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LECCIONES FUTURAS DE ESCUELA SABÁTICA
Año |
1er Trimestre |
2o Trimestre |
3er Trimestre |
4o Trimestre |
2023 |
Mayordomía | El Mensaje de los Tres Ángeles | Efesios | Norma Cultural y Mente Misionera de Personajes Bíblicos* |
2024 |
Salmos | El Gran Conflicto | Marcos | Juan |
2025 |
Amor y Justicia en la Biblia | Como Estudiar la Profecía y la Inspiración | Éxodo | Como Permanecer en Relación con Dios |
2026 |
Colosenses – Filipenses | Religión en el Mercado** | Josué | El Espíritu de Profecía |
2027 |
1 & 2 de Corintios | Mayordomía | Eclesiología | Ezequiel |
2028 |
* Bible Characters as Counter Cultural and Mission Minded
** Religion in the Market Place
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Lección 1: Para el 1 de abril de 2023
JESÚS GANA, SATANÁS PIERDE
Sábado 25 de marzo____________________________________________________
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Apocalipsis 12; Efesios 5:25–27, 32; Filipenses 3:9; Daniel 7:25; Isaías 14:12–14; Apocalipsis 13:14–17.
PARA MEMORIZAR:
“Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apoc. 12:17).
A lo largo de la historia, ha habido ejércitos que eran muy inferiores en número a sus contrincantes y que, aun así, ganaron importantes batallas.
Nosotros también estamos en una batalla de vida o muerte con un enemigo astuto. Luchamos en inferioridad de condiciones, contra todo pronóstico. Las fuerzas del mal parecen invencibles. Aparentemente, sufrimos ciertas pérdidas. La derrota parece inevitable. La victoria se muestra inalcanzable. Desde una perspectiva meramente humana, parece que las fuerzas de Satanás nos agobiarán.
Pero, gracias a Dios, aunque estemos en inferioridad de condiciones, aunque humanamente hablando llevemos las de perder, aunque los ataques de Satanás sean feroces, con Jesús finalmente obtendremos la victoria. La temática esencial del último libro de la Biblia, el Apocalipsis, es esta: Jesús gana, Satanás pierde. La esencia de esta batalla se describe en Apocalipsis 12, el énfasis de nuestro estudio en esta semana. Este estudio nos preparará en forma adecuada para entender Apocalipsis 14 y el mensaje de los tres ángeles.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
El mundo caído es el campo de batalla del mayor conflicto que el universo celestial y los poderes de la tierra hayan presenciado jamás. Fue señalado como el escenario en el cual se libraría la mayor lucha entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno. Todo ser humano desempeña una parte en este conflicto. Nadie puede permanecer en terreno neutral. Los hombres pueden aceptar o rechazar al Redentor del mundo. Todos son testigos, en favor o en contra de Cristo. Cristo llama a los que se alistan bajo su estandarte para que entren con él en el conflicto como fieles soldados, para que puedan heredar la corona de la vida. Han sido adoptados como hijos e hijas de Dios. Cristo les ha dejado su promesa segura de que habrá un gran galardón en el reino de los cielos para que participen en su humillación y sufrimientos por causa de la verdad…
Los que venzan al gran enemigo de Dios y el hombre con la fortaleza de Cristo, ocuparán un puesto en las cortes celestiales superior al de los ángeles que nunca cayeron (Hijos es hijas de Dios, p. 244).
Cada paso de la vida puede acercarnos más al Señor Jesús, puede darnos una experiencia más profunda de su amor y aproximarnos tanto más al bendito hogar de paz. No perdáis pues vuestra confianza, pero tened una seguridad más firme que nunca antes. “¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!” y nos ayudará hasta el fin. Miremos los monumentos conmemorativos de lo que Dios ha hecho para confortarnos y salvarnos de la mano del destructor. Tengamos siempre presentes todas las tiernas misericordias que Dios nos ha mostrado: las lágrimas que ha enjugado, las penas que ha quitado, las ansiedades que ha alejado, los temores que ha disipado, las necesidades que ha suplido, las bendiciones que ha derramado, y fortalezcámonos para todo lo que nos aguarda en el resto de nuestra peregrinación.
No podemos sino prever nuevas perplejidades en el conflicto venidero, pero podemos mirar hacia lo pasado tanto como hacia lo futuro, y decir: “¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!” “Según tus días, serán tus fuerzas.” Deuteronomio 33:25. La prueba no excederá a la fuerza que se nos dé para soportarla. Sigamos, por lo tanto, con nuestro trabajo dondequiera que lo hallemos, sabiendo que para cualquier cosa que venga, El nos dará fuerza proporcional a la prueba. (El camino a Cristo, p. 125).
El Capitán de nuestra salvación fortalecerá a su pueblo para el conflicto en el cual deberá empeñarse. ¡Cuán a menudo, al oponer Satanás todas sus fuerzas a los que siguen a Cristo, y cuando la muerte los confrontaba, las fervientes oraciones, elevadas con fe, trajeron al capitán de la hueste del Señor al campo de la acción, cambiaron el curso de la batalla y libraron a los oprimidos!
Ahora es el tiempo en que debemos unirnos estrechamente con Dios, para estar escondidos cuando el ardor de su ira se derrame sobre los hijos de los hombres (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 128).
