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LA PERFECCION DE NUESTRA FE – LECCION # 2 PARA EL 11 DE OCTUBRE

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Este es un estudio libre para toda persona que lo desee usar ó compartir. Es una cortesía de SevenDay Radio y su servidor Tony García. Cualquier pregunta ó comentario por favor escriba a tonygarcialopez@yahoo.com ó tglopez@sevendayradio.com Este documento es subido a la red los días Domingos a las 6:00 de la mañana hora de Madrid, España; la media noche del día Sábado de la costa este de los Estados Unidos.

Toda información dada en éste documento es tomada estrictamente de la bastedad de libros que la Iglesia Adventista tiene disponible gratuitamente para el público en general en Ingles y Español. Aquí no le estamos presentando una nueva luz, nuestro trabajo es sencillamente recopilar información para que se le haga mas fácil al maestro de Escuela Sabática impartir la lección.

 Deseamos compartir con ustedes los tópicos  de las lecciones de los próximos años.

4 trimestres por año

2015:  (1)»Proverbios» (2)»El Libro de Lucas»  (3)»Misioneros»  (4) «Jeremías»

2016:  (1)»La Gran Controversia»  (2)»El libro de Mateo»   (3)»El Papel de la Iglesia en la Comunidad»   (4) «Job»

2017:  (1)»El Espíritu Santo y la Espiritualidad»   (2) «1ra y 2da de Pedro»  (3)»Unidad en Cristo»   (4)»Asuntos de Justicia Social»

2018:   (1)»Mayordomía»  (2) «Preparación para los Días Finales»  (3)»El libro de los Hechos»   (4) «El Libro de Apocalipsis»

2019: 1er trimestre «Esdras-Nehemías»; 2do trimestre «El Libro de Daniel»

Recordamos a los hermanos que ésta información está sujeta a cambios.

 


Una de las cosas que tenemos que explicar a nuestra clase es la palabra «fe». Cada vez que se pregunta que es fe; inmediatamente se da la respuesta: Es, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve. Hebreos 11:1  y ésta respuesta está muy bien. Pero aprendamos a explicar la palabra fe, de una manera sencilla, y esa palabra sencilla es: «CONFIANZA» 

La fe ó la confianza se desarrolla a través del conocimiento. Si no conocemos, no podemos tener fe ó confianza. Usted confía en su espos@, un amigo, un familiar, por que le conoce, de la misma manera le puede desconfiar por que le conoce. El conocimiento es básico para desarrollar nuestra fe en Dios; en el caso de Dios entre mas le conocemos, mas le confiamos. Si una persona no ha estudiado la Biblia, difícilmente va a tener confianza ó fe en un Dios que desconoce. La fe no se adquiere de la noche a la mañana, como si fuera algo mágico. La fe se desarrolla poco a poco en nuestra vida espiritual a través de tres medios fundamentales como lo son el estudio, la obediencia y la oración.

Lección 2: Para el 11 de octubre de 2014

LA PERFECCIÓN DE NUESTRA FE

Sábado 4 de octubre                                                                                                               

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Santiago 1:2, 3; 1 Pedro 1:6, 7; Filipenses 3:12-15; Santiago 1:19-21; Lucas 17:5, 6; 12:16-21.

PARA MEMORIZAR:
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Heb. 12:2, NVI).

UN ODONTÓLOGO EXPLICABA POR QUÉ sus coronas no tenían defectos. Él decía: “Nunca tengo problemas con las coronas que vienen del laboratorio. Si les envío un trabajo perfecto, me devuelven coronas perfectas”. El dentista no se preocupaba por el resultado final. Se concentraba en la etapa inicial del proceso.

Nosotros, como cristianos, no necesitamos angustiarnos sobre si nuestros caracteres serán suficientemente buenos al final. Esa es la obra de Dios. Nuestra función es: “Pelea la buena batalla de la fe” (1 Tim. 6:12) con nuestros ojos fijos en Jesús, “el iniciador y perfeccionador de nuestra fe” (NVI). Esa fe en Cristo le permite obrar en nosotros “así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13) y concluir la buena obra que comenzó (Fil. 1:6). Sin fe, podemos sentirnos derrotados aun antes de comenzar, porque nos concentramos en nosotros mismos en lugar de fijarnos en Dios.

Como dijo Jesús: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado” (Juan 6:29). Como veremos, Santiago nos ayuda a comprender esta importante verdad espiritual.

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Domingo 5 de octubre // Lección 2                                                                                        

LA FE PERDURA

Lee Santiago 1:2 y 3; y 1 Pedro 1:6 y 7; y 4:12 y 13. ¿Qué actitud tienen en común Santiago y Pedro acerca de las pruebas? ¿De qué modo debemos relacionarnos con este mandato bíblico increíble?

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.   Santiago 1

A nadie le gusta el sufrimiento; casi siempre lo evitamos, si podemos. La palabra griega que se usa en el versículo 3 para la prueba de nuestra fe es dokímion. Se refiere al proceso de probar si algo es genuino. Pedro compara esta prueba de nuestra fe con la forma en que el fuego purifica el oro; aunque esa prueba puede no ser placentera, Dios espera un resultado exitoso. Las pruebas no deben desanimarnos; porque, si permanecemos fieles, “saldré como oro” (Job 23:10; comparar con Prov. 17:3).

