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LECCIÓN 9 – EL GRAN CONFLICTO Y LA IGLESIA PRIMITIVA – PARA EL 27 DE FEBRERO DE 2016

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Sanación del Paralítico por Rafael (1483-1520) Italia. Esta pintura la hizo Rafael en una página de papel, con la idea de copiarla en una tapicería perteneciente a la capilla sixtina. Un tejedor hizo la copia mas tarde. Esta página de papel fue montada mas tarde sobre un lienzo y así se encuentra hasta el día de hoy.


Los pensamientos pertenecientes a “Escuela Sabática para Maestros” no representan la postura oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Este es el pensamiento de un hermano laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo principal objetivo es proveer extra información a la Lección de Escuela Sabática, para que le sea de ayuda al maestro para poder entender y explicar de una manera mas clara y nutrida la lección de Escuela Sabática. Tratamos de no presentar temas controversiales, ni polémicos y evitamos las ideas que promueven el fanatismo y el extremismo en nuestra iglesia. Si nuestro comentario no es de su ayuda o de su agrado, le pedimos por favor, que sencillamente lo descarte. Cualquier comentario, pregunta o sugerencia, por favor escriba a elhermanotony@gmail.com


Letra Negra: Lección de Escuela Sabática

Letra Ocre: Lección de Escuela Sabática 

Letra Roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Lección 9: Para el 27 de febrero de 2016

EL GRAN CONFLICTO Y LA IGLESIA PRIMITIVA

Sábado 20 de febrero____________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 1:6-8; 2:5-12; Génesis 11:1-9; Hechos 4:1-30; 7:54; 10:12-29.

PARA MEMORIZAR:

“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hech. 4:13).

LA MAYOR BARRERA que afrontó Jesús con sus seguidores eran sus opiniones preconcebidas. Descartaban lo que Jesús decía si no concordaba con sus propias ideas acerca del Mesías. Hasta su ascensión, los discípulos todavía le preguntaban acerca de la liberación a Israel de los romanos.

Solo después de diez días de oración e íntima comunión con Dios, esos preconceptos fueron reemplazados con la verdad y estuvieron listos para escuchar lo que Dios les decía. Esto pavimentó el camino para ese primer Pentecostés. Sin embargo, la iglesia afrontaba muchos desafíos, en especial la oposición de algunos dirigentes religiosos locales que querían detener a la iglesia.

Aquí veremos el tema del Gran Conflicto desarrollado de diferentes modos. Lo veremos manifestado cuando los que están en el poder son inspirados por Satanás para reprimir la verdad. También lo veremos, en una manera más sutil, pero más vital: en el corazón humano.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Al día siguiente los apóstoles fueron llevados ante el concilio. Allí estaban los mismos hombres que habían clamado por la sangre del Justo. Habían oído a Pedro negar a su Señor con juramentos e imprecaciones cuando se le acusó de ser uno de sus discípulos, y esperaban intimidarle de nuevo. Pero Pedro se había convertido, y ahora vió una oportunidad de eliminar la mancha de aquella negación apresurada y cobarde, así como de ensalzar el nombre que había deshonrado. Con santa osadía, y en el poder del Espíritu, les declaró intrépidamente: “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

El pueblo se asombró ante la audacia de Pedro y de Juan y conoció que habían estado con Jesús; porque su conducta noble e intrépida era como la de Jesús frente a sus enemigos. Jesús, con una mirada de compasión y tristeza, había reprendido a Pedro cuando éste le negaba, y ahora, mientras reconocía valientemente a su Señor, Pedro fué aprobado y bendecido. En prueba de la aprobación de Jesús, quedó henchido del Espíritu Santo (Primeros escritos, {PE} pp. 193, 194).

Habiéndose entregado a una conducta de oposición a Cristo, todo acto de resistencia llegaba a ser para los sacerdotes un incentivo adicional a persistir en la misma conducta. Su obstinación llegó a ser más y más determinada. No se trataba de que no pudiesen ceder; podían hacerlo, pero no querían. No era sólo porque eran culpables y dignos de muerte, ni sólo porque habían dado muerte al Hijo de Dios, por lo que fueron privados de la salvación; era porque se habían empeñado en oponerse a Dios. Rechazaron persistentemente la luz, y ahogaron las convicciones del Espíritu. La influencia que domina a los hijos de desobediencia obraba en ellos, induciéndolos a maltratar a los hombres por medio de los cuales Dios obraba. La malignidad de su rebelión fué intensificada por cada acto sucesivo de resistencia contra Dios y el mensaje que él había encomendado a sus siervos que declarasen. Cada día, al rehusar arrepentirse, los dirigentes judíos renovaron su rebelión, preparándose para segar lo que habían sembrado.

La ira de Dios no se declara contra los pecadores impenitentes meramente por causa de los pecados que han cometido, sino por causa de que, cuando son llamados al arrepentimiento, escogen continuar resistiendo, y repiten los pecados del pasado con desprecio de la luz que se les ha dado. Si los caudillos judíos se hubiesen sometido al poder convincente del Espíritu Santo, hubieran sido perdonados; pero estaban resueltos a no ceder. De la misma manera, el pecador que se obstina en continua resistencia se coloca fuera del alcance del Espíritu Santo (Los hechos de los apóstoles, {HAp} pp. 50, 51).

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Lección 9 // Domingo 21 de febrero__________________________

EL COMIENZO DE UN NUEVO COMIENZO

Después de haber resucitado, Jesús pasó cuarenta días con los discípulos para reafirmar su resurrección y para ayudarlos a entender mejor el Reino de Dios (Hech. 1:3; 1 Cor. 15:4-7). Sin embargo, justo antes de que Jesús partiera hacia el cielo, el tema que más ocupaba la mente de ellos era si finalmente había llegado el momento en que Jesús conquistaría a los romanos o no (Hech. 1:6).

Sus propias ideas de lo que debía ocurrir eran tan fuertes que, sencillamente, no escuchaban lo que Jesús les estaba diciendo. Aun después de tres años y medio (el equivalente a un grado terciario o universitario) de instrucción detallada del mejor Maestro que el mundo conoció, los discípulos todavía tenían muchas ideas equivocadas.

Lee Hechos 1:6 al 8. ¿Cómo respondió Jesús ante tanta ignorancia?

6Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Jesús, en vez de perder tiempo corrigiendo sus falsas ideas, se concentró en el verdadero problema. Para sus discípulos, recibir poder del Espíritu Santo era mucho más importante que las discusiones políticas.

Después de contemplar a Jesús ascendiendo en las nubes, los discípulos notaron dos hombres parados junto a ellos. Estos les dijeron que Jesús volvería. Así como en el cielo era un Rey conquistador, vendría como el Rey y Conquistador que ellos soñaban cuando querían la restauración del reino a Israel. Pero ese día sobrepasaría aun los sueños más grandiosos: porque vendría como Rey de toda la creación, no solo como rey de un trozo de tierra en el Medio Oriente.

Los once discípulos regresaron a Jerusalén, llenos de recuerdos y con corazones resplandecientes con las verdades reveladas por Jesús (las que entendían). No obstante, necesitaban algo más. Debían esperar hasta que el Espíritu Santo los bautizara (Hech. 1:4, 5), porque, aunque el enemigo había sido derrotado, no estaba todavía acabado y ellos necesitarían poder de lo Alto para hacer lo que Jesús les había ordenado.

Lee Hechos 1:14. Compara el modo en que los discípulos se relacionaban ahora con la manera en que lo hacían antes (Mat. 20:20 al 24). ¿Qué mensaje hay allí para nosotros en este cambio de actitud? ¿De qué forma puedes poner el yo a un lado a fin de prepararte para el derramamiento del Espíritu Santo?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

El gran impacto que había producido en los discípulos la reaparición de Cristo después de su resurrección, aparentemente se disipó bien rápido. Ahora podemos observar a los discípulos enfrascados en las misma conversaciones antiguas con Jesús. Antes de Jesús morir, ellos estaban enfrascado en el altercado de quien seria el primero en el reino del Mesías; ahora después de la muerte y resurrección de Cristo, los apóstoles están volviendo al mismo tema antiguo y ahora están preguntando de nuevo acerca de su reino y de la fecha de su inauguración.

Posiblemente en ésta ocasión, la pregunta era mas profunda, ya que los apóstoles habían escuchado promesas mas grandes de parte de Jesús; habían escuchado de la promesa del Padre, habían escuchado del bautismo del Espíritu Santo, habían escuchado que el reino de Dios había comenzado, y además sentían el reino de Dios en sus corazones. La respuesta de Cristo fue el ocultamiento, “No es de vosotros saber los tiempos del Padre…” dijo Jesús

La ascensión de Cristo y su segunda venida, están íntimamente entrelazados; así como los apóstoles estaban al umbral de la ascensión de Cristo, así nosotros estamos al umbral de su segunda venida. Muchas veces la curiosidad, se vuelve el punto central de nuestra religión, cuando esto pasa, la respuesta para nosotros, también es la misma respuesta que se le dio a los apóstoles: “No es de vosotros saber los tiempos del Padre…”

La pregunta de los apóstoles tenia dos lados: uno de esos lados era autorizado, el otro lado era desautorizado:

El lado autorizado tenía una fuerte fe en la venida del reino, además tenía un interés profundo por la salvación del mundo, y también tenía un sentimiento de repugnancia por todas las desgracias que el mundo sufría en esos días.

Pero la pregunta de los discípulos, tenia un lado desautorizado:

Uno de ellos era la impaciencia humana, que deseaba contemplar el reino de Cristo demostrado en forma externa y material a los hombres.

