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LECCIÓN 4 – REPRENSIÓN Y RETRIBUCIÓN – PARA EL 24 DE OCTUBRE DE 2015

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Toda información dada en éste documento es tomada de la vastedad de libros que la Iglesia Adventista del 7mo Día tiene disponible gratuitamente para el público en general, en Ingles y Español. A éste documento también se le agrega otras informaciones de otros libros, que también se encuentran disponible gratuitamente en el Internet para el uso del  público en general.

Aquí no le estamos presentando una nueva luz, nuestro trabajo es sencillamente recopilar información, y presentarla en un lenguaje sencillo y entendible,  para que se le haga mas fácil al maestro de Escuela Sabática comprender y prepararse mejor, para impartir la lección de Escuela Sabática.

Estudio de Escuela Sabática para los siguientes años

2016: 

1er Trimestre: «La Gran Controversia»

2do Trimestre: «El libro de Mateo»

3er Trimestre: «El Papel de la Iglesia en la Comunidad»

4to Trimestre: «Job»

2017: 

1er Trimestre: «El Espíritu Santo y la Espiritualidad»

2do Trimestre: «1ra y 2da de Pedro»

3er Trimestre: «Unidad en Cristo»

4to Trimestre: «Mayordomía»

2018:   

1er Trimestre: «Isaías»

2do Trimestre: «Preparación para los Días Finales»

3er Trimestre: «El libro de los Hechos»

4to Trimestre: «Justicia Social»

2019:

1er Trimestre: «El Libro de Apocalipsis»

2do Trimestre: «Esdras-Nehemías»

3er Trimestre: «El Libro de Daniel»

4to Trimestre: «Romanos»

2020:

1er Trimestre: «Como interpretar las escrituras»

2do Trimestre: «Educación»

3er Trimestre: «Juan»

4to Trimestre: «La Familia/Santidad del Matrimonio»

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Este es un estudio extra para el maestro de Escuela Sabática, y es realizado por hermanos laicos de la Iglesia Adventistas del 7mo Día. En este lugar evitamos la crítica, la censura y los temas polémicos. Nuestro principal propósito es elevar la mente hacia Dios,  por medio de pensamientos elevados, para que podamos comprender la lección de una manera sencilla, precisa y al mismo tiempo profunda. 

Si tiene algún comentario, duda, pregunta ó sugerencia, siéntase libre en escribirnos a: *elhermanotony@gmail.com* déjenos la dirección de su correo y nosotros le contestaremos lo más pronto posible.


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Destrucción de Jerusalén – Ercole DeRoberti (1451 – 1496)


Letra negra: Lección de Escuela Sabática

Letra roja tierna: Lección de Escuela Sabática 

Letra roja: La Biblia

Letra Café: Nuestro comentario

Letra Azul: Espíritu de profecía

 


CORRECCIÓN: La semana pasada hablamos del salmo «En las riveras de Babilonia» allí pusimos el salmo equivocado,  el salmo  correcto es el salmo # 137


Lección 4: Para el 24 de octubre de 2015

REPRENSIÓN Y RETRIBUCIÓN

Sábado 17 de octubre______________________________

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremías 17:5-10; 17:1-4; 11:18-23; Juan 3:19; Jeremías 12:1-6; 14:1-16.

PARA MEMORIZAR:
 “Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza” (Jer. 17:14).

“¿QUÉ ES LO QUE HA SIDO HECHO? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol” (Ecl. 1:9).

¿Nada nuevo bajo el sol? Esto es especialmente cierto cuando se refiere a la vida y la obra de los profetas de Dios, que muchas veces fueron llamados para entregar palabras de advertencia y reprensión a quienes deberían haber sabido mejor. Aunque trataban de ser fieles a su llamamiento, los profetas en su mayor parte afrontaron oposición ardiente, incluso duras retribuciones, a menudo de los líderes espirituales, que deberían haber sido los primeros en escucharlos. No es extraño que Jesús dijera: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas” (Mat. 23:29, 30).

Esta semana comenzaremos a considerar las pruebas que pasó Jeremías, cuyo ministerio parece consistir en nada más que reprensión y retribución: él da la reprensión, los líderes le dan la retribución.

En esta generación, muchos están siguiendo el mismo camino que los judíos incrédulos. Han presenciado las manifestaciones del poder de Dios; el Espíritu Santo ha hablado a su corazón; pero se aferran a su incredulidad y resistencia. Dios les manda advertencias y reproches, pero no están dispuestos a confesar sus errores, y rechazan su mensaje y a sus mensajeros. Los mismos medios que él usa para restaurarlos llegan a ser para ellos una piedra de tropiezo.

Los profetas de Dios eran aborrecidos por el apóstata Israel porque por su medio eran revelados los pecados secretos del pueblo. Acab consideraba a Elías como su enemigo porque el profeta reprendía fielmente las iniquidades secretas del rey. Así también hoy los siervos de Cristo, los que reprenden el pecado, encuentran desprecios y repulsas. La verdad bíblica, la religión de Cristo, lucha contra una fuerte corriente de impureza moral. El prejuicio es aun más fuerte en los corazones humanos ahora que en los días de Cristo. Jesús no cumplía las expectativas de los hombres; su vida reprendía sus pecados, y le rechazaron. Así también ahora la verdad de la Palabra de Dios no armoniza con las costumbres e inclinaciones naturales de los hombres, y millares rechazan su luz. Impulsados por Satanás, los hombres ponen en duda la Palabra de Dios y prefieren ejercer su juicio independiente. Eligen las tinieblas antes que la luz, pero lo hacen con peligro de su propia alma. Los que cavilaban acerca de las palabras de Cristo encontraban siempre mayor causa de cavilación hasta que se apartaron de la verdad y la vida. Así sucede ahora. Dios no se propone suprimir toda objeción que el corazón carnal pueda presentar contra la verdad. Para los que rechazan los preciosos rayos de luz que iluminarían las tinieblas, los misterios de la Palabra de Dios lo serán siempre. La verdad se les oculta. Andan ciegamente y no conocen la ruina que les espera (El Deseado de todas las gentes, {DTG}, pp. 538, 539).

Tenemos una obra que hacer en la formación del carácter según el modelo divino. Hay que extirpar todos los malos hábitos. Los impuros deben hacerse puros de corazón; los egoístas deben quitar su egoísmo; los orgullosos deben despojarse de su orgullo; los autosuficientes deben vencer su confianza propia, y comprender que no son nada sin Cristo. Todos seremos tentados severamente, y nuestra fe será probada hasta el máximo.

Necesitamos estar anclados en Cristo, arraigados y fundados en la fe. Satanás obra mediante sus instrumentos. Elige a los que no han estado bebiendo de las aguas vivas, cuyas almas están sedientas de algo nuevo y extraño, y que están siempre listos para beber de cualquier fuente que se les presente. Se oirán voces que dirán: “He aquí está Cristo”, o “Allí está”; pero no debemos creerles. Tenemos evidencias inconfundibles de la voz del verdadero Pastor, y él nos llama para que lo sigamos. Dice: “Yo he guardado los mandamientos de mi Padre” (Juan 15:10). Conduce a sus ovejas por las sendas de la obediencia humilde a la ley de Dios, pero nunca los anima a transgredirla (A fin de conocerle, {AFC}, p. 302).

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Domingo 18 de octubre // Lección 4____________________

LOS DOS CAMINOS

Desde los primeros capítulos del Génesis hasta los últimos en el Apocalipsis, la Biblia nos presenta solo dos opciones acerca de cómo vivir: o seguimos a Dios con todo nuestro corazón y alma o no lo hacemos. Como dijo Jesús, con palabras que muchos encuentran perturbadoras: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Luc. 11:23). Esta es una declaración fuerte y sin ambigüedad acerca de realidades espirituales mayores que las visibles o que las que el sentido común parecería comunicar. Es el tema de la gran controversia en su nivel más básico. Y no obstante, en un sentido, Jesús no está diciendo nada nuevo o radical. Siempre ha sido así.

Lee Jeremías 17:5 al 10. ¿Qué vitales principios espirituales encontramos aquí, especialmente a la luz de la gran controversia entre Cristo y Satanás?

Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremías 17

El contexto inmediato de estas palabras probablemente refleje el coqueteo político de Judá. Dios quería que comprendieran que su única ayuda estaba en él, no en los poderes políticos o militares (un punto que aprenderían más adelante, pero solo después de que fuera demasiado tarde). Aunque Dios puede utilizar a personas para ayudarnos, y lo hace, al fin siempre tenemos que poner nuestra confianza solo en él. Nunca podemos estar seguros de los motivos de los demás, pero siempre podemos conocer las intenciones de Dios para nosotros.

Con buena razón, Jeremías 17:9 nos advierte acerca de lo engañoso que es el corazón humano. El texto hebreo dice que el corazón es más engañoso que “todo”. Los terribles efectos físicos del pecado, por malos que sean, no son tan malos como los efectos morales y espirituales. El problema es que, por cuanto nuestros corazones son tan engañosos, no podemos saber plenamente cuán malos realmente son. Jeremías pronto vería por sí mismo cuán malísimas pueden ser las intenciones humanas.

¿Cómo puedes aprender a confiar en Dios más de lo que has confiado hasta ahora? ¿De qué modo puedes vivir por fe, ahora mismo, y hacer lo que es correcto antes los ojos de Dios?

«Maldito el varón que confía en el hombre»

Este texto muchas veces se presta para ser mal interpretado, muchas veces nos empuja a creer que tenemos que desconfiar de medio mundo, no importando que honestas, sinceras, y decentes sea las personas que nos rodean.  Cuando leemos  éste texto creemos que no se le puede confiar a nadie;  en otras palabras creemos que éste texto nos está enseñando a ser desconfiados y en realidad no es así,  lo vamos a estudiar un poco.