De este modo, debemos regocijarnos cuando vienen las pruebas, especialmente de nuestra fe, porque Jesús dijo: “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos” (Mat. 5:12). Además, las pruebas profundizan nuestro aprecio por lo que Cristo soportó por nosotros. Como destaca 1 Pedro 4:13, nos capacitan para compartir los padecimientos de Cristo.

Es decir, necesitamos mirar más allá de cada prueba y visualizar el resultado que Dios espera. Allí es donde entra la fe. Necesitamos creer en un Padre amante, confiar en su sabiduría y actuar sobre la base de su Palabra. Podemos confiarle con seguridad nuestro futuro a él (ver Rom. 8:28). De hecho, solo por la fe, a través del conocimiento del amor de Dios y viviendo por fe a la luz de ese amor es como podemos llegar a gozarnos en nuestras pruebas.

En Santiago 1:3, el fin de la prueba de nuestra fe es la “paciencia”. La palabra griega utilizada aquí (hupomoné) también puede traducirse como “constancia” (NVI), o “perseverancia”. Hupomoné es eso que dura más que todo lo demás, porque descansa con confianza en la seguridad de la liberación final que da Dios (como en Luc. 21:19).

Una cosa es permanecer fiel a Dios durante las pruebas; es decir, no perder la fe sino aferrarse al Señor aun en los peores momentos. Pero, se nos dice que debemos “alegrarnos” en nuestras pruebas. ¿No es pedir demasiado? Después de todo, a veces puede ser muy difícil mantenerse fieles en las pruebas, pero… ¿“regocijarse” en ellas? ¿Cómo podemos aprender a alegrarnos cuando gozo sería lo último que sentiríamos?

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Una de las cosas que fácilmente nos confunde  es distinguir la fe y el fruto de la fe.

¿Cuándo en realidad es que sabemos que tenemos fe? De acuerdo al espíritu de profecía la fe verdadera es seguir creyendo en Dios aún cuando todo está  saliendo mal.

Imaginémonos por un momento, que éste día se le anuncia que perdió su trabajo,  y usted sale de su trabajo teniendo confianza que Dios está con usted, cuando sale de su trabajo va a prender su automóvil se da cuenta que no le prende, y ahora usted mas que nunca cree que Dios le acompaña. Tomó el autobús para ir a casa y cuando llega a casa se da cuenta que dejó las llaves de la casa en su automóvil, con un corazón alegre  regresa a su automóvil  a recoger las llaves de su casa. Cuando finalmente llega a su casa se da cuenta que el refrigerador se arruinó la noche anterior y en éste momento la comida está completamente arruinada, usted se pone de rodillas y le da gracias a Dios por que usted está seguro que él está con usted. Después de todas estos tropiezos usted comienza a buscar trabajo y pasa meses buscando trabajo y llega el momento donde ya debe dinero a amigos y familiares que le han prestado para sobrevivir, y usted sigue creyendo y confiando que Dios está con usted; si esto es así, entonces usted tiene una fe pura que es mas preciosa que el oro fino. Usted es capaz de mover montañas. Eso es fe; seguir creyendo que hay un Dios todopoderoso que guía nuestros pasos  a pesar que no lo vemos, no vemos ninguna de sus señales, pareciera que nos ha olvidado y no le importamos y encima de todo cada día se siguen empeorando las cosas.

El fruto de la fe es diferente; el fruto de la fe es cuando Dios ya realizó el milagro en su vida y usted está disfrutando de las bendiciones y el cuidado de Dios. A veces nos encontramos con personas que han orado por un problema determinado y Dios les ha contestado y muchas veces se escucha exclamar a las personas, -que fe más grande-. Eso no es fe, eso ya es el fruto de la fe.

La fe verdadera es aquella que la persona sigue creyendo y confiando en Dios, frente a las pobrezas, frente a la desgracias, frente a la enfermedad y frente a la muerte.

La lección antepasada estuvimos hablando del reloj de Dios. Eso es otra cosa que necesitamos aprender.

Mas, oh amados, no ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día. 2 Pedro 3: 8

Vamos a ser el cálculo del reloj de Dios al nuestro.

Dios                                        Humanos

1 dia                                        1000 años

12 horas                                  500 años

6 horas                                    250 años

3 horas                                    125 años

1 hora y media                        62 años y 6 meses

45 minutos                              31 años y 3 meses

22 minutos y medio              15 años y 7 meses y medio

11 minutos y 15 segundos      7 años, 8 meses, 22 días

5  minutos y 37 segundos       3 años, 10 meses, 11 días 

2 minutos y 45 segundos        1 año, 11 meses, medio día 

1 minuto con 22 segundos      11 meses y medio y 6 horas

41 segundos                                5 meses y medio y 3 horas

20 segundos                                2 meses, 7 días y hora y media

10 segundos                                1 mes, 3 días,  18 horas

5 segundos                                   17 días y 9 horas

2 segundos                                  8 días y 16 horas

1 segundo                                    104 horas (4 dias y 8 horas)

3- sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Santiago 1

Hay mucha gente frustrada y enojada con Dios, ya que han pasado por mucho tiempo pidiendo por un problema determinado, y Dios no les ha contestado. Estamos acostumbrado a un mundo instantáneo, encontramos comidas instantaneas, bebidas, viajes, información, respuestas, etc. instantáneamente. Y creemos que nuestros pedidos y milagros tienen que encajar con nuestra manera de vivir. Dios contestará nuestras oraciones cuando él lo crea conveniente, de acuerdo a su reloj y a su sabiduría infinita. Siempre habrá una respuesta de parte de él para nosotros ya sea positiva ó negativa.

