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«Agar es entregada a Abraham por Sara» Louis-Jean-François – Francia (1725-1805)
Los pensamientos pertenecientes a la GUÍA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA – EDICIÓN PARA MAESTROS de la Escuela Sabática no representan la postura oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día local, regional ni mundial. Más bien, es el trabajo, esfuerzo y pensamiento de un hermano laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo principal objetivo es proveer información adicional para quien estudia la lección de Escuela Sabática. Provee una ayuda extra para el maestro, a fin de entenderla mejor, y explicar de una manera más clara y nutrida la lección de Escuela Sabática. Tratamos de no presentar temas controversiales, ni polémicos y evitamos las ideas que promueven el fanatismo y el extremismo en nuestra iglesia. Si nuestro comentario no es de ayuda o de agrado para usted, se le pide que, por favor, lo descarte. Cualquier comentario, pregunta o sugerencia, por favor escriba a elhermanotony@gmail.com
Letra Negra: Lección de Escuela Sabática
Letra Ocre: Lección de Escuela Sabática
Letra Roja: La Biblia
Letra Café: Nuestro comentario
Letra Azul: Espíritu de profecía
Lección 5: Para el 29 de julio de 2017
LA FE DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Sábado 22 de julio____________________________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 3:1-14; Romanos 1:2; 4:3; Génesis 15:6; 12:1-3; Levítico 17:11; 2 Corintios 5:21.
PARA MEMORIZAR:
“Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: ‘Maldito todo el que es colgado de un madero’ ” (Gál. 3:13).
“UN NIÑITO HABÍA FABRICADO UN PEQUEÑO BOTE, todo pintado y con terminaciones de lujo. Un día, alguien se lo robó, y se quedó angustiado. Cierto día, al pasar por una casa de empeños, vio su bote. Con alegría corrió hasta el dependiente y le dijo: ‘Ese es mi botecito’. ‘No’, respondió el dependiente, ‘es mío, porque yo lo compré’. ‘Sí’, dijo el niño, ‘pero es mío, porque yo lo hice’. ‘Bueno’, dijo el dependiente, ‘si me pagas dos dólares, puedes llevártelo’. Eso era mucho dinero. Así y todo, se propuso conseguirlo. Cortó el césped, hizo toda clase de mandados, y pronto juntó el dinero.
“Corrió hasta la casa de empeños y dijo: ‘Quiero mi bote’. Pagó el dinero, y recibió su bote. Tomó el bote en sus brazos, lo abrazó y lo besó, y dijo: ‘Querido botecito mío, te amo. Eres mío. Eres doblemente mío. Yo te hice, y ahora te compré’.
“Así ocurre con nosotros. Somos, en cierto sentido, doblemente del Señor. Él nos creó, y caímos en la casa de empeños de Satanás. Entonces, Jesús vino y nos compró a un costo inmenso, no de oro ni plata, sino con su propia sangre. Pertenecemos al Señor por creación y por redención”.–William Moses Tidwell, Pointed Illustrations, p. 97.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
¿Qué lenguaje pudo expresar con tanta fuerza el amor de Dios por la familia humana como lo hizo la entrega de su Hijo unigénito para nuestra redención? El Inocente recibió el castigo de un culpable. “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:16-18).
Cristo se entregó en sacrificio expiador para salvar a un mundo perdido. Fue tratado como nosotros merecemos, para que nosotros seamos tratados como él merece, Fue condenado por nuestros pecados, de los cuales él no participaba, para que nosotros fuésemos justificados por su justicia, de la cual no participábamos. Sufrió la muerte que nos tocaba a nosotros, para que nosotros recibiéramos la vida que a él le pertenecía. “Por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5)…
Durante su vida terrenal, tan llena de luchas y sacrificios, Jesús recibía aliento al pensar que sus padecimientos no serían en vano. Al dar su vida por la vida de los hombres, volvería a conquistar la lealtad del mundo. Aunque debía primero recibir el bautismo de sangre, aunque los pecados del mundo pesarían sobre su alma inocente, por el gozo puesto delante de él escogió de todos modos sufrir la cruz, menospreciando el oprobio (Testimonios para la iglesia, t. 8, pp. 220, 221).
Cristo no abandonará al alma por la cual murió. Ella puede dejarlo a él y ser vencida por la tentación; pero nunca puede apartarse Cristo de uno a quien compró con su propia vida. Si pudiera agudizarse nuestra visión espiritual, veríamos almas oprimidas y sobrecargadas de tristeza, a punto de morir de desaliento. Veríamos ángeles volando rápidamente para socorrer a estos tentados, quienes se hallan como al borde de un precipicio.
Los ángeles del cielo rechazan las huestes del mal que rodean a estas almas, y las guían hasta que pisen un fundamento seguro. Las batallas entre los dos ejércitos son tan reales como las que sostienen los ejércitos del mundo, y del resultado del conflicto espiritual dependen los destinos eternos (El discurso maestro de Jesucristo, p. 100).
