Escuela Sabatica Para Maestros

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LECCIÓN 5 – LA CONTROVERSIA CONTINÚA – PARA EL 30 DE ENERO DE 2016

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File:Peter Paul Rubens David Slaying Goliath.jpg

«David matando a Goliat» por Peter Paul Rubens – Alemania (1577-1640)


Letra Negra: Lección de Escuela Sabática

Letra Ocre: Lección de Escuela Sabática 

Letra Roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Los pensamientos plasmados en el comentario de Escuela Sabática para Maestros (la letra café) no representan una postura oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Este es el pensamiento de  un hermano laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo principal objetivo es proveer extra información a la Lección de Escuela Sabática, para que le sea de ayuda al maestro para poder entender y explicar de una manera mas clara y nutrida la lección de Escuela Sabática. Tratamos de no presentar temas controversiales, ni polémicos y evitamos los temas que promueven el fanatismo y el extremismo en nuestra iglesia. Esperamos que le sea de ayuda a usted, si no lo es sencillamente descártela.


Lección 5: Para el 30 de enero de 2016

LA CONTROVERSIA CONTINÚA

Sábado 23 de enero______________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Samuel 17:43-51; 2 Samuel 11:1-17; 1 Reyes 18:21-39; 2 Reyes 19:21-34; Ester 3:8-11; Nehemías 1.

PARA MEMORIZAR: 
“Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien” (Neh. 2:18).

CUANDO COMPARAMOS LAS VIDAS DE DAVID, Elías, Ezequías, Ester y Nehemías, surgen temas similares: Dios es capaz de usar personas “insignificantes” para invertir la marea del mal. Por alguno de estos informes vemos que, a pesar de encontrar obstáculos tremendos, no necesitamos hundirnos bajo el mal abrumador, sino que podemos mantenernos firmes con el poder de Dios, quien es fiel a sus promesas, cumplidas para nosotros en Jesús. Cuando el pueblo de Dios se sostenga con el poder de Dios, las fuerzas del mal no serán tan poderosas para prevalecer al final.

El reto es regocijarnos en la liberación que Dios nos da. Esto no siempre tiene sentido frente a los desafíos abrumadores que a veces enfrentamos y que son más grandes que nosotros mismos. Regocijarse en la liberación de Dios antes de la liberación es más un acto de fe y adoración que la consecuencia lógica de lo que sucede a nuestro alrededor. Por otro lado, gracias a lo que Cristo hizo por nosotros, confiar en su fidelidad es, realmente, la única acción lógica que podemos realizar.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Debemos estar libres de las costumbres y las servidumbres de la sociedad para que, cuando estén en juego los principios de nuestra fe, no vacilemos en mostrar nuestros colores, aunque se nos llame raros por hacerlo. Mantengan sensible la conciencia, para que puedan escuchar el más débil susurro de la voz de Aquel que habló como nadie lo hizo antes. Muestran los que quieran llevar el yugo de Cristo una firmeza de propósito que los induzca a hacer el bien por el bien mismo. Mantengan los ojos fijos en Jesús, preguntándose a cada paso: “¿Es éste el camino del Señor?” Dios no permitirá que nadie que haga esto se convierta en el objeto de las tentaciones de Satanás.

Cuando surjan las perplejidades, como seguramente va a ocurrir, acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Y entonces, cuando el enemigo venga como río, el Espíritu del Señor levantará bandera en favor de ustedes. Aférrense a la idea de que hay una gran obra que hacer y que ni la influencia, ni la oposición de nadie los podrá apartar de la clara senda del deber. Entonces podrán decir con Nehemías: “La mano de mi Dios está sobre mí” (Véase Nehemías 2:18) (Casa día con Dios, {CDCD}, p. 284).

Es una ley de la naturaleza que nuestros pensamientos y sentimientos resultan alentados y fortalecidos al darles expresión. Aunque las palabras expresan los pensamientos, éstos a su vez siguen a las palabras. Si diéramos más expresión a nuestra fe, si nos alegrásemos más de las bendiciones que sabemos que tenemos: la gran misericordia y el gran amor de Dios, tendríamos más fe y gozo. Ninguna lengua puede expresar, ninguna mente finita puede concebir la bendición resultante de la debida apreciación de la bondad y el amor de Dios. Aun en la tierra puede ser nuestro gozo como una fuente inagotable, alimentada por las corrientes que manan del trono de Dios.

Enseñemos, pues, a nuestros corazones y a nuestros labios a alabar a Dios por su incomparable amor. Enseñemos a nuestras almas a tener esperanza, y a vivir en la luz que irradia de la cruz del Calvario. Nunca debemos olvidar que somos hijos del Rey celestial, del Señor de los ejércitos. Es nuestro privilegio confiar reposadamente en Dios (El ministerio de curación, {MC}, p. 195).

El Señor puede sacar victoria de lo que nos parece desconcierto y derrota. Estamos en peligro de olvidar a Dios, de mirar las cosas que se ven, en vez de contemplar con los ojos de la fe las cosas que no se ven. Cuando viene la desgracia o el infortunio, estamos listos para culpar a Dios de negligencia o crueldad. Si ve conveniente interrumpir nuestro servicio en alguna actividad, nos lamentamos, sin detenernos a reflexionar que así Dios puede estar obrando para nuestro bien. Necesitamos aprender que la corrección es parte de su gran plan y que bajo la vara de la aflicción, el cristiano puede hacer, a veces, más por su Maestro que cuando está ocupado en el servicio activo (Los hechos de los apóstoles, {HAp}, p. 383).

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Lección 5 // Domingo 24 de enero___________________________

DAVID, GOLIAT Y BETSABÉ

La vida es complicada porque, como seres humanos, somos complicados. Imagínate: criaturas hechas a la imagen de Dios, que se corrompieron. No es extraño que nuestro potencial, tanto para el bien como para el mal, pueda alcanzar niveles notables. Algunas personas alcanzan niveles elevados de “bondad” mientras que otras, lamentablemente, caen en los extremos de la depravación. Además, ¡ambos extremos pueden manifestarse en la misma persona! La buena noticia es que algunos que estuvieron muy abajo pudieron, por la gracia de Dios, hacer grandes cosas para él y para la humanidad. Sin embargo, lo opuesto también puede ocurrir: los que están en lo alto puede caer a las profundidades. Satanás es real, el Gran Conflicto es real y, a menos que estemos conectados con el Señor, aun el mejor de nosotros puede caer presa de nuestro enemigo (1 Ped. 5:8).

Lee 1 Samuel 17:43 al 51. ¿Qué dijo David que es vital para entender su victoria? Compara con 2 Samuel 11:1 al 17. ¿Qué agudo contraste vemos aquí en el mismo hombre? ¿Qué marcó la diferencia?

43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. 44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. 48 Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo. 49 Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. 50 Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano. 51 Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron. 1 Samuel 17

 

 

1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta. Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a David. Cuando Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y por el estado de la guerra. Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real. Mas Urías durmió a la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa. 10 E hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no ha descendido a su casa. Y dijo David a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu casa? 11 Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa. 12 Y David dijo a Urías: Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente. 13 Y David lo convidó a comer y a beber con él, hasta embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no descendió a su casa. 14 Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías. 15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera. 16 Así fue que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. 17 Y saliendo luego los de la ciudad, pelearon contra Joab, y cayeron algunos del ejército de los siervos de David; y murió también Urías heteo. 2 Samuel 11

El mismo David que derrotó al gigante Goliat es el David que fue derrotado por su propia lujuria y arrogancia. ¿Cuántas mujeres ya tenía el hombre? Ve una mujer más, una casada, y ¿dónde está todo el tema de “de Jehová es la batalla” (1 Sam. 17:47; o “hay Dios en Israel” (vers. 46)? Si hubo un momento en que David necesitó saber que “de Jehová es la batalla”, y que debía librar esa batalla con la armadura de Dios, no era en la guerra sino en su propio corazón, donde también se libra el Gran Conflicto en cada uno de nosotros.

Al volver en sí después de esta terrible caída con Betsabé, David tenía suficiente tristeza y culpa para que le durara toda la vida. Su dolor lo llevó a escribir el Salmo 51, en el que ruega por un corazón limpio (vers. 10) y la restauración de su compañerismo con Dios (vers. 11, 12). En la gran lucha cósmica, los hombres poderosos son tan vulnerables como la persona de menor rango; no obstante, Dios está dispuesto a trabajar con todos los que verdaderamente se arrepienten.

Piensa en ti mismo: tus triunfos, chascos, victorias y fracasos. ¿Qué lecciones de ambas historias puedes aplicar a cualquier situación que afrontes ahora mismo?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

David y Goliat es una de las historias mas conocidas del mundo, tanto por el mundo cristiano, como por el mundo secular. Este es un enfrentamiento totalmente disparejo entre un guerrero experimentado, gigante, completamente armado, y un joven sin experiencia en la guerra y en la vida.

 

¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

 

Era la costumbre antigua, que cuando dos combatientes se enfrentaban, siempre tenían un momento para expresar sus pensamientos, donde daban a conocer sus intensiones, sus burlas y sus desprecios en contra del oponente. Interesantemente éste tipo de diálogo abusivo entre dos oponentes, se practica hasta el día de hoy por el mundo árabe.

En éste enfrentamiento verbal, la expresión de David, es diferente a la expresión de Goliat; en la expresión de David se descubre un santa confianza en Dios, cuando él describe la gloria del triunfo sobre Goliat, anticipadamente. David habló con la misma seguridad que Goliat, la diferencia estaba en quien ellos habían depositado su confianza. David no confiaba en sus propias fuerzas y habilidades, David confiaba en la fuerza y la potestad de Dios, afirmando una victoria segura, no solamente sobre Goliat, sino también, sobre todo el ejército filisteo.

Toda la seguridad de David era sin ninguna duda la inspiración del Espíritu Santo en su ser. Una prueba de esto fue cuando dijo: 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza. Era imposible cortar la cabeza del gigante con una honda y con una piedra, o con un bastón; las cuales eran las únicas armas de David. Esa expresión de David fue como un mini-profecía, una profecía de muy corto tiempo, fue predicha minutos antes que sucediera y esa predicción pudo haber causado risa a un gigante y a un ejército entero.

“y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel” No solo la tierra de Cananea o la tierra Palestina, sino que toda la tierra, junto con sus habitantes. Los habitantes de la tierra escucharían de la muerte del gigante y del ejército filisteo, la noticia se regaría tanto a los países cercanos como a los países lejanos.

 

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.

En la expresión de Goliat, descubrimos que posiblemente Goliat era un hombre sin cultura o educación, ya que la expresión “bestias del campo” es una expresión impropia. Cuando la Biblia habla de las bestias del campo, se refiere al buey, al asno, la cabra, la oveja, que son animales que no pueden devorar a un hombre, ya que ellos no comen carne. David hace una expresión correcta del idioma cuando dijo: “…, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra…” Las bestias de la tierra se refiere a la fieras, que si devoran y comen carne; de la misma manera que lo comenta Isaías 18:6 “Y serán dejados todos para las aves de los montes y para las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.”

Tendría que haber un salmo, donde se recordara ésta victoria de David sobre el mundo filisteo; tristemente no sabemos de ningún salmo que David o Salomón compusiera para recordar éste mortal combate entre un dios llamado dagón y el Dios Todopoderoso, entre un gigante llamado Goliat y un jovencito llamado David, solo encontramos recuerdos de éste triunfo; en Salmos 44 dice: Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará; Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.

Goliat se levantó en contra de David, caminando como una montaña imponente, caminando de una manera arrogante, caminando pomposamente con su pesada coraza, sin nada que temer, no tenía otra cosa en su cabeza que pensamientos de victoria solamente. David que no tenía coraza, tuvo la oportunidad de correr ligeramente al encuentro del gigante: Había un tono de intrepidez en su voz y una mirada de triunfo y regocijo en su bello semblante. Este discurso, pronunciado con voz clara y musical, resonó por los aires, y lo oyeron distintamente los miles que escuchaban, convocados para la guerra. La ira de Goliat llegó al extremo. Furiosamente, empujó hacia atrás el yelmo que le protegía la frente, y corrió para vengarse de su adversario. El hijo de Isaí se estaba preparando para recibir a su enemigo. “Aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa y corrió a la línea de batalla contra el filisteo. Metió David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, la tiró con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra se le clavó en la frente y cayó a tierra sobre su rostro”.

