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Lección 3: Para el 17 de octubre de 2020
LA LEY COMO EDUCADORA
Sábado 10 de octubre______________________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Deuteronomio 6:5; 31:9–27; Romanos 3:19–23; Apocalipsis 12:17; 14:12; Marcos 6:25–27; Hebreos 5:8.
PARA MEMORIZAR:
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Deut. 6:5).
Al advertir a los gálatas contra el legalismo, Pablo escribió: “Si esto es así, ¿estará la ley en contra de las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se hubiera promulgado una ley capaz de dar vida, entonces sí que la justicia se basaría en la Ley” (Gál. 3:21, NVI). Por supuesto, si alguna ley hubiera podido dar vida, esa habría sido la Ley de Dios. Y, sin embargo, el argumento de Pablo es que para nosotros, como pecadores, incluso la Ley de Dios no nos puede vivificar. ¿Por qué? “Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que mediante la fe en Jesucristo lo prometido se les conceda a los que creen” (3:22, NVI).
Si la Ley no puede dar vida a los pecadores, ¿cuál es su propósito, aparte de mostrarnos nuestra necesidad de la gracia? La Ley, entonces, ¿solo cumple una función negativa, solo está allí para mostrarnos nuestros pecados?
No, la Ley también existe para señalarnos el camino de la vida, que solo se encuentra en Jesús. De esto debería tratarse también la verdadera educación, que nos indica una vida de gracia, de fe y de obediencia a Cristo. Esta semana estudiaremos el papel de la Ley de Dios en todo el planteamiento de la educación cristiana. Aunque esta Ley no pueda salvarnos, veamos lo que sí puede enseñarnos sobre la fe, la gracia y el amor de Dios.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
En el Sermón del Monte de Cristo fueron dadas la luz y la verdad, y se establecieron principios que se aplican a toda condición de la vida, y a todo deber que Dios requiere de nosotros. Cristo había venido para magnificar y engrandecer la ley que El mismo había proclamado desde el Monte Sinaí a su pueblo escogido durante su peregrinación por el desierto…
En todas sus lecciones, Cristo buscó impresionar en las mentes y los corazones de sus oyentes los principios que subyacen a la gran norma de justicia. Les enseñó que si guardaban los mandamientos de Dios, el amor por Dios y por sus prójimos se manifestaría en su vida diaria. Buscó inculcar en sus corazones el amor que sentía por la humanidad. De esta forma sembró las semillas de la verdad, cuyos frutos producirán una rica cosecha de santidad y belleza de carácter. La santa influencia no sólo se seguirá extendiendo mientras el tiempo dure, sino que sus resultados se sentirán por toda la eternidad. Santificará las acciones y tendrá una influencia purificadora donde quiera que exista (Reflejemos a Jesús, {RJ}, p. 53).
La ley no se proclamó en esa ocasión para beneficio exclusivo de los hebreos. Dios los honró haciéndolos guardianes y custodios de su ley; pero habían de tenerla como un santo legado para todo el mundo. Los preceptos del Decálogo se adaptan a toda la humanidad, y se dieron para la instrucción y el gobierno de todos. Son diez preceptos, breves, abarcantes, y autorizados, que incluyen los deberes del hombre hacia Dios y hacia sus semejantes; y todos se basan en el gran principio fundamental del amor. “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo.” Lucas 10:27; véase también Deuteronomio 6:4, 5; Levítico 19:18. En los diez mandamientos estos principios se expresan en detalle, y se presentan en forma aplicable a la condición y circunstancias del hombre (Historia de los patriarcas y profetas, {PP}, p. 312).
El Salvador simbolizado en los ritos y ceremonias de la ley judía es el mismo que se revela en el Evangelio. Las nubes que envolvían su divina forma se han esfumado; la bruma y las sombras se han desvanecido; y Jesús, el Redentor del mundo, aparece claramente visible. El que proclamó la ley desde el Sinaí, y entregó a Moisés los preceptos de la ley ritual, es el mismo que pronunció el sermón sobre el monte. Los grandes principios del amor a Dios, que él proclamó como fundamento de la ley y los profetas, son sólo una reiteración de lo que él había dicho por medio de Moisés al pueblo hebreo: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todo tu poder.” Y “amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Deuteronomio 6:4, 5; Levítico 19:18. El Maestro es el mismo en las dos dispensaciones. Las demandas de Dios son las mismas. Los principios de su gobierno son los mismos. Porque todo procede de Aquel “en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Santiago 1:17 (Historia de los patriarcas y profetas, {PP}, p. 390).
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Lección 3 | Domingo 11 de octubre________________________________________________
AMAR Y TEMER A DIOS
El libro de Deuteronomio contiene las últimas palabras de Moisés a Israel antes de una nueva generación, la que finalmente entrará en la Tierra Prometida. Pero, antes de entrar, él les habla muy claro y les da instrucciones precisas.
Lee Deuteronomio 31:9 al 13. ¿Qué significa temer a Jehová?
Deuteronomio 31:9-13
9 Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel. 10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, 11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. 12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; 13 y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.
Dios fue deliberado en las formas de impartir su Ley a Israel. Hizo todas las provisiones para que sus leyes no quedaran en el olvido. De modo que Dios es un educador paciente. Enseña, repite, envía a profetas y utiliza a sus siervos para impartir su mensaje. Y lo hizo vez tras vez. De hecho, gran parte de los escritos del Antiguo Testamento ¿no son, acaso, intentos de Dios de enseñar a su pueblo a seguir el camino de la vida?
Observa en estos versículos que Moisés enfatiza la importancia de que las generaciones futuras aprendan la Ley. Moisés lo describe como un proceso de dos pasos. En primer lugar, los niños oyen la Ley, y luego “aprend[en ] a temer a Jehová vuestro Dios” (Deut. 31:13).
En primer lugar oyen, y luego aprenden a temer a Dios. Es decir, aprender la Ley presupone que el temor no será un resultado natural de conocerla. El proceso de temer a Dios debe aprenderse. Moisés da a entender que el conocimiento y el temor son un proceso, no una relación inmediata de causa y efecto.
Además, ¿qué significa “temer a Jehová” cuando se dice al pueblo: “Amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (6:5)? Quizá podamos compararlo con la forma en que un niño ama y teme a un buen padre, un padre que revela su amor y su cuidado al demostrar que habla en serio. Con un padre así, si haces algo malo, de hecho sufrirás las consecuencias de esa mala acción. Sí, nosotros podemos y debemos amar y temer a Dios al mismo tiempo. No son ideas contradictorias. Cuanto más aprendemos acerca de Dios, más lo amamos a causa de su bondad; y, sin embargo, al mismo tiempo, cuanto más conocemos a Dios, más podemos temerlo también, porque podemos ver cuán santo y justo es él y cuán pecaminosos e injustos somos nosotros, en contraste, y que solo por gracia (mérito inmerecido) no somos destruidos.
¿Cómo entiendes lo que significa amar y temer a Dios al mismo tiempo?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Los maestros religiosos debieran prestar mayor atención a la obra de instruir al pueblo en los hechos y las lecciones de la historia bíblica, y asimismo en las advertencias y los requisitos del Señor. Todas estas cosas deben presentarse en lenguaje sencillo, adaptado a la comprensión de los niños. Cuidar de que los jóvenes reciban instrucción en las Escrituras debe ser parte de la obra de los ministros y de los padres de familia.
Los padres de familia pueden y deben interesar a sus hijos en los variados conocimientos que se encuentran en las sagradas páginas. Pero si quieren interesar a sus hijos e hijas en la Palabra de Dios, ellos mismos deben sentir interés por ella. Deben familiarizarse con sus enseñanzas, y así como Dios lo ordenó a Israel, hablar de ellas, “ora sentado en tu casa, o andando por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes.” Deuteronomio 11:19. Los que quieran que sus hijos amen y reverencien a Dios deben hablar de su bondad, majestad y poder según se revelan en su Palabra y en las obras de la creación.
Cada capítulo y cada versículo de la Biblia es una comunicación directa de Dios a los hombres. Debiéramos atar sus preceptos en nuestras manos como señales y como frontales entre nuestros ojos. Si se los estudia y obedece, conducirán al pueblo de Dios, como fueron conducidos los israelitas por la columna de nube durante el día y la columna de fuego durante la noche (Historia de los patriarcas y profetas, {PP}, pp. 537, 538).
La verdadera reverencia hacia Dios nos es inspirada por un sentido de su infinita grandeza y un reconocimiento de su presencia. Este sentido del Invisible debe impresionar profundamente todo corazón. La presencia de Dios hace que tanto el lugar como la hora de la oración sean sagrados. Y al manifestar reverencia por nuestra actitud y conducta, se profundiza en nosotros el sentimiento que la inspira. “Santo y temible es su nombre” (Salmos 111:9, VM), declara el salmista. Los ángeles se velan el rostro cuando pronuncian ese nombre. ¡Con qué reverencia debieran pronunciarlo nuestros labios, puesto que somos seres caídos y pecaminosos! (Profetas y reyes, {PR}, p. 34).
Dios quiere que advirtáis la presencia divina. Su paz y consuelo, su gracia y gozo transformarán la sombra de muerte en radiante mañana y bienaventurada luz… Un espíritu de reverencia comprende que el corazón debe ser custodiado por el poder de Dios. Los ángeles ministradores abren los ojos de la mente y el corazón para que estos puedan ver cosas admirables en la ley divina, en el mundo natural y en las cosas eternas reveladas por el Espíritu Santo (Mi vida hoy, p. 300).
Dios nos amó con amor indecible, y nuestro amor hacia él aumenta a medida que comprendemos algo de la largura, la anchura, la profundidad y la altura de este amor que excede todo conocimiento. Por la revelación del encanto atractivo de Cristo, por el conocimiento de su amor expresado hacia nosotros cuando aún éramos pecadores, el corazón obstinado se ablanda y se somete, y el pecador se transforma y llega a ser hijo del cielo. Dios no utiliza medidas coercitivas; el agente que emplea para expulsar el pecado del corazón es el amor. Mediante él, convierte el orgullo en humildad, y la enemistad y la incredulidad, en amor y fe…
La ley no es más que una transcripción del carácter de Dios. Contemplad en vuestro Padre celestial una manifestación perfecta de los principios que constituyen el fundamento de su gobierno (El discurso maestro de Jesucristo, {DMJ}, pp. 66, 67).
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Lunes 12 de octubre | Lección 3___________________________________________________
UN TESTIGO CONTRA NOSOTROS
Cuando Moisés se entera de que pronto morirá, es totalmente consciente de la situación que dejará atrás. Él sabe que, después de su muerte, los israelitas entrarán en la Tierra Prometida de Canaán. También sabe que se volverán rebeldes al llegar a su destino, tan anhelado.
Lee Deuteronomio 31:14 al 27. ¿Qué preparativos hace Moisés antes de su muerte? ¿Cuáles eran las principales preocupaciones de Moisés y cómo las aborda?
Deuteronomio 31:14-27
14 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión. 15 Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo. 16 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él; 17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí? 18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos. 19 Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. 20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto. 21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la tierra que juré darles. 22 Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel. 23 Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo. 24 Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse, 25 dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo: 26 Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. 27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?
El tono de Moisés quizá parezca el de un maestro que se prepara para un suplente. Él sabe que sus alumnos se han portado mal en su presencia en el aula; no es tan ingenuo como para pensar que no se rebelarán en su ausencia. Instruye a los levitas que llevaron el Arca del Pacto para que coloquen el Libro de la Ley junto al Arca para que sirva de “testigo”. Moisés no está simplemente comunicando un plan de clase para su suplente, está dejando un testigo. Moisés habla del Libro de la Ley como si fuera un ser vivo con poder para reprender el corazón de los hombres.
Piensa en la Ley como un “testigo contra” ellos. ¿Cómo entendemos esta idea también en el Nuevo Testamento? Ver Romanos 3:19 al 23. Es decir, ¿cómo nos señala la Ley nuestra necesidad de la gracia?
Romanos 3:19-23
19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. 21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
En Deuteronomio 31, Dios ordena a Moisés que escriba un cántico que el Señor enseñó a Moisés. Luego Moisés deberá enseñarles el cántico a los israelitas para que, como indica el versículo 19, “me sea por testigo contra los hijos de Israel”. Nuevamente vemos las directivas de Dios personificadas. Un canto, al entonarlo, se comparte y se difunde con más facilidad. Y, cuando un canto es testigo, tiene la capacidad de hacer que la gente haga un autoexamen y vea lo que este dice de ella.
Aun cuando tratamos de obedecer la Ley divina con toda la fuerza que Dios nos da, ¿de qué manera su Ley funciona como un “testigo contra” nosotros? ¿Qué nos enseña este testigo sobre la necesidad del evangelio en nuestra vida?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Durante las peregrinaciones en el desierto, el Señor había tomado amplias disposiciones para que sus hijos recordasen las palabras de su ley. Después que se establecieran en Canaán, los preceptos divinos debían repetirse diariamente en cada hogar; debían escribirse con claridad en los dinteles, en las puertas y en tablillas recordativas. Debían componerse con música y ser cantados por jóvenes y ancianos. Los sacerdotes debían enseñar estos santos preceptos en asambleas públicas, y los gobernantes de la tierra debían estudiarlos diariamente. El Señor ordenó a Josué acerca del libro de la ley: “Antes de día y noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8 (Profetas y reyes, {PR}, p. 342).
