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Lección 2 – LAS DECISIONES QUE TOMAMOS – Para el 13 de abril de 2019

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Lección 2: Para el 13 de abril de 2019

LAS DECISIONES QUE TOMAMOS

Sábado 6 de abril_______________________________________________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Efesios 1:1-4; Mateo 22:35-37; Mateo 7:24, 25; Proverbios 18:24; 1 Corintios 15:33; Eclesiastés 2:1-11.

PARA MEMORIZAR:

“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24:15).

¿Has notado que la vida está repleta de decisiones? Por cierto, se podría decir que, en gran medida, lo que hacemos todo el día, desde el momento en que nos levantamos hasta que nos acostamos, es tomar decisiones. Tomamos tantas decisiones que a menudo ni siquiera pensamos en ellas. Simplemente, las tomamos.

Algunas decisiones son sencillas y hasta se convierten en rutina, mientras que otras son transformadoras y tienen consecuencias eternas, no solo para nosotros, sino también para nuestra familia.

Por lo tanto, cuán determinante es que pensemos en nuestras decisiones, especialmente las grandes, las que pueden afectarnos por el resto de la vida.

¿Cuántos de nosotros lamentamos hasta el día de hoy las decisiones que hemos tomado? ¿Cuántos conviven hasta el ahora con los escombros de las decisiones equivocadas que tomaron hace mucho tiempo? Afortunadamente, existe el perdón. Hay redención, y hay curación incluso para la peor decisión.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Aun cuando quedó resuelto que Satanás no podría permanecer por más tiempo en el cielo, la Sabiduría Infinita no le destruyó… De haber sido este aniquilado inmediatamente, aquellos habrían servido a Dios por miedo más bien que por amor. La influencia del seductor no habría quedado destruida del todo, ni el espíritu de rebelión habría sido extirpado por completo. Para bien del universo entero a través de las edades sin fin, era preciso dejar que el mal llegase a su madurez, y que Satanás desarrollase más completamente sus principios, a fin de que todos los seres creados reconociesen el verdadero carácter de los cargos que arrojara él contra el gobierno divino y a fin de que quedaran para siempre incontrovertibles la justicia y la misericordia de Dios, así como el carácter inmutable de su ley (El conflicto de los siglos, p. 489).

Dios es amor. Él cuida de las criaturas que formó. “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen”. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios” Salmos 103:13; 1 Juan 3:1.

¡Cuán precioso privilegio es éste, que seamos hijos e hijas del Altísimo, herederos de Dios y coherederos con Jesucristo! No nos lamentemos, pues, porque en esta vida no estemos libres de desilusiones y aflicción. Si en la providencia de Dios somos llamados a soportar pruebas, aceptemos la cruz, y bebamos la copa amarga, recordando que es la mano de un Padre la que la ofrece a nuestros labios. Confiemos en él, en las tinieblas como en la luz del día. ¿No podemos creer que nos dará todo lo que fuere para nuestro bien? “El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:32. Aun en la noche de aflicción, ¿cómo podemos negamos a elevar el corazón y la voz en agradecida alabanza, cuando recordamos el amor por nosotros expresado en la cruz del Calvario? (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 295).

Cuando creamos realmente que Dios nos ama y quiere ayudamos, dejaremos de acongojamos por el futuro. Confiaremos en Dios así como un niño confía en un padre amante. Entonces desaparecerán todos nuestros tormentos y dificultades; porque nuestra voluntad quedará absorbida por la voluntad de Dios.

Cristo no nos ha prometido ayuda para llevar hoy las cargas de mañana. Ha dicho: “Bástate mi gracia” [2 Corintios 12:9]; pero su gracia se da diariamente, así como el maná en el desierto, para la necesidad cotidiana. Como los millares de Israel en su peregrinación, podemos hallar el pan celestial para la necesidad del día.

Solamente un día es nuestro, y en él hemos de vivir para Dios. Por ese solo día, mediante el servicio consagrado, hemos de confiar en la mano de Cristo todos nuestros planes y propósitos, depositando en él todas las cuitas, porque él cuida de nosotros (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 85, 86).