El asombro cundió entre las filas de los dos ejércitos. Habían estado seguros de que David perecería; pero cuando la piedra cruzó el aire zumbando y dio de lleno en el blanco, vieron al poderoso guerrero temblar y extender las manos, como herido de una ceguera repentina. El gigante se tambaleó y como una encina herida cayó al suelo. David no se demoró un solo instante. Se lanzó sobre el postrado filisteo y asió con las dos manos la pesada espada de Goliat. Un momento antes el gigante se había jactado de que con ella separaría la cabeza de los hombros del joven, y daría su cuerpo a las aves del cielo. Ahora el arma se elevó en el aire, y la cabeza del jactancioso rodó apartándose del tronco, y un grito de triunfo subió del campamento de Israel.

El pánico se apoderó de los filisteos, y la confusión provocó una retirada precipitada. Los gritos de los hebreos victoriosos repercutían por las cumbres de las montañas, mientras corrían apresuradamente detrás de sus enemigos que huían; y “siguieron tras los filisteos hasta el valle y hasta las puertas de Ecrón. Muchos filisteos cayeron heridos por el camino de Saaraim hasta Gat y Ecrón. Regresaron los hijos de Israel de perseguir a los filisteos, y saquearon su campamento” {PP 636.3 (Patriarcas y Profetas)}.

David y Betsabé

Era en la primavera de cada año cuando los reyes comenzaban sus operaciones militares y salían a las batallas, para saldar cuentas pendientes con otros reinados.

El rey de los amonitas había muerto, y su hijo Hanún subió al trono. El rey David mandó unos embajadores de Israel, para consolar al nuevo monarca de Amón, por la muerte de su padre. Los príncipes amonitas creyeron que la verdadera intención de David no era dar el pésame al nuevo monarca, sino era espiar el país amonita y convencieron de esa idea a Hanún. Hanún tomó los embajadores les corto las barbas y también les corto los vestidos hasta las nalgas, y así despidió a la noble corte israelí que había llegado a darle el pésame por la muerte de su padre. Con éste acto los amonitas llegaron a la conclusión que se habían hechos odiosos a Israel, y cometieron un segundo error; contrataron el ejército sirio para combatir a Israel. Los sirios fueron derrotados de una manera estrepitosa por el ejército de Israel. El ejército amonita, al ver la derrota de los sirios, huyeron cada quien para su casa.

La primavera era el mejor tiempo para salir a la guerra, era el mes de Nissan, el mismo mes que los romanos llamaron Martius, el mismo mes que nosotros le llamamos Marzo, de donde también proviene el nombre del dios de la guerra, llamado Martes. Para la primavera o el mes de Nissan, las lluvias ya habían parado en el medio oriente, había pasto en el campo, los árboles ya tenían frutas y los cereales estaban en lo mejor de la cosecha. Todo esto se traduce como comida para el hombre y comida para los caballos.

La primavera llegó, y David se recordó que había una cuenta pendiente desde el año pasado en contra de Amón, por el insulto cometido en contra de la comisión enviada a entregar el pésame al nuevo rey. Esta historia la puede hallar en 1 Samuel 10

Joab, el general del ejército Israelí estaba peleando contra los amonitas, había causado un grande estrago en todo el país y ahora lo podemos encontrar combatiendo en la capital de Amón, que era la gran e impresionante ciudad de Rabá. Hasta el día de ahora, los arqueólogos estudian la ciudad de Rabá y encuentran vestigios de una hermosa, avanzada y civilizada ciudad. En toda ésta batalla, el comandante general de las fuerzas armadas de Israel, no estuvo presente, decidió quedarse en casa descansando y durmiendo.

El error de David, de quedarse en la casa en tiempos de guerra, era condenado por las normas y prácticas del mundo pagano de esos tiempos. Los reyes no permitían a sus generales, capitanes, y consejeros dormir la noche entera, ni mucho menos tomar días libres, la acción de David no fue correcta no aun a la vista del mundo pagano.

David se acaba de despertar de su siesta, y se encontraba caminando sobre el techo de su casa, que se encontraba en la parte mas alta del monte Sión. Era costumbre en esos días construir una pileta en el patio de las casas, y posiblemente Betsabé se estaba bañando en el patio de su casa, sin cuidarse de las alturas donde estaba el palacio, ya que nada grave se podía esperar que viniera del palacio.

Betsabé era una mujer importante, era hija de Eliam, era nieta de Ahitofel uno de los mas grandes sabios que han existido en toda la historia de Israel. Ahitofel era tan sabio, que el pueblo consideraba que era la voz de Dios, cuando él daba su consejo. Esto explica el porqué mas tarde Ahitofel apoyó a Absalón en su rebelión en contra de David, estaba vengando la seducción de su nieta y el asesinato de su esposo. El consejo que había dado Ahitofel a Absalón, era certero, preciso y exacto para hacer caer a David, no sucedió así, simplemente y sencillamente por la intervención de Dios. No era el plan de Dios que Absalón fuera el rey, de Israel. Salomón fue ordenado en el cielo para ser rey de Israel y también para construir el templo de Dios: “He aquí, te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor, pues Salomón será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel. El edificará una casa a mi nombre, y él será mi hijo y yo seré su padre; y estableceré el trono de su reino sobre Israel para siempre.” 1 Crónicas 22: 9-10

Además Betsabé era esposa de Urías Heteo, quien era uno de los 30 valientes que tenía David, como lo expresa 2 Samuel 23: 39 Urías significa “Jehová es mi luz” y su nombre demuestra la adopción de la religión judía, en un hombre que realmente era descendencia pagana o descendencia cananea; Urías había adoptado la religión judía. Otro heteo de los hombre de David era Ahimelec, también pertenecía al grupo de los valientes de David.

La caída de David con Betsabé, le pone fin a una larga e ininterrumpida vida llena de prosperidad y poder que había disfrutado David en toda su vida. Esa misma vida de éxito había intoxicado a David y había bajado la guardia en las decisiones importantes de su vida. No es el plan de la Biblia ocultar o justificar los pecados de los grandes héroes y santos de la Biblia. El pecado de David fue seguido por un profundo arrepentimiento y fue seguido por el perdón divino, de todas maneras ésta acción opacó los restantes días de David en el trono de Israel. Como dijo San Agustín: La caída de David sirve para alertar a aquellos que no han caído, y también sirve para salvar de la desesperación a todos aquellos que han caído.

“… y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella”

“Y envió David mensajeros, y la tomó” Este texto demuestra la ausencia de violencia en éste acto, David no tomó a Betsabé por la fuerza, no envió soldados a traerla, David envió mensajeros y ella vino a David.

Interesantemente la Biblia dice: “…y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa…” De acuerdo a la Biblia, cualquier persona que por cualquier razón se volvía impura, permanecía impura hasta la tarde, es decir hasta que se ponía el sol. Betsabé después de acostarse con David, no volvió a su casa inmediatamente, ella no deseaba volver impura a su casa, así que se purificó de su inmundicia, esperó hasta que el sol se puso y después volvió a su casa. Betsabé era escrupulosa en el detalle, aún estando consciente de su pecado capital; eso se llama hipocresía. La hipocresía es uno de los pecados mas ofensivo a Dios, ya que la hipocresía cuida de las apariencias, pero descuida la pureza del corazón.

La Biblia no dice como fue que Betsabé llegó a donde David: ¿Será que le puso resistencia a David?; ¿Será que instó a David a no cometer el pecado del adulterio?; ¿Será que aunque no fue forzada, cometió el pecado en contra de su voluntad?; ¿Será que fue contenta y halagada por las pretensiones del rey? La verdad es que no lo sabemos. Lo que si sabemos es que la Biblia registra un acto de terrible imprudencia de Betsabé: 13 Entonces Adonías hijo de Haguit vino a Betsabé madre de Salomón; y ella le dijo: ¿Es tu venida de paz? El respondió: Sí, de paz. 14 En seguida dijo: Una palabra tengo que decirte. Y ella dijo: Di. 15 El dijo: Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro para que yo reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a ser de mi hermano, porque por Jehová era suyo. 16 Ahora yo te hago una petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla. 17 El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón (porque él no te lo negará), para que me dé Abisag sunamita por mujer. 18 Y Betsabé dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey. 19 Vino Betsabé al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó ante ella, y volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sentó a su diestra. 20 Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te la negaré. 21 Y ella dijo: Dése Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías. 22 El rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Demanda también para él el reino; porque él es mi hermano mayor, y ya tiene también al sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia. 23 Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras. 24 Ahora, pues, vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy. 25 Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió.

Betsabé sabía que el pedido de Adonías le costaría la vida, ya que lo que él estaba pidiendo era un atentado en contra del rey. Si ella hubiera sido una mujer prudente, justa y pacificadora, le hubiera aconsejado a Adonías no hacerlo, ya que eso le acarrearía problemas y le podría costar la vida. Pero ella no lo hizo así, indiscretamente, sarcásticamente, e imprudentemente va a donde su hijo y le cuenta la historia crudamente. El resultado fue certero, Adonías medio hermano de Salomón e hijastro de Betsabé, murió por su acto de imprudencia. Esta historia ocurrió cuando Betsabé era una persona ya mayor, madura y con experiencia, ya David había muerto y Salomón había crecido y ahora era el rey de Israel. Si Betsabé actuó de ésta manera a su edad madura; ¿Cómo pudo haber actuado en su juventud?

Dicho sea de paso, Abisag la Sunamita, fue la hermosa doncella que se le busco al rey David en su vejez para que lo calentara. La Biblia dice que David nunca conoció a Abisag, por lo tanto fue una esposa virgen de David. Abisag la Sunamita, representa a la iglesia. La iglesia en realidad le pertenece al Padre, pero el Padre entrega a ésta esposa virgen al hijo. La gran boda de la iglesia no es con el Padre, sino que es con el Hijo, son llamadas las Bodas del Cordero. A pesar que la Iglesia es en realidad del Padre, el Padre se la entregó a su Hijo, por que Jesucristo la redimió, la salvó y la compró con su preciosa sangre en la cruz del Calvario.

Betsabé regresó a su hogar con una consciencia culpable. De una manera peor quedó David en su palacio. Los dos tenía una consciencia culpable, los dos tenían terror; Betsabé tenía terror de su esposo, y también tenía terror de la ley, ya que la ley exigía la pena capital a través del apedreamiento para el adúltero. David también tenía terror, tenía terror de Dios y de su profeta. Posiblemente nadie se dio cuenta de éste pecado, pero Dios fue testigo, el Dios que no respeta, ni teme al humano, fue testigo de éste pecado, y pronto venía su reprobación

Betsabé quedó embarazada, y ahora se complicaron mas las cosas, Betsabé es ahora la que manda mensajeros a David.

Urias estaba peleando en la ciudad de Raba, que estaba aproximadamente 64 millas o 102 Kilómetros de Jerusalén. El plan de David en traer a Urías, era que Urías fuera a su casa, que se acostara con Betsabé, y de allí en adelante hacerle creer que el bebé de Betsabé era el resultado de su visita a casa; de esa manera cubrían el pecado de adulterio.

Urías nunca descendió a su casa y durmió a las puertas del palacio, como lo hace un fiel y verdadero soldado. Urías seguía la voz secreta de Dios, que conducía las cosas, para que el pecado de David saliera a la luz, y así castigar al culpable.

El pecado del adulterio, conduce muchas veces a cometer el pecado del asesinato. Cuando se comienza a pecar, siempre se necesita un pecado mas, para cubrir el pecado anterior. La mayoría de veces, el pecador sabe como puede entrar en el pecado, pero no sabe como va a salir. David perdió su vida espiritual y su religión en éste pecado; entre mas alta es la confianza que el hombre se tiene en si mismo, mas grande es la hipocresía y mas grande es la presunción.

El salmo 38, es uno de los salmos mas crudos que pudo escribir David, en éste salmo el describe el sufrimiento físico, que es la consecuencia del pecado:

1 Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira. Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano. Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado. Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí. Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día. Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne. Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón. Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto. 10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya. 11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos se han alejado. 12 Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, Y meditan fraudes todo el día. 13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca. 14 Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones. 15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

David había revelado nobles rasgos de carácter, y su valor moral le había ganado el favor del pueblo; pero cuando fué probado, su fe vaciló, y aparecieron sus debilidades humanas. Veía en todo hombre un espía y un traidor. En una gran emergencia, David había mirado a Dios con el ojo firme de la fe, y había vencido al gigante filisteo. Creía en Dios, y salió a la lucha en su nombre. Pero mientras se le buscaba y perseguía, la perplejidad y la aflicción casi habían ocultado de su vista a su Padre celestial.