 El hombre fue diseñado para tener confianza; el hombre es sencillamente la criatura mas dependiente que pueda existir en la naturaleza entera. Hay cientos de maneras donde el hombre es mas dependiente que cualquier otro ser viviente en nuestro planeta tierra; solo contemplemos a un niño en los brazos de su madre, sin la capacidad de hacer algo por la vida, no puede hacer absolutamente nada, necesita cuidado continuo, constante provisión y mucho amor, y todo ese cuidado se prolonga mucho mas allá que el resto de los seres vivientes. Un niño de 3 o 4 años es mas incapaz de poder hacer cosas para la sobre-vivencia, que otro ser viviente de 3 o 4 meses. Un cuarto de la vida, el hombre se la pasa dependiendo de sus padres, para alimentación, para refugio, para vestirse, y para ser educado, mientras que las demás criaturas de la naturaleza prontamente olvidan la dependencia de sus progenitores.

En esta relación prolongada de dependencia entre el hijo y sus padres, es donde el hombre aprende el misterio de la confianza. La dependencia no termina cuando el hombre llega a adulto, al contrario la dependencia y la confianza se agranda mucho mas. Cuando el conocimiento se incrementa en el hombre, también se incrementa el cuidado.

El hombre en su edad adulta depende de sus semejantes, forma sistemas de organización, ayuda y cooperación. Cuantas manos tiene que trabajar para que nosotros recibamos un pedazo de pan o cualquier otro alimento. Por cada alimento que el hombre consume, está obligado a ver hacia el futuro para la producción de más alimento. Solo el hombre en el mundo animal, tiene el sentido del futuro y también el sentido de la muerte. Todos los caminos que cruzamos nos conducen a la muerte. Por lo tanto se aprende a confiar en los médicos, abogados, ministros religiosos, motoristas, pilotos, capitanes de naves,  científicos, maestros, autoridades, ETC.
No hay duda que el hombre tiene la urgencia de dependencia y de confianza en sus semejantes, en todos los pasos que damos en la vida. Por eso es necesario que entendamos muy bien el texto cuando dice: «Maldito el varón que confía en el hombre»

¿Cuándo  es que somos acusados de éste pecado?

1-Cuando nos hundimos en el pecado y encontramos en el hombre nuestros refugio y nuestra consolación para persistir en el pecado

2-Cuando  buscamos  la paz en el hombre, esa paz que solo la podemos encontrar en Dios

3-Cuando tratamos de agradar al hombre mas de lo que tratamos de agradar a Dios

4-Cuando buscamos la santidad por los medios equivocados

5-Cuando nos formamos una religión basada en la opinión de los hombres y no basada en la Palabra de Dios

6-Cuando nos inclinamos  y nos apoyamos en el hombre, en vez de hacerlo con Dios

 

Consecuencias de confiar en el hombre

1-Dios quitará el gozo y la alegría del hombre

2-La esperanza del hombre será removida, y se le volverá en su contra

3-Dios lo abandonará a su propia suerte

4-La culpabilidad tomará el puesto del gozo

5-Cuando las bendiciones lleguen al hombre, él no las podrá distinguir

6-La muerte arrebatará al hombre todos sus placeres

El pecado de confiar en el hombre es cuando esperamos de él, todas esas cosas hermosas, buenas y santas que provienen solamente de Dios; es pecado cuando no  vemos al hombre como el instrumento que Dios a escogido para ayudarnos, si no los vemos como la misma  fuente de las bendiciones y ayuda que recibimos; es pecado cuando vemos al hombre de la misma manera que vemos a Dios, en esto consiste el principio de la idolatría, y es destructivo para el hombre: Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

Por el otro lado encontramos lo hermoso que es confiar en Dios: Dios es esperanza, Dios es amor, Dios es sabiduría y Dios es consolación

Confiar en Dios es:

1-Un santo principio

2-Es una noble aspiración

3-Es una manera razonable de actuar

4-Hay éxitos en las cosas que se emprenden

5-Dios conforta y da satisfacción al alma

6-Dios hace al hombre feliz,  tanto en ésta vida como en la venidera

Cuando el hombre confía en Dios, se fundamenta en Dios:

-Su alma se fundamenta en la fuente de la vida

-Su intelecto se fundamenta en la verdad de Dios

-Su simpatía se fundamenta en el carácter de Dios

-Su trabajo se fundamenta en el plan y la voluntad de Dios

 

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

El corazón del hombre está cambiando constantemente; nuestro juicio, nuestra manera de pensar, nuestros sentimientos y nuestras pasiones, se mantienen constantemente rotando con altos y bajos en la vida. Muchas veces se hace buenas resoluciones, pero el fervor es prontamente apagado; muchas veces hacemos promesa en los momentos de aflicciones que rápidamente olvidamos cuando llega la prosperidad, en la enfermedad hacemos impresionante resoluciones que quedan en el olvido cuando vuelve la salud.  Encontramos hombres que tienen profundos celos para la religión, y luego nos damos cuenta que sus celos realmente no son para Dios, si no solo para sus propias ideas.

El corazón refleja lo que es el hombre por dentro, sus pensamientos, sus afectos, sus determinaciones y sus inclinaciones. El corazón del hombre es engañoso con los mismos hombres, logramos ocultar cuales son nuestros pensamientos reales, estudiamos como entrampar a otros con nuestras falsas apariencias y siempre logramos mostrar a los demás solo el buen lado de nuestra personalidad.

Dios nos ha dado ciertas remedios para lograr tener un corazón sano, entre ellos podemos mencionar: La voz de la conciencia, las ventajas de la educación, las instrucciones de los sabios, la asistencia y existencia de las leyes humanas, el buen ejemplo de las personas buenas, el deseo de tener buena reputación, el miedo a pasar vergüenza, y las dos mas importantes son la Palabra de Dios y la asistencia del Espíritu Santo.

Nosotros no sabemos mucho acerca de nuestro propio corazón  y mucho menos sabemos del corazón de otra persona, por lo tanto tenemos que ser muy cuidadosos en juzgar a otra persona, ya que en la mayoría de veces con toda seguridad nos vamos a equivocar.

Consideremos los siguientes puntos:

1-Nunca nos podemos confiar a nosotros mismos

2-No nos sorprendamos, decepcionemos o preocupemos cuando somos víctimas  del corazón de otra persona, si no nos podemos confiar a nosotros mismos, mucho menos le podemos confiar al corazón de otra persona.

3-Tenemos que tener cuidado en dar buenos ejemplos a esas personas jóvenes que las leyes divinas o humanas han puesto bajo nuestra guía o protección.

4-Tenemos que estar listos para confesar nuestros pecados a Dios, y ser estrictos en condenar nuestros propios defectos antes de condenar los defectos de los demás.

5-Ya que el corazón es profundo, es encerrado, misterioso y engañoso, tenemos que tratar rápidamente de conocer que clase de corazón tenemos. ¿Cómo podemos llegar a conocer nuestro propio corazón? A través de la humildad, a través de la consideración de nuestros actos y pensamientos,  a través de la consulta de la Palabra de Dios, e implorando la divina asistencia a través del Espíritu Santo.

Como los judíos de los días de Cristo, muchos hoy escuchan y creen, pero no están dispuestos a subir a la plataforma de la obediencia y aceptar la verdad tal como es en Jesús. Temen perder ciertas ventajas mundanales. Mentalmente están de acuerdo con la verdad, pero la obediencia implica llevar la cruz de la abnegación y el sacrificio, y dejar de confiar en el hombre y poner carne por su brazo; por eso se apartan de la cruz. Podrían sentarse a los pies de Jesús para aprender diariamente de él y saber exactamente qué es la vida eterna, pero no están dispuestos a hacerlo.

Toda persona salvada debe someter sus propios planes, sus proyectos ambiciosos, que implican glorificación propia, y debe seguir la dirección de Cristo. Se debe someter la mente a Cristo para que él la limpie, la purifique y la refine. Esto ocurrirá cada vez que se acepten debidamente las enseñanzas del Señor Jesús. Es difícil que el yo muera cada día, aunque la admirable historia de la gracia de Dios se presente con toda la riqueza de su amor, que él revela a las almas necesitadas (Cada día con Dios, {CDCD}, p. 64).

Ningún hombre por sí mismo puede comprender sus errores. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Quizá los labios expresen una pobreza de alma que no reconoce el corazón. Mientras se habla a Dios de pobreza de espíritu, el corazón quizá está henchido con la presunción de su humildad superior y justicia exaltada. Hay una sola forma en que podemos obtener un verdadero conocimiento del yo. Debemos contemplar a Cristo. La ignorancia de su vida y su carácter induce a los hombres a exaltarse en su justicia propia. Cuando contemplemos su pureza y excelencia, veremos nuestra propia debilidad, nuestra pobreza y nuestros defectos tales cuales son. Nos veremos perdidos y sin esperanza, vestidos con la ropa de la justicia propia, como cualquier otro pecador. Veremos que si alguna vez nos salvamos, no será por nuestra propia bondad, sino por la gracia infinita de Dios (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, p. 123).

No podemos ni conseguir ni practicar por nosotros mismos la religión de Cristo, porque nuestros corazones son engañosos más que todas las cosas; pero Jesús… nos ha mostrado que podemos ser limpios de pecado. “Bástate mi gracia” (2 Corintios 12:9), nos dice… Al mirar a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, captaremos la luz de su rostro, reflejaremos su imagen, y creceremos a la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús (La maravillosa gracia de Dios, {MGD}, p. 248).

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Lección 4 // Lunes 19 de octubre______________________

EL PECADO DE JUDÁ

Ciertamente la tarea de Jeremías no sería fácil. Tal vez algunas personas encuentren un placer perverso en señalar a otros sus pecados, pero para la mayoría no es una tarea agradable, especialmente por las reacciones que sus palabras podrían provocar. Algunos, al escuchar las palabras de reprensión, se arrepienten y reforman, pero ese no es usualmente el caso, en especial cuando la reprensión es aguda y fuerte. Y de hecho, como con todos los profetas, las palabras de Jeremías eran precisamente eso: agudas y fuertes.