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Domingo 7 de abril | Lección 2_________________________________________________

EL LIBRE ALBEDRÍO Y LA LIBERTAD DE ELECCIÓN

Algunos cristianos creen que Dios ya decidió incluso antes de que una persona nazca si será salva o no. Es decir, aquellos que al final se pierden eternamente se pierden porque Dios, en su sabiduría (según afirma esta teología) hizo que esta persona se perdiera por esa decisión divina. Por ende, esto significa que, independientemente de sus decisiones, esa persona será condenada.

Afortunadamente, como adventistas del séptimo día, no adherimos a esa teología. Al contrario, creemos que Dios decidió que todos fuésemos salvos, y que incluso antes de que el mundo existiera fuimos escogidos en él para tener vida eterna.

Lee Efesios 1:1 al 4; Tito 1:1 y 2; y 2 Timoteo 1:8 y 9. ¿Qué nos dicen estos versículos sobre ser escogidos por Dios y cuándo fuimos escogidos?

Efesios 1:1-4

1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

Tito 1:1-2

1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,

2 Timoteo 1:8-9

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

Por más buena que sea esta noticia, aun así algunos se perderán (Mat. 25:41). Y eso se debe a que, aunque Dios nos eligió a todos, dio a los seres humanos un don sumamente sagrado, que es el libre albedrío, la libertad de elección.

¿Qué enseña Mateo 22:35 al 37 sobre el libre albedrío?

Mateo 22:35-37

35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

El Señor no nos obliga a amarlo. El amor, para ser amor, debe brindarse libremente. En gran medida, se podría decir que la Biblia es la historia de Dios que se acerca a la humanidad perdida e intenta conquistar su corazón, sin coerciones. Esta realidad se puede observar mejor en la vida y el ministerio de Jesús, y en la forma en que la gente, mediante el uso de su libre albedrío, reaccionó ante a él. Algunos se sintieron atraídos hacia él; otros querían verlo muerto.

Sí, Dios nos ha escogido para salvación; pero, al fin y al cabo, somos nosotros los que tenemos que tomar la decisión de aceptar esa salvación. No cabe duda de que, de todas las decisiones que debemos tomar, la de servir al Señor es, con mucho, la más trascendental para nosotros y para quienes se ven influenciados (como nuestra familia inmediata) por nuestra vida y las decisiones que tomamos.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

“El que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. Jesús leía el futuro de sus discípulos. Veía a uno llevado al cadalso, otro a la cruz, otro al destierro entre las solitarias rocas del mar, otros a la persecución y la muerte. Los animó con la promesa de que en toda prueba estaría con ellos. Esta promesa no ha perdido nada de su fuerza…

En toda ocasión y lugar, en todas las tristezas y aflicciones, cuando la perspectiva parece sombría y el futuro nos deja perplejos y nos sentimos impotentes y solos, se envía el Consolador en respuesta a la oración de fe. Las circunstancias pueden separamos de todo amigo terrenal, pero ninguna circunstancia ni distancia puede separamos del Consolador celestial. Dondequiera que estemos, dondequiera que vayamos, está siempre a nuestra diestra para apoyamos, sostenemos y animamos (El Deseado de todas las gentes, p. 623).

Jesús no pierde de vista a su pueblo, que tiene que hacer frente a tantos desánimos. Requiere poquísimo esfuerzo flotar con la corriente popular, pero aquellos que alcanzarán las playas inmortales deben luchar contra viento y marea…

El verdadero seguidor de Cristo no debería desmayar al recibir reproches… El apóstol amado dijo: “Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece”. 1 Juan 3:13. Y nuestro Salvador les recuerda a sus discípulos: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros”. Juan 15:18. Los que son fieles a Dios no recibirán daño en el reproche o en la oposición. No, más bien así se desarrollarán virtudes que no florecerían en el sol de la prosperidad. La fe, la paciencia, la humildad y el amor brotarán y florecerán en medio de las nubes y de las tinieblas (Nuestra elevada vocación, p. 361).