La segunda característica del lado prohibido de la pregunta de los apóstoles, era la curiosidad espiritual, lo que ellos deseaban saber solo le pertenecía y le pertenece a la secreta agenda del Padre. La ignorancia del hombre acerca del futuro, es uno de los departamentos de Dios, que se le ha prohibido al hombre casi en su totalidad, esto hace que el hombre sea empujado al estudio profundo de las escrituras o a la curiosidad.

La tercera era una santa indolencia: La santa indolencia o haraganería, es aquella que hace que nos crucemos de brazos y comencemos a buscar a Cristo en las nubes de los cielos, dicho en otras palabras, buscar al Salvador en las nubes, sin trabajar para nuestra salvación, ni la de otros, aquí en la tierra.

Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

Siempre han habido personas en toda la historia del cristianismo que han puesto fecha a la segunda venida de Cristo. Entre uno de los rumores que hay en el mundo e inclusive dentro de nuestra misma iglesia es que nosotros la Iglesia Adventista del Séptimo Día también cometimos éste error.

Esto no es cierto, el comúnmente llamado «el gran chasco», no le sucedió a la Iglesia Adventista del séptimo Día, nuestra iglesia aún no se había fundado para éste tiempo. Nuestra Iglesia se fundo hasta el 21 de Mayo de 1863.

Esto le sucedió al «movimiento Millerista» dirigidos por Guillermo Miller. Bajo un estudio profundo de la Biblia, Guillermo Miller llegó a la conclusión de que la venida de Cristo sucedería entre el 21 de Marzo de 1843 y el 21 de Marzo de 1844, luego que éstas fechas fueron calculadas de acuerdo al calendario ritual de los judíos, se llego a la conclusión que la venida de Cristo seria el 22 de Octubre de 1844.

Al no aparecer Jesucristo en ésta fecha todo este movimiento experimentó el conocido «gran chasco» y como consecuencia miles abandonaron el movimiento. El residuo que quedó en este grupo volvió al estudio profundo de la Biblia para descubrir en que había consistido la equivocación. De éste grupo sale la Iglesia Adventista, que unos años mas tarde descubren la verdad del Sábado y cambian su nombre a Iglesia Adventista del Séptimo Día, nombre oficial que se mantiene hasta el día de hoy. Vale la pena recalcar que aún en 1860 éste movimiento aún no tenía nombre.

Cualquier persona que intente poner fecha a la venida de Jesucristo, está condenada al fracaso, esa fecha sólo el Padre que está en los cielos la conoce.

A nosotros nos toca prepararnos para éste día, ó para el día de nuestra muerte.

Cuando nosotros pasamos al descanso, estamos a un paso tanto de la vida eterna como de la muerte eterna, sólo es asunto de saber en que resurrección nos levantaremos.

En el humano hay una fuerte tendencia para reverenciar esos objetos que están conectados con lo grande y lo bueno. Si la cruz de Cristo se hubiera preservado, muchos reverenciaran ésta reliquia de una manera pecaminosa. Es muy interesante saber que los museos del mundo están llenos de objetos muy auténticos que provienen de la antigua Roma, Grecia, Babilonia y Egipto, pero pocos, quizás por no decir nadie, tienen objetos que pertenecen a la época de Cristo u objetos que le pertenecieron a Cristo mismo. Dios en su infinita sabiduría se encargó de que esto no sucediera, ya que Dios conoce la tendencia natural del hombre a la superstición y a la idolatría. El evangelio que Dios nos ordenó, no consiste en la búsqueda ó en la adoración de objetos que supuestamente le pertenecieron a Cristo, la verdadera religión consiste en estudiar, recordar e imitar la vida de Cristo aquí en la tierra, haciéndolo de ésta manera estamos testificando de nuestra fe y también de nuestro Salvador.

Muchas veces se ha dicho que Sócrates, fue el encargado de bajar al hombre de las estrellas a la tierra, cuando desvió la atención del hombre de la astronomía a la filosofía. Por el otro lado encontramos a Jesús que se encarga de elevar al hombre de la tierra hasta el cielo, no a través de la filosofía, sino a través de los sublimes pensamientos y la razón, a través de su amor y su gran sacrificio por la humanidad.

Cristo no vino a éste mundo como un eclesiástico a fundar una nueva religión, tampoco vino como un filósofo a fundar una nueva escuela de pensamientos, no vino como un líder democrático a fundar un partido político ó promover nuevos programa sociales. Cristo vino a éste mundo como un soberano a establecer su reino, un nuevo reino de amor, de justicia, de gozo y de libertad en el Espíritu del Señor.

«…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»

El ofrecimiento de poder que hace Cristo, muchos lo pudieran considerar como una tentación para cualquier hombre de la tierra; ya que no hay nada que logre despertar tanto al hombre como la ambición de poder. La ambición de poder, es tan dulce para el hombre como lo es el pan, el hombre ha usado todos los elementos y fuerzas de la naturaleza para conseguir poder, ha roto las rocas de las montañas para hacer túneles, ha construido puentes para avanzar con sus locomotoras; ha enredado la tierra con un cinturón de cables y de alambres para poder enviar sus ordenes y mensajes de polo a polo instantáneamente; desde el estudiante hasta el monarca de mil islas, están en constante búsqueda de poder, para satisfacer su ansiedad de grandeza.

La iglesia de nuestros días tiene muchas cosas, pero le hace falta el poder del Espíritu Santo. Pedro le dijo al paralítico del templo La Hermosa: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.” Nuestra Iglesia dice hoy al minusválido: “No tenemos poder para sanarte, pero lo que tenemos te damos, son unos cuantos dólares para una silla de rueda” ¡Que miseria! Con poder a la mano, pero sin poder usarlo.

No es el poder físico: No era como el poder físico que tenía Sansón cuando arrancó y cargo las puerta cuesta arriba de la ciudad de Gaza, Este poder no tiene que ver con huesos y músculos. Muchas veces los hombres han olvidado esto y han llegado a creer que pueden esparcir el evangelio a través de la fuerzas. Hay muchas veces que también han llegado a creer que pueden parar el avance del evangelio también por las fuerzas. De la misma manera que las tempestades solo logran conseguir que el roble profundice más sus raíces en la tierra, y también de la misma manera que las fuertes lluvias que golpean las ramas de los árboles logran arrancar la preciosa semilla para esparcirla por toda la tierra; de la misma manera la persecución hace que el evangelio se propague por todo el mundo.

No es el poder de la lógica: Los discípulos tienen que convertir almas para el reino de los cielos, pero con argumentos solamente, es imposible hacerlo. Acorralemos a un pecador solo con nuestros argumentos, de seguro no se podrá mover, pero si se va a hundir, se va a hundir  en su propia cólera e impotencia. El evangelio nunca se predica con argumentos, «solamente».

No es el poder de la elocuencia: Las palabras tiene un gran poder, las palabras se sienten, las palabras queman, nos afectan como si estuvieran cargadas de electricidad o de fuego, pero hay algo que las palabras no puede hacer y es regenerar el alma. Muchas veces ante poderosos sermones se pueden contemplar personas llorando ó implorando a Dios, pero cuando las palabras terminan de fluir de los labios del predicador, también se pueden contemplar a las personas volviendo a su estado anterior. Muchas veces le llamamos a esto «reavivamiento» pero muchas veces solo se puede comparar con el choque eléctrico que se le aplica a un muerto, que no produce ningún resultado positivo. La elocuencia puede ayudar a que un sermón sea agradable a nuestros sentidos, pero sin el Espíritu de Dios sancionando esa palabras, el sermón se olvidará media hora más tarde. Los grandes sermones de los apóstoles fueron palabras sencillas, pero vigorizadas por el poderoso Espíritu Santo. La elocuencia solamente no es suficiente.

Es poder espiritual: El poder del Espíritu Santo, un poder que se usa pero no se acaba. Un billete ó papel moneda, puede estar viejo, doblado, arrugado, manchado, cortado, sucio y descolorado pero no pierde su valor, así se puede llevar al banco y se nos entregará uno nuevo billete a cambio. Lo mismo pasa con la promesa divina, el evangelio puede pasar de boca en boca, de generación a generación, puede ser usado miles de veces, puede cumplirse en nuestras vidas, pero nunca se acaba. El sol puede dejar de alumbrar y los océanos se pueden secar, pero las riquezas de Cristo siempre han sido, son y serán abundantes por la eternidad. Así como los apóstoles necesitaron el poder del cielo manifestado a través del poder Espíritu Santo, nosotros también necesitamos al Espíritu Santo para ser testigos verdaderos, de un evangelio y de un Dios santo y poderoso, que perdona, que redime y que salva.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Los que permiten que el prejuicio impida que la mente reciba la verdad, no pueden ser receptáculos de la iluminación divina. Sin embargo, cuando se presenta una interpretación de las Escrituras, muchos preguntan “¿es correcta? ¿está en armonía con la Palabra de Dios?” sino “¿quién la sostiene”, y a menos que venga precisamente por el medio que a ellos les agrada, no la aceptan. Tan plenamente satisfechos se sienten con sus propias ideas, que no quieren examinar la evidencia bíblica con el deseo de aprender, sino que rehúsan interesarse, meramente a causa de sus prejuicios.

El Señor a menudo obra donde nosotros menos lo esperamos; nos sorprende al revelar su poder mediante instrumentos de su propia elección, mientras pasa por alto a los hombres por cuyo intermedio esperábamos que vendría la luz. Dios quiere que recibamos la verdad por sus propios méritos, porque es la verdad.

