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LECCIÓN 10 – EL TERCER VIAJE MISIONERO – PARA EL 8 DE SEPTIEMBRE DE 2018

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Letra Negra: Lección de Escuela Sabática

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Letra Roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía


Lección 10: Para el 8 de septiembre de 2018

EL TERCER VIAJE MISIONERO

Sábado 1º de septiembre__________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 18:24-28; 19; 20:7-12, 15-27; 2 Corintios 4:8-14; Hechos 21:1-15.

PARA MEMORIZAR:

“De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hech. 20:24).

El relato de Lucas sobre el tercer viaje de Pablo comienza abruptamente. El texto solamente dice que después de pasar un tiempo en Antioquía, el centro de las misiones de Pablo, el apóstol emprendió otro viaje, pasando sucesivamente por “la región de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos” (Hech. 18:23). Así que, una sola frase abarca los primeros 2.400 kilómetros del viaje.

Esto se debe a que el objetivo principal del viaje era Éfeso, donde Pablo pasó más tiempo que en ninguna otra ciudad en el transcurso de sus viajes. Desde una perspectiva evangelizadora, el ministerio en Éfeso fue muy fructífero; el impacto de la predicación de Pablo llegó a toda la provincia de Asia (Hech. 19:10, 26). Probablemente durante esta época se fundaron las iglesias de Colosas, Hierápolis y Laodicea, quizá por medio de Epafras (Col. 4:12, 13), uno de los colaboradores de Pablo (Col. 1:7; File. 23).

Es el último de Pablo que se registra en Hechos. Pablo lo inició como hombre libre. En cambio, el viaje a Roma lo realizó como prisionero.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El Señor aborrece la indiferencia y la deslealtad en tiempo de crisis para su obra. Todo el universo contempla con interés indecible las escenas finales de la gran controversia entre el bien y el mal. Los hijos de Dios se están acercando a las fronteras del mundo eterno; ¿qué podría resultar de más importancia para ellos que el ser leales al Dios del cielo? A través de los siglos, Dios ha tenido héroes morales; y los tiene ahora en aquellos que, como José, Elias y Daniel, no se avergüenzan de reconocerse como su pueblo particular. La bendición especial de Dios acompaña las labores de los hombres de acción que no se dejan desviar de la línea recta ni del deber, sino que con energía divina preguntan: “¿Quién es de Jehová?” [Éxodo 32:26]. Son hombres que no se conforman con hacer la pregunta, sino que piden a quienes decidan identificarse con el pueblo de Dios que se adelanten y revelen inequívocamente su fidelidad al Rey de reyes y Señor de señores… Su obra consiste en recibir la luz de la Palabra y dejarla resplandecer sobre el mundo en rayos claros y constantes. Su lema es ser fieles a Dios (Profetas y reyes, p. 108).

Los apóstoles no contaban su vida por preciosa y se regocijaban de ser tenidos por dignos de sufrir oprobio por el nombre de Cristo. Pablo y Silas sufrieron la pérdida de todo. Fueron azotados y arrojados brutalmente al piso frío de una mazmorra, en una posición muy dolorosa, con los pies elevados y sujetos en el cepo. ¿Llegaron protestas y quejas a los oídos del carcelero? ¡Oh, no! Desde el interior de la cárcel, se elevaron voces que rompían el silencio de la noche con cantos de gozo y alabanza a Dios. Animaban a estos discípulos un profundo y ferviente amor por la causa de su Redentor, a favor de la cual sufrían.

En la medida en que la verdad de Dios llene nuestro corazón, absorba nuestros afectos y rija nuestra vida, tendremos por gozo el sufrir por la verdad. Ni las paredes de la cárcel, ni la hoguera del martirio, podrán entonces dominamos ni poner obstáculo a la gran obra (Testimonios para la iglesia, tomo 3, p. 446).

Vuestra fortaleza espiritual y vuestro crecimiento en la gracia estarán en proporción con la tarea de amor y buenas obras que alegremente realicéis para vuestro Salvador, quien no se reservó nada, ni siquiera su propia vida para salvaros…

Si poseéis las riquezas de la gracia de Cristo en vuestro corazón, no os aferraréis a ellas mientras la salvación de las almas dependa del conocimiento del camino de la salvación que podéis proporcionar. Quizá estas almas no vengan a vosotros y os confíen los anhelos de su corazón, pero muchas están hambrientas, insatisfechas; y Cristo murió para que pudieran poseer las riquezas de su gracia. ¿Qué haréis para que esas almas puedan compartir las bendiciones que disfrutáis? (La maravillosa gracia de Dios, p. 309).

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Domingo 2 de septiembre | Lección 10___________________________________________

ÉFESO: PRIMERA PARTE

Hechos 18:24 al 28 registra que mientras Pablo todavía estaba en viaje hacia Éfeso un creyente judío llamado Apolos llegó a esa ciudad. Era un hombre elocuente y bien versado en las Escrituras. Es evidente que Apolos era un seguidor de Jesús, por la manera en que Lucas lo describe: “Había sido instruido en el camino del Señor, y con gran fervor hablaba y enseñaba con la mayor exactitud acerca de Jesús” (Hech. 18:25). Con todo, solo conocía el bautismo de Juan. Después de haber sido bautizado por Juan el Bautista, Apolos conoció a Jesús durante la vida terrenal del Señor, pero debió de haberse distanciado de la zona (probablemente regresó a Alejandría) antes de los acontecimientos de la Pasión y el Pentecostés.

Esto explica por qué Aquila y Priscila lo instruyeron con más precisión. Aunque podía mostrar con las Escrituras que Jesús era el Mesías de Israel (Hech. 18:28), Apolos necesitaba ponerse al día con los desarrollos del cristianismo desde el ministerio de Jesús. Sin embargo, Aquila y Priscila hicieron más que eso por Apolos: con los otros creyentes de Éfeso, le dieron una carta de recomendación dirigida a las iglesias de Acaya (Hech. 18:27), lo que le permitió tener un ministerio eficaz en Corinto (1 Cor. 3:4-6; 4:6; 16:12).

Lee Hechos 19:1 al 7. ¿Qué le sucedió a Pablo cuando llegó a Éfeso?

Hechos 19:1-7

1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres.

La historia de Apolos está relacionada con el relato de los doce hombres que Pablo encontró en Éfeso a su arribo a esa ciudad, porque su situación era muy similar. El hecho de que se los describa como “discípulos” (Hech. 19:1) y el contenido de la pregunta que les hizo Pablo (Hech. 19:2) indican claramente que ya creían en Jesús. Al mismo tiempo, lo que le respondieron a Pablo demuestra que, al igual que Apolos, también eran ex discípulos de Juan el Bautista que se habían convertido en seguidores de Jesús sin haber experimentado el Pentecostés. Debían tener una oportunidad de disfrutar de una experiencia más profunda con el Señor.

“Al llegar a Éfeso, Pablo encontró a doce hermanos que, como Apolos, habían sido discípulos de Juan el Bautista, y como él habían adquirido cierto conocimiento de la misión de Cristo. No tenían la capacidad de Apolos, pero con la misma sinceridad y fe estaban tratando de extender el conocimiento que habían recibido” (HAp 228).

Deberíamos considerar el nuevo bautismo de ellos a la luz de esta situación única. No venían de otra confesión cristiana, ni estaban experimentando la conversión. Simplemente, estaban siendo integrados al cristianismo tradicional. El hecho de recibir al Espíritu y hablar en lenguas probablemente signifique que eran misioneros cristianos, como lo era Apolos, y ahora estaban plenamente capacitados para dar testimonio de Jesucristo dondequiera que fuesen.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

Comentario del día Domingo y Lunes,  Juntos

Por la gran misericordia de Dios, continuamos hoy con este ministerio de salvación y consolidación en la gracia de Cristo. Gocémonos con Pablo, a medida que el apóstol testifica de su Señor en Asia y Europa, pregonando el reino de Dios en su tercer viaje misionero.

EVANGELIO EN ÉFESO

Hechos 19:1-7

Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres.

Éfeso era la ciudad perfecta que el diablo había escogido para abrir una de sus oficinas más poderosas y concurridas en toda la faz de la tierra. Algunas razones para ello:

-Era un centro de idolatría elevadísima, gracias al magnífico y esplendoroso templo de la gran diosa Diana y al venerado Júpiter

-Ellos celebraban un culto idolátrico que tenía sus bases y fundamentos en la superstición

-La oficina central de la magia permanecía abierta las 24 horas del día

-Allí había iniciado la mariolatría, bajo el manto de un falso cristianismo

-Tenían un alto orgullo nacional, y eran amantes de las ganancias.

¡Vaya! ¡Qué perfecta combinación para la propagación de las doctrinas de los demonios y del príncipe de las tinieblas!

Por otra parte, hay datos históricos bíblicos y extra-bíblicos que confirman que en Éfeso:

-Había ministrado Juan, el discípulo amado, después de la ascensión de Cristo

-María, la madre de Jesús, había vivido allí los últimos años de su vida, en compañía de Juan

-Este equipo misionero lo formó el Salvador cuando, desde la cruz, declaró: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” y, dirigiéndose a Juan, añadió: “Ahí tienes a tu madre” (Juan 19:26,27) Ambos tomaron esas palabras en serio y de inmediato se adoptaron como madre e hijo, según el deseo explícito del Hijo de Dios.

