotros alguna expresión de gratitud, así como la madre busca una sonrisa de reconocimiento de su niño amado. Quiere que sepamos con cuánto fervor y ternura se conmueve su corazón por nosotros. Nos convida a llevar nuestras pruebas a su simpatía, nuestras penas a su amor, nuestras heridas a su poder curativo, nuestra debilidad a su fuerza, nuestro vacío a su plenitud. Jamás dejó frustrado al que se allegó a él. “Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados”.

No será vana la petición de los que buscan a Dios en secreto, confiándole sus necesidades y pidiéndole ayuda. “Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Si nos asociamos diariamente con Cristo, sentiremos en nuestro derredor los poderes de un mundo invisible; y mirando a Cristo, nos asemejaremos a él. Contemplándolo, seremos transformados. Nuestro carácter se suavizará, se refinará y ennoblecerá para el reino celestial (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 73, 74).

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Domingo 25 de diciembre // Lección 14____________________________________

POR FE Y NO POR VISTA

Lee 2 Corintios 5:7 y 4:18. ¿Qué verdades se revelan en estos textos? ¿De qué forma pueden estas verdades ayudarnos a ser fieles al Señor?

(porque por fe andamos, no por vista); (2 Corintios 5)

18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. (2 Corintios 4)

El contexto inmediato de 2 Corintios 4:8 es escatológico, habla del fin de los tiempos, cuando seamos vestidos de inmortalidad, una gran promesa que debemos aceptar por fe y no por verla, porque todavía no se ha cumplido.

También en el libro de Job vemos que hay más realidades que las que podamos ver. Pero este concepto no es muy difícil de captar para personas que vivimos en esta época, cuando la ciencia ha revelado la existencia de fuerzas invisibles a nuestro alrededor.

Un predicador en una iglesia de una gran ciudad le pidió a la congregación que se quedara en silencio. Por unos pocos segundos, no hubo ningún sonido. Sacó entonces un receptor de radio, lo encendió y con el dial recorrió los canales. De ese aparato salieron toda clase de sonidos.

–Permítanme preguntarles –dijo el predicador–: ¿De dónde vinieron esos sonidos? ¿Se originaron en el receptor mismo? No, esos sonidos estaban en el aire que nos rodea, como ondas de radio, tan reales como lo es mi voz en este momento. Pero, por cómo están diseñadas, no tenemos acceso a ellas. No podemos verlas, sentirlas o escucharlas, pero no significa que no existan, ¿verdad?

¿Qué otras cosas reales no podemos ver (como radiaciones o la gravedad) pero que existen a nuestro alrededor? ¿Qué lecciones espirituales obtenemos del hecho de que estas fuerzas invisibles no solo existen sino también impactan nuestras vidas?

Según vimos en el libro de Job, ninguna de las personas involucradas captó lo que estaba sucediendo. Creían en Dios y comprendían algo de Dios, de su carácter y de su poder creador. Pero, fuera de lo que podían ver –es decir, las calamidades de Job–, no tenían indicio de lo que estaba sucediendo detrás de la escena. Sin embargo, ¿no estamos a veces sin ningún indicio acerca de las realidades invisibles que nos rodean? El libro de Job nos enseña que necesitamos aprender a vivir por fe, a darnos cuenta de nuestra debilidad, y de cuán poco vemos y conocemos.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El Espíritu provee la fuerza que sostiene en toda emergencia a las almas que luchan y batallan en medio del odio del mundo y de la comprensión de sus propios fracasos y errores. En la tristeza y la aflicción, cuando la perspectiva parece obscura y el futuro perturbador, y nos sentimos desamparados y solos: éstas son las veces cuando, en respuesta a la oración de fe, el Espíritu Santo proporciona consuelo al corazón.

No es una evidencia concluyente de que un hombre sea cristiano el que manifieste éxtasis espiritual en circunstancias extraordinarias. La santidad no es arrobamiento: es una entrega completa de la voluntad a Dios; es vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios; es hacer la voluntad de nuestro Padre celestial; es confiar en Dios en las pruebas y en la obscuridad tanto como en la luz; es caminar por fe y no por vista; confiar en Dios sin vacilación y descansar en su amor (Los hechos de los apóstoles, p. 42).