El amor del Padre hacia una raza caída es insondable, indescriptible y sin parangón. Este amor lo indujo a consentir dar a su Hijo unigénito para que muriera, a fin de que el hombre rebelde pudiera ser puesto en armonía con el gobierno del cielo, y pudiera salvarse de la penalidad de la transgresión… Dios permitió que su amado Hijo, lleno de gracia y de verdad, descendiera de un mundo de indescriptible gloria a otro mundo viciado y agostado por el pecado, entenebrecido con las sombras de la muerte y la maldición (La maravillosa gracia de Dios, p. 79).
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Lección 5 // Domingo 23 de julio_____________________________________________________
LOS GÁLATAS INSENSATOS
Lee Gálatas 3:1 al 5. Resume a continuación lo que les queriendo transmitir Pablo. ¿En qué sentido podríamos estar en peligro de caer en la misma trampa espiritual, la de empezar bien y luego caer en legalismo?
Gálatas 3:1-5
1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? 2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? 3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? 4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. 5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Varias traducciones modernas han intentado captar el sentido de las palabras de Pablo en el versículo 1 acerca de los gálatas “insensatos”. En realidad, la palabra que usa Pablo en griego es aún más fuerte que eso. La palabra es anoetoi, y proviene de la palabra para mente (nous). Literalmente, significa “sin mente” o “descerebrado”. Los gálatas no pensaban. Pablo no se detiene allí; dice que, debido a que están actuando insensatamente, se pregunta si algún mago les habrá hecho un conjuro. “¿Quién los ha hechizado?” (NVI). Las palabras que usa Pablo aquí hasta pueden sugerir que la fuente real detrás de la condición de los gálatas era el diablo (2 Cor. 4:4).
Lo que desconcierta a Pablo sobre el hecho de que los gálatas hayan apostatado del evangelio es que ellos sabían que la salvación estaba fundamentada en la Cruz de Cristo. No era algo que se les pudiera haber pasado por alto. La palabra traducida como “presentado” en Gálatas 3:1 significa literalmente “empapelado”, o “pintado”. Se utilizaba para describir toda proclamación pública. Pablo está diciendo que la Cruz era una parte tan central de su predicación que los gálatas, de hecho, habían visto en el ojo de su mente a Cristo crucificado (1 Cor. 1:23; 2:2). En un sentido, está diciendo que, por sus acciones, están dándole la espalda a la Cruz.
Pablo luego contrasta la experiencia presente de los gálatas con el modo en que llegaron a conocer a Cristo haciéndoles algunas preguntas retóricas. ¿Cómo recibieron al Espíritu? Es decir, ¿cómo llegaron a ser cristianos? Y desde una perspectiva un poco diferente, ¿por qué Dios les otorgó el Espíritu? ¿Fue porque hicieron algo para merecerlo? ¡Desde luego que no! Más bien, fue porque creyeron las buenas nuevas de lo que Cristo ya había hecho por ellos. Habiendo comenzado correctamente, ¿qué los haría pensar que ahora debían depender de su propio comportamiento?
¿Cuán a menudo te viene el pensamiento: Estoy haciendo las cosas bastante bien. Soy un cristiano sólido, no hago esto y no hago aquello… y, luego, aun sutilmente, piensas que de alguna manera eres lo suficientemente bueno para ser salvo? ¿Cuál es el problema con ese pensamiento?
Nota: Estimados hermanos, al principio de la página, nosotros ponemos notas, si hay algún anuncio especial para ustedes. Muchas veces el sistema de PDF no está listo en el momento de la publicación, otras veces la lección no está editada o no está completamente terminada, al momento de la publicación.
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COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Satanás está tratando continuamente de vencer al pueblo de Dios, rompiendo las barreras que lo separan del mundo. Los antiguos israelitas fueron arrastrados al pecado cuando se arriesgaron a formar asociaciones ilícitas con los paganos. Del mismo modo se descarría el Israel moderno. “El Dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Todos los que no son fervientes discípulos de Cristo, son siervos de Satanás. El corazón aún no regenerado ama el pecado y tiende a conservarlo y paliarlo. El corazón renovado aborrece el pecado y está resuelto a resistirle (El conflicto de los siglos, p. 498).
Hay ocasiones en que la apostasía entra a las filas, cuando los que debieron mantenerse al lado de su Líder divino dejan a la piedad fuera del corazón. El pueblo de Dios se separa de la fuente de su poder, y el orgullo, la vanidad, la extravagancia y la ostentación son el resultado. Existen ídolos adentro y afuera; pero Dios envía al Consolador para amonestar el pecado, a fin de que su pueblo sea advertido por su apostasía y reprendido por su caída. Cuando las manifestaciones más preciosas de su amor son reconocidas con agradecimiento, el Señor derramará el bálsamo de su consolación y el óleo del gozo.
Cuando los hombres lleguen a darse cuenta de que sus cálculos humanos fueron muy cortos, y se convencen de que su propia sabiduría no es más que insensatez, solo entonces volverán al Señor para buscarlo de todo corazón, y lo hallarán (Fundamentals of Christian Education, p. 197).