-Esta noble mujer se había dado a conocer entre los creyentes como la gentileza y dulzura andante, con lo cual muchos reemplazaron el culto a la diosa Diana, por el culto a la “diosa María”. El enemigo de Dios y de las almas había logrado otra victoria, en algo que parecía bueno.

¿ENEMIGOS DE CRISTO?

Los apóstoles siempre tuvieron dos enemigos gigantes en la predicación del evangelio: uno de ellos era el judaísmo y el otro era el paganismo.

El judaísmo era un sistema arraigado e inmutable, muy conservador; era un sistema que había sido inaugurado muchos siglos antes, y a lo largo de ese tiempo se había cimentado profundamente en la mente de sus feligreses. El judaísmo era un sistema muy bien fundado, y difícil de cambiar, de conquistar o de alterar.

Por el otro lado el paganismo era todo lo opuesto al judaísmo, era un sistema con muchas variaciones y ramificaciones, en las que sus seguidores no tenían una forma o patrón de conducta uniforme para seguir. El paganismo estaba abierto a toda novedad de falsedad, engaño o mentira que surgiera, sin importar de dónde proviniera.

Cada quien tenía un culto a su dios y a su religión, que era el resultado de su propia imaginación. Los dos sistemas eran difíciles de combatir, pero posiblemente el paganismo era aún mucho más difícil para ser conquistado, ya que el paganismo era un culto basado en el miedo y la superstición, mezclado con la filosofía y los refinamientos intelectuales del hombre en esa época específica, respaldado con los aprendizajes de las bellas artes y los conocimientos profundos de la ciencia, apoyados por el orgullo nacional y auspiciado por el poder del estado.

Hay un poder profundo que ata al humano a su país de origen, a sus amigos, a sus propiedades, a la libertad, a la vida, y a su religión; esto se conecta con el nacionalismo, que a menudo actuó como colega del paganismo y la idolatría. Pero el más profundo de todos esos poderes, es el poder de la religión. Por la religión, el humano está dispuesto a sacrificar todo lo que tiene y si es posible hasta dar su propia vida.

Éfeso reunía todas las características arriba mencionadas: era una hermosa ciudad, tenían su orgullo nacional que era el templo de la grandiosa Diana, tenían una ciudad llena de idolatría respaldada por la superstición y la magia, y tenía mucha gente rica.

DORADA OPORTUNIDAD

A Éfeso llegó el apóstol Pablo a predicar y allí encontró a cuatro diferentes grupos religiosos:

-El primer grupo lo formaban quienes vivían bajo la tenue luz de la predicación de Juan el Bautista

-El segundo grupo eran los judíos que vivían en completa ceguera espiritual

-El tercer grupo eran los paganos, que alumbraban sus vidas con el tenebroso resplandor de la media noche de la superstición y de la idolatría

-El cuarto grupo eran los magos que caminaban en completa obscuridad, lucrando de sus vecinos.

Estos cuatro oidores diferentes que existían en Éfeso, escucharon a Pablo. Hubo un efecto producido en ellos, ese efecto fue el resultado de la disposición que asumieron al escuchar la Palabra de Dios.

Los discípulos de Juan mantenían lo que habían aprendido en la dispensación de Juan el Bautista. Hay muchos que dicen que la teología es una ciencia completa y cerrada y que ya no hay nada más que descubrir en ésta.

Esto es un error. Lo mismo se podría decir de las estrellas que están en el firmamento: desde la primera vez que Adán abrió los ojos, aparentemente no ha habido ningún cambio, pero la ciencia moderna prueba todo lo contrario. .

Las piedras han estado en el suelo por miles de años, pero cada una de ellas tiene una historia que contar a todo geólogo que se propone saber sus misterios.

Lo mismo sucede con la Biblia: se puede leer cien veces, y la siguiente vez que se la lea, hay algo nuevo para descubrir. Por lo tanto, el cristianismo es todo lo contrario a lo que muchos creen; en el cristianismo y en la Biblia, siempre hay nuevas dimensiones para explorar.

Apolos y los doce discípulos de Juan que había en Éfeso, estaban en el camino correcto; pero ¡gloria a Dios! estaban guardando lo que habían aprendido, en espera de recibir una luz mayor y más poderosa.

Los judíos: algunos de ellos tristemente rechazaron la salvación que Cristo les ofreció, colocándose de esa manera en una riesgosa posición con respecto a la vida eterna.

Los exorcistas vagabundos: estos representan a aquellos que hacen negocios con los poderes, dones y regalos que el evangelio les confiere. Hubo un profeta que pidió permiso para maldecir al pueblo de Israel por amor a las riquezas; hubo un siervo de cierto profeta que quiso cobrar por la sanación que realizó su patrón; el más infame de ellos vendió a su Maestro por unas cuantas monedas de plata.

Hubo un tiempo cuando se vendían indulgencias para el perdón de los pecados cometidos (aun por los antepasados) y también por los pecados que se planeaba cometer. ¡Qué infamia! Posiblemente hasta el mismo diablo se avergüenza cuando hacemos negocios con el evangelio de Cristo… Los exorcistas ambulantes de Éfeso intentaron usar los poderes del evangelio, y lo único que consiguieron fue una buena paliza demoníaca…

Los magos: lo componían un grupo de oidores interesantes, sinceros y obedientes. Quemaron sus costosas biblias de oscuridad y de mentiras, y las cambiaron por Biblias llenas de luz y de verdad.

El apóstol tenía que enfrentar a todas estas personas, extremadamente ignorantes en el campo espiritual. Cuando nos toca enfrentar a estos tipos de personas, tenemos que hacerlo con compasión y no con irritación. Hay casos en los que la ignorancia es el resultado de la maldad; pero en la mayoría de casos la ignorancia espiritual es involuntaria, y es nuestro deber usar la piedad y el amor cristianos cuando instruimos a tales personas.

DON DE LENGUAS

Hechos 19:1-7

Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres.

En la lección dos de este trimestre, titulada “El Pentecostés”, tratamos extensamente del don de lenguas, y allí explicamos que hay tres maneras aceptables para comprender el don de lenguas:

La primera argumenta que el don de lenguas, bajo la influencia del Espíritu Santo, es la capacidad de hablar en otros idiomas, que está basada en el libro de Hechos, capítulo 2. 

Esta es la más aceptada de las tres formas del don de lenguas. Existe el consenso generalizado de que el don de lenguas se refiere a idiomas extranjeros: «y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen»(Hechos 2: 4). Cada uno de los asistentes «…les oía hablar en su propia lengua» (Hechos 2: 6). Todo el libro de Hechos enfatiza el mismo pensamiento respecto al don de lenguas.

La comisión evangélica en Marcos 16:17 incluye la siguiente frase: «… en mi nombre hablarán nuevas lenguas», instrucción que puede referirse a idiomas extranjeros. Por lo tanto de acuerdo con el libro de Hechos, el don de lenguas es la capacidad otorgada por el Espíritu Santo para hablar otros idiomas cuando es necesario hacerlo, mas no por vanidad.

La segunda sostiene que el don de lenguas es la habilidad de hablar el idioma de los ángeles. Esto se basa en el texto que encontramos en 1 Corintios 13:1 «Si yo hablase lenguas humanas o angélicas…» El don de lenguas angelical es un género del que muy poco sabemos; sabemos que ha existido o existe; porque este párrafo lo menciona.

Cabe la posibilidad de que los profetas que recibían visitas angelicales de parte del Cielo, como Daniel, Ezequiel y Juan, se les dotaba del don de lengua angelical para comprender con exactitud esos mensajes; esto es sólo un pensamiento o mi especulación.

La tercera interpretación sostiene que, bajo la influencia del Espíritu Santo, el don de lenguas proporciona al instrumento humano un lenguaje que se caracteriza por una expresión ininteligible o incomprensible  Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”  (1 Corintios 14:2).

 Y es aquí precisamente donde encontramos la dificultad de este tema:

 En 1 Corintios 14: 2  Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”

Lo desconcertante de este texto es que dice “pues nadie le entiende”.  Entonces muchos llegan a concluir que hay dos maneras en que el don de lenguas se puede manifestar.  Una es hablar en otros idiomas existentes y conocidos; la otra es hablar en idiomas que nadie entiende.

En el mismo capítulo 14 de 1 Corintios, Pablo da instrucciones para aquellos que hablan el don de lenguas que no se entienden. Algunas normas que se desprenden de la enseñanza bíblica son:

Evitar el desorden y la confusión en los servicios religiosos:

23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” (1 Corintios 14)

No puede haber más de una persona hablando al mismo tiempo:

27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno;…” (1 Corintios 4)

El acto de hablar en lengua desconocida, no es para usarse en la iglesia, excepto si hay una persona que esté interpretando el mensaje de la lengua desconocida.

