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Lección 13 – EL NUEVO NACIMIENTO DEL PLANETA TIERRA – Para el 27 de marzo de 2021


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EL NUEVO NACIMIENTO DEL PLANETA TIERRA

Sábado 20 de marzo_________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaías 65:17–25; 66:1–19; 66:19–21; 66:21; 66:22–24.

PARA MEMORIZAR:

“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento” (Isa. 65:17).

U n día, un niño de doce años que acababa de leer un libro sobre astronomía se negó a ir a la escuela. Su madre llevó al niño al médico de familia, quien le preguntó:

–Guillermo, ¿qué te pasa? ¿Por qué ya no quieres estudiar ni ir a la escuela?

–Porque, doctor –dijo–, leí en este libro de astronomía que un día el Sol se quemará y toda la vida de la Tierra se desvanecerá. No veo ninguna razón para hacer nada si, al final, todo se extinguirá.

–¡Eso no te incumbe! ¡No es asunto tuyo! –exclamó la madre, histérica.

–Pero, Guillermo –le dijo el médico con una sonrisa–, no tienes que preocuparte, porque para cuando eso suceda todos estaremos muertos de todos modos.

Por supuesto, ese es parte del problema: finalmente, de todos modos morimos.

Afortunadamente, nuestra existencia no tiene que terminar en la muerte. Al contrario, se nos ha ofrecido vida, vida eterna, en un mundo renovado.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Compañeros de peregrinación, estamos todavía entre las sombras y la agitación de las actividades terrenales; pero pronto aparecerá nuestro Salvador para traer liberación y descanso. Contemplemos por la fe el bienaventurado más allá, tal como lo describió la mano de Dios. El que murió por los pecados del mundo está abriendo de par en par las puertas del Paraíso a todos los que creen en él. Pronto habrá terminado la batalla y se habrá ganado la victoria. Pronto veremos a Aquel en quien se cifran nuestras esperanzas de vida eterna. En su presencia las pruebas y los sufrimientos de esta vida resultarán insignificantes…

Alcemos los ojos y dejemos que nuestra fe aumente de continuo. Dejemos que esta fe nos guíe a lo largo de la senda estrecha que ha de llevarnos por las puertas de la ciudad al gran más allá, al amplio e ilimitado futuro de gloria que espera a los redimidos. «Pues, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. Tened también vosotros paciencia: confirmad vuestros corazones: porque la venida del Señor se acerca». Santiago 5:7, 8 (Profetas y reyes, pp. 731,732).

La resurrección y la ascensión de nuestro Señor constituyen una evidencia segura del triunfo de los santos de Dios sobre la muerte y el sepulcro, y una garantía de que el cielo está abierto para quienes lavan las vestiduras de su carácter y las emblanquecen en la sangre el Cordero. Jesús ascendió al Padre como representante de la familia humana, y allí llevará Dios a los que reflejan su imagen para que contemplen su gloria y participen de ella con él.

Hay mansiones para los peregrinos de la tierra. Hay vestiduras, coronas de gloria y palmas de victoria para los justos. Todo lo que nos dejó perplejos en las providencias de Dios quedará aclarado en el mundo venidero. Las cosas difíciles de entender hallarán entonces su explicación. Los misterios de la gracia nos serán revelados. Donde nuestras mentes finitas discernían solamente confusión y promesas quebrantadas, veremos la más perfecta y hermosa armonía. Sabremos que el amor infinito ordenó los incidentes que nos parecieron más penosos. A medida que comprendamos el tierno cuidado de Aquel que hace que todas las cosas obren conjuntamente para nuestro bien, nos regocijaremos con gozo inefable y rebosante de gloria (Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 227, 228).

Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre más ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza (El conflicto de los siglos, p. 657).


Domingo 21 de marzo_______________________________________________________

CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA (ISA. 65:17–25)

Lee Isaías 65:17 al 25. ¿Qué tipo de restauración promete el Señor?

Isaías 65:17-25

17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. 19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. 20 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. 21 Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. 22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. 23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. 24 Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. 25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.

Dios promete una nueva creación, y comienza con estas palabras: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento” (Isa. 65:17). En esta notable profecía, el Señor promete “tra[er] a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo” (65:18). En la ciudad no habrá más llanto (65:19). La gente normalmente vivirá bastante más de un siglo antes de morir (65:20). Su trabajo y sus hijos subsistirán para que ellos disfruten (65:21–23).

Si bien esto es bueno, ¿por qué no es una escena de nuestra restauración final, nuestra esperanza final?

Por ahora tenemos una escena de una vida larga y tranquila en la Tierra Prometida. Pero, a pesar de que la gente viva más, aún muere. ¿Dónde está la transformación radical de la naturaleza que esperamos con la creación de “nuevos cielos” y una “nueva tierra”? El siguiente versículo nos dice: “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová” (Isa. 65:25).

Para que los carnívoros como los leones se vuelvan vegetarianos se requiere mucho más que una clase de cocina vegetariana. Se necesita una nueva creación para restaurar el mundo a su estado ideal, como era antes de que el pecado, en el Edén, introdujera la muerte.

Aquí, en Isaías 65, Dios presenta la creación de “nuevos cielos” y una “nueva tierra” como un proceso, una serie de pasos, que comienza con la reconstrucción de Jerusalén. Compara Isaías 11, donde el Mesías traería justicia (Isa. 11:1–5). Luego, finalmente, habrá paz en el “santo monte” mundial de Dios. Las imágenes que se utilizan en Isaías 11 son similares a las que se encuentran en Isaías 65: “Morará el lobo con el cordero […] y el león como el buey comerá paja” (11:6, 7). Aunque el “santo monte” del Señor comenzaría con el Monte Sion de Jerusalén, este era solo un precursor, un símbolo de lo que Dios promete hacer, en última instancia, en un mundo nuevo con su pueblo redimido.

Supongamos que, en lugar de vivir 60, 70, 90 o incluso 100 años, la mayoría de la gente viviera un millón de años o más. ¿Por qué aun así no se resolvería el problema fundamental de la humanidad? ¿Por qué la vida eterna es la única respuesta a nuestras más profundas necesidades humanas?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En la Biblia se llama a la herencia de los bienaventurados una patria. Hebreos 11: 14-16. Allí conduce el divino Pastor a su rebaño a los manantiales de aguas vivas. El árbol de vida da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para el servicio de las naciones. Allí hay corrientes que manan eternamente, claras como el cristal, al lado de las cuales se mecen árboles que echan su sombra sobre los senderos preparados para los redimidos del Señor. Allí las vastas llanuras alternan con bellísimas colinas y las montañas de Dios elevan sus majestuosas cumbres. En aquellas pacíficas llanuras, al borde de aquellas corrientes vivas, es donde el pueblo de Dios que por tanto tiempo anduvo peregrino y errante, encontrará un hogar.