Lee Jeremías 17:1 al 4. ¿Cuáles fueron algunas de las advertencias que Jeremías le dio al pueblo?

1 El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares, mientras sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus imágenes de Asera, que están junto a los árboles frondosos y en los collados altos, sobre las montañas y sobre el campo. Todos tus tesoros entregaré al pillaje por el pecado de tus lugares altos en todo tu territorio. Y perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, que para siempre arderá. Jeremías 17

La imagen del pecado grabado en el corazón es especialmente fuerte. Muestra la profundidad de la corrupción. La idea no es solo que el pecado está escrito allí, como con una pluma, sino que está esculpido allí, como grabado con una herramienta. Todo eso llega a ser más fuerte cuando recordamos las palabras de Dios a los antepasados de Judá: “Cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma […]” (Deut. 30:10; compara con Sal. 40:8 y Jer. 31:33). Con la iniciativa brotando de sus corazones, habían de amar a Dios y obedecer su Ley; ahora, en cambio, su pecado –la violación de esa ley (1 Juan 3:4)− estaba grabado en sus corazones.

“Nadie, entre los que se declaran depositarios de la Ley de Dios, se lisonjee de que la consideración que en lo exterior manifieste hacia los Mandamientos lo preservará del cumplimiento de la justicia divina. Nadie rehúse ser reprendido por su mal proceder, ni acuse a los siervos de Dios de ser demasiado celosos al procurar limpiar de malas acciones al campamento. Un Dios que aborrece el pecado invita a los que aseveran guardar su Ley a que se aparten de toda iniquidad” (PR 306, 307).

¿El pecado grabado en el corazón? Es un pensamiento atemorizador, ¿verdad? ¿Qué nos dice esta imagen acerca de cuán profunda e intensa es la obra de purificar nuestros corazones? ¿Cuál es la única manera de lograrla?

¿Qué es pecado? Un fariseo nos pudiera decir que pecado es comer los alimentos sin lavarse las manos, o posiblemente tomar una bebida sin haberla colado de  mosquitos o de otras impurezas. Hay muchos en estos días que tienen la misma noción de los fariseos en cuanto a lo que es el pecado, solo les acompañan unas pequeñas variaciones. Hemos escuchado la historia del bandido que fue a confesarse ante el sacerdote confesor, y le dijo que venía cargando el peso de una atrocidad que había cometido. El viernes «santo» (hablando de la semana santa) había asesinado a un hombre a cuchilladas, y algunas gotas de sangre habían caído en sus labios, por lo cual había quebrantado el mandamiento de la iglesia, en abstenerse de probar alimentos animal en éste día especial. El pecado del asesinato no le despertaba a éste hombre su conciencia en absoluto, ese mismo acto lo pudiera repetir el día de mañana; pero una violación accidental de las reglas de la iglesia, había despertado en él todos sus temores.

Dios no ve el pecado de la misma manera que muchas veces nosotros lo vemos;  Pecado es el quebrantamiento de la ley de Dios, Pecado es el acto de dejar de hacer la voluntad de Dios, Pecado es olvidar o abandonar las obligaciones que existen entre el Creador y la criatura; estas son en si, las esencias de lo que es pecado.

1 El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante;

Un lápiz de hierro con un diamante en la punta era la herramienta que se usaba para escribir  en la piedra o en el metal. En Ezequiel 3 dice: «Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente…» refiriéndose mas a la dureza del diamante, que al brillo.  Este instrumento era conocido por los romanos, y se pudo haber usado en Fenicia y Palestina.

En éste pasaje bíblico está hablando que el pecado de Judá que era la idolatría, había sido tan grave que ya no podía ser borrado. La palabra «IDOLATRÍA» estaba escrita y esculpida en los corazones de los de Judá. Pablo le escribe a la iglesia de  Corinto y les dice: siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. (2 Corintios 3)  Aquí es el Espíritu Santo es  quién  ha escrito en los corazones de ellos, y en éste caso la escritura no es para salvación, sino para condenación: «Ya que muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, su conciencia dando testimonio, y sus pensamientos acusándolos unas veces y otras defendiéndolos…   Romanos 12: 15 (Biblia de las américas)

El Espíritu Santo es el Escritor por Excelencia en todo el universo;  Los diez mandamientos fueron escritos en las tablas de piedra por el «Dedo de Dios»  8 Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el Dedo de Dios. Exodo 31

El «Dedo de Dios» se menciona por primera vez  en la Biblia en Éxodo 8, y en éste caso está haciendo un milagro: 19 Entonces los encantadores dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho. Éxodo 8

Mas tarde Jesús asegura que todos los milagros que él hace en la tierra los hace  a través del «Dedo de Dios»: 20 Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. Lucas 11; y en Mateo 12 Jesucristo nos revela y nos presenta quien es el «Dedo de Dios»: 28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Cada violación de los mandamientos de Dios  no pasa inadvertida para el cielo, una negra lista de pecados está escrita en contra de nosotros con un lápiz de hierro con punta de diamante, y su Escritor es el mas fino Escritor en todo el universo, es aquel que se le hace fácil escribir tanto en tablas de piedras, como en el corazón,   puede escribir sobre el papel y de la misma manera puede escribir sobre la mente o la conciencia.

El pecado de idolatría que sufría Israel, el Espíritu Santo lo escribió en el corazón de los israelitas. Lo escribió en el corazón de ellos, por que ellos practicaban éste pecado con muchas pasión, amor y mucho deseo. El pecado de la idolatría el Espíritu Santo también lo escribió en las mentes de los Israelitas por que ellos practicaban éste pecado conscientemente de su transgresión abierta en contra de las ordenes de Dios. 

El Espíritu Santo puede escribir la ley de Dios en nuestro corazón y en nuestra mente  para nuestra propia salvación, pero también puede escribir el nombre de nuestro propio pecado en nuestro corazón y en nuestra mente para nuestra propia perdición.  El Espíritu Santo escribirá para vida o para muerte, dependiendo de nuestra propia y libre decisión.

No hay pecados mas denigrante que la rebelión y el orgullo, es algo muy admirable como el mundo judío fue y sigue siendo un pueblo rebelde y orgulloso por excelencia; nosotros los Adventistas del Séptimo Día, no andamos muy lejos de ellos, somos primos-hermanos de ellos en la materia  de la rebelión y del orgullo. En todos los niveles de la iglesia, parece que uno de los pasatiempos favoritos es practicar la rebelión y el orgullo.

El  orgullo es extremadamente extenso: Hay algunos pecados que predominan en una persona de acuerdo a la edad y otros de acuerdo al país. Por ejemplo, la rebeldía es el pecado que hace caer a los jóvenes; también encontramos que la avaricia se desarrolla muchas veces en armonía con la edad.  Las guerras  y las venganzas son algunos de los pecados predominantes de ciertos países; pero el orgullo es nativo de cada país y de cada habitante de ese país, el orgullo infecta las mentes de las personas no importando su edad, no importando su posición económica  y no importando su estado social. El orgullo puede corromper a una nación entera.

El orgullo es considerado un alto grado de estima propia sin ninguna moderación; es una alta valoración personal, y es aplicada por la misma persona, que en la mayoría de veces está basada en una intelectualidad falsa.

Cuando una persona se sobre valora ella misma, automáticamente desvalora a otras personas de sus méritos reales, ésto conlleva a la opresión del prójimo, la opresión puede ser emocional, verbal y muchas veces hasta física. La opresión es uno de los pecados mas destructivos tanto para el oprimido como para el opresor; el opresor reúne al cielo y a la tierra en contra de él, para el día de su propia destrucción.
El orgullo es el causante de muchos otros pecados, entre ellos están; la rebeldía, la injusticia, la violencia, la extorsión, la envidia, el insaciable deseo de ser alabados por otros, el chisme y el falso testimonio.

Esta es la historia del famoso cardenal de la Iglesia romana Thomas Wolsey. El cardenal Wosley era arrogante y autoritario, llego a ser extremadamente poderoso en Inglaterra, por los años de los 1500 DC, bajo el reinado de Henry VIII. Entre los títulos que llegó a poseer estaban Arzobispo de York, Arzobispo de Canterbury, Cardenal, Consejero del rey, y muchas veces fue denominado «alter rex» (rey alterno). Su conducta arrogante y autoritaria le gano muchos enemigos secretos, y su ostentación y amor al poder le causó perder los beneficios que le había concedido la corona. No quiso ayudar al rey cuando éste se intentó divorciar de Catarina de Aragon, y el rey Henry VIII muy disgustado le quitó todos los honores concedido.  A pesar de haber entregado sus títulos y riquezas al disgustado rey, su comportamiento arrogante no cambió y mas tarde fue citado a aparecer en la corte del rey acusado de alta traición; la historia dice que el cardinal murió en el camino a la corte, murió de pena en el corazón.

No hay pecado más necio que el orgullo, el orgullo florece como resultado de la ignorancia: ignorancia de Dios, ignorancia de nosotros mismos, ignorancia de nuestros prójimos. El orgullo busca siempre la gloria propia ó vanagloria, y lo único que encuentra es la desgracia. El orgullo convirtió a Nabucodonosor en una bestia del campo, por el orgullo fue herido Herodes y consumido por gusanos en frente de todo el pueblo, el orgullo convirtió a Lucifer en Belzebú. La mayoría de pecados son rebeldía contra Dios, pero el orgullo es diferente, el orgullo intenta tomar su corona, su posición y su dignidad; ésta es la razón de la intolerancia de Dios contra éste pecado. El hombre humilde siempre piensa de él mismo de una manera franca y real, el hombre humilde siempre busca que Dios tenga la gloria y el honor, inclusivo a costa de su propio honor.