Tener fe en las promesas de Dios, avanzar por fe, seguir hacia adelante sin ser gobernados por las circunstancias, es una lección difícil de aprender. Pero aprender esta lección es una absoluta necesidad para cada hijo de Dios. Siempre se debería albergar la gracia de Dios otorgada por medio de Cristo; porque se nos da como la única manera de aproximamos a Dios. La fe en las palabras de Dios, pronunciadas por Cristo cuando estaba envuelto en la columna de nube, habría capacitado a los hijos de Israel para dejamos una historia muy diferente. Su falta de fe en Dios influyó para que su historia fuera muy distinta (Mente, carácter y personalidad, tomo 2, pp. 552, 553).

Se oye el viento entre las ramas de los árboles, por el susurro que produce en las hojas y las flores; sin embargo es invisible, y nadie sabe de dónde viene ni adónde va. Así sucede con la obra del Espíritu Santo en el corazón. Es tan inexplicable como los movimientos del viento. Puede ser que una persona no pueda decir exactamente la ocasión ni el lugar en que se convirtió, ni distinguir todas las circunstancias de su conversión; pero esto no significa que no se haya convertido. Mediante un agente tan invisible como el viento, Cristo obra constantemente en el corazón. Poco a poco, tal vez inconscientemente para quien las recibe, se hacen impresiones que tienden a atraer el alma a Cristo. Dichas impresiones pueden ser recibidas meditando en él, leyendo las Escrituras, u oyendo la palabra del predicador viviente. Repentinamente, al presentar el Espíritu un llamamiento más directo, el alma se entrega gozosamente a Jesús. Muchos llaman a esto conversión repentina; pero es el resultado de una larga intercesión del Espíritu de Dios; es una obra paciente y larga.

Aunque el viento mismo es invisible, produce efectos que se ven y sienten. Así también la obra del Espíritu en el alma se revelará en toda acción de quien haya sentido su poder salvador. Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del corazón, transforma la vida. Los pensamientos pecaminosos son puestos a un lado, las malas acciones son abandonadas; el amor, la humildad y la paz, reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones. La alegría reemplaza a la tristeza, y el rostro refleja la luz del cielo. Nadie ve la mano que alza la carga, ni contempla la luz que desciende de los atrios celestiales. La bendición viene cuando por la fe el alma se entrega a Dios. Entonces ese poder que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la imagen de Dios (El Deseado de todas las gentes, pp. 143, 144).

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Lección 14 // Lunes 26 de diciembre_______________________________________

EL MAL

Una de las grandes preguntas que ha desafiado el pensamiento humano es acerca del mal. Aunque algunos filósofos y algunos devotos fanáticos han negado la existencia del mal, la mayor parte de las personas no estaría de acuerdo con ellos. El mal es real; es parte de este mundo. Aunque podamos discutir sobre qué es o qué no es el mal, la mayoría de nosotros “lo conocemos cuando lo vemos”.

A veces ponemos el mal en dos categorías amplias: natural y moral. El mal natural se define como la clase de desastres naturales que producen sufrimiento, tales como terremotos, inundaciones o pestes. El mal moral resulta de acciones deliberadas de otros seres humanos, tales como homicidios o robos.

Muchas teorías, antiguas y modernas, intentan explicar la existencia del mal. Siendo adventistas del séptimo día, creemos que la Biblia enseña que el mal se originó con la caída de un ser creado, Lucifer. La cultura popular, ayudada por especulaciones filosóficas materialistas, ha negado la idea de Satanás. Pero eso solo se puede hacer al rechazar las Escrituras, que describen a Satanás como un ser real que trata de hacer todo el daño posible a los humanos.

Esta es una verdad revelada en el libro de Job.

Lee Job 1:1 hasta Job 2:8. ¿De qué manera estos dos capítulos nos ayudan a entender la actuación de Satanás en el mal en el mundo?