«Mi pueblo habitará en mansión de paz, en moradas seguras, en descansaderos tranquilos». «No se oirá más la violencia en tu tierra, la desolación ni la destrucción dentro de tus términos; sino que llamarás a tus muros Salvación, y a tus puertas Alabanza». «Edificarán casas también, y habitarán en ellas; plantarán viñas, y comerán su fruto. No edificarán más para que otro habite, ni plantarán para que otro coma;[…] mis escogidos agotarán el usufructo de la obra de sus manos». Isaías 32:18; 60:18; 65:21, 22 (El conflicto de los siglos, pp. 654, 655).

En la tierra renovada, los redimidos participarán de las ocupaciones y los placeres que daban felicidad a Adán y Eva en el principio. Se vivirá la existencia del Edén, en huertos y campos…

Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a cabo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse las más encumbradas ambiciones; y sin embargo, surgirán nuevas alturas que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender, nuevos objetos que agucen las facultades del espíritu, del alma y del cuerpo (Maranata: el Señor viene, p. 372).

¡Qué campo se abrirá allí a nuestro estudio cuando se quite el velo que oscurece nuestra vista y nuestros ojos contemplen ese mundo de belleza del cual ahora tenemos vislumbres por medio del microscopio; cuando contemplemos las glorias de los cielos estudiados ahora por medio del telescopio; cuando, borrada la mancha del pecado, toda la tierra aparezca en «la hermosura de Jehová nuestro Dios»! Allí el estudiante de la ciencia podrá leer los informes de la creación, sin hallar señales de la ley del mal. Escuchará la música de las voces de la naturaleza y no descubrirá ninguna nota de llanto ni voz de dolor. En todas las cosas creadas descubrirá una escritura, en el vasto universo contemplará «el nombre de Dios escrito en grandes caracteres» y ni en la tierra, ni en el mar, ni en el cielo, quedará señal del mal (Maranata: el Señor viene, p. 378).


Lunes 22 de marzo__________________________________________________________

“IMÁN” DIVINO (ISA. 66:1–19)

Lee Isaías 66:1 al 19. Teniendo en cuenta la época en que Isaías escribió, ¿cuál es el mensaje básico que da aquí?

Isaías 66:1-19

1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada. Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos. Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos. Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. ¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. 10 Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; 11 para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria. 12 Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. 13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. 14 Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos. 15 Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. 16 Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados. 17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová. 18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.

A través del profeta, Dios reitera el llamado y la advertencia que impregnan el libro: Dios salvará y restaurará a los humildes que tiemblan ante su Palabra (Isa. 66:2, 5). Como en Isaías 40:1, los consolará (66:13). Pero destruirá a los que se rebelen contra él. Esto incluye a los hipócritas que practican rituales, cuyos sacrificios él rechaza (66:3, 4; comparar con 1:10–15), así como a quienes odian y rechazan a los fieles de Dios (66:5). También incluye a quienes practican abominaciones paganas (66:17) como las que se practicaban incluso en el Templo de Jerusalén (Eze. 8:7–12).

Lee Isaías 66:3 detenidamente. ¿Qué quiere decir este versículo? ¿Qué principios espirituales se revelan? ¿Cómo podría expresarse la misma idea, pero en el contexto del cristianismo y la adoración contemporáneos?

¿En qué medida Dios actúa como un imán para atraer a las naciones a sí mismo? Isaías 66:18, 19.

Después de la destrucción de sus enemigos (66:14–17), Dios revela su gloria para que se convierta en un imán para atraer a la gente a Jerusalén (comparar con 2:2–4). Él establece una “señal” entre ellos, que no se especifica aquí, pero aparentemente se refiere a la señal mencionada por última vez por Isaías: Dios da alegría y paz a su pueblo, y restaura su tierra (Isa. 55:12, 13). Cuando revela su gloria al restaurar a su pueblo después de la destrucción, esta es una señal de su favor restaurado, así como dio a Noé la señal del arco iris después del Diluvio (Gén. 9:13-17).

Lee Isaías 66:5. ¿Qué significa “temblar” ante su Palabra? ¿Por qué quiere el Señor que temblemos frente a su Palabra? Si tú no tiemblas, ¿qué podría significar eso sobre la condición de tu corazón?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El plan de salvación trazado por el Cielo es bastante amplio para abarcar todo el mundo. Dios anhela impartir el aliento de vida a la humanidad postrada. Y no permitirá que se quede chasqueado nadie que anhele sinceramente algo superior y más noble que cuanto puede ofrecer el mundo. Envía constantemente sus ángeles a aquellos que, si bien están rodeados por las circunstancias más desalentadoras, oran con fe para que algún poder superior a sí mismos se apodere de ellos y les imparta liberación y paz. De varias maneras Dios se les revelará, y los hará objeto de providencias que establecerán su confianza en Aquel que se dio sí mismo en rescate por todos, «a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, y guarden sus mandamientos». Salmo 78:7…

«Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza es en Jehová su Dios». Salmo 146:5. «Tornaos a la fortaleza, oh presos de esperanza». Zacarías 9: 12. Para todos los de corazón sincero que viven en tierras paganas, para los que son «rectos» a la vista del Cielo, la luz «resplandeció en las tinieblas». Salmo 112:4. Dios ha declarado: «Y guiaré los ciegos por camino que no sabían, haréles pisar por las sendas que no habían conocido; delante de ellos tornaré las tinieblas en luz, y los rodeos en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé». Isaías 42: 16 (Profetas y reyes, p. 289).

Cristo se deleita en utilizar un material aparentemente sin esperanza y convertirlo en el objeto de su gracia, aquellos que Satanás ha envilecido y mediante quienes ha trabajado. Se regocija en librarlos del sufrimiento y de la ira que habrá de derramarse sobre el desobediente. Asus hijos los hace agentes en la terminación de esta obra, y en su éxito, aun en esta vida, encuentran una preciosa recompensa.

Pero, ¿qué es esto comparado con el gozo que sentirán en el gran día de la manifestación final? «Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conocemos en parte; pero entonces conoceremos como fuimos conocidos». 1 Corintios 13: 12.