Debéis aprender a mirar con la mente tanto como con los ojos. Debéis educar el juicio para que no sea débil e ineficiente. Debéis orar en busca de dirección y confiar vuestros caminos al Señor. Debéis cerrar el corazón a toda necedad y pecado, y abrirlo a toda influencia celestial. Debéis emplear la mayor parte del tiempo y las oportunidades en el desarrollo de un carácter simétrico…
Debemos estar “cumplidos en él”. “De la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él”. Esto significa que debéis estudiar la vida de Cristo. La debéis estudiar con mucho más seriedad de la que se emplea al estudiar los cursos de estudios comunes, ya que los intereses eternos son más importantes que los estudios temporales y terrenos. Si apreciáis el valor y la santidad de las cosas eternas, aportaréis vuestros pensamientos más claros, vuestras mejores energías a la solución del problema que implica el eterno bienestar; porque cualquier otro interés desaparece en la insignificancia en comparación con ése.
Tenéis el patrón: Cristo Jesús. Caminad en sus pisadas y estaréis capacitados para llenar cualquiera posición a que podéis ser llamados… No debéis sentiros como esclavos sino como hijos de Dios (Sons and Daughters of God, p. 283; parcialmente en Hijos e hijas de Dios, p. 285).
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Lunes 24 de julio // Lección 5_________________________________________________________
CIMENTADOS EN LA ESCRITURA
Hasta aquí, en su carta a los Gálatas, Pablo ha defendido su evangelio de la justificación por la fe apelando al acuerdo realizado con los apóstoles en Jerusalén (Gál. 2:1-10) y a la experiencia personal de los gálatas mismos (Gál. 3:1-5). A partir de Gálatas 3:6, Pablo ahora se refiere al testimonio de las Escrituras para la confirmación final más importante de su evangelio. De hecho, Gálatas 3:6 a 4:31 está formado de argumentos progresivos, basados en la Escritura.
¿Qué quiere decir Pablo cuando escribe acerca de la “Escritura” en Gálatas 3:6 al 8? Considera Romanos 1:2; 4:3; y 9:17.
Gálatas 3:6-8
6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. 7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.
Romanos 1:2
2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,
Romanos 4:3
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
Romanos 9:17
17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
Es importante recordar que, cuando Pablo escribió su carta a los Gálatas, no había un “Nuevo Testamento”. Pablo fue el primer escritor del Nuevo Testamento. El Evangelio de Marcos probablemente sea el más antiguo de los cuatro evangelios, pero presumiblemente no fue escrito sino hasta cerca de la muerte de Pablo (65 d.C.); es decir, unos quince años después de la carta de Pablo a los Gálatas. Por lo tanto, cuando Pablo se refiere a las Escrituras, solamente está pensando en el Antiguo Testamento.
Las Escrituras del Antiguo Testamento juegan un papel importante en las enseñanzas de Pablo. Él no las ve como textos muertos sino como la Palabra viva y autorizada de Dios. En 2 Timoteo 3:16, Pablo escribe: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. La palabra traducida como “inspirada” es theopneustos. La primera parte de la palabra (theo) significa “Dios”, mientras la segunda parte significa “respirada”. La Escritura es “respirada por Dios”. Pablo usa la Escritura para demostrar que Jesús es el Mesías prometido (Rom. 1:2), para dar instrucciones sobre la vida cristiana (Rom. 13:8-10) y para probar la validez de sus enseñanzas (Gál. 3:8, 9).
Es difícil determinar exactamente cuántos centenares de veces cita Pablo del Antiguo Testamento, pero pueden encontrarse citas a lo largo de todas sus cartas, salvo las más cortas: Tito y Filemón.
Lee detenidamente Gálatas 3:6 al 14. Identifica los pasajes que Pablo cita del Antiguo Testamento en esos versículos. ¿Qué nos dice eso acerca de cuánta autoridad tenía el Antiguo Testamento para él?
Gálatas 3:6-14
6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. 7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. 9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. 10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero , 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
¿Te preguntas a veces si una parte de la Biblia es más “inspirada” que otras? Considerando la declaración de Pablo en 2 Timoteo 3:16, ¿cuál es el peligro de esa línea de pensamiento?
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Cuando se despierte un amor verdadero por la Biblia, y el estudiante empiece a ver cuán vasto es el campo y cuán precioso su tesoro, deseará echar mano de toda oportunidad que se le presente para familiarizarse con la Palabra de Dios. Su estudio no se limitará a un tiempo y un lugar determinados. Y este estudio continuo es uno de los mejores medios de cultivar el amor hacia las Escrituras. El estudiante debería tener siempre consigo la Biblia. Si tenéis una oportunidad, leed un texto y meditad en él. Mientras andáis por la calle, esperáis en la estación del ferrocarril, o en el lugar de una cita, aprovechad la oportunidad de adquirir algún pensamiento del tesoro de la verdad…
La hermosura exterior de las Escrituras, la belleza de las imágenes y la expresión, no es sino el engarce, por así decirlo, de su verdadera joya: La belleza de la santidad. En la historia que ofrece de los hombres que anduvieron con Dios, podemos ver fulgores de su gloria. En el que es “del todo amable” contemplamos a Aquel de quien toda la belleza del cielo y de la tierra no es más que un pálido reflejo… A medida que el estudiante de la Biblia contempla al Redentor, se despierta en el alma el misterioso poder de la fe, la adoración y el amor. La mirada se fija en la visión de Cristo y el que observa se asemeja cada vez más a lo que adora (La educación, pp. 191, 192).