Vi que Esteban era un poderoso hombre de Dios, especialmente suscitado para ocupar un lugar importante en la iglesia. Satanás se regocijó por su muerte; porque sabía que los discípulos iban a sentir muchísimo su pérdida. Pero el triunfo de Satanás fue corto; porque en aquella compañía, presenciando la muerte de Esteban, estaba alguien a quien Jesús iba a revelarse. Saulo no tomó parte en el apedreamiento de Esteban, pero consintió en su muerte. Era celoso en la persecución de la iglesia de Dios, a cuyos miembros buscaba y apresaba en sus casas, para entregarlos a aquellos que querían matarlos… Sus talentos eran empleados eficazmente por Satanás para llevar adelante su rebelión contra el Hijo de Dios, y contra los que creían en él. Pero Dios puede quebrantar el poder del gran adversario, y librar a los que son llevados cautivos por él. Cristo había elegido a Saulo como “instrumento escogido,” que predicase su nombre, fortaleciese a sus discípulos en su obra, y lograse más que ocupar el lugar de Esteban (Primeros escritos, p. 198).

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Lección 2 | Lunes 8 de abril_____________________________________________________

CÓMO TOMAR DECISIONES ACERTADAS

Todos conocemos muy bien la importancia de las decisiones que tomamos. También sabemos que las decisiones equivocadas pueden tener un impacto muy negativo en nuestra vida y en la de los demás. La pregunta es: ¿cómo aprender a tomar decisiones acertadas?

Los siguientes versículos nos presentan algunas medidas generales que pueden ayudarnos en nuestra búsqueda de tomar decisiones correctas. ¿Cuáles son estos pasos?

  1. 1 Tesalonicenses 5:17; Santiago 1

1 Tesalonicenses 5:17

17 Orad sin cesar.

Santiago 1

1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; 10 pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. 11 Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas. 12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. 16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. 26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

      2. Isaías 1:19; Mateo 7:24, 25:

Isaías 1:19

19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;

Mateo 7:24-25

24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

      3. Salmo 119:105; 2 Timoteo 3:

Salmo 119:105

105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.

2 Timoteo 3

1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. 10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarg:uir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

     4. Proverbios 3:5, 6; Isaías 58:11:

Proverbios 3:5-6

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

Isaías 58:11

11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

 

 

     5. Proverbios 15:22, 24:

Proverbios 15:22-24

22 Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman. 23 El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, !!cuán buena es! 24 El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del Seol abajo.

 

En cada decisión importante que tomemos, es fundamental que acudamos al Señor en oración, que nos aseguremos de que esa decisión no nos lleve a transgredir la Ley de Dios de ninguna manera, ni siquiera los principios implícitos en su Palabra. Es elemental que confiemos en Dios, que le entreguemos nuestra decisión. Es decir, debemos orar para que las decisiones que tomemos lo glorifiquen, y que estemos dispuestos a entregarle nuestros deseos si van en contra de su plan para nuestra vida. Muchas veces, también, los consejos sabios pueden ser de gran ayuda cuando tratamos de tomar decisiones. A fin de cuentas, podemos tener gran seguridad al saber que Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, y que si con fe y humildad le entregamos nuestra vida podremos avanzar con fe en las decisiones que tomemos.

¿Cómo haces para tomar las grandes decisiones de la vida? ¿Adoptas algún paso espiritual en la toma de decisiones?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El gran enemigo de la felicidad del hombre hizo al sábado del cuarto mandamiento objeto de ataques especiales. Satanás dice: “Obraré en forma contraria a los propósitos de Dios. Daré a mis secuaces poder para desechar el monumento de Dios, el séptimo día como día de reposo. Así demostraré al mundo que el día santificado y bendecido por Dios fue cambiado. Ese día no vivirá en la mente del pueblo. Borraré su recuerdo. Pondré en su lugar un día que no lleva las credenciales de Dios, un día que no puede ser una señal entre Dios y su pueblo…

“De esta manera el mundo llegará a ser mío. Seré gobernante de la tierra, príncipe del mundo. Regiré de tal modo los ánimos que estén bajo mi poder que el sábado de Dios será objeto especial de desprecio…

[Pero] él que es el mismo ayer, hoy y por los siglos, declaró acerca del día de reposo, o sábado: “Es señal entre mí y vosotros por vuestras edades”. “Señal es para siempre”. Éxodo 31:13, 17 (Profetas y reyes, pp. 136, 137).