No obstante, lo que experimentaba servía para enseñar sabiduría a David; pues le indujo a comprender su propia debilidad, y la necesidad de depender constantemente de Dios. ¡Cuán preciosa y valiosa es la dulce influencia del Espíritu de Dios cuando llega a las almas deprimidas o desesperadas, anima a los de corazón desfalleciente, fortalece a los débiles e imparte valor y ayuda a los probados siervos del Señor! ¡Qué Dios tan bondadoso el nuestro, que trata tan suavemente a los descarriados, y muestra su paciencia y ternura en la adversidad, y cuando estamos abrumados de algún gran dolor! (Patriarcas y profetas, {PP}, p. 712).

Mientras que Satanás trata continuamente de cegar sus mentes para que no lo conozcan, los cristianos no deben olvidar nunca que no tienen que luchar “contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires” (Efesios 6:12). Esta inspirada advertencia resuena a través de los siglos hasta nuestros tiempos: “Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devore.” “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. (1 Pedro 5:8; Efesios 6:11).

Desde los días de Adán hasta los nuestros, el gran enemigo ha ejercitado su poder para oprimir y destruir. Se está preparando actualmente para su última campaña contra la iglesia. Todos los que se esfuerzan en seguir a Jesús tendrán que entrar en lucha con este enemigo implacable. Cuanto más fielmente imite el cristiano al divino Modelo, tanto más seguramente será blanco de los ataques de Satanás. Todos los que están activamente empeñados en la obra de Dios, tratando de desenmascarar los engaños del enemigo y de presentar a Cristo ante el mundo, podrán unir su testimonio al que da San Pablo cuando habla de servir al Señor con toda humildad y con lágrimas y tentaciones.

Satanás asaltó a Cristo con sus tentaciones más violentas y sutiles; pero siempre fué rechazado. Esas batallas fueron libradas en nuestro favor; esas victorias nos dan la posibilidad de vencer. Cristo dará fuerza a todos los que se la pidan. Nadie, sin su propio consentimiento, puede ser vencido por Satanás. El tentador no tiene el poder de gobernar la voluntad o de obligar al alma a pecar. Puede angustiar, pero no contaminar. Puede causar agonía pero no corrupción. El hecho de que Cristo venció debería inspirar valor a sus discípulos para sostener denodadamente la lucha contra el pecado y Satanás (El conflicto de los siglos, {CS}, p. 565).

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Lunes 25 de enero // Lección 5______________________________

VOLVER SUS CORAZONES

Elías el Tisbita es uno de los personajes más coloridos de las Escrituras. Lo encontramos primero delante de un rey, diciéndole que no habrá lluvias por tres años (1 Rey. 17:1). No era fácil acercarse al rey o escapar de él, pero este hombre se escabulle entre los guardias, entrega el mensaje de Dios y luego corre a las montañas, a unos doce kilómetros (siete millas) de distancia.

Estos eran tiempos tristes para el reino de Israel del norte. La mayoría había abandonado al Dios Jehová (1 Rey. 19:10) y estaban adorando a los dioses de la fertilidad. Decir que no llovería era un desafío directo a Baal, el dios de las lluvias, que aseguraban las cosechas y el ganado. Los ritos religiosos prevalentes se concentraban en la fertilidad y los ingresos.

Durante los siguientes tres años, los dioses de la fertilidad fueron impotentes. Luego, Elías confrontó al rey otra vez y le pidió un encuentro con los profetas de Baal y de la diosa Asera (diosa de la fertilidad): un hombre contra 850 (1 Rey. 18:17-20).

Llegó el día y se reunió una multitud en el monte Carmelo. Elías dijo al pueblo: “¿Hasta cuándo claudicaréis [vacilaréis, VM] vosotros entre dos pensamientos?” (1 Rey. 18:21). Se eligieron los bueyes y se los preparó para el sacrificio. La gente esperó para ver qué dios respondería con fuego del cielo. El buey era el objeto más poderoso en las religiones de fertilidad y ellas mostrarían su fuerza.

Lee 1 Reyes 18:21 al 39. A pesar de la realidad obvia del Gran Conflicto aquí, ¿qué deseaba ver Elías que sucediera en Israel, y por qué es eso tan relevante para nosotros hoy?

21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. 22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. 24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho. 25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo. 26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: !!Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho. 27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. 28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. 29 Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase. 30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. 31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre, 32 edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano. 33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. 34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez, 35 de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja. 36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. 38 Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! 1 Reyes 18

El versículo de 1 Reyes 18:37 lo dice todo. El milagro, aunque fue impresionante, no era el tema real: el problema era la fidelidad de Israel al Pacto. Nota también quién dio vuelta su corazón. Fue Dios mismo, aun antes del desarrollo del milagro en sí. Pero, Dios no fuerza los corazones para que retornen a él. Envía a su Santo Espíritu y, respondiendo a ese Espíritu, las personas primero tienen que hacer la elección de volver a él; solo entonces, en su fortaleza, pueden actuar sobre esa decisión. Hoy no es diferente. El poder de Dios es el que sostiene el latido de cada corazón, pero no fuerza ni aun uno de esos corazones que laten para que lo sigan.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Esta expresión ha sido el tema que ha identificado al profeta Elías desde que el vivió en ésta tierra, hasta los días de ahora. Tener dos pensamientos en el campo espiritual, es mas peligroso que tener una apostasía abierta. Esa era la realidad del rey Acab y del pueblo de Israel, en los tiempos de Elías

En nuestros tiempos sucede los mismo; hay muchas persona que no pueden definirse entre dos pensamiento. Los inconversos constantemente están posponiendo la decisión de seguir a Jesús por varias razones: unas de ellas pueden ser los estudios, el casamiento, estar bien establecidos, hacer riquezas, ser mayor de edad, todos estos pretextos limitan la gracia de Dios.

24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

Después de tres años de sequía, hubiera sido mas interesante que el verdadero Dios de Israel, mejor hubiera contestado con agua y no con fuego. Lo que el pueblo, los animales y la tierra estaban necesitando era agua y no fuego; pero Elías dijo: el Dios que respondiere por fuego, ese que sea Dios. Primero se tenía que hacer la expiación o el sacrificio, para luego remover el castigo divino y después de remover el castigo divino, entonces recibir la bendición de Dios. Dios había castigado la idolatría de Israel con sequía, ahora se le iba a pedir que removiera el castigo sobre el pueblo, y el pedido sería por medio de un sacrificio, y para el sacrificio se necesitaba el fuego.

El Dios que enviara fuego sobre el holocausto que el hombre le estaba presentando, ese Dios tendría también la potestad de perdonar la iniquidad del pueblo, y por lo consiguiente tendría la potestad para terminar con la calamidad que el pueblo estaba sufriendo. Esto nos enseña que antes de recibir la bendición de Dios, necesitamos primero reconocer a Dios y pedir perdón por nuestras faltas y pecados, todo esto es necesario para se apartados de cualquier calamidad que nos esté afectando.

La otra razón del porque el milagro tendría que ser fuego, era por que a Baal, sus adoradores lo relacionaban con el fuego. Realmente el dios Baal, era el dios sol, y los adoradores del sol, hacían una estrecha relación entre el sol y el fuego; ellos creían que el dios sol era el encargado de controlar el elemento de la naturaleza llamado fuego. Por esa razón Elías, quería mostrarle al pueblo de Israel, que el verdadero Dios de la naturaleza, que preside sobre todos los elementos de la naturaleza, incluyendo el fuego, no era Baal, sino Jehová Dios.

Los profetas de Baal aseguraban que Baal era el dios del fuego, y aseguraba también que Baal era el dios verdadero, por el otro lado el solitario profeta de Jehová reclamaba que el verdadero Dios era Jehová Dios. Esta guerra de palabras, no iba a terminar si solo se usaban palabras; para terminar con ésta guerra, se necesitaba acción. Esto se arreglaría no con argumentos, sino que con una demostración.

El fuego siempre ha servido como la señal de aprobación de Dios. En el caso de Caín y Abel, fue fuego la señal que se mandó para aceptar un holocausto y rechazar el otro. Moisés recibió su llamado a través de la zarza prendida en fuego y no se consumía; Abraham y su pacto con Dios, fue sellado cuando un fuego paso en medio de las porciones divididas; en la dedicación del santuario de Dios, fuego descendió del cielo y quemó la ofrenda que estaba en el altar; Cuando Salomón dedicó el templo también fue fuego que descendió del cielo y consumió el sacrificio. Fuego cayó del cielo sobre Sodoma y sobre Gomorra, y fuego caerá del cielo en el juicio final. El fuego de Dios santifica a sus santos, y destruye al impío.

El fuego que Dios había puesto en el santuario, era un fuego especial, Dios lo había prendido, no había ningún combustible que lo alimentaba, y aún así ese fuego ardía constantemente, pero ese fuego ya no existía mas en el tiempo de Elías. Ya la gloria de Dios había partido de Israel, no había nadie que pudiera prender ese fuego, no había otro tipo de fuego que reemplazará el fuego de la gloria de Dios. Nadab y Abiu ofrecieron fuego extraño en el altar sagrado y fueron muertos inmediatamente por la ira de Dios. Nadie mas que Dios podía prender de nuevo el altar sagrado. Elías comenzó una nueva orden en el pueblo de Israel, es por eso que el aparece con Cristo en el monte de la transfiguración. A través de él, Dios iba de nuevo a proveer el fuego sagrado para Israel. El fuego de Dios descendió cuando se reparó su altar, el fuego de Dios descendió cuando Elías elevo una oración de fe.

Después que los profetas de Baal fracasaron en su intento de hacer descender fuego sobre el altar, ahora le tocaba a Elías ofrecer su sacrificio. El altar fue reparado; doce piedras de acuerdo a las 12 tribus de Israel fueron colocadas para el altar, también fueron derramadas 12 cantaradas de agua sobre el altar. Esa agua probablemente fue traída del mar mediterráneo que se encuentra justamente al pie del monte Carmelo.

La oración de Elías fue contestada inmediatamente, Dios hizo descender fuego del cielo, fuego que consumió el holocausto, y consumió hasta las misma piedra. Ese fuego tuvo que ser un fuego extremadamente fuerte y de una elevadísima temperatura, ese fuego tuvo la capacidad de consumir hasta la piedra. Ante éste tipo de fuego sobrenatural, no hubo una persona que no haya tenido temor de la gloria de Dios. Todos cayeron sobre su rostro expresando que Jehová era Dios.

Elías hizo dos oraciones en el monte Carmelo, una oración fue para fuego y la otra oración fue para agua. Las dos oraciones fueron muy diferentes, la oración para el fuego fue contestada inmediatamente, pero la oración para el agua no fue contestada inmediatamente, esa oración fue contestada después de 7 intentos.

En la oración para el fuego había una urgencia; el rey estaba esperando, los profetas estaban esperando, y el pueblo estaba esperando, en la oración para el agua el profeta estaba solo, no había público esperando ver la respuesta de Dios.

La oración para el agua, fue un recordatorio para Elías, que era Dios el que estaba al control de los milagros y no el hombre, muchas veces antes los grandes éxitos espirituales que obtenemos, llegamos a cree que es por causa de nuestro buen proceder o de nuestra gran fe, es que los conseguimos; todo milagro lo conseguimos por la misericordia de Dios.

De la oración por el agua de Elías aprendemos a que debemos tener intensidad y perseverancia en nuestras oraciones para Dios. En la oración por el fuego, Dios contestó inmediatamente por el bienestar del pueblo de Israel; pero en la oración del agua Dios contestó por el bienestar del profeta, era una lección de humildad y paciencia para él.

La oración de Elías terminó hasta que escuchó a su siervo decir: “Veo una nube pequeña, del tamaño del puño de un hombre. Viene del mar.”

Vamos a contarles un poquito lo que dice la tradición. Dicho sea de paso vamos a explicar primero lo que es la «tradición». La tradición es aquella información que da la gente que es contemporánea a la fuente de información, y que se transmite de generación a generación de una manera verbal ó escrita; por lo general es siempre verbal. Esta información a pesar que muchas veces es importante y es muy interesante, no se puede comprobar que es una información cierta. Por lo tanto nosotros le contamos lo que dice la tradición, solamente para que usted aprenda, no para que la crea como una verdad, mucho menos para que la predique, la puede explicar de la misma manera en que nosotros se la estamos explicando a usted.