Lección 1 | Domingo 26 de marzo___________________________________________
LA BATALLA EN EL CIELO
Apocalipsis 12 presenta una oleada de episodios dramáticos, pantallazos del conflicto secular entre el bien y el mal que comenzó en el Cielo pero terminará aquí, en la Tierra. Estos acontecimientos recorren la línea del tiempo, desde la escena de apertura de la rebelión de Satanás en el Cielo hasta sus ataques viciosos contra el pueblo de Dios en los últimos días.
Lee Apocalipsis 12:7 al 9, que describe este conflicto cósmico entre el bien y el mal. ¿Cómo es posible que algo así pueda suceder en el Cielo? ¿Qué implican estos versículos acerca de la realidad del libre albedrío?
Apocalipsis 12:7-9
7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
La libertad de elegir es un principio fundamental del gobierno de Dios, tanto en el Cielo como en la Tierra. Dios no creó robots, ni en el Cielo ni en la Tierra. Como seres humanos creados a imagen de Dios, podemos tomar decisiones morales.
El poder de elegir está estrechamente alineado con la capacidad de amar. Si se elimina el libre albedrío, se destruye la habilidad de amar, porque el amor nunca se puede forzar ni coaccionar. El amor es una expresión del libre albedrío. Todos los ángeles celestiales se enfrentaron a la decisión de responder al amor de Dios o de alejarse con egoísmo, arrogancia y orgullo. Así como el amor confrontó a los ángeles celestiales con una decisión eterna, Apocalipsis nos conduce a decisiones eternas en el conflicto final de la Tierra.
Nunca ha habido neutralidad en el Gran Conflicto (ver Luc. 11:23), ni la habrá en la guerra final de la Tierra. Así como cada ángel se decidió por el bando de Jesús o el bando de Lucifer, toda la humanidad se enfrentará a su decisión final e irrevocable en el tiempo del fin. ¿A quién le daremos nuestra lealtad, nuestra adoración, nuestra obediencia? Este siempre ha sido el problema con la humanidad, y será aún más dramático en la crisis final de la historia de la Tierra.
Pero, hay una noticia increíblemente buena: Apocalipsis 12 describe el triunfo de Cristo en el Conflicto, y todo lo que nosotros tenemos que hacer es decidir estar de su lado, el lado ganador, usando el libre albedrío. ¡Qué bueno es poder elegir el bando en una batalla en la que sabes de antemano cuál será el bando ganador!
Piensa en cuán sagrado debe ser el libre albedrío para Jesús que, aunque sabía que eso lo llevaría a la Cruz (ver 2 Tim. 1:9), de todos modos nos dio libertad para elegir. ¿Qué debería decirnos esto? ¿Con cuánto cuidado debemos usar este regalo sagrado, pero costoso?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Lucifer, como querubín protector, estaba rodeado de gloria. Sin embargo, este ángel a quien Dios había creado dotado de poder, llegó a sentir deseos de ser como Dios. Lucifer ganó la simpatía de algunos de sus compañeros sugiriéndoles pensamientos de crítica hacia el gobierno de Dios. Esa mala semilla fue esparcida de una manera sumamente seductora; y después de que brotó y se arraigó en la mente de muchos, recogió las ideas que él mismo había sembrado primero en la mente de otros, y las presentó ante las cortes más excelsas de ángeles como los pensamientos de otras mentes contra el gobierno de Dios. Así introdujo Lucifer la rebelión en el cielo mediante hábiles métodos diseñados por él mismo (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, p. 1165).
Cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en lugar de oraciones, no podía sino pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fué oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo, no serán abandonados al poder de Satanás o a las flaquezas de su propia naturaleza. Son invitados por el Salvador: “Echen mano … de mi fortaleza; y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!” Los espíritus de las tinieblas contenderán por el alma que una vez estuvo bajo su dominio. Pero los ángeles de Dios lucharán por esa alma con una potencia que prevalecerá. El Señor dice: “¿Será quitada la presa al valiente? o ¿libertaráse la cautividad legítima? Así empero dice Jehová: Cierto, la cautividad será quitada al valiente, y la presa del robusto será librada; y tu pleito yo lo pleitearé, y yo salvaré a tus hijos”. Isaías 49:24, 25 (El Deseado de todas las gentes, p. 224).
«El que no es conmigo contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama». El que está con Cristo y mantiene la unidad de Cristo, lo entroniza en el corazón y obedece sus órdenes, está a salvo de las trampas del maligno. El que se une con Cristo, recogerá para sí mismo las gracias de Cristo, y dará fortaleza, eficiencia y poder al Señor ganando almas para Cristo. Cuando Cristo se posesiona de la ciudadela del alma, el instrumento humano se convierte en uno con él. Cooperando con el Salvador, llega a ser el instrumento mediante el cual obra Dios. Entonces cuando venga Satanás y se esfuerce por tomar posesión del alma, encontrará que Cristo la ha hecho más fuerte que el hombre fuerte armado (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 5, pp. 1067, 1068).
Lunes 27 de marzo | Lección 1_____________________________________________
EL ATAQUE DE SATANÁS
Desde el principio, Satanás (ver Apoc. 12:4, 5) procuró destruir a Cristo. Sin embargo, fracasó en cada intento. En el nacimiento de Cristo, por ejemplo, un ángel advirtió a José y a María de los planes viciosos de Herodes, y huyeron a Egipto. Jesús se enfrentó a las tentaciones más acuciantes de Satanás en el desierto con un “Escrito está”, y por ende halló protección en la Palabra de Dios. Al morir en la cruz, reveló la magnitud de su amor y nos libró del castigo de la condenación del pecado. Mediante su resurrección, como nuestro Sumo Sacerdote viviente, nos libera del poder del pecado en nuestra vida.