No hay ningún desacuerdo entre el Antiguo Testamento y el Nuevo. En el Antiguo Testamento encontramos el evangelio de un Salvador venidero; en el Nuevo Testamento tenemos el evangelio de un Salvador revelado como fue dicho por la profecía. Mientras que el Antiguo Testamento constantemente señala hacia la ofrenda verdadera, el Nuevo Testamento demuestra que ha llegado el Salvador prefigurado por las ofrendas típicas. La tenue gloria de la edad judía ha sido sucedida por la gloria más brillante, más clara de la edad cristiana (The Faith I Live By, p. 12).
No podemos permitir que nuestro tiempo se mantenga ocupado de tal manera con cosas de naturaleza temporal —ni siquiera con asuntos que tienen que ver con la causa de Dios—, que pase un día tras otro sin que nos acerquemos al costado sangrante de Jesús. Necesitamos sostener una comunión diaria con él. Se nos exhorta a que peleemos la buena batalla de la fe. Para mantener una vida de fe ardiente se necesita pelear una batalla viva; si nos entregamos totalmente a Cristo, con la determinación inquebrantable de aferramos únicamente a él, seremos capaces de rechazar al enemigo y de ganar una victoria gloriosa. El apóstol Pablo nos exhorta: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón”. Luego agrega: “Mas el justo vivirá por fe”…
Oremos mucho más cuanto menos sintamos la inclinación de tener comunión con Jesús. Si así lo hacemos quebraremos las trampas de Satanás, desaparecerán las nubes de oscuridad, y gozaremos de la dulce presencia de Jesús (Exaltad a Jesús, p. 366).
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Lección 5 // Martes 25 de julio_______________________________________________________
CONTADO POR JUSTICIA
¿Por qué piensas que Pablo apela primeramente a Abraham al recurrir a las Escrituras para validar su mensaje evangélico? (Gál. 3:6).
Gálatas 3:6
6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
Abraham era un personaje central en el judaísmo. No solamente era el padre de la raza judía, sino también los judíos en tiempos de Pablo lo veían como el prototipo de cómo debería ser un verdadero judío. Muchos no solamente creían que su característica distintiva era la obediencia, sino también que Dios había declarado justo a Abraham por causa de esa obediencia. Al fin y al cabo, Abraham había abandonado su patria y su familia, aceptó la circuncisión, y hasta estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo por mandato de Dios. ¡Eso es obediencia! Al insistir con la circuncisión, los oponentes de Pablo evidentemente argumentaban en esta misma dirección.
Sin embargo, Pablo les vuelve su propio argumento en contra al apelar a Abraham (nueve veces en Gálatas) como un ejemplo de fe más que de obediencia a la Ley.
Considera la cita de Pablo de Génesis 15:6. ¿Qué significa cuando dice que la fe de Abraham le fue “contada por justicia”? (Ver también Rom. 4:3-6, 8-11, 22-24.)
Génesis 15:6
6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,
Romanos 8:11
11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Romanos 8:22-24
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
Mientras la “justificación” era una metáfora tomada del mundo legal, la palabra contado o considerado es una metáfora extraída del área de los negocios. Puede significar “acreditar”, o “colocar algo a cuenta de uno”. No solamente se usa en Gálatas 3:6 en relación con Abraham, sino tambíen aparece once veces más en conexión con el mismo patriarca. Algunas versiones de la Biblia traducen esta palabra como contado, considerado, o imputado.
Según la metáfora de Pablo, lo que se coloca en nuestra cuenta es la justicia. Sin embargo, la pregunta es: ¿sobre qué base Dios nos cuenta como justos? Ciertamente, no puede ser sobre la base de la obediencia, a pesar de lo que afirmaban los oponentes de Pablo. No importa qué dijeran sobre la obediencia de Abraham, las Escrituras dicen que fue por causa de la fe de Abraham que Dios lo contó como justo.
La Biblia es clara: la obediencia de Abraham no era la base de su justificación; de hecho, era el resultado. Él no hizo las cosas que hizo para ser justificado; las hizo porque ya había sido justificado. La justificación lleva a la obediencia, y no viceversa.
Medita en lo que significa esto: que eres justificado no por algo que haces sino solamente por lo que Cristo ha hecho por ti. ¿Por qué estas son nuevas tan buenas? ¿De qué manera puedes aprender a hacer tuya esa verdad; es decir, a creer que se aplica a ti, personalmente, más allá de tus luchas, tu pasado, e incluso tu presente?
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
(Martes y Miércoles)
La Biblia deja muchas historia inconclusas, entre ellas podemos encontrar a un Jonás, donde el libro termina solamente explicando el enojo de él en contra Dios por haber salvado a una ciudad entera.