La Biblia no debe ser interpretada para acomodarse a las ideas de los hombres, por largo que sea el tiempo en que las tuvieron por verdaderas. No hemos de aceptar la opinión de los comentadores como la voz de Dios; ellos eran mortales sujetos a equivocarse como nosotros. Dios nos ha dado facultades razonadoras a nosotros tanto como a ellos. Debemos permitir que la Biblia sea su propio expositor (Testimonios para los ministros, {TM} p. 103).

Después de la ascensión de Cristo, los discípulos se reunieron en un lugar para suplicar humildemente a Dios. Y después de escudriñar el corazón y de realizar un examen personal durante diez días, quedó preparado el camino para que el Espíritu Santo entrara en los templos del alma limpios y consagrados. Cada corazón quedó lleno con el Espíritu como si Dios quisiera mostrar a su pueblo que era su prerrogativa bendecirlos con la más escogida de las bendicones celestiales…

Notad que fue después que los discípulos habían logrado la perfecta unidad, y ya no luchaban entre sí por conquistar el lugar más elevado cuando el Espíritu fue derramado sobre ellos. Eran de un solo sentir. Todas las diferencias habían sido puestas a un la do. Y el testimonio presentado acerca de ellos después que el Espíritu había sido dado, es el mismo. Notad las palabras: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma”. El Espíritu de Aquel que murió para que los pecadores pudieran vivir, animaba a toda la congregación de los creyentes.

Los discípulos no pidieron una bendición para ellos mismos. Estaban preocupados con la carga de las almas. El Evangelio había de ser conducido hasta los últimos confines de la tierra, y ellos reclamaban el poder que Cristo había prometido. Fue entonces cuando el Espíritu Santo fue derramado y millares se convirtieron en un solo día.

Cuando tengamos una consagración completa y sincera al servicio de Cristo, Dios reconocerá el hecho mediante un derramamiento de su Espíritu sin medida; pero esto no ocurrirá mientras la mayor parte de la iglesia no esté trabajando juntamente con Dios (El evangelismo, {Ev} pp. 506, 507).

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Lunes 22 de febrero// Lección 9____________________________

PENTECOSTÉS

Durante diez días los seguidores de Jesús oraron, evaluando sus experiencias con Jesús a la luz de las Escrituras, y mostrando humildad y aceptación mutuas; finalmente, permitieron que el Espíritu Santo impresionara la verdad en ellos. Así como el Espíritu se movía sobre el abismo al comienzo del proceso de la Creación, el Espíritu de Dios se movía sobre los discípulos, apareciendo como lenguas de fuego sobre cada uno de ellos (Hech. 2:2, 3). Era un comienzo nuevo, una creación nueva.

Lee Hechos 2:5 al 12. ¿Cuál es la importancia de lo que sucedió, como lo revelan estos textos? Comparar con Gén. 11:1-9.

5Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?

Algún tiempo después del Diluvio, los habitantes de la Tierra decidieron edificar una torre que llegara hasta el cielo (Gén. 11:1-9). Para impedirles esta empresa arrogante y necia (así como los nuevos males que habían estado diseñando, vers. 5, 6), Dios confundió la lengua común de ellos y los esparció “sobre la faz de toda la tierra” (vers. 7-9).

En Pentecostés, Dios hizo lo contrario. Aquí él podía ver a un grupo de personas listas para proclamar las buenas noticias de que un día el mal será eliminado para siempre.

Personas “de todas las naciones bajo el cielo” (Hech. 2:5; comparar con la dispersión en la torre de Babel) se reunieron asombradas, pues cada una oía en su propio idioma lo que los discípulos decían (Hech. 2:6-11).

Pedro usó esto como una oportunidad para hablarles de un derramamiento del Espíritu Santo que prepararía a un pueblo para encontrarse con Dios (Hech. 2:17-21). Señaló la verdadera misión del Mesías y los reprendió por crucificarlo (vers. 23). Ellos “se sintieron profundamente conmovidos” (vers. 37, NVI), y tres mil personas fueron bautizadas y se unieron a los discípulos (vers. 41).

Algunos que, bajo la inspiración de Satanás, consintieron en la muerte de Jesús se convirtieron bajo la influencia del Espíritu Santo. ¿Qué nos dice esto del poder de Dios, no solo de perdonar el peor de los pecados, sino también de cambiar los corazones más duros?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

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La siguiente información ha sido tomada del Instituto de Investigación Bíblica de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

La pregunta que se hizo es: Por favor explíquenme si el don de lenguas que aparece en 1 Corintios 14 se trata de un lenguaje ininteligible o de otros idiomas.

El Pastor que contestó ésta pregunta fue Ángel Manuel Rodríguez y ésta es su respuesta:

«Dios otorga dones a su pueblo con el propósito de brindarles herramientas que ayuden en la testificación.

Existen tres interpretaciones básicas acerca de la manifestación del don de lenguas que hubo en la iglesia de Corinto.

La primera sostiene que dicho don consistió en la habilidad de hablar el idioma de los ángeles. Está basada en la siguiente referencia que hace Pablo: «Si yo hablase lenguas humanas o angélicas…» (1 Cor. 13:1). La segunda argumenta que, en virtud del Espíritu Santo, el don de lenguas constituye la capacidad de hablar en otros idiomas (véase Hechos 2). La tercera interpretación sostiene que, bajo la influencia del Espíritu Santo, el don proporciona un lenguaje que se caracteriza por su arrobamiento ininteligible (1 Cor. 14:2). Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.

Con el propósito de decidir cuál es la interpretación que corresponde, debemos comenzar por 1 Corintios 14. ¿Es posible comprender bien la verdadera naturaleza del don que se manifestó en la citada iglesia? En éste capítulo Pablo no proporciona una detallada descripción del don al cual estamos refiriéndonos. En todo caso, debemos admitir que hay diferentes posibilidades. Basados en la Biblia, podemos preguntar cuál es la interpretación más probable.

  1. Contexto mayor. El contexto mayor está formado por los textos que hacen una referencia específica al don de lenguas. El más conocido es Hechos 2. Existe un consenso generalizado que el don de lenguas se refiere a idiomas extranjeros: «y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen»(Vers. 4). Cada uno de los asistentes «les oía hablar en su propia lengua»(vers. 6). El resto del libro enfatiza esta misma idea.

La comisión evangélica en Marcos 16:17 incluye la siguiente frase: «… en mi nombre hablarán nuevas lengua», instrucción que seguramente se está refiriendo a idiomas extranjeros. Aparte de 1 Corintios 14, el don de lenguas confiere la capacidad otorgada por el Espíritu Santo para hablar otros idiomas.

Cuando aparece un texto como 1 Corintios 14, cuya interpretación ofrece dificultades, necesitamos valernos del principio bíblico de interpretación. Por esto, deberíamos interpretar este texto sobre la base de los pasajes que traten el mismo asunto y cuyo contenido y propósito sean claros (Hechos 2; Mar. 16:17). Al considerar el texto debemos estar atentos para descubrir si es que se está considerando o no el mismo tópico.

Contexto inmediato. A partir del texto de 1 Corintios, ¿Qué se puede aprender acerca del don de lenguas? Lo desconcertante en este tema es el aspecto ininteligible del don, «nadie le entiende» (vers. 2). Esta es la diferencia fundamental de la manifestación del don que aparece en Hechos 2, situación que ha conducidos a algunos a deducir que el don de lenguas tiene más de una manera de manifestarse.

Otros tratan de armonizar ambas posiciones argumentando que el don en Corinto era ininteligible, ya que allí se hablaban idiomas que eran desconocidos para algunos presentes, razón por la cual se necesitaba de un traductor (véase vers. 13). Segundo, Pablo establece que el don no debe llevar a una persona a perder el control sobre sí mismo. En la iglesia, sólo o 2 o 3 deberían hablar en lenguas. En el caso que no hubiera traductor, aquellos que estaban siendo utilizados por el Espíritu para que hablaran en otras lenguas, deberían quedarse en silencio (vers. 27, 28). La capacidad de controlar la expresión del don parece indicar que no se trataba de expresiones vertidas en estado de éxtasis durante las cuales la gente pierde el control sobre sí mismas.

Tercero. En relación con las ideas contrarias que prevalecen en el mundo religioso de hoy, Pablo no pretende estimular a cada feligrés a que aspire recibir este don. Al contrario, los desanima, por lo menos en el ámbito de la iglesia. Pablo piensa que el don de profecía es mucho más importante que el talento de los idiomas. Tampoco considera que la posesión de este don constituya una credencial de la conversión, o de la recepción del Espíritu Santo.

Mi comentario simplemente ilustró la dificultad de arribar a una respuesta definitiva a su pregunta. Existe base bíblica suficiente y fuerte para apoyar la interpretación de que el don de lenguas se refiere a la capacidad de hablar en otros idiomas. En efecto, la palabra griega glossa cuando se la utiliza en relación con un don o regalo, no significa «lengua» sino «idioma». La expresión moderna de «hablar en lenguas» no debería usarse como una equivalencia del don descrito en el Nuevo Testamento.»

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El sermón de Pedro fue predicado unos pocos días después de la ascensión de Jesús al cielo, la mayoría de personas que estaban presente en ese lugar habían conocido a Jesús, sabían de sus enseñanzas, de sus milagros, de su vida, de su muerte y de su ascensión a los cielos. Por lo tanto, ahora sin la presencia de Jesús, ésta primera reunión era una prueba de fuego para los nuevos dirigentes de la iglesia; ¿Cómo ellos manejarían su primer servicio religioso público, con tanta diversidad de razas e idiomas?