Cuando comience el juicio y todos sean juzgados por las cosas escritas en los libros, la autoridad de la ley de Dios será considerada en una luz completamente diferente de la que ahora existe en el mundo cristiano. Satanás ha cegado los ojos de ellos y ha confundido su entendimiento, así como confundió y cegó a Adán y a Eva y los indujo a la transgresión. La ley de Jehová es grande así como su autor es grande. En el juicio será reconocida como santa, justa y buena en todos sus requerimientos. Los que quebrantan esa ley, comprenderán que tienen una seria cuenta que arreglar con Dios, pues las exigencias de Dios son decisivas (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 7, p. 997).
Dios exige en este tiempo precisamente lo que demandó de la santa pareja en el Edén: perfecta obediencia a sus mandatos. Su ley permanece inmutable en todos los siglos. La gran norma de justicia presentada en el Antiguo Testamento no es rebajada en el Nuevo Testamento. La obra del Evangelio no es debilitar las exigencias de la santa ley de Dios, sino elevar a los hombres hasta el punto donde puedan guardar sus preceptos.
La fe en Cristo que salva el alma no es lo que presentan muchos. «Cree, cree -es su clamor- ; solamente cree en Cristo y serás salvo. Eso es todo lo que tienes que hacer». La verdadera fe confía plenamente en Cristo para la salvación, pero al mismo tiempo inducirá a una perfecta conformidad con la ley de Dios. La fe se manifiesta mediante las obras. Y el apóstol Juan declara: «El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso»…
Es imposible que exaltemos la ley de Jehová a menos que nos aferremos de la justicia de Jesucristo (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, pp. 1072, 1073).
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Lección 3 | Martes 13 de octubre__________________________________________________
PARA QUE SEAS PROSPERADO
En la Biblia, de principio a fin escuchamos hablar de otros resultados de conocer y obedecer la Ley de Dios.
Lee Josué 1:7 y 8. ¿Qué le estaba diciendo el Señor a Josué, y cómo se aplican hoy a nosotros los principios que allí se encuentran?
Josué 1:7-8
7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
El Señor dice a Josué, cuando entra en Canaán: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas” (Jos. 1:7).
Esta noción de éxito como un subproducto de la obediencia puede parecer contraria a la forma en que se mide el éxito en nuestro mundo actual. Muchos creen hoy que las marcas del éxito son la innovación, la creatividad y la autosuficiencia. Para tener éxito en una industria en particular, a menudo se requiere asumir riesgos y tener un talento extraordinario.
Sin embargo, a los ojos de Dios, el éxito requiere un conjunto diferente de recursos.
Lee Apocalipsis 12:17; 14:12; Romanos 1:5; 16:26; y Santiago 2:10 al 12. ¿Qué nos dicen estos versículos hoy sobre la obediencia a la Ley de Dios? Es decir, aunque no somos salvos por obedecer la Ley de Dios, ¿por qué es tan importante que aun así la obedezcamos?
Apocalipsis 12:17
17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Apocalipsis 14:12
12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Romanos 1:5
5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
Romanos 16:26
26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,
Santiago 2:10-12
10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. 12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, Antiguo Pacto, Nuevo Pacto, no importa: como cristianos que creemos en la Biblia, somos llamados a obedecer la Ley de Dios. La transgresión de la Ley, también llamada pecado, solo puede acarrear dolor, sufrimiento y la muerte eterna. ¿Quién no ha aprendido o visto de primera mano los resultados del pecado, los resultados de la transgresión de la Ley de Dios? Así como el antiguo Israel prosperaría al obedecer la Ley (a pesar de que también necesitaba la gracia), así también nosotros hoy. Por lo tanto, como parte de la educación cristiana, debemos guardar la Ley de Dios como un componente central de lo que significa vivir por fe y confiar en la gracia de Dios.
¿Cuál ha sido tu experiencia con las consecuencias del pecado? ¿Qué has aprendido que podrías compartir con los demás para que, quizá, no cometan los mismos errores?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Si los hombres caminan en el sendero que Dios les ha señalado, tendrán un consejero cuya sabiduría está por encima de toda sabiduría humana. Josué era un general sabio porque Dios era su guía. La primera espada que Josué usó fue la espada del Espíritu, la Palabra de Dios…
Debido a que Josué tendría que hacer frente a las influencias más fuertes que se levantarían en contra de sus principios de justicia, el Señor misericordiosamente le encomendó que no se apartara ni a diestra ni a siniestra. Debía seguir un camino de estricta integridad… Si no hubiera habido peligro delante de Josué, Dios no le hubiera repetido una y otra vez que fuese valiente. Pero en medio de todas sus inquietudes, Josué tenía su Dios para guiarle…
Josué, el dirigente de Israel, escudriñó diligentemente los libros en los cuales Moisés había anotado fielmente las instrucciones impartidas por Dios… para no actuar imprudentemente (Conflicto y valor, {CV}, p. 116).
Así como la Biblia presenta dos leyes, una inmutable y eterna, la otra provisional y temporaria, así también hay dos pactos. El pacto de la gracia se estableció primeramente con el hombre en el Edén, cuando después de la caída se dio la promesa divina de que la simiente de la mujer heriría a la serpiente en la cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el perdón y la ayuda de la gracia de Dios para obedecer en lo futuro mediante la fe en Cristo. También les prometía la vida eterna si eran fieles a la ley de Dios. Así recibieron los patriarcas la esperanza de la salvación…
Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abrahán, no pudo ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en virtud de la promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad de redención. Fue aceptado por fe: no obstante, cuando Cristo lo ratificó fue llamado el pacto nuevo. La ley de Dios fue la base de este pacto, que era sencillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía con la voluntad divina, colocándolo en situación de poder obedecer la ley de Dios (Historia de los patriarcas y profetas, {PP}, pp. 386, 387).
Debemos tomar nuestra posición reconociendo plenamente el poder y la autoridad de la Palabra de Dios, sea que esté de acuerdo con nuestras opiniones preconcebidas o no. Tenemos un libro guía perfecto. El Señor nos ha hablado; y sean cuales fueren las consecuencias, debemos recibir su Palabra y practicarla en la vida diaria; de lo contrario, estaremos escogiendo nuestra propia versión del deber y haciendo exactamente lo contrario de lo que nuestro Padre celestial ha planeado que hagamos.
No nos pertenecemos a nosotros mismos para hacer lo que nos plazca. Somos llamados a ser representantes de Cristo. Fuimos comprados por precio. Como hijos e hijas elegidos de Dios, hemos de ser hijos obedientes, que actúen de acuerdo con los principios de su carácter como están revelados por medio de su Hijo (El ministerio médico, {MM}, pp. 337, 338).
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Miércoles 14 de octubre | Lección 3_______________________________________________
EL AFÁN Y LAS LUCHAS DE LOS QUE GUARDAN LA LEY
Hay grandes beneficios al cumplir la Ley de Dios, como se evidencia con las personas a quienes Dios prosperó. Josué se atuvo a los preceptos de Dios y dirigió bien al pueblo de Israel. Vez tras vez, el Señor le dijo a Israel que si obedecían la Ley prosperarían.
Lee 2 Crónicas 31:20 y 21. ¿Cuáles fueron las razones clave en este pasaje para la prosperidad de Ezequías?
2 Crónicas 31:20-21
20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. 21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.
Cualquiera que sea el lugar que ocupemos en la educación, debemos enfatizar la importancia de la obediencia. Sin embargo, nuestros alumnos no son tontos. Tarde o temprano constatarán que algunos son fieles, amantes y obedientes, y aun así, ¿qué? ¡También les ocurren desastres! ¿Cómo explicamos esto? Lo cierto es que no podemos. Vivimos en un mundo de pecado, de maldad, un mundo en el que el Gran Conflicto hace estragos, y ninguno de nosotros es inmune a él.
¿Qué nos enseñan los siguientes pasajes sobre esta difícil pregunta? Marcos 6:25–27; Job 1; 2; 2 Corintios 11:23-29.
Marcos 6:25–27
25 Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 26 Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla. 27 Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan.
Job 1
1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas. 3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales. 4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. 5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. 6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. 7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. 8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová. 13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, 14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, 15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. 16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. 17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. 18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; 19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia. 20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Job 2
1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. 2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. 3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? 4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. 5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. 7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. 8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. 9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. 10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. 11 Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle. 12 Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. 13 Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.
2 Corintios 11:23-29
23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. 29 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?
Sin lugar a dudas, las personas buenas y fieles, las personas respetuosas de la Ley, no siempre han prosperado, al menos según el mundo entiende la prosperidad. Y esta también podría ser una respuesta parcial a esta pregunta difícil, una pregunta que sin duda surgirá al intentar enseñar la importancia de la Ley. ¿Qué queremos decir exactamente con “prosperidad”? ¿Qué dijo el salmista? “Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos” (Sal. 84:10). Indudablemente, según los estándares del mundo, incluso quienes son fieles a Dios y obedientes a su Ley no siempre “prosperan”; al menos, por ahora. Perjudicamos a nuestros alumnos si les decimos lo contrario.
Lee Hebreos 11:13 al 16. ¿Cómo nos ayudan estos versículos a entender por qué los que son fieles, aun así, sufren en esta vida?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Ezequías y sus asociados instituyeron varias reformas para fortalecer los intereses espirituales y temporales del reino. “En todo Judá,” el rey “ejecutó lo bueno, recto, y verdadero, delante de Jehová su Dios. En todo cuanto comenzó … hízolo de todo corazón, y fue prosperado.” “En Jehová Dios de Israel puso su esperanza, … y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová fue con él; y en todas las cosas a que salía prosperaba.” 2 Crónicas 31:20, 21; 2 Reyes 18:5-7.
El reinado de Ezequías se caracterizó por una serie de providencias notables, que revelaron a las naciones circundantes que el Dios de Israel estaba con su pueblo…
Desde los tiempos de David, no había reinado rey alguno que hubiese obrado tan poderosamente para la edificación del reino de Dios en un tiempo de apostasía y desaliento. El moribundo rey había servido fielmente a su Dios, y había fortalecido la confianza del pueblo en Jehová como su Gobernante supremo (Profetas y reyes, {PR}, pp. 250-252).
Jesús no se interpuso para librar a su siervo. Sabía que Juan soportaría la prueba. Gozosamente habría ido el Salvador a Juan, para alegrar la lobreguez de la mazmorra con su presencia. Pero no debía colocarse en las manos de sus enemigos, ni hacer peligrar su propia misión. Gustosamente habría librado a su siervo fiel. Pero por causa de los millares que en años ulteriores debían pasar de la cárcel a la muerte, Juan había de beber la copa del martirio. Mientras los discípulos de Jesús languideciesen en solitarias celdas, o pereciesen por la espada, el potro o la hoguera, aparentemente abandonados de Dios y de los hombres, ¡qué apoyo iba a ser para su corazón el pensamiento de que Juan el Bautista, cuya fidelidad Cristo mismo había atestiguado, había experimentado algo similar!
Se le permitió a Satanás abreviar la vida terrenal del mensajero de Dios; pero el destructor no podía alcanzar esa vida que “está escondida con Cristo en Dios.” Se regocijó por haber causado pesar a Cristo; pero no había logrado vencer a Juan. La misma muerte le puso para siempre fuera del alcance de la tentación. En su guerra, Satanás estaba revelando su carácter. Puso de manifiesto, delante del universo que la presenciaba, su enemistad hacia Dios y el hombre (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, p. 196).
A todos nos tocan a veces momentos de intensa desilusión y profundo desaliento, días en que nos embarga la tristeza y es difícil creer que Dios sigue siendo el bondadoso benefactor de sus hijos terrenales; días en que las dificultades acosan al alma, en que la muerte parece preferible a la vida. Entonces es cuando muchos pierden su confianza en Dios y caen en la esclavitud de la duda y la servidumbre de la incredulidad. Si en tales momentos pudiésemos discernir con percepción espiritual el significado de las providencias de Dios, veríamos ángeles que procuran salvarnos de nosotros mismos y luchan para asentar nuestros pies en un fundamento más firme que las colinas eternas; y nuestro ser se compenetraría de una nueva fe y una nueva vida (Profetas y reyes, {PR}, p. 119).
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Lección 3 | Jueves 15 de octubre__________________________________________________
JESÚS, NUESTRO EJEMPLO
Jesucristo, el Hijo de Dios, fue el único que vivió en perfecta obediencia al Padre, en perfecta obediencia a la Ley de Dios. Hizo esto para poder ser no solo nuestro Sustituto, sino también nuestro Ejemplo.