Encontramos el libro de Ester que termina con un elogio que el rey hace a Mardoqueo, pero no sabemos el fin de la reina Ester.
Tenemos a un Esdras, donde el libro termina expulsando de Israel a las mujeres extranjeras que se habían casado con los sacerdotes del templo.
Tenemos a un Jeremías que termina en Egipto, (Jeremías 43) , pero no sabemos cual es el final de él.
Interesantemente, los libros nacional de historia egipcia nos dan luz en cuanto a ciertos personajes de la Biblia, por ejemplo esos libros nos relatan lo que pasó con el profeta Jeremías:
Según la historia Egipcia, Jeremías murió apedreado por los Judíos en Egipto, y la causa de su muerte fue por oponerse a la idolatría de Israel. Los egipcios le dieron un entierro de honor a Jeremías y lo sepultaron al lado de la tumba del faraón.
Según la historia egipcia, a Jeremías, los egipcios lo amaban mucho, ya que él había orado para salvar a los hombres egipcios de las bestias del río Nilo (cocodrilos). También cuenta la historia, que Jeremías le enseñó a los egipcios que el Mesías nacería en un pesebre, y nacería de una virgen. Desde ese tiempo hasta el nacimiento de Jesús, los Egipcios adoraban figuras y pinturas de una virgen y un niño en un pesebre.
Cuando Alejandro invadió Egipto, él buscó la tumba de Jeremías y se llevó los restos de Jeremías para Alejandría. Todo esto se encuentra en los libros nacionales de historia egipcia.
También los libros nacionales de historia egipcia nos relatan quien fue la esclava Agar. La esclava Agar no era una esclava cualquiera, en si, ella no era una esclava, fue su padre quien la entregó como una esclava a Sara. Agar era una princesa, era hija del faraón de Egipto.
Cuando Abraham engaño al faraón diciéndole que Sara era su hermana, faraón tomó a Sara y la puso en uno de sus arenes.
Después que faraón supo la verdad de Sara, tomó a Agar, una de sus hijas y la entregó en esclavitud a Sara, para recompensar el terrible insulto que había cometido en contra de Sara. Es de esta manera es que Agar se convierte en una esclava. Todo esta información está disponible en los libros de historia nacional egipcia.
Hay que recordar que Abraham no era un “Don Cualquiera” Abraham fácilmente le podríamos llamar Emperador, señal de eso, es que luchó y venció a varios reyes al mismo tiempo, para liberar a su sobrino Lot.
Agar podríamos decir, era un regalo de compensación de parte de un rey para una emperatriz: -una princesa para una emperatriz-.
Al final Agar queda libre con su hijo Ismael, hijo del cual nacen doce príncipes beduinos, según la tradición islámica, ellos creen que los pueblos árabes actuales vienen del linaje de Ismael.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
El jactarnos de nuestros méritos está fuera de lugar. “No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra: porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Jeremías 9:23, 24).
El premio no se otorga por las obras, a fin de que nadie se alabe; mas es todo por gracia. “¿Qué, pues, diremos que halló Abraham nuestro padre según la carne? Que si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse; mas no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue atribuido a justicia. Empero al que obra, no se le cuenta el salario por merced, sino por deuda. Mas al que no obra, pero cree en aquel que justifica al impío, la fe le es contada por justicia” (Romanos 4:1-5). Por lo tanto, no hay motivo para que uno se gloríe sobre otro o manifieste envidia hacia otro. Nadie obtiene un privilegio superior a otro, ni puede alguien reclamar la recompensa como un derecho (Palabras de vida del gran Maestro, p. 331).
Muchos se confunden en cuanto a lo que constituye los primeros pasos en la obra de la salvación. Se piensa que el arrepentimiento es una obra que debe hacer por sí mismo el pecador a fin de que pueda ir a Cristo. Se piensa que el pecador por sí mismo debe procurar capacitarse para obtener la bendición de la gracia de Dios. Pero si bien es cierto que el arrepentimiento debe preceder al perdón, pues solo es aceptable ante Dios el quebrantado y contrito de corazón, sin embargo el pecador no puede producir por sí mismo el arrepentimiento ni puede prepararse para ir a Cristo. A menos que se arrepienta el pecador, no puede ser perdonado. Pero la cuestión a decidir es si el arrepentimiento es obra del pecador o es una dádiva de Cristo. ¿Debe esperar el pecador hasta que esté lleno de remordimiento por su pecado antes de que pueda ir a Cristo? El primer paso hacia Cristo se da gracias a la atracción del Espíritu de Dios. Cuando el hombre responde a esa atracción, avanza hacia Cristo a fin de arrepentirse…
Nadie puede arrepentirse por sí mismo y hacerse digno de la bendición de la justificación. Continuamente el Señor Jesús procura impresionar la mente del pecador y atraerlo para que contemple al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. No podemos dar un paso hacia la vida espiritual a menos que Jesús atraiga y fortalezca el alma, y nos guíe para experimentar el arrepentimiento del cual nadie necesita arrepentirse…
El arrepentimiento es tanto un don de Dios como lo son el perdón y la justificación, y no se lo puede experimentar a menos que sea dado al alma por Cristo. Si somos atraídos a Cristo, es mediante su poder y virtud. La gracia de la contrición viene mediante él y de él procede la justificación (Mensajes selectos, t. 1, pp. 457, 458).