Los apóstoles nunca se habían enfrentado ellos solos a una audiencia de esa magnitud. Personas de diferentes naciones, hablando en diferentes lenguajes: Alguien burlándose en idioma hebreo diciendo que los apóstoles estaban borrachos, otro estaba preguntando en latín lo que estaba ocurriendo en ese lugar, otros estaban discutiendo en idioma griego y habían otros que andaban merodeando y preguntándose en idioma arábigo; el lugar se había convertido en una verdadera «BABEL» con expresiones de sorpresas, dudas y curiosidad. En medio de esa caótica escena se encontraban los pobres pescadores, tenían que comenzar un servicio religioso en público, era su primer servicio religioso en público, la tarea era difícil, complicada y retadora. 

Pero allí había un líder: un hombre que poseía un carácter firme y que sabía tomar decisiones rápidas, un hombre que podía encausar la atención de los demás, un hombre de conocimiento y también de palabras; que cambio tan profundo había experimentado el «misionero» Pedro después de la negación de Jesús.

13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. Hechos 2

Pedro se levantó entre los discípulos para reprender la burla y el error. Pedro no humilló al burlador ni tampoco mostró enojo contra la burla. Calmada y amablemente dijo que eso no era verdad por dos razones: la primera por que era muy temprano para estar tomado o embriagado y la segunda era que la ocasión de santidad que estaba por acontecer en ese lugar no daba oportunidad para el vino, todo lo que allí sucedía o estaba por suceder era obra directa de la presencia del Espíritu Santo.

El sermón de Pedro no fue un gran sermón, no había en el sermón verdades teológicas profundas, ni la muestra de un genio mental o espiritual, el sermón carecía de pensamientos elaborados que echaran la mente a volar, no tenía revelaciones maravillosas como las de Isaías o Ezequiel, ni tampoco tenía poderosas frases como las que salían de los labios de Cícero o Demóstenes. En verdad los sermones de Jesús, de Pablo y de Pedro carecían de cualidades artísticas, pero tenían algo totalmente diferente, estos sermones estaban sancionados por el Espíritu Santo y esto ayudaba a que se cumpliese la voluntad y los propósitos celestiales.

Los elementos poderosos en el sermón de Pedro eran:

1-Adaptación a la circunstancias: Era un evento muy asombroso el que estaba por acontecer, el sermón aplicaba lecciones prácticas. El sermón fue espontaneo, Pedro no tuvo tiempo para prepararlo.

2-El sermón de Pedro era basado cien por ciento en las Escrituras. Los puntos más grandes del sermón eran bíblicos. El emplear la naturaleza, la ciencia, la historia, la experiencia y las ilustraciones son importantes en un sermón, pero no producen una convicción profunda como las que produce la Palabra Viva de Dios.

3-El sermón de Pedro tenía una fuerte condenación del pecado.

4-El sermón de Pedro tenía a Cristo en el principio, a Cristo en el medio y a Cristo en el final.

5-El sermón de Cristo tenía la presencia del Espíritu Santo

¿Usted sabe cual es la diferencia entre un sermón y un estudio bíblico?

El estudio bíblico tiene como objetivo enseñar lo que se puede comprender.

El sermón tiene como objetivo llevar al individuo más allá de lo que no se puede comprender.

Un ejemplo de esto podía ser el estudio bíblico del estado de los muertos. En éste estudio usted le enseña a la persona, que los muerto no saben nada, no aman, no odian, no sufren, no alaban, usted le enseña a la persona que un muerto está muerto y no hay manera de que un muerto esté vivo; o está vivo o está muerto, no puede estar en término medio. Eso se puede enseñar y entender muy claramente con la Biblia en la mano, y en esto consiste precisamente es un estudio bíblico.

Ahora imagínese que se murió un familiar de esa persona a quien usted ya le dio el estudio bíblico acerca del estado de los muertos. Ahora en el servicio fúnebre no necesitamos un estudio bíblico, ahora necesitamos un sermón; la persona sufriente ya entendió el estado de los muertos, ahora ésta persona necesita palabras que la hagan llegar más allá de la comprensión humana, ella no logra comprender por que a ella le tocó sufrir ese dolor y esa separación, ahora se necesita un sermón para que le hable que a pesar de la muerte hay esperanza en la resurrección y consuelo en Dios. Esto es precisamente el sermón, lograr que una persona experimenta paz y consuelo en medio del dolor, lograr que una persona experimente confianza en Dios en medio de los problemas, lograr que una persona experimente gozo y quietud aún estando a la orilla de la tumba, el sermón logra que el humano experimente la salvación aún viviendo en un mundo lleno de pecado.

Se comete un error tremendo cuando en la iglesia, especialmente en el culto divino, se usan maestros como predicadores. Una cosa es dar un estudio bíblico y otra cosa es predicar. El «espíritu de profecía» dice que ninguna persona que no tenga el don de la predicación tendría que ser elegido como anciano; en pocas palabras todo anciano de iglesia está obligado a ser predicador, si no puede predicar que no sea anciano. Usualmente éste problema suele ocurrir en iglesias donde los ancianos de iglesia no saben predicar y delegan a cualquier otra persona la predicación, aun sabiendo que éstas personas no tiene el don de la predicación. La Biblia dice: «Pedid y se os dará»

 

ESPÍRITU DE PROFECÍA

 

Solamente en la medida en que estuvieran unidos con Cristo, podían esperar los discípulos que los acompañara el poder del Espíritu Santo y la cooperación de los ángeles del cielo. Con la ayuda de estos agentes divinos, podrían presentar ante el mundo un frente unido, y obtener la victoria en la lucha que estaban obligados a sostener incesantemente contra las potestades de las tinieblas. Mientras continuaran trabajando unidos, los mensajeros celestiales irían delante de ellos abriendo el camino; los corazones serían preparados para la recepción de la verdad y muchos serían ganados para Cristo. Mientras permanecieran unidos, la iglesia avanzaría “hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden” (Cantares 6:10). Nada podría detener su progreso. Avanzando de victoria en victoria, cumpliría gloriosamente su divina misión de proclamar el Evangelio al mundo (Los hechos de los apóstoles, {HAp} pp. 74, 750).

En esa memorable ocasión mucha gente que hasta ese entonces se había reído de la idea de que una persona tan humilde como Jesús fuera el Hijo de Dios, se convenció cabalmente de la verdad y lo reconoció como su Salvador. Tres mil almas se añadieron a la iglesia. Los apóstoles hablaron impulsados por el Espíritu Santo; y sus palabras no podían ser contradichas porque las confirmaban extraordinarios milagros llevados a cabo gracias al derramamiento del Espíritu de Dios. Los discípulos mismos se asombraron de los resultados de esta manifestación, y de la rapidez y la abundancia de la cosecha de almas. Todos se llenaron de asombro. Los que no quisieron abandonar sus prejuicios y su fanatismo se sintieron tan abrumados que no se atrevieron a oponerse a esa poderosa obra ni por palabras ni por actos de violencia, y por el momento su oposición cesó.

Los argumentos de los apóstoles por sí solos, aunque claros y convincentes, no habrían sido capaces de eliminar los prejuicios de los judíos que se habían opuesto a muchísima evidencia. Pero el Espíritu Santo introdujo esos argumentos con poder divino en sus corazones. Eran como agudas flechas del Todopoderoso, que los convencieron de su terrible culpa al rechazar y crucificar al Señor de gloria. “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo (La historia de la redención, {HR} pp. 255, 256).

Por fe en el Hijo de Dios se lleva a cabo la transformación en el carácter, y el hijo de la ira llega a ser el hijo de Dios. Pasa de muerte a vida; llega a ser espiritual y discierne las cosas espirituales. La sabiduría de Dios le ilumina la mente, y contempla cosas maravillosas que provienen de la ley divina. Cuando un hombre es convertido por la verdad, prosigue la obra de transformación del carácter. Tiene una medida aumentada de entendimiento. Al convertirse en un hombre que obedece a Dios, tiene la mente de Cristo y la voluntad de Dios se convierte en su voluntad (Mensajes selectos, {1MS} t. 1, p. 396).

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Lección 9 // Martes 23 de febrero___________________________

ENFRENTANDO A LOS SADUCEOS

Lee Hechos 4:1 al 30. ¿Cómo se manifiesta aquí el tema del Gran Conflicto? ¿En qué sentido esto es solo un ejemplo del modo en que se desenvolvió a través de toda la historia? ¿De qué forma actúan aquí Dios y Satanás?

1Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, 2resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. 3Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde. 4Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil. 5Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, 6y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes; 7y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto? 8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: 9Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, 10sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. 11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. 13Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. 14Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra. 15Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí, 16diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. 17Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. 18Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. 19Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; 20porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. 21Ellos entonces les amenazaron y les soltaron, no hallando ningún modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho, 22ya que el hombre en quien se había hecho este milagro de sanidad, tenía más de cuarenta años. 23Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; 25que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 26Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. 27Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 29Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.

“Los sacerdotes y los gobernantes veían que Cristo era más ensalzado que ellos. Como los saduceos no creían en la resurrección, se encolerizaban al oír a los discípulos afirmar que Cristo había resucitado de los muertos, pues comprendían que, si se dejaba a los apóstoles predicar a un Salvador resucitado y obrar milagros en su nombre, todos rechazarían la doctrina de que no hay resurrección, y pronto se extinguiría la secta de los saduceos” (HAp 65, 66).