La tradición, en éste caso la tradición judía dice que Jonás fue el hijo de la viuda de Sarepta, a quién Elías resucitó una vez. Jonás realmente de acuerdo a la Biblia es contemporáneo de Elías, de Elíseo y de Amos, y como fue un profeta, sin duda alguna pertenecía a la escuela de los profetas que fundó Samuel y que en esos días era dirigida por Elías y  después por Elíseo.

La tradición también dice que Jonás era el siervo que estuvo en el monte Carmelo con Elías cuando éste se enfrentó a los cuatro cientos profetas de Baal, y es la misma persona que acompañó a Elías a la cima del monte Carmelo cuando éste subió a orar por lluvia. La tradición reconoce a Jonás como el robusto siervo que sobrevivió con valentía ese día largo, terrible y agónico que cruzó Elías en el monte Carmelo.

También la tradición dice que fue Jonás quien fue a ungir a Jehu como el décimo rey de Israel, y esto fue por orden del profeta Eliseo; para cumplirse de esa manera la profecía que dio Elías  en contra de Jetzabel. Recuerde eso es lo que la tradición simplemente enseña, es siempre bueno saber esto, para estar preparado para hablar con otras personas, cuando se presente el tema o la ocasión.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Dios siempre tiene hombres a quienes confía su mensaje. Su Espíritu actúa sobre el corazón de ellos y los constriñe a hablar. Estimulados por celo santo y con el impulso divino que actúa poderosamente sobre ellos, se dedican a la realización de su deber sin calcular fríamente las consecuencias de presentar a la gente el mensaje que el Señor les ha dado. Pero pronto el siervo de Dios se da cuenta de que ha arriesgado algo. Descubre que él y su mensaje se han convertido en objeto de crítica. Se analizan y comentan todas sus costumbres, toda su vida, toda su propiedad. Su mensaje es desmenuzado y rechazado con el espíritu más mezquino e impío que los hombres crean conveniente emplear de acuerdo con su juicio limitado (Comentario bíblico adventista, {2BC}, t. 2, p. 1028).

No está lejos el tiempo en que cada alma será probada. Se procurará imponernos la observancia del falso día de reposo. La contienda será entre los mandamientos de Dios y los de los hombres. Los que hayan cedido paso a paso a las exigencias mundanales y se hayan conformado a las costumbres del mundo cederán a las autoridades, antes que someterse al ridículo, los insultos, las amenazas de encarcelamiento y la muerte. En aquel tiempo el oro quedará separado de la escoria. La verdadera piedad se distinguirá claramente de las apariencias de ella y su oropel. Más de una estrella que hemos admirado por su brillo se apagará entonces en las tinieblas. Los que hayan asumido los atavíos del santuario, pero no estén revestidos de la justicia de Cristo, se verán en la vergüenza de su propia desnudez.

Entre los habitantes de la tierra, hay, dispersos en todo país, quienes no han doblado la rodilla ante Baal. Como las estrellas del cielo, que sólo se ven de noche, estos fieles brillarán cuando las tinieblas cubran la tierra y densa obscuridad los pueblos. En la pagana Africa, en las tierras católicas de Europa y de Sudamérica, en la China, en la India, en las islas del mar y en todos los rincones obscuros de la tierra, Dios tiene en reserva un firmamento de escogidos que brillarán en medio de las tinieblas para demostrar claramente a un mundo apóstata el poder transformador que tiene la obediencia a su ley (Profetas y reyes, {PR}, p. 140).

Cuando el pecado ha amortiguado la percepción moral, el que obra mal no discierne los defectos de su carácter ni comprende la enormidad del mal que ha cometido; y a menos que ceda al poder convincente del Espíritu Santo permanecerá parcialmente ciego con respecto a su pecado. Sus confesiones no son sinceras ni provienen del corazón. Cada vez que reconoce su maldad añade una disculpa de su conducta al declarar que si no hubiese sido por ciertas circunstancias no habría hecho esto o aquello que se le reprocha… Los ejemplos de arrepentimiento y humillación genuinos que da la Palabra de Dios revelan un espíritu de confesión que no busca excusas por el pecado ni intenta su justificación propia (El camino a Cristo, {CC}, pp. 39, 40).

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Lección 5 // Martes 26 de enero_____________________________

PALABRAS DE DESAFÍO

Ezequías era el rey de Judá cuando Asiria conquistó a Israel, el Reino del Norte, y esparció sus habitantes por toda Mesopotamia (2 Rey. 18:9-12). “En los terribles castigos que cayeron sobre las diez tribus, el Señor tenía un propósito sabio y misericordioso. Lo que ya no podía lograr por medio de ellas en la tierra de sus padres, procuraría hacerlo esparciéndolas entre los paganos. Su plan para salvar a todos los que quisieran obtener perdón mediante el Salvador de la familia humana debía cumplirse todavía; y en las aflicciones impuestas a Israel, estaba preparando el terreno para que su gloria se revelase a las naciones de la Tierra” (PR 217, 218).

Unos pocos años más tarde, el rey asirio Senaquerib volvió su atención a Judá, capturó todas sus ciudades fortificadas e impuso un tributo muy pesado (2 Rey. 18:13-15). Aunque Ezequías vació las tesorerías del Templo y de su palacio, el rey asirio no estaba satisfecho, y envió oficiales para que negociaran la rendición de Jerusalén.

Los asirios entonces se burlaron de la gente advirtiéndole que, siendo que los dioses de las naciones alrededor de ellos no las habían salvado de los asirios, ¿por qué los judíos habrían de pensar que su Dios podría hacerlo mejor? (Ver 2 Rey. 18:28-30, 33-35.)

Ezequías hizo lo único posible para él: oró (2 Rey. 19:15-19). Dios ya había usado a Isaías para animar a Ezequías (vers. 6), y ahora envío otra vez al profeta.

Lee 2 Reyes 19:21 al 34, especialmente los versículos 21 y 22. ¿Cuál es el mensaje de Dios a su pueblo en medio de esta terrible crisis?

21 Esta es la palabra que Jehová ha pronunciado acerca de él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén. 22 ¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel. 23 Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos. 24 Yo he cavado y bebido las aguas extrañas, he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de Egipto. 25 ¿Nunca has oído que desde tiempos antiguos yo lo hice, y que desde los días de la antigüedad lo tengo ideado? Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas a montones de escombros. 26 Sus moradores fueron de corto poder; fueron acobardados y confundidos; vinieron a ser como la hierba del campo, y como hortaliza verde, como heno de los terrados, marchitado antes de su madurez. 27 He conocido tu situación, tu salida y tu entrada, y tu furor contra mí. 28 Por cuanto te has airado contra mí, por cuanto tu arrogancia ha subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste. 29 Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas. 30 Y lo que hubiere escapado, lo que hubiere quedado de la casa de Judá, volverá a echar raíces abajo, y llevará fruto arriba. 31 Porque saldrá de Jerusalén remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. 32 Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. 33 Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. 34 Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. 2 Reyes 19

El resultado de todo eso se vio cuando el enorme ejército asirio acampó alrededor de los muros de Jerusalén. Las habitantes asustados de la ciudad sitiada se levantaron una mañana, no para ver las acciones finales de un ejército conquistador a punto de abrir las defensas de la ciudad sitiada, sino para ver soldados esparcidos por el suelo en silencio sepulcral hasta donde los ojos podían ver (2 Rey. 19:35). Y el rey asirio en desgracia volvió a su casa, solo para encontrar su fin a manos de dos de sus propios hijos (vers. 36, 37).

¿Cómo podemos aprender a confiar en Dios, aun en medio de las situaciones más desalentadoras y al parecer imposibles? ¿Por qué debemos siempre recordar el cuadro más grande, especialmente cuando las cosas, al menos por ahora, no siempre terminan de manera positiva?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Esta profecía fue dada por Isaías al rey Ezequías: La ciudad de Jerusalén fue llamada la “hija de Sión” posiblemente por dos razones: La primera razón era por que sus inexpugnables montañas, era tan fuertes y tan difícil de penetrar, que al principio nadie vivía en ese lugar. Poco a poco, cuando los colonizadores fueron llegando, una nueva ciudad lentamente comenzó a nacer y era Jerusalén, la hija de Sión.

La segunda razón por la cual se le podía llamar la hija de Sión era por sus habitantes. En muchos idiomas del mundo, los países o las patrias son llamadas “madres” o “madre patria” y automáticamente sus habitantes son llamados hijos o hijas. Es común escuchar las frases: “hijas de Tiro”; “hijas de Sidón” o “hijas de Babilonia” También a Jerusalén se le llama la “virgen de Sión” por que era muy pura de idolatría comparada con la idolatría de los países vecinos.

En ésta profecía Dios prometió cuidar a su hija virgen, en contra de los daños que Zenaquerib quería causarle. La figura es sumamente fina, ya que Dios trata a Sión como una hija, virgen y está dispuesto a protegerla, de la misma manera que cualquier padre está dispuesto a proteger a su hija virgen, ante el ataque de cualquier hombre.

29 Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas. 30 Y lo que hubiere escapado, lo que hubiere quedado de la casa de Judá, volverá a echar raíces abajo, y llevará fruto arriba.

La invasión de los sirios a Israel, probablemente no había permitido que la tierra no fuera sembrada ese año, y el año siguiente era el año sabático, donde los israelitas dejaban descansar la tierra un año entero en cada siete años, y esto era por orden de Dios. La promesa era que Dios iba a liberar a Jerusalén de las manos de Zenaquerib, y la prueba era que ellos a pesar del sitio que los sirios habían puesto en contra de Jerusalén y a pesar que no habían sembrado la tierra ese año, Dios les prometió que comerían del fruto de la tierra ese año, que comerían del fruto de la tierra el siguiente año que era el año del descanso sabático, y que aun iban a sobre vivir con el producto de la tierra hasta el tercer año.

La gran victoria que Dios iba a dar en favor de Jerusalén no era por que sus habitantes eran justos, sino que Dios quería demostrar su gloria y su poder a los habitantes de la tierra .

Toda ésta noticia fue dada a los habitantes de Jerusalén, por que Dios escuchó la oración del rey Ezequías para la liberación de Jerusalén de manos de Zenaquerib.

22 ¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel

El rey Zenaquerib cometió dos pecados en contra de Dios, no en contra de Jerusalén, sino en contra de Dios. Uno fue blasfemar en contra de Dios y el segundo fue levantar los ojos al cielo. Este acto de girar los ojos para arriba, es un acto de extrema arrogancia, así lo considera Dios y también así es considerado por los hombres.

35 Esa misma noche el ángel del SEÑOR salió y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados del campamento asirio. Cuando la gente se levantó al otro día, estaban allí todos los cuerpos de los muertos. 36 Así que Senaquerib, rey de Asiria, regresó a Nínive y permaneció allí. 37 Un día, mientras estaba adorando en el templo de su dios Nisroc, fue asesinado a espada por sus hijos Adramélec y Sarézer. Ellos escaparon al país de Ararat. Su hijo Esarjadón lo sucedió en el trono.

La destrucción llegó para Senaquerib, el ángel de Dios bajo al campamento sirio que estaba muy cerca de Jerusalén, y sin hacer ruido, sin hacer disturbios, silenciosamente y rápidamente mató a 185,000 soldados que ya habían comenzado a dormir el sueño de la muerte. Senaquerib, el arrogante Senaquerib, salió humillado para su país con el resto del ejército, si es que quedó algún sobreviviente. Mas tarde fue asesinado por sus dos hijos, salvándose de esa manera, Jerusalén, la ciudad amada de Dios.