Una persona con fe, no sufre de desesperación, de estrés, de enojos ó frustraciones. Una persona con fe posee al Espíritu Santo en su vida y como consecuencia tiene uno de los frutos de Espíritu Santo  mas necesitados en nuestras vidas que se llama paciencia.

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5


Lección 2 // Lunes 6 de octubre                                                                                              

PERFECCIÓN

Lee Santiago 1:2 al 4. Nota la secuencia: fe, prueba, paciencia, perfección. Santiago comienza con la fe porque ese es el fundamento de toda experiencia cristiana verdadera. Luego, dice que necesitamos las pruebas para verificar si nuestra fe es genuina. Por último, Santiago afirma que las pruebas pueden enseñarnos perseverancia, de modo que, finalmente, no seamos tomados por sorpresa y seamos vencidos por ellas. La meta de Dios para nosotros es que “seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Sant. 1:4). El lenguaje no podría ser más elevado. La palabra perfectos (téleios) significa madurez espiritual, mientras cabales (holókleros) se refiere a estar completos totalmente. En verdad, podemos llegar a ser mucho más en el Señor si morimos al yo y le permitimos hacer su obra en nosotros, “el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13).

Lee Efesios 4:13 y Filipenses 3:12 al 15. ¿Qué actitud hacia lo “perfecto” deben tener los cristianos?

13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; Efesios 4

12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 15 Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Filipenses 3

Como Pablo, los seguidores de Cristo nunca estarán satisfechos con nada menos que moldear su vida según el amor abnegado y de sacrificio de su Maestro. Pero, nunca sentiremos que lo hayamos “ya alcanzado” o que ya seamos “perfectos” (NVI).

Nota, también, que en estos pasajes el énfasis está en el futuro. Pablo está señalando hacia la promesa que Dios nos hizo por la fe en Jesús. Nunca habrá un tiempo en la jornada del cristiano en el que pueda decir “ya llegué”, por lo menos en cuanto a su carácter. (¿Has notado, además, que los que dicen que han “llegado” son generalmente odiosos y llenos de justicia propia?) Somos como una obra de arte; siempre puede mejorarse, y Dios promete hacer eso mientras avanzamos por fe, procurando entregarnos diariamente a él con con- fianza y obediencia.

Si murieras ahora mismo, ¿serías tan bueno como para ser salvo? O si hubieras muerto dos semanas después de que aceptaste a Jesús, ¿habrías sido suficientemente bueno como para ser salvo? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de tu necesidad del manto perfecto de la justicia de Cristo, sin tomar en cuenta el nivel de “perfección” que hayas alcanzado?

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Una cosa tenemos que dejar bien claros en la lección de éste día: no confundir la tentación con las pruebas. 

Las tentaciones vienen del enemigo y tiene como propósito el hacernos caer, pecar ó fracasar en la vida espiritual. 

Cuando uno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado con el mal, ni Él tienta a nadie; Santiago 1: 13

Las verdaderas pruebas son permitidas por Dios y tienen como propósito edificar y fortalecer nuestra vida espiritual; Elena White comenta en el libro «exaltad a Jesús» Página 243: «Las pruebas son los obreros de Dios, ordenadas para el perfeccionamiento del carácter…» 

La santidad ó la perfección, no se consiguen de la noche a la mañana. Santiago nos enfatiza el proceso a pasar para conseguir la perfección: 1- FE  2-PRUEBAS 3- PACIENCIA 4- PERFECCION.

¿En qué parte del proceso de la perfección usted cree que nosotros fracasamos más? Si usted contesto PACIENCIA, hay una gran probabilidad que éste correcto.

Comenzar el camino de la fe es relativamente fácil, nuestro gran problema es cuando se presentan la pruebas; la mayoría de nosotros fracasamos debido a que padecemos de una paciencia demasiada corta. 

30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Efesios 4 

Contristar: afligir, compungirse, apenar, apesadumbrar, compadecer, entristecer.

Uno de los mas grandes errores que nosotros los cristianos cometemos, es contristar al Espíritu Santo con nuestras quejas y murmuraciones. Este problema puede inclusive costarnos la vida eterna. El pueblo de Israel fue diezmado en el desierto por el problema serio de la queja y la murmuración. 

La murmurción nos afecta terriblemente en el tiempo actual. Cuando somos afectados por las pruebas, nos convertimos en un manojo de quejas y de murmuraciones. Nos quejamos contra la vida, contra Dios, contra la Iglesia, contra nuestros amigos y familiares, contra el trabajo. Culpamos a todo y a todos de nuestra condición. 