Lo que molestaba en especial a estos líderes era la curación que el Señor hizo por medio de Pedro (ver Hech. 3:1-10). Sin embargo, cuando los líderes confrontaron a los discípulos, estos no vacilaron. Los sacerdotes no esperaban esto de “hombres sin letras y del vulgo” (Hech. 4:13). Hicieron salir a los discípulos de la sala y consultaron entre sí pensando que, si les ordenaban que no enseñaran más en el nombre de Jesús, ellos obedecerían (vers. 18). ¡Cuán equivocados estaban!

Los discípulos volvieron y se unieron a los demás, y juntos alababan a Dios (Hech. 4:24). Oraron pidiendo más coraje y que Dios permitiera que hubiese más curaciones (vers. 29, 30). No necesitaron esperar mucho. La popularidad de los discípulos crecía, y la gente traía a sus enfermos a las calles, para permitir que la sombra de Pedro pasase sobre ellos (Hech. 5:15). Multitudes vinieron de pueblos cercanos, y sus enfermos fueron sanados (vers. 16).

En todo esto podemos ver el Gran Conflicto: líderes inescrupulosos que procuran suprimir la verdad; personas fieles leen sus Biblias y oran pidiendo poder divino, enfermos son sanados y almas son ganadas. Aunque las cosas no siempre resultan tan bien como aquí, nunca debemos olvidar que el Gran Conflicto se desarrollará y que la victoria final es nuestra, porque lo que Jesús realizó para toda la humanidad es seguro.

 

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Un milagro notable había ocurrido a la entrada del templo La Hermosa, un hombre de 40 años de edad había sido sanado de parálisis, también un notable sermón había sido predicado a la multitud congregada.

La ofensa del los apóstoles que provoco su arresto, no fue el milagro de la sanación, ni tampoco por que eran cristianos; el delito de ellos consistió en haber predicado que Jesús había resucitado de los muertos.

Era la predicación de un suceso supernatural, la que molestaba a los saduceos y no en si la siembra de la semilla del evangelismo.

Suele ocurrir que los hombres se oponen a ciertas enseñanza, por que hay ciertas enseñanzas que se oponen a su manera de vivir.

En los tiempos que vivimos actualmente, también es una época de saduceos. La ciencia natural ha llamado la atención a los estudiados de nuestros tiempos; ellos fácilmente pueden aceptar el poder del hipnotismo en la mente del hombre, pero no pueden aceptar el toque sanador de Jesús en el hombre, ellos fácilmente aceptan la inspiración de un poeta, pero no pueden aceptar la inspiración de un profeta; en nuestros tiempos la predicación de la cruz de Cristo, de su resurrección y de su segunda venida, sigue causando la misma cólera y enojo, en casi la mayoría de la clase estudiada de nuestro mundo, de la misma manera que lo causaba a la clase estudiada en los tiempos de los apóstoles.

18Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.

Esta no ha sido ni la primera, ni la ultima vez que un hombre con convicción se ha tenido que enfrentar con una orden de ésta índole. Ya sea que el hombre éste correcto o equivocado, es casi imposible corregir su manera de pensar, y es aun mas difícil silenciar al hombre a través de una orden compulsoria.

En si la orden de silenciar a una persona es la mas grande prueba de derrota y de debilidad; ordenar a una persona no volver hablar sobre un tema en particular, es demostrarle el miedo y temor que se le tiene. El fuego que existe en el corazón de un hombre, no se puede apagar, con ordenes de cortes, ya sean civiles o eclesiásticas, la verdad de Dios vencerá cualquier amenaza, la verdad de Dios romperá las cadenas del miedo y del temor, la verdad de Dios hace libre a todo aquel que la practica y la enseña.

Cuando Dios demuestra el poder de su gloria, siempre se levantará la oposición. Con toda seguridad Satanás no se quedará como un simple espectador, ni tampoco sus sirvientes. La oposición no solo se levantará de personas que tiene principios profanos y vidas miserables, la mas grande oposición se levantara de parte de aquellas personas que tienen vínculos con nuestra propia religión, personas que hemos creído que son de nuestro mismo cuerpo y que pertenecen a nuestra misma forma de pensar, serán los mas grandes oponentes y los mas dañinos a la obra de Dios.

El valor tiene muchas fuentes, hay valor físico, de amor, de consciencia, de convicción, y de acción entre otros. ¿Qué tipo de valor tenía Pedro y Juan ante el sanedrín?

Pedro y Juan fueron presentados ante uno de los tribunales mas magníficos que han existido en la tierra; como lo era el sanedrín. Todo estaba en contra de ellos: la riqueza, el conocimiento, la moda, el orgullo, el numero, la religión nacional, la ostentación y para empeorar las cosas, Pedro y Juan no tenían a ningún amigo allí presente. Allí estaban Pedro y Juan con calma y confianza, esa era una esplendida ilustración de Proverbios 28: 1 que dice: “…Mas el justo está confiado como un león.”

¿En que consistía el secreto de los apóstoles?Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo,”

Había tremenda diferencia entre el Pedro antes de la ascensión de Cristo y el Pedro después de la ascensión de Cristo.

Pedro había nacido con un valor natural, muchas veces su ímpetu y arrebato lo colocaban en problemas, cuando se le ponía a prueba su valor natural casi siempre fallaba.

En un impulso se lanzó al embravecido mar, solo para pedir ayuda al nomas tocar el agua; Pedro uso la espada movido por un arrebato, pero su valor temporal fue seguido por una pálida y larga cobardía; éste era el Pedro natural.

Después del pentecostal, Pedro era diferente, era duro como el granito, tenía un valor de convicción inamovible, era fiel a la verdad, era el Pedro transformado por la gracia de Dios, ahora sus impulsos naturales eran gobernados por el poder divino, su temor al hombre se había cambiado por el temor a Dios.

12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Esta es una de las frases mas poderosa y mas sublime que pueden existir en el mundo: Es la sustancia del evangelio apostólico, también es la experiencia de todo pecador que ha alcanzado el perdón, esta frase es la que le da fuerza a toda confesión del pecador, y es el fundamento de toda la predicación que la iglesia hace aquí en la tierra.

 

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Después de la resurrección de Cristo, los sacerdotes habían difundido lejos y cerca el falso informe de que su cuerpo había sido robado por los discípulos mientras la guardia romana dormía. No es sorprendente que se disgustaran cuando oyeron a Pedro y Juan predicando la resurrección de Aquel a quien ellos habían asesinado. Especialmente los saduceos se excitaron muchísimo. Sentían que su más arraigada doctrina estaba en peligro, y que su reputación estaba comprometida (Los hechos de los apóstoles, {HAp} p. 49).

Con gran poder los discípulos predicaban a un Salvador crucificado y resucitado. En el nombre de Jesús realizaban señales y prodigios; los enfermos eran sanados; y un hombre que había sido cojo desde su nacimiento fué restablecido a la sanidad perfecta y entró con Pedro y Juan en el templo, andando y saltando mientras alababa a Dios a la vista de todo el pueblo. La noticia se difundió, y la gente comenzó a agolparse en derredor de los discípulos. Muchos vinieron corriendo, muy asombrados por la curación que se había realizado.

Cuando Jesús murió, los sacerdotes pensaron que ya no se realizarían milagros entre ellos, que la excitación se apagaría y que la gente volvería a las tradiciones humanas. Pero he aquí que en su mismo medio los discípulos obraban milagros y el pueblo se asombraba. Jesús había sido crucificado, y los sacerdotes se preguntaban de dónde habían recibido su poder los discípulos. Cuando su Maestro estaba vivo, los sacerdotes pensaban que él era quien les comunicaba poder; pero habiendo muerto, esperaban que los milagros cesasen. Pedro comprendió su perplejidad y les dijo: “Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis, delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre.”

Los príncipes de los sacerdotes y los ancianos no pudieron soportar estas palabras, y a su orden Pedro y Juan fueron puestos en la cárcel. Pero millares habían sido convertidos e inducidos a creer en la resurrección y ascensión de Cristo con sólo haber oído un discurso de los discípulos. Los sacerdotes y ancianos estaban perturbados. Habían dado muerte a Jesús para lograr que la atención del pueblo se volviera hacia ellos; pero el asunto había empeorado. Los discípulos los acusaban abiertamente de ser los homicidas del Hijo de Dios, y no podían determinar hasta dónde podían llegar las cosas o cómo los habría de considerar el pueblo. Gustosamente habrían dado muerte a Pedro y a Juan, pero no se atrevían a hacerlo, por temor al pueblo (Primeros escritos, {PE} pp. 192, 193).

No comprendemos suficientemente el gran conflicto que pone frente a frente los ejércitos invisibles de los ángeles buenos y de los ángeles desleales. Los ángeles buenos y los malos luchan alrededor de cada hombre. No es un conflicto imaginario; no son batallas simuladas aquellas en que estamos empeñados. Tenemos que hacer frente a los adversarios más poderosos y nos incumbe decidir quiénes vencerán. Debemos hallar nuestra fuerza precisamente donde hallaron la suya los primeros discípulos. “Perseveraban unánimes en oración y ruego(Hechos 1:14) (Joyas de los testimonios, {3JT} t. 3, p. 193).

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Miércoles 24 de febrero // Lección 9_________________________

EL APEDREAMIENTO DE ESTEBAN

Los discípulos no fueron los únicos a quienes los dirigentes religiosos confrontaron durante los primeros días de la iglesia. Esteban, “lleno de gracia y de poder” (Hech. 6:8), fue llevado ante ellos. Su testimonio fue tan convincente que sus adversarios fabricaron historias falsas y acusadoras contra él, por lo que fue arrastrado ante el concilio (vers. 9-14).