Si usted es una de esas personas que no se le puede llamar la atención, si usted es una de esas personas que cree que nadie tiene derechos a meterse en su vida, si usted es una de esas personas que cuando se le llama la atención o se le da un consejo se enoja,  y se vuelve enemiga de aquel que le dio el consejo; entonces le estamos dando una cordial bienvenida al gran club de los perdidos.

Se nos dice lo que hay que hacer, lo que hay que cambiar, lo que necesitamos enderezar y arreglar, y en vez de escuchar la Palabra de Dios a través de nuestros herman@s, nos enfadamos con ellos y los hacemos  nuestros enemigos. Pronto el Espíritu Santo, va a escribir en nuestro corazón el nombre del pecado que toleramos, disfrutamos y amamos tanto, lo va escribir para condenación perpetua, ese va a ser nuestro sello y nuestra identificación, el nombre de ese pecado va a ser la descripción de  nuestro carácter y  también anunciará nuestra propia condenación eterna.

Por el momento le invitamos a que disfrutemos ese pecado, a que lo gocemos lo mas que podamos, ya que cuando llegue el momento de retribución, no hay vuelta para atrás, nuestro destino estará determinado y nuestra perdición estará sellada.

¿Bien duro verdad? Si, muy duro, pero es nuestra realidad, al menos que haya una reforma espiritual en nuestras vidas, y también que haya el ferviente anhelo de pedir el Espíritu Santo para que él haga una regeneración entera en nuestras vidas, si eso no existe ese anhelo y deseo en nuestro ser, entonces estamos perdidos. Casi me salve, significa: «me perdí»

Hay muchas personas, que no duermen pensado en la ley dominical, viendo, escuchando e interpretando lo que hace el papa y todos sus prelados, eso es lo último que nos tiene que importar. Nuestra más grande oración es la urgencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Otras veces nos ponemos a orar muy mal, nos ponemos a pedir ser buenos, ser humildes, ser pacientes, ser pacíficos y otras cosas mas, por favor no se ponga a pedir pidiendo humildad, no se ponga a pedir ser quieto, ser  pasible, ser sabio, no, no se ponga a pedir eso, está pidiendo mal. Póngase a pedir la unción del Espíritu Santo, y cuando el Espíritu Santo tome posesiones de nuestras vidas,  entonces él pondrá en nosotros los frutos y los regalos que son de él.

Cuando el Espíritu Santo more en nuestras vidas, allí seremos sabios, humildes, templados, benignos, misericordiosos, llenos de fe, de amor  y de gozo. Cuando tengamos al Espíritu Santo en nuestras vidas no nos vamos a andar preocupados que es lo que anda haciendo o dejando de hacer el papa, tampoco nos vamos andar preocupando por la ley dominical;  vamos a tener quietud, reposo y confianza, ya que  nuestras mentes hablarán directamente con el Dios de las luces,  el Dios que todo lo sabe y que todo lo puede, en nuestro corazón no estarán inscritos los nombres de pecados, sino la ley santa y justa y el mandamiento perfecto y bueno.

A los que se sienten seguros por causa de sus progresos y se creen ricos en conocimiento espiritual, les cuesta recibir el mensaje que declara que están engañados y necesitan toda gracia espiritual. El corazón que no ha sido santificado es engañoso “más que todas las cosas, y perverso” (Jeremías 17:9). Se me mostró que muchos se ilusionan creyéndose buenos cristianos, aunque no tienen un solo rayo de la luz de Jesús. No tienen una viva experiencia personal en la vida divina. Necesitan humillarse profunda y cabalmente delante de Dios antes de sentir su verdadera necesidad de realizar esfuerzos fervientes y perseverantes para obtener los preciosos dones del Espíritu.

Dios conduce a su pueblo paso a paso. La vida cristiana es una constante batalla y una marcha. No hay descanso de la lucha. Es mediante esfuerzos constantes e incesantes como nos mantenemos victoriosos sobre las tentaciones de Satanás. Como pueblo, estamos triunfando en la claridad y fuerza de la verdad. Somos plenamente sostenidos en nuestra posición por una abrumadora cantidad de claros testimonios bíblicos. Pero somos muy deficientes en humildad, paciencia, fe, amor, abnegación, vigilancia y espíritu de sacrificio según la Biblia. Necesitamos cultivar la santidad bíblica. El pecado prevalece entre el pueblo de Dios. El claro mensaje de reprensión enviado a los laodicenses no es recibido. Muchos se aferran a sus dudas y pecados predilectos, a la par que están tan engañados que hablan y sienten como si nada necesitasen. Piensan que es innecesario el testimonio de reproche del Espíritu de Dios, o que no se refiere a ellos. Los tales se hallan en la mayor necesidad de la gracia de Dios y de discernimiento espiritual para poder descubrir su falta de conocimiento espiritual. Les falta casi toda cualidad necesaria para perfeccionar un carácter cristiano. No tienen el conocimiento práctico de la verdad bíblica que induce a la humildad en la vida y a conformar la voluntad a la de Cristo. No viven obedeciendo a todos los requerimientos de Dios (Joyas de los testimonios, {1JT}, t. 1, pp. 328, 329).

Cuando Jesús habla de un nuevo corazón, se refiere a la mente, a la vida, a todo el ser. Tener un cambio de corazón quiere decir apartar los afectos de este mundo y aferrarse de Cristo. Tener un nuevo corazón es tener nueva mente, nuevos propósitos, nuevos motivos. ¿Cuál es la señal de un nuevo corazón?: una vida nueva. Hay una muerte diaria y de cada hora al egoísmo y al orgullo.

Entonces se manifestará un espíritu de amabilidad, no intermitente, sino continuamente. Habrá un cambio decidido en la actitud, en el comportamiento, en las palabras y en los actos hacia todos aquellos con quienes os relacionéis. No magnificaréis sus debilidades, no las pondréis bajo una luz desfavorable. Obraréis de acuerdo con los métodos de Cristo, manifestando al prójimo el amor que Cristo os manifestó.

En lugar de revelar y publicar las faltas de los demás, haréis los esfuerzos más pacientes para curarlas y vendarlas… Un hombre de espíritu áspero no tiene razonamiento, es rudo; no es espiritual; no tiene un corazón de carne, sino un insensible corazón de piedra. Su único auxilio consiste en caer en la Roca y quebrantarse. El Señor pondrá a los tales en la encrucijada, y los probará con fuego, como se prueba al oro. Cuando vea su imagen reflejada en ellos, los sacará (Hijos e hijas de Dios, {HHD}, p. 102).

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Martes 20 de octubre // Lección 4_____________________

LA ADVERTENCIA A JEREMÍAS

“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19).

La triste historia de Jeremías es que la oposición que afrontó provino de los mismos que, por medio de él, Dios estaba tratando de salvar. Dios quería evitarles el desastre que ciertamente vendría. El problema, sin embargo, es que la gente a menudo no quiere oír lo que necesita oír, porque va en contra de sus deseos pecaminosos y corruptos.

Lee Jeremías 11:18 al 23. ¿Qué sucede aquí? ¿A qué nos recuerdan algunas de esas imágenes?

18 Y Jehová me lo hizo saber, y lo conocí; entonces me hiciste ver sus obras. 19 Y yo era como cordero inocente que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre. 20 Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa. 21 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de los varones de Anatot que buscan tu vida, diciendo: No profetices en nombre de Jehová, para que no mueras a nuestras manos; 22 así, pues, ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada, sus hijos y sus hijas morirán de hambre, 23 y no quedará remanente de ellos, pues yo traeré mal sobre los varones de Anatot, el año de su castigo. Jeremías 11

Aunque en el antiguo Israel los que profetizaban falsamente en el nombre de Dios podían afrontar la muerte, en este caso no hay indicación de que los hombres de Anatot pensaran que Jeremías estuviera hablando falsamente. En cambio, parece que ellos solo querían silenciarlo. No deseaban escuchar lo que él tenía para decir. Aunque el texto no explica cómo pensaban matarlo, algunos eruditos piensan que podrían haber planeado envenenarlo.

Como ya vimos, Anatot era el pueblo natal de Jeremías, y su gente estaba rechazando su mensaje hasta el punto de estar dispuesta a matarlo. Sin embargo, esto solamente era el comienzo de un rechazo mucho más amplio de todo el “remanente” de su propia nación.

Por supuesto, todo esto, incluyendo la imagen del “cordero llevado al matadero”, evoca el sacrificio de Jesús. En un sentido, Jeremías prefiguró a Cristo, no como un tipo (como los sacrificios de animales), sino en que él, como Jesús, enfrentó una fuerte oposición de los mismos a quienes trataba de ayudar. Esta situación en la vida de Jeremías recuerda decididamente lo que Jesús también pasó durante los comienzos de su ministerio (Luc. 4:14-30).

¿Cuándo fue la última vez que oíste algo que sabías que era correcto, pero sencillamente no querías escuchar? ¿Cuál fue tu reacción inicial? En casos como este, ¿por qué necesitamos aprender a tomar nuestra cruz?

Y Jehová me lo hizo saber: Ahora el profeta para por unos momentos de hablar de los pecados de Israel, y comienza a hablar que hay un complot, que hay una acechanza en contra de su vida, las personas de su misma ciudad, están tratando de asesinarlo, y esto el profeta no lo sabía, sino que Dios se lo reveló.

Los hombres de Anatot se  unieron en contra del profeta, y ahora Jeremías exclama: «Y yo era como cordero inocente que llevan a degollar» una expresión usada en el medio oriente para denotar una seguridad falsa o un inminente peligro. En ésta expresión también podemos encontrar a Jeremías como un  figura  de Jesucristo:  «el Cordero inmolado».

En el caso de Jeremías, él no sabe de  su peligro de muerte, Dios le advierte de su peligro y le salva la vida, pero en el caso de Jesús, Dios no interviene en los sucesos que acontecen a Jesús, Dios permite que su Hijo llegue hasta la muerte  y muerte de cruz.