La queja y la murmuración es una de las pruebas que hemos sucumbido en nuestro propósito de alcanzar la perfección.

«Al avanzar paso a paso por el sendero de la obediencia, veremos cuán cierto es la promesa de que los que prosiguen en conocer a Jehová conocerán que como el alba está dispuesta su salida. Una luz mas clara está lista para brillar sobre todos los que siguen al que es la Luz del mundo. Todo el que tome sobre sí el yugo de Cristo, con la plena determinación de obedecer la Palabra de Dios, tendrá una experiencia saludable y simétrica. Gozará de las bendiciones que le vendrá como resultado de haber escondido su vida con Cristo en Dios»  (En Lugares Celestiales  Pág. 185)

La pregunta del día es: ¿Se puede se perfecto? La respuesta es si. La santificación ó la perfección es un proceso que comienza cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador personal. Habrán caídas y tropiezos, pero al final de la vida la persona no es la misma persona que cuando comenzó su carrera espiritual. La perfección será en su totalidad cuando contemplemos a Jesús rostro a rostro: Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria del Señor con cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3: 18

Cada vez que logramos vencer una tentación ó pecado, el cielo nos considera santos.

 


Martes 7 de octubre // Lección 2                                                                                            

PEDIR CON FE

Lee Santiago 1:5 y 6. ¿En qué se diferencia la sabiduría del conocimiento? ¿Qué conexión hace Santiago entre la sabiduría y la fe?

Parece un poco extraño que Santiago diga: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría”. ¿Quién piensa que tiene suficiente sabiduría? Salomón, por ejemplo, reconociendo su necesidad, humildemente pidió: “Da, pues, a tu siervo corazón […] para discernir entre lo bueno y lo malo” (1 Rey. 3:9). Más tarde escribió: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría” (Prov. 9:10).

Tendemos a pensar que la sabiduría es lo que sabemos. ¿De qué modo los siguientes textos nos muestran cuál es el otro aspecto de la verdadera sabiduría? Sant. 1:19-21; 2:15, 16; 3:13.

19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.  Santiago 1

15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?  Santiago 2

13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre  Santiago 3

Tanto Proverbios como Santiago describen la sabiduría como algo muy práctico: no lo que sabemos, sino cómo vivimos. Por ejemplo, ser “pronto para oír” (Sant. 1:19). Platón declaró: “Los hombres sabios hablan porque tienen algo que decir; los necios, porque les gustaría decir algo”. En otras palabras, podemos tener todo el conocimiento que el mundo ofrece, pero no la sabiduría verdadera.

Por supuesto, por cuando Dios es la fuente de toda verdadera sabiduría, la obtenemos mayormente por escucharlo a él: leyendo su Palabra, y dedicando tiempo a la reflexión y la contemplación de la vida de Cristo, quien “nos ha sido hecho por Dios sabiduría” (1 Cor. 1:30). Al aprender a reflejar el carácter de Cristo en nuestra propia vida, vivimos la verdad como es en Jesús. Eso es sabiduría verdadera.

Lee Santiago 1:6 otra vez. Debemos pedir con fe, sin dudar. ¿No es esto difícil, a veces? Cuando eso ocurre, es vital orar y comenzar a meditar en todas las razones que tenemos para confiar: la historia de Jesús, las profecías bíblicas y nuestra propia experiencia personal. ¿De qué modo esto nos ayudaría a vencer toda duda que pudiera surgir ocasionalmente?

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Para el estudio de éste día tenemos que enseñar a nuestra clase a diferenciar entre inteligencia y sabiduría. Hay muchas definiciones con respecto a estas dos palabras, nosotros lo vamos a explicar en un lenguaje sencillo pero explícito.

Inteligencia es la capacidad y habilidad de memorizar. 

Sabiduría es la capacidad de tomar decisiones correctas ante las dificultades, problemas ó encrucijadas de la vida.

Una persona puede ser inteligente, y no necesariamente sabia. Una persona sabia es también una persona inteligente. La sabiduría se puede conseguir pidiéndola a Dios, y estudiando la palabra de Dios; especialmente los libros de Proverbios y Eclesiastes.

Según un programa que se presentó hace varios meses en los Estad0s Unidos, se dio a conocer que la mayoría de los miembros del senado de los Estados Unidos, leen diariamente la Biblia por la mañana, especialmente el libro de Proverbios. Muchos de ellos se saben de memoria grandes porciones del libro de Proverbios. En el libro de Proverbios se encuentran infinidad de consejos de como actuar ante los problemas de la vida. Lo invitamos a leerlo.

Una pregunta para usted: ¿Quién cree usted que fue el mas sabio del mundo? 

1- Salomón

2- Moisés

3- Pablo

4- Daniel 

La respuesta es Daniel ¿Porqué? El capítulo 28 y 29 de Ezequiel, está hablando de Lucifer, antes de su caía y el proceso que produjo  su caída. Lucifer, fue un regalo de Jesús para el Padre, el espíritu de profecía declara que el Padre se extasiaba contemplando la hermosura e intelecto de Lucifer. También dice que Lucifer era el cuarto en el reino de los cielos. Después del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, se encontraba Lucifer.