28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.” (1 Corintios 14)

 Es mejor hablar palabras con entendimiento, que usar un idioma que no se conoce:

19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.” (1 Corintios 14)

 El don de lenguas de Pablo era un don natural de aprendizaje rápido:

18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros” (1 Corintios 14)

 Si los que asistimos a la iglesia hablamos el mismo idioma, no hay necesidad del don de lenguas.

Pero hay una pregunta que no contestamos en esa lección y que se formuló mucho: ¿Por qué en la era apostólica, toda persona que era ungida por el Espíritu Santo terminaba hablando en lenguas, incluyendo la lengua incomprensible?

Esta es mi opinión personal: culturalmente hablando, el hablar en lenguas estaba de moda para esos días.

El Espíritu Santo otorga todo don según se lo necesita; si hay necesidad de predicar el evangelio en otra lengua, sin duda alguna el Espíritu Santo investirá a sus “elegidos” para que usen el don de lenguas.

Pero posiblemente en los días de los apóstoles, las personas que se convertían querían estar seguras de que su conversión estaba aprobada por el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo en su infinito amor regalaba una monedita de consolación y de comprobación para afirmar el gozo y la fe del nuevo converso. Posiblemente, aunque no se  necesitara el don de lenguas, de todas maneras el Espíritu Santo proporcionaba el don de lengua incomprensible para asegurar al nuevo creyente su presencia en esa nueva vida espiritual.

Quizá por eso, el mismo apóstol Pablo aconseja sobre el comportamiento a seguir sobre el don de lengua incomprensible: No hacer escándalo, no hablar todos al mismo tiempo, sino uno por uno, y que siempre tuvieran la presencia de un intérprete. Con la presencia de un intérprete se podía saber qué idioma la persona estaba hablando y qué mensaje estaba dando. Esta es mi opinión, si usted cree que no tiene peso, por favor descártela.

MILAGROS ASOMBROSOS

Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios… 10 Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. 11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. (Hechos 19)

¡Interesante versículo! Humanamente hablando, encontramos una vara que hizo muchos milagros: vertió agua de la roca, desató diez plagas y abrió también el mar. Una capa que abría ríos para poder pasar en lo seco; un río en cuyas aguas se sanó un leproso; los huesos de un profeta a cuyo contacto resucitó un muerto; la sombra de otro que sanaba a todo el que ésta invisiblemente tocaba… Ahora tenemos paños o delantales sanadores.

El estudio de este día hace una conexión inmediata del sanamiento de la mujer con flujo, hecha por Jesús. Efectivamente, para entender el estudio de este día no podemos dejar de estudiar este milagro de Jesús.

La historia del milagro de la mujer con flujo es una de los milagros y una de las interrupciones más hermosas, que ocurrió en medio de otro milagro aún más poderoso, como fue la resurrección de la hija de Jairo.

Este milagro demuestra el genuino poder de la fe, aunque ésta sea por los medios errados.

Esta pobre y acabada mujer se había hecho más tímida por su larga enfermedad; tenía sus esperanzas tronchadas por los médicos de su época y también por la pobreza.

No se atrevía a enfrentar a Jesús, especialmente cuando sabía que Jesús se encaminaba a sanar la hija de un importante líder religioso como lo era Jairo, pero sí se atrevió a abrir paso entre la muchedumbre y “robar” un milagro.

Es muy fácil apuntar el error y la ignorancia de la fe de esta mujer; ella no tenía duda de que Jesús podía sanarla, pero ella decidió usar el método equivocado para conseguir la sanación, ella usó para su sanación un objeto de Jesucristo; y en este caso fue su manto, parte de su ropa.

Esta es una manera supersticiosa de actuar. Muchos de nosotros creemos en cosas y objetos como medios curativos. Jesús, como lo hizo con esta mujer, muchas veces nos sigue la corriente y se ajusta a nuestra creencia y fe, no porque estamos en lo correcto, sino para más tarde enseñarnos y afirmarnos en la fe real y verdadera.

A pesar de que la mayoría de cristianos tratamos de evitar estos errores, recordemos que todavía hay un gran grupo de ellos que se aferran a un crucifijo o un rosario, muchos de ellos se aferran a la imagen de algún personaje bíblico, y lo hacen con una fuerte y sincera fe infantil y Dios en su gran amor ajusta su misericordia a la fe de estas personas. Estas personas, igual a la mujer con flujo, están en la primaria del cristianismo y Dios no los defrauda; después del milagro Dios se encarga de que crezcan espiritualmente hasta llegar a la comprensión de los designios y voluntad de Dios.

Esta experiencia nos enseña a no escandalizarnos, no contradecir, ni discutir con esas personas que nos cuentan de los milagros recibidos a través de un medio equivocado, de un amuleto, o de un “santo».

La fe de esta mujer era imperfecta, pero lo importante es que, aun siendo imperfecta, era fe.

No hay conexión entre el toque de los dedos de la mujer con el manto de Jesús y su milagrosa curación; pero Jesús se rebajó a los pensamientos infantiles de ella y la ayudó a conseguir lo que ella tanto soñaba:» Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.»

La misericordia y el amor de Dios son como el agua, que se ajusta a la forma de la vasija de barro. Al fin de cuentas ella comprendió que no fue el toque de sus manos, que no fue el manto de Jesús, sino la fe en Jesús lo que la había sanado.

Esta mujer también creyó que podía escaparse con la bendición de Jesús y que Jesús no sería lo suficientemente sabio para darse cuenta del milagro ocurrido. ¡Qué manera más interesante de pensar! Ella creyó que Jesús tenía el poder de hacer un milagro, pero no el suficiente conocimiento para darse cuenta del milagro acontecido.

De muy buena gana, ella hubiera desaparecido con un milagro robado, pero Jesús la forzó a parar en frente de la multitud. Con la vista de toda la multitud sobre ella, «vino temblando, y postrándose a sus pies» Aún en esta situación embarazosa para la pobre mujer, Jesús le estaba ayudando a que ella recuperara la confianza propia, su dignidad como mujer, y que también dijera la verdad.

¡Qué contrastes los de Jesús! Usualmente mandaba a los que recibían un milagro a callarlo, pero en este caso Jesús estaba haciendo todo lo contrario, pero era un acto de completa bondad para ella, era una manera para que la imperfecta fe de esta mujer fuera corregida y confirmada.

Si Jesús hubiera permitido que la mujer con flujo se hubiera escapado con un milagro robado, ella se hubiera marchado solamente con la mitad de la bendición, se hubiera marchado sana, pero no hubiera experimentado el gozo de la confesión, no hubiera probado el delicioso y profundo amor de Dios, ni tampoco su perdón, ni lo más importante, que era la salvación.

Esta fue la única mujer en la Biblia a la que Jesús llamó «Hija».

AUTÉNTICOS Y MILAGROSOS 

13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.

14 Había siete hijos de un tal Esceva… que hacían esto…

La rica y lujosa ciudad de Éfeso era centro de operaciones del demonio; el príncipe de las tinieblas había colocado en esta ciudad una de sus oficinas más importantes de esos días. Dios había comisionado a Pablo para ir en contra de ese baluarte de las tinieblas; era el poderoso Espíritu Santo quien haría la obra. Ante tan opulento teatro del mal, una férrea batalla era de esperar.

Con la llegada de Pablo, una gran revolución espiritual azotó a Éfeso, de la misma manera en que una tormenta azota a una ciudad. En la ciudad de Éfeso, Pablo había encontrado a Apolo y a doce discípulos de Juan el Bautista, los bautizó en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo Jesucristo, y en el nombre del Espíritu Santo; como una consecuencia de ese nuevo bautismo, estos hombres fueron investidos con el poder del Espíritu Santo.

La superstición y la magia se habían posesionado de la ciudad de Éfeso desde tiempos inmemoriales. Una superstición fácilmente agrega otra superstición, un acto de magia es precedido fácilmente por otro acto de magia. Y así sucesivamente.

Para los magos y los exorcistas ambulantes de Éfeso, el cristianismo era una nueva y avanzadísima escuela de magia. Los sietes hijos de Esceva estaban tan impresionados y anonadados con tan suculento poder, que estaban dispuestos a tratar este nuevo sistema. La magia del cristianismo era tan poderosa que lograba expulsar demonios y que curaba a enfermos solamente con la presencia de un pañuelo o delantal que hubiera sido usado por el gran mago Pablo.

No podemos deshacernos de estos impostores fácilmente: ellos deseaban hacer un buen trabajo, y por ello podemos acreditarles que tenían una buen motivo.

¿Dónde fallaron los siete hermanos exorcistas al tratar de expulsar demonios? Fallaron en cada punto de su empresa.

13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús…” (Hechos 19)

Ellos comenzaron su ministerio por el camino equivocado, y comenzar el ministerio del cristianismo por el camino equivocado, es siempre la gran explicación que existe para los fracasos espirituales del hombre.

“…intentaron invocar el nombre del Señor Jesús…”

El cristianismo no es asunto de intentos ni de ensayos; el cristianismo es un llamado, es un fuego que quema el corazón de sus seguidores, es un principio espiritual de fe, de gozo y de obediencia, que se inicia con la presencia del Espíritu Santo en la mente y el corazón del individuo. El cristianismo no es una alternativa en la vida del hombre, sino una necesidad imperativa.