Lee Apocalipsis 12:4 al 6 y 9; Efesios 5:25 al 27 y 32; y Salmo 2:7 al 9, y define los siguientes símbolos:
Apocalipsis 12:4-6 y 9
4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Efesios 5:25-27 y 32
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Salmo 2:7-9
7 Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. 9 Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
El dragón …………………………………………………………………………………………..
La mujer ……………………………………………………………………………………………
El Hijo varón ………………………………………………………………………………………
La vara de hierro …………………………………………………………………………………
En la Biblia, la vara es un símbolo de dominio o gobierno. Una vara de hierro es símbolo de un gobierno inquebrantable, todopoderoso e invencible. Jesús enfrentó cada una de las tentaciones que enfrentamos nosotros, pero resultó vencedor. El diablo es un enemigo derrotado. Cristo ha triunfado sobre él mediante su vida, su muerte y su resurrección. Como Jesús ya ha derrotado al diablo en la Cruz del Calvario, nosotros también podemos ser victoriosos. La victoria de Cristo sobre Satanás fue completa, pero el gran conflicto entre Cristo y Satanás aún no ha terminado.
Sin embargo, cuando aceptamos por fe lo que Cristo hizo por nosotros, se cancela nuestra deuda por los pecados, y estos son perdonados. Somos perfectos ante Dios, ya que la justicia de Cristo nos cubre, como escribe Pablo acerca de ser “hallado en él, no en mi propia justicia, que viene por la ley, sino en la que es por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios por la fe” (Fil. 3:9). Si recibimos el perdón, no hay nada de lo que se nos pueda acusar. Jesús conquistó y venció para siempre lo peor que el pecado y la maldad podían hacerle. Atacó completamente el mal y lo superó. Cuando aceptamos a Jesús por fe, su victoria es nuestra.
¿Por qué es tan vital para nosotros la seguridad de la salvación, gracias a la victoria de Cristo sobre Satanás? ¿Cómo podemos hacer propia la experiencia de la que habla Pablo en Filipenses 3:9?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Satanás, al rebelarse, arrastró consigo a una tercera parte de los ángeles. Éstos se apartaron del Padre y del Hijo, y se unieron con el instigador de la rebelión. Teniendo presente estos hechos, debemos obrar con la mayor cautela…
“En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33), dice Cristo, pero en mí tendréis paz. Las pruebas a las cuales son sometidos los cristianos en la tristeza, la adversidad y el oprobio, son los medios designados por Dios para separar el tamo del trigo. Nuestro orgullo, egoísmo, malas pasiones y amor de los placeres mundanales, deben ser todos vencidos; por lo tanto Dios nos manda aflicciones para probarnos, y mostrarnos que existen estos males en nuestro carácter. Debemos vencer por su fuerza y por su gracia, a fin de participar de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia. “Porque esta leve y momentánea tribulación -dice Pablo-, produce una eterna gloria, que supera toda comparación. Así, fijamos nuestros ojos, no en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno” 2 Corintios 4:17, 18 (NRV). Las aflicciones, las cruces, las tentaciones, la adversidad y nuestras variadas pruebas, son los medios que emplea Dios para refinarnos, santificarnos y hacernos dignos de su alfolí celestial (Testimonios para la iglesia, t. 3, pp. 129, 130).
Una cosa es leer y enseñar la Biblia, y otra cosa es tener mediante la práctica, injertados sus principios de vida y de santidad en el alma… “Por gracia sois salvos por la fe”. Efesios 2:8. La mente debería educarse a ejercer la fe antes que a acariciar la duda, la suspicacia y los celos. Estamos demasiado inclinados a considerar los obstáculos como imposibles de superarse. El tener fe en las promesas de Dios, el avanzar por fe sin dejarse dominar por las circunstancias es una lección dura de aprender, y sin embargo es una necesidad impostergable para cada hijo de Dios el aprender esta lección. Debe cultivarse siempre la gracia de Dios mediante Cristo porque nos es dada como la única manera de acercarnos a Dios (En los lugares celestiales, p. 111).
Para gloria del Maestro, ambicionad cultivar todas las gracias del carácter. Debéis agradar a Dios en todos los aspectos de la formación de vuestro carácter. Podéis hacerlo, pues Enoc agradó al Señor aunque vivía en una época degenerada. Y en nuestros días también hay Enocs.
Permaneced firmes como Daniel, el fiel hombre de estado a quien ninguna tentación pudo corromper. No chasqueéis a Aquel que os amó de tal manera que dio su propia vida para expiar vuestros pecados. “Sin mí nada podéis hacer”, dice. Recordad esto. Si habéis cometido errores, ganáis ciertamente una victoria si los veis y los consideráis señales de advertencia. De ese modo transformáis la derrota en victoria, chasqueando al enemigo y honrando a vuestro Redentor (Palabras de vida del gran Maestro, p. 267).
Lección 1 | Martes 28 de marzo_____________________________________________
ACEPTEMOS LA VICTORIA DE JESÚS
Como bien lo presenta la Biblia, Jesús nunca ha perdido una batalla con Satanás. Él es el Conquistador poderoso, el Vencedor sobre los poderes del mal. Una cosa es creer que Jesús obtuvo la victoria sobre las tentaciones de Satanás; otra muy distinta es creer que la victoria de Cristo es también nuestra victoria.