Dios dio a los hombres el recordativo de su poder creador, a fin de que lo vieran en las obras de sus manos. El sábado nos invita a contemplar la gloria del Creador en sus obras creadas. Y a causa de que Jesús quería que lo hiciéramos, relacionó sus preciosas lecciones con la hermosura de las cosas naturales. En el santo día de descanso, más especialmente que en todos los demás días, debemos estudiar los mensajes que Dios nos ha escrito en la naturaleza. Debemos estudiar las parábolas del Salvador allí donde las pronunciara, en los prados y arboledas, bajo el cielo abierto, entre la hierba y las flores. Cuando nos acercamos íntimamente al corazón de la naturaleza, Cristo hace que su presencia sea real para nosotros, y habla a nuestros corazones de su paz y amor (Palabras de vida del gran Maestro, p. 14).

“El Hijo del hombre es Señor aun del sábado”. Estas palabras rebosan instrucción y consuelo. Por haber sido hecho el sábado para el hombre, es el día del Señor. Pertenece a Cristo. Porque “todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho”. [Juan 1:3] Y como lo hizo todo, creó también el sábado. Por él fue apartado como un monumento recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como Santificador tanto como Creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos reconciliados con Dios. Porque, hablando de Israel, dijo: “Diles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico,” [Ezequiel 20:12] es decir, que los hace santos. Entonces el sábado es una señal del poder de Cristo para santificamos. Es dado a todos aquellos a quienes Cristo hace santos. Como señal de su poder santificador, el sábado es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte del Israel de Dios (El Deseado de todas las gentes, p. 255).

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Martes 9 de abril | Lección 2___________________________________________________

LA ELECCIÓN DE LAS AMISTADES

Una de las decisiones más importantes de la vida es la elección de nuestros amigos. Generalmente, no nos proponemos hacer amigos. Con frecuencia entablamos amistades simplemente de forma natural, cuando pasamos tiempo con gente que disfruta de algunas de las mismas cosas que nosotros.

¿Qué principios para elegir amigos encontramos en los siguientes versículos? Proverbios 12:26; 17:17; 18:24; 22:24, 25.

Proverbios 12:26

26 El justo sirve de guía a su prójimo;Mas el camino de los impíos les hace errar.

 

Proverbios 17:17

17 En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.

 

Proverbios 18:24

24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.

 

Proverbios 22:24-25

24 No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.

 

Proverbios 18:24 dice que si queremos tener amigos debemos ser amigables. A veces la gente se siente sola, pero su actitud negativa y malhumorada es lo que aleja a los demás. “Hasta los mejores tenemos rasgos desagradables; y al seleccionar amistades debemos escoger las que no se alejarán de nosotros cuando se enteren de que no somos perfectos. Necesitamos tolerancia mutua. Debemos amarnos y respetarnos unos a otros a pesar de las faltas e imperfecciones que no podemos dejar de ver; pues este es el espíritu de Cristo. Deben cultivarse la humildad y la desconfianza propia, y una paciente ternura hacia las faltas de otros. Esto acabará con todo egoísmo mezquino y nos hará grandes de corazón y generosos” (MPa 111).

Una de las historias más famosas de amistad es la de David y Jonatán. Si Saúl, el primer rey de Israel y el padre de Jonatán, hubiera sido fiel y obediente, su reino podría haber durado varias generaciones, y Jonatán podría haber sido el sucesor de su trono. Cuando Saúl demostró no ser digno de su llamado, Dios eligió a David como el nuevo rey de Israel, descalificando así a Jonatán para lo que en caso contrario debería haber sido legítimamente suyo. Aquí tenemos un poderoso ejemplo de cómo las decisiones equivocadas de un miembro de la familia (Saúl) afectaron a otro miembro de la familia (Jonatán).