Lee los siguientes pasajes: Lucas 2:51, 52; Filipenses 2:8; Hebreos 5:8; Juan 8:28, 29. ¿Cómo nos recuerdan la obediencia de Cristo a lo largo de su vida?
Lucas 2:51-52
51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. 52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Filipenses 2:8
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Hebreos 5:8
8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
Juan 8:28-29
28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. 29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Quizá Juan lo haya expresado mejor al escribir esto: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6). Cuando fijamos nuestros vista en la vida de Cristo y su ministerio en la Tierra, es fácil ver cómo complació al Padre con su obediencia. Cristo cumplió la profecía y obedeció las leyes de Dios durante toda su vida.
Así como Dios dijo a Moisés que escribiera su Ley para que fuera un testimonio para Israel, Cristo fue la encarnación viva del testimonio para sus apóstoles, sus discípulos, los pecadores y los santos. Ahora, en lugar de tener solo un conjunto de reglas para seguir, también tenemos que seguir el ejemplo de Jesús, un ser humano de carne y hueso, aunque divino.
Como maestros, ¿qué mejor modelo para seguir podemos presentar a los alumnos que el modelo de Jesús en su obediencia al Padre?
“Esa así llamada fe en Cristo que profesa eximir a los hombres de la obligación de obedecer a Dios no es fe sino presunción. ‘Por gracia sois salvos por medio de la fe’. Pero ‘la fe, si no tiene obras, está completamente muerta’ (Efe. 2:8; Sant. 2:17). Antes de venir a la Tierra, Jesús dijo de sí mismo: ‘Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío, y tu Ley está en medio de mi corazón’ (Sal. 40:8). Y, poco antes de ascender al cielo, dijo otra vez: ‘Yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor’ (Juan 15:10). La Escritura dice: ‘En esto sabemos que nosotros lo conocemos, si guardamos sus mandamientos […]. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:3-6).
¿Qué puedes hacer para seguir mejor el ejemplo de Cristo en todas las esferas de tu vida, y así ser un mejor maestro para los demás? Aunque es una idea vieja y trillada, ¿por qué lo que hacemos, nuestras acciones, hablan mucho más fuerte que lo que decimos?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
“Si alguno quiere venir en pos de mí -dijo Cristo-, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. Lucas 9:23. Esta es la prueba del discipulado. Si los miembros de la iglesia fueran hacedores de la Palabra, como solemnemente se comprometieron hacerlo en ocasión de su bautismo, amarían a sus hermanos y estarían tratando continuamente de fomentar la unidad y la armonía…
Los que creen en Cristo y caminan humildemente con él sin luchar por la supremacía, y tratan de ver qué pueden hacer para ayudar, bendecir y fortalecer las almas de los demás, colaboran con los ángeles que sirven a los herederos de la salvación. Jesús les da gracia, sabiduría y justicia, y los convierte en bendición para todos aquellos con quienes se relacionan. Mientras más humildes son en su propia opinión, más bendiciones reciben de Dios, porque éstas no los exaltan. Usan correctamente sus bendiciones, porque las reciben para impartirlas (Cada día con Dios, {CDCD}, p. 354).
Cristo vino a nuestro mundo y vivió en un hogar de aldeanos. Vistió las mejores ropas que sus padres pudieron proveerle, pero fueron ropas de campesino. Anduvo por ásperos senderos y escaló las pronunciadas laderas de las colinas y montañas. Cuando caminaba por las calles estaba aparentemente solo, porque los ojos humanos no podían contemplar a sus asistentes celestiales. Aprendió el oficio de carpintero, para poder señalar como honorable y ennoblecedora toda labor honesta realizada por los que trabajan con la mira puesta en la gloria de Dios…
Cristo, el Señor de toda la tierra, fue un humilde artesano. No fue comprendido, y se lo trató con desdén y desprecio. Pero había recibido su comisión y autoridad del poder más elevado, del Soberano del cielo. Los ángeles fueron sus servidores, porque Cristo estaba ocupado en los negocios de su Padre tanto cuando trabajaba junto al banco de carpintero como cuando realizaba milagros para las multitudes. Pero ocultó el secreto de la vista del mundo. No antepuso títulos elevados a su nombre a fin de que su posición fuera comprendida, sino que vivió la Ley real de Dios. Su obra comenzó al ennoblecer el humilde oficio del artesano que debía esforzarse por lograr su pan cotidiano… Si la vida de Cristo hubiera transcurrido entre los grandes y los ricos, el mundo de los que debían trabajar duramente se habría visto privado de la inspiración que el Señor quería que tuviera (Alza tus ojos, {ATO}, p. 65).
En vez de pensar en vuestros desalientos, pensad en el poder a que podéis aspirar en el nombre de Cristo. Aférrese vuestra imaginación a las cosas invisibles. Dirigid vuestros pensamientos hacia las manifestaciones evidentes del gran amor de Dios por vosotros. La fe puede sobrellevar la prueba, resistir a la tentación y mantenerse firme ante los desengaños. Jesús vive y es nuestro abogado. Todo lo que su mediación nos asegura es nuestro.
¿No creéis que Cristo aprecia a los que viven enteramente para él? ¿No pensáis que visita a los que, como el amado Juan en el destierro, se encuentran por su causa en situaciones difíciles? Dios no consentirá en que sea dejado solo uno de sus fieles obreros, para que luche con gran desventaja y sea vencido. El guarda como preciosa joya a todo aquel cuya vida está escondida con Cristo en él. De cada uno de ellos dice: “Ponerte he como anillo de sellar: porque yo te escogí.” Hageo 2:23 (El ministerio de curación, {MC}, pp. 388, 389).
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Viernes 16 de octubre Lección 3__________________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“El amor, base de la Creación y de la Redención, es el fundamento de la verdadera educación. Esto se ve claramente en la Ley que Dios ha dado como guía de la vida. El primero y grande mandamiento es: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente’ (Luc. 10:27). Amar al Ser infinito, omnisciente, con todas las fuerzas, la mente y el corazón, significa el desarrollo más elevado de todas las facultades. Significa que en todo el ser –el cuerpo, la mente y el alma– debe restaurarse la imagen de Dios.
“Semejante al primer mandamiento es el segundo: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’ (Mat. 22:39). La Ley de amor requiere la dedicación del cuerpo, la mente y el alma al servicio de Dios y de nuestros semejantes. Y este servicio, al par que nos constituye en bendición para los demás, nos proporciona a nosotros la más grande bendición. La abnegación es la base de todo verdadero desarrollo. Por medio del servicio abnegado, toda facultad nuestra adquiere su desarrollo máximo. Llegamos a participar cada vez más plenamente de la naturaleza divina. Somos preparados para el cielo, porque lo recibimos en nuestro corazón” (Ed 16).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- Al igual que el Israel de la antigüedad, debemos amar a Dios y temer a Dios al mismo tiempo (Mat. 22:37; Apoc. 14:7). En clase, conversen sobre cómo podemos hacer ambas cosas. Además, respondan la pregunta: ¿Por qué estos dos mandamientos no son incompatibles entre sí?
- ¿Cuál es la diferencia entre establecer una norma y formular una regla? Según tu experiencia, el Adventismo ¿está más preocupado por establecer normas elevadas dentro de su comunidad de creyentes o por instalar reglas que unan a su comunidad? ¿Qué dice la Escritura acerca de establecer normas elevadas personales? ¿Y para nuestra familia? ¿Y nuestra iglesia?
- ¿Cómo encontramos el equilibrio adecuado al mostrar la importancia de la obediencia a la Ley de Dios y, al mismo tiempo, mostrar por qué esta obediencia no es el motivo de nuestra salvación?
- Lee el Salmo 119 y observa cuántas veces se expresan las nociones de obediencia, libertad, leyes, reglas y mandamientos. ¿Qué quiere transmitir el autor del Salmo 119 sobre estos temas?
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COMENTARIO DEL VIDEO
Ley de Dios & Derechos
Biblia y espíritu de profecía
Días habla por medio de los Testimonios—Debemos seguir las instrucciones dadas por medio del espíritu de profecía. Debemos amar y obedecer la verdad para este tiempo. Esto nos salvará de aceptar fuertes engaños. Dios nos ha hablado por medio de su Palabra. El nos ha hablado por medio de los Testimonios para la iglesia, y por los libros que han ayudado a hacer claro nuestro deber actual y la posición que debemos ocupar.—Testimonies for the Church 8:298 (1904).
El joven rico Testimonios para la Iglesia, tomo I
Mientras me encontraba en Monterrey, Míchigan, el 8 de octubre de 1854 se me mostró en visión que la condición de muchos observadores del sábado era como la del joven rico que acudió a Jesús para averiguar lo que debía hacer a fin de heredar la vida eterna.
“Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿Qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno si no uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos. De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”. Mateo 19:16-26.
Jesús le citó al joven rico cinco de los últimos seis mandamientos, y también el segundo gran mandamiento que sirve como base a los últimos seis. El joven pensó que había guardado los que Jesús mencionó. El Señor no habló de los primeros cuatro mandamientos, que contienen nuestro deber hacia Dios. En respuesta a la pregunta del joven: “¿Qué más me falta?” Jesús le contestó: “Si quieres ser perfecto, anda vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo”.
Ahí estaba su deficiencia. Falló en guardar los primeros cuatro mandamientos, y también los últimos seis. Falló en amar a su prójimo como a sí mismo. Jesús dijo: “Dalo a los pobres”. Jesús tocó sus posesiones. “Vende lo que tienes y dalo a los pobres”. En esta referencia directa señaló cuál era su ídolo. Su amor a las riquezas era supremo, por lo tanto era imposible que él amara a Dios de todo corazón, con toda el alma y con toda la mente. Y ese amor supremo por sus riquezas cerró sus ojos a las necesidades de sus semejantes. No amó a su prójimo como a sí mismo, y por lo tanto falló en guardar los últimos seis mandamientos. Su corazón estaba con su tesoro. Fue absorbido por sus posesiones terrenas. Amaba sus posesiones más que a Dios, más que al tesoro celestial. Escuchó las condiciones de boca de Jesús. Si vendiera sus bienes y diera el producto a los pobres, tendría tesoro en el cielo. Esa era una prueba para establecer cuánto más apreciaba la vida eterna que las riquezas. ¿Se aferró él a la posibilidad de recibir la vida eterna? ¿Luchó sinceramente por remover el obstáculo que se encontraba en el camino que debía recorrer para tener un tesoro en el cielo? Oh, no; en cambio “se fue triste, porque tenía muchas posesiones”.
Se me llamó la atención a estas palabras: “Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”. Jesús dijo: “Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”. El ángel dijo: “¿Permitirá Dios a los ricos quedarse con sus riquezas y al mismo tiempo entrar en el reino de Dios?” Otro ángel contestó: “No, nunca”.
Vi que el plan de Dios es que esas riquezas se utilicen debidamente, que se distribuyan para bendición de los necesitados, y para hacer avanzar la obra de Dios. Si los hombres aman sus riquezas más de lo que aman a sus semejantes, más de lo que aman a Dios o las verdades de su Palabra, si sus corazones están con sus riquezas, no podrán tener vida eterna. Estarán más dispuestos a abandonar la verdad que a vender sus posesiones y dar el producto a los pobres. En esto se los prueba para demostrar cuánto aman a Dios, y cuánto aman la verdad; lo mismo que el joven de la Biblia, muchos se van tristes porque no pueden tener sus riquezas y también un tesoro en el cielo. No pueden tener ambas cosas, de modo que se arriesgan a perder la vida eterna por conservar las posesiones mundanales.
“Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”. Para Dios todo es posible. La verdad entronizada en el corazón por el Espíritu de Dios hará desaparecer el amor por las riquezas. El amor a Jesús y por las riquezas no puede permanecer en un mismo corazón. El amor de Dios sobrepasa tanto el amor a las riquezas que quien lo posee se desprende de sus riquezas y transfiere sus afectos a Dios. Mediante el amor es en adelante inducido a proveer recursos para la causa de Dios. Experimenta un placer supremo al disponer correctamente de los bienes del Señor. Predomina el amor a Dios y a sus semejantes, y todo lo que tiene no lo considera suyo propio, sino que cumple fielmente su deber como mayordomo de Dios. Así puede cumplir los dos grandes mandamientos de la ley: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Mateo 22:37.
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:39. En esta forma es posible que un rico entre en el reino de Dios. “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros”. Mateo 19:29-30. Aquí está la recompensa para los que se sacrifican por Dios. Reciben cien veces más en esta vida y también heredarán la vida eterna.
“Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros”. Se me mostró aquellos que reciben la verdad pero no viven de acuerdo con ella. Se aferran a sus posesiones y no están dispuestos a distribuir parte de sus bienes para hacer progresar la causa de Dios. No tienen fe para aventurarse y confiar en Dios. Su amor a este mundo absorbe su fe. Dios pide una parte de sus bienes, pero ellos no le obedecen. Razonan que han trabajado duramente para obtener lo que poseen, de modo que no pueden prestarlo al Señor, porque temen padecer necesidad. “Hombres de poca fe”. Lucas 12:28. El mismo Dios que cuidó a Elías en tiempo de hambre, no dejará abandonado a ninguno de sus hijos abnegados. El que tiene contados los cabellos de las cabezas de sus hijos, los cuidará y los sustentará en el día cuando haya hambre. Mientras los malvados perezcan a su alrededor por falta de pan, su pan y su agua estarán seguros. Los que sigan aferrándose a su tesoro terrenal, y no dispongan en forma adecuada de lo que Dios les ha prestado, perderán su tesoro en el cielo y también la vida eterna. Dios en su providencia ha enternecido los corazones de algunos que poseen riquezas, y los ha convertido a la verdad, para que con sus bienes contribuyan a mantener en marcha su obra. Y si los que son ricos no hacen esto, si no cumplen el propósito de Dios, él los pasará por alto, y traerá a otros para que llenen su lugar y cumplan su propósito, y distribuyan gozosamente sus posesiones para satisfacer las necesidades de la causa de Dios. En esto serán primeros. Dios tendrá en su causa a personas que harán esto.
El podría enviar recursos financieros desde el cielo para llevar adelante su obra; pero él no trabaja en esta forma. Ha dispuesto que los seres humanos sean sus instrumentos, y que así como se efectuó un gran sacrificio para redimirlos, también ellos desempeñen una parte en esta obra de salvación, sacrificándose por los demás, y al hacerlo muestren cuánto aprecian el sacrificio que se hizo por ellos.
Se me dijo que prestara atención a lo que dice Santiago 5:1-3: “¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros”.
Vi que estas temibles palabras se aplican especialmente a los ricos que profesan creer la verdad presente. El Señor los llama a usar sus recursos a fin de hacer progresar su causa. Se les presentan oportunidades, pero ellos cierran sus ojos a las necesidades de la causa, y se aferran a su tesoro terrenal. Su amor por el mundo es mayor que su amor por la verdad, su amor por sus semejantes o su amor por Dios. El pide que le den de sus bienes, pero ellos retienen lo que poseen en forma egoísta y codiciosa. Dan un poquito una vez u otra para tranquilizar su conciencia, pero no han vencido su amor por este mundo. No se sacrifican por Dios. El Señor ha traído a otros que aprecian la vida eterna, y que pueden sentir y comprender algo de lo que vale el alma, y que han dado abundantemente de sus recursos para hacer progresar la causa de Dios. La obra está por concluirse, y pronto ya no se necesitarán los recursos de los que han conservado sus riquezas, sus grandes granjas, su ganado, etc. Vi al Señor volverse airado hacia tales personas, y pronunciar estas palabras: “¡Vamos ahora, ricos!”
El ha llamado, pero no habéis querido escuchar. El amor a este mundo ha ahogado su voz. Ahora ya no os necesita, de modo que os deja diciéndoos: “Vamos ahora, ricos!” Vi que era algo terrible ser abandonado por el Señor en esa forma, que era algo espantoso aferrarse a los bienes perecederos de este mundo, cuando él ha dicho que si vendemos y damos ofrendas, podemos hacernos tesoros en el cielo. Se me mostró que al ir concluyendo la obra, y al avanzar la verdad con gran poder, esos hombres ricos traerán sus recursos y los colocarán a los pies de los siervos de Dios, rogándoles que los acepten. La respuesta de los siervos de Dios será: ¡Vayan ahora, ricos!” vuestros recursos ya no son necesarios. Los retuvisteis cuando hubiérais podido hacer bien haciendo progresar la causa de Dios. Los necesitados han sufrido, porque no han sido bendecidos con vuestros recursos. Dios no aceptará vuestras riquezas ahora. “¡Vayan ahora, ricos!”
Luego se me dijo que prestara atención a estas palabras: “He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos” Santiago 5:4. Vi que Dios no estaba en todas las riquezas que se obtienen. Con frecuencia Satanás tiene mucho más que ver que Dios con la adquisición de propiedades. Muchas riquezas se obtienen porque no se paga con justicia a los obreros. El hombre rico naturalmente es codicioso, obtiene sus riquezas oprimiendo a sus obreros y sacando ventaja de la gente cuando quiera que puede hacerlo, con lo cual añade a un tesoro que devorará su carne como fuego.
Algunos no siguen una conducta honrada ni sincera. Los tales deben actuar en forma muy diferente y trabajar rápidamente para redimir el tiempo. Muchos observadores del sábado yerran en esto. Se aprovechan de sus hermanos pobres, y los que tienen abundancia de recursos exigen a sus hermanos que están en situación embarazosa y angustiosa por falta de recursos, un precio superior al valor real de las cosas que les venden, mucho más de lo que ellos mismos pagarían. Dios conoce todas estas cosas. Todo acto egoísta, toda extorsión codiciosa, traerá su recompensa.
Vi que es cruel e injusto no tener consideración de la situación de un hermano. Si él está angustiado y empobrecido, a pesar de hacer lo mejor que puede, se le debe hacer alguna concesión. Ni siquiera se le debe exigir el pleno valor de las cosas que compre a los ricos; sino que ellos deben manifestar compasión hacia él. Dios aprobará tales actos de bondad, y el que los haga no perderá su recompensa. Pero una terrible cuenta subsiste contra muchos observadores del sábado por actos de egoísmo y avaricia.
Me fue recordado un tiempo en el cual eran pocos los que escuchaban y abrazaban la verdad. Estos no tenían muchos bienes de este mundo. Las necesidades de la causa se dividían entre muy pocos. Entonces era necesario que algunos vendiesen sus casas y tierras, y consiguiesen otras más baratas para usarlas como refugio u hogar, mientras que prestaban libre y generosamente sus recursos al Señor para publicar la verdad y ayudar de otras maneras a hacer progresar la causa de Dios. Mientras contemplaba a estos hermanos abnegados, vi que habían soportado privaciones para beneficiar a la causa. Vi a su lado a un ángel que señalaba hacia arriba y decía: “¡Tenéis bolsas en el cielo! Tenéis en el cielo bolsas que no envejecen. Resistid hasta el fin y grande será vuestra recompensa”.
Dios ha estado obrando en muchos corazones. La verdad por la cual unos pocos se sacrificaron tanto, a fin de presentarla a otros, ha triunfado, y multitudes la han aceptado. En su providencia Dios ha obrado en ciertas personas acaudaladas, y las ha traído a la verdad a fin de que a medida que la obra crece, sean suplidas las necesidades de la causa. Muchos recursos han ingresado en las filas de los observadores del sábado, y vi que actualmente Dios no exige las casas que la gente necesita para vivir, a menos que se quieran cambiar casas costosas por otras más económicas. Pero si los que están en la abundancia no oyen su voz para separarse del mundo y no hacen un sacrificio para Dios, vendiendo parte de su propiedad y tierra, él los pasará por alto, y llamará a quienes estén dispuestos a hacer cualquier cosa para Jesús, hasta el punto de vender sus casas para satisfacer las necesidades de la causa. Dios quiere ofrendas voluntarias. Los que den deben considerar que es privilegio el poder hacerlo. Algunos dan de su abundancia, pero no les falta nada. No se niegan especialmente de ninguna cosa por la causa de Cristo. Todavía tienen todo lo que el corazón puede desear. Dan liberalmente y de corazón. Dios los observa y conoce y percibe con exactitud sus acciones y motivos. Ellos no perderán su recompensa.
Los que no pueden dar con tanta liberalidad, no deben excusarse porque no pueden hacer tanto como otros. Haced lo que podáis. Privaos de algunas cosas que no son indispensables y sacrificaos por la causa de Dios. Lo mismo que la viuda, dad vuestras dos moneditas. Y en realidad daréis más que todos los que dan de su abundancia; y sabréis cuán dulce es negarse a sí mismo para dar a los necesitados, sacrificarse por la verdad y hacerse tesoros en el cielo.
Se me mostró que los jóvenes, especialmente los varones jóvenes, que profesan la verdad, tienen que aprender una lección de abnegación. Si éstos hicieran más sacrificios por la verdad, la tendrían en más estima. Afectaría su corazón y purificaría sus vidas, y la considerarían más sagrada.
Los jóvenes no soportan la carga de la causa de Dios, ni sienten ninguna responsabilidad con respecto a ella. ¿Es porque Dios los ha excusado? Oh, no; ¡ellos se excusan a sí mismos! Ellos están aliviados y otros se encuentran cargados. No comprenden que no se pertenecen a sí mismos. Sus fuerzas y su tiempo no son suyos. Han sido comprados por un precio. Un costoso sacrificio se hizo por ellos, y a menos que posean el espíritu de abnegación y sacrificio, nunca podrán poseer la herencia inmortal.
PACTO: Término que se usa en la Biblia para referirse a los convenios entre Dios y el hombre; especifica las condiciones, los privilegios y las responsabilidades entre las partes pactantes. El pacto es un acuerdo formal.
Dios no hace contrato con el hombre.
-Un contrato determina la imposición del lado más fuerte de los participantes
-Un contrato restringe la libertad de los participantes, imponiendo severas sentencias, multas y cargos al infractor
-Un contrato está escrito en forma imperativa (estipulaciones, requisitos, obligaciones, sanciones, etc.)
¿Por qué Dios no hace contrato con nosotros?
Porque:
-Dios creó al hombre con libre albedrío
-Dios, basado en el libre albedrío, respeta la decisión que el hombre toma
-Dios nunca actúa por la fuerza, solamente actúa si el hombre se lo permite
-Dios inicia el pacto y ofrece como garantía la gracia en el cumplimiento de este pacto
Es preciso tener en cuenta que el pacto no está escrito en forma imperativa; está escrito en una forma amorosa: «Si quisiereis y oyereis…» Dios promete miles de bendiciones a cambio de un solo requisito por parte del humano; y ese requisito es la obediencia.
Dios ha hecho pactos con el hombre a lo largo de toda la vida de este mundo.
-A las puertas del jardín de Edén se hace el primer pacto entre Dios y la raza recién caída. El símbolo o señal, es la muerte.
-Dios hace un pacto con Noé, con la humanidad y los animales después del diluvio; El símbolo o señal es el arcoíris.
-Dios pacta con Abraham. El símbolo o señal es la circuncisión.
-Dios hace pacto con el pueblo de Israel: El símbolo son los diez mandamientos escritos en tablas de piedras
-Dios hace un pacto con el rey David. El símbolo es la «estrella de David,» que significa cetro y trono perpetuo a través de nuestro Señor Jesucristo.
Y el último pacto que se hace es con el cristianismo moderno, al escribir su ley en nuestros corazones. El símbolo es invisible, no se puede ver; es un pacto de fe, que se acepta por fe. También se basa en la obediencia. Dios pide que cada pactante le obedezca: Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando (Juan 15:14)
Muchas veces escuchamos que al Pentateuco o sea los cinco libros que escribió Moisés se les llama los libros de la ley, y a veces no logramos comprender porqué se les llama a los cinco libros de Moisés: «el Torah o la ley.»
Las leyes que nosotros mas comúnmente conocemos y hablamos de ellas, son en primer lugar los diez mandamientos, también hablamos de la ley ceremonial, la ley civil y de la ley de salud; pero en realidad Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio encontramos que hay un total de 35 leyes diferentes que Dios entregó a Moisés.
Estas son las diferentes leyes que Dios entregó a Moisés en los cinco libros primeros de la Biblia:
1-Los Diez Mandamientos
2-Ley acerca de Dios
3-Ley acerca de la ley
4- Ley de Señales y Símbolos
5-Ley de Oraciones y Bendiciones
6-Ley de Amor y Hermandad
7-Ley sobre el Pobre y el Desafortunado
8-Ley acerca del Trato a los Gentiles
9-Leyes sobre el Matrimonio, Divorcio y Familia
10-Leyes acerca de Relaciones Sexuales Prohibidas
11-Leyes sobre Descansos y Fiestas
12-Leyes Dietéticas
13-Leyes sobre Prácticas de Negocios
14-Leyes sobre Empleados, Sirvientes y Esclavos
15-Leyes sobre Votos, Promesas y Juramentos
16-Leyes acerca del Año Sabático y el Año del Jubileo
17-Leyes sobre Corte y Proceso Judicial
18-Leyes sobre Daños y Perjuicios
19-Leyes acerca Propiedades y Derecho a la Propiedad
20-Leyes Criminales
21-Leyes sobre Castigo y Restitución
22-Leyes acerca de Profecías
23-Leyes sobre Idolatría, Idolatras y Prácticas Idólatras
24-Leyes de Agricultura y Ganadería
25-Leyes de Vestimentas
26-Leyes sobre Primogénitos
27-Leyes sobre Sacerdotes y Levitas
28-Leyes acerca de Ofrendas, Diezmos e Impuestos
29-Leyes sobre el Templo, El Santuario y los Objetos Sagrados
30-Leyes acerca de Sacrificios y Ofrendas
31-Leyes acerca de los Rituales de Pureza e Impureza
32-Leyes de Leprosos y Lepra
33-Ley acerca del rey
34-Leyes sobre Nazarenos
35-Leyes de Guerra.