Si los hijos de Esceva hubieran dicho a los demonios: “Os conjuro por Jesús a quien amamos…” la historia hubiera sido diferente, pero ellos dijeron: “Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo”

Pasaron por alto un pequeño detalle: que en el cristianismo no hay ningún departamento que delega o traspasa la fe de un individuo a otro. Mi fe es la fe mía, su fe es la suya. Cada quien tiene su propia fe, su propia experiencia, su propio conocimiento y su propio evangelio y no existe la opción de traspasar el poder espiritual entre los hijos de Dios.

Dicho sea de paso, cada quien tiene su propio evangelio, y esa es la razón número uno que hace fracasar a los predicadores que andan copiando sermones ajenos para predicarlos; los tales están predicando la vivencia de otro y no su propia experiencia. Es preciso que cada predicador predique lo que el Espíritu Santo le dicte predicar, por su propia experiencia, por las vivencias habidas en su comunión diaria con Cristo.

El espíritu inmundo puede ser expulsado solamente por el gran Filántropo y Salvador de la humanidad. El espíritu inmundo puede ser expulsado solamente si se tiene la fe genuina en Jesucristo. No con arrogancia, ni con autoensalzamiento, sino con el espíritu del humilde Maestro de Galilea.

Los exorcistas pronunciaron el nombre de Cristo sin tener la fe genuina, y eso les acarreó una seria consecuencia. Para un milagro no es suficiente solamente pronunciar el nombre de Jesús, es necesario tener plena fe en el nombre de Jesús.

¿CONOCE USTED A JESÚS?

15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. (Hechos 19)

El infierno reconoce a Cristo y a sus verdaderos seguidores: “A Jesús conozco” dijo el demonio “y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?»

Hubo un tiempo cuando Saulo fue un ministro de las huestes del mal; en esas circunstancias, hizo su trabajo muy bien. Ese servicio que prestó por algún tiempo en la causa de Satanás, hizo que el diablo llegara a conocer muy bien el carácter de Pablo. Más tarde el que una vez fue el emisario del infierno, se convirtió en el emisario del evangelio, y se convirtió también en el más férreo oponente y enemigo de su antiguo jefe. Por eso con toda claridad el demonio dijo: “A Jesús conozco y se quién es Pablo.”

El infierno desprecia, reprende y toma venganza sobre todos aquellos que pretenden ser religiosos y no lo son. «Pero vosotros ¿quiénes sois?» En otras palabras, ¿Quién les ha dado el derecho de usar el dulce y sagrado Nombre ante el cual nosotros nos postramos y temblamos?

¡Gloria a Cristo! El infierno no respeta ni a sus propios ministros, cuando estos tocan el sagrado nombre de Cristo, impíamente y sin permiso. El infierno no sólo demostró indignación y descontento con los hijos de Esceva, sino que les dio un escarmiento para que ellos nunca volvieran a usar las cosas sagradas sin permiso del Cielo.

De esto aprendemos tres lecciones muy importantes:

Primera: Que todo esfuerzo que haga un cristianismo falso, lo único que logra es incrementar las fuerzas del mal. El demonio en este caso tomó fuerzas ante el esfuerzo que estaban haciendo los falsos exorcistas.

Segunda: El Cielo emplea al mismo infierno para castigar el mal del hombre. Los pecadores son los más grandes atormentadores de los otros pecadores, esto siempre ha sido así en todos los tiempos y en todos los lugares.

Tercera: Los impostores espirituales no logran engañar ni al cielo, ni al infierno. A veces sí engañan a los crédulos que ignoran las Escrituras, so pretexto de religiosidad.

BIBLIOTECAS QUEMADAS

17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. 18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. 20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor. (Hechos 19)

La narrativa nos demuestra tres resultados en esta historia:

1-17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.

Hubo un movimiento popular en favor de la verdad: «y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.» El evangelio es el poder más grande que puede existir en esta tierra. El evangelio tiene el poder para actuar en el corazón del hombre, renovarlo y cambiarlo a la imagen de Dios; todo esto lo hace el evangelio sin usar ninguna arma terrenal, pero sí con el grandioso poder de nuestro Dios, el Espíritu Santo.

2-18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.

Esta es una abierta confesión de fe. Nicodemo y José de Arimatea eran seguidores secretos de Jesús; fue ante la crisis que ellos públicamente -sin decir una palabra-, mostraron al mundo sus verdaderos motivos y pensamientos. Muchas veces las crisis nos hacen revelar lo que en verdad somos, ya sea para bien o para mal.

3-19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. 20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.

Se realiza una renunciación consciente de las prácticas del mal y como resultado de esta transformación, la Palabra del Señor crecía y prevalecía poderosamente. Enorme pérdida para el enemigo de las almas; ingente ganancia para el Salvador de las almas o personas.

23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. 24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices;  25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;  26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.  27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.  28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!  29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo.  30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron.  31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro.  32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían reunido.  33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el pueblo.  34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!  35 Entonces el escribano, cuando había apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter?  36 Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que nada hagáis precipitadamente.  37 Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa.  38 Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros.  39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir.  40 Porque peligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso.  41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea. (Hechos 19)

DEMETRIOS MODERNOS

Demeterio no ha muerto; sigue vivo. Siempre está preocupado por no perder las fuertes ganancias que consigue por medio de la religión.

En todas las religiones actuales encontramos a los Demetrios, siempre luchando para que un centavo no vaya a faltar, para que las ganancias no vayan a disminuir, para que el negocio de la religión no vaya a menguar. Tristemente en nuestra religión también pueden haber Demetrios, y posiblemente sean los peores Demetrios que existen en el mundo religioso.

Un hombre puede dirigir un gran mal, sin ser éste un gran hombre. Demetrio no tenía historia, no se sabía de él; pero a pesar de eso, ese día logró levantar los ánimos de una ciudad entera. Esto no lo logró a través de ningún poder de persuasión, ni de elocuencia; lo logró apelando a las poderosas pasiones que se encuentran adormitadas en todas las personas que son egoístas y avarientas. Cualquier persona puede hacer esto y cuando logran levantar la violencia popular, éstos llegan a creer que son grandes caudillos o poderosos héroes.

Pablo posiblemente no sabía la revolución que se estaba formando, posiblemente no sabía que existía un hombre llamado Demetrio y tampoco sabía que le estaba haciendo daño a alguien.

¿Era malo Demetrio? Posiblemente no, posiblemente estaba defendiendo la única religión que conocía y que se creía que era la mejor del mundo para esos días. Posiblemente Demetrio estaba defendiendo un trabajo que era sublime a su manera de ver, ya que era una combinación de la religión y las bellas artes. Posiblemente creía que el resultado de su arte religioso no sólo hacía a sus conciudadanos más religiosos, sino que también más patriotas. Al final, la ignorancia de Demetrio no justifica su pecado de idolatría e inducción a ella.

Si Pablo hubiera predicado un mensaje vago y barato, Demetrio pudiera haber hecho de Pablo un ídolo, pero no fue así –gracias a Dios. Pablo predicó en Éfeso un mensaje que golpeaba los fundamentos de la idolatría y ahora el negocio de la falsa religión local estaba en peligro, para los comerciantes del templo de la diosa Diana.

Cada vez que se predica un mensaje que toca los bolsillos de la religión, habrá problemas; cada vez que se predica un mensaje que sacude la concupiscencia de las personas, habrá problemas; cada vez que se predica un mensaje que perfora la conciencia, habrá problemas.

ANÁLISIS SIN PARÁLISIS

La situación de Demetrio es una situación humillante, y es una situación elegida por él mismo. El versículo 27 es el texto cumbre de la humillación religiosa y la desvergüenza que afecta a todos los comerciantes de la religión:  «27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.»

A este último texto fácilmente le pudiéramos titular; “Pánico Religioso” De acuerdo con Demetrio el templo de la gran diosa Diana estaba en peligro. Si un templo hecho por las manos de los hombres que desconocen a Dios está en peligro de caer, hay que dejarlo caer.

El gran reto de Jesucristo fue: “… Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” (Juan 2: 19) Esta es una declaración de Cristo que carece de pánico religioso en su totalidad. Cristo no implica parálisis por el análisis.

Cientos de libros se han escrito en contra del cristianismo, miles de predicciones se han formulado en su contra asegurando su total fracaso y desaparición. ¿Ha muerto el cristianismo? No, y no hay por qué tener pánico de que el cristianismo fracase. Si el cristianismo está basado en la verdad divina, Dios se encargará de protegerlo; esa es la mejor manera de probar cuán cierta es la religión  que profesamos y cuán verdadero es el Dios a quien seguimos.

Los cristianos no mantenemos nuestra religión en un museo de historia; tampoco la protegemos en una caja fuerte. El concepto de Dios que nos formamos nadie puede quebrantarlo, tampoco nadie puede robarlo.

Nadie puede quitarnos de la mente los pasajes de la Biblia que hemos aprendido, ni pueden quitarnos los profundos conceptos bíblicos que hemos abrazado. No importa el orden en que la Biblia fue formada, no importa si algunas veces las reglas de la gramática cambien de idioma a idioma, la esencia es la misma, el mensaje es el mismo.