Pero Jonatán no estaba enojado con David ni celoso por esta causa. Es más, decidió ayudar a David y lo protegió de la ira de su propio padre, Saúl. “El alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo” (1 Sam. 18:1). Qué poderoso ejemplo de verdadera amistad.

“No se dejen engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Cor. 15:33). ¿Cuál ha sido tu experiencia con tus amistades, incluso con quienes tal vez no querían hacerte ningún daño pero terminaron perjudicándote de todos modos? La elección de amistades equivocadas ¿cómo puede dañar las relaciones familiares?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

“El que anda en medio de los siete candeleros de oro”. Apocalipsis 2:1. Este pasaje demuestra la relación que sostiene Cristo con las iglesias. Anda en medio de las iglesias por toda la longitud y la anchura de la tierra. Las observa con intenso interés para ver si están en una condición espiritual que les permita hacer progresar su reino. Cristo está presente en toda asamblea de la iglesia. Conoce a todos los que están relacionados con su servicio y a aquellos cuyo corazón puede llenar de aceite santo para que lo impartan a otros. Son muy preciosos para Cristo los que realizan fielmente su obra en nuestro mundo y, representando en palabra y obra el carácter de Dios, cumplen el propósito del Señor para con ellos. Cristo se deleita en ellos como un hombre se deleita en un jardín bien cuidado y en la fragancia de las flores que ha plantado (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 418).

“El ojo del Señor está sobre la obra, sobre todos sus planes, y sobre las imaginaciones de toda mente; el ve debajo de la superficie de las cosas, discerniendo los pensamientos e intenciones del corazón. No existe un solo hecho propio de las tinieblas, ni un solo plan, ni una sola imaginación del corazón, ni un solo pensamiento de la mente, que él no lea como si fuera en un libro abierto. Todo acto, toda palabra, todo motivo, es fielmente anotado en los registros del gran Dios que investiga el corazón, y que dijo: ‘Yo no conozco tus obras’ (Notas biográficas de Elena G. de White, p. 354).

Ninguna cosa fuera de una profunda experiencia personal nos capacitará para soportar la prueba de las dificultades y tentaciones que encontraremos en la lucha cristiana. Demasiado a menudo nos sentimos bien cuando todas las cosas van suavemente, pero cuando las dudas asaltan el alma, y Satanás insinúa sus sugerencias, desaparece nuestra defensa, y cedemos rápidamente a las artes del tentador, haciendo escasamente un esfuerzo para resistir y rechazarlo. No basta tener buenos impulsos. El alma debe atrincherarse por la oración y el estudio de las Escrituras. Jesús, armado con estas armas, hizo frente al astuto enemigo en el campo de batalla, y lo venció. Todos podemos vencer mediante su fortaleza; pero esa fortaleza no responderá por nosotros si suponemos que podemos prescindir de su ayuda. Él dice: “Sin mí nada podéis hacer”. Juan 15:5. Pero ninguna alma verdaderamente humilde que anda a la luz como Cristo está en luz, será entrampada por los engañadores artificios de Satanás (Nuestra elevada vocación, p. 332).

Y Dios cuida y sostiene todo lo que creó. El que sustenta los innumerables mundos diseminados por la inmensidad, también tiene cuidado del gorrioncillo que entona sin temor su humilde canto. Cuando los hombres van a su trabajo, o están orando; cuando se acuestan por la noche o se levantan por la mañana; cuando el rico se sacia en el palacio, o cuando el pobre reúne a sus hijos alrededor de su escasa mesa, el Padre celestial vigila tiernamente a todos. No se derraman lágrimas sin que él lo note. No hay sonrisa que para él pase inadvertida (El camino a Cristo, p. 86).

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Lección 2 | Miércoles 10 de abril______________________________________________

LA ELECCIÓN DEL COMPAÑERO DE LA VIDA

Si se supone que debes elegir cuidadosamente a tus amigos, deberías ser aún más cuidadoso cuando se trata de elegir a tu futuro cónyuge. Adán tuvo la gran bendición de que Dios haya diseñado a su compañera de la vida con sus propias manos y desde las entrañas de Adán. La elección de Adán fue fácil, ya que no solo Eva era la única mujer, sino la mujer perfecta. Al resto de nosotros se nos hace un poco más difícil, ya que nadie es perfecto y tenemos muchas más personas entre las que elegir.