1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales. E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová. 13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, 14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, 15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. 16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. 17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. 18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; 19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia. 20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. (Job 1)

1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. (Job 2)

En el caso de Job, Satanás fue el responsable por el mal, tanto moral como natural, que le sobrevino. Pero lo que vemos en el libro de Job no significa que cada ejemplo de mal o de sufrimiento sea el resultado directo de la actividad demoníaca. El hecho es que, del mismo modo en que los personajes del libro de Job, no entendemos todas las razones por las cosas terribles que ocurren. De hecho, el nombre de “Satanás” nunca apareció en los diálogos con respecto a las tragedias de Job. Ellos echaban la culpa a Dios y a Job, pero nunca a Satanás mismo. Pero el libro de Job debería mostrarnos quién es el responsable, en última instancia, del mal que hay sobre la Tierra.

¿Qué nos muestran los siguientes textos acerca de la realidad de Satanás? Apoc. 12:12; Mat. 4:10; 13:39; Luc. 8:12; 13:16; 22:3, 31; Hech. 5:3; 1 Ped. 5:8. Pero, más importante aun es qué ejemplos tienes de la influencia de Satanás en tu vida. ¿De qué forma puedes protegerte de él?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El gran conflicto entre el bien y el mal aumentará en intensidad hasta la consumación de los tiempos. En todas las edades la ira de Satanás se ha manifestado contra la iglesia de Cristo; y Dios ha derramado su gracia y su Espíritu sobre su pueblo para robustecerlo contra el poder del maligno. Cuando los apóstoles de Cristo estaban por llevar el evangelio por el mundo entero y consignarlo por escrito para provecho de todos los siglos venideros, fueron dotados especialmente con la luz del Espíritu. Pero a medida que la iglesia se va acercando a su liberación final, Satanás obrará con mayor poder. Descenderá “teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apocalipsis 12:12). Obrará “con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos” (2 Tesalonicenses 2:9). Por espacio de seis mil años esa inteligencia maestra, después de haber sido la más alta entre los ángeles de Dios, no ha servido más que para el engaño y la ruina. Y en el conflicto final se emplearán contra el pueblo de Dios todos los recursos de la habilidad y sutileza satánicas, y toda la crueldad desarrollada en esas luchas seculares. Durante este tiempo de peligro los discípulos de Cristo tienen que dar al mundo la amonestación del segundo advenimiento del Señor; y un pueblo ha de ser preparado “sin mácula, y sin reprensión” para comparecer ante él a su venida (2 Pedro 3:14.) Entonces el derramamiento especial de la gracia y el poder divinos no será menos necesario a la iglesia que en los días apostólicos (El conflicto de los siglos, pp. 12, 13).

Satanás juega el juego de la vida con las almas de los hombres y mujeres por quienes Cristo murió. Y en nuestro celo por hacer la obra del Señor, debemos ser cuidadosos de no adelantamos a los planes de Cristo, sino seguir sus instrucciones (Carta 171, 9 de enero, 1900).

Los que se oponen a las enseñanzas del espiritismo están atacando no solo a los hombres, sino a Satanás y a sus ángeles. Han entrado en lucha contra principados, potestades y huestes de maldad en las regiones celestes. Satanás no cederá un centímetro de terreno a menos que tenga que retroceder gracias al poder de los mensajeros celestiales. El pueblo de Dios debería estar en condiciones de enfrentarlo, como nuestro Salvador, con las palabras: “Escrito está”. Satanás puede citar ahora la Escrituras como en los días de Cristo, y pervertirá sus enseñanzas para apoyar sus engaños. Pero las claras afirmaciones de la Biblia serán armas poderosas en todo conflicto…

Satanás se ha estado preparando hace mucho tiempo para la ofensiva final que va lanzar con el fin de engañar al mundo… Poco a poco ha preparado el camino para su obra maestra de engaño: el desarrollo del espiritismo. Aún no ha logrado el pleno cumplimiento de sus designios; pero lo conseguirá en los últimos tiempos, y el mundo será incorporado en las filas de este engaño. Rápidamente se están adormeciendo como consecuencia de una fatal seguridad, para despertar solamente cuando se derrame la ira de Dios (La historia de la redención, pp. 417, 418).