Las Santas Escrituras nos dan información acerca del número, del poder y de la gloria de los seres celestiales, de su relación con el gobierno de Dios y también con la obra de redención. “Jehová afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos”. Y el profeta dice: “Oí voz de muchos ángeles alrededor del trono”. Ellos sirven en la sala del trono del Rey de los reyes, “ángeles, poderosos en fortaleza”, “ministros suyos”, que hacen “su voluntad”, “obedeciendo a la voz de su precepto” (Salmos 103:19-21; Apocalipsis 5:11). Millones de millones y millares de millares era el número de los mensajeros, celestiales vistos por el profeta Daniel. El apóstol Pablo habla de “las huestes innumerables de ángeles”. Hebreos 12:22 (VM). Como mensajeros de Dios, iban y volvían “a semejanza de relámpagos” (Ezequiel 1:14), tan deslumbradora es su gloria y tan veloz su vuelo. El ángel que apareció en la tumba del Señor, y cuyo “aspecto era como un relámpago y su vestido blanco como la nieve”, hizo que los guardias temblaran de miedo y quedaran “como muertos”. Mateo 28:3, 4. Cuando Senaquerib, el insolente monarca asirio, blasfemó e insultó a Dios y amenazó destruir a Israel, “aconteció que en aquella misma noche salió un ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los asirios ciento ochenta y cinco mil hombres”. El ángel “destruyó a todos los hombres fuertes y valerosos, con los príncipes y los capitanes” del ejército de Senaquerib, quien “volvió con rostro avergonzado a su propia tierra”. 2 Reyes 19:35; 2 Crónicas 32:21 (VM). {CS 502.1}

Ezequías mas tarde cayó enfermo, y el profeta Isaías le ordenó que ordenara su casa, ya que Dios dijo que de esa enfermedad moriría. Ezequías oro fervientemente a Dios por su sanación y Dios le concedió 15 años mas de vida. La prueba de ese milagro era que la sombra del reloj retrocedería 10 gradas del reloj, que equivale a cinco horas aproximadamente. El milagro llamó la atención a los de Babilonia, y fueron a preguntar la razón del milagro, Ezequías en vez de hablarles del gran milagro de Dios todopoderoso, aprovechó la ocasión para mostrar todo el oro y la plata y los tesoros que tenía en su palacio.

Después de éste suceso, el profeta Isaías regresó al rey Ezequías, con la mas siniestra profecía, asegurándole que los babilonios volverían a Jerusalén para tomar todas esas riquezas, y así como el profeta lo dijo por inspiración de Dios, así pasó.

La oración de Ezequías, salvo a Jerusalén de la destrucción de los sirios, pero su orgullo y arrogancia y su equivocada decisión de mostrar sus riquezas, fue el inicio de la destrucción de Jerusalén. Los babilonios regresaron a su rey no a contar las maravillas de Dios, sino a dar cuenta de los grandes tesoros de Jerusalén.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

No se dejó a Ezequías sin esperanza. Isaías le mandó palabra diciendo: “Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído…”. Esa misma noche se produjo la liberación. “Salió el ángel de Jehová, e hirió en el campo de los asirios ciento ochenta y cinco mil”…

El Dios de los hebreos había prevalecido contra el orgulloso asirio. El honor de Jehová había quedado vindicado en ojos de las naciones circundantes. En Jerusalén el corazón del pueblo se llenó de santo gozo. Sus fervorosas súplicas por liberación habían sido acompañadas de la confesión de sus pecados y de muchas lágrimas. En su gran necesidad, habían confiado plenamente en el poder de Dios para salvarlos, y él no los había abandonado (Conflicto y valor, {CV}, p. 239).

No es fuera de la prueba, sino en medio de ella, donde se desarrolla el carácter cristiano. Expuestos a las contrariedades y la oposición, los seguidores de Cristo son inducidos a ejercer mayor vigilancia y a orar más fervientemente al poderoso Auxiliador. Las duras pruebas soportadas por la gracia de Dios, desarrollan paciencia, vigilancia, fortaleza y profunda y permanente confianza en Dios. Este es el triunfo de la fe cristiana que habilita a sus seguidores a sufrir y a ser fuertes; a someterse y así conquistar; a ser muertos todo el día y sin embargo vivir; a soportar la cruz y así ganar la corona de gloria (Los hechos de los apóstoles, {HAp}, p. 373).

Dios no dice: Pedid una vez y recibiréis. El nos ordena que pidamos. Persistid incansablemente en la oración. El pedir con persistencia hace más ferviente la actitud del postulante, y le imparte un deseo mayor de recibir las cosas que pide. Cristo le dijo a Marta junto a la tumba de Lázaro: “Si creyeres, verás la gloria de Dios”.

Pero muchos no tienen una fe viva. Esta es la razón por la cual no ven más del poder de Dios. Su debilidad es el resultado de su incredulidad. Tienen más fe en su propio obrar que en el obrar de Dios en favor de ellos. Ellos se encargan de cuidarse a sí mismos. Hacen planes y proyectos, pero oran poco, y tienen poca confianza verdadera en Dios. Piensan que tienen fe, pero es sólo el impulso del momento. Dejan de comprender su propia necesidad, y lo dispuesto que está Dios a dar; no perseveran en mantener sus pedidos ante el Señor.

Nuestras oraciones han de ser tan fervorosas y persistentes como lo fue la del amigo necesitado que pidió pan a media noche. Cuanto más fervorosa y constantemente oremos, tanto más íntima será nuestra unión espiritual con Cristo. Recibiremos bendiciones acrecentadas, porque tenemos una fe acrecentada.

Nuestra parte consiste en orar y creer. Velad en oración. Velad, y cooperad con el Dios que oye la oración. Recordad que “coadjutores somos de Dios”. Hablad y obrad de acuerdo con vuestras oraciones. Significará para vosotros una infinita diferencia el que la prueba demuestre que vuestra fe es genuina, o revele que vuestras oraciones son sólo una forma.

Cuando se suscitan perplejidades y surgen dificultades, no busquéis ayuda en la humanidad. Confiadlo todo a Dios. La práctica de hablar de nuestras dificultades a otros, únicamente nos debilita, y no les reporta a los demás ninguna fuerza. Ello hace que la carga de nuestras flaquezas espirituales descanse sobre ellos, y éstas son cosas que ellos no pueden aliviar. Buscamos la fuerza del hombre errante y finito, cuando podríamos tener la fuerza del Dios infalible e infinito.

No necesitáis ir hasta los confines de la tierra para buscar sabiduría, pues Dios está cerca. No son las capacidades que poseéis hoy, o las que tendréis en lo futuro, las que os darán éxito. Es lo que el Señor puede hacer por vosotros. Necesitamos tener una confianza mucho menor en lo que el hombre puede hacer, y una confianza mucho mayor en lo que Dios puede hacer por cada alma que cree. El anhela que extendáis hacia él la mano de la fe. Anhela que esperéis grandes cosas de él. Anhela daros inteligencia así en las cosas materiales como en las espirituales. El puede aguzar el intelecto. Puede impartir tacto y habilidad. Emplead vuestros talentos en el trabajo; pedid a Dios sabiduría, y os será dada (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 111, 112).

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Miércoles 27 de enero // Lección 5___________________________

DECRETO DE MUERTE

Es difícil para nosotros hoy (como sin duda lo fue para las personas de diversas culturas a lo largo de los siglos) comprender las costumbres y las tradiciones del antiguo Imperio Persa, donde se desarrolla la historia de Ester. No obstante, una cosa es segura: Dios usó ese imperio en el proceso de cumplir las promesas del Pacto a la nación de Israel, promesas que venían desde Abraham (ver Gén. 12:1-3; Isa. 45:1; 2 Crón. 36:23).

La joven judía Ester se encontró de pronto con que era reina. Aunque su ascenso al trono fue de una manera bien diferente de, por ejemplo, la de José en Egipto o la de Daniel en Babilonia, ella estuvo en el lugar donde Dios quería que estuviera. Fue usada por Dios de una manera poderosa, y esto ilustra el modo en que el tema del Gran Conflicto puede desarrollarse en la historia.

Lee Ester 3:8 al 11. Recordando cuáles eran los planes de Dios para los judíos, especialmente con respecto a la venida del Mesías, ¿qué consecuencias habría tenido este decreto?

Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir. Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey. 10 Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos, 11 y le dijo: La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere. Ester 3

“Poco comprendía el rey los resultados abarcadores que habrían acompañado la ejecución completa de este decreto. Satanás mismo, instigador oculto del plan, estaba procurando quitar de la tierra a los que conservaban el conocimiento del Dios verdadero” (PR 442).

Cuán fascinante es que, al comienzo, el problema se centrara en la adoración (ver Est. 3:5, 8), y que un pueblo distintivo rehusara seguir las leyes y las costumbres de los que estaban en el poder. Aunque, por supuesto, el contexto será diferente al final del tiempo, la realidad detrás de él –el Gran Conflicto entre Cristo y Satanás– es todavía la misma, y los que procuran ser fieles a Dios enfrentarán algo como lo que enfrentaron los judíos. Se nos ha advertido que, en las escenas finales de la historia de la Tierra, se promulgará el decreto que declara que se “hiciese matar a todo el que no la adorare” (Apoc. 13:15). Lo que aprendemos de la historia es que no aprendemos de la historia.

¿Por qué tan a menudo desconfiamos de aquellos que son diferentes de nosotros? ¿Por qué las poderosas verdades de la Creación y la Redención, verdades que revelan el valor de cada ser humano, nos muestran cuán equivocada es esta actitud? ¿De qué manera podemos eliminar de nuestros corazones esta tendencia errada?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Lo primero que necesitamos comprender es que la palabra «Asuero» no es un nombre, sino un título. De la misma manera que en Egipto se usaba el «faraón» como un título,  o en Roma se usaba  el «César» también como un título; los Medos y Persas usaban la palabra Asuero para referirse al rey.

Asuero nació en el año 519 Antes de Cristo, y fue asesinado en el año  465 Antes de Cristo, por Artabanus quien era el comandante de la guardia real. Asuero tenía 54 años de edad, al momento de su asesinato. Asuero es muy fácilmente identificado por la historia, y es muy conocido por todo el mundo por dos sucesos importantes en su vida: las batallas que tuvo en contra de los griegos y por su participación activa en el libro bíblico de Ester.

De acuerdo a la Biblia y a la confirmación de la historia secular, Asuero gozaba de un poder ilimitado, su imperio era extremadamente grande, comenzando en la India y llegando hasta Etiopía, toda ésta tierra se había dividido en 120 provincias, estados o departamentos.

Asuero se  caracterizó por ser un rey cruel, apasionado y caprichoso. Cuenta la historia que mientras combatía a Grecia, había un hombre llamado Pitias en la ciudad de Lidia, que lo hospedaba y proveía para él todo tipo de entretenimiento. Por éste servicio Asuero pagaba fuertes sumas de dinero a Pitias. Cierto día Pitias, se acercó a Asuero y le pidió encarecidamente que permitiera a su hijo mayor quedarse con él en casa, ya que él era un hombre demasiado viejo  y necesitaba de alguien de confianza para que le ayudara en la casa y encima de todo, los demás hijos estaban al servicio de Asuero en la guerra. Cuenta el historiador griego Herodoto, que cuando Asuero escuchó el pedido del anciano padre, se enojo de tal manera que mando inmediatamente a matar al muchacho e hizo que su ejército marchara sobre el mutilado cadáver del joven .

También la historia nos cuenta que cuando una tormenta destruyó el puente que habían construido para cruzar a Grecia, Asuero mandó inmediatamente a matar a los ingenieros que habían diseñado el puente e hizo que el mar fuera azotado con cadenas de hierro para que aprendiera a respetar y a comportarse mejor.

Asuero también se nos acerca a nosotros con la asociación de los famosos héroes de Grecia.  Los historiadores describen a Asuero marchando con su gran pompa y orgullo, y  con un ejército de casi cinco millones de guerreros, con el cual había subyugado al mundo entero. Todo su orgullo, pompa y su gran ejercito fue detenido por solo trescientos guerreros Espartanos, asegurándose de esa manera la guerra de Salamis donde los griegos salieron vencedores. Los griegos eran muy pocos comparados con el gran ejército de Persia, Grecia no tenía planicies, ni valles fértiles para sus cosechas. Ellos estaban peleando por rocas, montañas y playas, pero esas rocas, montañas y playas eran el símbolo y los guardianes de su libertad. Esta victoria de los Griegos en Salamis, aseguró la liberación de Europa del despotismo de los imperios orientales, éstas son historias preservadas para nosotros por el arte y la literatura Griega que han embellecido nuestras civilizaciones.

10 El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero, 11 que trajesen a la reina Vasti a la presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza; porque era hermosa. 12 Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey enviada por medio de los eunucos; y el rey se enojó mucho, y se encendió en ira.

El gran monarca que reinaba desde la India hasta Etiopía, es desobedecido en su propia casa, por su propia esposa y en frente de los más importantes de su reino. La reina Vasti desobedeció, pero Vasti estaba correcta. Hay una ley divina más alta que la voluntad de un rey o esposo. Esta ley le da el derecho a la mujer de cuidar de su propia modestia, cuando aquellos que están supuesto a cuidar de la modestia de ella, fallan en hacerlo. Vasti obedeció una ley más alta que la de Asuero, obedeció a una ley dada por el Creador para la naturaleza del hombre y de la mujer, la corona real fue el precio a pagar por el respeto propio.