Dado que esta decisión es tan importante, Dios no nos ha dejado sin orientación en este aspecto de la vida. Además de todos los pasos importantes que vimos en la lección del lunes, hay algunos más específicos para seguir en toda la cuestión relativa al matrimonio (analizaremos el tema del matrimonio con más detalle en la lección 6). De hecho, aparte de la decisión de servir al Señor, la elección del cónyuge casi siempre será la decisión más trascendental que alguien tome en su vida.

¿Qué orientación amplia se encuentra en los siguientes versículos que podría y debería aplicarse a alguien que busca al compañero apropiado para casarse? Salmo 37:27; 119:97; 1 Corintios 15:33; Santiago 1:23-25.

Salmo 37:27

27 Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre.

Salmo 119:97

97 ¡¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

1 Corintios 15:33

33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

Santiago 1:23-25

23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Además de buscar a la persona adecuada para casarte, en primer lugar sé tú la persona adecuada. “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mat. 7:12). Alguien podría encontrar un gran cónyuge en potencia, que tenga todas las cualidades que desearía, pero si el que pretende buenas cualidades en el otro personalmente no dispone de ellas surgirán problemas.

Esto no es nada nuevo, e indudablemente no solo pasa en el matrimonio, sino en la vida en general. Pablo se explaya en la introducción de Romanos en su discurso a quienes condenan a los demás por prácticas de las que ellos también son culpables. O como dijo Jesús: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Mat. 7:3).

¿Con qué frecuencia desearías que los demás (tu cónyuge, quizá) tuvieran rasgos que, a decir verdad, a ti te faltan? Piénsalo.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Cuando Dios estaba por revelar al amado Juan la historia de la iglesia durante los siglos futuros, le reveló el interés y cuidado del Salvador por su pueblo, mostrándole “uno semejante al Hijo del hombre”, que andaba entre los candeleros que simbolizaban a las siete iglesias. Mientras se le mostraban a Juan las últimas grandes luchas de la iglesia con las potencias terrenales, también se le permitió contemplar la victoria final y la liberación de los fieles. Vio a la iglesia en conflicto mortífero con la bestia y su imagen, y la adoración de esa bestia impuesta bajo la pena de muerte. Pero mirando más allá del humo y el estruendo de la batalla, contempló a una hueste sobre el monte de Sión con el Cordero, llevando, en vez de la marca de la bestia, “el nombre de su Padre escrito en sus frentes”. Y también vio a “los que habían alcanzado la victoria de la bestia, y de su imagen, y de su señal, y del número de su nombre, estar sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas de Dios” (Apocalipsis 1:13; 14:1; 15:2), y cantando el himno de Moisés y del Cordero (Testimonios para la iglesia, tomo 5, p. 702).

El Salvador anhela manifestar su gracia e imprimir su carácter en el mundo entero. Es su posesión comprada, y anhela hacer a los hombres libres, puros y santos. Aunque Satanás obra para impedir este propósito, por la sangre derramada para el mundo hay triunfos que han de lograrse y que reportarán gloria a Dios y al Cordero. Cristo no quedará satisfecho hasta que la victoria sea completa, y él vea “del trabajo de su alma… y será saciado”. [Isaías 53:11] Todas las naciones de la tierra oirán el evangelio de su gracia. No todos recibirán su gracia; pero “la posteridad le servirá; será ella contada por una generación de Jehová”. [Salmo 22:30] (El Deseado de todas las gentes, p. 768).

La iglesia de Cristo es la intermediaria elegida por Dios para salvar a los hombres. Su misión es llevar el evangelio al mundo. Esta obligación recae sobre todos los cristianos. Cada uno de nosotros, hasta donde lo permitan sus talentos y oportunidades, tiene que cumplir el mandato del Salvador. El amor de Cristo que nos ha sido revelado nos hace deudores de cuantos no lo conocen. Dios nos dio luz, no solo para nosotros, sino para que la derramemos sobre ellos.