Ahora Jeremías cuando se da cuenta que la gente de su propia ciudad, «la ciudad de los sacerdotes» están procurando su propia muertes, Jeremías está indignado y exclama: 20 Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos

La expresión «vea yo tu venganza de ellos» nos recuerda las palabras del salmos 69 que dice: 24Derrama sobre ellos tu ira, Y el furor de tu enojo los alcance; y también nos recuerda el violento salmos 109  donde David eleva una oración a Dios pidiendo la destrucción de sus enemigos, éste salmo dice: Sean sus días pocos; Tome otro su oficio. Sean sus hijos huérfanos, Y su mujer viuda. 10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares. 11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, Y extraños saqueen su trabajo. 12 No tenga quien le haga misericordia, Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. 13 Su posteridad sea destruida; En la segunda generación sea borrado su nombre. Estos pedidos u oraciones a Dios, que hacen estos hombres, están cargados de odio y de venganza, y a pesar que están escritas en la Biblia, están escritas para que no las imitemos, por que  éstas no son las maneras correctas de orar a Dios.

Estos textos fueron escritos en la etapa temprana de la religión de éstas personas, cuando la indignación por la injusticia, aun no estaba curada por la alta ley divina del perdón que Dios nos exige.

Este tipo de oración no tiene que ser imitada por nosotros, y a pesar que no las podemos imitar,  tampoco la podemos condenar en su totalidad.  No las podemos condenar, por que el acto de recurrir a Dios para que tome venganza de los enemigos, en realidad es una victoria espiritual, ya que el humano está evitando tomar la venganza en sus propias manos. En el caso de Jeremías, él, aun que así lo hubiera deseado, no podía tomar venganza de sus enemigos, pero ese no fue el caso de David, él si podía tomar venganza de sus enemigos, pero a pesar de su indignación, y todo el poder terrenal que poseía para tomar la venganza en sus propias manos, mejor decidió recurrir al juez mas alto del universo, para que él se hiciera a cargo de la venganza.

Otra razón por la cual no podemos condenar del todo  ésta oración, es por que Dios es nuestro refugio y consuelo cuando enfrentamos las injusticias que se nos hacen. Cuando el hombre es implacable en la maldad, nos queda Dios como máximo y perfecto Juez, es a él a quien llevamos nuestras quejas, es a él a quien ventilamos nuestro caso, para que él imponga juicio y castigo al malhechor, y nos libere de los males que nuestros enemigos procuran cometer en contra de nosotros. Orar para que la justicia de Dios se imponga en ésta tierra, no es contrario al espíritu del cristianismo; pero orar para que Dios por medio de su justicia o venganza alivie mi resentimiento, mi cólera o mi indignación, eso si es contrario al espíritu del cristianismo, y se tiene que evitar.

Nosotros estamos obligados a confrontar los errores y las injusticias que se nos hacen, con una ley de amor y de perdón elevadísima, estamos obligados a confrontar todas las injusticias siguiendo el ejemplo de Aquel que dijo: «Padre, perdónalos por que no saben lo que hacen»

 22 así, pues, ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada, sus hijos y sus hijas morirán de hambre, 23 y no quedará remanente de ellos, pues yo traeré mal sobre los varones de Anatot, el año de su castigo. Estas son las palabras de condena de parte de Dios para el pueblo especial Anatot; Anatot  tenía que ser un pueblo especial ya que allí nacían, crecían y vivían,  el linaje de sacerdotes de Israel, pero ellos se habían convertido en asesinos; los sacerdotes de Anatot habían condenado a muerte a su propio profeta diciendo: «19… Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre.» Pero Dios declara todo lo opuesto en contra de los de Anatot,  y el resultado de su fallo es que a Jeremías le salva la vida, y a los de Anatot los condena a la muerte; los jóvenes que no habían nacido para ser guerreros sino sacerdotes, morirían a filo de  espada como todos unos guerreros caídos en la batalla, y los niños y las niñas morirían de una muerte mas cruel como lo es el hambre, Lamentaciones 4: 9 dice: «Más dichosos fueron los muertos a espada que los muertos por el hambre; Porque éstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra»

Dios termina diciendo en contra de los de Anatot: «y no quedará remanente de ellos» esto se refiere solamente a las personas que vivían en el tiempo de Jeremías, o a esos que serían deportados,  ya que Esdras 2: 23 dice que 128 varones regresaron del exilio de los de Anatot. Por la situación geográfica que tenía Anatot, quedaron expuestos a la furia de la invasión de los babilonios. Triste fin para una ciudad considerada muy especial. Esta es la consecuencia de oponerse a la verdad, o a la causa de Dios, o a sus ministros. Esta también será la consecuencia de  todos aquellos que sus nombres sea mencionados ante el trono de justicia, con quejas, con malicias o con injusticias. Definitivamente; es muy peligroso ser injusto y malhechor y también es muy peligroso  cuando un santo eleva una plegaria a Dios  pidiendo justicia y juicio en contra de un malhechor.  

Pero en lugar de reconocer su pecado, Caín siguió quejándose de la injusticia de Dios, y abrigando envidia y odio contra Abel. Censuró violentamente a su hermano y trató de arrastrarlo a una disputa acerca del trato de Dios con ellos. Con mansedumbre, pero valiente y firmemente, Abel defendió la justicia y la bondad de Dios. Indicó a Caín su error, y trató de convencerle de que el mal estaba en él. Le recordó la infinita misericordia de Dios al perdonar la vida a sus padres cuando pudo haberlos castigado con la muerte instantánea, e insistió en que Dios realmente los amaba, pues de otra manera no entregaría a su Hijo, santo e inocente, para que sufriera el castigo que ellos merecían. Todo esto aumentó la ira de Caín. La razón y la conciencia le decían que Abel estaba en lo cierto; pero se enfurecía al ver que quien solía aceptar su consejo osaba ahora disentir con él, y al ver que no lograba despertar simpatía hacia su rebelión. En la furia de su pasión, dió muerte a su hermano.

Caín odió y mató a su hermano, no porque Abel le hubiese causado algún mal, sino “porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas” (1 Juan 3:12). Asimismo odiaron los impíos en todo tiempo a los que eran mejores que ellos. La vida de obediencia de Abel y su fe pronta para responder eran un perpetuo reproche para Caín. “Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, porque sus obras no sean redargüídas” (Juan 3:20). Cuanto más clara sea la luz celestial reflejada por el carácter de los fieles siervos de Dios, tanto más a lo vivo quedan revelados los pecados de los impíos, y tanto más firmes serán los esfuerzos que harán por destruir a los que turban su paz (Patriarcas y profetas, {PP}, pp. 61, 62).

El pueblo de Dios del tiempo del fin no ha de elegir las tinieblas antes que la luz. Debe buscar la luz, esperar la luz. … La luz proseguirá brillando cada vez con mayor intensidad, y manifestará cada vez más claramente la verdad, tal como es en Jesús, para que los corazones humanos y los caracteres humanos mejoren y se disipe la oscuridad moral que Satanás se esfuerza por traer sobre el pueblo de Dios. … Al acercarnos al tiempo del fin, se necesitará un discernimiento más agudo y más claro, un conocimiento más firme de la Palabra de Dios, una experiencia viva y la santidad de corazón y de vida que debemos tener para servirle (A fin de conocerle, {AFC}, p. 349).

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Lección 4 // Miércoles 21 de octubre___________________

UN LAMENTO

En los primeros capítulos de Jeremías, Dios había advertido a su siervo que su obra como profeta no sería fácil. En ocasión de su llamado, se le dijo a Jeremías que los príncipes, los reyes, los sacerdotes y la gente “pelearán contra ti” (Jer. 1:19). Aunque se le dijo que Dios lo sostendría y que sus adversarios “no te vencerán” (Jer. 1:19), sin duda la advertencia de que la mayoría de su propio pueblo pelearía con él no era una noticia bienvenida. Sin embargo, Jeremías no sabía ni la mitad de lo que sucedería y, cuando llegaron las pruebas, es comprensible que se enojara y se sintiera herido.

Aunque Jeremías estaba hablando de su propia situación, ¿con qué tema universal estaba luchando en Jeremías 12:1 al 4? ¿Cuál fue la actitud del profeta hacia quienes lo herían? ¿Qué nos dice esto acerca de la humanidad aun de los más fieles siervos de Dios?

1 Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones. Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arrebátalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No verá Dios nuestro fin. Jeremías 12

Jeremías 12:1 está saturado del lenguaje legal del Antiguo Testamento: las palabras hebreas para “justo”, “alegaré mi causa” y “justicia” (NVI) aparecen en un ambiente legal. El profeta, muy molesto por lo que afrontaba, trae una “causa” (pleito, en Deut. 25:1) contra Dios. Por supuesto, su queja es muy común: ¿por qué el impío parece prosperar mientras que él, Jeremías, que procura hacer únicamente la voluntad de Dios, afronta tales aflicciones?

Podemos ver también que Jeremías exhibe su humanidad. Él quiere que los que hicieron el mal sean castigados. No habla aquí como un teólogo, habla como un ser humano caído que tiene necesidad de gracia; como Job y muchos otros fieles seguidores de Dios, no comprende por qué le ocurren estas cosas. ¿Por qué Jeremías, el siervo de Dios, llamado a declarar la verdad divina a un pueblo rebelde, está sometido a las traicioneras conspiraciones de su propio pueblo? Jeremías confiaba en Dios, pero seguramente no entendía por qué sucedía lo que sucedía.

¿Cómo podemos aprender a confiar en Dios a pesar de todas las cosas que ocurren, que parecen no tener sentido para nosotros?

¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? Es la pregunta que satura los cielos diariamente, no hay día que un santo no eleve esa misma pregunta al cielo,  son millones de pedidos diarios a Dios, solicitando que resuelva ese enigma que pasa aquí en la tierra constantemente. 