En Hechos 7:2 al 53, Esteban dio una respuesta poderosa a quienes lo acusaban. Lee Hechos 7:54, que dice que ellos “se enfurecían en sus corazones” [“fueron cortados hasta el corazón”, VM]; es decir, se convencieron por sus palabras. En Hechos 2:37, después de oír una acusación similar contra ellos, otros también se convencieron. ¿Cuál fue la diferencia en sus respuestas, y cuán vital es un corazón entregado a Dios?

54 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él.

Los apóstoles hasta ahora habían tenido éxito al desafiar a los líderes; pero, cuando Esteban trató de hacer lo mismo, fue matado por una turba airada. La muerte de Esteban marcó el comienzo de un esfuerzo de Satanás para eliminar el nuevo movimiento. Hasta entonces, los seguidores de Jesús habían sido amenazados, pero Esteban fue el primero en ser muerto. Si Satanás pudo inspirar a algunos líderes para que ejecutaran a Jesús, sus seguidores no debían esperar nada menos.

Por supuesto, a lo largo del Gran Conflicto, de tanto en tanto, el Señor suscita una victoria de lo que parece una derrota. No fue diferente aquí.

“Después de la muerte de Esteban, Saulo fue elegido miembro del Sanedrín como reconocimiento por la parte que había desempeñado en aquella ocasión. Durante algún tiempo, fue un poderoso instrumento en las manos de Satanás para proseguir su rebelión contra el Hijo de Dios. Pero pronto, este implacable perseguidor iba a ser empleado para edificar a la iglesia que estaba demoliendo a la sazón. Alguien más poderoso que Satanás había escogido a Saulo para ocupar el sitio del martirizado Esteban, para predicar y sufrir por el Nombre, y difundir por todas partes las nuevas de la salvación por medio de su sangre” (HAp 85).

Algunas veces vemos que algo bueno sale de lo que es obviamente malo. No obstante, ¿qué hacemos cuando no vemos que surge nada bueno del mal, sino que solo hay mal?

 

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

 

El poder de la religión cristiana excita las peores pasiones de los humanos, el cristianismo es un sabor «de vida para vida o de muerte para muerte»: el cristianismo o salva o mata. En estos días modernos no tenemos enemigos por que tampoco tenemos evangelio; pasamos sin dificultades nuestra vida por que no molestamos a nadie por sus pecados o prejuicios, no somos mártires por que toleramos todo tipo de idolatría y pecados de nuestros vecinos y conocidos. En el tiempo de los apóstoles el cristianismo atacó a las formidables fortalezas del pecado, de la concupiscencia y de la idolatría, y consiguieron contra ellos las mas sangrientas olas de venganzas.

Encontramos en ésta historia a Esteban, en su último día de vida en ésta tierra.

El primer miembro del cristianismo que murió fue Ananías y el segundo miembro de la iglesia cristiana en morir fue su esposa Safira. Hay ciertos hermanos que creen que la ley quedó abolida con la muerte de Jesús. Ellos creen que antes que Jesús muriera, se vivía bajo la ley solamente y que bajo esa ley, el transgresor moría inmediatamente por su pecado. Ellos creen que después de la muerte de Cristo, ya no estamos bajo la ley, sino estamos bajo la gracia.

La historia de Ananías y Safira, es una gran reprimenda para éste grupo de personas. Dios le quito la vida a una pareja, por mentir y por robar, exactamente como lo hacía con el pueblo de Israel, en los días de Moisés y de sus sucesores. ¿Cómo ellos pueden explicar la muerte de Ananías y Safira por Dios, si ya para éste tiempo ya no se estaba viviendo bajo la ley sino bajo la gracia solamente, según ellos? No tienen manera de explicarla, el hombre desde Adán hasta ahora, siempre ha vivido bajo las dos, bajo la ley y también bajo la gracia.

Ya habían dos tumbas en la joven iglesia apostólica; la de Ananía y la de Safira, en esas dos tumbas había un tipo de lamentación sin esperanzas, era unas tumbas tristes, tumbas de mentirosos e hipócritas; ninguno de nosotros desea ser puesto en ese tipo de tumba, donde la persona se recuerda por su mal proceder y por sus malas decisiones, y que hace que en el fondo del corazón del humano se abrigue ese frío sentimiento de pérdida eterna.

La nueva tercera tumba que se abre es muy diferente, es para el primer mártir del cristianismo, es la tumba para un santo hombre, una tumba llena de mucha paz y llena de muchas promesas y esperanzas. Aunque el camino fue duro para Esteban, el descanso es dulce y profundo, aún se encuentra allí en su tumba y su nombre también se encuentra registrado en el libro de la vida, Esteban se encuentra a un paso de conseguir la eternidad.

Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban: Eran hombres «piadosos», la Biblia no los describe como ricos, o estudiados, o con títulos académicos, la Biblia los describe como personas buenas: eran piadosos, eran virtuosos, eran leales a ellos mismos, eran leales a su prójimos, eran leales a Dios, eran cristianos de alta calidad, eran un grupo selecto.

Usualmente los funerales son muy mezclados. Algunos atienden los funerales por principios equivocados; algunos asisten a un funeral por que el fallecido era un buen cliente, o se asiste a un funeral por que el fallecido era un vecino, otras veces se atiende a un funeral por conexiones familiares, muchas veces por la necesidad de poner al difunto fuera del camino lo mas pronto posible y otras veces se atiende a un funeral por obligaciones y moral religiosa. Pero el funeral de Esteban no era mezclado, el funeral de Esteban era de gente piadosa solamente, ¡oh santo entierro, para un santo hombre, realizado por santos dolientes!

En la Biblia se han registrado tres funerales sublimes:

El primer maravilloso funeral fue el de Moisés, los ángeles bajaron del cielo por orden divina y con ternura divina tomaron el cansado y avejentado cuerpo de Moisés y delicadamente lo pusieron al descanso.

El segundo funeral fue el de Jesucristo, allí está el Dador de la vida y el Creador de todo lo que existe, aceptando los servicios funerales de parte de esas criaturas descarriadas, y culpables de su sufrimiento y muerte, santo entierro fue ese, lo mismo de santo y glorioso fue su resurrección.

El tercer entierro noble es el de Esteban, posiblemente los ángeles se agolparon en las ventanas del cielo, se agolparon en los atrios y almenas del cielo para contemplar con interés y admiración la noble y santa compañía de esa procesión, que llevaban el cuerpo mutilado del primer hombre que decidió seguir los pasos de Jesús. De ésta manera Esteban estaba ofreciendo al cielo la más sagrada y grande ofrenda que un humano puede entregar lo cual es dar la vida por Jesús y por el evangelio.

Juan Huss unos momentos antes de morir le dijo al hombre que componía la leña para la hoguera, las siguientes palabras: «Oh, santa simplicidad, Dios os enviará una luz mucho más mejor. En éste momento ustedes van a quemar a un ganso, pero detrás de mi vendrá un cisne y ese cisne si podrá escapar del fuego de la hoguera de ustedes» El apellido Huss significa en el idioma alemán ganso, y el apellido Lutero significa en el idioma alemán Cisne.

 

ESPÍRITU DE PROFECÍA

 

Esteban, hombre amado de Dios, que laboraba por ganar almas para Cristo, perdió la vida porque dio un triunfal testimonio del Salvador crucificado y resucitado… El odio que los enemigos de la verdad habían mostrado por el Hijo de Dios, lo revelaron en el odio que sentían por sus seguidores. No podían soportar que se hablara de Aquel a quien habían crucificado, y el hecho de que Esteban diera un testimonio tan valiente, los llenó de furor…

Viendo la luz del rostro de Esteban, los hombres que ocupaban puestos de autoridad, tuvieron evidencias de su origen divino, pero las despreciaron. ¡Ojalá se hubieran arrepentido! Pero no lo hicieron.

Cuando fue llamado a sufrir por amor de Cristo, Esteban no se vaciló. Leyó su destino en la cruel fisonomía de sus perseguidores. Y no vaciló en darles el ultimo mensaje que iba a presentar ante los hombres (Meditaciones matinales 1952, p. 69).

Conviene a la política de Satanás que los hombres conserven las formas de religión, con tal que carezcan de piedad vital. Después de haber rechazado el Evangelio, los judíos siguieron conservando ansiosamente sus antiguos ritos, y guardaron intacto su exclusivismo nacional, mientras que ellos mismos no podían menos que confesar que la presencia de Dios ya no se manifestaba más entre ellos. La profecía de Daniel señalaba de modo tan exacto el tiempo de la venida del Mesías y predecía tan a las claras su muerte, que ellos trataban de desalentar el estudio de ella, y finalmente los rabinos pronunciaron una maldición sobre todos los que intentaran computar el tiempo. En su obcecación e impenitencia, el pueblo de Israel ha permanecido durante mil ochocientos años indiferente a los ofrecimientos de salvación gratuita, así como a las bendiciones del Evangelio, de modo que constituye una solemne y terrible advertencia del peligro que se corre al rechazar la luz del cielo.

Dondequiera que esta causa exista, seguirán los mismos resultados. Quien deliberadamente mutila su conciencia del deber porque ella está en pugna con sus inclinaciones, acabará por perder la facultad de distinguir entre la verdad y el error. La inteligencia se entenebrece, la conciencia se insensibiliza, el corazón se endurece, y el alma se aparta de Dios. Donde se desdeña o se desprecia la verdad divina, la iglesia se verá envuelta en tinieblas; la fe y el amor se enfriarán, y entrarán el desvío y la disensión. Los miembros de las iglesias concentran entonces sus intereses y energías en asuntos mundanos, y los pecadores se endurecen en su impenitencia (El conflicto de los siglos, {CS}, p. 428).