Si los discípulos de Cristo comprendiesen su deber, habría mil heraldos proclamando el evangelio a los paganos donde hoy hay uno. Y todos los que no pudieran dedicarse personalmente a la obra, la sostendrían con sus recursos, simpatías y oraciones. Y se trabajaría con más ardor en favor de las almas en los países cristianos.

No necesitamos ir a tierras de paganos —ni aun dejar el estrecho círculo del hogar, si allí nos retiene el deber— a fin de trabajar por Cristo. Podemos hacerlo en el seno del hogar, en la iglesia, entre aquellos con quienes nos asociamos y con quienes negociamos (El camino a Cristo, p. 81).

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Jueves 11 de abril | Lección 2__________________________________________________

LA ELECCIÓN DE UNA CARRERA

En algún momento, tenemos que elegir lo que queremos hacer con nuestra vida, en términos de trabajo o carrera. A menos que sea económicamente independiente o trabaje a tiempo completo en el hogar atendiendo la casa y la familia (la más noble de todas las ocupaciones), mucha gente tiene que elegir una forma de ganarse la vida.

Por supuesto, todos existimos bajo ciertas circunstancias que pueden limitar considerablemente nuestras decisiones con respecto a una carrera. Pero, dentro de cualquier esfera existente, podemos optar por una ocupación que, especialmente en el contexto de saber que tenemos salvación en Jesucristo, pueda dar significado y un propósito adicional a nuestra vida. En síntesis, hagamos lo que hagamos, podemos hacerlo para la gloria de Dios.

¿Qué error cometió Salomón, y cómo podemos cuidarnos de no hacer algo similar? Eclesiastés 2:1-11.

Eclesiastés 2:1-11

1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad. A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida. Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música. Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. 10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena. 11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.

 

No necesitamos ser ricos para quedar atrapados en la misma trampa que Salomón. “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Tim. 6:10). Se puede ser pobre y amar el dinero tanto como alguien que es rico.

Sí, necesitamos ganarnos el sustento, pero independientemente de lo que hagamos o cuánto ganemos, no debemos convertir la búsqueda de riquezas en nuestro ídolo. Muchas familias también han sufrido a causa de un padre que, obsesionado con ganar dinero, descuidó a la familia intentando enriquecerse. ¿Cuántos hijos, o cónyuges, hubieran preferido un estilo de vida más humilde, antes que tener una mísera relación con su padre? La mayoría hubiera preferido la primera opción.

Desde la Creación, Dios planificó que el trabajo fuera parte de la vida (Gén. 2:15). El peligro surge cuando hacemos de nuestro trabajo el centro de nuestra vida, o se convierte en un medio solamente para adquirir riquezas para nosotros. Este es el error que Salomón cometió. Buscaba significado en esos proyectos y, aunque muchos de ellos le dieron cierto grado de satisfacción, finalmente descubrió que no tenían sentido.

Alguien dijo una vez: “¿Cuántas personas al final de su vida desearon haber pasado más tiempo en la oficina y menos tiempo con su familia?” ¿Cuál es el mensaje esencial de esta declaración?

ESPÍRITU DE PROFECÍA

La iglesia remanente está llamada a atravesar una experiencia similar a aquélla de los judíos; y el Testigo fiel, que anda en medio de los siete candeleros de oro, tiene un solemne mensaje que mostrar a su pueblo. Él dice: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelera de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Apocalipsis 2:4, 5. El amor de Dios se ha estado desvaneciendo en la iglesia y, como resultado, el amor del yo ha surgido con renovado vigor. Con la pérdida del amor de Dios, ha venido la pérdida del amor por los hermanos…

Se ha pensado que una religión legalista era la religión adecuada para este tiempo. Pero es un error. El reproche de Cristo para los fariseos es aplicable a los que han perdido su primer amor en su corazón. Una religión fría y legalista nunca puede conducir las almas a Cristo, pues es una religión sin amor y sin Cristo… La única gran ofrenda que ha sido hecha es amplia para todos los que crean. El amor de Cristo animará al creyente con nueva vida. El que bebe del agua de la fuente de la vida, estará lleno con el vino nuevo del reino. La fe en Cristo será el medio por el cual el espíritu y los motivos correctos moverán al creyente, y toda bondad e inclinación celestial procederán de aquel que contempla a Jesús, el autor y consumador de su fe (Mensajes selectos, tomo 1, p. 454).