En Ezequiel 28: 3 encontramos una sorprendente declaración acerca de Daniel:

 «Tú eres más sabio que Daniel; Ningún secreto te es oculto.»

Estas palabras son de Jehová hablando de Lucifer. Aquí en éste texto Dios está comparando la sabiduría del cuarto en el universo con la sabiduría de un humano, si; un humano de la raza caída. Dios no lo comparó con Salomón ó Pablo ó Moisés, aunque la Biblia habla de ellos de una forma muy elevada en cuanto a la sabiduría de éstos tres. Aquí Dios compara a Lucifer con Daniel, cabe la posibilidad que Daniel era el quinto en el universo en cuanto a sabiduría. Que impresionante que un miembro de la raza caída sea usado para ser comparado con el que fue el cuarto en el cielo. ¿Se imagina usted cómo hubiera sido la sabiduría de Daniel si hubiera vivido en un mundo perfecto? Que sabiduría mas exquisita tuvo Daniel al servir de comparación con el querubín protector, toda la sabiduría de Daniel es obtenida a través de la fe y la estricta obediencia a Dios.

Otro asunto que tenemos que enseñar este día es saber la diferencia entre fe y esperanza.

La palabra «ESPERANZA» nos trae mucha confusión. Muchas veces creemos que la palabra esperanza es igual a la fe. Otros creemos que la palabra esperanza es prima-hermana de la fe y siempre se encuentran y van juntas en la vida.

1 Corintios 13: 13 dice: Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor, estas tres; pero la mayor de ellas es el amor

Aquí encontramos que la esperanza no es lo mismo que la fe; son dos cosas totalmente diferentes.

La palabra esperanza significa: Una aptitud optimista de la mente, basado en el deseo que algo pase. 

La esperanza es el deseo de que algo pase, pueda ser que si va a pasar, pueda ser que no va a pasar. hay un cincuenta y cincuenta por ciento. Lo que hay es optimismo en éste deseo. La esperanza es totalmente lo opuesto de la fe.

La fe es la completa seguridad de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven, en pocas palabras confianza. No hay ni la menor duda, hay completa seguridad.

Llevémoslo al campo espiritual. Los tres jóvenes hebreos cuando se rehusaron a adorar la imagen de oro, ellos usaron la fe, pero también la esperanza.

Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará. Daniel 3: 17   Esto es fe, no hay ni la menor duda en Dios, hay una total y completa confianza en el poder de Dios.

Pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado. Daniel 3: 18  Esta es esperanza.  Ellos tienen completa fe en el poder de Dios, pero no saben la voluntad de Dios. Al no saber la voluntad de Dios entonces la esperanza entra en acción, dando optimismo en un deseo que se espera que  pase, y dando resignación y consolación si no pasa.

Levémoslo al campo práctico: hace unos años una hermana tenía una enfermedad terminal y le habían dado unas cuantas semanas de vida. Los ancianos de la iglesia se reunieron una noche especial para orar por ella. En las oraciones se aseguraba, con toda firmeza que ella iba a ser sanada. Eran tan convincentes las oraciones que todos salieron creyendo que la sanación era cuestión de tiempo.  La hermana murió dos semanas mas tarde. ¿Qué pasó? ¿Faltó la fe? ¿No se oró con fe suficiente? 

El problema fue que se oró con la esperanza en un milagro. El centro de la oración fue puesta en la obtención de un milagro.

En la oración por ésta hermana se tendría que haber puesto la fe en Dios, Y LA ESPERANZA EN LA VOLUNTAD DE DIOS. La oración pudo haber sido así: Señor aquí estamos un grupo de tus hijos con la plena seguridad que para ti no hay nada imposible en ésta vida, tu poder es infinito, tu eres el creador y en ti confiamos nuestras vidas. (esto es fe) Aquí estamos de rodillas para pedirte un milagro de sanación sobre nuestra hermana X, pero al mismo tiempo la depositamos en tus manos para que se haga en ella tu santa voluntad (esto es esperanza). 

Se dio cuenta, la fe no se equivoca, reconocemos que tenemos un Dios que no hay nada que le sea un imposible. La pregunta es ¿Quiere Dios hacer el milagro? ¿Considera Dios que ese milagro va a hacer mucho bien? Eso no lo sabemos, pero nosotros le expusimos a Dios claramente cual es nuestro deseo, reconociendo que es él quién tiene la última palabra. Esto es esperanza. Haciendo de ésta manera, la esperanza da consolación y resignación en reconocer y aceptar la voluntad de Dios, cuando un milagro no pasa de la manera que uno está esperando que pase.

Hay muchos que se han ido de la iglesia, resentidos con Dios; por que clamaron toda una noche, toda una semana pidiendo a Dios un milagro y Dios no hizo el milagro que se pedía. Los casos más comunes son aquellos que han perdido a sus seres queridos. Hicieron promesas, derramaron lágrimas y lágrimas sinceras, lloraron con el corazón herido por el dolor, y Dios no contestó.

Tristemente no han entendido el evangelio. La fe se deposita en el poder de Dios y la esperanza se deposita en la voluntad de Dios; si ocurre el milagro entonces estará en armonía con el plan y la voluntad de Dios.