El que devuelve  los diezmos y da sus ofrendas con amor y sacrificio, muchas veces anda mendigando un pedazo de pan para su familia; aquel que cuida de su cuerpo minuciosamente y fielmente, un día aparece con la mas temida enfermedad, aquel que encomienda a Dios su camino antes de salir de su casa, pronto se encuentra con un acto de vandalismo, un accidente o con la misma muerte. Por el otro lado encontramos que el despilfarrador siempre le sobra el dinero para andarlo gastando, que aquel que anda practicando los vicios es el mas saludable del pueblo, y que el descuidado nunca le pasa nada malo. Entonces inmediatamente en nuestra decepción, en nuestra preocupación o en nuestro dolor, tomamos el teléfono y preguntamos al cielo: ¿Que es lo que está pasando?; ¿Porqué en nuestra fidelidad, Dios no nos escucha y nos ignora?; ¿Porqué el malo es bendecido y yo que lucho tanto, apenas logro salir de una y ya está la otra esperándome?

El hombre malo es el que comúnmente consigue riquezas en éste mundo, y muchas veces suele pasar que entre mas mala es la personas, mas grande son las riquezas que logra conseguir. Los necios de quienes habla tanto el libro de Proverbios, son los que se vuelven ricos en éste mundo.

Muchas veces creemos que obtener riquezas es sinónimo de estar siendo bendecido, o muchas veces creemos que las riquezas hacen más feliz al hombre. Pues no; no es así; tenemos que recordar  que las riquezas nunca le traerán una felicidad sólida y substancial al hombre, las riquezas nunca le permitirán al hombre obtener el cariño y el respeto de sus cercanos, las riquezas nunca le permitirá al hombre tener ese gozo y esa paz que permite al humano reposar confiadamente, la riquezas obtenidas ilícitamente nunca le darán fuerzas en las adversidades, nunca le van a permitir tener una conciencia limpia, nunca le va a dar esperanzas para el futuro y tarde ó temprano el dueño de riquezas ilícitas, confesará que sus riquezas no le sirven para nada en la vida.

Una vida de lujos, vuelve a las personas disolutas ó desenfrenadas.

Dios permite que tengamos placeres, alegrías y felicidades «sanas» en ésta tierra. Encontramos felicidad en la naturaleza, en nuestra familia, cuando viajamos, cuando comemos, cuando descansamos ETC. El problema es cuando convertimos éstas felicidades o placeres en nuestros dioses, convertimos estas felicidades y placeres en el centro de nuestras vidas. Gastamos tantos recursos y esfuerzos, que se nos olvida la preparación para la verdadera vida feliz y placentera que será en la tierra nueva.

El lujo y el desenfreno son afectadas fuertemente por la abundancia y las comodidades. Es muy duro para las personas que tienen abundancia y comodidades llevar una vida humilde y balanceada en ésta tierra.

El orgullo,  la holgazanería y abundancia de pan significa lo mismo que tener una vida de deleites y desenfrenada, todo esto engorda el corazón de las persona para el día de la carnicería ó matanza.

Cada vez que nos encontremos en lo mas oscuro de nuestras pruebas, necesitamos tener un pensamiento correcto del Dios que servimos, creyendo con toda seguridad que Dios nunca ha hecho cosas equivocadas, erradas o malas  a sus hijos en toda la vida de éste mundo, ni en toda la vida del universo. Cuando se nos haga bien difícil comprender la manera de actuar de Dios con nosotros, tenemos que contemplar a Dios, como un Dios justo y perfecto.

El Dios con quien nosotros tenemos el privilegio de relacionarnos en un Dios que lo sabe todo. El conoce como nuestro corazón se inclina hacia él o se aleja de él, él conoce nuestra hipocresía y  también conoce nuestra sinceridad perfectamente.

Estas son algunas de las razones por las cuales Dios permite que la aflicción toque a nuestras vidas:

-Dios permite la aflicción en sus hijos para salvarnos de una religión engañosa,  como humanos siempre tenemos la costumbre de acomodarnos

-Dios permite la aflicción en sus hijos, para que descubramos tanto nuestra sinceridad como también nuestra hipocresía, la aflicción siempre nos ayuda a que conozcamos realmente como es nuestro corazón

-Dios permite la aflicción en sus hijos para que demostremos al mundo, la belleza y la excelencia de una religión verdadera

-Dios permite la aflicción en sus hijos para que nos comuniquemos con él, en un nivel profundo y sincero

-Dios permite la aflicción en sus hijos por que esa es la manera de como aprender a comportarse frente a las tribulaciones

-Dios permite las aflicciones en sus hijos por que esa es una de las manera en que nosotros le podemos conocer mejor. Si somos cuidadosos y atentos podemos descubrir los actos de Dios, su poder, su sabiduría, su fidelidad, su bondad y su santidad

-Dios permite la aflicción en sus hijos por que esa es una de las maneras mas eficaces para impartir su amor, su consolación y su salvación

No hay duda, que nuestra vida en ésta tierra está mas llena de tristezas que de alegría, si pudiéramos poner todos los momentos que realmente hemos sido felices en ésta tierra, nos daríamos cuenta que son bien pocos y son bien cortos; nuestra vida ha estado rodeada de muchas mas tristezas que de alegrías. 

La tristeza es una gran enemiga del ser humano, la tristeza le hace mucho daño a nuestra devoción, así como a nuestra conversación. Con la tristeza, el espíritu es hundido y quebrantado y de ésta manera es imposible servirle a Dios.

Hay una íntima relación y simpatía entre el cuerpo y la mente; uno afecta al otro de una manera impresionante. Cuando hay tristeza en el corazón, la parte física del hombre decae, los nervios se trastornan y el cuerpo se vuelve raquítico.

Según la ciencia médica la tristeza en una persona debilita el cuerpo en mucha más proporción que lo hace el trabajo. La tristeza solamente trabaja en nosotros para muerte; Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.(2 Corintios 7: 10) Por lo tanto lloremos aunque pensemos que no lloramos, hagamos justicia a nosotros mismos y vivamos en conformidad a Dios y a su divina voluntad.

«Todos los días del afligido son difíciles;» Otro consejo que aquí se nos está presentando es evitar la ansiedad. El afligido en éste caso no es solo aquel que tiene que enfrentar las desgracias de la vida, si no todo aquel que hace de los problemas algo más complicado que el mismo problema. En otras palabras las personas que sufren de ansiedad son aquellas que permiten ó hacen que las nubes regresen después que pasó la tormenta: Antes que se oscurezcan el sol y la luz, La luna y las estrellas, Y las nubes vuelvan tras la lluvia; Eclesiastes 12: 2 Esta es la acción contraria de todos aquellas personas que tienen un corazón alegre, el que tiene el corazón alegre, siente mucho gozo cuando la tormenta pasa y no está preocupado de cuando será la siguiente tormenta.

15 Todos los días del afligido son difíciles y algunos son afligidos todos los días; no solamente en la vejez, si no empezando desde la juventud y en el transcurso de toda la vida: Entonces Jacob respondió a Faraón: Los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han alcanzado a los años que mis padres vivieron en los días de su peregrinación. No importa la circunstancia  que estemos cruzando,  la ansiedad no nos ayuda para nada, tiene que ser eliminada de nuestras vidas para aliviar el camino duro que algunos nos ha tocado llevar; no es fácil, pero es posible con la ayuda de Dios a través de la oración, de la fe y el gozo que él deposita en nuestras vidas a través del Espíritu Santo.

El gozo es una recomendación que se nos hace a cada uno de nosotros. El gozo contribuye a la salud del cuerpo, hace al hombre ideal y capaz para afrontar las actividades de la vida, hace al hombre tener una conversación agradable, el gozo permite al hombre tener un rostro radiante y complacer a sus semejantes. En muchas ocasiones tener una esperanza y una fe viva, hace mucho mas bien al cuerpo enfermo que todos los medicamentos recetados por un doctor. Un espíritu alegre gobernado por la sabiduría y la gracia de Dios es un hermoso ornamento de la religión, hace que la santidad sea algo atractivo para el in-converso y hace al hombre capaz de hacer las cosas mucho mas mejor.


Se nos ordena que tengamos un corazón lleno de gozo, y tenemos muchas razones para esto: Tenemos gozo en la salvación que nos ofrece Dios, tenemos gozo en nuestro Señor  Jesucristo; somos llenados de gozo por creer en él, por su persona, por su sangre, por su justicia, por su paz, por su perdón, por sus bendiciones y por su amor.

Dios siempre tiene hombres a quienes confía su mensaje. Su Espíritu actúa sobre el corazón de ellos y los constriñe a hablar. Estimulados por celo santo y con el impulso divino que actúa poderosamente sobre ellos, se dedican a la realización de su deber sin calcular fríamente las consecuencias de presentar a la gente el mensaje que el Señor les ha dado. Pero pronto el siervo de Dios se da cuenta de que ha arriesgado algo. Descubre que él y su mensaje se han convertido en objeto de crítica. Se analizan y comentan todas sus costumbres, toda su vida, toda su propiedad. Su mensaje es desmenuzado y rechazado con el espíritu más mezquino e impío que los hombres crean conveniente emplear de acuerdo con su juicio limitado. ¿Ha hecho ese mensaje la obra que Dios quería que efectuara? No; ha fracasado grandemente porque los corazones de los oyentes no estaban santificados.

Si el rostro del ministro no es un pedernal, si no tiene una fe y un valor indomables, si su corazón no se ha fortalecido por medio de una constante comunión con Dios, comenzará a adaptar su testimonio para agradar el corazón y los oídos impíos de aquellos a quienes se dirige. Al esforzarse por evitar la crítica a la cual se expone, se separa de Dios y pierde el sentido del favor divino, y su testimonio se vuelve tímido y sin vida. Descubre que su valor y su fe se han desvanecido y sus esfuerzos son impotentes. El mundo está lleno de aduladores y disimuladores que se han entregado al deseo de agradar; pero en realidad son pocos los fieles que no tienen en cuenta el interés propio, sino que aman demasiado a sus hermanos para tolerar que haya pecado en ellos (Comentarios bíblicos adventistas, {BC2}, t. 2, p. 1028).