El mundo judío a estos 613 mandamientos, ellos le llaman “613 MITZVOS”
Hay eruditos judíos que encuentran mas de 613 mandamientos y hay otros que encuentran menos de 613 mandamientos, pero en un sentido general se reconoce y se sostiene ya por mas de 11 siglos, que son 613 mandamientos los que Dios dio a Moisés en los primeros cinco libros de la Biblia.
Hay que notar que muchos consideran el numero 613 como un número “GEMATRICO” Un número o cifra gemátrica es aquella que tiene mas de un significado. Un ejemplo es el 666, como número significa 666, pero gemátricamente hablando, también significa otra cosa.
Ellos dicen que el número 613 aparte de ser el número 613 literalmente hablando, también es un numero gemátrico ya que representa al número 10: 6 + 1 + 3 = 10
Ellos dicen que, así como el 10 se puede encontrar en el 613, también los diez mandamientos se pueden encontrar en los 613 mandamientos y viceversa. En otras palabras, para ellos los 613 mandamientos es una derivación de los 10 mandamientos, los cuales son la base y fundamento para cualquier otra ley que exista aquí en la tierra; ¡Muy interesante Pensamiento!
Aquí les dejamos una joya de información para usted, es largo, es extenso, es profundo, es impresionante, le invitamos a que le dedique tiempo, y usted encontrará cosas que nunca se imaginó.
Nota: Si usted encuentra que la cita que se ha provisto no hace sentido con el mandamiento, por favor lea el versículo anterior. Hay mucha discrepancia en las versiones bíblicas, muchas de ellas van con un versículo atrasado, incluyendo la versión hebrea de donde esta información se ha tomado.
LOS 613 MANDAMIENTOS: 365 de ellos están escritos en forma negativa y 248 de ellos están escritos en forma positiva
DIOS
- Creer en Dios (Ex. 20:2; Deut. 5:6 (N) -Positivo
- No creer que hay otro dios sino solo Dios el Eterno (Ex. 20:3) – Negativo
- No blasfemar el nombre de Dios, (Éxodo 22: 27 o 28) su castigo es muerte (Lev. 24:16) – Negativo
- Santificar el nombre de Dios (Lev. 22:32) – positivo
- No profanar el nombre de Dios (Lev. 22:32) -negativo
- Creer que Dios es uno (Deut. 6:4) – positivo
- Amar a Dios (Deut. 6:5) – positivo
- Temer a Dios con reverencia (Deut. 6:13; 10:20) – Positivo
- No tentar o provocar a Dios (Deut. 6:16) -Negativo
- Seguir sus caminos (Deut. 28:9) – Positivo
LEY
- Honrar al anciano y el sabio (Lev. 19:32)- Positivo
- Aprender la ley y enseñarla (Deut. 6:7) – Positivo
- Juntarse con quienes conocen a Dios (Deut. 10:20) – Positivo
- No añadirle a la ley (Deut. 13:1) (N) – Negativo
- No quitarle a la ley (Deut. 13:1) (N) – Negativo
- Cada persona debe escribir un pergamino de la ley para sí mismo (Deut. 31:19) -Positivo
SEÑALES Y SÍMBOLOS
- Circuncidar a todo varón descendiente (Gen. 17:12; Lev. 12:3) – Positivo
- Poner flecos en el borde de los vestidos (Num. 15:38) – Positivo
- Atar filacterias en la frente (Deut. 6:8) -Positivo
- Atar filacterias en el brazo (Deut. 6:8) – Positivo
- Escribir la ley en los postes de las casas y en las puertas (Deut. 6:9) -Positivo
ORACIONES Y BENDICIONES
- Servir a Dios de acuerdo al talmud; en éste caso “servir” significa orar (Ex. 23:25; Deut. 6:13)
- Leer el “Oye Israel” o Shema (Deut. 6:4-5) al levantarse y al acostarse (Deut. 6:7)
- Dar gracias por las comidas (Deut. 8:10)
- No erigir monumentos de piedras o pintar piedras para adorarlas (Lev. 26:1)
AMOR Y HERMANDAD
- Amar a los humanos que están bajo el pacto de la ley (Lev. 19:18)
- No atentar contra la vida del prójimo (Lev. 19:16)
- No engañar al prójimo (Lev. 25:17)
- No difamar (Lev. 19:16) (N)
- No guardar odio en el corazón (Lev. 19:17)
- No vengarse (Lev. 19:18)
- No guardar rencor (Lev. 19:18)
- No permitirás que tu hermano erre (Lev. 19:17)
- No maldecir al sordo, tampoco maldecir al que puede escuchar (Lev. 19:14)
- No poner tropiezo al ciego (Lev. 19:14)
- Corregir al pecador (Lev. 19:17)
- Ayudar a otro que trata de levantar su bestia caída (Ex. 23:5)
- Ayudar a otro a mover la carga de su bestia caída (Deut. 22:4)
- No dejar sin auxilio a la bestia que ha caído bajo su carga (Deut. 22:4)
EL POBRE Y EL DESAFORTUNADO
- No maltratar a la viuda ni al huérfano (Ex. 22:21) (N)
- No segar el terreno hasta las orillas (Lev. 19:9; Lev. 23:22)
- Dejar lo no segado para el pobre (Lev. 19:10)
- Al segar, no recoger las espigas que se caen (Lev. 19:9)
- Dejar las espigas que se caen para el pobre (Lev. 19:9)
- No coger de la viña el fruto defectuoso (Lev. 19:10)
- Dejar para el pobre el fruto defectuoso de la viña (Lev. 19:10; Deut. 24:21)
- No recoger las uvas que se han caído (Lev. 19:10)
- Dejar las uvas, solas, en el viñedo, para el pobre (Lev. 19:10)
- No volverse a recoger las ramas de olivas (Deut. 24:19)
- Dejar para el pobre las ramas que se quedaron (Deut. 24:19-20)
- No abstenerse de ayudar al hermano pobre dándole lo que necesita (Deut. 15:7)
- Hacer caridad según la capacidad de uno (Deut. 15:11)
EL TRATO A LOS GENTILES
- Amar al extranjero (Deut. 10:19)
- No engañar al extranjero (Ex. 22:20) (N)
- No explotar al extranjero en la compra y venta (Ex. 22:21)
- No contraer matrimonio con los paganos o gentiles (Deut. 7:3)
- Puede exigirse el pago al extranjero (Deut. 15:3)
- Al extranjero se le puede prestar con interés (Deut. 23:21)
MATRIMONIO, DIVORCIO Y FAMILIA
- Honrar a padre y madre (Ex. 20:12)
- No golpear al padre o a la madre (Ex. 21:15)
- No maldecir al padre o a la madre (Ex. 21:17)
- Temer reverente-mente al padre y a la madre (Lev. 19:3)
- Ser fructífero y multiplicarse (Gen. 1:28)
- El eunuco no se puede casar con las hijas de Israel (Deut. 23:2) (N)
- El bastardo no se puede casar con la hija de un israelita (Deut. 23:3) (N)
- El amonita o el moabita nunca se podrán casar con la hija de un israelita (Deut. 23:4)
- Excluir de a los descendientes de Esaú de la congregación de Israel, por tres generaciones(Deut. 23:8-9) (N)
- Excluir a los descendientes de los egipcios de la congregación de Israel por tres generaciones (Deut. 23:8-9) (N)
- No debe haber prostituta en Israel (Deut. 23:18)
- Tomar esposa mediante ceremonia formal (Deut. 24:1)
- El recién casado estará libre de compromisos de labor pública por un año (Deut. 24:5)
- La recién casada estará libre de compromisos de labor pública por un año (Deut. 24:5)
- No quitar los derechos de una esposa, si el marido tomara otra mujer por esposa (Ex. 21:10)
- La mujer de quien se sospeche ha cometido adulterio será tratada según la ley (Num. 5:30)
- Quien difame el honor de una esposa virgen deberá vivir con ella toda la vida (Deut. 22:19)
- Quien difame a su esposa calumniándola no podrá divorciarse de ella en toda su vida (Deut. 22:19)
- El divorcio debe ser mediante documento legal (Deut. 24:1)
- Quien se divorcie no podrá volver a casarse con la misma mujer, si la mujer después del divorcio se casó con otro hombre (Deut. 24:4)
- La viuda, cuyo esposo murió sin dejarle hijos, se tiene que casar con un hermano del difunto (Deut. 25:5)
- Un hermano de quien murió sin hijos se debe casar con la viuda (Deut. 25:5)
- Si el hermano del difunto no quiere tomar la viuda, entonces la viuda lo enrostrará en público (Deut. 25:7-9)
RELACIONES SEXUALES PROHIBIDAS
- No descubrir la desnudez de una parienta (Lev. 18:6)
- No descubrir la desnudez de la madre (Lev. 18:7)
- No descubrir la desnudez del padre su padre (Lev. 18:7)
- No descubrir la desnudez de la madrastra (Lev. 18:8)
- No descubrir la desnudez de la hermana (Lev. 18:9)
- No descubrir la desnudez de la hija de la esposa del padre (Lev. 18:11)
- No descubrir la desnudez de la hija del hijo (Lev. 18:10)
- No descubrir la desnudez de la hija de la hija (Lev. 18:10)
- No descubrir la desnudez de la hija (este mandamiento no está en la Ley, pero se deduce de los otros mandamientos)
- No descubrir la desnudez de la hermana del padre (Lev. 18:12)
- No descubrir la desnudez de la hermana de la madre (Lev. 18:13)
- No descubrir la desnudez del hermano de la esposa del padre (Lev. 18:14)
- No descubrir la desnudez del hermano del padre (Lev. 18:14)
- No descubrir la desnudez de la esposa de un hijo (Lev. 18:15)
- No descubrir la desnudez de la esposa del hermano (Lev. 18:16)
- No descubrir la desnudez de la hija de la esposa (Lev. 18:17)
- No descubrir la desnudez de la hija del hijo de la esposa (Lev. 18:17)
- No descubrir la desnudez de la hija de la hija de la esposa (Lev. 18:17)
- No descubrir la desnudez de la hermana de la esposa (Lev. 18:18)
- No tener relaciones con una mujer en su período menstrual (Lev. 18:19)
- No tener relaciones con la esposa de otro hombre (Lev. 18:20)
- No cometer sodomía con otro hombre (Lev. 18:22)
- No tener relaciones con animales (Lev. 18:23)
- La mujer no debe tener relaciones con un animal (Lev. 18:23)
- No castrar animales de ninguna especie, sea doméstico o salvaje, esto incluye a las aves (Lev. 22:24)
DESCANSOS Y FIESTAS
- El primer mes del año debe ser solemnemente declarado santo (Ex. 12:2)
- No viajar en sábado más allá de los límites del lugar de residencia (Ex. 16:29)
- Santificar el Sábado (Ex. 20:8)
- No trabajar en Sábado en honor a Dios (Ex. 20:10) (N)
- Descansar en Sábado (Ex. 23:12; 34:21)
- Celebrar las 3 fiestas (Ex. 23:14)
- Gozarse en las fiestas (Deut. 16:14)
- Comparecer en el Santuario en las fiestas (Deut. 16:16)
- Remover la levadura al principio de la fiesta de los panes sin levadura (Ex. 12:15)
- Reposar el primer día de los panes sin levadura, pero se puede cocinar (Ex. 12:16; Lev. 23:7)
- Reposar el primer día de los panes sin levadura (Ex. 12:16; Lev. 23:6-7)
- Reposar el séptimo día de los panes sin levadura (Ex. 12:16; Lev. 23:8)
- No hacer trabajo en el séptimo día de los panes sin levadura (Ex. 12:16; Lev. 23:8)
- Comer panes ázimos en la noche de la Pascua (Ex. 12:18)
- No debe haber levadura en la casa del israelita durante los siete días de los panes sin levadura (Ex. 12:19)
- No comer en la Pascua nada que contenga fermento (Ex. 12:20)
- No comer levadura el primer día de los panes sin levadura (Ex. 13:3)
- Levadura no debe ser vista en la casa del israelita en la fiesta de los panes sin levadura (Ex. 13:7
- En el primer día de la fiesta de los ázimos explicar a los hijos la salida de Egipto (Ex. 13:8)
- A partir del medio día del 14 de Nisan no se debe comer leudado (Deut. 16:3)
- Contar cuarenta y nueve días desde el día en que se ofrece la ofrenda (Lev. 23:15)
- Reposar el día cincuentavo después de la fiesta de la cosecha (Lev. 23:21)
- No hacer ningún trabajo en el cincuentavo día (Lev. 23:21)
- Descansar la entrada del año nuevo (Lev. 23:24)
- No trabajar a la entrada del año nuevo (Lev. 23:25)
- Tocar trompetas a la entrada del año nuevo (Num. 29:1)
- Ayunar en el día de la expiación (Lev. 23:27)
- No comer ni beber en el día del perdón (Lev. 23:29)