El galardón de los obreros de Cristo es entrar en su gozo. El gozo que el mismo Cristo contempla con vehemente deseo, se presenta en su oración a su Padre: «Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo». Juan 17:24 (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 31 1 ).


Martes 23 de marzo_________________________________________________________

LÍDERES MISIONEROS Y DE ADORACIÓN (ISA. 66:19–21)

¿Cuál es el significado de los sobrevivientes que traen gente de las naciones como una ofrenda a Jehová? Isaías 66:19, 20.

Isaías 66:19-20

19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová.

Dios envía sobrevivientes de su destrucción a los confines de la Tierra, a la gente que no conoce a Dios, “y publicarán mi gloria entre las naciones” (Isa. 66:19). Esta es una de las afirmaciones más claras del Antiguo Testamento sobre el tema de acción misionera. No solo habrá gente que se sentirá atraída hacia la nación hebrea, sino además algunos de los hebreos irán a otras naciones y les enseñarán acerca del Dios verdadero; un paradigma que es explícito en el Nuevo Testamento. Aunque hubo obra misionera judía entre la época del regreso del Exilio y la época de Cristo (Mat. 23:15), los primeros cristianos difundieron el evangelio en forma rápida y a gran escala (Col. 1:23).

Así como los israelitas llevaban ofrendas de grano a Jehová en su Templo, los misioneros le llevarían una ofrenda. Pero su ofrenda sería “todos vuestros hermanos de entre todas las naciones” (Isa. 66:20). Así como las ofrendas de granos eran regalos para Dios que no se sacrificaban, los conversos traídos al Señor le serían presentados como “sacrificio vivo” (comparar con Rom. 12:1). Con respecto a la idea de que la gente podría ser presentada como una especie de ofrenda a Dios, ten en cuenta la dedicación mucho más antigua de los levitas como “ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová” (Núm. 8:11).

¿Cuál es la importancia de la promesa de Dios de escoger “de ellos para sacerdotes y levitas” (Isa. 66:21)?

Isaías 66:21

21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová.

El “ellos”, en el versículo 21, se refiere a “vuestros hermanos de entre todas las naciones” en el versículo anterior. Estos son gentiles, algunos de los cuales Dios elegiría como conductores de adoración, junto con los sacerdotes y levitas. Este es un cambio revolucionario. Dios previamente había autorizado que solo los descendientes de Aarón sirvieran como sacerdotes y únicamente a otros miembros de la tribu de Leví para ayudarlos. Los gentiles no podían literalmente convertirse en descendientes de Aarón o de Leví, pero Dios autorizaría a algunos a servir en estas funciones, que previamente estaban prohibidas incluso para la mayoría de los judíos.

Lee 1 Pedro 2:9 y 10. ¿A quién escribe Pedro? ¿Qué le dice? ¿Qué mensaje tiene para cada uno de nosotros, como miembros de una “nación santa” hoy? ¿Nos está yendo mejor que a los destinatarios originales (Éxo. 19:6)?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Así como sucedió con nuestro Salvador, estamos en este mundo para servir a Dios. Estamos aquí para asemejarnos a Dios en carácter, y manifestarle al mundo por medio de una vida de servicio. Para ser colaboradores con Dios, a fin de asemejamos a él y revelar su carácter, debemos conocerle tal como es, tal como él mismo se revela.

El conocimiento de Dios es el fundamento de toda verdadera educación y de todo servicio verdadero. Es la única salvaguardia contra la tentación. Es también lo único que puede hacemos semejantes a Dios en carácter. Tal es el conocimiento que necesitan cuantos trabajan por el levantamiento de sus semejantes. La transformación del carácter, la pureza de vida, la eficacia en el servicio, la adhesión a los principios verdaderos, todo esto depende del verdadero conocimiento de Dios. Este conocimiento es la preparación esencial para esta vida y para la venidera (El ministerio de curación, p. 318).

Cristo no reconoce ninguna casta, ni color, ni grado como necesarios para llegar a ser súbditos de su reino. La admisión en su reino no depende ni de la riqueza ni de una herencia superior. En cambio, los que han nacido del Espíritu son los súbditos de su reino. El carácter espiritual es lo que será reconocido por Cristo. Su reino no es de este mundo. Sus súbditos son los participantes de la naturaleza divina, que habrán escapado de la corrupción que está en el mundo y que se manifiesta por la concupiscencia. Y esta gracia les es dada por Dios. Cristo no encuentra a sus súbditos preparados para su reino, sino que los califica por medio de su divino poder…

Cristo los atrae hacia él mediante un poder invisible. Él es la luz de la vida y les infunde su propio Espíritu… Como el siervo contempla a su amo y la sierva observa a su patrona, estas almas, atraídas por las cuerdas del amor de Cristo, lo miran constantemente como el Autor y Consumador de su fe. Al contemplar a Jesús, al obedecer sus requisitos, aumentan su conocimiento de Dios y de Jesucristo a quien él ha enviado. De este modo se transforman a su imagen de carácter en carácter hasta que llegan a distinguirse del mundo y se puede escribir acerca de ellos: «Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia». 1 Pedro 2:9, 10 (La maravillosa gracia de Dios, p. 52).

No concuerda con la voluntad de Dios que seamos lóbregos o impacientes, ni que seamos livianos y triviales. Satanás se esfuerza por llevar a las personas de un extremo al otro. Dios quiere que, como hijos de la luz, cultivemos un espíritu animoso y feliz, a fin de que proclamemos las alabanzas de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (El hogar cristiano, pp. 391, 392).


Miércoles 24 de marzo______________________________________________________

COMUNIDAD DE FE (ISA. 66:21)

Los israelitas eran “un reino de sacerdotes, y gente santa” (Éxo. 19:6), con sacerdotes especiales apartados para representarlos como líderes de adoración. Pero en el futuro, algunos gentiles se convertirían en conductores de adoración (Isa. 66:21).

¿Cómo afectaría este cambio a la comunidad de fe renovada? Ver Mateo 28:19; Hechos 26:20; Gálatas 3:28; Colosenses 3:11; y 1 Timoteo 3:16.

Mateo 28:19

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Hechos 26:20

20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

Gálatas 3:28

28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Colosenses 3:11

11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

1 Timoteo 3:16

16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.