La fe nos da firmeza en el evangelio y la esperanza nos da consolación y nos ayuda a aceptar la voluntad  de Dios. De ésta manera nadie terminará chasqueado.

La fe y la esperanza las necesitamos para lograr atravesar nuestra vida de sufrimiento y dolor en éste mundo. Las dejaremos de usar cuando nos encontremos con Cristo cara a cara en su segunda venida.


 

 

Lección 2 // Miércoles 8 de octubre                                                                                      

EL OTRO LADO DE LA MONEDA

Lee Santiago 1:6 al 8. ¿Qué nos está enseñando aquí?

La palabra para “duda” se refiere a alguien que está interiormente dividido; esto nos ayuda a comprender su conexión con tener “doble ánimo”. Vemos un ejemplo claro de esto en Cades Barnea. Aquí Israel afrontaba una elección: avanzar con fe o rebelarse contra Dios. Sorprendentemente, eligieron la rebelión, y quisieron volver a la esclavitud de Egipto. Cuando Dios intervino y anunció por medio de Moisés que morirían en el desierto, ¡de repente el pueblo “creyó”! Dijeron: “Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado” (Núm. 14:40).

“Los israelitas parecieron arrepentirse entonces sinceramente de su conducta pecaminosa; pero se entristecían por el resultado de su mal camino, y no porque reconocieran su ingratitud y desobediencia. Cuando vieron que el Señor era inflexible en su decreto, volvió a despertarse su terca voluntad, y declararon que no volverían al desierto. Al ordenarles que se retiraran de la tierra de sus enemigos, Dios probó la sumisión aparente de ellos, y vio que no era verdadera” (PP 412).

Lee Lucas 17:5 y 6. ¿Qué nos está enseñando Jesús aquí acerca de la fe?

Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.

Cuando los discípulos pidieron más fe, Jesús dijo que una fe como un grano de mostaza era suficiente. Lo que importa es si nuestra fe está viva y crece, y esto puede y quiere suceder solo si continuamos ejerciendo esa fe, buscando a Dios y confiando en él en toda circunstancia.

Sin embargo, la incertidumbre a veces nos estorba. Nuestro mundo nos bombardea con dudas y escepticismo; nadie es inmune. Todo lo que podemos hacer es orar para superarla, recordando la fidelidad de Dios en el pasado y confiando en él para nuestro futuro.

¿Cuáles son todas las razones que tienes para confiar en Dios y en sus promesas, y vivir por fe? Piensa en esto, medita en ello, y tu fe solo aumentará.

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La Duda es un problema grande para el cristianismo, nos hace tomar malas decisiones que hacen nuestra vida aún mas difícil.

La duda nos hace expresarnos de la siguiente manera: Yo deseara perder peso, yo deseara que mis hijos se portaran bien, yo deseara  llevarme mejor con mis cercanos.

Tendríamos que parar eso de «estar deseando,» sería mejor poner la fe en Dios, pedirle sabiduría, para hacer buenas decisiones y así vencer todas esas dificultades y problemas que enfrentamos en nuestras vidas.

Otra forma que la duda afecta, es cuando creemos que Dios no nos va ayudar por que no hemos hecho nada bueno en nuestras vidas. Creemos que Dios le puede ayudar a cualquier otra persona menos a mí, y yo no me merezco nada de él.

Dios trabaja con los humanos a través de la fe, el quiere que le probemos, que le confiemos, que tengamos esperanza, y una aptitud positiva y optimista, la única manera que podemos obtener fe es comenzando a practicarla.

¿Que podemos hacer frente a la duda?

Cada palabra de duda que proferís da lugar a las tentaciones de Satanás, hace crecer en vosotros la tendencia a dudar, y es un agravio de parte vuestra a los ángeles ministradores. Cuando Satanás os tiente, no salga de vuestros labios  una palabra de duda o tinieblas. {CC119.1}

Todos tenemos pruebas, aflicciones duras que sobrellevar y fuertes tentaciones que resistir. Pero no la contéis a los mortales, sino llevadlo todo a Dios, en oración. TENGAMOS POR REGLA EL NO PROFERIR UNA SOLA PALABRA DE DUDA O DESALIENTO. PODEMOS HACER MUCHO MAS PARA ALUMBRAR EL CAMINO DE LOS DEMAS Y SOSTENER SUS ESFUERZOS SI HABLAMOS DE ESPERANZA Y BUEN ANIMO. {CC 119.3}

La duda es lo opuesto ó un antónimo de la fe. La duda es el resultado de la ausencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Uno de los frutos del Espíritu Santo es la fe. La duda nos puede asaltar ante los problemas, dificultades, desgracias, enfermedades y muerte. Es nuestra decisión lo que haremos con la duda. Nos espaciamos dándole cabida a la duda en nuestra mente, ó la arrestamos y la llevamos a Dios cautiva para que él nos cure de ella, y a cambio nos de su Santo Espíritu que lo necesitamos urgentemente en nuestras vidas. Esta es una decisión que cada persona lo hará.

Neguémonos a ser perezosos, neguémonos a ser conformistas y pasivos, neguémonos a tener una aptitud negativa, hagamos nuestra parte para edificar nuestra fe, nunca nos demos por vencidos, y venzamos las dudas con la ayuda y la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo.