La Biblia habla al corazón de la humanidad como ningún otro libro consigue hacerlo. Está hecha para inspirar la vida del hombre, para responder a las necesidades espirituales de la humanidad.  Nos enseña la brevedad de la vida terrenal, nos confirma nuestra pronta muerte terrenal, nos enseña la realidad del pecado, nos conduce a sentir la necesidad de un Salvador, nos muestra quién es el Salvador que gratuitamente nos ofrece la salvación. ¿Hay pánico espiritual por el riesgo de que el cristianismo fracase? No, eso nunca ha existido, no existe, ni existirá, ya que la Biblia y el cristianismo han probado siglo tras siglo, que el Dios a quien servimos, seguimos y adoramos, no es producto de la mente del hombre, sino es el gran Dios que tiene su morada en las bóvedas celestes.

 

DIANA Y MARÍA

28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!  29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo.  30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron.  31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro.  32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían reunido.  33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el pueblo.  34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!  35 Entonces el escribano, cuando había apac.  28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!  29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo.  30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron.  31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro.  32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían reunido.  33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el pueblo.  34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!  35 Entonces el escribano, cuando había apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter?  36 Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que nada hagáis precipitadamente.  37 Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa.  38 Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros.  39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir.  40 Porque peligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso.  41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea. (Hechos 19)

De esa narrativa aprendemos lo siguiente:

-Cuando las multitudes se apresuran airadamente para tomar venganza, casi siempre escogen a las personas equivocadas. En este caso estaba en problemas Alejandro, a quien escogieron de entre la multitud y que no tenía nada que ver con la predicación de Pablo.

-Cuando las multitudes tienen la misma queja, la revuelta y la violencia crecen desmedidamente

-La multitud de Éfeso estaba tan salvajizada y tan irrazonable, que era un riesgo innecesario que Pablo fuera y los enfrentara

-“Grita lo más fuerte que puedas” es el mensaje que se da cuando las multitudes se reúnen en forma airada. Por lo general en dichas asambleas los presentes no saben por qué están gritando, pero aun así, siguen con su desenfrenada gritería.

-Una persona que logra saber el por qué de la reunión de una multitud airada, es más sabia que toda la multitud reunida.

Es realmente importante recalcar la actuación del escribano de la ciudad, muy sabia, muy al grano y contundente: sabía cómo trabajar los ánimos de una multitud que tenía un miedo infundado.

La venida del escribano romano de la ciudad, apacentó a la multitud, de la misma manera que las autoridades actuales muchas veces logran apacentar las multitudes. Hay casos en las que dos personas están peleando, aparece la autoridad y los peleadores, como por arte de magia, detienen sus combates, cada quien parte con un rumbo opuesto, mirando al cielo, con un silbido en sus labios, con las manos en los bolsillos, como si allí nunca hubiera pasado nada.

-Buenos ciudadanos; ¿A qué se debe tanta gritería?- “¡Grande es Diana de los efesios!” respondió la multitud.

-Eso todos lo sabemos- dijo el buen hombre.

-Si Demetrio y sus amigos tienen algún problema contra Pablo, soliciten ayuda al gobierno para que ellos les ayuden a prepar su caso, los dos lados serán escuchados y la justicia romana se aplicará al transgresor-  dijo el escribano

-Pero esta no es la manera de solventar los problemas en esta ciudad; regresen calladamente a sus hogares, y todas sus quejas serán atendidas de una manera legal. Recuerden que este comportamiento de violencia pública es un asunto muy delicado, ante el gobierno romano. Ustedes no viven bajo una ley marcial, ni tampoco hay una legión de soldados que los gobiernen. Ustedes viven bajo una provincia romana con un procónsul y con su humilde servidor que está dispuesto a escucharlos. Si no me escuchan, me temo que Demetrio y sus seguidores tendrán que comparecer como criminales ante la ley romana por tal gesto de violencia pública y no Pablo por su predicación.-

Ante tan sublime y corto mensaje, la multitud se disipó en paz y en quietud, apuntándose el cristianismo otra gran victoria en contra del paganismo y en contra de las huestes de las tinieblas.

 

 

 

 

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En el tiempo de los apóstoles, la porción occidental del Asia Menor se conocía como la provincia romana de Asia. Éfeso, la capital, era un gran centro comercial. Su puerto estaba atestado de barcos, y en sus calles se agolpaban gentes de todos los países. Como Corinto, ofrecía un campo promisorio para el esfuerzo misionero.

Los judíos, esparcidos ampliamente ahora en todos los países civilizados, esperaban en general el advenimiento del Mesías. Cuando Juan el Bautista predicaba, muchos, en sus visitas a Jerusalén en ocasión de las fiestas anuales, habían ido a las orillas del Jordán para escucharle. Allí habían oído a Jesús proclamado como el Prometido, y habían llevado las nuevas a todas partes del mundo. Así había preparado la Providencia el terreno para las labores de los apóstoles (Los hechos de los apóstoles, p. 228).

Durante el largo período de su ministerio en Éfeso, donde por tres años realizó un agresivo esfuerzo evangélico en esa región, Pablo trabajó de nuevo en su oficio. En Éfeso, como en Corinto, el apóstol fue alegrado por la presencia de Aquila y Priscila, quienes le habían acompañado en su regreso al Asia al fin de su segundo viaje misionero…

Mientras trabajaba con Aquila se mantenía en relación con el gran Maestro, sin perder ninguna oportunidad para testificar a favor del Salvador y ayudar a los necesitados. Su mente estaba constantemente en procura de conocimiento espiritual. Daba instrucción a sus colaboradores en las cosas espirituales, y ofrecía también un ejemplo de laboriosidad y trabajo cabal. Era un obrero rápido y hábil, diligente en los negocios, ardiente “en espíritu; sirviendo al Señor” [Romanos 12:11]. Mientras trabajaba en su oficio, el apóstol tenía acceso a una clase de gente que de otra manera no hubiera podido alcanzar. Mostraba a sus asociados que la habilidad en las artes comunes es un don de Dios, quien provee tanto el don como la sabiduría para usarlo correctamente. Enseñaba que aun en el trabajo de cada día, ha de honrarse a Dios. Sus manos encallecidas por el trabajo no menoscababan en nada la fuerza de sus patéticos llamamientos como ministro cristiano (Los hechos de los apóstoles, pp. 282, 283).

En la actualidad hay tantos que ignoran la obra del Espíritu Santo en el corazón como los creyentes de Éfeso [Hechos 19:1-6]; sin embargo, no hay verdad que sea enseñada con más claridad en la Palabra de Dios. Los profetas y los apóstoles se han espaciado en este tema. Cristo mismo llama nuestra atención al desarrollo del reino vegetal para ilustrar la operación de su Espíritu al sostener la vida espiritual. La savia de la vid que asciende desde las raíces se extiende por todas las ramas para producir crecimiento, flores y frutos. Del mismo modo el poder vivificador del Espíritu Santo, que procede del Salvador, invade el alma, renueva los motivos y los afectos e incluso somete los pensamientos a la obediencia de la voluntad de Dios, capacitando al que lo recibe a dar preciosos frutos manifestados en actos santificados (Cada día con Dios, p. 250).

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Lección 10 | Lunes 3 de septiembre______________________________________________

ÉFESO: SEGUNDA PARTE

En Éfeso, Pablo continuó con su práctica de predicar primeramente en la sinagoga. Cuando se desató la oposición, él y los nuevos creyentes se trasladaron a la sala de conferencias de un tal Tiranno, donde Pablo predicó diariamente durante dos años (Hech. 19:8-10). El resumen que hace Lucas del ministerio de Pablo en Éfeso es que toda la provincia fue intensamente evangelizada (Hech. 19:10, 26).

En Hechos 19:11 al 20, Lucas añade algunas historias de milagros que describen el triunfo del poder de Dios en una ciudad donde la magia y otras prácticas supersticiosas eran bastante comunes. No cabe duda de que Dios podía sanar a través de Pablo, pero el hecho de que hasta los pañuelos y los delantales que el apóstol había tocado tenían poder sanador (Hech. 19:12) quizá le resulte extraño a algunos, aunque esto guarda similitudes con la curación de la mujer con hemorragia por parte de Jesús (Luc. 8:44). Las creencias supersticiosas de Éfeso quizá hicieron que Dios realizara milagros “extraordinarios”, como dice Lucas (Hech. 19:11). Quizás este sea un ejemplo de que Dios satisface las necesidades del pueblo según su nivel de entendimiento.

Satisfecho con los resultados de su misión en Éfeso, Pablo decidió ir a Jerusalén (Hech. 19:21). Lucas no explica la razón de este viaje, pero sabemos por los escritos de Pablo que deseaba entregar los fondos que había recaudado para aliviar la pobreza de la iglesia de Jerusalén (Rom. 15:25-27; 1 Cor. 16:1-3). La formación de un fondo de bienes en común en los primeros años, y una terrible hambruna en los días de Claudio, empobreció a los creyentes de Judea, y Pablo vio en su pedido de ayuda (Gál. 2:10) una oportunidad para fortalecer su confianza en su apostolado y en la unidad de una iglesia que ahora era transcultural, a pesar de conocer los riesgos a los que se exponía (Hech. 20:22, 23; Rom. 15:31).