Lee Apocalipsis 12:10. ¿Cuánto aliento debería infundirte el hecho de que tu acusador “ha sido arrojado”?
Apocalipsis 12:10
10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Aunque la batalla todavía continúa en la Tierra, Satanás ha perdido. Punto. Esto se aplica no solo a la victoria final de Cristo en el punto culminante de la historia humana, sino también a nuestra batalla con los principados y las potestades del mal en nuestra vida personal. Algunos cristianos viven frustrados. Desean obtener la victoria sobre alguna actitud o hábito, pero no llegan a comprender la realidad de la victoria de Cristo por ellos en su vida personal.
Lee Apocalipsis 12:11. ¿Qué garantía de victoria nos da Cristo en este pasaje?
Apocalipsis 12:11
11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Siete veces en los mensajes de Apocalipsis a las siete iglesias, encontramos la expresión “El que venza”. Aquí, en Apocalipsis 12:11, volvemos a encontrar este concepto de vencer. La palabra “vencer”, en el idioma original del texto, es nikao. Se puede traducir literalmente como “conquistar, prevalecer, triunfar o vencer victoriosamente”. Fíjate cómo es posible que seamos vencedores. Apocalipsis 12:11 afirma que es solo “por la sangre del Cordero”.
En Apocalipsis 5:6, en visión profética, Juan mira al Cielo y ve “un Cordero como si hubiera sido inmolado”. El sacrificio de Cristo es el centro de atención de todo el Cielo. No hay nada más sublime que la Cruz para demostrar el amor infinito e insondable de Dios.
Cuando aceptamos por fe lo que Cristo hizo por nosotros, nuestra deuda se cancela, y somos perfectos ante los ojos de Dios. Nuestros pecados son perdonados (Col. 1:14; Efe. 1:7; Col. 2:14), y “ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos” (Apoc. 12:10). Somos redimidos, victoriosos y salvos, no por nuestros propios méritos, sino por las victorias de Cristo en nuestro favor.
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Cristo en la cruz no sólo atrae a los hombres para que se arrepientan delante de Dios por las transgresiones de su ley -pues Dios a quienes perdona hace que primero se arrepientan-, sino que Cristo ha satisfecho la justicia; se ha ofrecido a sí mismo como expiación. Su sangre derramada, su cuerpo quebrantado, satisfacen las demandas de la ley transgredida, y así salva con un puente el abismo que ha hecho el pecado. Sufrió en la carne para que con su cuerpo magullado y quebrantado pudiera amparar al pecador indefenso. La victoria obtenida por su muerte en el Calvario quebrantó para siempre el poder acusador de Satanás sobre el universo, y silenció su acusación de que la abnegación era imposible en Dios y que, por lo tanto, no es esencial en la familia humana.
Todos los que quieran pueden ser vencedores. Esforcémonos fervientemente para alcanzar la norma puesta delante de nosotros. Cristo conoce nuestra debilidad, y a él podemos ir diariamente en busca de ayuda. No es necesario que ganemos fortaleza para un mes por adelantado. Debemos vencer día tras día.
Nos convertimos en vencedores ayudando a otros a vencer por medio de la sangre del Cordero y la palabra de nuestro testimonio. La observancia de los mandamientos de Dios producirá en nosotros un espíritu obediente, y Dios puede aceptar el servicio que es hijo de tal espíritu (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 7, p. 985).
Satanás aparece frecuentemente como un ángel de luz, ataviado con el uniforme del cielo; asume un aire amistoso, manifestando gran santidad de carácter y alta consideración por sus víctimas, las almas que se propone engañar y destruir. Yacen peligros en la senda que él invita a las almas a recorrer, pero tiene éxito en encubrirlos y presenta sólo las atracciones. El gran Capitán de nuestra salvación ha vencido en nuestro favor, para que a través de él podamos ser vencedores, si así lo queremos. Pero Cristo no salva a nadie en contra de su decisión; no obliga a nadie a obedecer. Hizo el sacrificio infinito para que podamos vencer en su nombre y para que su justicia nos sea imputada (Testimonios para la iglesia, t. 3, pp. 501, 502).
La luz de la cruz del Calvario resplandece ahora en rayos claros y brillantes, que revelan a Jesús como nuestro sacrificio por el pecado. Mientras lea las promesas que le he presentado, recuerde que son la expresión de un amor y una compasión inefables. El gran corazón lleno de un amor infinito se siente atraído hacia el pecador con compasión ilimitada. “Tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados” Efesios 1:7. Sí, crea tan sólo que Dios es su auxiliador. Quiere restaurar en el hombre su imagen moral. En la medida en que usted se acerque a él con confesión y arrepentimiento, él se acercará a usted con misericordia y perdón. Todo lo debemos al Señor. Es el Autor de nuestra salvación. Mientras obra su propia salvación con temor y temblor, “Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Filipenses 2:13 (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 597).
Miércoles 29 de marzo | Lección 1__________________________________________
LA MUJER DEL DESIERTO
Lee Apocalipsis 12:6 y compáralo con Apocalipsis 12:14 al 16. Observa cuidadosamente el período de tiempo, el ataque de Satanás a la “mujer” (la iglesia de Dios) y la provisión de Dios para su pueblo. ¿De qué están hablando estos versículos?
Apocalipsis 12:6
6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
Apocalipsis 12:14-16
14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.