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Martes 27 de diciembre // Lección 14______________________________________

CON AMIGOS COMO ESTOS…

En todo el libro de Job, los tres hombres (y luego, cuatro) que fueron para hablar con Job lo hicieron con buenos motivos. Habían oído lo que le había ocurrido, y vinieron “para condolerse de él y para consolarlo” (Job 2:11). Sin embargo, después de que Job comenzara a hablar, lamentando sus tragedias, ellos aparentemente sintieron que era más importante poner a Job en su lugar, y corregir su teología, que animarlo y levantar el espíritu de su amigo sufriente.

Vez tras vez, lo hicieron todo mal. Supongamos que hubieran estado en lo correcto, que todas esas cosas le vinieron a Job porque las merecía. Ellos podrían estar teológicamente en lo correcto, pero ¿necesitaba Job una teología correcta? ¿O necesitaba algo muy diferente?

Lee Juan 8:1 al 11. ¿Qué reveló Jesús aquí que les faltaba mucho a estos hombres?

1 y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. (Juan 8)

En estas historias, hay una diferencia grande entre la mujer tomada en adulterio y sus acusadores por un lado, y Job y sus acusadores, por el otro. La mujer era culpable. Aunque ella podría ser menos culpable que los que la acusaban, no había dudas de su culpabilidad. En contraste, Job no era culpable, por lo menos en el sentido de culpa que sus acusadores le enrostraban. Pero, aun si él hubiera sido culpable como esta mujer, lo que Job necesitaba era lo que esta mujer también necesitaba, y que toda persona que sufre necesita: gracia y perdón.

“En su acto de perdonar a esta mujer y estimularla a vivir una vida mejor, el carácter de Jesús resplandece con la belleza de la justicia perfecta. Aunque no toleró el pecado ni redujo el sentido de la culpabilidad, no trató de condenar sino de salvar. El mundo tenía para esta mujer pecadora solamente desprecio y escarnio; pero Jesús le dirigió palabras de consuelo y esperanza” (DTG 427).

Lo que el libro debe enseñarnos es que necesitamos dar a otros lo que nos gustaría recibir si estuviéramos en su lugar. Claro que hay lugar para reprensiones, para confrontaciones, pero antes de que consideremos realizar esa función, debemos recordar humilde y mansamente que nosotros mismos somos pecadores.

¿De qué modo podemos aprender a ser más compasivos con los que sufren, aun si sufren por sus propias acciones equivocadas?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Jesús miró un momento la escena: la temblorosa víctima avergonzada, los dignatarios de rostro duro, sin rastros de compasión humana. Su espíritu de pureza inmaculada sentía repugnancia por este espectáculo. Bien sabía él con qué propósito se le había traído este caso. Leía el corazón, y conocía el carácter y la vida de cada uno de los que estaban en su presencia. Aquellos hombres que se daban por guardianes de la justicia habían inducido ellos mismos a su víctima al pecado, a fin de poder entrampar a Jesús. No dando señal de haber oído la pregunta, se agachó y, fijos los ojos en el suelo, empezó a escribir en el polvo.

Impacientes por su dilación y su aparente indiferencia, los acusadores se acercaron, para imponer el asunto a su atención. Pero cuando sus ojos, siguiendo los de Jesús, cayeron sobre el pavimento a sus pies, cambió la expresión de su rostro. Allí, trazados delante de ellos, estaban los secretos culpables de su propia vida. El pueblo, que miraba, vio el cambio repentino de expresión, y se adelantó para descubrir lo que ellos estaban mirando con tanto asombro y vergüenza…

Jesús se enderezó y mirando a la mujer dijo: “¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado? Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más”…

Su corazón se enterneció, y se arrojó a los pies de Jesús, expresando con sollozos su amor agradecido, confesando sus pecados con amargas lágrimas.