 


 

Jueves 9 de octubre // Lección 2                                                                                            

EL RICO Y EL POBRE

En su breve epístola, Santiago muestra gran preocupación por la gente pobre; algunos hasta la consideran su tema principal. Pero, para los oídos modernos, sus ataques contra los ricos en favor de los pobres parecen extremos, hasta chocantes. Sin embargo, al mismo tiempo, Santiago no está diciendo nada muy diferente de lo que dijo Jesús.

Compara Santiago 1:9 al 11 con Lucas 8:14; Santiago 1:27 con Mateo 25:37 al 40; Santiago 2:15 y 16 con Lucas 10:29 al 37; y Santiago 5:1 al 4 con Lucas 12:16 al 21. ¿Cuál es el mensaje común allí para nosotros? ¿Qué advertencias y amonestaciones podemos obtener de lo que aquí está tan claramente expresado?

Por supuesto, Santiago no les cierra las puertas del Reino a todas las personas ricas. Pero, como Jesús, reconoce las insidiosas tentaciones que vienen con la riqueza. Tanto ricos como pobres necesitamos mantener nuestros ojos abiertos sobre el verdadero premio. El problema con el dinero es que tiende a engañarnos, haciendo que nos concentremos en lo temporal en lugar de lo eterno (2 Cor. 4:18).

No hay dudas: adquirir riqueza, alcanzar altos grados de educación o tener influencia social tienden a separar a las personas de los “menos afortunados”. No obstante, la iglesia primitiva mantuvo juntas las dos clases, dando vuelta los valores del mundo. Quien se coloca último, en el lugar del humilde, es el que se puede gloriar en la exaltación.

“Mientras en el mundo haya hambrientos que alimentar, desnudos que vestir, almas que perecen por el pan y el agua de la salvación, cada complacencia innecesaria, cada sobrante de capital, clama en favor de los pobres y desnudos” (MB 283).

¿Qué sucede contigo? Si eres rico o pobre, no importa; lo que interesa es cómo te relacionas con el dinero. ¿Qué tiene el dinero que lo hace tan potencialmente peligroso para nuestra alma?

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No perdamos la linea de estudio de ésta semana, ésta semana está hablando de la fe. Este día no se vaya enfocar en hablar en favor del pobre ó en contra del rico, ese no es el tema de éste día. El tema es presentar una prueba ó problema mas que afecta nuestra fe como son las posesiones de riquezas, lo mismo cuando nos afectan las pobrezas. 

Las pobrezas afectan la fe de una manera fuerte. La pobreza nos afecta en nuestra manera de vivir. Cuando tenemos necesidades extremas entramos en desesperación, esto nos lleva a la murmuración contra Dios y a la crítica del hermano que tiene riquezas. Las personas que tienen vienes materiales en nuestra iglesia muchas veces sufren de crítica promovida por la envidia del que no tiene.

El apóstol está diciendo que el hermano que es pobre «gloríese en su exaltación» La sabiduría que Dios nos da, nos pueden ayudar a entender que Dios nos ofrece algo más valioso que las posesiones terrenales. En pocas palabras Santiago está diciendo que el progreso espiritual de un hermano es mas importante que el progreso económico: «Gloriarse» CONSISTE EN COMPRENDER QUE A PESAR DE LAS FALTAS DE RIQUEZAS, DIOS COMPENSA AL CRISTIANO HUMILDE CON MUCHO MAS QUE LO QUE PROPORCIONAN LOS GOCES DE LAS TRANSITORIAS POSESIONES TERRENALES {CB. 524}

Las riquezas también presentan una prueba ó problema para la Fe. El rico tiende a menospreciar al pobre y por lo consiguiente promueve el orgullo. La Biblia no está en  contra del rico, hay muchos ejemplos en la Biblia de seguidores de Jesús que fueron ricos, la diferencia es que la cantidad de seguidores pobres es mucho mas elevada que los seguidores ricos. 

Santiago ordena al hermano rico que se «gloríe en su humillación»  Los eruditos ven ésta frase desde dos puntos de vistas diferentes.

El primer punto de vista sostiene que el rico  por su nivel de vida es muchas veces menospreciado y criticado por su posición. Por lo tanto el hermano rico debería gloriarse en el desprecio y la humillación que recibe, y nunca gloriarse en sus riquezas.

El segundo punto de vista se está refiriendo a la pérdida de los bienes materiales. Esto era muy común para los ricos que aceptaban el cristianismo en el primer siglo después de Jesús. Debido a la necesidad que había entre los hermanos pobres, terminaban compartiendo todas sus pertenencia y al final terminaban en la pobreza. De está manera el hermano rico podía gloriarse en el privilegio de dar sus recursos para la causa de Cristo aún que tuviera que perder la seguridad de los bienes temporales y así terminar viviendo en una forma muy humilde.

Cuenta una antigua leyenda de un rey muy poderoso que tenía a su mando una nación grande y fuerte.

El rey puso de mayordomo en su reinado a un hombre muy humilde y de buen corazón. Este mayordomo fue alcanzando popularidad con el pueblo, y día a día el pueblo se encariñaba mas de él , debido a todas las buenas obras que hacía por los necesitados y al pueblo en general.