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Miércoles 26 de julio // Lección 5____________________________________________________
EL EVANGELIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
“Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones” (Gál. 3:8). Pablo escribe que no solo a Abraham se le predicó el evangelio, sino también fue Dios quien lo predicó; por lo tanto, debió haber sido el evangelio verdadero. Pero ¿cuándo le predicó Dios el evangelio a Abraham? La cita de Pablo de Génesis 12:3 indica que tiene en mente el pacto que Dios hizo con Abraham cuando lo llamó en Génesis 12:1 al 3.
Lee Génesis 12:1 al 3. ¿Qué nos dice esto acerca de la naturaleza del pacto que Dios hizo con Abraham?
Génesis 12:1-3
1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
La base del pacto de Dios con Abraham se centraba en las promesas que Dios le hizo. Las promesas de Dios a Abraham son increíbles porque son completamente unilaterales. Dios hace todas las promesas; Abraham no promete nada. Esto es lo contrario del modo en que la mayoría intenta relacionarse con Dios. Por lo general, prometemos servirlo, solamente si él hace algo por nosotros como condición. Pero eso es legalismo. Dios no le pidió a Abraham que le prometiera nada, sino que aceptara las promesas de Dios por la fe. Por supuesto, esa no era una tarea fácil, porque Abraham tuvo que aprender a confiar completamente en Dios y no en sí mismo (ver Gén. 22). Por lo tanto, el llamado a Abraham ilustra la esencia del evangelio, que es la salvación por la fe.
Algunos concluyen erróneamente que la Biblia enseña dos formas de salvación. Afirman que en tiempos del Antiguo Testamento la salvación se basaba en guardar los mandamientos; luego, como eso no funcionó muy bien, Dios abolió la Ley e hizo posible la salvación por la fe. Esto no podría estar más alejado de la verdad. Como escribió Pablo en Gálatas 1:7, hay un solo evangelio.
¿Qué otros ejemplos puedes encontrar en el Antiguo Testamento sobre la salvación solo por la fe? Ver, por ejemplo, Levítico 17:11; Salmo 32:1 al 5; 2 Samuel 12:1 al 13; y Zacarías 3:1 al 4.
Levítico 17:11
11 Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Salmo 32:1-5
1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. 3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. 4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah 5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
2 Samuel 12:1-13
1 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas; 3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. 4 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. 5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. 6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia. 7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. 9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. 13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
Zacarías 3:1-4
1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. 2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? 3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. 4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
A menudo escuchamos la frase: “gracia barata”. Sin embargo, es un calificativo poco apropiado. La gracia no es barata; es gratis (por lo menos para nosotros). Pero la arruinamos cuando pensamos que podemos añadirle nuestras obras o cuando pensamos que podemos utilizarla como una excusa para pecar. En tu propia experiencia, ¿hacia cuál de estas posturas te sientes más propenso a inclinarte, y cómo puedes evitarlo?
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
La explicación del día miércoles se encuentra junto con el día martes.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
El apóstol Santiago vio los peligros que surgirían al presentar el tema de la justificación por la fe, y se esforzó por mostrar que la fe genuina no puede existir sin las obras correspondientes. Presenta la experiencia de Abraham. “¿No ves —dice— que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?” Esta fe genuina realiza una obra genuina en los creyentes. La fe y la obediencia producen una experiencia sólida y valiosa.
Hay una creencia que no es fe salvadora. La Palabra declara que los demonios creen y tiemblan. La así llamada fe que no obra por amor ni purifica el alma no justificará al hombre… Abraham creyó a Dios. ¿Cómo sabemos que creyó? Sus obras testificaron del carácter de su fe, y su fe le fue contada por justicia. Necesitamos hoy la fe de Abraham para iluminar las tinieblas que nos rodean, que impiden que nos lleguen los dulces rayos del amor de Dios y que detienen nuestro crecimiento espiritual. Nuestra fe debiera ser fecunda en buenas obras, pues la fe sin obras es muerta. Cada tarea que realizamos, cada sacrificio que hacemos en nombre de Jesús, produce una recompensa enorme. En el mismo acto del deber Dios habla y nos da su bendición (Reflejemos a Jesús, p. 71).
El Señor se manifestó a Abraham, y le dijo: “Yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande” (Génesis 15:1). Este es el galardón de todos los que siguen a Cristo. Verse en armonía con Jehová Emmanuel, “en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” y en quien “habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”, (Colosenses 2:3, 9), conocerlo, poseerlo, mientras el corazón se abre más y más para recibir sus atributos, saber lo que es su amor y su poder, poseer las riquezas inescrutables de Cristo, comprender mejor “cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura”, y “conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”, “ésta es la herencia de los siervos del Señor, ésta es la justicia que deben esperar de mí, dice el Señor” (Isaías 54:17) (El discurso maestro de Jesucristo, p. 32).