Lee Hechos 19:23 al 41. ¿Cuál fue la verdadera razón de la oposición que afrontó Pablo que se desató en Éfeso al final de su estadía allí?

Hechos 19:23-41

23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. 24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; 25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; 26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. 27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero. 28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: !!Grande es Diana de los efesios! 29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. 30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron. 31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro. 32 Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían reunido. 33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el pueblo. 34 Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: !!Grande es Diana de los efesios! 35 Entonces el escribano, cuando había apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter? 3Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que nada hagáis precipitadamente. 37 Porque habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa. 38 Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se conceden, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros. 39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir. 40 Porque peligro hay de que seamos acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso. 41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea.

La oposición tenía que ver con la adoración pagana, que se vio seriamente amenazada por el ministerio de Pablo. La verdadera motivación de Demetrio evidentemente era económica, pero pudo convertirla en un problema religioso porque el templo de Artemisa (o Diana), considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo, estaba situado en Éfeso.

Lee Hechos 19:27. Fíjate cuán ingenioso fue Demetrio para implantar la “piedad” religiosa en su intento de hacer que el dinero siguiera fluyendo. Como cristianos, ¿por qué debemos tener cuidado de no usar nuestra fe, o una piedad fingida en relación con nuestra fe, de la misma manera?

Hechos 19:27

27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Al quemar estos libros de magia, los conversos efesios mostraron que ahora aborrecían las cosas en las cuales se habían deleitado una vez. Era por la magia como habían ofendido especialmente a Dios y puesto en peligro sus almas; y contra la magia manifestaron tal indignación… Reteniendo estos libros, los discípulos se hubieran expuesto a la tentación; vendiéndolos, hubieran colocado la tentación en el camino de otros. Habían renunciado al reino de las tinieblas; y para destruir su poder, no vacilaron ante ningún sacrificio. Así la verdad triunfó sobre los prejuicios de los hombres, y también sobre su amor al dinero… La influencia que tuvo [ese acto] fue más extensa de lo que aún Pablo comprendía. Desde Éfeso las nuevas se extendieron ampliamente, y se dio un poderoso impulso a la causa de Cristo. Mucho después que el apóstol mismo hubo terminado su carrera, estas escenas vivían en la memoria de los hombres, y eran el medio de ganar conversos para el evangelio (Conflicto y valor, p. 343).

En su discurso Demetrio había indicado que su oficio estaba en peligro. Estas palabras revelan la verdadera causa del tumulto de Éfeso, y también la causa de mucha de la persecución que afrontaron los apóstoles en su trabajo. Demetrio y sus compañeros de oficio vieron que por la enseñanza y la extensión del evangelio, el negocio de la fabricación de imágenes estaba en peligro. Los ingresos de los sacerdotes y artesanos paganos estaban comprometidos y por esta razón levantaron contra Pablo la más acerba oposición

La decisión del escribano y de otros que ocupaban puestos de honor en la ciudad, había puesto a Pablo delante del pueblo como una persona inocente de acto ilegal alguno. Este fue otro triunfo del cristianismo sobre el error y la superstición. Dios había levantado a un gran magistrado para vindicar a su apóstol y detener a la turba tumultuosa. El corazón de Pablo se llenó de gratitud a Dios porque su vida había sido conservada y el cristianismo no había cobrado mala fama a causa del tumulto de Éfeso (Los hechos de los apóstoles, p. 239).

No se necesita mayor evidencia de que una persona está muy lejos de Jesús, y está descuidando la oración secreta y la piedad personal, que el hecho de que exprese dudas y descreimiento porque está en un ambiente desfavorable. Tales personas no tienen la religión pura, verdadera, inmaculada de Cristo. Tienen un objeto espurio que el proceso de refinación consumirá completamente como escoria. Tan pronto como Dios los prueba, y prueba su fe, ellos vacilan, inclinándose primero a un lado y luego al otro. No tienen el objeto genuino que Pablo poseía, quien podía gloriarse en la tribulación “sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones” [Romanos 5:3-5]. Tienen una religión circunstancial… tan pronto como la causa parece sufrir alguna adversidad, y el trabajo avanza lentamente, y se necesita la ayuda de todos, estas pobres almas, aunque sean profesos ministros del evangelio, esperan que todo termine en la nada. Son un obstáculo en vez de una ayuda (Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 456).

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Martes 4 de septiembre | Lección 10_____________________________________________

TROAS

Después del motín (Hech. 19:23-41), Pablo decidió marcharse de Éfeso. Pero tomó un desvío prolongado a través de Macedonia y de Acaya en vez de ir directo a Jerusalén (Hech. 20:1-3). En este viaje, hubo representantes de algunas iglesias gentiles que fueron con él (Hech. 20:4).

Lee Hechos 20:7 al 12. ¿Qué tiene de malo el argumento común de que estos versículos ayudan a demostrar el cambio del sábado al domingo?

Hechos 20:7-12

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. 10 Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. 11 Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. 12 Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.

La escala de Pablo en Troas culminó con una reunión de la iglesia “el primer día de la semana” (Hech. 20:7). Se reunieron para “partir el pan”, lo que probablemente se refiera a la Santa Cena, con o sin la comida de camaradería con la que a menudo se combinaban desde los primeros días de la iglesia en Jerusalén (Hech. 2:42, 46). Si bien no se menciona la copa ni las oraciones, no se descarta esta posibilidad. No obstante, el tema es que este hecho a menudo se usa como evidencia de que, en la época de Pablo, al menos las iglesias gentiles ya habían reemplazado el sábado por el domingo como un día de adoración.

Sin embargo, antes de hacer esa afirmación, es necesario establecer el día exacto en que se realizó la reunión, así como la naturaleza de la reunión. La referencia al uso de las lámparas (Hech. 20:8), junto con el hecho de que el mensaje de Pablo se prolongó hasta la medianoche (Hech. 20:7), y luego hasta el amanecer (Hech. 20:11), sin mencionar el sueño profundo de Eutico (Hech. 20:9), dejan en claro que era una reunión nocturna.

Sin embargo, la cuestión es si fue la noche anterior al domingo o la noche posterior al domingo. La respuesta depende del sistema de cálculo temporal que Lucas estuviese empleando, si el sistema judío (de puesta de sol a puesta de sol) o el romano (de medianoche a medianoche). Si es el primero, entonces era sábado de noche; en caso de ser el último, era domingo de noche.

De cualquier modo, el contexto de Hechos 20:7 al 12 indica que, por más que la reunión se hubiese realizado el domingo de noche, no fue una reunión regular de la iglesia sino una reunión especial debido a la partida de Pablo a la mañana siguiente. Por lo tanto, es difícil concebir que este hecho aislado y excepcional ofrezca respaldo para la observancia del domingo. Por cierto que no.

Reflexiona en todas las razones de la validez de la observancia del día de reposo sabático. El poderoso respaldo bíblico para el sábado ¿cómo nos ayuda a confirmar nuestra identidad como cristianos adventistas del séptimo día y el llamado que recibimos para difundir al mundo el mensaje de los tres ángeles?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Saliendo de Filipos, Pablo y Lucas alcanzaron a sus compañeros en Troas cinco días después, y permanecieron durante siete días con los creyentes de allí.

En la última tarde de su estada, los hermanos se juntaron “a partir el pan”. El hecho de que su amado maestro estaba por partir había hecho congregar a un grupo más numeroso que de costumbre. Se reunieron en un “aposento alto” en el tercer piso. Allí, movido por el fervor de su amor y solicitud por ellos, el apóstol predicó hasta la medianoche…

[Después, el] barco en que Pablo y sus compañeros querían continuar su viaje estaba por zarpar, y los hermanos subieron a bordo apresuradamente. El apóstol mismo, sin embargo, decidió seguir la ruta más directa por tierra entre Troas y Asón, para encontrar a sus compañeros en esta última ciudad. Esto le dio un breve tiempo para meditar y orar. Las dificultades y peligros relacionados con su próxima visita a Jerusalén, la actitud de la iglesia allí hacia él y su obra, como también la condición de las iglesias y los intereses de la obra del evangelio en otros campos, eran temas de reflexión fervorosa y ansiosa; y aprovechó esta oportunidad especial para buscar a Dios en procura de fuerza y dirección (Los hechos de los apóstoles, pp. 313, 314).

El aserto, tantas veces repetido, de que Cristo cambió el día de reposo, está refutado por sus propias palabras. En su sermón sobre el monte, dijo: “No penséis que vine pare invalidar la ley, o los profetas: no vine a invalidar, sino a cumplir. Porque en verdad os digo, que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni un tilde pasará de la ley, hasta que el todo sea cumplido. Por tanto cualquiera que quebrantare uno de estos más mínimos mandamientos, y enseñare a los hombres así, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos: mas cualquiera que los hiciere y enseñare será llamado grande en el reino de los cielos” [Mateo 5:17-19, VM] (El conflicto de los siglos, p. 441).