En el “nuevo orden mundial” de Dios, los gentiles no solo se unirían al pueblo de Dios, sino además estarían en pie de igualdad con los judíos en una comunidad combinada de fe que sería un “real sacerdocio”. Por lo tanto, la distinción entre judíos y gentiles se volvería prácticamente irrelevante.

¿Cuándo se cumplió esta profecía de Isaías?

Pablo, el misionero a los gentiles, proclamó: “Ya no hay judío ni griego […] porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gál. 3:28, 29).

Convertirse en herederos de la promesa y, por lo tanto, en un “real sacerdocio” exaltado, no era un mandato para un elitismo arrogante, sino una comisión para unirse a los judíos en la proclamación de “las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9, NVI; comparar con Isa. 66:19).

La exaltación de los gentiles no daba derecho a los judíos para quejarse de que Dios era injusto al darles la misma recompensa. Tampoco daba derecho a los gentiles a tratar a sus hermanos judíos con falta de respeto, así como los obreros contratados en las primeras horas del día tampoco deberían menospreciar a los contratados más tarde (ver Mat. 20:1–16). Pablo escribió a los gentiles: “Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas” (Rom. 11:17, 18).

A la luz de la Cruz, a la luz de la comisión evangélica, ¿por qué cualquier clase de elitismo espiritual, étnico o incluso político es tan aborrecible a la vista de Dios? Mírate de cerca. ¿Estás albergando algún sentimiento de superioridad espiritual o étnica? Si es así, ¡arrepiéntete!

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Era el propósito de Dios que su gracia se revelara entre los gentiles tanto como entre los israelitas. Esto había sido anunciado claramente en las profecías del Antiguo Testamento…

Pablo compara el residuo de Israel a un noble olivo, algunas de cuyas ramas habían sido cortadas. Compara a los gentiles a las ramas de un olivo silvestre, injertadas en la cepa madre. «Que si algunas de las ramas fueron quebradas –escribe a los creyentes gentiles, y tú, siendo acebuche, has sido ingerido en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva; no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. Pues las ramas, dirás, fueron quebradas para que yo fuese ingerido… Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permanecieres en la bondad; pues de otra manera tú también serás cortado».

Por la incredulidad y el rechazamiento del propósito del Cielo para con él, Israel como nación había perdido su relación con Dios. Pero Dios podía unir a la verdadera cepa de Israel las ramas que habían sido separadas de la cepa madre: el residuo que había permanecido fiel al Dios de sus padres (Los hechos de los apóstoles, pp. 302, 303).

Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:26-28.

El secreto de la unidad se halla en la igualdad de los creyentes en Cristo. La razón de toda división, discordia y diferencia se encuentra en la separación de Cristo. Cristo es el centro hacia el cual todos debieran ser atraídos, pues mientras más nos acercamos al centro, más estrechamente nos uniremos en sentimientos, simpatía, amor, crecimiento en el carácter e imagen de Jesús. Dios no hace acepción de personas…

Todos los hombres son una familia por la creación, y todos son uno por la redención. Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento del templo, para que cada alma pudiese tener libre acceso a Dios. Su amor es tan amplio, tan profundo, tan completo, que penetra por doquiera (That I May Know Him, p. 99; parcialmente en A fin de conocerle, p. 99).

Por su vida, Cristo estableció una religión sin casta, merced a la cual judíos y paganos, Libres y esclavos quedan unidos por un vínculo fraternal de igualdad delante de Dios. Ningún exclusivismo influía en sus actos. No hacía ninguna diferencia entre prójimos y extraños, amigos o enemigos. Su corazón era atraído hacia toda alma que tuviese sed del agua de la vida.

No menospreciaba a ser humano alguno, y procuraba aplicar a toda alma la virtud sanadora… Procuraba hacer nacer la esperanza en el más rústico de los hombres y en aquel que menos esperanza daba, asegurándoles que podían tomarse irreprensibles e inofensivos, y adquirir un carácter que les hiciera hijos de Dios (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 153).


Jueves 25 de marzo_________________________________________________________

“ASÍ PERMANECERÁ VUESTRA DESCENDENCIA Y VUESTRO NOMBRE” (ISA. 66:22–24)

Lee Isaías 66:22. ¿Qué mensaje nos transmite el versículo? ¿Qué esperanza podemos encontrar aquí?

Isaías 66:22

22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.

Una de las promesas más maravillosas de Isaías se encuentra en Isaías 66:22. Léelo con atención. En los cielos nuevos y la Tierra Nueva, nuestra descendencia y nuestro nombre permanecerán para siempre. Nada de borrar, cortar, injertar, arrancar o eliminar de raíz. Tenemos aquí una promesa de vida eterna en un mundo nuevo: un mundo sin pecado, sin muerte, sin sufrimiento; un cielo nuevo y una Tierra Nueva; el cumplimiento final y completo de nuestra fe cristiana; la consumación de lo que Cristo ha logrado en nuestro favor en la Cruz.

¿Por qué hay lunas nuevas junto con los días de reposo en la representación de los nuevos cielos y la nueva Tierra como se presenta en Isaías 66:23, NVI?

Isaías 66:23 (NIV)

23 Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda la humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice el Señor—.

Aunque hay varias maneras diferentes de ver este texto difícil, una aproximación es esta: Dios creó el sábado antes de que existiera el sistema de sacrificios (Gén. 2:2, 3). Así, aunque en el sistema ritual se guardaba el sábado, este no dependía de él. Por lo tanto, el día de reposo sigue sin interrupciones durante todo el período de restauración en la nueva Tierra. No hay indicios en la Biblia de que las lunas nuevas fueran días legítimos de adoración al margen del sistema de sacrificios. Pero quizá serán días de adoración (aunque no necesariamente días de descanso como los días de reposo semanales) en la nueva Tierra, posiblemente en relación con el ciclo mensual del árbol de la vida (Apoc. 22:2).

Cualquiera que sea el significado específico de Isaías 66:23, el aspecto fundamental parece ser que el pueblo de Dios lo adorará por toda la eternidad.

¿Por qué Isaías termina con la escena negativa de los salvados contemplando los cadáveres de los rebeldes destruidos por Dios (Isa. 66:24)?

Isaías 66:24

24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.