Dios quiso que la historia de la caída de David sirviera como una advertencia de que aún aquellos a quienes él ha bendecido y favorecido grandemente no han de sentirse seguros ni tampoco descuidar el velar y orar. Así ha resultado para los que con humildad han procurado aprender lo que Dios quiso enseñar con esa lección. De generación en generación, miles han sido así inducidos a darse cuenta de su propio peligro frente al poder tentador del enemigo común. La caída de David, hombre que fue grandemente honrado por el Señor, despertó en ellos la desconfianza de sí mismos. Comprendieron que solo Dios podía guardarlos por su poder mediante la fe. Sabiendo que en él estaba la fortaleza y la seguridad, temieron dar el primer paso en tierra de Satanás (Patriarcas y profetas, p. 783).
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Lección 5 // Jueves 27 de julio________________________________________________________
REDIMIDOS DE LA MALDICIÓN
Los oponentes de Pablo sin duda quedaron estupefactos por sus palabras de Gálatas 3:10. Ciertamente, no consideraban que se encontraban bajo una maldición; de hecho, esperaban ser bendecidos por su obediencia. Sin embargo, Pablo no deja lugar a dudas: “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas”.
Pablo está contrastando dos alternativas completamente diferentes: salvación por la fe y salvación por obras. Las bendiciones y las maldiciones del Pacto, presentadas en Deuteronomio 27 y 28, eran sencillas. Aquellos que obedecían eran benditos, aquellos que desobedecían eran malditos. Eso significa que, si una persona desea depender de la obediencia a la Ley para ser acepto ante Dios, entonces debe guardar toda la Ley. No tenemos la libertad de seleccionar y elegir lo que deseamos obedecer; tampoco deberíamos suponer que Dios está dispuesto a pasar por alto algunos errores de tanto en tanto. Es todo o nada.
Por supuesto, estas no son buenas nuevas, no solo para los gentiles sino también para los oponentes legalistas de Pablo, porque “todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). No importa cuánto intentemos ser buenos, la Ley solamente puede condenarnos como sus transgresores.
¿De qué manera Cristo nos libró de la maldición de la Ley? Ver Gálatas 3:13; 2 Corintios 5:21.
Gálatas 3:13
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero ,
2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Pablo introduce otra metáfora para explicar lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. La palabra redimir significa “comprar nuevamente”. Se usaba para referirse al pago del rescate para liberar rehenes o el precio pagado para liberar a un esclavo. Debido a que la paga del pecado es la muerte, la maldición por no guardar la ley a menudo era una sentencia de muerte. El rescate pagado por nuestra salvación no fue insignificante; a Dios le costó la vida de su propio Hijo (Juan 3:16). Jesús nos rescató de la maldición al cargar con nuestros pecados (1 Cor. 6:20; 7:23). Tomó voluntariamente nuestra maldición sobre sí mismo y sufrió en nuestro favor la penalidad completa del pecado (2 Cor. 5:21).
Pablo cita Deuteronomio 21:23 como prueba bíblica. Según la costumbre judía, una persona se hallaba bajo la maldición de Dios si, luego de ser ejecutada, el cuerpo era colgado de un árbol. La muerte de Jesús en la Cruz se consideraba un ejemplo de esta maldición (Hech. 5:30; 1 Ped. 2:24).
No es de extrañar, entonces, que la Cruz haya sido una piedra de tropiezo para algunos judíos que no podían concebir la idea de que el Mesías fuera maldito ante Dios. Pero este era exactamente el plan de Dios. Sí, el Mesías cargó con una maldición, pero no era su propia maldición, ¡era la nuestra!
COMENTARIO DE LA LECCIÓN
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Quitarle al cristiano la cruz sería como borrar del cielo el sol. La cruz nos acerca a Dios, y nos reconcilia con él. Con la perdonadora compasión del amor de un padre, Jehová contempla los sufrimientos que su Hijo soportó con el fin de salvar de la muerte eterna a la familia humana, y nos acepta en el Amado.
Sin la cruz, el hombre no podría unirse con el Padre. De ella depende toda nuestra esperanza. De ella emana la luz del amor del Salvador; y cuando al pie de la cruz el pecador mira al que murió para salvarle, puede regocijarse con pleno gozo; porque sus pecados son perdonados. Al postrarse con fe junto a la cruz, alcanza el más alto lugar que pueda alcanzar el hombre.
Mediante la cruz podemos saber que el Padre celestial nos ama con un amor infinito. ¿Debemos maravillamos de que Pablo exclamara: “Lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”? (Gálatas 6:14). Es también nuestro privilegio gloriamos en la cruz, entregamos completamente a Aquel que se entregó por nosotros, Entonces, con la luz que irradia del Calvario brillando en nuestros rostros, podemos salir para revelar esta luz a los que están en tinieblas (Los hechos de los apóstoles, pp. 170, 171).