Hay muchas personas que no han tenido jamás oportunidad de oír las verdades especiales para nuestros tiempos. La obligación de observar el cuarto mandamiento no les ha sido jamás presentada bajo su verdadera luz. Aquel que lee en todos los corazones y prueba todos los móviles no dejará que nadie que desee conocer la verdad sea engañado en cuanto al resultado final de la controversia…

El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven. Mientras la observancia del falso día de reposo (domingo), en obedecimiento a la ley del estado y en oposición al cuarto mandamiento, será una declaración de obediencia a un poder que está en oposición a Dios, la observancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia a la autoridad divina, recibirá el sello de Dios (El conflicto de los siglos, p. 591).

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Lección 10 | Miércoles 5 de septiembre__________________________________________

MILETO

De camino a Jerusalén, Pablo hizo otra parada, esta vez en Mileto, donde tuvo la oportunidad de transmitir su discurso de despedida a los líderes de la iglesia de Éfeso.

Lee Hechos 20:15 al 27. ¿Cuál fue el énfasis de Pablo en la parte introductoria de su discurso?

Hechos 20:15-27

15 Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos puerto en Samos; y habiendo hecho escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto. 16 Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Efeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén. 17 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. 18 Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, 19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; 20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, 21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. 22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. 24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. 25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. 26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

Como ya había hecho planes para un nuevo viaje, que incluía Roma y España (Rom. 15:22-29), Pablo creía que nunca más volvería a Asia. Entonces, comenzó su discurso con una especie de rendición de cuentas por los años que pasó en Éfeso. Sin embargo, ese informe apuntaba no solo al pasado, es decir, a la forma en que había vivido entre los efesios, sino también al futuro, ya que temía lo que pudiera ocurrirle en Jerusalén.

El temor de Pablo no era infundado. La iglesia de Jerusalén lo miraba con cierto escepticismo, por no decir con hostilidad, debido a su pasado como perseguidor y por predicar un evangelio sin circuncisión (Hech. 21:20-26). Para las autoridades judías, él no era más que un traidor y un apóstata de sus tradiciones religiosas (Hech. 23:1, 2). A mediados del siglo I, especialmente a causa del desgobierno romano, Judea también era presa de los ideales revolucionarios y nacionalistas. Esta atmósfera influía en todos los segmentos de la sociedad judía, incluida la iglesia posiblemente. En ese contexto, las actividades de aquel ex fariseo entre los gentiles debieron de haberlo convertido en una figura notoria (Hech. 21:27-36).

Pablo también tenía otras preocupaciones. En Hechos 20:28 al 31, se centró en cómo los dirigentes de la iglesia de Éfeso debían manejar el tema de los falsos maestros, a quienes comparó con lobos salvajes que tratarían de extraviar y pervertir el rebaño. Así que en la iglesia misma, e incluso en los primeros días de la iglesia, el peligro de los falsos maestros era real. Como dijo Salomón en otro momento y en otro contexto: “Nada hay nuevo debajo del sol” (Ecl. 1:9). La historia de la iglesia cristiana revela los increíbles daños que los falsos maestros le han ocasionado a la iglesia. El problema también seguirá existiendo hasta el fin (2 Tim. 4:3).

Sin duda Pablo tenía muchas cosas en mente, muchas preocupaciones; sin embargo, su fidelidad y su diligencia nunca vacilaron.

Lee 2 Corintios 4:8 al 14. ¿Qué dice Pablo aquí que debemos aplicar a nuestra vida, especialmente cuando vienen las pruebas? ¿Dónde pone Pablo su esperanza última?

2 Corintios 4:8-14

que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida. 13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

ESPÍRITU DE PROFECÍA

A menos que estén arraigados y cimentados en la verdad bíblica, y que tengan una conexión vital con Dios, muchos serán embelesados y engañados. Peligros no esperados acechan en nuestro camino. Nuestra única seguridad es velar y orar constantemente. Mientras más cerca vivamos de Jesús, más participaremos de su carácter puro y santo; y mientras más ofensivo nos parezca el pecado, más exaltada y deseable nos parecerá la pureza y el resplandor de Cristo.

Para encubrir su vida corrupta y aparentar que sus pecados son inofensivos, este hombre cita casos registrados en la Biblia de hombres buenos que cayeron bajo la tentación. Pablo hizo frente a este mismo tipo de hombres en sus días, y en todas las edades la iglesia ha sufrido la maldición de su presencia. En Mileto, Pablo reunió a los ancianos de la iglesia y los amonestó con respecto a lo que tendrían que encarar: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto como superintendentes para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán el rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno” [Hechos 20:28-31] (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 132).

Pablo llevaba consigo durante su vida en la tierra la misma atmósfera del cielo. Todos los que se relacionaban con él experimentaban la influencia de su contacto con Cristo y su comunión con los ángeles. En esto reside el poder de la verdad. La influencia espontánea e inconsciente de una vida santa es el sermón más convincente que se puede predicar en favor del cristianismo. Los argumentos, aunque sean incontestables, pueden provocar solo oposición; pero un ejemplo piadoso tiene un poder que es imposible resistir del todo.

Mientras el apóstol perdía de vista sus propios sufrimientos inmediatos, sentía una profunda preocupación por los discípulos a quienes dejaría para que hicieran frente al prejuicio, el odio y la persecución. Al tratar de fortalecer y animar[los]… les repitió las sumamente preciosas promesas que se dan a los que son perseguidos por causa de la justicia. Les aseguró que nada dejaría de cumplirse de todo lo que el Señor ha dicho con respecto a los que son probados y son fíeles. Se levantarán y resplandecerán, porque la luz del Señor aparecerá sobre ellos. Se revestirán de hermosas vestiduras cuando se revele la gloria de Jehová. Por un poco de tiempo podrán pasar por dificultades provocadas por numerosas tentaciones, podrán estar destituidos de las comodidades de la tierra; pero deben animar sus corazones al decir: “Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito”. 2 Timoteo 2:12. Su reprensión concluirá, y llegará la alegre mañana de la paz y el día perfecto (La historia de la redención, p. 333).

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Jueves 6 de septiembre | Lección 10______________________________________________

TIRO Y CESAREA

Después de Mileto, Lucas registra el viaje de Pablo con cierto detalle. Aún en camino a Jerusalén, el apóstol pasó una semana en Tiro, en la costa fenicia, donde debía descargar el barco (Hech. 21:1-6). Sin embargo, mientras estuvo allí, los creyentes lo instaron a que no fuera a Jerusalén. El hecho de que los creyentes fueran guiados por el Espíritu para advertirle a Pablo que no fuera a Jerusalén no necesariamente está en contradicción con la orientación anterior del apóstol. El griego eteto en tō pneumati, de Hechos 19:21, debería traducirse como “resolvió/se propuso en el Espíritu”, en lugar de dar a entender que Pablo tomó esta decisión por su cuenta. El hecho es que el Espíritu quizá les haya mostrado a los cristianos de Tiro los peligros que le sobrevendrían a Pablo; y por ende, con gran preocupación, le recomendaron que no prosiguiera con su objetivo. Ni siquiera Pablo estaba seguro de lo que le sucedería en Jerusalén (Hech. 20:22, 23). La dirección divina no siempre deja todo en claro, incluso para alguien como Pablo.

Lee Hechos 21:10 al 14. ¿Qué incidente especial tuvo lugar en Cesarea con respecto al viaje de Pablo a Jerusalén?

Hechos 21:10-14

10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, 11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. 12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. 13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. 14 Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.

Agabo era un profeta de Jerusalén que ya fue presentado en el relato de la hambruna en Hechos 11:27 al 30. Al igual que algunas profecías del Antiguo Testamento (por ejemplo, Isa. 20:1-6; Jer. 13:1-10), su mensaje fue actuado; funcionó como una ilustración vívida de lo que le sucedería a Pablo al llegar a Jerusalén, de cómo lo entregarían sus enemigos a los gentiles (los romanos).

Los que estaban con Pablo aparentemente consideraron que el mensaje de Agabo era una advertencia, no una profecía, por lo que intentaron por todos los medios convencer al apóstol de que no debía ir a Jerusalén. Aunque Pablo quedó profundamente conmovido por la reacción de ellos, estaba decidido a cumplir su misión, incluso a costa de su propia vida. Para él, la integridad del evangelio y la unidad de la iglesia eran más importantes que su propia seguridad o sus intereses personales.

“Nunca antes se había acercado el apóstol a Jerusalén con tan entristecido corazón. Sabía que iba a encontrar pocos amigos y muchos enemigos. Se acercaba a la ciudad que había rechazado y matado al Hijo de Dios, y sobre la cual pendían los juicios de la ira divina” (HAp 318).

Malinterpretado, difamado, maltratado y a menudo vilipendiado. Sin embargo, Pablo siguió adelante con fe. ¿Cómo podemos aprender a hacer lo mismo en circunstancias desalentadoras?