La noticia llegó al rey, y éste comenzó a poner una cuidadosa atención a lo que su mayordomo estaba haciendo. Con el tiempo el rey se dio cuenta de la bondad y carisma de éste hombre, pero también se dio cuenta que su mayordomo se estaba haciendo mas popular, mas querido y mas respetado por el pueblo, aún mas que él mismo.

Movido por la envidia decidió ponerle fin a la vida de éste buen hombre. Un día por la mañana lo llamó al trono y le dijo: -Necesito que encuentres una palabra para mi, que cuando yo esté en lo mas elevado de mi euforia y alegría, al escuchar ésta palabra me haga volver a la realidad y normalidad.

Esta misma palabra me tiene que servir para volver a mi normalidad, cuando yo esté pasando la tristeza, descontento ó amargura mas grandes de mi vida.

El rey lo mando para su casa ese día para que meditara y encontrara esa palabra, dándole un día de plazo. Si a la mañana siguiente el no tenía esa palabra, su castigo sería ser decapitado. El hombre regresó a la casa nervioso, afligido y pensativo. Cuando la esposa lo vio, se dio cuenta que algo estaba mal con él y durante el día entero paso persuadiéndole e insistiendo en saber lo que a él le estaba pasando.

Llegó la noche y cuando se fue a la cama, el hombre comenzó a dar vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. La esposa al ver ésta situación se puso muy seria y ahora si demandó saber la verdad. El hombre al ver que no tenía escapatoria con su esposa se dio por vencido y le contó lo sucedido ese día en el palacio del rey.

Al escuchar la esposa todo el problema, se le dibujo una sonrisa en el rostro y le dijo: -eso está fácil, yo sé la palabra; pero como no tuvístes la confianza de venir a mi en primer lugar, te voy a decir la palabra hasta mañana, antes de que te vayas para el palacio.-  

A la mañana siguiente el hombre se levanto curioso en saber la respuesta de su esposa y antes de irse al palacio, le pregunto a la esposa por la palabra. Ella acercándose a su oído le susurro la palabra. El hombre se fue a ver al rey y le dijo: -Mi señor rey, la palabra que a usted le va ayudar a volver a su normalidad no importando la alegría ó la tristeza que esté sufriendo es: PASARA –

No importa lo que estés sufriendo ó gozando recuerda: todo pasará.

Eso es exactamente el mensaje de esperanza que Santiago presenta tanto al pobre como al rico. Las pobrezas y los sin sabores de ésta vida terrenal pasarán, las riquezas y sus alegrías temporales de ésta tierra también pasarán. Pero el reino de Dios queda para siempre.

La fe en una vida perfecta y eterna, tendría que ser nuestro mas elevado blanco en nuestras vidas. Todo lo demás, tanto pobrezas como riquezas pasará.

 


 

Lección 2 // Viernes 10 de octubre                                                                                        

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “El Sermón del Monte”, El Deseado de todas las gentes, pp. 265-281.

“Dios quiere que sus siervos lleguen a conocer sus propios corazones. A fin de llevarlos al conocimiento verdadero de su condición, él permite que el fuego de la aflicción los ataque, para que sean purificados. Las pruebas de la vida son los instrumentos de Dios para quitar las impurezas, las debilidades y las asperezas de nuestros caracteres, y adecuarlos para la sociedad de los puros ángeles celestiales en la gloria. Luego, al pasar por las pruebas, cuando el fuego de la aflicción se enciende sobre nosotros, ¿no mantendremos nuestros ojos fijos en las cosas que no se ven, en la herencia eterna, la vida inmortal, y el mayor y eterno peso de gloria? Y, mientras hacemos esto, el fuego no nos consumirá, sino solamente eliminará la escoria, y saldremos siete veces purificados, llevando la impronta del Divino” (AH, 10 de abril de 1894).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Qué personajes bíblicos te animan más en tiempos de sufrimiento? ¿Has aprendido a tener gozo en las pruebas? Si es así, comparte con la clase lo que te ayudó a conseguirlo. Al mismo tiempo, si no has podido gozarte en tus sufrimientos, también habla acerca de eso en la clase (si te parece apropiado hacerlo).

2. Medita más en la idea de que la sabiduría verdadera no es tanto el conocimiento intelectual que tenemos sino lo que hacemos con fe por medio de Cristo. Al mismo tiempo, ¿por qué esto no significa que el conocimiento intelec- tual no sea importante? ¿De qué modo, por ejemplo, una doctrina falsa es muy perjudicial para tu caminar con el Señor?

3. Un joven tenía un amigo que pasó por pruebas severas. Aunque el joven encontró que las pruebas eran difíciles, notó que su amigo crecía en la gracia. Cuando pasaron las pruebas, su amigo realmente había cambiado, ¡para mejor! ¿Qué cosas has aprendido de tus pruebas que fueron espiritualmente benefi- ciosas para ti? Considera: ¿podrías haberlas aprendido de alguna otra manera?

4. ¿Qué puedes decirle a alguien que parece sincero en la fe y, no obstante, admite que a veces las dudas lo vencen? ¿De qué forma puedes ayudarlo?

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