Ningún esposo tiene el derecho de obligar a su cónyuge a hacer cosas equivocadas, la libertad de conciencia es algo sumamente sagrado tanto en el gobierno, como el hogar. 

Todo pastor de Iglesia y anciano de iglesia, tiene que tener la prudencia necesaria para tratar bien a su esposa en privado, pero especialmente, en público.  Nunca de sebe imponer una carga a la esposa, que ella sea incapaz de llevar, ya sea por su delicadeza femenina o por su temperamento. Todo hombre tiene que ser lo suficientemente sabio para conocer los límites de su esposa, todo tirano tarde o temprano encuentra la horma de su zapato. Asuero quería demostrar a sus príncipes y súbditos cuan alegre estaba y lo único que consiguió demostrar fue su propia miseria.

 

Las batallas de los sexos es una batalla sin filosofía y también es anti-bíblica. Es la voluntad de Dios que el hombre sea la cabeza y la mujer sea el corazón de la sociedad. Si el hombre es la fuerza, la mujer es el consuelo. Si el hombre es la sabiduría, la mujer es la gracia.

-Las peleas domésticas siempre son  muy dañinas

-Las peleas domésticas son el doble de dañinas cuando ocurren en frente de los amigos o conocidos

-Las peleas domésticas son el triple de dañinas cuando los supuestos amigos o conocidos se involucran en ellas

Así paso con Asuero y Vasti, los «supuestos» amigos fueron invitados al problema, ellos aceptaron la invitación, no supieron dar un buen consejo, y convirtieron algo que estaba mal, en algo peor; es allí precisamente donde la herida viene a ser incurable.

La expulsión de Vasti, había dejado a Asuero en soledad y también en un estado de auto-reproche, pero la vida tenía que seguir su marcha, y una nueva reina tenía que ser buscada. Es la hora de buscar entre las pobrezas, entre los débiles, entre los marginados y deportados a aquella que va a ocupar el puesto de reina de uno de los imperios más grandes que haya existido sobre la tierra; es tiempo de buscar, a la exiliada, a la pobre, a la cautiva, a la huérfana, es tiempo de tomar a los pordioseros y convertirlos en reyes y en reinas, es tiempo de buscar a Hadasa y sentarla en el trono real, con el nombre de Ester.

La PROVIDENCIA y la GRACIA de Dios, viven y reinan en dos diferentes palacios. La providencia tiene que ver con las cosas exteriores que suceden y afectan a los hijos de Dios, en otras palabras la providencia tiene que ver con el bienestar físico y material de los hijos de Dios. La gracia tiene que ver con el interior de la persona, la gracia de Dios renueva, redime, gobierna y preserva el corazón y el carácter de la persona. En Esther encontramos la manifestación de la providencia y la gracia de Dios; Dios preservó a ésta cautiva y  pobre huérfana, Dios es el Padre de los que no tienen padres: «…Yo seré padre para él y él será hijo para mí; y no quitaré de él mi misericordia…» 1 Crónicas 17: 13 También encontramos en Esther todos los hermosos elementos de su carácter, que también es la evidencia de la gracia y el poder de Dios en una persona.

Para Ester su vida era muy dura, era una extranjera, estaba viviendo en tierra ajena, caminaba en medio de gentes a quienes no conocía, gentes con quienes no tenía afinidad, ni afectos, ni conexión, era mujer, era huérfana y era una cautiva. Por su belleza y hermosura femenina también tenía mucho en contra de ella, su constante exposición a los ojos pecadores de los hombres y la constante observación de los artistas de la corrupción, se había convertido es una permanente amenaza para ella y una preocupación más para Mardoqueo. La única manera de preservarla pura era a través de la constante entrega a Dios. El mundo dice: «dichoso los ricos que tienen todo»; Dios dice: «Bienaventurados los pobres de espíritu…los mansos…» Las cosas frágiles y débiles del mundo, son las que escoge Dios para avergonzar a las cosas que el hombre les suele llamar grandes en el mundo.

La mayoría de veces, nosotros los cristianos somos bien fuertes con el mundo judío, casi nunca les damos los créditos correctos a los judíos por su cariño, por su espiritualidad cuando es verdadera y por sus cuidados los unos para los otros. En este caso tendríamos que darle a Mardoqueo los créditos que se él se merece por la adopción de Hadasa, en su condición también era muy difícil asumir la responsabilidad de una niña, pero lo hizo por amor.

Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir. Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey. 10 Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos, 11 y le dijo: La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere. 12 Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al día trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, a los capitanes que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey. 13 Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de sus bienes. Ester 3

 ¿Que le pasaba a Amán y que le pasaba a Mardoqueo? Uno de ellos estaba empeñado a que lo reverenciaran, y el otro estaba empeñado en no reverenciarlo.

Vamos a comenzar con Amán; Todo le iba muy bien a Amán, ocupaba el asiento más alto y el más importante en el imperio Persa mucho más arriba que cualquier noble del imperio, se había convertido en el primer ministro, el rey lo había hecho su amigo y su compañero, y aún más el rey había extendido una orden que a Amán se le tenía que reverenciar con el mismo respeto que se reverencia a la realeza. Este último edicto del rey es otra mala decisión entre las muchas malas decisiones que le rey cometió en su vida. Amán nunca se va a comparar en grandeza, en sabiduría, en virtudes y en dones con Daniel, a pesar de todos eso, ni el rey Nabucodonosor, ni el rey Darío nunca extendieron una ley donde se saludara y se reverenciara a Daniel en una forma especial. Las leyes que ellos extendieron ordenaban reverenciar, adorar y respetar al «Dios de Daniel»

Todo hombre que sea noble no necesita ningún edicto para que se le salude y se le trate con respeto y reverencia. Cuando el hombre es noble, bueno y santo, siempre su semejante lo saludará con respeto y reverencia; ese saludo saldrá de una manera natural y sincera.

Si Amán en verdad hubiera sido un hombre noble y sabio, hubiera respetado la decisión y la conciencia de Mardoqueo, le hubiera causado risa la pequeñez de la acción, y hubiera pasado por alto los incidentes que provocaba Mardoqueo. Pero no, Amán valoraba de una manera diferente su cargo y su oficina, así como es el orgullo de grande en una persona , así también es su miseria. Amán hizo de un pequeño problema, una montaña, un problema exageradamente gigante.

El hogar y la iglesia especialmente, están repletos de «Amanes»; estos amanes convierten un pequeño incidente en un monumento de injusticia; convierten un mal entendido en una batalla campal, y toman un pequeño problema y lo hacen un problema des-proporcionalmente gigante donde resultan enemigos y divisiones en la iglesia.

Ahora le podemos agregar al orgulloso Amán cuatro pecados más: «VENGANZA»; «MENTIRA»; «MASACRE»; «ASESINATO»

La venganza tiene la capacidad de poder cerrar nuestros ojos, la venganza tiene la capacidad de administrar un castigo que no es proporcional a la ofensa, muchas veces la venganza hace que el sufrimiento que una persona o de un grupo de personas no esté en armonía y en acuerdo con el error que se cometió. Aquí encontramos a Amán, que vencido y dominado por la venganza de un pequeño acto de un hombre, está planeando hacer desaparecer a un pueblo entero, millones de ellos;  niños, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos. La venganza nos hace recordar a Neron de Roma, a Ramada de Madagascar, a Hitler de Alemania y a la reina Catarina de Medici en Francia.

Había muchos protestantes en Francia en los días de la reforma de Francia, muchos de esos protestantes pertenecían a la nobleza francesa, la historia cuenta que la mayoría de ellos era personas muy pacíficas. El número y el crecimiento de los protestantes en Francia había irritado al papa, pero había irritado más a la sobrina del papa, Catarina de Medici, reina de Francia y la madre de los siguientes tres reyes de Francia. Repentinamente, cuando uno de sus hijos Carlos IX era niño, ella hizo un movimiento sin precedentes en Francia, hizo las pases con los Hugonotes y demostró un gran celo por el mundo protestante, promulgando leyes que protegían a sus súbditos protestantes.  Después de dos años, sin ninguna advertencia, en la tarde del día de San Bartolomé, comenzó la masacre de protestantes, solo en París murieron seis mil de ellos, y en todo Francia murieron cincuenta mil protestantes en un lapso de tres día. Cuando la gozosa ola de ésta noticia alcanzó Roma, se ofrecieron las «gracias» a la reina por su acción y esto se hizo de una manera pública en todas las iglesias romanas. Sin duda alguna Amán hubiera sido muy feliz con una masacre de ésta índole, pero se hubiera consumido en una conciencia quebrantada y en una blasfemia sin comparación. La reina Catarina de Medici, tuvo éxito donde Amán falló, la reina tuvo la capacidad de engañar a los protestantes con su celo falso, y tomó el nombre de Dios y el nombre de nuestro Misericordioso Salvador, para justificar una acción que hasta el día de hoy, las personas que pertenecen a su mismo credo y religión, se sonrojan de afrenta y de vergüenza por tal acto de cobardía e hipocresía.

La venganza es madre del homicidio, del fratricidio y del genocidio. 

Ahora vamos con Mardoqueo: ¿Qué le pasaba a Mardoqueo?; ¿Qué le había dado que no quería acatar la orden del rey?; ¿Que le pasaba que se había empeñado en no saludar reverente-mente a Amán?

 La Biblia le llama «Amán hijo de Amedata agagueo»  Al estudiar detenidamente el nombre de Amán llegamos a la conclusión que Amán era un amalecita, y era descendiente directo del rey Agag, y es precisamente el porque se le llama agagueo.

Los Amalecitas fueron condenados por Dios, por el pecado que cometieron contra el pueblo de Israel cuando estos acababan de salir de Egipto. Los amalecitas vinieron y atacaron  a los del pueblo de Israel que se habían quedado atrás; a los enfermos, a los viejos, a los niños y  a todos aquellos que no podían mantener el paso de la gente joven y fuerte de Israel. La razón fue simple y sencillamente maldad. Dios maldijo a los amalecitas para siempre, y ordenó a Moisés a destruir a Amalec cuando Israel se hubiera asentado en la tierra de Canáan. Moisés pasó al descanso y antes de morir recordó a Josué el mandato de destrucción sobre Amalec por el pecado cometido contra Israel. Josué también murió y ahora el profeta Samuel recibe la orden de Dios de destruir a Amalec, la orden de Dios fue destruir todo, vidas de humanos, de animales y todo lo que era propiedad de Amalec. Nada tenía que quedar de ellos, todo tenía que ser destruido en su totalidad. La desobediencia de el rey Saúl, en dejar con vida a los animales y en perdonar la vida del rey Agag, le costó su reinado y también le costo la vida eterna.

Sin ninguna duda Mardoqueo sabía muy bien el salmo donde dice: «El malo será condenado, pero el que teme a Dios tendrá honor» y en el caso de Amán era una persona muy mala, por no tener el temor de Dios, por lo tanto no era digno de honor.

Ahora pongamos juntos los siguientes puntos:

1-Amán tenía un carácter vil y malo, por lo tanto no se merecía ningún saludo honroso, encima de todo era un saludo que estaba casi cruzando las fronteras de la idolatría: «Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey;»

2-Amán pertenecía a un pueblo que había sido condenado eternamente por Dios y también por la ley de Moisés

3-Amán pertenecía al linaje del rey Agag

4-Mardoqueo era del linaje del rey Saúl, quién fue el rey encargado de la destrucción de Amalec casi en su totalidad

Si ponemos todo esto en conjunto podemos entender fácilmente el gran odio que sentía Amán en contra de Mardoqueo, y la indisposición de Mardoqueo de no reverenciar a un hombre que no se lo merecía, que era enemigo del pueblo de Dios y que había sido maldito por Dios.

Moisés había condenado a los Amalecitas a infamia perpetua por su pecado, por lo tanto ninguna posición o rango podía abolir la sentencia tanto por Dios como también por Moisés. Si Mardoqueo se hubiera postrado ante Amán, entonces se hubiera sentido como un apóstata o como un traidor tanto para su nación, como para su religión. Aparentemente la acción de Mardoqueo es algo pequeño y sin importancia, pero en realidad es un heroísmo total el de Mardoqueo, en obedecer el dictado de su consciencia aún poniendo en riesgo su propia vida.