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Lección 9 // Jueves 25 de enero____________________________

CAMBIO DE ACTITUDES

Los discípulos tenían ideas preconcebidas que les impedían entender lo que Jesús les enseñaba; además, compartían prejuicios nacionales. Un ejemplo: la historia de la mujer samaritana a la que Jesús le pidió agua. Ella se sorprendió porque “judíos y samaritanos no se tratan entre sí” (Juan 4:9).

Los prejuicios nacionales también aparecen en el informe de Cornelio, un centurión romano con base en Cesarea. Cornelio era un “varón justo y temeroso de Dios” (Hech. 10:2) y muy respetado por la gente (vers. 22). Un ángel lo instruyó para que llamara a Pedro en Jope (vers. 22; ver también los vers. 3-8).

Entretanto, en Jope, Pedro subió a la azotea para orar (vers. 9). Comenzó a sentir apetito y, mientras esperaba que sus huéspedes prepararan el almuerzo, tuvo una extraña visión. Del cielo descendió una gran sábana atada en las cuatro esquinas. Adentro había criaturas que él consideraba “inmundas”. De ellas se le dijo que matara y comiera (vers. 11-14).

¿Cuál fue la reacción de Pedro cuando se le dijo que comiera alimentos “inmundos”, y qué significaba la visión? Hech. 10:12-29.

12en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. 13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. 15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16 Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo. 17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta. 18 Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro. 19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. 20 Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado. 21 Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? 22 Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oír tus palabras. 23 Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope. 24 Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. 25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. 26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. 27 Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido. 28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; 29 por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir?

Aquí Dios le enseña a Pedro una lección importante. Algunas personas piensan hoy que ese fue el momento en que Dios cambió la dieta humana, para permitir que la gente comiera cualquier cosa que le gustara. Eso no es lo que Pedro obtuvo de la visión. Primero, se preguntó qué significa; al comienzo no es obvio (Hech. 10:17). Cuando llegan los hombres de Cornelio y explican su misión, Pedro se siente impulsado a ir con ellos (vers. 22, 23). Cuando Pedro se encuentra con Cornelio, le cuenta la visión y su significado: Cristo es el Salvador de todo el mundo. Los gentiles también son almas preciosas por las que Cristo murió (vers. 34-48).

Pedro aprendió una lección que todos tenemos que aprender. En Cristo, todas las barreras han sido derribadas, y la distinción entre las personas ya no existe más, “sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hech. 10:35).

Es agradable creer que todos somos uno en Cristo. Pero no siempre sentimos así, incluso en la iglesia. Primero, ¿qué podemos hacer para reconocer los prejuicios que tenemos? Segundo, en el poder de Dios, ¿cómo podemos eliminar esos prejuicios?

 

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

 

¿Se ha dado cuenta que la Biblia habla muy en bien de los centuriones romanos? Encontramos al noble centurión Julio del libro de Hechos capítulo 27 haciendo lo imposible por salvar la vida de Pablo, en el naufragio de la Isla Melita o Malta: 42 Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando. 43 Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra; 44 y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.

Encontramos a otro centurión expresando al pie de la cruz, con sinceridad y valentía, las solemnes palabras: «En verdad éste era Hijo de Dios»

También encontramos a otro centurión romano pronunciando palabras de fe que causaron admiración al mismo Jesús, palabras que quedaron como monumentos de fe para el cristianismo en general: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.»

Y ahora encontramos a un centurión romano llamado Cornelio que es piadoso, temeroso de Dios, que daba muchas ofrendas, que hacía muchas oraciones y  que también recibía visiones.

Se habla mucho de la disciplina del ejército romano en los tiempos de Jesús, estos centuriones era promovidos a puestos de autoridad por su humanidad e inteligencia, y ésta era una de las razones del por que una nación como Italia era tan exitosa en todas las empresas que se proponían. Ellos elegían a importantes posiciones, personas que eran dignas de esos cargos, no los elegían por amistad, por influencia o por conveniencia.

Esto es una lección muy clara para nosotros cuando elegimos personas para los cargos de la iglesia. Penosamente nosotros casi siempre elegimos a las personas por cosas que son equivocadas, y entre ellas está la amistad, la conveniencia, el egoísmo, la envidia, por las obras que han hecho en el pasado, por la familia, por su educación o por su bienestar económico y social; ésta es la fórmula para el fracaso y el estancamiento espiritual de las iglesias. Elijamos los dirigentes de nuestra iglesia, por sus dones, por su carácter y por su espiritualidad.

Hay personas que creen que el valor o coraje y el cristianismo no pueden existir juntos. Esto no es verdad, en realidad si hay personas cobardes en éste mundo, son aquellos que no tiene a Dios en sus vidas. Los verdaderos hombres y mujeres con valor y coraje los podemos hallar en el mundo cristiano. Cornelio es uno de ellos, era un valiente soldado que servía al poderoso ejército de las águilas romanas, y también era lo suficientemente valeroso y corajudo para preocuparse tanto por los asuntos espirituales de la vida  y en listarse bajo la bandera de la cruz de Cristo. 

La historia de Cornelio y de Pedro, nos demuestra como dos elementos religiosos se pudieron unir para encontrar a Jesús: aquí se están reuniendo un devoto pagano con un judío fervoroso; en otras palabras el paganismo se está encontrando con el judaísmo para seguir el nuevo movimiento del cristianismo. Los dos ellos están haciendo un sacrificio, Cornelio tiene que aprender a usar las ropas del evangelio y Pedro tiene que desvestirse de las ropas del formalismo, fanatismo y tradicionalismo judío. Los dos tenían que avanzar hacia Cristo dejando su pasado y reunirse  en el medio como un nuevo y solo hombre.

En Pedro encontramos un verdadero maestro y en Cornelio encontramos un verdadero alumno. Uno tiene lo que el otro necesita, pero ellos no se conocen, están separados por un gran abismo. ¿Cómo se pueden reunir? Dios manda a un ángel a Cornelio con el mensaje de hacer traer a Pedro, Dios se le aparece a Pedro en visión y le enseña que a ningún gentil le siga llamando inmundo. Pronto el maestro y el alumno están reunidos. En éste incidente podemos comprender que cada  paso de la conversión de una persona es finamente arreglado y dirigido por Dios.

Cornelio vivía en Cesarea, una ciudad situada en el mar mediterráneo, aproximadamente a treinta millas al norte de Jope. Cesarea fue construida por Herodes El Grande, aproximadamente 22 años antes que naciera Jesús, y Herodes la construyó en honor a su patrón imperial; Cesar Augusto. Esta ciudad se convirtió en la capital militar y civil del imperio romano y también era la ciudad de residencia del procurador romano. La mayoría de sus habitantes eran militares Romanos, pero también vivían allí muchas personas de Roma que se habían movido voluntariamente ya sea por trabajos del imperio o simple y sencillamente por ayudar al crecimiento del imperio romano en Israel.

Era una ciudad esplendorosa construida con espaciosos cielos artificiales, además tenía un templo al centro de la ciudad construido para el emperador romano, donde se dice que habían colocado una estatua del dios Zeus, convirtiéndose de ésta manera en una ciudad sagrada.

Cesarea era una ciudad con influencia griega y estaba corruptamente plagada con servicios religiosos paganos. Allí en medio de esa ciudad pagana y una ciudad que representaba fácilmente al gobierno pagano que oprimía a Israel, en medio de ese caos y degradación, existía un gentil que era verdadero hijo de Dios. A esa ciudad de mala reputación, le tocaba a Pedro ir a predicar el evangelio a una persona que pertenecía a los comúnmente llamados INMUNDOS, que vivía en una ciudad inmunda. ¿Comprendemos ahora el gran cambio drástico que tenía que hacer Pedro para predicar al mundo gentil? Por eso era necesario un sueño muy claro para Cornelio y una visión muy clara para Pedro, Dios era el único que podía unir a estos dos, de otra manera hubiera sido imposible unirlos, no se conocían, estaban muy lejos el uno del otro y no había una relación entre ellos, al contrario había repudio, condenación y mucha asperezas entre ellos causada por la raza diferente, por la nacionalidad diferente, por la situación política diferente y por la religión diferente.

Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas

¿Que estaba haciendo Pedro en la casa de un curtidor de pieles? La respuesta es: estaba viviendo

Para el judío era una total abominación relacionarse con un curtidor de pieles. ya que para éste trabajo se necesita estar en contacto directo con los cuerpos de los animales muertos y con todas las suciedad que expele el animal, esto incluye la sangre, la orina y los excrementos. Tal trabajo hacía a la persona inmunda y abominable para el resto de la vida si se mantenía en ese trabajo. La ley mosaica decía: 24 Ustedes quedarán impuros por tocar el cuerpo muerto de esos animales, el que los toque quedará impuro hasta el atardecer 25 y el que cargue el cuerpo muerto de esos animales lavará su ropa y quedará impuro hasta el atardecer. Levíticos 11

La ley de los rabinos decía: «Es imposible que el mundo viva sin los curtidores de pieles, pero es una desgracia que un hombre sea curtidor de pieles» Si una mujer se casaba con un curtidor de piel sin él habérselo dicho, la ley le daba todo el derecho a ella de divorciarse de él inmediatamente, al no mas ella darse cuenta del oficio de su esposo. También la ley decía que aquella mujer que quedara viuda y que no hubiera tenido niños, quedaba libre de no casarse con el hermano de su ex-esposo si éste era un curtidor de pieles.