- No hacer ningún tipo de trabajo en el día del perdón (Lev. 23:31)
- Reposar en el día del perdón (Lev. 23:32)
- No hacer ningún trabajo en el primer día de los Tabernáculos (Lev. 23:35)
- Reposar en el primer día de los Tabernáculos (Lev. 23:35)
- Reposar al siguiente día de los Tabernáculos (Lev. 23:36)
- No hacer ningún trabajo al siguiente día después de los Tabernáculos (Lev. 23:36)
- Tomar frutos y ramas de árboles para celebrar la fiesta de los Tabernáculos (Lev. 23:40)
- Habitar en tabernáculos durante la fiesta de los Tabernáculos (Lev. 23:42)
LEYES DIETÉTICAS
- Hacer diferencia entre animales limpios e inmundos (Lev. 11:2)
- No comer la carne de animales inmundos (Lev. 11:4)
- Hacer diferencia entre peces limpios e inmundos (Lev. 11:9)
- No comer peces inmundos (Lev. 11:11)
- Hacer diferencia entre aves limpias e inmundas (Deut. 14:11)
- No comer aves inmundas (Lev. 11:13)
- Hacer diferencia entre langostas limpias e inmundas (Lev. 11:21)
- No comer gusanos, incluso gusanos frutales (Lev. 11:41)
- No comer animales que se arrastran sobre la tierra (Lev. 11:41-42)
- No comer ningún insecto de la tierra (Lev. 11:44)
- No comer enjambres de insectos que flotan en el agua (Lev. 11:43, 46)
- No comer insectos alados (Deut. 14:19)
- No comer animal despedazado por las fieras (Ex. 22:30) (N)
- No comer la carne de animal encontrado muerto (Deut. 14:21)
- Se puede comer del ganado mayor o menor matándolo según está prescrito en la ley (Deut. 12:21)
- No comer partes de animales vivos (Deut. 12:23)
- No matar un animal y su cría el mismo día (Lev. 22:28)
- No tomar un ave y sus polluelos (Deut. 22:6)
- Dejar libre la madre y tomar los huevos o los polluelos (Deut. 22:6-7)
- No comer la carne del buey que ha sido condenado a morir (Ex. 21:28)
- No cocinar animales en la leche de la madre (Ex. 23:19
- No comer animales cocinados en la leche de la madre (Ex. 34:26)
- No comer el tendón que se encogió (Gen. 32:33)
- No comer grasa (Lev. 7:23)
- No comer sangre (Lev. 7:26)
- Cubrir con tierra la sangre de animales silvestres (Lev. 17:13)
- No comer o beber como glotón o borracho (Lev. 19:26; Deut. 21:20)
PRÁCTICAS DE NEGOCIOS
- No actuar mal al comprar o vender (Lev. 25:14)
- No cobrar interés sobre préstamos a los israelitas (Lev. 25:37)
- No prestar con interés (Deut. 23:20)
- No participar de ninguna transacción usurera entre prestamista y el que presta (Ex. 22:24)
- No prestar con usura al pobre (Ex. 22:24)
- No demandarás del pobre el pago de la deuda si no puede pagar (Ex. 22:24)
- No tomar como prenda, utensilios necesarios en la cocina (Deut. 24:6)
- Al prestar no entres a casa del deudor para elegir qué pieza tomar por prenda (Deut. 24:10) (N)
- No retener la prenda si su dueño la necesita (Deut. 24:12) (N)
- Devolver la prenda a su dueño (Deut. 24:13)
- No tomar prenda de la viuda (Deut. 24:17)
- No cometer fraude en la medida (Lev. 19:35)
- Asegurar que el peso de la balanza sea correcto (Lev. 19:36)
- No poseer pesos y medidas falsos (Deut. 25:13-14)
EMPLEADOS, SIRVIENTES Y ESCLAVOS
- No demorar o retener el pago del trabajador (Lev. 19:13)
- Permitir al trabajador comer del producto que está cosechando (Deut. 23:25-26)
- El trabajador no podrá tomar más de lo que pueda comer (Deut. 23:25)
- El labrador no podrá comer del producto que no esté siendo cosechado (Deut. 23:26)
- Pagar al labrador el salario a su debido tiempo (Deut. 24:15)
- Tratar con el esclavo hebreo según la ley del esclavo (Ex. 21:2-6)
- No obligar al sirviente hebreo a hacer trabajos de esclavo (Lev. 25:39)
- No vender al sirviente hebreo como esclavo (Lev. 25:42)
- No tratar al sirviente hebreo con rigor (Lev. 25:43)
- No permitir que el pagano que ha comprado un sirviente hebreo lo trate con dureza (Lev. 25:53)
- No despedir con las manos vacías al sirviente cuando sea liberado de su servicio (Deut. 15:13)
- Regalarle al siervo hebreo generosamente cuando su obligación termine (Deut. 15:14)
- Redimir al siervo hebreo (Ex. 21:8)
- No vender a la sierva hebrea a otra persona (Ex. 21:8)
- Casarse con la sierva hebrea (Ex. 21:8-9)
- Retener para siempre al esclavo canaanita (Lev. 25:46)
- No entregar al esclavo, que ha huido a la tierra de Israel, a su dueño que vive fuera (Deut. 23:15-16)
- No oprimir al esclavo que busca refugio (Deut. 23:17)
- No poner bozal al buey cuando trilla, para no impedir comer mientras trabaja (Deut. 25:4)
VOTOS, PROMESAS Y JURAMENTOS
- El hombre debe cumplir lo que promete (Deut. 23:24) (N)
- No jurar innecesariamente (Ex. 20:7)
- No violar un juramento o jurar falsamente (Lev. 19:12)
- En caso de anular un voto, actual según manda la ley (Num. 30:2-17)
- No romper un voto (Num. 30:3)
- Jurar por el nombre de Dios (Deut. 10:20)
- No tardarse en cumplir votos, o en traer las ofrendas voluntarias prometidas (Deut. 23:22)
EL AÑO SABÁTICO Y EL AÑO DE JUBILEO
- Dejar que la tierra repose en el año sabático (Ex. 23:11; Lev. 25:2)
- No cortar hasta lo último del fruto (Ex. 23:11; Lev. 25:2)
- No recoger de la cosecha lo que quede en tierra en el año sabático (Lev. 25:4)
- No podar los árboles en el año sabático (Lev. 25:4)
- No cortar el fruto que nazca en el año sabático (Lev. 25:5)
- No recoger el fruto de los árboles en el año sabático (Lev. 25:5)
- Sonar el cuerno de carnero en el año sabático (Lev. 25:9)
- Perdonar las deudas en el séptimo año (Deut. 15:2)
- No exigir devolución de préstamos después que haya pasado el año sabático (Deut. 15:2)
- No abstenerse de prestar al pobre por estar cerca el año sabático (Deut. 15:9)
- Congregar al pueblo para oír la Ley al final del año sabático (Deut. 31:12)
- Contar los años del jubileo en ciclos de siete años (Lev. 25:8)
- Santificar el año del jubileo dejando que la tierra repose (Lev. 25:10)
- No cultivar la tierra ni hacer ningún trabajo en los árboles en el año del jubileo (Lev. 25:11)
- No recoger lo que nazca en el campo en el año del jubileo (Lev. 25:11)
- No cortar el fruto de los árboles en el año del jubileo (Lev. 25:11)
- La tierra debe ser redimida en el año del jubileo (Lev. 25:24)
LA CORTE Y EL PROCESO JUDICIAL
- Nombrar jueces y oficiales en cada comunidad de Israel (Deut. 16:18)
- No nombrar como jueces a personas que no conozcan bien la Ley (Deut. 1:17)
- Determinar en casos de compra y venta (Lev. 25:14)
- Determinar en casos de compromiso de pago al depositario (Ex. 22:9)
- Determinar en casos de pérdida cuando el señalado no es culpable (Ex. 22:13-14)
- Determinar en casos de herencia (Num. 27:8-11)
- Juzgar en caso de daño por no haber cubierto un pozo (Ex. 21:33-34)
- Juzgar en caso de daños ocasionados por una bestia (Ex. 21:35-36)
- Determinar en casos de daños causados por ganado a una propiedad ajena (Ex. 22:5)
- Determinar en casos de daños causados por incendio (Ex. 22:6)
- Determinar en casos de daño si el depositario es inocente o culpable (Ex. 22:7-8)
- Determinar en casos entre el demandante y el demandado (Ex. 22:8)
- No maldecir al juez (Ex. 22:27)
- Quien posee evidencias debe testificar (Lev. 5:1)
- No testificar en falso (Exodo 20: 13)
- Un solo testigo en casos de muerte no es suficiente (Num. 35:30) (N)
- El transgresor no debe testificar (Ex. 23:1)
- En casos de muerte, ningún familiar cercano del demandado puede testificar a favor (Deut. 24:16)
- No oír la demanda de un partido en ausencia del otro (Ex. 23:1)
- Examinar el caso completamente (Deut. 13:15) (N)
- Examinar evidencias de un solo testigo no es suficiente (Deut. 19:15)
- No imitar a la mayoría para hacer el mal (Ex. 23:2)
- No inclinarse a la mayoría en un juicio fraudulento (Ex. 23:2)
- Quien decida por exonerar al enjuiciado, no podrá argumentar para condenación (Ex. 23:2)
- Tratar con imparcialidad a dos partes en litigio (Lev. 19:15)
- No cometer injusticia en los juicios (Lev. 19:15)
- No favorecer al grande en un juicio (Lev. 19:15)
- No aceptar soborno (Ex. 23:8)
- No temer al malo en un juicio (Deut. 1:17)
- No inclinarse a favorecer al pobre en un juicio (Ex. 23:3; Lev. 19:15)
- No violar el derecho del extranjero ni del huérfano (Deut. 24:17)
- No pervertir el juicio contra el malo aunque sea pobre (Ex. 23:6)
- No hacer juicio en base a opinión personal sino en base a dos que vieron lo ocurrido (Ex. 23:7)
- No ejecutar a alguien sin que haya comparecido a juicio (Num. 35:12)
- Aceptar la sentencia dictada en el juicio por cualquier corte suprema (Deut. 17:11)
- No rebelarse contra la sentencia dictada en el juicio (Deut. 17:11)
DANOS Y PERJUICIOS
- Hacerle protección a la azotea (Deut. 22:8)
- No dejar algo que pueda causar daño (Deut. 22:8)
- Salvar al perseguido inocente (Num. 35:25)
- No apiadarse del perseguidor si mata al perseguido antes de que alcance ciudad de refugio (Num. 35:25)
PROPIEDADES Y DERECHOS DE PROPIEDAD
- No vender tierra a perpetuidad en Israel (Lev. 25:23)
- No cambiar la condición de las tierras comunes cerca a las ciudades ni se venderán (Lev. 25:34)
- Las casas vendidas en una ciudad amurallada serán redimidas hasta dentro de un año (Lev. 25:29)
- No mover los linderos de la propiedad ajena (Deut. 19:14)
- No jurar falsamente negándole a otro el derecho de su propiedad (Lev. 19:11)
- No negar falsamente a otro el derecho de su propiedad (Lev. 19:11)
- Nunca volver a Egipto (Deut. 17:16)
- No robar bienes personales (Lev. 19:11)
- Devolver lo robado (Lev. 5:23)
- Devolver los pertenencias perdidas (Deut. 22:1)
- No pretender no haber visto las pertenencias perdidas, ni evitar la obligación de devolverlas (Deut. 22:3)
LEYES CRIMINALES
- No matar personas inocentes (Ex. 20:13)
- No secuestrar a ninguna persona de Israel (Ex. 20:13)
- No robar usando violencia (Lev. 19:13)
- No defraudar (Lev. 19:13)
- No codiciar los bienes ajenos (Ex. 20:14)
- No desear los bienes ajenos (Deut. 5:18)
- No deleitarse con malos pensamientos y miradas (Num. 15:39)
CASTIGO Y RESTITUCIÓN
- El tribunal dictará sentencia por decapitación (Ex. 21:20,21)
- El tribunal dictará sentencia de muerte por estrangulación (Lev. 20:10)
- El tribunal dictará sentencia de muerte por fuego (Lev. 20:14)
- El tribunal dictará sentencia de muerte por lapidación (Deut. 22:24)
- El tribunal dictará sentencia de horca (Deut. 21:22)
- El cuerpo de un ajusticiado será descolgado antes del anochecer (Deut. 21:23)˜
- Enterrar al ejecutado el mismo día (Deut. 21:23)
- No aceptar rescate por un homicida (Num. 35:31)
- Exiliar al homicida involuntario (Num. 35:25)
- Establecer seis ciudades de refugio para los homicidas involuntarios (Deut. 19:3)
- No aceptar rescate por homicida involuntario que está en exilio (Num. 35:32)
- Romper el cuello de la becerra como manda la Ley (Deut. 21:4)
- Matar la becerra en un terreno nunca labrado ni cosechado (Deut. 21:4)
- El ladrón debe pagar recompensa por su robo (Ex. 21:37) (N).