Esto fue para ella el principio de una nueva vida, una vida de pureza y paz, consagrada al servicio de Dios. Al levantar a esta alma caída, Jesús hizo un milagro mayor que al sanar la más grave enfermedad física. Curó la enfermedad espiritual que es para muerte eterna. Esa mujer penitente llegó a ser uno de sus discípulos más fervientes. Con amor y devoción abnegados, retribuyó su misericordia perdonadora.

En su acto de perdonar a esta mujer y estimularla a vivir una vida mejor, el carácter de Jesús resplandece con la belleza de la justicia perfecta. Aunque no toleró el pecado ni redujo el sentido de la culpabilidad, no trató de condenar sino de salvar. El mundo tenía para esta mujer pecadora solamente desprecio y escarnio; pero Jesús le dirigió palabras de consuelo y esperanza. El Ser sin pecado se compadece de las debilidades de la pecadora, y le tiende una mano ayudadora (El Deseado de todas las gentes, pp. 425-427).

Muchas veces, luego de ganados al evangelio, los que parecían toscos y poco promisorios, llegan a ser sus partidarios y defensores más leales y ardientes. No estaban del todo corrompidos. Bajo una apariencia repulsiva, hay en ellos buenos impulsos que se pueden despertar. Sin una mano que les ayude, muchos no lograrán jamás reponerse moralmente; pero mediante esfuerzos pacientes y constantes se los puede levantar. Necesitan palabras de ternura, benevolente consideración, ayuda positiva. Necesitan consejos que no apaguen en sus almas el último pábilo de aliento. Tengan esto en cuenta los obreros de Jesús que traten con ellos (El ministerio de curación, p. 126).

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Lección 14 // Miércoles 28 de diciembre____________________________________

MÁS QUE ESPINAS Y CARDOS

Como bien sabemos, la vida es dura. Ya en el Edén, después de la Caída, se dieron algunos indicios de cuán dura sería, cuando Dios permitió que nuestros primeros padres supieran cuáles serían los resultados de su transgresión (Gén. 3:16-24). Pero, estos eran solo indicios. Si los únicos desafíos que afrontáramos en la vida fueran “espinos y cardos”, la existencia humana sería muy diferente de lo que es hoy.

Miramos alrededor, y vemos mucho sufrimiento, enfermedad, pobreza, guerras, crímenes, depresión, contaminación e injusticia. El antiguo historiador Herodoto escribió acerca de una cultura en la cual la gente se enlutaba cuando nacía un bebé, porque sabían de la inevitable tristeza y sufrimientos que ese niño afrontaría si llegaba a ser adulto. Parece mórbido, pero ¡quién puede refutar esa lógica?

En el libro de Job hay un mensaje para nosotros acerca de la condición humana. Según vimos, Job podía ser considerado un símbolo de toda la humanidad, puesto que todos sufrimos, de maneras que no parecen justas o apropiadas para los pecados que todos cometemos. No era justo para Job, y tampoco es justo para nosotros.

Y no obstante, lo que el libro de Job puede decirnos es que Dios está allí, Dios sabe, y Dios promete que no todo es inútil.

Los escritores seculares, ateos, luchan para llegar a un acuerdo con el sinsentido de una vida que termina con la muerte. Luchan buscando respuestas, pero no consiguen nada, porque esta vida, por sí misma, no ofrece nada. Hay una filosofía atea llamada “nihilismo”, de una palabra latina, nihil, que significa “nada”. El nihilismo enseña que nuestro mundo y nuestras vidas en el mundo no significan nada.

Pero el libro de Job nos señala una realidad trascendente más allá del nihil con que nuestras vidas mortales nos amenazan. Nos señala a Dios y a un ámbito del cual podemos obtener esperanza. Nos dice que todo lo que nos sucede no ocurre en un vacío sino que hay un Dios que sabe todo lo que está aconteciendo, y que promete poner todo en orden un día. Las grandes preguntas que el libro de Job deja sin respuesta solo nos dejan en las manos las cenizas de nuestras vidas (ver Gén. 3:19; Job 2:8). No obstante, nos deja con la esperanza de algo más allá de lo que vemos con nuestros sentidos.