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El gran apóstol Pablo era firme cuando el deber y los principios estaban en juego; predicaba a Cristo con gran arrojo; pero nunca se mostraba rudo o descortés. Era de corazón tierno, y siempre manifestaba bondad y solicitud hacia los demás. La cortesía era una de sus características señaladas y le dio acceso al mundo de una sociedad más encumbrada…

Pablo atraía corazones afectuosos dondequiera que iba; su alma estaba ligada a la de sus hermanos. Cuando se separaba de ellos, sabiendo y asegurándoles que nunca volverían a ver s rostro, los hermanos se llenaban de pesar, y le rogaban que permaneciera con ellos con tanto fervor que él exclamaba: “¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón?” Su corazón comprensivo se conmovía al presenciar y sentir su pesar frente a la separación definitiva. Ellos lo amaban, y sentían que no podían separarse de él. ¿Qué cristiano no admira el carácter de Pablo? Firme como una roca cuando defendía la verdad, era afectuoso y tierno como un niño cuando estaba rodeado de amigos (Mi vida hoy, p. 199).

El corazón de Pablo estaba lleno de un hondo y constante sentimiento de su responsabilidad; y él trabajaba en íntima comunión con Aquel que es la fuente de justicia, misericordia y verdad. Se aferraba a la cruz de Cristo como su única garantía de éxito. El amor del Salvador era el constante motivo que lo sostenía en sus conflictos con el yo y en su lucha contra el mal, a medida que en el servicio de Cristo avanzaba frente a la frialdad del mundo y a la oposición de sus enemigos.

Lo que la iglesia necesita en estos días de peligro, es un ejército de obreros que, como Pablo, se hayan educado para ser útiles, que tengan una experiencia profunda en las cosas de Dios, y que estén llenos de fervor y celo. Se necesitan hombres santificados, abnegados, valientes y fíeles; hombres en cuyos corazones habite Cristo, “la esperanza de gloria” [Colosenses 1:27], y que con labios tocados por el fuego santo prediquen “la palabra” [2 Timoteo 4:2]. Por falta de tales obreros, la causa de Dios languidece, y errores fatales, como un veneno mortífero, mancillan la moral y agostan las esperanzas de gran parte de la especie humana (Obreros evangélicos, p. 62).

Dios nos ha dado nuestras facultades intelectuales y morales; pero en extenso grado cada persona es arquitecto de su propio carácter. Cada día va subiendo la estructura. La Palabra de Dios nos advierte que prestemos atención a cómo edificamos, para que nuestro edificio se funde, en la Roca eterna. Llegará el tiempo en que nuestra obra quedará revelada tal cual es. Ahora es el momento para que todos cultiven las facultades que Dios les ha dado, a fin de que puedan desarrollar un carácter que tenga utilidad aquí y sea apto para la vida superior…

Dios pide almas fuertes, valientes, cristianas, activas y vivas, que sigan al verdadero Modelo, y que ejerzan una influencia definida por Dios y lo recto. El Señor nos ha confiado, como cometido sagrado, verdades importantísimas y solemnes, y debemos demostrar su influencia en nuestra vida y carácter (Testimonios para la iglesia, tomo 4, pp. 649, 650).

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Lección 10 | Viernes 7 de septiembre____________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“El éxito que acompañaba la predicación del evangelio despertó de nuevo la ira de los judíos. De todas partes llegaban noticias de la divulgación de la nueva doctrina, por la cual los judíos eran relevados de la observancia de los ritos de la ley ceremonial y los gentiles eran admitidos con iguales privilegios que los judíos como hijos de Abraham. En su predicación en Corinto, Pablo presentó los mismos argumentos que defendió tan vigorosamente en sus epístolas. Su enfática declaración: ‘No hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión’ (Col. 3:11), era considerada por sus enemigos como una osada blasfemia, y decidieron reducir su voz al silencio” (HAp 312).

“No podía contar siquiera con el apoyo y la simpatía de los hermanos en la fe. Los judíos inconversos que le habían seguido muy de cerca el rastro no habían sido lentos en hacer circular, acerca de él y su trabajo, los más desfavorables informes en Jerusalén, tanto personalmente como por carta; y algunos, aun de los apóstoles y los ancianos, habían recibido esos informes como verdad, sin hacer esfuerzo alguno por contradecirlos, ni manifestar deseo de concordar con él” (HAp 319).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Los doce discípulos que Pablo conoció en Éfeso anteriormente habían sido seguidores de Juan el Bautista y para ese entonces ya se habían hecho discípulos de Jesús (Hech. 19:1-7). ¿Por qué crees que es correcto usar este pasaje para solicitar el rebautismo de los cristianos (ya bautizados por inmersión) de otras confesiones que se unen a la fe adventista? ¿Hay alguna relevancia en el hecho de que Apolos no se haya rebautizado?
  2. Considera la situación de Pablo. Es rechazado por sus propios compatriotas que no creen en Jesús. Incluso de entre los judíos que sí creen en Jesús muchos observan a Pablo con gran suspicacia, y hasta con desconfianza, porque creen que está pervirtiendo los “emblemas”. Muchos de los paganos odian el evangelio que este proclama. Y sin embargo, ¿por qué insistía Pablo, a pesar de toda esta oposición? Aunque nosotros no somos Pablo, ¿qué podemos aprender de su historia?
  3. ¿Qué otros argumentos usa la gente para intentar demostrar el cambio del sábado al domingo o que la observancia del sábado ya no es obligatoria? ¿Cómo respondemos a esos argumentos y demostramos que obedecer el mandamiento del sábado no es más legalista que obedecer cualquiera de los otros nueve Mandamientos (es decir, si obedecemos por fe y con la comprensión de dónde radica nuestra única esperanza de salvación)?

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Escrito por: Tony García.

Gramática revisada por:
Pastor Noel Ruiloba y Nory Ester Garcia-Marenko

Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
http://www.sevendayradio.com
http://www.escuelasabaticamaestros.com
Madrid, España 2018

14 pensamientos en “LECCIÓN 10 – EL TERCER VIAJE MISIONERO – PARA EL 8 DE SEPTIEMBRE DE 2018

  1. Hola mis queridos hermanos Resiba mi mas cordial saludo de respeto y admiracion por el trabajo que realizan sere breve gracias por este ministerio que el señor le a dado es de gran vendicion para mi en lo personal espero que nuestro padre les de fuerza y mucha salud para seguir con su proyecto ya que es asi que yo como maestro de escuela sabatica comparto con mis hermanos

  2. Algunas sugerencias… si les parece bien.Abrazos Enset y Embre D. Nory & Noel Ruiloba

  3. buen día que Dios todopoderoso te reforcalesca te de mucha salud, fortalecimiento y vigor para seguir adelante este Bello ministerio que sin duda alguna es dirigido por El Espíritu Santo. estare orando por tu salud mi apreciado hermano Tony y por tu familia. qué la paz de Cristo repose en sus corazones

  4. Gracias espero continuar recibiendo. Gracias.

  5. Hno Tony:
    A semejanza de Pablo, te encuentras con dificultades. Hasta donde sé no hay hijo de Dios que no pase pruebas de fe. Es mi deseo y oracion que el autor de la vida restablezca tu salud. Bendiciones abundantes para tu familia y para los que te acompañan en este hermoso ministerio.
    Abrazos
    Alejandro (Peru

  6. Dios lo bendiga hermano y le de pronta recuperacion de su salud

  7. Hno Tony que nuestro Divino Creador le restaure su salud y lo siga bendiciendo en este ministerio que es de gran bendición para muchos de nosotros y así el nombre de Cristo Jesus sea exaltado

  8. Hola buenas tardes o noche Quería comentarles sobre este material, estos tres últimos correos en PDF no se puede descargar, no se si sólo a mi me pasa eso o, es que no está disponible pero, intentó descargar durante toda la semana y no se puede. Quisiera que me solucionen eso por favor 🙏🙏 Gracias hermanos Bendiciones para todos los que hacéis posible estas enseñanzas. Un saludo.

  9. Mi muy amado hermano Tony.
    gracias por el trabajo que usted y todos los que con usted colaboran hacen en bien de nosotros…Dios lo bendiga y quiera Dios que muy pronto se mejore estaré orando por su salud… le amo en el Señor.

  10. Hermano Tony gracias por el tiempo que eso Señor Jesus le da para compartir con nosotros el repaso de la lección, también usted menciona que su salud está un pique quebrantando, oraremos para que nuestro Dios le devuelva su salud y que usted junto con su equipo de trabajo puedan seguir adelante.
    Que Dios los bendiga grandemente, un abrazo a la distancia.

  11. hermano muchas gracias por la leccion de escuela sabática que DIOS lo siga bendiciendo en su minismterio ________________________________

  12. Querido hermano Tony, creo que la mayoría de las personas que visitamos esta página estamos consternados y preocupados por su salud. Ciertamente extrañamos sus comentarios pero es recomendable que usted descanse y atienda su salud. Le pido a Dios que se restablezca pronto. Dios le bendiga y le guarde. Saludos y un fuerte abrazo desde Villahermosa, Tabasco, México

  13. A mi querido hermano Tony que DIOS le bendiga le de mucha salud siempre ha sido para nosotros sus comentarios una bendición que DIOS le ha dado ese Don un saludo a la distancia y un abrazo

  14. Gracias x esta ayuda básica y necesaria. Fios los bendiga. Espero seguir recibiendo las proiimas lecciones.

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