La verdadera religión no interfiere o nos libera de las obligaciones y las cortesías de nuestras vidas diarias, tampoco nos prohíbe el darle el honor y créditos a todos aquellos que en verdad  se lo merecen. Pero cuando el vicio y la infamia han corrompido los altos puestos, tenemos que comportarnos de la manera que Dios nos manda: con integridad, con justicia, con sinceridad, con prudencia y con mucha sabiduría.

Ester oró y ayunó a Dios pidiendo liberación para ella y para su pueblo, decidió tomar un camino lleno de riesgos y peligros aún para su propia vida, por su acción de fe y valentía casi podemos escuchar el eco de júbilo y de admiración de parte del  pueblo judío para su  bella heroína llamada Hadasa. 

¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? fueron las palabras de Asuero para Ester; «Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.» son las palabras de Cristo para nosotros.

En una de las celdas de la fortaleza de Glatz, estaba un hombre noble de Prusia, que el rey Federico Williams III había condenado a prisión por alta traición. Ya había estado allí por mucho tiempo y no había esperanza de libertad  para él. Su única compañía era una vieja Biblia, el libro que él tanto odiaba y que nunca leía. Después de tanto tiempo y debido a su aburrimiento cierto día comenzó a leer la Biblia. Hubo un día que buscando esperanzas y consuelo para su vida, abrió la Biblia en el libro de los salmos y le llamo mucho la atención salmos 50: 15 que dice: «Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás.» Por primera desde su niñez, el orgulloso hombre cayó de rodillas y oró a Dios, y como resultado obtuvo paz en su corazón.

Esa misma noche el rey Federico Williams III, no podía dormir de un fuerte dolor en su palacio, ya dominado por el cansancio pidió con fervor a Dios una noche de descanso de su enfermedad y Dios se la concedió. Al día siguiente se levantó muy aliviado, muy animado y muy agradecido, y le preguntó a su esposa: «¿Quién en mi reino es el que me ha hecho más daño? dímelo y yo lo perdonaré» La reina Luisa le dijo: «Es el hombre noble de Prusia que está en la fortaleza de Glatz» El rey dijo a la reina que mandara la orden de liberación para hombre. A los pocos días el prisionero era un hombre libre, glorificando a Dios por su liberación física y su liberación espiritual.

Ester fue todo lo contrario de Daniel, ella mantuvo su afiliación religiosa y su nacionalidad en secreto, al final reveló su identidad y los logros fueron significante-mente grande. Yo personalmente no encuentro mucho problema en esto, me ha tocado muchas veces dar estudios bíblicos, o conducir temas religiosos sin revelar mi afiliación religiosa, debido al prejuicio que hay en muchas personas. Muchas veces hay ocasiones en que las personas se cierran a escuchar la palabra de Dios, solo por el prejuicio que están escuchando a alguien que no es de la misma religión. Es más importante propagar la palabra de Dios, que propagar el nombre de nuestra religión. Al final de los días no seremos perseguidos por que somos Adventistas del Séptimo Día, usted y yo seremos perseguidos por nuestra firme creencia en la Palabra de Dios, y esto abarca los diez mandamientos y la observancia del día sábado especialmente. Esa misma suerte correrán otros hermanos que no son de nuestra religión pero que de cualquier manera comparten con nosotros las misma creencias y doctrinas bíblicas. 

El problema aquí no consiste en negar o no negar nuestra religión, el verdadero problema consiste en no negar a Dios y sus mandamientos y ordenanzas.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

La decisión del rey contra los judíos fué obtenida con falsas declaraciones, por calumnias contra ese pueblo peculiar. Satanás inspiró el plan, a fin de librar la tierra de aquellos que preservaban el conocimiento del verdadero Dios. Pero sus maquinaciones fueron derrotadas por un poder contrario que reina entre los hijos de los hombres. Los ángeles que son poderosos en fortaleza fueron comisionados para que protegiesen al pueblo de Dios, y las maquinaciones de sus adversarios recayeron sobre sus propias cabezas. El mundo protestante de hoy ve en el pequeño grupo que guarda el sábado un Mardoqueo a la puerta. Su carácter y su conducta, que expresan reverencia por la ley de Dios, son una reprensión constante para los que han desechado el temor de Jehová y están pisoteando su sábado; de alguna manera hay que deshacerse del molesto intruso.

La misma mente magistral que maquinó contra los fieles en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos que temen a Dios y obedecen su ley. Satanás excitará indignación contra la humilde minoría que concienzudamente se niega a aceptar las costumbres y tradiciones populares. Hombres de posición y reputación se unirán con los inicuos y los viles para maquinar contra el pueblo de Dios (Joyas de los testimonios, {2JT}, t. 2, pp. 149, 150).

Los momentos penosos que vivió el pueblo de Dios en tiempos de Ester no caracterizan sólo a esa época. El revelador, al mirar a través de los siglos hasta el fin del tiempo, declaró: “Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). Algunos de los que viven hoy en la tierra verán cumplirse estas palabras. El mismo espíritu que en siglos pasados indujo a los hombres a perseguir la iglesia verdadera, los inducirá en el futuro a seguir una conducta similar para con aquellos que se mantienen leales a Dios. Aun ahora se están haciendo preparativos para ese último gran conflicto (Profetas y reyes, {PR}, p. 444).

Si los hombres tuviesen la visión del cielo, verían compañías de ángeles poderosos en fuerza estacionados en torno de los que han guardado la palabra de la paciencia de Cristo. Con ternura y simpatía, los ángeles han presenciado la angustia de ellos y han escuchado sus oraciones. Aguardan la orden de su jefe para arrancarlos al peligro. Pero tienen que esperar un poco más. El pueblo de Dios tiene que beber de la copa y ser bautizado con el bautismo. La misma dilación que es tan penosa para ellos, es la mejor respuesta a sus oraciones (El conflicto de los siglos, {CS}, pp. 688, 689).

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Lección 5 // Jueves 28 de enero_____________________________

NEHEMÍAS

La historia de Nehemías sucede en un momento cuando la nación de Israel ya no existía como entidad política, sino como un remanente esparcido por tierras extranjeras. No obstante, Dios sería fiel a las promesas de su pacto, como siempre, aun cuando la gente no vivía a la altura de su participación en el Pacto.

Lee Nehemías 1. ¿Cuáles son los antecedentes de esta oración? ¿De qué manera nos recuerda la oración de Daniel, en Daniel 9:4 al 19? En ambos casos, ¿cuál era el problema, y de qué forma se desarrolla en todo el drama del Gran Conflicto?

1 Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino,que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo.Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos;pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. 10 Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. 11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey. Nehemías 1

Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti.Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos.De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, 10 y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. 11 Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. 12 Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. 13 Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. 14 Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz. 15 Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente. 16 Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro. 17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. 18 Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias. 19 Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo. Daniel 9

Por medio de la gracia del rey, Nehemías recibió permiso para retornar a Jerusalén y reedificarla. Al llegar allá, pasó los primeros días sencillamente mirando. Trató de investigar la ciudad de noche, pero las pilas de escombros eran tan extensas que no llegó muy lejos (Neh. 2:14); por ello, salió para explorarla desde fuera de los muros (vers. 15).

Lee Nehemías 2:16 al 18. ¿De qué manera crees que Nehemías pudo convencer a los líderes de que comenzaran un trabajo que ellos pensaban imposible? ¿Qué le podría enseñar Nehemías a nuestra iglesia hoy?

16 Y no sabían los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra. 17 Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. 18 Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien. Nehemías 2

Aunque al principio Nehemías no les dijo a los dirigentes para qué había venido, algunas personas no estaban contentas e hicieron todo lo posible para evitar que se realizase algún trabajo para mejorar Jerusalén (Neh. 2:10, 19, 20). Cuando la obra de reparar las murallas comenzó (Neh. 3), uno de estos oficiales extranjeros “se enojó y se enfureció en gran manera” (Neh. 4:1), y se burló de sus esfuerzos (vers. 2, 3). Cuando vieron que el pueblo de Dios era serio acerca de su obra (vers. 6), “se encolerizaron mucho” y planearon un ataque (vers. 7, 8).

Hubiera sido muy fácil retroceder; no obstante, a pesar de toda clase de maquinaciones en su contra, persistieron. Confiando en Dios, Nehemías siguió la reconstrucción del muro, y dejó las amenazas de sus enemigos en las manos de Dios (Neh. 6:14, 15).

Todos enfrentamos obstáculos. ¿De qué modo podemos saber cuándo retroceder y cuándo seguir avanzando?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Los palacios son los lugares menos indicados para encontrar la piedad; en los palacios hay una libertad irestringida, que da rienda suelta a la lujuria, el desorden y la corrupción. Debido a que la religión nunca florece en medio de la pompa y el orgullo, los palacios son simplemente teatros que exaltan la vanidad y el poder del hombre. En los palacios casi siempre chocan las leyes terrenales con los mandamientos de Dios. Pero a pesar que los palacios son bastiones de exhibición de poderes mundanales, la Biblia registra joyas humanas que se han encontrado en dichos lugares. Moisés salió de un palacio, José hizo una gran obra en un palacio, Daniel fue un baluarte en un palacio, y ahora encontramos a Nehemías.

La Biblia no dice nada de la niñez, ni la juventud de Nehemías. Pero por su vida y testimonio podemos suponer que los días tempranos de su vida los pasó en un hogar muy religioso, donde se practicaba la oración, el temor a Dios y el respeto al hombre. Posiblemente su niñez y su juventud la pasó escuchando la promesa que Dios hizo de hacer volver a su tierra a todos los cautivos de Judá.

Nehemías sin duda alguna era un hombre de gran integridad, ya que no era cualquier persona que podía ocupar la posición de “copero del rey” Solamente una persona que fuera confiada 100% era digna de esa posición, especialmente en los reinos del medio oriente, donde siempre los reyes estaban a la orden del día, teniendo siempre sub-alternos que deseaban su posición. El método común para eliminar a un rey en ese tiempo era agregar veneno a la copa de vino del rey. No había duda que el copero del rey, estaba en constante presión, acecho, y soborno de todos aquellos que deseaban el mal en contra de un rey, por lo tanto la integridad, honestidad y lealtad de un copero, era completamente importante.

El palacio de Susa, fue uno de los edificios mas magníficos que se han hallado del mundo antiguo. En nuestros días se pueden encontrar en él lugar donde estuvo el palacio, grandes bloques de mármol, y otros fragmentos de espléndidos edificios, que denotan la grandeza de ésta cultura oriental. Dios había hecho de éste palacio el hogar y oficina para éste gran servidor de su causa. Muchas veces el hombre cae en la tentación de sus negocios terrenales, y a veces el hombre levanta una barrera invisible que no le permite practicar la piedad, asegurémonos que cuando somos colocados en posiciones importantes, hagamos lo que Dios dice, y de la manera que él lo dice, ya que en cada circunstancia de la vida, existen los suficientes exámenes, donde se nos prueba la sinceridad de nuestra fe.

El pedido que hizo Nehemías al rey, para poder ir a su tierra natal y poder restaurar la ciudad de Jerusalén, tenía mucho riesgo en si. El rey se podía enojar con el pedido, el rey lo podía destituir de su cargo, lo podía condenar y hasta podía perder la vida, por la osadía de su pedido. Además Nehemías, tenía que hacer un sacrificio personal, tenía que dejar las comodidades de su trabajo y del palacio, para afrontar, problemas, peligros, desilusiones, gasto monetario, un viaje largo, contiendas con los residentes y con los enemigos de Judá, desvelos, privaciones y un arduo trabajo. Todas éstas cosas no le importaban a Nehemías con tal de arreglar la ciudad, que una ves fue la gloria de Judá y ahora servía de burla para los enemigos de Jerusalén.

En Nehemías encontramos a un hombre completo; a un servidor público, que es patriota y que es también un religioso. Muchas veces encontramos políticos que no son patriotas, y muchas veces encontramos personas muy patriotas pero que no son religiosos. Hay muchos hombre que siguen la política para ejercer sus facultades y demostrar sus talentos, y por lo consiguiente conseguir lo que la ambición les dicta. También encontramos personas que deciden seguir la política por que realmente aman a su nación, pero no reconocen la mano de Dios en la historia nacional de la nación, muchas veces no piensan en orar para depositar sus planes, proyectos y métodos en la manos de Dios, para probar la voluntad de Dios, en la conducción del pueblo. Este no es el caso de Nehemías, el era un servidor público indirectamente, era una gran patriota, ya que está dispuesto a hacer grandes sacrificios por su nación, y era un gran religioso, ya que está poniendo todos sus planes, proyectos e ideas en la mano de Dios. El libro de Nehemías es un claro ejemplo, de la gran obra que un hombre puede hacer para su nación, cuando se deposita en las manos de Dios.