Ninguno de los apóstoles o profetas pretendió jamás estar sin pecado. Los hombres que han vivido más cerca de Dios, que han estado dispuestos a sacrificar la vida misma antes que cometer a sabiendas una acción mala, los hombres a los cuales Dios había honrado con luz y poder divinos, han confesado la pecaminosidad de su propia naturaleza. No han puesto su confianza en la carne, no han pretendido tener ninguna justicia propia, sino que han confiado plenamente en la justicia de Cristo. Así harán todos los que contemplen a Cristo (Palabras de vida del gran Maestro, {PVGM}, pp. 124, 125).

“El Señor no tarda su promesa” (2 Pedro 3:9). El no se olvida de sus hijos ni los abandona, pero permite a los malvados que pongan de manifiesto su verdadero carácter para que ninguno de los que quieran hacer la voluntad de Dios sea engañado con respecto a ellos. Además, los rectos pasan por el horno de la aflicción para ser purificados y para que por su ejemplo otros queden convencidos de que la fe y la santidad son realidades, y finalmente para que su conducta intachable condene a los impíos y a los incrédulos.

Dios permite que los malvados prosperen y manifiesten su enemistad contra él, para que cuando hayan llenado la medida de su iniquidad, todos puedan ver la justicia y la misericordia de Dios en la completa destrucción de aquéllos. Pronto llega el día de la venganza del Señor, cuando todos los que hayan transgredido su ley y oprimido a su pueblo recibirán la justa recompensa de sus actos; cuando todo acto de crueldad o de injusticia contra los fieles de Dios será castigado como si hubiera sido hecho contra Cristo mismo. (El conflicto de los siglos, {CS}, p. 52).

Todo barco que navega en el mar de la vida, necesita llevar a bordo al divino Piloto; pero cuando se levantan las tormentas y arrecian las tempestades, muchas personas arrojan el Piloto al agua y confían su barco en manos de hombres finitos, o tratan de conducirlo ellos mismos. Luego sobreviene el desastre y el naufragio y culpan al Piloto por haber caído en las peligrosas aguas. No os confiéis a la dirección de los hombres…. Obrad bajo el divino Guía (La fe por la cual vivo, {FV}, p. 102).

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Jueves 22 de octubre // Lección 4_____________________

UNA SITUACIÓN DESESPERADA

Lee Jeremías 14:1 al 10. ¿Qué sucede aquí?

1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, con motivo de la sequía. Se enlutó Judá, y sus puertas se despoblaron; se sentaron tristes en tierra, y subió el clamor de Jerusalén. Los nobles enviaron sus criados al agua; vinieron a las lagunas, y no hallaron agua; volvieron con sus vasijas vacías; se avergonzaron, se confundieron, y cubrieron sus cabezas.Porque se resquebrajó la tierra por no haber llovido en el país, están confusos los labradores, cubrieron sus cabezas.Aun las ciervas en los campos parían y dejaban la cría, porque no había hierba. Y los asnos monteses se ponían en las alturas, aspiraban el viento como chacales; sus ojos se ofuscaron porque no había hierba. Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado. Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué te has hecho como forastero en la tierra, y como caminante que se retira para pasar la noche? ¿Por qué eres como hombre atónito, y como valiente que no puede librar? Sin embargo, tú estás entre nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares. 10 Así ha dicho Jehová acerca de este pueblo: Se deleitaron en vagar, y no dieron reposo a sus pies; por tanto, Jehová no se agrada de ellos; se acordará ahora de su maldad, y castigará sus pecados. Jeremías 14

Una sequía afectó al país; cada ciudad y cada aldea sufrieron. Los pobres y los ricos sufrieron juntos. Ni siquiera la vida silvestre pudo soportar la falta de agua. Los aristócratas esperaban a sus siervos en las puertas de las ciudades, deseando que encontraran agua, pero las fuentes se habían secado. No había agua, y sin agua la vida no puede continuar. La miseria aumentaba cada día. La gente se vestía de luto y caminaba con los ojos mirando el suelo. De repente, se arrodillaba y clamaba en una oración desesperada.

En ocasión de una catástrofe natural como esta, era la costumbre ir al Templo de Jerusalén (Joel 1:13, 14; 2:15-17) para ayunar y traer ofrendas a Dios:  {13 Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación. 14 Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová}; {15 Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. 16 Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia}

Jeremías vio la ansiedad de la gente, pero sabía que no buscaban a Dios, sino solo agua. Esto entristecía a Jeremías. Él también oraba, no por agua, sino por la misericordia y la presencia de Dios.
 Jeremías entendía que esto era solo el comienzo de las aflicciones que vendrían. Dios veía los corazones de la gente, y sabía que si retiraba la sequía el arrepentimiento desaparecería. La gente hacía lo posible tratando de cambiar esa situación: iba a Jerusalén, ayunaba, oraba, vestía ropa de luto y llevaba ofrendas, pero se olvidaba de lo más importante, que era el verdadero arrepentimiento. Estaban procurando eliminar los resultados del problema, y no el problema, su pecado.

Lee Jeremías 14:11 al 16. ¿De qué forma entendemos esto?

11 Me dijo Jehová: No ruegues por este pueblo para bien. 12 Cuando ayunen, yo no oiré su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con espada, con hambre y con pestilencia. 13 Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera. 14 Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan. 15 Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Ni espada ni hambre habrá en esta tierra; con espada y con hambre serán consumidos esos profetas.16 Y el pueblo a quien profetizan será echado en las calles de Jerusalén por hambre y por espada, y no habrá quien los entierre a ellos, a sus mujeres, a sus hijos y a sus hijas; y sobre ellos derramaré su maldad.

Dios le dijo a Jeremías: “No ruegues por este pueblo para bien”, aunque antes había presentado un gran ejemplo de oración intercesora: “Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu nombre” (vers. 7). Si bien se nos indica “orad sin cesar” (1 Tes. 5:17), Dios, que conoce todo del principio al fin, le revela a Jeremías cuán corrupto era el pueblo. Por supuesto, Dios conoce el corazón de la gente y su futuro; nosotros, no. Por ello, la amonestación a orar, aun por nuestros enemigos, no pierde nada de su fuerza.

La lección de éste día tendría que ser el centro de la lección de ésta semana, fácilmente pudiéramos titular la lección de éste día: «Cuando Dios no escucha más» Cuando las calamidades, las enfermedades o las desgracias afectan a una nación, a una familia o a un individuo, las acciones naturales que hacen los humanos, es buscar a Dios primeramente y comenzar a asistir a la iglesia e implorar a Dios.

Ante la aflicción el humano siempre recurre a Dios: La historia cuenta que el 31 de Diciembre del año 999, se presagió en Europa cualquier desgracia por la entrada de un nuevo milenio, la superstición había cundido el continente entero y el temor de los pueblos europeos estaba a flor de piel. La entrada de un nuevo milenio había despertado los mas pavorosos pensamientos en las gentes. Ese día 31 de diciembre del 999, las iglesias se comenzaron a llenar desde muy temprano, y de las misma manera que avanzaba la noche, así avanzaba el miedo y el pavor en las personas. Se escuchaban oraciones, plegarias, himnos, lecturas bíblicas, salmos y alabanzas por doquier. Cuando las campanas de las iglesias, de los parques, de los parlamentos y de las catedrales comenzaron sus 12 campanadas de la media noche, la gente caían al suelo desmayadas de terror y de miedo. Cuando sonó la última campanada, se esperó por unos minutos para ver que era lo que acontecería, y realmente no pasó nada. Al no pasar nada, cuenta la historia, que la gente salió a las calles a celebrar como nunca antes, hubo fiesta, hubo comida, hubo alcohol y se celebró por las calles una de las mas grande orgías registradas en la historia de Europa.

El pueblo de Israel está sufriendo una desgracia nacional; y ahora estaban acudiendo al templo en busca de Dios, con alabanzas, con ayunos, con sacrificios, con oraciones y con ofrendas; y vino de parte de Dios para Jeremías, las palabras mas temidas que una persona que está sufriendo y que está implorando por la ayuda divina, quiere escuchar de parte de Dios: “No ruegues por este pueblo para bien 12 Cuando ayunen, yo no oiré su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con espada, con hambre y con pestilencia.

El problema de Israel estuvo en que ellos habían quebrantado  la ley de Dios, y para  todos los que quebrantamos y no escuchamos la ley de Dios; también hay palabras de Dios  para nosotros, palabras terribles que ningún humano desea escuchar, especialmente cuando estamos atravesando momentos de aflicción: El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable. (Proverbios 28:9)

Dios no solo aborrece las acciones de una persona que se aparta de la ley, Dios también aborrece la demostración de un acto religioso hipócrita, donde se está haciendo una demostración de ser bueno y santo, cuando en realidad no lo es. Toda persona que aparta su oído de la ley de Dios, tarde ó temprano caerá en aflicción ó problemas, cuando ese momento llegue, con toda seguridad doblará sus rodilla para orar a Dios, Dios no solo dejará de prestar atención al pedido de ésta persona, más que eso; despreciará y aborrecerá el pedido de oración,  de la misma manera que la persona ha despreciado la ley de Dios.  Se cumplirá el texto de Salmos 109: 7 que dice: Cuando sea juzgado, salga culpable; y su oración sea para pecado.

Todo lo contrario es para el justo, por haber oído y haber guardado la ley de Dios, cuando llegue la aflicción y los problemas a su vida, doblará su rodilla y clamará a Dios, y será escuchado por un Dios justo y su oración nunca será despreciada.