Los 1.260 días de Apocalipsis 12:6 son paralelos a la expresión “tiempo, tiempos, y medio tiempo” de Apocalipsis 12:14. Esta misma profecía que describe el mismo período se encuentra en Daniel 7:25; Apocalipsis 11:2 y 3; y 13:5. Como estos son símbolos proféticos (no es que una mujer literal con alas se fuera al desierto), aplicamos el tiempo profético, el principio de día por año (ver, por ejemplo, Núm. 14:34; Eze. 4:4–6) a estas profecías. Esto simplemente significa que un día profético equivale a un año. Sobre este mismo período profético de Apocalipsis 11:2, la Biblia de Estudio Andrews dice: “Por este motivo, los intérpretes historicistas lo entienden generalmente como los 1.260 años que corren de 538 a 1798 d.C.” (p. 1.596, comentario sobre Apoc. 11:2). Una iglesia corrupta (junto con un Estado corrupto) oprimió, persiguió y a veces masacró al pueblo fiel de Dios. Esta persecución feroz y satánica contra los cristianos que creían en la Biblia era una extensión del gran conflicto entre el bien y el mal. Al salir de las tinieblas de la Edad Media, al momento de la Reforma, hubo hombres y mujeres que enfrentaron un momento decisivo: ¿Serían fieles a la Palabra de Dios o aceptarían las enseñanzas de los sacerdotes y los prelados? Una vez más, la verdad triunfó, y Dios tenía un pueblo que le era fiel en presencia de una tremenda oposición. Hay algunas expresiones fascinantes y extremadamente alentadoras del cuidado de Dios en estos versículos. Apocalipsis 12:6 utiliza la expresión “Un lugar preparado por Dios”. Apocalipsis 12:14 declara que la mujer fue “sustentada” en el desierto. Y Apocalipsis 12:16 expresa: “La Tierra ayudó a la mujer”. En tiempos de intensa persecución, Dios proveyó para su iglesia. Como lo hizo en ese entonces, hará lo mismo por su remanente del tiempo del fin.
Describe un momento de prueba o dificultad en tu vida en el que podrías haberte desanimado fácilmente, pero Dios proveyó un lugar de refugio para ti y te sostuvo en tus desafíos. ¿De qué manera Dios te brindó apoyo cuando más lo necesitabas?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
Mientras estuvieran bajo la protección divina, ningún pueblo o nación, aunque fuese auxiliado por todo el poder de Satanás, podría prevalecer contra ellos. El mundo entero iba a maravillarse de la obra asombrosa de Dios en favor de su pueblo, a saber, que un hombre empeñado en seguir una conducta pecaminosa fuese de tal manera dominado por el poder divino que se viese obligado a pronunciar, en vez de imprecaciones, las más ricas y las más preciosas promesas en el lenguaje sublime y fogoso de la poesía. Y el favor que en esa ocasión Dios concedió a Israel había de ser garantía de su cuidado protector hacia sus hijos obedientes y fieles en todas las edades. Cuando Satanás indujese a los impíos a que calumniaran, maltrataran y exterminaran al pueblo de Dios, este mismo suceso les sería recordado y fortalecería su ánimo y fe en Dios (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 477, 478).
Los mensajeros de la cruz deben armarse de un espíritu vigilante y de oración, y avanzar con fe y valor, obrando siempre en el nombre de Jesús. Deben cifrar su confianza en su Jefe; porque nos esperan tiempos dificultosos. Los juicios de Dios están cayendo sobre la tierra. Las calamidades se siguen en rápida sucesión. Pronto se levantará Dios de su solio para sacudir terriblemente la tierra, y para castigar a los malos por su iniquidad. Entonces él se levantará en favor de los suyos, y les concederá su cuidado protector. Echará sus brazos eternos en derredor de ellos, para escudarlos de todo mal (Obreros evangélicos, pp. 279, 280).
La presencia de Dios es una garantía para el cristiano. Esta Roca de fe es la presencia viviente de Dios. El más débil puede depender de ella. Los que se creen más fuertes pueden convertirse en los más débiles a menos que dependan de Cristo como su eficiencia y su dignidad. Esta es la Roca sobre la cual podemos edificar con éxito. Dios está cerca en el sacrificio expiatorio de Cristo, en su intercesión, su amor, su tierno poder guiador en la iglesia. Sentado junto al trono eterno, los observa con intenso interés. Mientras los miembros de la iglesia obtengan savia y alimento de Jesucristo por medio de la fe, y no de las opiniones, las invenciones y los métodos de los hombres; si tienen una convicción de la cercanía de Dios en Cristo, y ponen su entera confianza en él, tendrán una relación vital con Cristo, como la rama tiene una relación con el tronco. La iglesia no está fundada sobre teorías de hombres, sobre formas y planes vacíos de significado hace ya tiempo. Depende de Cristo, su justicia. Está edificada sobre la fe en Cristo “y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”.
La fortaleza de toda alma reside en Dios y no en el hombre. La quietud y la confianza han de ser la fuerza de todos los que dediquen su corazón a Dios. Cristo no manifiesta un interés casual en nosotros; el suyo es más fuerte que el de una madre por su hijo… Él te está mirando, tembloroso hijo de Dios. El te dará seguridad bajo su protección (Dios nos cuida, p. 17).