¿Qué textos bíblicos dicen explícitamente que tenemos una gran esperanza que trasciende cualquier cosa que este mundo ofrece? (Ver, por ejemplo, Heb. 11:10; Apoc. 21:2.)

ESPÍRITU DE PROFECÍA

¿Por qué se permitió que el gran conflicto se prolongara por tantos siglos? ¿Por qué no se suprimió la existencia de Satanás al comienzo mismo de su rebelión? Para que el universo se convenciera de la justicia de Dios en su trato con el mal; para que el pecado recibiese condenación eterna. En el plan de salvación hay alturas y profundidades que la eternidad misma nunca podrá agotar, maravillas que los ángeles desearían escrutar. De todos los seres creados, solo los redimidos han conocido por experiencia el conflicto real con el pecado; han trabajado con Cristo y, cosa que ni los ángeles podrían hacer, han participado de sus sufrimientos. ¿No tendrán acaso algún testimonio acerca de la ciencia de la redención, algo que sea de valor para los seres no caídos?

Aun ahora es “dado a conocer” “Por medio de la iglesia”, “a los principados y potestades en los lugares celestiales, la multiforme sabiduría de Dios”. Y “juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales… para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (La educación, p. 308).

Dios escogió a Abrahán como su mensajero mediante el cual comunicaría la luz al mundo. La palabra de Dios llegó a él, no con la presentación de seductoras perspectivas de grandes remuneraciones en esta vida ni de gran estima y honor mundanales. “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12; 1), fue el mensaje divino dado a Abrahán. El patriarca obedeció… Dejó atrás su país, su hogar, sus parientes y todas las relaciones agradables de su vida para transformarse en un peregrino y extranjero.

Cuando Dios pidió a Abrahán que dejara su tierra y sus amigos, él podría haber razonado y puesto en duda el propósito de Dios. Pero mostró que tenía perfecta confianza en que Dios lo estaba guiando; no se preguntó si iría a una tierra fértil, agradable, o si se sentiría cómodo allí. Él salió según la orden de Dios. Esta es una lección para cada uno de nosotros. Cuando el deber parece llevamos en contra de nuestras inclinaciones, debemos tener fe en Dios.

Hay personas que podrían estar en situaciones favorables… en todas las cosas de esta vida, pero Dios puede tener para ellas una obra que hacer en otra parte, una obra que no podrían hacer entre sus parientes y amigos. La misma comodidad y los parientes que las rodean pueden impedirles desarrollar los rasgos de carácter que Dios quisiera que desarrollaran. Pero Dios ve que cambiando su situación y enviándolas a lugares cuyo ambiente sea completamente diferente, ellas estarán en el sitio donde mejor podrán desarrollar un carácter que lo glorifique…

Dios en su providencia nos coloca en situaciones en las cuales sentimos nuestra necesidad de su ayuda y poder, y ama revelarse a nosotros (En lugares celestiales, p. 112).

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Jueves 29 de diciembre // Lección 14______________________________________

JESÚS Y JOB

Los estudiantes de la Biblia a lo largo de los siglos han procurado encontrar similitudes entre la historia de Job y la de Jesús. Y, aunque Job no es precisamente un “tipo” de Jesús (como lo fueron los animales del sistema de sacrificios), existen algunas semejanzas. En ellos podemos encontrar otra lección de Job: la de cuánto costó nuestra salvación para el Señor.

Compara Job 1:1 con 1 Juan 2:1; Santiago 5:6; y Hechos 3:14. ¿Qué similitudes hay allí?

1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. (Job 1)

1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1 Juan 2)

Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia. (Santiago 5)

14 Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, (Hechos 3)

Lee Mateo 4:1 al 11. ¿Qué semejanzas existen aquí entre Jesús y Job?

1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. (Mateo 4)

Lee Mateo 26:61; Lucas 11:15 y 16; y Juan 18:30. ¿De qué modo estos textos encierran similitudes con la experiencia de Job?