- Quien golpee a alguien pagará (Ex. 21:18-19)
- Pagar dote por la soltera seducida (Ex. 22:15-16)
- El violador debe casarse con la violada (Ex. 22:15-16)
- El violador casado no podrá divorciarse (Deut. 22:29)
- No infligir castigo por hoguera en Sábado (Ex. 35:3)
- Azotar al delincuente (Deut. 25:2)
- Según el delito será el número de azotes (Deut. 25:3)
- No compadecerse del ofensor que ha causado daño (Deut. 19:13)
- Hacerle al testigo falso según sus intenciones (Deut. 19:19)
- No castigar a alguien que es obligado a pecar (Deut. 22:26)
PROFECÍA
- Escuchar a los profetas de Dios en todas las generaciones (Deut. 18:15)
- No profetizar falsamente (Deut. 18:20)
- Matar falsos profetas (Deut. 18:20)
IDOLATRÍA, IDOLATRAS Y PRACTICAS IDOLATRAS
- No hacer imágenes (Ex. 20:4)
- No hacer figuras para adorno aunque no sean para adoración (Deut. 4:12)
- No hacer ídolos (Ex. 34:17; Lev. 19:4)
- No usar el adorno de ningún objeto para adoración (Deut. 7:25)
- No usar ningún accesorio de ídolos para rendirles culto u ofrendas (Deut. 7:26)
- No beber vino de idólatras (Deut. 32:38)
- No adorar ídolos como otros hacen (Ex. 20:5)
- No postrarse ante ídolos aunque no sea para adorarlos (Ex. 20:5)
- Ni siquiera mencionar otros dioses (Exo. 23:13)
- No escuchar a quien hable a favor de ídolos (Deut. 13:4)
- No conducir a los hijos de Israel a la idolatría (Ex. 23:13
- No inducir a los Israelitas a la idolatría (Deut. 13:12)
- Destruir la idolatría y sus lugares de servicio (Deut. 12:2-3)
- No amar a quien induce a la idolatría (Deut. 13:9)
- Matar a quien induzca a la idolatría (Deut. 13:9)
- No librar de la muerte a quien induzca a la idolatría (Deut. 13:9)
- La persona inducida a la idolatría no debe interceder por el inductor (Deut. 13:9)
- La persona inducida a la idolatría debe presentar pruebas contra el inductor (Deut. 13:9)
- No jurar por un ídolo ante sus adoradores, ni hacer que ellos juren por ellos (Ex. 23:13)
- No volver la atención a la idolatría (Lev. 19:4)
- No adoptar las costumbres o prácticas de los idólatras (Lev. 18:3; Lev. 20:23)
- No pasar por fuego a los hijos en honor a Moloc (Lev. 18:21)
- Matar a los hechiceros (Ex. 22:18)
- No permitir agoreros ni adivinos (Lev. 19:26)
- No depender de señales agoreras o adivinas (Lev. 19:26)
- No consultar a los espíritus (Lev. 19:31)
- No consultar a los brujos (Lev. 19:31)
- No practicar el uso de hierbas, de piedras y de objetos que la gente usa (Deut. 18:10)
- No practicar nada relacionado a brujería (Deut. 18:10)
- No practicar el arte de encantamientos (Deut. 18:11)
- No preguntar acerca de los espíritus (Deut. 18:11)
- No consultar por los muertos (Deut. 18:11)
- No consultar adivinos (Deut. 18:11)
- No rasurar totalmente la barba (Lev. 19:27)
- No cortarse en redondo el cabello (Lev. 19:27)
- No herirse el cuerpo a causa de un muerto (Lev. 19:28; Deut. 14:1)
- No tatuarse ninguna parte del cuerpo (Lev. 19:28)
- No raparse en redondo ninguna parte del cabello (Deut. 14:1)
- No plantar árboles para adorarlos (Deut. 16:21)
- No sembrar postes para adorarlos (Deut. 16:22)
- No mostrar favor por los idólatras (Deut. 7:2)
- No hacer pacto con las naciones cananitas (Ex. 23:32; Deut. 7:2)
- No permitir asentamientos de gente idólatra en Israel (Ex. 23:33)
- Matar a los habitantes de ciudades idólatras (Deut. 13:16-17)
- No reedificar una ciudad idólatra que ha sido destruida (Deut. 13:17) (N).
- No usar la propiedad de la ciudad que ha sido destruida (Deut. 13:18)
AGRICULTURA Y GANADERÍA
- No cruzar bestias de diferente especie (Lev. 19:19)
- No sembrar en un campo semillas diferentes a la vez (Lev. 19:19)
- No comer del fruto de los árboles durante sus primeros tres años de plantado (Lev. 19:23)
- El fruto de los árboles, al cuarto año de plantado, será consagrado al Señor (Lev. 19:24)
- No sembrar granos o hierbas en el viñedo (Deut. 22:9)
- No comer del producto de diferentes semillas sembradas en un viñedo (Deut. 22:9)
- No uncir bestias diferentes (Deut. 22:10)
VESTIMENTA
- El hombre no debe usar ropa de mujer (Deut. 22:5)
- La mujer no debe usar ropa de hombre (Deut. 22:5)
- No vestir ropa tejida con lana y lino juntos (Deut. 22:11)
EL PRIMOGÉNITO
- Redimir el hijo primogénito (Ex. 13:13; Ex. 34:20; Num. 18:15)
- Redimir el primer asno nacido (Ex. 13:13; Ex. 34:20)
- Desnucar al primer asno nacido si no es redimido (Ex. 13:13; Ex. 34:20)
- No redimir los animales limpios (Num. 18:17)
SACERDOTES Y LEVITAS
- El sacerdote debe vestir ropas especiales mientras sirve en el santuario (Ex. 28:2)
- No rasgar la ropa del sumo sacerdote (Ex. 28:32)
- El sacerdote no debe entrar al lugar santísimo en todo tiempo (Lev. 16:2)
- Los sacerdotes no se deben contaminar por contactar un muerto (Lev. 21:1-3
- El sacerdote se puede contaminar por pariente cercano que muera (Lev. 21:3)
- El sacerdote que se haya lavado por inmundicia servirá en el santuario hasta la caída de la tarde (Lev. 21:6)
- El sacerdote no se casará con una divorciada (Lev. 21:7)
- El sacerdote no se casará con prostituta (Lev. 21:7)
- El sacerdote no se casará con mujer violada (Lev. 21:7)
- Honrar al sacerdote (Lev. 21:8)
- El sumo sacerdote no se puede contaminar ni siquiera por pariente cercano (Lev. 21:11)
- Para no contaminarse, el sumo sacerdote no saldrá del santuario (Lev. 21:11)
- El sumo sacerdote debe casarse con virgen (Lev. 21:13)
- El sumo sacerdote no se casará con viuda (Lev. 21:14)
- El sumo sacerdote no cohabitará con viuda ni siquiera fuera de matrimonio (Lev. 21:15)
- Ningún persona con defecto físico servirá en el santuario (Lev. 21:17)
- El sacerdote con defecto físico temporal no servirá en el santuario (Lev. 21:21)
- Esa persona con defectos físicos no entrará más allá del velo ni del altar (Lev. 21:23)
- El sacerdote que esté inmundo no servirá en el santuario (Lev. 22:2-3)
- Los inmundos deben ser sacados del campamento (Num. 5:2)
- El sacerdote inmundo no debe entrar al campamento (Num. 5:2-3)
- El sacerdote debe bendecir a Israel (Num. 6:23)
- Apartar para el sacerdote una porción de masa (Num. 15:20)
- Los levitas no harán el trabajo de los sacerdotes, ni los sacerdotes el de los levitas (Num. 18:3)
- Nadie que no sea descendiente de Aarón servirá en el santuario (Num. 18:4-7)
- Los levitas servirán en el santuario (Num. 18:23)
- Dar a los levitas ciudades donde morar (Num. 35:2)
- Los levitas no tendrán heredad en Israel (Deut. 18:1)
- Los levitas no participarán de los despojos (Deut. 18:1)
- Los sacerdotes servirán por turnos, pero en las fiestas servirán todos juntos (Deut. 18:6-8)
OFRENDAS, DIEZMOS E IMPUESTOS
- El incircunciso no podrá comer de la ofrenda (Ex. 12:44-45, Lev. 22:10)
- No alterar el orden de las ofrendas y diezmos (Ex. 22:28)
- Dar medio ciclo al año (Ex. 30:13)
- El sacerdote que está inmundo no comerá de las ofrendas (Lev. 22:3-4)
- Ninguna persona extraña podrá comer de las ofrendas (Lev. 22:10)
- El huésped o el siervo no comerán de la ofrenda (Lev. 22:10)
- Los extraños no deben profanar las ofrendas de Dios (Lev. 22:15)
- Apartar el diezmo para los levitas (Lev. 27:30; Num. 18:24)
- Dar el diezmo del ganado (Lev. 27:32)
- No vender el diezmo de la manada (Lev. 27:32-33)
- Los levitas deben dar el diezmo de los diezmos a los sacerdotes (Num. 18:26)
- No comer el segundo diezmo de los cereales fuera de Jerusalén (Deut. 12:17)
- No consumir el segundo diezmo del vino fuera de Jerusalén (Deut. 12:17)
- No consumir el segundo diezmo del aceite fuera de Jerusalén (Deut. 12:17)
- No desamparar al levita (Deut. 12:19)
- Apartar todos los diezmos (Deut. 14:22)
- Apartar cada tres años el diezmo para los pobres (Deut. 14:28-29)
- Dar al sacerdote la porción del animal cocinado (Deut. 18:3)
- Dar al sacerdote la primera lana de las ovejas (Deut. 18:4)
- Apartar las ofrendas de vino, grano y aceite para el sacerdote (Deut. 18:4)
- No consumir el diezmo impropiamente (Deut. 26:14)
- No consumir el diezmo en estado de impureza (Deut. 26:14)
- No consumir el diezmo en luto (Deut. 26:14)
- Declarar el diezmo al ser traído al santuario (Deut. 26:13)
EL TEMPLO, EL SANTUARIO Y LOS OBJETOS SAGRADOS
- No edificar altar de piedras labradas (Ex. 20:22)
- No subir al altar por gradas (Ex. 20:26)
- Construir un santuario (Ex. 25:8)
- No remover las barras del arca (Ex. 25:15)
- Colocar el pan de la proposición y en incienso sobre la mesa cada sábado (Ex. 25:30)
- Encender las luces en el santuario (Ex. 27:21)
- El pectoral no debe separarse del efod (Ex. 28:28)
- Ofrecer incienso dos veces diarias (Ex. 30:7)
- No ofrecer incienso ni sacrificios extraños sobre el altar (Ex. 30:9)
- El sacerdote se lavará manos y pies antes del servicio (Ex. 30:19)
- Preparar aceite para ungir sacerdotes y reyes (Ex. 30:31)
- No preparar aceite para otros usos usando la misma fórmula del aceite de la unción (Ex. 30:32-33)
- No ungir extraños con el aceite de la unción (Ex. 30:32)
- No preparar otro incienso usando la misma fórmula del santuario (Ex. 30:37)
- Quien por error malgaste las cosas sagradas devolverá lo malgastado, con un quinto mas (Lev. 5:16)
- Remover las cenizas del altar (Lev. 6:11)
- El fuego en el altar no se extinguir (Lev. 6:12)
- El fuego en el altar no se debe apagar (Lev. 6:6)
- El sacerdote no debe entrar descubierto su cabello al santuario (Lev. 10:6)
- El sacerdote no debe entrar al santuario con ropas rotas (Lev. 10:6)
- El sacerdote no debe salir del santuario durante su servicio (Lev. 10:7)
- No beber embriagantes mientras se sirve en el santuario (Lev. 10:9-11)
- Reverenciar el santuario (Lev. 19:30)
- Al ser transportada, el arca debe ser cargada sobre los hombros (Num. 7:9)
- Observar la pascua el segundo mes (Num. 9:11)
- Comer la pascua con panes sin levadura y hierbas amargas (Num. 9:11)
- El sobrante de la pascua no debe quedar para el siguiente día (Num. 9:12)
- No quebrar hueso de la pascua (Num. 9:12)
- Tocar las trompetas según la Ley manda (Num. 10:9-10)
- Cuidar el tabernáculo continuamente (Num. 18:2)
- No descuidar el santuario (Num. 18:5)
- Ofrenda por la culpa debe ser traída por quien haya cometido diferentes infracciones (no texto)
- No destruir ninguna cosa del santuario (Deut. 12:2-4)
SACRIFICIOS Y OFRENDAS
- Consagrar todo primogénito de ganado (Ex. 13:2; Deut. 15:19)
- Matar el cordero de la pascua (Ex. 12:6)
- Comer asado el sacrificio de la pascua el catorce de nisan (Ex. 12:8)
- No comer cruda ni cocida la carne del sacrificio de la pascua (Ex. 12:9)
- No guardar ninguna porción de la pascua para el día siguiente (Ex. 12:10)
- Ningún israelita apóstata, o extraño, comerá de la pascua (Ex. 12:43)
- A los extranjeros que viven en Israel no se les debe dar la pascua (Ex. 12:45)