Lección 1 | Jueves 30 de marzo_____________________________________________
EL REMANENTE DE DIOS EN EL TIEMPO DEL FIN
El diablo ha estado en guerra con Cristo desde su rebelión en el Cielo (Apoc. 12:7). El propósito de Satanás en ese entonces y ahora es tomar el control del Universo (ver Isa. 12:12-14). El foco de su atención en los últimos días de la historia de la Tierra está puesto sobre el pueblo de Dios. Apocalipsis 12:17 declara enfáticamente que el dragón (Satanás) estaba enojado (airado) con la mujer (la iglesia) y fue a combatir al resto de sus hijos. Esta expresión, “el resto de sus hijos”, también se traduce como “el remanente” en la versión del Rey Jacobo (en inglés). El remanente de Dios permanece fiel a Cristo, obediente a su verdad y fiel a su misión.
Lee Apocalipsis 12:17. ¿Qué características del remanente de Dios, su iglesia de los últimos días, se encuentran en este versículo?
Apocalipsis 12:17
17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
En Apocalipsis 12:17, Satanás (el dragón) está furioso con la mujer, la iglesia de Dios. El diablo está furioso con un pueblo que guarda los mandamientos de Dios, y hará todo lo posible para destruirlo.
Finalmente, instiga un decreto para que no puedan comprar ni vender y para que sean encarcelados y enfrenten la muerte (ver Apoc. 13:14–17). Si Satanás no puede destruir a Cristo, intentará destruir el objeto del afecto más profundo de Cristo: la iglesia de Cristo. La última guerra de la Tierra no se localiza en Medio Oriente ni en los diversos conflictos que hay allí; se centra en la mente del pueblo de Dios disperso por todo el mundo. Es una batalla entre dos fuerzas opuestas, Cristo y Satanás. Nuevamente, no hay nadie que sea neutral.
La pregunta central en esta guerra final es: “¿A quién somos leales? ¿Dónde está nuestra fidelidad? El Cielo necesita creyentes que estén tan constreñidos por el amor de Cristo, redimidos por su gracia, comprometidos con sus propósitos, empoderados por su Espíritu, y que sean tan obedientes a sus mandamientos, que estén dispuestos a enfrentar la muerte misma por su causa.
Nuestro mundo se encamina hacia una gran crisis. Pero en Jesús, por Jesús, mediante Jesús y debido a Jesús, nuestra victoria está asegurada, siempre y cuando permanezcamos conectados a él mediante la fe, una fe que conduce a la obediencia. Todo se reduce a nuestra decisión personal.
¿Cómo se manifiesta la realidad de Apocalipsis 12:17 en tu vida, en tu experiencia cristiana? Es decir, ¿de qué forma ves que el Gran Conflicto se desarrolla en tu vida?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
En la Palabra de Dios se describen dos bandos opuestos que influyen sobre los seres humanos en nuestro mundo, y los dominan. Esos bandos están actuando constantemente sobre cada ser humano. Los que están bajo el dominio de Dios y la influencia de los ángeles celestiales, podrán discernir las astutas artimañas de los poderes invisibles de las tinieblas. Los que desean estar en armonía con los agentes celestiales, debieran ser sumamente fervientes en cumplir la voluntad de Dios. No deben dar la menor cabida a Satanás y a sus ángeles.
Pero a menos que estemos constantemente en guardia, seremos vencidos por el enemigo. Aunque a todos ha sido manifestada una solemne revelación de la voluntad de Dios acerca de nosotros, sin embargo, el conocimiento de esa voluntad no excluye la necesidad de elevar fervientes súplicas a Dios en busca de ayuda, y procurar diligentemente cooperar con él en respuesta a las oraciones ofrecidas (La oración, p. 115).
La esperanza del cristiano no está basada en el arenoso fundamento de los sentimientos. Los que obran por principio contemplarán la gloria de Dios más allá de las sombras, y confiarán en la segura palabra de su promesa. No se les disuadirá de honrar a Dios, no importa cuán tenebroso parezca el camino. La adversidad y las pruebas solamente les proporcionarán la oportunidad de mostrar la sinceridad de su fe y amor. Cuando el alma esté deprimida, eso no será evidencia de que Dios ha cambiado. “Es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Hebreos 13:8. Estáis seguros del favor de Dios cuando sois sensibles a los rayos del Sol de Justicia; pero si las nubes inundan vuestra alma, no debéis creer que estáis olvidados. Vuestra fe debe abrirse camino a través de la oscuridad. … Hay que tener en cuenta siempre las riquezas de la gracia de Cristo. Atesorad las lecciones provistas por su amor. Que vuestra fe sea como la de Job, para que podáis decir: “Aunque él me matare, en él esperaré”. Job 13:15. Aferraos a las promesas de vuestro Padre celestial, y recordad cómo os ha tratado antes a vosotros y a sus siervos, porque “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.
Las vicisitudes más difíciles de la vida cristiana deberían ser las que proporcionen mayores bendiciones. Las providencias especiales recibidas en las horas lóbregas deben animar al alma en los futuros ataques de Satanás, y deben aparejar al siervo de Dios para que permanezca firme en las fieras pruebas. La prueba de vuestra fe es más preciosa que el oro. Debéis tener esa confianza en Dios que no es perturbada por las tentaciones y los argumentos del engañador. Confiad en la palabra del Señor (A fin de conocerle, pp. 259).
Si bien la vida del cristiano ha de ser caracterizada por la humildad, no debe señalarse por la tristeza y la denigración de sí mismo. Todos tienen el privilegio de vivir de manera que Dios los apruebe y los bendiga. No es la voluntad de nuestro Padre celestial que estemos siempre en condenación y tinieblas. Marchar con la cabeza baja y el corazón lleno de preocupaciones relativas a uno mismo no es prueba de verdadera humildad. Podemos acudir a Jesús y ser purificados, y permanecer ante la ley sin avergonzarnos ni sentir remordimientos. “Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, mas conforme al Espíritu”. Romanos 8:1.