61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. (Mateo 26)

15 Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios. 16 Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo. (Lucas 11)

30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. (Juan 18)

Compara Job 1:22 con Hebreos 4:15. ¿Qué semejanzas hay aquí?

22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.(Job 1)

15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (Hebreos 4)

Estos textos revelan similitudes interesantes entre las experiencias de Job y las de Jesús. Por supuesto, Job no era sin pecado, como lo fue Jesús; no obstante, él fue un hombre fiel y justo, cuya vida trajo gloria al Padre. Job fue gravemente probado por el diablo, igual que Jesús. En todo el libro, Job fue acusado falsamente; Jesús también afrontó falsas acusaciones.

Finalmente, y tal vez lo más importante, a pesar de todo lo que sucedió, Job se mantuvo fiel a Dios. Con consecuencias mucho mayores para todos nosotros, Jesús también se mantuvo fiel. A pesar de todo lo que le sucedió, Jesús vivió una vida sin pecado, que personificaba perfectamente el carácter de Dios. Jesús fue “la imagen misma de su sustancia [la de Dios]” (Heb. 1:3), y de este modo solo él tenía la justicia necesaria para la salvación, “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia” (Rom. 3:22).

Por impactante que haya sido todo, el Job sufriente, fiel en medio del sufrimiento, fue un pequeño reflejo, imperfecto, de lo que Jesús, su Redentor, afrontaría en favor de Job y de nosotros, y él realmente vendrá y “al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Vi a los malos ángeles contender por las almas, y a los ángeles de Dios resistirles. El conflicto era intenso. Los malos ángeles estaban corrompiendo la atmósfera con su influencia venenosa, y se cernían en tropel alrededor de aquellas almas para entumecer su sensibilidad. Los ángeles santos estaban mirando con ansiedad, y esperando para rechazar las huestes de Satanás. Pero no es obra de los ángeles buenos dominar las mentes de los hombres contra su voluntad. Si ellos se entregan al enemigo y no hacen esfuerzo para resistirle, entonces los ángeles de Dios no pueden hacer mucho más que mantener en jaque a la hueste de Satanás, para que no destruya a los que están en peligro, hasta que se les haya dado mayor luz con el fin de despertarlos y hacerlos mirar al cielo en procura de ayuda. Jesús no comisionará a los ángeles santos para que libren a los que no se esfuerzan por ayudarse a sí mismos.

Si Satanás ve que corre peligro de perder a un alma, hace cuánto puede para conservarla. Y cuando la persona llega a darse cuenta del peligro que corre, y con angustia y fervor busca fortaleza en Jesús, Satanás teme perder un cautivo, y llama un refuerzo de sus ángeles para rodear a la pobre alma y formar una muralla de tinieblas en derredor de ella con el propósito de que la luz del cielo no la alcance. Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia se aferra a los méritos de la sangre de Cristo, nuestro Salvador escucha la ferviente oración de fe, y envía refuerzos de ángeles poderosos en fortaleza para que lo libren.

Satanás no puede soportar que se recurra a su poderoso rival, porque teme y tiembla ante su fuerza y majestad. Al sonido de la oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla. Él continúa llamando legiones de malos ángeles, para lograr su objeto. Cuando los ángeles todopoderosos, revestidos de la

armadura del cielo, acuden en auxilio del alma perseguida y desfalleciente, Satanás y su hueste retroceden, sabiendo perfectamente que han perdido la batalla (Joyas de los testimonios, tomo 1, pp. 121, 122).

Por medio del don de Cristo recibimos toda bendición, Por medio de este don nos llega día tras día el flujo inagotable de las bondades de Jehová. Cada flor, con su delicada tonalidad y dulce fragancia, nos es dada para alegría por medio de este don. El sol y la luna fueron hechos por él; no hay estrella que embellezca el cielo que él no haya hecho. No hay alimento puesto sobre nuestras mesas que no haya sido provisto por él para nuestro sostén. La inscripción de Cristo está sobre todo. Se proporciona todo al hombre por medio de este don inefable, el unigénito Hijo de Dios. Fue clavado en la cruz para que todas estas bondades pudieran fluir hacia las criaturas de Dios (La maravillosa gracia de Dios, p. 178).