La dirección donde encontrar a Pedro, se la da el ángel a Cornelio con toda claridad: «Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar», era prohibido, era impuro, era una abominación tener una factoría de curtir pieles en cualquier ciudad israelita., esa era la razón que Simón tenía su casa fuera de la ciudad, a la orilla del mar.

Ya Dios había comenzado con Pedro a sanarlo de su escrupulosidad espiritual judía. Todo lo que no fuera judío era una abominación para ellos. Los primero pasos ya los había dado Pedro, pronto comenzaría a dar pasos gigantes, atreviéndose a pasar al abominable mundo gentil para predicar la Palabra de Dios.

Dios nos guía paso a paso en la vida espiritual. Con Dios no necesitamos adelantarnos a las conclusiones, el nos lleva un paso a la vez, y solo nos damos cuenta cuan lejos hemos avanzado hasta que llegamos al último paso de nuestras vidas. Esta es la manera como Dios nos entrena, poquito a poquito, día tras día, sufrimiento tras sufrimiento, prueba tras prueba, pérdida tras pérdida. Las cosas que nos parecen difíciles el día de hoy, serán muy comunes en el día de mañana, así nos conducirá el Señor hasta que lleguemos a esa tierra prometida que le podremos llamar nuestra, así nos entrena Dios hasta que lleguemos a ese lugar que a todo hombre le llamaremos hermano.

El evangelio tenía que salir de las manos de los judíos para alcanzar hasta Europa y de allí propagarse a todo el mundo. Mientras Pablo es convertido al evangelio y está recibiendo entrenamiento de parte de Dios, Cornelio está recibiendo instrucciones de hacer llegar a su casa al apóstol mas influyente de Jesucristo, y Pedro estaba recibiendo la visión de no llamar «inmundo» a lo que el ya limpió, de ésta manera Pedro estaba siendo obligado a obedecer el sueño de Cornelio. Cada uno de ellos estaba siendo trabajado por Dios, separados por muchas millas de distancias, el poder de Dios los reunió y de allí en adelante se da inicio a la evangelización de Europa y se comienza una nueva etapa en la salvación de Dios. Esto dependía de estos tres hombres que eran extraños el uno al otro; Cornelio, Pedro y Pablo.

 

ESPÍRITU DE PROFECÍA

 

Esta visión reprendía a Pedro a la vez que le instruía. Le reveló el propósito de Dios, que por la muerte de Cristo los gentiles fueran hechos herederos con los judíos de las bendiciones de la salvación. Todavía ninguno de los discípulos había predicado el Evangelio a los gentiles. En su mente, la pared de separación, derribada por la muerte de Cristo, existía todavía, y sus labores se habían limitado a los judíos; porque habían considerado a los gentiles excluídos de las bendiciones del Evangelio. Ahora el Señor trataba de enseñarle a Pedro el alcance mundial del plan divino.

Muchos de los gentiles habían oído con interés la predicación de Pedro y de los otros apóstoles, y muchos judíos griegos habían creído en Cristo, pero la conversión de Cornelio había de ser la primera de importancia entre los gentiles.

Había llegado el tiempo en que la iglesia de Cristo debía emprender una fase enteramente nueva de su obra. Debía abrirse la puerta que muchos de los judíos conversos habían cerrado a los gentiles. Y de entre éstos los que aceptaran el Evangelio habían de ser considerados iguales a los discípulos judíos, sin necesidad de observar el rito de la circuncisión.

¡Cuán cuidadosamente obró el Señor para vencer los prejuicios contra los gentiles, que tan firmemente había inculcado en la mente de Pedro su educación judaica! Por la visión del lienzo y de su contenido, trató de despojar la mente del apóstol de esos prejuicios, y de enseñarle la importante verdad de que en el Cielo no hay acepción de personas; que los judíos y los gentiles son igualmente preciosos a la vista de Dios; que por medio de Cristo los paganos pueden ser hechos partícipes de las bendiciones y privilegios del Evangelio (Los hechos de los apóstoles, {HAp} pp. 110, 111).

Nuestros hermanos deben estar dispuestos a investigar con sinceridad todo punto de controversia. Si un hermano está enseñando un error, los que ocupan puestos de responsabilidad deben saberlo. Y si él enseña la verdad, deben tomar posición a su lado. Todos deberíamos saber lo que se enseña entre nosotros; porque si es verdad, lo necesitamos. Nos hallamos todos bajo obligación para con Dios de conocer lo que él nos envía. El ha dado indicaciones por las cuales podemos probar toda doctrina: “¡A la ley y al testimonio! si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.” Si la luz presentada soporta esa prueba, no debemos negarnos a aceptarla porque no concuerde con nuestras ideas.

Nadie ha dicho que hayamos de encontrar la perfección en las investigaciones de algún hombre; pero sé que nuestras iglesias mueren por falta de enseñanza acerca de la justicia por la fe y otras verdades.

No importa por medio de quién sea enviada la verdad, debemos abrir nuestros corazones para recibirla con la mansedumbre de Cristo. Pero muchos no obran así. Cuando se presenta un punto controvertido, formulan objeción tras objeción, sin admitir un punto que esté bien sostenido. ¡Ojalá obremos como hombres que desean la luz! ¡Ojalá nos dé Dios su Espíritu Santo día tras día, y haga resplandecer sobre nosotros la luz de su rostro, para que aprendamos en la escuela de Cristo!

Cuando se presenta una doctrina que no concuerde con nuestras opiniones, debemos acudir a la Palabra de Dios, buscar al Señor en oración, y no permitir al enemigo que se presente con sospechas y prejuicios. Nunca debemos permitir que se manifieste en nosotros el espíritu que alistó a los sacerdotes y príncipes contra el Redentor del mundo. Ellos se quejaban de que él perturbaba al pueblo, y deseaban que lo hubiese dejado en paz; porque causaba perplejidad y disensión. El Señor nos envía luz para probar qué clase de espíritu tenemos. No debemos engañarnos a nosotros mismos (Obreros evangélicos, {OE} pp. 315-317).

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Viernes 26 de febrero // Lección 9__________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: El autor ruso Fiodor Dostoievsky escribió acerca del retorno de Jesús a la Tierra, pero no como se predice en la Biblia. En cambio, en esta historia fabricada, Jesús regresó en la culminación de la Inquisición, cuando los líderes religiosos usaban su poder para el mal. El Gran Inquisidor hizo que Jesús, que vino como un humilde campesino, fuera arrestado y echado en una mazmorra. Esa noche, visitó a Jesús en la cárcel y lo castigó por dar libertad a los humanos. “En lugar de quitarles la libertad a los hombres”, declaró, “tú la hiciste más grande que nunca. ¿Te olvidaste de que el hombre prefiere la paz, y aun la muerte, a la libertad de elección en el conocimiento del bien y del mal? Nada es más seductor para el hombre que su liberad de conciencia, pero nada es una causa mayor de sufrimiento”. A pesar de su audacia y cinismo, el escritor tenía claro un punto: consideren lo que los humanos han hecho con su libertad. Dolor, mal, pecado, sufrimiento, muerte… Todo surge de la libertad o del abuso de ella. Pero Dios nos creó como seres amantes, y solo podemos amar si somos libres. Lo que la gente ha hecho, y todavía hace, con el costoso (la Cruz revela el costo) y sagrado don de la libertad impacta el Gran Conflicto en este mundo. Como vimos esta semana, algunos, cuando se confrontaron con el evangelio, se arrepintieron y dieron su corazón a Jesús; otros asesinaron al mensajero. La libertad es un don precioso, pero necesitamos ser cuidadosos con lo que hacemos con ella.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. No hay dudas de que el Nuevo Testamento enfatiza la unidad que tenemos en Cristo. Esta es una idea muy poderosa, que fue revolucionaria en su tiempo. Lamentablemente, aun ahora en el siglo XXI, uno de los mayores males que todavía existen es el prejuicio étnico, racial y nacional. Solo Dios sabe cuánto daño ha hecho este mal. Esto lo vemos en el mundo, pero ¿qué pasa en las iglesias, y en nuestra iglesia? ¿Cómo se manifiesta? ¿Por qué esta actitud es tan contradictoria con la enseñanza más básica y fundamental del evangelio?
  1. A veces, todos nos sentimos convictos por el Espíritu Santo. ¿Cómo reaccionas cuando sientes esa convicción? En el corazón es donde realmente se libra el Gran Conflicto. ¿De qué modo las elecciones que haces, cuando estás bajo la convicción del Espíritu, revela de qué lado estás?

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Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
http://www.sevendayradio.com
http://www.escuelasabaticamaestros.com
Madrid, España 2015

4 pensamientos en “LECCIÓN 9 – EL GRAN CONFLICTO Y LA IGLESIA PRIMITIVA – PARA EL 27 DE FEBRERO DE 2016

  1. Feliz Sábado Hno Tony!
    Bendiciones de nuestro Señor Jesucristo sean siempre para Ud y toda su familia.
    Agradezco a Dios y a Ud por este estudio tan bendecido y tan maravilloso. Ha sido de mucho provecho para mí y para muchos más.
    Muchas Gracias.

  2. Muchas felicidades por su manera de narrar la lección, me ha sido muy útil y he aprendido más de nuestro Dios y me he interesado más en estudiarla. Muchas gracias hermano Dios lo bendiga

  3. Agradecido de Dios por este bonito estudio que hemos tenido esta semana …les deseo exito mientras nos dirigimos a la Canan Celestial..exitos..bendiciones

  4. Gracias, muy agradecida por la presentación de los comentarios por día.

    El Señor de los ejércitos los siga usando y bendiciendo por este noble ministerios.
    Muchas gracias

Responder a Ramon Rodriguez MCancelar respuesta

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