La historia de Jerusalén nos enseña grandes lecciones de cómo Dios interviene en los asuntos gubernamentales de una nación: Grandes privilegios, conllevan a grandes responsabilidades; el pecado nacional de una nación, trae como consecuencia una ruina nacional a la nación; las naciones son premiadas o castigadas por sus acciones y decisiones; también nos muestra los amargos trabajos que tiene que pasar los hijos de Dios, cuando los dirigentes de una nación hacen decisiones en contra de la voluntad de Dios.

Construir los muros de una ciudad, era muy importante en el tiempo antiguo; realmente los muros de una ciudad era lo que hacía a una nación en la antigüedad. Cualquier ciudadela que no tenía muros, estaba a la merced de ladrones, bandidos, asesinos y conquistadores. Pero si la ciudad estaba protegida las cosas cambiaban totalmente; los ciudadanos podían acumular propiedades, y riquezas, desarrollar leyes de orden y progreso, poner autoridades para en forzar las leyes, y así poder comenzar una vida civil. Cuando las ciudades crecían demasiado, entonces se convertían en naciones, tales son los casos de Babilonia y de Nínive .

La historia de Italia en el siglo IX (noveno) es un vivo ejemplo de la importante de los muros de una ciudad. El país estaba en la ruinas por las constantes guerras que tenían los príncipes para dominar el imperio lombardo. Los reyes anteriores también por sus pleitos habían demolido hasta el suelo los muros que protegían a las ciudades de Italia; y ahora como consecuencia los africanos del norte, cruzaban el mediterráneo y llegaban a Italia, para robar, destruir y asesinar los ciudadanos italianos. Pronto se vieron obligados a construir los muros de defensas de las ciudades. Cuando los muros fueron terminados en las ciudades, las ciudades se volvieron poderosas, especialmente Milan, Florencia y Pizza. Los oprimidos se movían a las ciudades para encontrar refugio, y con ellos llevaban industrias, tecnología, inventos, riquezas y armas para defender la ciudad. Los ciudadanos se unían para encontrar las formas de mejorar la manera de proteger la ciudad, creando de ésta manera una vida nacional de mucho progreso y orden, en medio de días de desorden y de caos.

Los muros de Jerusalén estaban destruidos y las puertas de la ciudad quemadas, las calles estaban desiertas y llenas de maleza. Los ciudadanos de las naciones vecinas que eran paganos, pasaban por Jerusalén y al verla en escombros y en ruinas, les causaba risa y se burlaban de la ciudad. Seis meses pasaron y hubo una gran diferencia, los muros fueron levantados y las puertas fueron reemplazadas. ¿Qué había pasado? Era Nehemías, el patriota religioso, que había sido movido y usado por Dios, de la misma manera que uso a Elías, Débora, Gedeón y Moisés.

Nehemías había tomado la tristeza que había en Jerusalén, y había decidido cambiar esa tristeza en alegría, había decidido cambiar esa afrenta en una satisfacción nacional. Nehemías no podía descansar de día ni de noche, había tomado ante Dios, la pesada carga en sus hombros de reconstruir los muros de la ciudad. La salvación del mundo no descansa o depende de una organización, no depende de predicadores, ni tampoco depende de planes, la salvación del mundo depende de nuestro profundo interés personal. Lo triste de nuestros días es que hay cristianos que no son como fue Cristo; no quieren tomar las tristezas y las aflicciones de un mundo caído en sus hombros, no tiene interés personal en ayudar y salvar al mundo.

Hay algo que necesitamos aprender de Nehemías: Nehemías hizo un gran trabajo en su vida, sin recibir ninguna comunicación sobrenatural de parte del cielo. Hubieron otros hombres que tuvieron el privilegio de recibir instrucciones especiales de parte de Dios; Moisés pudo hablar, y ver el poder de Dios en todos los milagros que Dios hizo en su vida, Elías se encontró con Dios en el monte Horeb, además Dios los alimento con pan y carne, y sus meseros era unos cuervos, Daniel vio las visiones de Dios y recibió la visita nada mas y nada menos que de Gabriel, pero no Nehemías, el solo preguntó por la situación de la ciudad de Jerusalén. Nosotros estamos encomendados a hacer una gran obra en ésta tierra, solamente de las cosas que sabemos estudiando la Palabra de Dios; no necesitamos grande demostraciones del cielo; si llegamos a tener esas demostraciones, que bueno; pero si no las tenemos, ya sabemos lo que tenemos que hacer y eso nos lo dice la Palabra de Dios, necesitamos los tres elementos que hicieron un gran nombre a Nehemías: Fidelidad, Paciencia y Sabiduría.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Nuestra vida es del Señor y está revestida de una responsabilidad que no comprendemos plenamente. Las hebras del yo están entretejidas en la trama, y esto ha deshonrado a Dios…

Nehemías, después de haber ganado tan gran influencia sobre el monarca en cuya corte vivía, y sobre su pueblo en Jerusalén, en vez de alabar sus propios excelentes rasgos de carácter, su notable aptitud y energía, presentó el asunto tal como era. Declaró que su éxito se debía a la bondadosa mano de Dios que estaba sobre él. Acariciaba la verdad de que Dios era su salvaguardia en cada puesto de influencia. Alababa el poder habilitante de Dios en cada rasgo de carácter por el cual había obtenido favor (A fin de conocerle, {AFC}, p. 90).

Pero los desafíos y el ridículo, la oposición y las amenazas no parecían lograr otra cosa que inspirar en Nehemías una determinación más firme e incitarle a una vigilancia aun mayor. Reconocía los peligros que debía arrostrar en esta guerra contra sus enemigos, pero su valor no se arredraba. Declara: “Entonces oramos a nuestro Dios, y … pusimos guarda contra ellos de día y de noche… Entonces puse por los bajos del lugar, detrás del muro, en las alturas de los peñascos, puse el pueblo por familias con sus espadas, con sus lanzas, y con sus arcos. Después miré, y levantéme, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos: acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas…

La oposición y otras cosas desalentadoras que en los tiempos de Nehemías los constructores sufrieron de parte de sus enemigos abiertos y de los que se decían amigos suyos, es una figura de lo que experimentarán en nuestro tiempo los que trabajan para Dios. Los cristianos son probados, no sólo por la ira, el desprecio y la crueldad de sus enemigos, sino por la indolencia, inconsecuencia, tibieza y traición de los que se dicen sus amigos y ayudadores. Se los hace objeto de burlas y oprobio. Y el mismo enemigo que induce a despreciarlos recurre a medidas más crueles y violentas cuando se le presenta una oportunidad favorable (Profetas y reyes, {PR}, pp. 474, 475).

Hay necesidad de [muchos] Nehemías en la iglesia hoy: hombres que puedan no sólo orar y predicar, sino hombres cuyas oraciones y sermones estén corroborados por un propósito firme y anhelante… El éxito que acompañó los esfuerzos de Nehemías muestra lo que la oración, la fe y la acción enérgica y sabia pueden llevar a cabo… El espíritu manifestado por el dirigente será reflejado en gran medida por el pueblo. Si los dirigentes que profesan creer las verdades solemnes e importantes que van a probar al mundo en esta época no manifiestan ardiente celo en preparar a un pueblo para que permanezca firme en el día de Dios, debemos esperar una iglesia descuidada, indolente y amante de los placeres.

Nehemías era un reformador, un gran hombre suscitado para una ocasión importante. Cuando entró en contacto con el mal y toda clase de oposición, surgieron un nuevo ánimo y un celo renovado. Su energía y determinación inspiraron al pueblo de Jerusalén; la fuerza y el valor tomaron el lugar de la debilidad y del desaliento. Su santo propósito, su elevada esperanza, su jovial consagración al trabajo, eran contagiosos. El pueblo se contagió del entusiasmo de su dirigente: en su esfera, cada hombre se convirtió en un Nehemías y ayudó a fortalecer la mano y el corazón de su vecino (Conflicto y valor, {CV}, p. 264).

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Viernes 29 de enero // Lección 5_____________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Como hemos estudiado esta semana, no hay dudas de que la Palabra de Dios muestra, vez tras vez, la fidelidad de Dios hacia su pueblo. Por supuesto, en muchos casos, esa fidelidad no era siempre obvia o aparente en el momento en que ocurrían ciertas cosas. Sin embargo, en los informes que consideramos, pudimos ver el comienzo del fin; algunos de los personajes involucrados, tales como Urías heteo, no lo vieron. Hoy, nosotros estamos inmersos en el Gran Conflicto tan ciertamente como las personas que hemos estudiado. Y no solo ellas, sino también muchas otras, tan reales como las que figuran en el texto, pero que no siempre vivieron para ver cómo terminaban bien las cosas. Por eso es importante que nosotros, como cristianos, recordemos las palabras maravillosas de Pablo, especialmente cuando los tiempos son difíciles (como a menudo pueden serlo): “Por tanto no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las cosas que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Cor. 4:16-18). Aquí Pablo está procurando señalar algo que está más allá de las luchas, debilidades y trabajos diarios de la humanidad, hacia la única esperanza que hace que la vida aquí sea más que una farsa cruel.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Qué otras promesas bíblicas nos señalan nuestra esperanza máxima? Reúne tantas como puedas, y solo o en la clase, léelas en voz alta y medita sobre lo que dicen. ¿Qué clase de cuadro nos presentan?
  2. Lo que hizo que la caída de David fuera tan trágica era que había sido tan notablemente bendecido por Dios. A pesar de todo lo que se le había dado, pecó de la manera en que lo hizo. Sin embargo, en lugar de concentrarnos solo en lo negativo, piensa acerca de un aspecto positivo de toda esta sórdida historia: se ve la gracia de Dios, aun en favor de alguien que cayó desde tan alto hasta tan abajo. ¿Qué nos dice esto acerca de cuán plena y completa es real- mente la redención que tenemos en Jesús? ¿Cómo podemos tener la seguridad de que, no importa lo que hayamos hecho o cuán profundamente hayamos caído, si nos arrepentimos, como David, el perdón de Dios es nuestro?

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Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
http://www.sevendayradio.com
http://www.escuelasabaticamaestros.com
Madrid, España 2015

10 pensamientos en “LECCIÓN 5 – LA CONTROVERSIA CONTINÚA – PARA EL 30 DE ENERO DE 2016

  1. Hno Tony reciba un fraternal saludo, agradeciendo infinitamente este trabajo maravilloso que Ud y su equipo realizan para compartir estas lecciones. También deseo pedirle que por favor continúe enviándome estas lecciones pero al siguiente correo: rogstesha@hotmail.com De antemano le agradezco su fina atención. Dios continúe Bendiciendoles. Atte. Hna Smyrna de Wood

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  2. Hermano tony garcia gracias el comentario de la lección 4 me ayuda,sobre todo el testimonio de noemi

  3. Hermano Tony Gracias por los comentarios de la leccion. Son muy inportante para mi.

  4. EXCELENTE MATERIAL. BENDICIONES

  5. Querido Hno. Tony: me gusta como usted se expresa de la mujer y de la relacion del hombre y la mujer en el matrimonio. Solo un detalle me gustaria comentarle. El esposo no debe obligar a la esposa en NADA punto,sean cosas equivocadas o correctas.Ni siquiera Dios nos obliga a hacer lo correcto,no hay ser en el universo mas respetuoso del libre albedrio que Dios.Amen. Bendiciones!

  6. Querido Tony muchas gracias por su trabajo de investigación,es muy edificante para seguir creciendo espiritualmente en el conocimiento acerca de Dios,que Jehová lo bendiga

  7. Bendiciones : empiezo a apoyar mi estudio con sus comentarios sigan adelante este ministerio es del Señor y de apoco muchos llegaran atravez de la tecnología a estudiar la palabra de Dios. Saludos y por favor ME inscriben no encontré el enlace seguir.

  8. Hermano tony nehemias debe de ser la inspiración de muchos si queremos hacer la voluntad de Dios y llevar a cabo la terminación del evangelio sus cualidades son el reflejo de un cristiano con la unción de la lluvia tardía.

  9. Hno un abraso, por favor Reenvíame la lecc 6, parece que se me borro, y necesito comunicarme con el hno laico que escribe los comentarios, para felicitarle y darle las gracias por tan importante comentarios enriquecedores, y que sigan usando este valioso recurso laico, Dios les bendiga ricamente es mi deseo oración

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