Por medio de Jesús, los hijos caídos de Adán son hechos “hijos de Dios”. “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos: por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos”. Hebreos 2:11. La vida del cristiano debe ser una vida de fe, de victoria y de gozo en Dios. “Todo aquel que es engendrado de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, a saber, nuestra fe”. 1 Juan 5:4 (El conflicto de los siglos, p. 469).
Viernes 31 de marzo | Lección 1____________________________________________
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
En cierto sentido, podríamos argumentar que Dios no tenía otra opción: si quería seres que pudieran amar a él y a los demás, tenía que crearlos libres. Si no fueran libres, no podrían amar; y ¿qué sería de nuestro Universo sin amor? Sería lo que algunos han afirmado: nada más que una máquina irracional que funciona según estrictas leyes de causa y efecto y en la que no tenemos libre albedrío; no seríamos más que paquetes de carne (y sangre) con partículas subatómicas que siguen solo las leyes de la física. No es exactamente una imagen bonita. Tampoco representa lo que sabemos que es verdad de nosotros mismos. ¿Quién de nosotros piensa, por ejemplo, que nuestro amor por nuestros padres, hijos o cónyuges no es más que una configuración de átomos?
“Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con los grandes principios de justicia. Dios desea de todas sus criaturas el servicio por amor; servicio que brota de un aprecio de su carácter. No halla placer en una obediencia forzada; y a todos otorga libre albedrío para que puedan rendirle un servicio voluntario.
“Mientras todos los seres creados reconocieron la lealtad del amor, hubo perfecta armonía en el Universo de Dios. Cumplir los designios de su Creador era el gozo de las huestes celestiales. Se deleitaban en reflejar la gloria de Dios y en manifestarle alabanza. Y, mientras el amor de Dios fue supremo, el amor de unos por otros fue confiado y desinteresado. No había nota de discordia que echara a perder las armonías celestiales” (PP 12, 13).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- ¿Por qué Apocalipsis 12 es una introducción apropiada para el mensaje de los tres ángeles, especialmente a la luz del conflicto venidero en el tiempo del fin?
- ¿Cómo te reconforta Apocalipsis 12 en las tentaciones y las pruebas personales que enfrentas a diario?
- Hay quienes creen que nuestras acciones están determinadas mayormente por nuestra herencia y por el entorno. ¿Concuerdas con esto o no? ¿Qué papel juega nuestro poder de decisión para determinar nuestro comportamiento? Analiza la relación entre nuestras decisiones y el poder de Dios que obra en nuestra vida.
CITAS DEL VIDEO
El mundo se está volviendo más y más anárquico. Pronto una gran angustia sobrecogerá a las naciones, una angustia que no cesará hasta que Jesús venga.—The Review and Herald, 11 de febrero de 1904.
Estamos en vísperas del tiempo de angustia y nos esperan dificultades apenas sospechadas.—Joyas de los Testimonios 3:306 (1909).
En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella.—Joyas de los Testimonios 3:288 (1909).
La iglesia se encuentra en el estado laodicense. La presencia de Dios no está en su medio.—Notebook Leaflets from the Elmshaven Library 1:99 (1898).<
Vi luego el tercer ángel. Apocalipsis 14:9-11. Dijo mi ángel acompañante: “Su obra es terrible. Su misión es tremenda. Es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar o atar el trigo para el granero celestial. Estas cosas debieran absorber completamente la mente y la atención”.—Primeros Escritos, 118 (1854).
El mundo no está sin gobernante. El programa de los acontecimientos venideros está en las manos del Señor. La Majestad del cielo tiene a su cargo el destino de las naciones, como también lo que concierne a su iglesia.—Joyas de los Testimonios 2:352 (1889).
No estamos ahora en condiciones de describir con exactitud las escenas que ocurrirán en nuestro mundo en el futuro, pero sí sabemos que este es un tiempo cuando debemos velar y orar, porque el gran día del Señor está cercano.—Mensajes Selectos 2:40 (1901).
La gente no tendrá otro mensaje acerca de un tiempo definido. Después de este lapso (Apocalipsis 10:4-6), que ahora abarca desde 1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844.—Comentario Bíblico Adventista 7:982 (1900).
La marca de la bestia es exactamente lo que ha sido proclamado. No se comprende todavía todo lo referente a este asunto, ni se comprenderá hasta que se abra el rollo.—Joyas de los Testimonios 2:371 (1900).
Aquellos que se coloquen bajo el control de Dios, para ser guiados por él, captarán el paso continuo de los eventos que él ha dispuesto que ocurran.—Testimonies for the Church 7:14 (1902).
Hay un tiempo de angustia que se aproxima para el pueblo de Dios, pero no hemos de mantener eso constantemente delante de los nuestros, manejándolos de tal manera que pasen por un tiempo de angustia de antemano. Ha de haber un zarandeo entre el pueblo de Dios, pero no es esta la verdad presente para llevar a las iglesias.—Mensajes Selectos 1:211 (1890).
Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el directo testimonio que exige el consejo del Testigo Fiel a la iglesia de Laodicea. Tendrá este consejo efecto en el corazón de quien lo reciba y le inducirá a ensalzar la norma y expresar claramente la verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él. Esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios. 1TPI 167.3 {Testimonio para la Iglesia tomo 1}
Todos los que deseen retirarse de la iglesia tendrán oportunidad para hacerlo. De alguna manera surgirá algo para probar a todos. El gran período del zarandeo está próximo. Los que manifiestan celos y los que critican a los demás, que andan buscando el mal, serán sacudidos y dejados afuera. Detestan el reproche y desprecian la corrección. 1TPI 228.2 {Testimonio para la Iglesia tomo 1}
Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pentecostés.—Joyas de los Testimonios 2:69 (1882). EUD 164.3
En ese tiempo, descenderá la “lluvia tardía” o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder: a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas.—Primeros Escritos, 86 (1854).
Vi que nadie podrá participar del “refrigerio” a menos que haya vencido todas las tentaciones y triunfado del orgullo, el egoísmo, el amor: al mundo y toda palabra y obras malas. Por lo tanto, debemos acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosamente la preparación necesaria que nos habilite para permanecer firmes en la batalla, en el día del Señor.—Primeros Escritos, 71 (1851). EUD 164.2
Es una solemne declaración la que hago a la iglesia, de que ni uno de cada veinte de aquellos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado para terminar su historia terrenal, y que estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza en el mundo como el pecador común.—Servicio Cristiano Eficaz, 52 (1893).
Cuando sea proclamado el tercer mensaje, crece[rá] hasta convertirse en un fuerte clamor, y a medida que la obra final sea acompañada por gran poder y gloria, los fieles hijos de Dios participarán de esa gloria. La lluvia tardía es la que los revive y fortalece para que puedan pasar por el tiempo de angustia.—Comentario Bíblico Adventista 7:995 (1862). EUD 172.3
Oí que los revestidos de la armadura proclamaban poderosamente la verdad, con fructuosos resultados […]. Pregunté por la causa de tan profundo cambio y un ángel me respondió: “Es la lluvia tardía; el refrigerio de la presencia del Señor; el potente pregón del tercer ángel”.—Primeros Escritos, 271 (1858). EUD 160.2
Al acercarse los miembros del cuerpo de Cristo al período de su último conflicto, al “tiempo de angustia de Jacob”, crecerán en Cristo y participarán en amplia medida de su Espíritu. Al crecer el tercer mensaje hasta ser un fuerte pregón, cuando acompañe a la obra final gran poder y gloria, los hijos de Dios participarán de aquella gloria. La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará para atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de aquella luz que acompaña al tercer ángel. 1TPI 315.4 {Testimonio para la Iglesia tomo 1}
Todo el que en ese día malo quiera servir sin temor a Dios, de acuerdo con los dictados de su conciencia, necesitará valor, firmeza y conocimiento de Dios y de su Palabra; porque los que sean fieles a Dios serán perseguidos, sus motivos serán condenados, sus mejores esfuerzos serán desfigurados y sus nombres serán denigrados.—Los Hechos de los Apóstoles, 344 (1911).
Dios tiene joyas en todas las iglesias, y no nos corresponde lanzar arrolladoras acusaciones contra el llamado mundo religioso.—Comentario Bíblico Adventista 4:1205 (1893). EUD 169.1
Primera caída
Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Amos 5:13.
Todos los que creen la verdad deberían ejercer precaución con oración. Delante de nosotros se extienden decenas de pruebas, y necesitamos ejercer gran precaución, y guardar la puerta de nuestros labios mientras los impíos están delante de nosotros. En nuestra experiencia nos vamos a encontrar con hombres impulsados por un celo fanático que provocarán a los que aborrecen la verdad y será necesario conservar la calma y no revelar todo lo que sabemos, porque se causarán impresiones sobre las mentes humanas que, bajo la influencia de Satanás, crecerán exageradamente. Es necesario que velemos en oración.
Los males que enfrentaremos hace ya tiempo que se han ido reuniendo y, como una tempestad, caerán sobre muchos cuando menos lo esperan. Aunque no se los pueda acusar de causar el mal, lo precipitarán. Se les harán cargos que los creyentes no podrán refutar, porque no manifestaron prudencia en el uso de la pluma o de la voz.Los gobiernos de las naciones promulgarán muchas leyes formuladas especialmente para oprimir, y algunas leyes antiguas, que prácticamente no se aplican más, van a resucitar.
Necesitamos avanzar en nuestra obra con inteligencia y fe, bajo la sabia dirección de Jesucristo. Tenemos que hacer una gran obra en favor del Maestro para proclamar el último mensaje de misericordia a nuestro mundo, y debemos depender de las autoridades y los poderes para poder ir de un extremo al otro del mundo, y mientras tengamos que depender de los poderes que existen actualmente, no debemos malquistarnos con ellos, porque éste es un mensaje mundial.
Tenemos que avanzar con tranquilidad, y cuando aparentemente se cierre el camino en una determinada dirección, no debemos condenar a los poderes que existen actualmente, porque al hacerlo estamos enseñando a otro poder cómo actuar para cerrarnos el camino. No debemos excitar la oposición ni provocar represalias o venganzas. El momento culminante llegará bien pronto. Ya se está acercando subrepticiamente como un ladrón en la noche. Y podemos presentar verdades bíblicas que no provoquen las fuerzas opositoras que ya están actuando.
—Manuscrito 90, del 29 de agosto de 1893, “Nuestra actitud hacia los poderes que existen actualmente”. (Cada Día con Dios – 29 de Agosto).
Isaías 14 12
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
03/25/2023 en 9:48 PM
Esto es un material, un aporte excelente muy enrriquesedor gracias pastor Tony