Este pensamiento, tendría que estar en el fondo de nuestra mente y corazón, y nos tendría que poner a temblar; muchos de nosotros somos quebrantadores de la ley de Dios, muchas veces abierta y deliberadamente. Tarde ó temprano la aflicción, la tristeza, la desgracia ó la enfermedad  tocará a nuestras vidas; y no habrá cosa más desesperante, que nuestro Padre Celestial se niegue a escucharnos y que menosprecie nuestras palabras de pedido de auxilio y socorro, en momentos que en verdad necesitamos de su ayuda.

Un pensamiento profundo y hermoso de Gregorio I: «Nuestros corazones nos critican, cuando elevamos nuestras oraciones sabiendo que nuestra mente está en oposición directa hacia  aquel que nos implora que guardemos sus preceptos. Nuestras oraciones se vuelven abominaciones y nos volvemos extraños a los favores de Dios, cuando tenemos un punto de partida para ponernos fuera del control de la ley de Dios. Las ofertas que Dios nos propone son  un » cristianismo práctico» junto con la «oración» y si esas son sus oferta, tendríamos que pedirlas y buscarlas con todo nuestro corazón. El «cristianismo práctico» tiene que ser sostenido por la «oración»; y la oración tiene que ser sostenida por un «cristianismo práctico»

No queremos cerrar la lección de ésta semana con palabras de desaliento, de tristeza y de desesperanzas;  deseamos cerrar la semana con palabras de esperanzas. Desde el momento en que estamos leyendo y estudiando la palabra de Dios, es por que la gracia de Dios, aún no se ha cerrado todavía para nosotros. Pero eso no quiere decir que ya estamos listos, eso quiere decir que aún estamos a tiempo para arreglar nuestras deudas con nuestros hermanos y también con nuestro Dios, y arreglarlas de verdad.

Hay un hermoso texto bíblico que deseamos que usted se lo aprenda de memoria, nos va a ayudar mucho y nosotros podemos ayudar a muchos que estén pasando por momentos de dolor y  sufrimiento. Este texto se encuentra en Salmos 37: 4 y dice: «Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.»

Esta es una de las claves para recibir de Dios las cosas que deseamos; necesitamos  deleitarnos en Jehová.  Si nosotros somos maldicientes, enojados, coléricos, irritables, orgullosos, intocables, engreídos, vanidosos, presumidos y altaneros, entonces tenemos el peligro de que Dios no nos conceda los deseos de nuestros corazones. Si somos quebrantadores de la ley de Dios y especialmente del día sábado, si somos Tardistas del Séptimo día, si los servicios de la iglesia nos resultan aburridos, si el estudio de la Palabra de Dios lo hacemos por obligación, si no oramos, si en toda la semana no estudiamos la Palabra de Dios, sino que esperamos hasta que llega el día viernes para estudiar la semana entera y solo estudiamos cuando nos toca dar la lección; entonces allí tenemos nuestra respuesta del silencio de Dios hacia nosotros cuando le pedimos un favor especial. 

Cada vez que pidamos algo y Dios no nos conteste, entonces tenemos que escudriñar nuestra vida espiritual, cuando Dios no nos contesta nuestros pedidos y nuestras oraciones, cuando Dios no nos concede los pedidos del corazón, no es por que él no quiere o no puede; el problema es que nosotros estamos malos y Dios no tolera a niños malcriados.   ¡Palabra de Dios!

[Este testimonio fue escrito en 1863 en medio de la guerra civil en Estados Unidos].

El terrible estado en que se encuentra nuestra nación exige profunda humildad de parte del pueblo de Dios. La pregunta supremamente importante que debiera preocupar a todos es: “¿Estoy preparado para el día de Dios? ¿Podré soportar la prueba que me espera?”

Vi que Dios está purificando y probando a su pueblo. Lo refinará como se hace con el oro, hasta que la escoria quede consumida y su imagen pueda reflejarse en ellos. No todos manifiestan un espíritu de abnegación ni la disposición a soportar dificultades y a sufrir por amor a la verdad, que es lo que Dios requiere. Sus voluntades no han sido subyugadas; no se han consagrado plenamente a Dios y no han buscado otros placeres, sino el placer supremo de hacer su voluntad. Los ministros y el pueblo carecen de espiritualidad y de verdadera piedad. Será sacudido todo lo que pueda serlo. El pueblo de Dios pasará por grandes pruebas, y todos deben afianzarse, arraigarse y consolidarse en la verdad, porque si no lo hacen, ciertamente resbalarán. Si Dios reconforta y alimenta el alma con su presencia inspiradora, podrán resistir aunque el camino sea tenebroso y esté cubierto de espinas. Las tinieblas pronto se disiparán y la luz auténtica brillará para siempre (Testimonios para la iglesia, {1TI}, t. 1, p. 317).

Cristo insta a su pueblo que ore sin cesar. Esto no significa que debiéramos estar siempre de rodillas, sino que la oración ha de ser como el aliento del alma. Nuestros pedidos silenciosos, doquiera estemos, han de ascender a Dios, y Jesús nuestro Abogado suplica por nosotros, sosteniendo con el incienso de su justicia nuestros pedidos ante el Padre.

El Señor Jesús ama a su pueblo, y lo fortalece cuando éste pone su confianza en Cristo y depende plenamente de él. Vivirá mediante su pueblo, dándole la inspiración de su Espíritu santificante, impartiendo al alma una transfusión vital de sí mismo. Cristo obra mediante las facultades de los suyos y hace que ellos elijan la voluntad de Cristo y procedan de acuerdo con el carácter de él. Entonces ellos dicen con el apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20)…

El Señor no dejará a sus hijos afligidos y probados para que soporten las tentaciones de Satanás. Tenemos el privilegio de confiar en Jesús. Los cielos están henchidos de ricas bendiciones, y es nuestro el privilegio de tener el gozo de Cristo en nosotros para que nuestro gozo sea completo. No tenemos porque no pedimos, o porque no oramos con fe (A fin de conocerle, {AFC}, p. 80).

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Lección 4 // Viernes 23 de octubre_____________________

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Jeremías luchó con una pregunta con la que todos nos enfrentamos: ¿qué lógica tiene el pecado? Pero, tal vez ese sea el problema, tratar de encontrar sentido a lo que no tiene sentido, a lo que hasta podría considerarse “absurdo”. A este respecto, Elena de White escribió: “Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de su existencia […]. El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser pecado” (CS 546, 547). Reemplaza la palabra pecado con mal, y la declaración sigue siendo verdadera: Es imposible explicar el origen del mal y dar razón de su existencia […]. El mal es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser el mal.

Cuando la tragedia golpea, escuchamos que la gente dice, o quizá nosotros mismos: “No entiendo esto. No tiene sentido”. Bueno, hay una buena razón para que no lo entendamos: no es comprensible. Si pudiéramos entenderlo, si tuviera sentido, si pudiera caber en un plan racional y lógico, no sería el mal; no sería tan trágico porque tendría un propósito racional. Cuán vital es que recordemos que el mal, como el pecado, a menudo no puede ser explicado. Sin embargo, lo que tenemos es la realidad de la Cruz, que nos muestra el amor y la bondad de Dios a pesar del mal inexplicable causado por el pecado.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Medita en la idea de que el mal y el sufrimiento no tienen sentido, que no tienen una explicación buena ni racional. ¿Por qué es mejor que sea así? Piensa en ello. Una horrible tragedia nos golpea: por ejemplo, un niño muere de una enfermedad terrible después de años de sufrimiento. ¿Queremos realmente creer que hay una buena y lógica razón para esto? ¿No es mejor atribuirlo al mal de vivir en un mundo caído? Analiza en la clase.
  2. Piensa en el ministerio profético de Elena de White. ¿De qué modos algunos de nosotros podemos ser culpables de tener hacia ella una actitud similar a la que el pueblo tuvo hacia Jeremías en su tiempo?

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Este es un estudio serio para los maestros de Escuela Sabática. Si usted es una persona que le gusta la lectura, y profundizar en temas religiosos, este es el lugar para usted.

Este material no reemplaza el estudio de la Escuela Sabática; para comprender este material usted tiene que haber estudiado la lección de Escuela Sabática.
Este material es libre para ser copiado, compartido y distribuido. En este documento no hay nada una nueva luz, ni doctrinas nuevas, todo lo que aquí le presentamos está escrito en la Biblia, Lección de Escuela Sabática, Espíritu de Profecía, Comentarios Bíblicos, diccionarios religiosos y seculares, libros de historia y ciencia, enciclopedias, temas e ilustraciones. Nuestro trabajo aquí en 7Day Radio es poner juntos esos pensamientos esperando que usted pueda comprender mejor la lección. Este documento es subido al «INTERNET» todos los días Domingos a las  6 de la mañana, hora de Madrid, España; 12:00 AM hora del este de los Estados Unidos de Norte América.
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Escrito por: Tony García.
Este documento es una cortesía de 7day Media Group.
“One World – One Dream”
Madrid, España 2015

7 pensamientos en “LECCIÓN 4 – REPRENSIÓN Y RETRIBUCIÓN – PARA EL 24 DE OCTUBRE DE 2015

  1. Que ,Dios les bendiga abundantemente, por las enseñanza de la leccion ,pues me cuesta entender,gracias a Dios y por perssonas que entienden mejor que esta servidora.

  2. Que el Eterno los bendiga por esta valiosa información ,que me ayuda para comprender la lección de la Escuela Sabatica, de verdad que es muy edificante

  3. Hola amigos, muchas gracias por los estudios enviados, estan muy buenos.

  4. Querido Hermano Tony: sabia que nuestro corazon tiene un cerebro? El campo magnetico del cerebro del corazon es 5000 veces mas potente que el del cerebro en nuestra cabeza. Y nuestro corazon es capaz de tomar decisiones; de hecho el cerebro que manda es el del corazon. Yo creo que cuando la biblia dice corazon,realmente se refiere al corazon,no solo a nuestra mente. Interesante Verdad?

  5. Muchas gracias por su estudio,es muy edificante ,q Dios los bendiga

  6. Excelente, gracias por su generosidad. Dios bendiga su alma.

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