Como una advertencia gráfica para la gente de su época, Isaías resume el contraste entre los fieles sobrevivientes de la destrucción de Babilonia y los rebeldes, que serían destruidos. Este no es un tormento eterno.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Allá está la Nueva Jerusalén, la metrópoli de la nueva tierra glorificada, «corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo». Isaías 62:3. «Su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal». Apocalipsis 21:11. «Las naciones … andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella». vers. 24. El Señor dijo: «Me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo». Isaías 65:19…

En la ciudad de Dios «no habrá ya más noche». Nadie necesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sentiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agostará. »No tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará». Apocalipsis 22:5. La luz del sol será sobrepujada por un brillo que sin deslumbrar la vista excederá sin medida la claridad de nuestro mediodía. La gloria de Dios y del Cordero inunda la ciudad santa con una luz que nunca se desvanece. Los redimidos andan en la luz gloriosa de un día eterno que no necesita sol (Maranatha, p. 356; parcialmente en Maranata: el Señor viene, p. 354, y en El conflicto de los siglos, p. 655).

«Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos!» Apocalipsis 5:13 (VM).

El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor (El conflicto de los siglos, p. 657).

«El sábado fue santificado en ocasión de la creación. Tal cual fue ordenado para el hombre. Tuvo su origen cuando ‘las estrellas todas del alba alababan y se regocijaban todos los hijos de Dios»‘. Job 38:7.

«El sábado no era para Israel solamente sino para todo el mundo. Había sido dado a conocer al hombre en el Edén, y como los demás preceptos del Decálogo es de obligación imperecedera. Acerca de aquella ley de la cual el cuarto mandamiento forma parte, Cristo declara: ‘Hasta que perezca el cielo y la tierra ni una jota ni una tilde perecerá de la ley’. Mateo 5: 18. Así que mientras duren los cielos y la tierra el sábado continuará siendo una señal del poder creador. Cuando el Edén vuelva a florecer en la tierra, el santo día de reposo de Dios será honrado por todos los que moren debajo del sol. ‘De sábado en sábado’ los habitantes de la tierra renovada y glorificada subirán ‘a adorar delante de mí, dijo Jehovố (La fe por la cual vivo, p. 39).


Viernes 26 de marzo________________________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Con respecto a la purificación final de pecado en el planeta Tierra, lee Elena G. de White, El conflicto de los siglos, “El fin del conflicto”, pp. 643-657.

“Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre más ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza.

‘Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos!’ (Apocalipsis 5: 13, VM).

“El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor” (CS 657).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Por qué la promesa de vida eterna en un cielo nuevo y una Tierra Nueva es tan básica para nuestra creencia cristiana? ¿De qué serviría nuestra fe sin esa promesa?
  2. Lee 2 Pedro 3:10 al 14. ¿Cómo reflejan estos versículos la misma idea presentada en Isaías 66?

Resumen: Isaías presenta una visión de alcance asombroso. Dios no solo purificaría y restauraría a su comunidad de fe, sino también ampliaría sus fronteras hasta abarcar a todas las naciones. Finalmente, la nueva creación de su comunidad conduciría a la reconstrucción del planeta Tierra, donde su presencia sería el máximo consuelo de su pueblo.


COMENTARIO DEL VIDEO

LES COMUNICAMOS QUE TENEMOS DOS VIDEOS DISPONIBLES PARA ESTE TEMA

Martes 23 de marzo

LÍDERES MISIONEROS Y DE ADORACIÓN (ISA. 66:19–21)

 

 HASTA AHORA EXISTE LA GRAN BENDICION Y EL LEGADO DEL CRISTIANISMO QUE ES EL CAPITALISMO:

Una aptitud original que fue pervertida

El deseo de acumular riquezas es una propensión original de nuestra naturaleza que fue implantada allí por nuestro Padre celestial para que sirviera a fines nobles. Si preguntamos al capitalista que ha dedicado todas sus energías al sólo objeto de acumular riqueza y que trabaja con perseverancia y laboriosidad para acrecentar sus bienes, cuál es el propósito que lo anima en sus esfuerzos, no podría darnos una razón de él ni podría presentar una finalidad que justifique sus esfuerzos por ganar dinero y por acumular riqueza. No podría definir ningún gran blanco o propósito que tuviera en vista, o ninguna fuente de felicidad que esperara alcanzar. Sigue acumulando bienes porque ha aplicado todas sus habilidades y capacidades en esa dirección.

The Review and Herald, 1 de marzo de 1887.

Miércoles 24 de marzo

COMUNIDAD DE FE (ISA. 66:21)

Los israelitas eran “un reino de sacerdotes, y gente santa” (Éxo. 19:6), con sacerdotes especiales apartados para representarlos como líderes de adoración. Pero en el futuro, algunos gentiles se convertirían en conductores de adoración (Isa. 66:21).

¿Cómo afectaría este cambio a la comunidad de fe renovada? Ver Mateo 28:19; Hechos 26:20; Gálatas 3:28; Colosenses 3:11; y 1 Timoteo 3:16.

En el “nuevo orden mundial” de Dios, los gentiles no solo se unirían al pueblo de Dios, sino además estarían en pie de igualdad con los judíos en una comunidad combinada de fe que sería un “real sacerdocio”. Por lo tanto, la distinción entre judíos y gentiles se volvería prácticamente irrelevante.

EN LA VENIDA DE JESÚS, TODOS PASAMOS POR UN PROCESO DE MUERTE AL CONTEMPLAR A JESÚS:

Ante su presencia, “hanse tornado pálidos todos los rostros”; el terror de la desesperación eterna se apodera de los que han rechazado la misericordia de Dios. “Se deslíe el corazón, y se baten las rodillas, […] y palidece el rostro de todos”. Jeremías 30:6; Nahúm 2:10 (VM). Los justos gritan temblando: “¿Quién podrá estar firme?” Termina el canto de los ángeles, y sigue un momento de silencio aterrador. Entonces se oye la voz de Jesús, que dice: “¡Bástaos mi gracia!” Los rostros de los justos se iluminan y el corazón de todos se llena de gozo. Y los ángeles entonan una melodía más elevada, y vuelven a cantar al acercarse aún más a la tierra.

CS 624.2

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último: y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Apocalipsis 1:17, 18.

Juan, exilado en la isla de Patmos… oye que una voz dice: “Yo soy el Alfa y la Omega”. Vers. 11. Cae como muerto de asombro al escucharla. Es incapaz de soportar la visión de la gloria divina. Pero una mano levanta a Juan y oye una voz que le recuerda la de su Maestro. Se fortalece y puede hablar con el Señor Jesús.