- No tomar de la pascua para comer afuera de la casa (Ex. 12:46)
- No quebrar hueso del cordero de la pascua (Ex. 12:46)
- El incircunciso no comerá de la pascua (Ex. 12:48)
- No sacrificar la pascua mientras haya fermento en la casa (Ex. 23:18)
- La porción de la pascua que va a ser quemada en el altar no debe quedar para el siguiente día (Ex. 23:18)
- No subir al santuario para una festividad sin llevar una ofrenda (Ex. 23:15)
- Traer los primeros frutos al santuario (Ex. 23:19)
- La carne de la ofrenda por el pecado o por la culpa se puede comer (Ex. 29:33)
- Quien no sea de la simiente de Aarón no debe comer la carne del sacrifico sagrado (Ex. 29:33)
- Observar el procedimiento de la ofrenda quemada (Lev. 1:3)
- Observar el procedimiento de la ofrenda de alimento (Lev. 2:1)
- No ofrecer ni levadura ni miel (Lev. 2:11)
- Todo sacrificio debe ser salado (Lev. 2:13)
- No ofrecer ningún sacrificio sin sal (Lev. 2:13)
- Si el sacerdote erra en un juicio debe ofrecer un sacrificio (Lev. 4:13)
- Quien se denuncie a sí mismo de haber cometido un pecado ofrecerá un sacrificio (Lev. 4:27-28)
- Ofrecer sacrificios de acuerdo a las posibilidades (Lev. 5:7)
- No cortar totalmente la cabeza de la víctima si se trata de un ave (Lev. 5:8)
- Si el oferente es demasiado pobre, ofrecerá flor de harina (Lev. 5:11)
- No agregar incienso a la ofrenda de flor de harina (Lev. 5:11)
- El culpable de haber cometido violación involuntaria la ley ofrecerá sacrificio (Lev. 5:17-19)
- El restante del sacrificio debe ser comido por el sacerdote (Lev. 6:9)
- El restante del sacrificio no debe ser cocido con levadura (Lev. 6:10)
- El sumo sacerdote ofrecerá una ofrenda diaria (Lev. 6:13)
- La ofrenda del sacerdote no se debe comer (Lev. 6:16)
- Observar el procedimiento de la ofrenda por el pecado (Lev. 6:18)
- La carne de la ofrenda por el pecado no se debe comer (Lev. 6:23)
- Observar el procedimiento de la ofrenda por el pecado (Lev. 7:1)
- Observar el procedimiento de la ofrenda de paz (Lev. 7:11)
- Quemar el resto de la ofrenda (Lev. 7:17)
- No comer del sacrificio más allá del tiempo en que debe ser comido (Lev. 7:18)
- No comer la carne que haya tocado algo impuro (Lev. 7:19)
- La carne que haya tocado algo impuro será quemada (Lev. 7:19)
- La persona impura no comerá de las cosas santas (Lev. 7:20)
- La hija del sacerdote no comerá de las cosas sagradas (Lev. 22:12)
- Después de haber dado a luz, la mujer traerá una ofrenda (Lev. 12:6)
- El leproso traerá ofrenda al ser limpio (Lev. 14:10)
- El hombre que haya tenido flujo traerá ofrenda al ser limpio (Lev. 15:13-15)
- La mujer que haya tenido flujo traerá ofrenda al ser limpia (Lev. 15:28-30)
- Observar el día del perdón (Lev. 16:3-34)
- No matar en otro lugar animales para ser sacrificados en el altar (Lev. 17:3-4)
- No comer la carne del sacrificio que haya sobrado para el siguiente día (Lev. 19:8)
- No santificar animales defectuosos para el sacrificio (Lev. 22:20)
- Todo animal ofrecido deberá ser sin defecto (Lev. 22:21)
- No lacerar el ganado apartado para el sacrificio (Lev. 22:21)
- No sacrificar ganado dañado (Lev. 22:22)
- No quemar sobre el altar extremidades de animal lacerado (Lev. 22:22)
- No rociar sobre el altar la sangre de ganado dañado (Lev. 22:24
- No sacrificar animales provenientes de gente no israelita (Lev. 22:25)
- El animal para sacrificio puede ser ofrecido hasta el octavo día (Lev. 22:27)
- No dejar carne de acción de gracias para otro día (Lev. 22:30)
- Ofrecer la ofrenda de la gavilla a la mañana siguiente del primer día de los panes sin levadura (Lev. 23:10)
- No comer pan hecho de grano nuevo antes de ofrecer la ofrenda (Lev. 23:14)
- No comer grano tostado de la nueva cosecha antes de ofrecer la ofrenda (Lev. 23:14)
- No comer espigas de grano nuevo antes de ofrecer la ofrenda (Lev. 23:14)
- En la fiesta de las semanas traer dos panes junto con los sacrificios (Lev. 23:17-20)
- Ofrecer sacrificio adicional en la fiesta de los panes sin levadura (Lev. 23:36)
- Pagar el precio correcto por una persona según el voto a Dios (Lev. 27:2-8)
- Si una bestia es cambiada por otra que ha sido dedicada en ofrenda, ambas quedarán consagradas (Lev. 27:10)
- No se debe cambiar la bestia que ha sido destinada a sacrificio (Lev. 27:10)
- El que dedique al Señor un animal no limpio debe pagar su valor (Lev. 27:11-13)
- El que dedique al Señor su casa debe pagar según el estimado (Lev. 27:11-13)
- El que dedique al Señor una porción de su tierra pagará según el estimado (Lev. 27:16-24)
- Los primogénitos no se deben dedicar (Lev. 27:26)
- Decidir si lo dedicado pertenece al Señor o al sacerdote (Lev. 27:28)
- La tierra dedicada al Señor no se debe vender (Lev. 27:28)
- Lo dedicado al Señor no se debe redimir (Lev. 27:28)
- Al pago por el error cometido se le debe agregar un quinto (Num. 5:6-7)
- No agregar aceite a la ofrenda por sospecha de adulterio (Num. 5:15)
- No agregar incienso a la ofrenda por sospecha de adulterio (Num. 5:15)
- Ofrecer los sacrificios diarios (Num. 28:3)
- Ofrecer un sacrificio adicional en sábado (Num. 28:9)
- Ofrecer un sacrificio adicional en cada luna nueva (Num. 28:11)
- Ofrecer un sacrificio adicional en el día de las primicias (Num. 28:26-27)
- Ofrecer un sacrificio adicional en el año nuevo (Num. 29:1-6)
- Ofrecer un sacrificio adicional en el día de la expiación (Num. 29:7-8)
- Ofrecer un sacrificio adicional en la fiesta de los tabernáculos (Num. 29:12-34)
- Ofrecer un sacrificio adicional en el octavo día de la asamblea (Num. 29:35-38)
- Traer las ofrendas obligatorias o voluntarias el primer día de la fiesta en que estas incurran (Deut. 12:5-6)
- No ofrecer sacrificios donde parezca apropiado (Deut. 12:13)
- Ofrecer sacrificios en el santuario (Deut. 12:14)
- Redimir en ganado que habiendo sido destinado al sacrificio sufra daño, pero se puede comer (Deut. 12:15)
- No comer de las ofrendas fuera de Jerusalén (Deut. 12:17)
- No comer la carne de la ofrenda quemada (Deut. 12:17)
- El sacerdote no comerá la carne de la ofrenda por el pecado fuera del patio del santuario (Deut. 12:17)
- El sacerdote no comerá la carne del sacrificio sin antes rociar la sangre, (Deut. 12:17)
- El sacerdote no comerá de los primeros frutos fuera del patio del santuario (Deut. 12:17)
- Traer al santuario las cosas consagradas (Deut. 12:26)
- No comer nada abominable (Deut. 14:3)
- No trabajar con el ganado apartado para el sacrificio (Deut. 15:19)
- No trasquilar animales apartados para el sacrificio (Deut. 15:19)
- No dejar ninguna porción del sacrificio para el siguiente día (Deut. 16:4)
- No sacrificar animales con daños temporales (Deut. 17:1)
- No traer al templo sacrificios u ofrendas de prostitutas o de sodomitas (Deut. 23:19)
- Leer la porción prescrita al traer los primeros frutos (Deut. 26:5-10)
RITUALES DE PUREZA Y DE IMPUREZA
- Los ocho animales inmundos que quien los toque queda inmundo hasta la tarde (Lev. 11:29-30)
- La comida queda inmunda al entrar en contacto con las cosas inmundas (Lev. 11:34)
- En que toque el cuerpo de una bestia muerta por sí misma quedará inmundo (Lev. 11:39)
- La mujer que dé a luz será igualmente impura como la que menstrua (Lev. 12:2-5)
- El leproso es inmundo (Lev. 13:2-46)
- El leproso cuando sea declarado como leproso, anunciará a todos su inmundicia (Lev. 13:45)
- La ropa del leproso es inmunda (Lev. 13:47-49)
- La casa del leproso es inmunda (Lev. 14:34-46)
- El hombre que tenga flujo queda inmundo (Lev. 15:1-15)
- El que derrame semen queda inmundo (Lev. 15:16)
- La purificación por toda clase de impurezas se hará por inmersión en agua (Lev. 15:16)
- La mujer con menstruación es inmunda y contamina a otros (Lev. 15:19-24)
- La mujer con flujo contamina (Lev. 15:25-27)
- Guardar la ordenanza de la novilla roja para que sus cenizas estén siempre disponibles (Num. 19:9)
- Los cadáveres contaminan (Num. 19:11-16)
- El que toque las aguas de la separación queda impuro y el impuro que toque las aguas de la separación, quedará puro (Num. 19:19-22)
LEPROSOS Y LEPRA
- El leproso no rasurará el bello de la llaga de la lepra (Lev. 13:33)
- Cosas que se usan en el proceso de limpieza por lepra (Lev. 14:1-7)
- El leproso rasurará todo su pelo (Lev. 14:9
- No arrancar las marcas de la lepra (Deut. 24:8)
EL REY
- No maldecir al rey o gobernante (Ex. 22:28)
- Nombrar un rey (Deut. 17:15)
- No nombrar gobernador a alguien que no sea israelita (Deut. 17:15)
- El rey no adquirirá muchos caballos (Deut. 17:16)
- El rey no tomara muchas esposas (Deut. 17:17)
- El rey no acumulará mucho oro ni plata (Deut. 17:17)
- El rey hará una copia de la Ley para él mismo en adición a la copia personal. El rey tendrá dos copias de la ley (Deut. 17:18)
NAZARENOS
- El nazareo no debe beber vino ni sidra, ni ninguno de sus derivados, ni ningún producto agrio (Num. 6:3)
- El nazareo no debe comer uvas frescas (Num. 6:3)
- El nazareo no debe comer uvas secas (Num. 6:3)
- El nazareo no debe comer las semillas de uvas (Num. 6:4)
- El nazareo no debe comer el hollejo de las uvas (Num. 6:4)
- El nazareo debe permitir que su cabello crezca (Num. 6:5)
- El nazareo no debe cortarse el cabello (Num. 6:5)
- El nazareo no debe entrar en ninguna estructura donde haya un muerto (Num. 6:6)
- El nazareo no debe contaminarse por ningún muerto, aunque sean familiares (Num. 6:7)
- Al terminar su voto, el nazareo debe cortarse el cabello (Num. 6:9)
GUERRAS
- Los que vayan a la guerra no deben temer al enemigo, ni entrar en pánico cuando estén en el combate (Deut. 3:22, 7:21, 20:3)
- Ungir un sacerdote especial (para que pueda hablar al soldado) en la guerra (Deut. 20:2)
- En las guerras hay que proceder según la Ley (Deut. 20:10)
- No dejar con vida ningún individuo de las ciudades Cananeas (Deut. 20:16)
- Destruir las siete ciudades Cananeas (Deut. 20:17)
- No destruir árboles frutales (ni por gusto, ni por necesidad) (Deut. 20:19-20)
- Tratar según la Ley a la mujer que en guerra es tomada en cautiverio (Deut. 21:10-14)
- No vender como esclava a la mujer hermosa capturada en guerra, después que se ha usado sexualmente (Deut. 21:14)
- No degradar a sirvienta, a una mujer hermosa capturada en la guerra, después que se haya usado sexualmente (Deut. 21:14)
- No ofrecer tregua a los Amonitas ni a los Moabitas, después de haber empezado un combate con ellos (Deut. 23:6)
- Ningún inmundo debe entrar al campamento levita (Deut. 23:11)
- Tener un lugar fuera del campamento, para servicios sanitarios (Deut. 23:13)
- Mantener esos lugares limpios (Deut. 23:14-15)
- Recordar siempre lo que Amalec hizo contra Israel (Deut. 25:17)
- La maldad de Amalec contra Israel no será olvidada (Deut. 25:19)
- Destruir la descendencia de Amalec (Deut. 25:19)