¡Qué precio se pagó! Contemplemos la cruz y la víctima alzada en ella. Mirad aquellas manos horadadas por los crueles clavos. Mirad sus pies clavados a la cruz. Cristo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo. Ese sufrimiento y esa agonía son el precio de nuestra redención…
¿No sabéis que él nos amó y se dio por nosotros, para que a nuestra vez nos diésemos a él? ¿Por qué no habrían de expresar amor a Cristo todos los que le reciben por la fe, así como se expresó su amor a nosotros por quienes él murió?
Se nos representa a Cristo como buscando a la oveja que se había perdido. Su amor nos circunda y nos trae de vuelta al redil. Su amor nos da el privilegio de sentamos con él en los lugares celestiales. Cuando la bendita luz del Sol de justicia resplandece en nuestros corazones y descansamos en paz y gozo en el Señor, alabemos al Señor; alabemos a Aquel que es nuestra salvación y nuestro Dios. Alabémosle, no solo en palabras, sino por la consagración a él de todo lo que somos y tenemos (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 477).
Entonces miré y vi que el mismo fuego que había consumido a los malos quemaba los escombros y purificaba la tierra. Volví a mirar, y vi la tierra purificada. No quedaba la más leve señal de maldición. La quebrada y desigual superficie de la tierra era ya una dilatada planicie. Todo el universo de Dios estaba limpio y había terminado para siempre la gran controversia. Por doquiera posáramos la vista, todo era santo y hermoso. Toda la hueste de redimidos, viejos y jóvenes, grandes y pequeños, arrojaron sus brillantes coronas a los pies del Redentor y, postrándose reverentemente ante él, adoraron al que vive por siempre (Primeros escritos, p. 295).
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Viernes 28 de julio // Lección 5_______________________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Sobre Cristo, como sustituto y garante nuestro, fue puesta la iniquidad de todos nosotros. Fue contado por transgresor, a fin de que pudiese redimirnos de la condenación de la Ley. La culpabilidad de cada descendiente de Adán abrumó su corazón. La ira de Dios contra el pecado, la terrible manifestación de su desagrado por causa de la iniquidad, llenó de consternación el alma de su Hijo. Toda su vida, Cristo había estado proclamando a un mundo caído las buenas nuevas de la misericordia y el amor perdonador del Padre. Su tema era la salvación aun del principal de los pecadores. Pero en estos momentos, sintiendo el terrible peso de la culpabilidad que lleva, no puede ver el rostro reconciliador del Padre. Al sentir el Salvador que de él se retraía el semblante divino en esta hora de suprema angustia, atravesó su corazón un pesar que nunca podrá comprender plenamente el hombre. Tan grande fue esa agonía que apenas le dejaba sentir el dolor físico” (DTG 701).
“Entonces Lutero inició resueltamente su obra como campeón de la verdad. Su voz se oyó desde el púlpito en seria y solemne advertencia. Expuso ante la gente el carácter ofensivo del pecado y le enseñó que le es imposible al hombre, por medio de sus propias obras, reducir su culpabilidad o evitar el castigo. Solo el arrepentimiento ante Dios y la fe en Cristo pueden salvar al pecador. La gracia de Cristo no se puede comprar; es un don gratuito. Aconsejaba a sus oyentes que no comprasen indulgencias, sino que mirasen con fe al Redentor crucificado” (CS 138).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- Incluso hoy, en nuestra propia iglesia, a algunos les cuesta aceptar que la salvación es solamente por la fe; que la gracia de Dios, por medio de Cristo, nos salva, aparte de nuestras obras. ¿Qué hay detrás de esta renuencia de algunos a aceptar esta verdad crucial?
- Pablo habló con mucha vehemencia acerca del error teológico de la salvación por obras. ¿Qué nos dice eso acerca de la importancia de la buena teología? ¿Por qué deberíamos nosotros, como iglesia, posicionarnos con firmeza, si es necesario, cuando se enseña el error en nuestro medio?
RESUMEN: De principio a fin, en la vida cristiana, la base de nuestra salvación es la fe sola en Cristo. Por causa de la fe en las promesas de Dios, Abraham fue contado como justo, y ese mismo regalo de justificación está disponible para todos lo que hoy comparten la fe de Abraham. La única razón por la que no somos condenados por nuestros errores es porque Jesús pagó el precio por nuestros pecados al morir en nuestro lugar.
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Escrito por: Tony García.
Gramática revisada por:
El Pastor Noel Ruiloba y Nory Ester Garcia-Marenko
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
http://www.sevendayradio.com
http://www.escuelasabaticamaestros.com
Madrid, España 2017
07/22/2017 en 3:21 PM
Megustaria resivirla diario
07/25/2017 en 2:45 PM
Gracias muchas gracias por ser bendecido por estos preciosos comentarios que Dios les siga dirigiendo con el podet de su Santo Espíritu. Les agradezco desde Lima Perú desde que entre a su página nunca deje de ser beneficiado por los atinados comentarios que me envían.
07/29/2017 en 2:26 AM
Gracias por tan completo comentario, que DIOS les siga dando sabiduría y buena voluntad para compartir sus conocimientos