Así será con el pueblo remanente de Dios que está esparcido: algunos en la espesura de la montaña, otros exilados, otros perseguidos. Cuando se oiga la voz de Dios y se manifieste el resplandor de su gloria, cuando termine la prueba y desaparezca la escoria, se percatarán de que están ante la presencia del que los redimió con su propia sangre. Lo que Cristo fue para Juan en el exilio lo será para su pueblo que sentirá la mano de la opresión a causa de su fe y testimonio por Cristo… Fueron llevados por la tormenta y la tempestad de la persecución a las hendiduras de las peñas, pero estaban ocultos en la de los siglos…

El hijo de Dios quedará aterrorizado ante la primera visión de la majestad de Jesús. Sentirá que no podrá vivir ante su sagrada presencia. Pero al igual que Juan, oye decir: “No temas”. Jesús colocó su mano derecha sobre Juan y lo levantó del suelo. Así también hará con sus hijos leales que confían en él. — Manuscrito 56, 1886.

LA CORONA DE LOS SANTOS

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, Juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:7, 8.

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12.

Vi un gran número de ángeles que traían de la ciudad gloriosas coronas: Una corona para cada santo, con su nombre escrito. A medida que Jesús requería las coronas, los ángeles se las presentaban, y con su propia mano derecha el amante Jesús colocaba las coronas sobre las cabezas de sus santos. De la misma manera los ángeles trajeron las arpas, y Jesús las presentó también a los santos. Los ángeles que dirigían dieron el tono primeramente, y luego toda voz se elevó en alabanza agradecida y feliz, y toda mano se deslizó diestramente sobre las cuerdas de las arpas, arrancando melodiosa música en ricos y perfectos acentos…  MSV76 308.2

 

 

Cuando el Señor recoja sus joyas, los veraces, santos y honrados serán mirados con placer. Los ángeles se ocupan en confeccionar coronas para los tales, y sobre esas coronas adornadas de estrellas, se reflejará con esplendor la luz que irradia del trono de Dios.75Joyas de los Testimonios 2:24.

LA ESTATURA DE LOS HOMBRES

Todos salen de sus tumbas de igual estatura que cuando en ellas fueran depositados. Adán, que se encuentra entre la multitud resucitada, es de soberbia altura y formas majestuosas, de porte poco inferior al del Hijo de Dios.

Presenta un contraste notable con los hombres de las generaciones posteriores; en este respecto se nota la gran degeneración de la raza humana. Pero todos se levantan con la lozanía y el vigor de eterna juventud. Al principio, el hombre fué creado a la semejanza de Dios, no sólo en carácter, sino también en lo que se refiere a la forma y a la fisonomía. El pecado borró e hizo desaparecer casi por completo la imagen divina; pero Cristo vino a restaurar lo que se había malogrado. El transformará nuestros cuerpos viles y los hará semejantes a la imagen de su cuerpo glorioso. La forma mortal y corruptible, desprovista de gracia, manchada en otro tiempo por el pecado, se vuelve perfecta, hermosa e inmortal. Todas las imperfecciones y deformidades quedan en la tumba. Reintegrados en su derecho al árbol de la vida, en el desde tanto tiempo perdido Edén, los redimidos crecerán hasta alcanzar la estatura perfecta de la raza humana en su gloria primitiva. Las últimas señales de la maldición del pecado serán quitadas, y los fieles discípulos de Cristo aparecerán en “la hermosura de Jehová nuestro Dios,” reflejando en espíritu, cuerpo y alma la imagen perfecta de su Señor. ¡Oh maravillosa redención, tan descrita y tan esperada, contemplada con anticipación febril, pero jamás enteramente comprendida!  CI 103.2

Reintegrados en su derecho al árbol de la vida, en el Edén perdido desde hace tanto tiempo, los redimidos crecerán hasta alcanzar la estatura perfecta de la raza humana en su gloria primitiva. Las últimas señales de la maldición del pecado serán quitadas, y los fieles discípulos de Cristo aparecerán en “la hermosura de Jehová nuestro Dios”.31Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 706, 703.

El Señor me mostró en visión otros mundos. Me fueron dadas alas y un ángel me acompañó desde la ciudad a un lugar brillante y glorioso. La hierba era de un verde vivo y las aves gorjeaban un dulce canto. Los moradores de aquel lugar eran de todas estaturas; eran nobles, majestuosos y hermosos.  MSV 379.6

Estos seres resucitados eran de diferente estatura y forma, algunos de más noble aspecto que otros. Se me informó que los habitantes de la tierra se habían degenerado, y que habían perdido su fortaleza y su gracia. Satanás tiene poder sobre la enfermedad y la muerte, y en todas las edades los efectos de la maldición han sido cada vez más visibles, y el poder de Satanás más plenamente evidente. Los que vivieron en los días de Noé y de Abrahán se parecían a los ángeles por su forma, su apariencia y su fortaleza. Pero cada generación sucesiva ha sido más y más débil, y más sometida a la enfermedad, y su vida ha sido de más corta duración. Satanás ha ido aprendiendo cómo perturbar y debilitar a la especie.   HR 242.1

Fuimos creados un poco menor que los ángeles y volveremos a ser semejantes a ellos.

LA ESCUELA SUPERIOR ETERNA

La educación empezada aquí no se completará en esta vida, sino que ha de continuar por toda la eternidad, progresando siempre, nunca completa.56El Ministerio de Curación, 371.

En este mundo debemos adquirir una educación que nos capacite para vivir con Dios por la eternidad. La educación que iniciaremos aquí se perfeccionará en el cielo. No haremos más que entrar en un curso superior.65MMa, 372.

Entraremos con inefable deleite en el gozo y en la sabiduría de los seres no caídos. Compartiremos los tesoros ganados durante siglos y siglos pasados en la contemplación de la obra de Dios. Y los años de la eternidad, a medida que transcurran, seguirán ofreciendo revelaciones más gloriosas. “Infinitamente más de todo cuanto podemos pedir, ni aún pensar”, será para siempre la forma en que recibiremos los dones de Dios.64La Educación, 296, 297.

Todo principio correcto, toda verdad aprendida en una escuela terrenal, nos hará progresar en esa proporción en la escuela celestial. Como Cristo anduvo y conversó con sus discípulos durante su ministerio en esta tierra, así nos enseñará en la escuela celestial, guiándonos por las márgenes del río de aguas vivas y revelándonos verdades que en esta vida permanecerán ocultas como misterios debido a las limitaciones de la mente humana, tan perjudicada por el pecado. En la escuela celestial tendremos oportunidad de alcanzar, paso a paso, las mayores alturas del saber… Allí veremos al Rey en su hermosura, y contemplaremos sus encantos sin par.35Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 161.

 Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a cabo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse las más encumbradas ambiciones; y sin embargo, surgirán nuevas alturas que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender, nuevos objetos que agucen las facultades del espíritu, del alma y del cuerpo.48Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 736.

 La eternidad no podrá revelar plenamente el amor de DiosTodo el amor paterno que se haya transmitido de generación a generación por medio de los corazones humanos, todos los manantiales de ternura que se hayan abierto en las almas de los hombres, son tan sólo como una gota del ilimitado océano, cuando se comparan con el amor infinito e inagotable de Dios. La lengua no lo puede expresar, la pluma no lo puede describir. Podéis meditar en él cada día de vuestra vida; podéis escudriñar las Escrituras diligentemente a fin de comprenderlo; podéis dedicar toda facultad y capacidad que Dios os ha dado al esfuerzo de comprender el amor y la compasión del Padre celestial; y aún queda su infinidad. Podéis estudiar este amor durante siglos, sin comprender nunca plenamente la longitud y la anchura, la profundidad y la altura del amor de Dios al dar a su Hijo para que muriese por el mundo. La eternidad misma no lo revelará nunca plenamente.  SVC 150.1

 

EL CIELOS ES UN LUGAR DONDE ESTAREMOS OCUPADOS, TRABAJANDO

Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Juan 5:17.

El cielo es un lugar de actividad provechosa. Sin embargo, para el cansado y sobrecargado, para los que han peleado la buena batalla de la fe, será un descanso glorioso, pues será suyo el vigor juvenil de la inmortalidad, y no tendrán que luchar más contra el pecado y Satanás. Para los obreros enérgicos sería tedioso un estado de eterna indolencia. No sería cielo para ellos.15Conducción del Niño, 322.

En el cielo se trabaja constantemente. No hay holgazanes allá. “Mi Padre hasta ahora trabaja” dijo Cristo, “y yo trabajo”. No podemos imaginar que nuestra parte consistirá en estar ociosos y descansar en un estado de bienaventurada inactividad cuando llegue el triunfo final y tengamos las mansiones que nos han sido preparadas.17The Review and Herald, 17-5-1898.

EL SOL Y LA LUNA

El 16 de diciembre de 1848, el Señor me dió una visión de la conmoción de las potestades del cielo. Vi que cuando el Señor dijo “cielo” al dar las señales indicadas por Mateo, Marcos y Lucas, significaba cielo, y cuando dijo “tierra” significaba la tierra. Las potestades del cielo son el sol, la luna y las estrellas. Gobiernan en los cielos. Las potestades terrenas son las que gobiernan en la tierra. Las potestades del cielo se conmoverán a la voz de Dios. Entonces el sol, la luna y las estrellas se desquiciarán de su asiento. No se aniquilarán sino que se conmoverán a la voz de Dios.  1TS 109.1

saías 13:10

Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.

Joel 2:10

10 Te vieron y tuvieron temor los montes;
Pasó la inundación de las aguas;
El abismo dio su voz,
A lo alto alzó sus manos.

11Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

No más noche ni necesidad de descanso—En la ciudad de Dios “no habrá ya más noche”. Nadie necesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sentiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agostará. “No necesitan luz de lámpara, ni luz del sol; porque el Señor Dios los alumbrará”. Apocalipsis 22:5 (VM). La luz del sol será sobrepujada por un brillo que sin deslumbrar la vista excederá sin medida la claridad de nuestro mediodía. La gloria de Dios y del Cordero inunda la ciudad santa con una luz que nunca se desvanece. Los redimidos andan en la luz gloriosa de un día eterno que no necesita sol. — El Conflicto de los Siglos, 655.

Toda la naturaleza, en su incomparable belleza, ofrecerá a Dios tributo de alabanza y adoración. El mundo quedará bañado en la luz celestial. La luz de la luna será como la del sol, y la luz del sol siete veces más intensa que ahora. Los años transcurrirán alegremente. Y sobre todo las estrellas de la mañana cantarán juntas, y los hijos de Dios clamarán de gozo, mientras que Dios y Cristo declararán a una voz que “ya no habrá más pecado, ya no habrá más muerte”…   MSV 76  356.2.

Isaías 30:26

Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.

Apocalipsis 21:23

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

Isaías 24:23

La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.

Isaias 60

19 El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.

20 No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados.

EL PECADOR NO PUDIERA VIVIR EN EL CIELO, AUNQUE SE LE DIERA LA OPORTUNIDAD

El pecador no podría ser feliz en la presencia de Dios; le desagradaría la compañía de los seres santos. Y si se le pudiese permitir entrar en el cielo, no hallaría alegría en aquel lugar. El espíritu de amor puro que reina allí donde responde cada corazón al corazón del Amor Infinito, no haría vibrar en su alma cuerda alguna de simpatía. Sus pensamientos, sus intereses, sus móviles, serían distintos de los que mueven a los moradores celestiales. Sería una nota discordante en la melodía del cielo. El cielo sería para él un lugar de tortura. Ansiaría ocultarse de la presencia de Aquel que es su luz y el centro de su gozo. No es un decreto arbitrario de parte de Dios el que excluye del cielo a los malvados: ellos mismos se han cerrado las puertas por su propia ineptitud para aquella compañía. La gloria de Dios sería para ellos un fuego consumidor. Desearían ser destruidos para esconderse del rostro de Aquel que murió por salvarlos.El Camino a Cristo, 17, 18.