Cuando Jesús estuvo sobre la tierra, enseñó a sus discípulos a orar. Les enseñó a presentar Dios sus necesidades diarias y a echar toda su solicitud sobre él. Y la seguridad que les dio de que sus oraciones serían oídas, nos es dada también a nosotros.

Jesús mismo, cuando habitó entre los hombres, oraba frecuentemente. Nuestro Salvador se identificó con nuestras necesidades y flaquezas convirtiéndose en un suplicante que imploraba de su Padre nueva provisión de fuerza, para avanzar fortalecido para el deber y la prueba. Él es nuestro ejemplo en todas las cosas. Es un hermano en nuestras debilidades, «tentado en todo así como nosotros», pero como ser inmaculado, rehuyó el mal; sufrió las luchas y torturas de alma de un mundo de pecado. Como humano, la oración fue para él una necesidad y un privilegio. Encontraba consuelo y gozo en estar en comunión con su Padre. Y si el Salvador de los hombres, el Hijo de Dios, sintió la necesidad de orar, ¡cuánto más nosotros, débiles mortales, manchados por el pecado, no debemos sentir la necesidad de orar con fervor y constancia! (El camino a Cristo, pp. 92, 93).

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Lección 14 // Viernes 30 de diciembre_____________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: A lo largo de los siglos, el libro de Job ha estremecido, iluminado y desafiado a los lectores en el judaísmo, el cristianismo y aun en el Islam (que tiene su propia variante del informe bíblico). Decimos desafiado porque, como hemos visto, en sí mismo y por sí mismo, el libro deja muchas preguntas sin responder. En un nivel, esto no debe sorprendernos. Después de todo, del Génesis al Apocalipsis, ¿qué libro de la Biblia no deja preguntas sin resolver? Aun tomada como un todo, la Biblia no responde a cada problema que plantea. La caída de la humanidad y el plan de salvación son temas que estudiaremos por toda la eternidad (ver El conflicto de los siglos, pp. 736, 737); entonces, ¿cómo podría un libro finito, aun uno inspirado por el Señor (2 Tim. 3:16), responder a todas nuestras preguntas ahora?

El libro de Job, sin embargo, no está solo. Es parte de un cuadro mucho más grande revelado en la Palabra de Dios. Y, como parte de un gran mosaico espiritual y teológico, nos presenta un mensaje poderoso, con apelación universal, a todos los seguidores de Dios. Y ese mensaje es: Sé fiel aun en la adversidad. Job es un ejemplo viviente de las palabras de Jesús: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mat. 24:13). ¿Qué creyente en Jesús, procurando hacer lo recto, o ser fiel, no ha tenido que enfrentar males inexplicables o aun desafíos a su fe? ¿O quién, queriendo encontrar consuelo, no ha enfrentado acusaciones? Y no obstante, el libro de Job nos presenta el ejemplo de alguien que, enfrentando todo esto y mucho más, mantuvo su fe y su integridad. Y, como por fe y por gracia confiamos en aquel que murió en la Cruz por Job y por nosotros, el mensaje para nosotros es: “Ve y haz tú lo mismo” (Luc. 10:37).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Ponte en la mente de un judío que, conociendo el libro de Job, vivió antes de la venida de Jesús. ¿Qué preguntas crees que podría tener, que nosotros hoy, viviendo después de Jesús, no tenemos? Es decir, ¿de qué modo la historia de Jesús y lo que hizo por nosotros nos ayuda a comprender mejor el libro de Job?
  2. Cuando tengas la oportunidad de encontrarte con Job, ¿cuál sería la primera pregunta que le harías, y por qué?
  3. ¿Cuáles son algunas de las preguntas y los problemas que aparecieron en el libro de Job que no cubrimos en este trimestre?
  4. ¿Cuál fue el principal concepto espiritual que obtuviste del estudio de Job? Comparte tus respuestas con tu clase.

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Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
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Madrid, España 2015