¿Cuál es la fatal deficiencia? “Has dejado tu primer amor”. ¿No es éste nuestro caso? Nuestras doctrinas pueden ser correctas; podemos aborrecer las falsas doctrinas y no recibir a los que no son leales a los principios; podemos trabajar con energía incansable; pero aún esto no es suficiente. ¿Cuál es nuestro motivo? ¿Por qué se nos llama al arrepentimiento? “Has dejado tu primer amor”.

¡Ojalá la iglesia comprendiera la necesidad que tiene de recuperar su primer amor ferviente! Cuando éste falta, son insuficientes todas las otras virtudes. La exhortación al arrepentimiento es tal que no puede ser desoída sin peligro. No es suficiente una creencia en la teoría de la verdad. El presentar esa teoría a los incrédulos no os constituye en testigos para Cristo. La luz que alegró vuestro corazón cuando comprendisteis por primera vez el mensaje para este tiempo es un elemento esencial en vuestra experiencia y trabajos, y esto se ha perdido de vuestro corazón y de vuestra vida. Cristo contempla vuestra falta de celo, y declara que habéis caído y estáis en una posición peligrosa (Mensajes selectos, tomo 1, p. 434).

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Lección 2 | Viernes 12 de abril_________________________________________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

A lo largo de toda la Escritura, nos enfrentamos con la realidad del libre albedrío de la humanidad. Incluso Adán y Eva antes de la Caída (Gén. 3) tenían libre albedrío, y desgraciadamente tomaron la decisión equivocada. Si hubo seres no caídos que en su perfección pudieron hacer un mal uso del libre albedrío, ¿cuánto más nosotros, ya inmersos en el pecado?

Y debemos recordar que el libre albedrío es exactamente eso, libre; lo que significa que, independientemente de la presión que sintamos, tanto interna como externa, no tenemos por qué elegir lo malo. Mediante el poder de Dios en nosotros, podemos tomar decisiones correctas mediante el libre albedrío que Dios nos ha dado. Por lo tanto, cuán importante es sopesar cuidadosamente nuestras decisiones, especialmente pensando en cómo pueden afectar nuestra vida familiar. La decisión voluntaria de Caín de matar a su hermano seguramente devastó a su familia. La decisión de los hermanos de José de venderlo como esclavo arruinó la vida de su padre. “Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre” (Gén. 37:33-35).

En toda la Biblia, al igual que en la vida, podemos encontrar ejemplos de cómo el libre albedrío de los miembros de la familia impactan sobre los demás para bien o para mal, como las decisiones de Coré, Datán y Abiram (Núm. 16:1-32; ver, además, Dan. 6:23, 24; Gén. 18:19).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Cuáles son algunas de las decisiones que tomaste hoy? ¿Qué dicen sobre ti, y sobre tu relación con Dios y con los demás? De las decisiones que tomaste, ¿hay alguna que desearías que hubiese sido diferente?
  2. ¿Qué personajes de la Biblia tomaron decisiones equivocadas, y qué podemos aprender de sus errores? Sus decisiones erradas ¿cómo afectaron negativamente a sus familias?
  3. Indudablemente, todos nos arrepentimos de las malas decisiones que hemos tomado. ¿Por qué, frente a esos remordimientos, el evangelio es una buena noticia? ¿Qué promesas de la Biblia has reclamado en momentos de dificultad y culpa a causa de tus decisiones equivocadas?
  4. Si algunos se acercaran a ti para hablar de matrimonio, ¿qué consejo les darías, y por qué? ¿Qué principios puedes destacar de la Palabra de Dios para ayudarlos a tomar esta importante decisión?

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