EL CANTICO DEL CIELO QUE NECESITAMOS APRENDER EN LA TIERRA

Vi un gran número de ángeles que traían de la ciudad gloriosas coronas: Una corona para cada santo, con su nombre escrito. A medida que Jesús requería las coronas, los ángeles se las presentaban, y con su propia mano derecha el amante Jesús colocaba las coronas sobre las cabezas de sus santos. De la misma manera los ángeles trajeron las arpas, y Jesús las presentó también a los santos. Los ángeles que dirigían dieron el tono primeramente, y luego toda voz se elevó en alabanza agradecida y feliz, y toda mano se deslizó diestramente sobre las cuerdas de las arpas, arrancando melodiosa música en ricos y perfectos acentos…  MSV76 308.2

Un canto que se entona primero en la tierraLos redimidos echan sus relucientes coronas a los pies de Jesús. El coro angelical hace resonar la nota de victoria y los ángeles de las dos columnas entonan el canto, y la hueste de los redimidos se une a él como si hubieran cantado el himno en la tierra, y así fue.  SVC 174.2

Cantemos aquí el canto del cieloJesús viene pronto, y nuestra posición debería caracterizarse por una actitud de espera y de vigilia en anticipación a su llegada. No deberíamos permitir que nada se interponga entre Jesús y nosotros. Aquí tenemos que aprender el cántico del cielo, para que cuando nuestra lucha haya concluido nos podamos unir al himno de los ángeles celestiales en la ciudad de Dios. ¿Cuál es ese canto? Es la alabanza, el honor y la gloria que se le rinden a Aquel que está sentado sobre el trono y al Cordero por los siglos de los siglos.Exaltad a Jesús, 366.

Todo acto de justicia, misericordia y benevolencia, produce melodía en el cielo. — Servicio Cristiano Eficaz, 234.

Al abrir vuestra puerta a los menesterosos y dolientes hijos de Cristo, estáis dando la bienvenida a ángeles invisibles. Invitáis la compañía de los seres celestiales. Ellos traen una sagrada atmósfera de gozo y paz. Vienen con alabanzas en los labios, y una nota de respuesta se oye en el cielo. Cada hecho de misericordia produce música allí. Desde su trono, el Padre cuenta entre sus más preciosos tesoros a los que trabajan abnegadamente.El Deseado de Todas las Gentes, 594.

Éxodo 15

Reina-Valera 1960

Cántico de Moisés y de María

15  Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.

Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.

Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.

Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.

Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como piedra.

Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.

Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.

Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.

El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;
Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.

10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.

11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?

12 Extendiste tu diestra;
La tierra los tragó.

13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.

14 Lo oirán los pueblos, y temblarán;
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.

15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán;
A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;
Se acobardarán todos los moradores de Canaán.

16 Caiga sobre ellos temblor y espanto;
A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,
Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.

17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad,
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová,
En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado.

18 Jehová reinará eternamente y para siempre.

LA FE

Una fe progresiva, 8 de agosto

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6.

La obra de la fe significa más de lo que nos imaginamos. Significa una confianza genuina en la Palabra de Dios tal como es. Por nuestras acciones debemos mostrar que creemos que Dios hará lo que ha dicho. Las ruedas de la naturaleza y de la providencia no pueden retroceder ni estar quietas. Debemos tener una fe progresiva y eficaz, una fe que obre por amor y purifique el alma de todo vestigio de egoísmo. No debemos depender de nosotros, sino de Dios. No debemos albergar incredulidad. Debemos tener esa fe que acepta la Palabra de Dios como veraz… AFC 225.3

La verdadera fe consiste en hacer lo que Dios ha ordenado, y no las cosas que no ha prescrito. Los frutos de la fe son la justicia, la verdad y la misericordia. Necesitamos andar en la luz de la ley de Dios; las buenas obras serán el fruto de nuestra fe, las obras de un corazón renovado diariamente. El árbol debe ser hecho bueno antes de que su fruto pueda ser bueno. Debemos estar enteramente consagrados a Dios. Nuestra voluntad debe corregirse antes de que su fruto pueda ser bueno. No debemos tener una religión antojadiza. “Hacedlo todo para la gloria de Dios”. 1 Corintios 10:31.—Carta 105, 1898.   AFC 225.4

Cosas que no conoces, 5 de abril

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3.

No siempre nos damos cuenta de que la santificación, que tan fervorosamente deseamos y por la cual oramos tan fervientemente, se produce mediante la verdad, y por la providencia de Dios, como menos lo esperamos.

 Cuando buscamos gozo, he aquí tristeza. Cuando esperamos paz, frecuentemente tenemos desconfianza y duda debido a que nos encontrarnos sumergidos en tribulaciones que no podemos evitar. En estas pruebas estamos recibiendo las respuestas a nuestras oraciones.

A fin de ser purificados, el fuego de la aflicción debe encenderse sobre nosotros, y nuestra voluntad debe ser puesta en conformidad con la voluntad de Dios. Para ser semejantes a la imagen de nuestro Salvador, debemos pasar por un penosísimo proceso de refinamiento.

Los mismos que consideramos como los seres más queridos sobre la tierra pueden causarnos las mayores tristezas y aflicción. Pueden contemplarnos bajo una luz equivocada. Pueden pensar que estamos en el error y que nos estamos engañando y rebajando debido a que seguimos los dictados de una conciencia iluminada, en la búsqueda de la verdad y de los tesoros escondidos…

Las oraciones en las que pedimos semejanza a la imagen de Cristo pueden no ser contestadas exactamente como quisiéramos. Puede ocurrir que seamos examinados y probados, porque Dios puede ver que lo mejor es colocarnos bajo una disciplina que es esencial para nosotros antes que seamos súbditos idóneos de las bendiciones que anhelamos. No debiéramos desanimarnos ni dar lugar a la duda ni pensar que nuestras oraciones no han sido advertidas.

Debemos descansar más seguramente sobre Cristo y dejar nuestro caso con Dios para que El responda nuestras oraciones en la forma que crea más conveniente. Dios no ha prometido otorgar sus bendiciones a través de los medios que nosotros establecemos. Dios es demasiado sabio para equivocarse y demasiado solícito por nuestro bien como para permitirnos elegir por nosotros mismos.

Los planes de Dios son siempre los mejores aunque no siempre podamos discernirlos. La perfección del carácter puede obtenerse solamente mediante trabajo, conflicto y abnegación… Cuán inestimablemente preciosos son los dones de Dios -las gracias de su Espíritu – y cómo debiéramos desechar la idea de huir del proceso de examen y prueba, no importa cuán penoso o humillante nos resulte ¡Qué fácil sería el camino al cielo si no fuera por la abnegación o la cruz! ¡Cómo correrían los mundanos por ese camino y cómo lo transitarían en innumerable cantidad los hipócritas! Gracias a Dios por la cruz, por la abnegación. La ignominia y la vergüenza que nuestro Salvador soportó por nosotros no es de ningún modo demasiado humillante para los que son salvados por su sangre. A no dudarlo, el cielo resultará muy barato.—Carta 9, del 5 de abril de 1873, dirigida a la hermana Billet, de San Francisco, California.

LOS FRUTOS DE LA FE ES CUANDO RECIBIMOS LO PEDIDO